Disfruten
de la Palabra Divina de los Domingos tomados
de la mano de los Padres de la Iglesia, de los Santos y Sabios de todos los
tiempos y del Catecismo de la Iglesia Católica (Nota Bene: Los números consignados entre paréntesis ( ) hacen referencia a los números del Catecismo).También puede saltar a: DOMINGO XXIV ORDINARIO A “Perdona y se te
perdonará” INDICE
A. Comentarios de Sabios y
Santos I. LA
PALABRA DE DIOS
* Si
27,3-28, 9: “Perdona las ofensas a tu prójimo y se te perdonarán los
pecados cuando lo pidas” * Sal 102,1s.3s.9s.11s.: “El Señor es compasivo y
misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia” * Rm 14,7-9: “En la vida y en la muerte somos del Señor” * Mt 18,21-35: “No te digo que le perdones hasta siete
veces, sino hasta setenta veces siete” A. Comentarios de Sabios y Santos B. Suplementos II. APUNTE BÍBLICO-LITÚRGICO
* El sacramento de la
Penitencia (Domingo pasado) induce a la conversión del corazón. Hoy el
Evangelio ahonda en esa conversión: la conversión reclama perdón, amor al
prójimo. * Perdonar “setenta
veces siete” es perdonar siempre. Este perdonar se apoya en la insistencia del
NT: En la oración, Jesús nos enseñó a decir: “perdona nuestras ofensas como
también nosotros perdonamos...”. La súplica se repite cada vez que celebramos
la Eucaristía. En la moral, Jesús nos recuerda “la regla de oro”: “tratad a los
demás como queréis que ellos os traten a vosotros” (cf. Mt 7,12). Es que nuestra relación con Dios
se regula según nuestras relaciones con el prójimo (1.a Lect.). III. SITUACIÓN HUMANA
* El corazón que
perdona y olvida es grande, vive en la paz y es amado de Dios y de los hombres.
La mejor imagen de nosotros mismos es la de ser personas de gran corazón. * No suele aceptarse
hoy con facilidad el perdón porque se considera como un signo de debilidad. Sin
embargo solamente los corazones fuertes tienen capacidad de convertirse y de
perdonar. IV. LA FE DE LA IGLESIA
* La fe
_ “Lo temible es que
este desbordamiento de misericordia [Bautismo y Penitencia] no puede penetrar
en nuestro corazón mientras no hayamos perdonado a los que nos han ofendido...
Al negarse a perdonar... el corazón se cierra, su dureza lo hace impermeable al
amor misericordioso del Padre...” (2840). _ “``Esto mismo hará
con vosotros mi Padre celestial si no perdonáis cada uno de corazón a vuestro hermano''.
Allí es, en efecto, en el fondo del ``corazón'' donde todo se ata y se desata.
No está en nuestra mano no sentir ya la ofensa y olvidarla; pero el corazón que
se ofrece al Espíritu Santo cambia la herida en compasión y purifica la memoria
transformando la ofensa en intercesión” (2843; cf. 2842-2844). * La respuesta
_ “La oración
cristiana llega hasta el perdón de los enemigos... Transfigura al
discípulo configurándolo con su Maestro. El perdón es la cumbre de la oración
cristiana; el don de la oración no puede recibirse más que en un corazón acorde
con la compasión divina. Además, el perdón da testimonio de que, en nuestro
mundo, el amor es más fuerte que el pecado” (2843). _ “No hay límite ni
medida en este perdón, esencialmente divino...” (2845). _ “Perdona nuestras
ofensas...”:“Nuestra petición se dirige al futuro, nuestra respuesta debe
haberla precedido; una palabra las une: ``como''” (2838). * El testimonio cristiano
_ “Dios no acepta el
sacrificio de los que provocan la desunión, los despide del altar para que
antes se reconcilien con sus hermanos: Dios quiere ser pacificado con oraciones
de paz. La obligación más bella para Dios es nuestra paz, nuestra concordia, la
unidad en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo con todo el pueblo fiel (San
Cipriano)” (2845). El sacramento del Perdón de Dios puede quedar anulado o muy debilitado,
según sea nuestro perdón al hermano, a todo hombre. Que hoy y cada Domingo, el gesto de la paz reavive en nosotros la
centralidad absoluta de la caridad cristiana. vea:
clerus.org |