Tratado IV

EL MISTERIO TRINITARIO

1. Revelación

2. Personas

3. Prerrogativas de cada persona

4. Circunminsesión

5. Operaciones «ad extra»

6. Nociones

7. Procesiones a) del Hijo, b) del Espíritu Santo

8. Relaciones

9. Misiones

10. La Inhabitación

1. El Misterio Trinitario. Revelación

-Las verdades reveladas por Dios exceden la capacidad natural de conocer

-La razón natural no puede vislumbrar ni conocer el Misterio de la Trinidad

-La razón iluminada por la fe puede explicar imperfectamente la Trinidad de las personas

-Sólo hay indicios del misterio trinitario en A. T.

-La Trinidad se vislumbra en el A. T.

-Las tres personas se manifiestan en el Bautismo de Jesús

-El Misterio Trinitario se revela claramente en el N. T.

-Las verdades que Dios revela al hombre, es razonable que la razón humana las acepte como verdaderas aunque excedan mucho la capacidad natural de conocer.

¿Pretendes alcanzar la realidad de Dios, llegar hasta la perfección de Sadday? (Job 11, 7).

...que grande es Dios y no le comprendemos, el número de sus años es insondable (Job 36, 26).

Porque imperfecta es nuestra ciencia e imperfecta nuestra profecía (1 Cor. 13, 9).

Aclaración. No se puede rechazar como falso, todo lo que es afirma de Dios, aunque la razón humana no pueda descubrirlo ni comprobarlo.

-La razón natural sin la iluminación de la fe no puede conocer y ni siquiera vislumbrar la existencia del misterio de la Santísima Trinidad.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar (Mt. 11, 27).

-La razón iluminada por la fe puede explicar la Trinidad de las personas divinas, aunque sea muy imperfectamente.

Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que, mientras habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del Señor, pues caminamos en la fe y no en la visión... (2 Cor. 5, 6-7).

-El Misterio Trinitario no aparece claramente revelado en el Antiguo Testamento y sólo hay algunos indicios de la futura Revelación del mismo.

a) -Usando muchas veces el plural:

Dijo Dios: «Hagamos el hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza...» (Gén. 1, 26).

Y dijo Yahvéh Dios: «¡He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal!» (Gén. 3, 22).

...y dijo Yahvéh: «...Ea, pues, bajemos y una vez allí confundamos su lenguaje...» (Gén. 11, 7).

Aclaración. Estos textos pudieran referirse a un plural mayestático, Ej. el usado por los Papas y por los Reyes.

b) -Los libros sapienciales nos hablan de la Sabiduría divina, junto a Yahvéh y engendrara por Él.

Yahvéh me creó, primicia de su camino,

antes que sus obras más antiguas.

Desde la eternidad fui moldeada,

desde el principio, antes que la tierra.

Cuando ni existían los abismos fui engendrada (Prov. 8, 22-24).

c) -El Antiguo Testamento nos habla muchas veces del Espíritu de Dios o del Espíritu Santo.

...mientras el Espíritu de Dios alentaba sobre la superficie de las aguas (Gén. 1, 2).

...no retires de mí tu santo espíritu (Sal. 50, 13).

Porque el Espíritu del Señor llena el mundo...

Sab. 1, 7.

Saldrá un vástago del tronco de José, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el espíritu de Yahvéh... (Is. 11, 1-2).

El Espíritu del Señor Yahvéh está sobre mí, por cuanto que me ha ungido Yahvéh (Is. 61, 1).

Mas ellos se rebelaron y contristaron a su Espíritu Santo,... (Is. 63, 10).

d) -El trisagio de Isaías parece una alusión.

Y se gritaban el uno al otro:

«Santo, santo, santo, Yahvéh Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria» (Is. 6, 3).

Aclaración. Esta triple expresión pudiera expresar el superlativo de la misma.

e) -En el libro de la Sabiduría se nombran junto a Yahvéh su sabiduría y su espíritu.

Y ¿quién hubiera conocido tu voluntad, si tu no le hubieses dado la Sabiduría y no le hubieses enviado de lo alto tu Espíritu santo? (Sab. 9, 17).

-La Trinidad de personas en Dios se vislumbra en el Antiguo Testamento.

a) -Cuando Dios habla, usa el verbo en plural.

Dijo Dios: «Hagamos el hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza,...» (Gén. 1, 26).

