Vivir con un adolescente y no morir en el intento
Capítulo 9: Transmitir ideas claras y
convicciones
El ideal del educador es que el educando haga lo que se le pide
o aconseja sobre todo cuando nadie le vigila, que actúe como consecuencia de
una respuesta clara a una convicción interior y no guiado por una presión
ambiental.
Esto no es fácil de lograr porque influyen muchos factores,
pero se puede. Hay algo que es fundamental para conseguirlo y eso es
transmitir a los hijos ideas claras y convicciones profundas, aunque sean muy
sencillas, que rijan su comportamiento y le ayuden a guiarse ante diversas
situaciones de su vida o, dicho de otra manera, educar en valores sólidos y
profundos. Para obtener este fruto en la formación de los hijos es muy
conveniente: Primero: que conozcan claramente los principios. Segundo: que conozcan los mecanismos para aplicarlos.
Tercero: que quieran de verdad vivirlo, que sientan
afecto por poner en práctica esa convicción viendo en ella un verdadero bien
para ellos. Aquí entra la explicación y la motivación conjuntamente.
Vamos a poner un ejemplo para que resulte más claro.
Pero es muy importante enseñarle a superarlas con altura, sin
despreciar a los que no se guían por esos principios. Y a distinguir entre lo
que es hacerse a los demás y lo que es transigir con el ma. A ser comprensivo
y al mismo tiempo no abandonar sus principios, a saber que un error no es
determinante y que lo que importa es la actitud constante de superación.
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