¿Ha leído últimamente algún buen libro? Un Plan de Lectura Espiritual para Toda la Vida: La Biblia y otros libros
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Padre John McCloskey
catolicity.com
El propósito de la vida de un católico es llegar a ser santo. Por la gracia
de Dios, podemos colaborar con El en esta tarea que dura toda la vida. Ya
conocemos varios medios, y uno de ellos, verdaderamente indispensable, es la
lectura espiritual que esta a la disposicion de todo el que sabe leer. San
Josemaría Escrivá decía: "Que tu conducta y tu conversación sea tal que todo
aquel que te mire o te escuche, pueda decir: Esta persona lee la vida de
Jesucristo".
Demos un vistazo a la situación actual de la mayoría de los católicos en
Europa y Norteamérica. Lamentablemente creo que estoy en lo cierto cuando
digo que el contacto que la gran mayoría de los varios cienes de millones de
personas tienen con la Sagrada Escritura es durante unos 10 minutos durante
la Misa del domingo. Además, la mayoría tiene solamente una educacion
catequética rudimentaria, que generalmente termina a una temprana edad. Por
tanto, no conocen la Sagrada Escritura y a duras penas recuerdan el
Catecismo. Además, muy pocas personas tienen conocimiento de los grandes
clásicos de la espiritualidad católica.
Por otra parte, sus ojos y oídos se ven asaltados a diario por una avalancha
de estímulos que parecieran diseñados por el demonio, o por lo menos por los
muchos amigos que tiene en la tierra, para mantenernos inmersos en el mundo
de lo efímero y nuestras mentes muy lejos de la vida sobrenatural.
Constantemente y en forma progresiva, la mayoría de la gente sólo lee libros
y revistas que no son más que basura. Las películas que miran están llenas
de violencia y estímulos sexuales, al igual que la música que se escucha. En
el típico hogar americano la gente mira televisión durante un promedio de
siete horas al día, convirtiendo a las personas en zombies, aptos para ser
manipulados. La única competencia no es el disfrute saludable de la mutua
compañía familiar, sino los juegos de computadoras y el Internet, donde
basta apretar un botón para encontrar tentaciones muy serias.
Me parece que esta descripción es un retrato acertado de la vida diaria de
cientos de millones de católicos.
Afortunadamente esto aún no ha llegado a todas partes del mundo, pero en
vista de la actual hegemonía del Occidente secular, puede serlo muy pronto. agotar los libros
clásicos espirituales católicos, ya que ni un universo entero de libros
podría contarnos todo lo que Jesús hizo y enseñó durante su Vida. Estos
libros pueden incluir obras del magisterio de la Iglesia, vidas de santos y
libros escritos por santos, obras de teología, y una plétora de clásicos
espirituales católicos.
Es una buena práctica leer sólo un libro a la vez, de principio a fin,
quizás haciendo anotaciones o subrayando aquellos puntos que nos llaman la
atención, de manera que podamos usarlos en la oración silenciosa, o en
nuestras conversaciones con nuestro director espiritual. El Catecismo (2654)
señala: "Buscad leyendo, y encontraréis meditando; llamad orando, y se os
abrirá por la contemplación". Una buena lectura espiritual lleva a la
oración, a la auto negación y a un deseo cada vez mayor de compartir la
evangelización con la familia, los amigos y la cultura que nos rodea.
Antes de finalizar, quiero agregar unos pocos consejos prácticos: Cuando
haga su lectura espiritual, póngase en la presencia de Dios e invoque al
Espíritu Santo. Asegúrese que está completamente alerta y en una habitación
con buena luz y sin distracciones. O sea: Nunca tarde en la noche y
acostado. No cree usted que la Palabra de Dios y los grandes clásicos
espirituales merecen más que eso? La lectura no debe durar más de 15 minutos
pero nunca menos. Juan Pablo II nos insta a seguir el mandamiento del Señor,
de "ir y buscar lo hondo para pescar". Nuestro compromiso de lectura
espiritual diaria nos ayudará a ser "pescadores de hombres".