Y dijo Yahvéh Dios: «He aquí que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal» (Gén. 3, 22).

«Ea, pues, bajemos, y una vez allí confundamos su lenguaje, de modo que no entienda cada cual el de su prójimo» (Gén. 11, 7).

b) - Cuando el hagiógrafo habla, usa el verbo en singular.

Y creó Dios el hombre a imagen suya,... (Gén. 1, 27).

Aclaración. Queda expresada la pluralidad de personas en las palabras «hagamos», «uno de nosotros», «bajemos» y «confundamos».

-Las tres personas divinas se manifestaron simultáneamente enseguida de bautizado Jesús.

Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que venía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt. 3, 21).

Por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. No bien hubo salido de agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. Y vino una voz de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco» (Mc. 1, 9-11).

Cuando todo el pueblo estaba bautizándose, bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo, y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco» (Lc. 3, 21-22).

-El Misterio trinitario se revela claramente en el Nuevo Testamento.

a) -En los evangelios:

-En la Anunciación:

El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios (Lc. 1, 35).

-En el Bautismo:

Bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo, y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco» (Lc. 3, 21-22).

-En el sermón de la cena:

Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho (Jn. 14, 26).

-En la fórmula del Bautismo:

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).

b) -En las cartas de los Apóstoles:

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu santo sean con todos vosotros (2 Cor. 13, 13).

Llenaos más bien del Espíritu...dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo (Ef. 5, 18-20).

...¡Cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu eterno se ofreció a si mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! (Hebr. 9, 14).

Pedro, apóstol de Jesucristo, a los que viven como extranjeros...según el previo conocimiento de Dios Padre, con la acción santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre.

A vosotros gracia y paz abundantes (1 Pe. 1, 1-2).

c) -En los hechos de los Apóstoles:

Y exaltado (Jesús) por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís (Hch. 2, 33).

Aclaración. Esta es la fe de la Iglesia y nadie puede alterar estos datos sagrados que la Iglesia conserva fidelísimamente a través de los siglos.

2. El Misterio Trinitario. Personas

-El concepto de persona puede aplicarse a Dios

-El nombre de persona designa en Dios sus relaciones, no su esencia

-El Padre es Dios. El Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios

-Los tres son iguales entre sí

-Los tres se identifican en la misma esencia

-Los tres tienen sustancia común

-Los tres tienen naturaleza común

-Los tres son coeternos

-Los tres se distinguen realmente

-Existe distinción entre los Tres

-El concepto de persona puede aplicarse a Dios, pero sin las imperfecciones propias de las criaturas.

Naturaleza es la esencia de una cosa en cuanto que es sujeto de las operaciones que le son propias. Responde a la pregunta ¿Qué es esto?

Persona es sustancia individual de naturaleza racional. (Boecio). Responde a la pregunta ¿Quién es éste?

La naturaleza designa a la cosa y la persona designa al yo.

Porque el Señor es el Espíritu,... (2 Cor. 3, 17).

Aclaración. El Espíritu es sustancia individual de naturaleza racional.

-El nombre de persona no designa en Dios su esencia divina, sino sus relaciones subsistentes.

Si la expresión Persona, aplicada a Dios, designara la esencia divina, habría en Él tres esencias divinas, o sea tres dioses.

Pero hay un solo Dios,

...para que sepas que Yahvéh es el verdadero Dios y que no hay otro fuera de Él (Dt. 4, 35).

Escucha Israel: Yahvéh es nuestro Dios, sólo Yahvéh (Dt. 6, 4).

Ved ahora que yo, sólo yo soy, y que no hay otro Dios junto a mí (Dt. 32, 39).

Yo soy Yahvéh, no hay ningún otro; fuera de mí ningún Dios existe (Is. 45, 5).

y las personas son tres,

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28, 19).

Por tanto, con la palabra Persona no se designa en dios su esencia divina, sino sus relaciones reales intratrinitarias, que son paternidad, filiación y espiración pasiva, identificadas con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

-En Dios hay tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt. 28, 19).

-El Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios.

a) -El Padre es Dios.

...llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios (Jn. 5, 18).

Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios (Jn. 20, 17).

b) -El Hijo es Dios.

En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios, el Verbo era Dios (Jn. 1, 1).

c) -El Espíritu Santo es Dios.

Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón hasta inducirte a mentir al Espíritu Santo,...?. No has mentido a los hombre sino a Dios» (Hch. 5, 3-4).

No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el que fuisteis sellados para el día de la redención (Ef. 4, 30).

-Las tres personas divinas son absolutamente iguales entre sí.

«...el Padre y yo somos una sola cosa» (Jn. 10. 30).

Todo lo que tiene el Padre es mío (Jn. 16, 15).

Todo lo mío es tuyo y lo tuyo mío (Jn. 17, 10).

Aclaración.

...porque el Padre es más que yo (Jn. 14, 28).

se refiere en cuanto hombre, no en cuanto Dios.

-Las tres personas divinas se identifican en una sola y misma esencia.

«...el Padre y yo somos una sola cosa» (Jn. 10, 30).

Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son una misma cosa (1 Jo, 5, 7).

Aclaración. Este último texto está tomado de la Vulgata. Falta en la mayor parte de los códices antiguos y es desconocido de los Padres. Se ve en los antiquísimos de diferentes iglesias que consultó el Cardenal Cisneros para la edición políglota complutense de la Biblia.

-El Padre, el Hijo y el espíritu Santo tiene un sustancia común a los tres.

a) -El Hijo es consustancial al Padre.

En el principio la Palabra existía y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios (Jn. 1, 1).

El Padre y yo somos una sola cosa (Jn. 10, 30).

b) -El Espíritu Santo es consustancial al Padre y al Hijo.

Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón hasta inducirte a mentir al Espíritu Santo,...?

No has mentido a los hombres sino a Dios (Hch. 5, 3-4).

Aclaración. La consustancialidad del Hijo y del Espíritu Santo, se deduce claramente de ser ambos consustanciales al Padre.

-El Padre, el Hijo y el espíritu Santo tiene un sola naturaleza común a los tres.

Naturaleza de un ser es el mismo ser en cuanto que es sujeto de sus operaciones propias.

En la Sagrada Escritura consta de la unidad de Dios y la trinidad de las personas.

a) -La unidad de Dios.

Escucha, Israel: Yahvéh es nuestro Dios, sólo Yahvéh (Dt. 6, 4).

...sabemos que el ídolo no es nada en el mundo y no hay más que un único Dios (1 Cor. 8, 4).

b) -La trinidad de las personas.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).

Aclaración. La naturaleza de Dios uno es común al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

-Las tres personas divinas son absolutamente coeternas y en ellas no existe sucesión de tiempo.

En el principio la Palabra existía y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios (Jn. 1, 1-2).

Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo:

antes que naciese Abraham, Yo Soy» (Jn. 8, 58).

Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese (Jn. 17, 5).

Aclaración. Si el Padre engendra al Hijo y el Espíritu Santo procede de ambos, parece que el Hijo existe después del Padre y que el Espíritu Santo existe después del Padre y del Hijo. La solución es muy sencilla y clara. Las procesiones divinas nada tienen que ver con el antes y el después propio de las acciones de las criaturas realizadas en el tiempo. El Padre engendra al Hijo y de ambos procede el Espíritu Santo, por una acción que no es distinta de la misma naturaleza divina. No es una acción accidental sobreañadida a su esencia. Por consiguiente, el instante de su origen es el mismo instante en que se realizan en el seno de la vida trinitaria, se realizaron, se realizan y se realizarán en este instante de duración eterna que es la eternidad.

-El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se distinguen entre sí realmente.

Significa que cada uno de ellos no es ninguno de los otros dos.

a) -El Hijo es distinto del Padre.

Y una voz que venía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt. 3, 17.)

En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios (Jn. 1, 1).

...el Hijo único que está en el seno del Padre, él lo ha contado (Jn. 1, 18).

b) -El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son cada uno distinto de los otros dos.

...bautizado también Jesús y puesto en oración, se abrió el cielo, y bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del cielo: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco» (Lc. 3, 21-22).

Si me amáis, guardaréis mis mandamientos; y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad,... (Jn. 14, 15-17).

-Existe distinción entre las tres divinas personas.

a) -Distinción entre el Padre y el Hijo.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo,... (Mt. 11, 27).

b) -Distinción entre el Padre y el Espíritu Santo.

Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre,... (Jn. 15, 26).

c) -Distinción entre el Hijo y el Espíritu Santo.

Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré (Jn. 16, 7).

3. El Misterio Trinitario. Prerrogativas de cada persona

-El Verbo existe con preexistencia eterna

-El Verbo es consustancial con el Padre

-Existe identidad entre el Hijo y el Padre

-El Verbo posee las prerrogativas del Padre

-Al Verbo y al Padre le cuadran las prerrogativas de la divinidad

-La gloria del Hijo y del Padre se identifican

-El Espíritu Santo es consustancial con el Padre y el Hijo

-El Espíritu Santo es igual al Hijo como el Hijo es igual al Padre

-El Espíritu Santo tiene los mismos atributos de Dios

-El Verbo de Dios existe con preexistencia eterna.

Antes de todo estaba creada la Sabiduría, la inteligente prudencia desde la eternidad (Si. 1, 4).

-El Verbo o el hijo es verdadero Dios, segunda persona de la Trinidad consustancial con el Padre.

En la Sagrada Escritura consta que el Verbo es Dios, que es de la misma naturaleza que el Padre y que se le atribuyen atributos y operaciones propias de Dios Padre.

a) -Que el Verbo es Dios

En el principio la Palabra existía y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios (Jn. 1, 1).

Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna (1 Jn. 5, 20).

...y los patriarcas; de los cuales también procede Cristo, según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos (Rom. 9, 5).

b) -Que es de la misma naturaleza que el Padre.

El Padre y yo somos una sola cosa (Jn. 10, 30).

Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios» (Jn. 10, 33).

Todo lo que tiene el Padre es mío (Jn. 16, 15).

Los judíos le replicaron: « nosotros tenemos una ley y según esa ley debe morir, porque se tiene por Hijo de Dios» (Jn. 19, 7).

El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente ser igual a Dios (Fil. 2, 6).

c) -Que al Verbo se le atribuyen atributos y operaciones propias de Dios Padre.

1º -Se le atribuyen atributos

-La eternidad.

En el principio de la Palabra existía (Jn. 1, 1).

Aclaración. Antes de todas las cosas creadas.

-La omnisciencia.

...en el cual (Cristo) están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia (Col. 2, 3).

-La Omnipotencia.

Jesús les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso lo hace también igualmente el Hijo» (Jn. 5, 19).

2º -Se le atribuyen operaciones.

-La creación del mundo.

...y el mundo fue creado por ella (por la Palabra, Verbo de Dios)... (Jn. 1, 10).

-El poder de perdonar pecados.

Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus pecados te quedan perdonados» (Lc. 5, 20).

-La infusión de la gracia.

A todos los que la (La Palabra, el Verbo de Dios) recibieron les dio poder de hacerse Hijos de Dios,... (Jn. 1, 12).

-El poder de santificar.

Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás (Jn. 10, 28).

-Entre Dios Padre y Dios Hijo existe una identidad ontológica.

En el principio la Palabra existía y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios (Jn. 1, 1).

Los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no solo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios (Jn. 5, 18).

Respondió Jesús: «...si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre» (Jo, 8, 19).

Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios» (Jn. 10, 33).

El Padre y yo somos una sola cosa (Jn. 10, 30).

Jesús gritó: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en aquel que me ha enviado; y el que me ve a mí, ve a aquel que me ha enviado...» (Jn. 12, 44-45).

En verdad, en verdad os digo: «Quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a aquel que me ha enviado» (Jn. 13, 20).

Le dice Jesús: «¿tanto tiempo estoy con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre...» (Jn. 14, 9).

Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos creedlo por las obras (Jn. 14, 11).

Y yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno... (Jn. 17, 22).

-Los atributos y prerrogativas del Padre los posee perfectamente el Hijo.

a) -Atributos.

-Eternidad.

...él -Cristo- existe con anterioridad a todo,... (Col. 1, 17).

-Omnipotencia.

...todo fue creado por él -Cristo- y para él,... (Col. 1, 16).

-Infinidad.

Porque en él -Cristo- reside toda la plenitud de la Divinidad,... (Col. 2, 9).

b) -Prerrogativas.

- La consistencia.

...todo tiene en él -Cristo- su consistencia,... (Col. 1, 17).

La gloria, el señorío.

...y toda lengua confiere que Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre (Fil. 2, 11).

-La identidad de su reino -el de Cristo- y el del Padre.

