Vivir con un adolescente y no morir en el intento
Cuántas veces oímos a padres de familia que
motivan a sus hijos para que estudien diciéndoles cosas como: "estudia para
que puedas ganar dinero" o "haz esto bien y te doy diez pesos". Uno pensaría
que es un gran padre de familia porque está dando rectos incentivos a su hijo,
sin embargo, hay una deformación, estamos dándole una jerarquía de valores
errónea. Le estamos diciendo que haga todas las cosas buenas para ganar
dinero. Los valores y acciones buenas se vuelven medios útiles y no fines.
Le estamos colocando el valor del dinero por
encima de todo y esto, en la edad en que ellos están formando su jerarquía de
valores, es prepararlos para luchar en la vida teniendo al dinero sobre lo
demás. Y sabemos que por ahí no van a encontrar, precisamente, la felicidad ni
vamos a formar una sociedad donde reine la honradez. Es un ejemplo que,
precisamente por ser ejemplo, resulta un poco exagerado, pero hay un fondo de
verdad: en los adolescentes hay que ser muy cuidadosos para formar en ellos
una recta jerarquía de valores (generosidad, lealtad, fidelidad, amor) y
destacar su importancia y darles así profundos criterios que les van a servir
para evaluar la realidad, para construir su vida y su familia con serenidad y
felicidad, con honradez.
|