...ningún fornicario o impuro o codicioso -que es ser idólatra- participará en la herencia del reino de Cristo y de Dios (Ef. 5, 5).

-La identidad de su tribunal -el de Cristo- con el del Padre.

...todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios... (Rom. 14, 10).

...es necesario que todos seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo,... (2 Cor. 5, 10).

-La identidad del Espíritu de Dios y el de Cristo.

...ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece;... (Rom. 8, 9).

-La identidad del nombre «Señor»

...todo el que invoque el nombre de Yahvéh será salvado,... (Jl. 3, 5).

Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará (Hch. 2, 21).

Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará (Rom. 10, 13).

-Todas las prerrogativas de la divinidad le cuadran al Hijo lo mismo que al Padre.

a) -La eternidad.

...él (Cristo como Dios) existe con anterioridad a todo (Col. 1, 17).

b) -La omnipotencia.

...todo fue creado por él (Cristo) y para él,... (Col. 1, 16).

c) -La consistencia de todas las cosas en él.

...y todo tiene en el (Cristo) su consistencia (Col. 1, 17).

d) -La plenitud de la divinidad.

Porque en él (Cristo) reside toda la Plenitud de la Divinidad... (Col. 2, 9).

e) -La gloria.

...Cristo Jesús es Señor para gloria de Dios Padre (Fil. 2, 11).

f) -El reino sobre todo principado.

...y cual la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándole de entre los muertos y sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud, Dominación y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero (Ef. 1, 19-21).

g) -El Reino de Dios.

Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso -que es ser idólatra- participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios (Ef. 5, 5).

h) -El Tribunal de Dios.

En efecto, todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios,... (Rom. 14, 10).

Porque es necesario que todos seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal (2 Cor. 5, 10).

i) -El Espíritu.

Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece;... (Rom. 8, 9).

Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquel que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos dará también la vida a vuestro cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros (Rom. 8, 11).

La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá Padre! (Gál. 4, 6).

-La gloria del Padre y la gloria del Hijo son una misma cosa.

Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad (Jn. 1, 14).

Cuando salió, dice Jesús: «Ahora ha sido glorificado el Hijo del Hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, también Dios le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto (Jn. 13, 31-32).

Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese (Jn. 17, 5).

Aclaración. La gloria misma recibida del Padre por comunicación de identidad en la misma generación eterna.

-El Espíritu Santo es verdadero Dios, tercera persona de la Trinidad, consustancial con el Padre y con el Hijo.

En la Sagrada Escritura consta que el Espíritu Santo es Dios, que es de la misma naturaleza que el Padre y el Hijo y que se le atribuyen atributos y operaciones propias de Dios Padre.

a) -Que el Espíritu Santo es Dios.

Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás llenó tu corazón hasta inducirte a mentir al Espíritu Santo,...? No has mentido a los hombres, sino a Dios (Hch. 5, 3-4).

b) -Que es de la misma naturaleza que el Padre y el Hijo.

Pues tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres convienen en los mismo (1 Jn. 5, 7-8).

Aclaración: El texto de la Vulgata es: «Son tres los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno;... (1 Jn. 5, 7-8).

c) -Que al Espíritu Santo se le atribuyen atributos y operaciones propias de Dios Padre.

1º -Se le atribuyen atributos

-La Inmensidad.

Porque el Espíritu del Señor llena el mundo (Sb. 1.7).

-La Omnisciencia.

Cuando venga él, el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad completa;... (Jn. 16, 13).

...y el Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

2º -Se le atribuyen operaciones.

-La creación del mundo.

Envías tu soplo y son creados, y renuevas la faz de la tierra(Sal. 104, 30).

-La infusión de la gracia.

...por que el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado... (Rom. 5, 5).

-La Justificación.

...habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).

-Manifestaciones del Espíritu para utilidad de los hombres.

A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común (1 Cor. 12, 7).

-La inspiración de los Profetas.

...porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios (2 Pe. 1, 2).

-El Espíritu Santo es igual al Hijo como el Hijo es igual al Padre.

Cristo describe el origen y la misión del Espíritu Santo con los mismo términos empleados para caracterizar su propia igualdad con el Padre.

Jesús les respondió: «...El Padre y yo somos una sola cosa» (Jn. 10, 30).

«...Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí...» (Jn. 14, 11).

Jesús le respondió: «...Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará y os recordará todo lo que yo os he dicho...» (Jn. 14, 26).

Yo os aseguro: «...Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre» (Jo, 16, 28).

Aclaración. El Espíritu Santo enseñará la Palabra del Hijo que a su vez es el Padre.

Jesús le respondió: «...Y mi Palabra no es mía sino del que me ha enviado...» (Jn. 14, 24).

Por tanto, como Cristo es por el Padre, el Espíritu Santo es por el Padre y por él.

-El Espíritu Santo tiene los mismos atributos de Dios.

a) -La omnisciencia.

...el Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios (1 Cor. 2, 10).

...nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios (1 Cor. 2, 11).

b) -La omnipresencia.

¿A dónde iré yo lejos de tu espíritu,

a dónde de tu rostro podré huir? (Sal. 139, 7).

c) -La omnipotencia.

El soplo de Dios me hizo,

me animó el aliento de Sadday (Job 33, 4).

d) -La potencia activa de Dios.

El espíritu de Yahvéh le invadió, y Sansón sin tener nada en la mano despedazó al león cono se despedaza un cabrito;... (Jue. 14, 6).

...recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra (Hch. 1, 8).

...quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse (Hch. 2, 4).

e) -La inspiración a los hombres.

Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre es el que hablará en vosotros (Mt. 10, 20).

f) -La enseñanza a los hombres.

Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo entenderá todo y os recordará todo lo que yo os he dicho (Jn. 14, 26).

4. El Misterio Trinitario. Circuminsesión de las tres personas divinas

-Existe la circuminsesión de las tres personas

-Cristo afirma que Él está en Padre y el Padre en él

-Existe una circuminsesión perfecta entre las tres divinas personas.

Circuminsesión es la compenetración mutua, íntima y perfecta de las personas divinas entre sí, sin separación ni confusión.

En virtud de esta cualidad, donde está una de las tres divinas personas, está también las otras dos.

a) -Que el Padre está en el Hijo.

El Padre y yo somos una sola cosa (Jn. 10, 30).

b) -Que el Hijo está en el Padre.

El Padre está en mí y yo en el Padre (Jn. 10, 38).

c) -Que el Espíritu Santo está en el Padre y en el Hijo.

...y el Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios. En efecto, ¿qué hombre conoce lo íntimo del hombre sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios (1 Cor. 2, 10-11).

-Jesucristo afirma que él está en el Padre y el Padre en él.

Jesús les respondió: «...y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre» (Jn. 10, 38).

Le dice Jesús: «...¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? (Jn. 14, 10).

Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí (Jn. 14, 11).

Así hablo Jesús, y... dijo: «...Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti,...» (Jn. 17, 1 y 21).

Aclaración. Jesús afirma la inmanencia total del Padre y del Hijo y la unidad perfecta de operaciones.

5. El Misterio Trinitario. Operación «ad extra» comunes a las tres personas divinas

-Las operaciones «ad extra» son comunes a las tres divinas personas

-Por apropiación el poder se atribuye al Padre, la Sabiduría al Hijo y la bondad al Espíritu Santo

-Las operaciones de Dios «ad extra» son comunes a las tres divinas personas.

Operaciones de Dios «ad extra» son aquellas cuyo término está fuera de Dios, como la creación, la gobernación, la santificación, etc.

...lo que hace él (El Padre), eso también lo hace igualmente el Hijo (Jn. 5, 19).

Aclaración. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un sólo Dios, una sola naturaleza y, por tanto, un sólo principio de operación.

-El poder se atribuye al Padre, la sabiduría al Hijo y la bondad al Espíritu Santo.

Apropiación es un modo de hablar fundado en que, cada una de ciertas operaciones comunes a las tres divinas personas, se atribuyen a cada persona de la Trinidad con preferencia a las otras dos.

a) -El poder se atribuye al Padre.

Y decía: «Abbá, Padre; todo es posible para ti;...» (Mc. 14. 36).

b) -La sabiduría se atribuye al Hijo.

...nosotros predicamos a un Cristo crucificado ...sabiduría de Dios (1 Cor. 1, 24).

c) -La bondad se atribuye al Espíritu Santo.

Por eso mismo...les amonestas despertando la conciencia de sus pecados para que se aparten del mal y crean en ti, Señor (Sab. 12, 2).

6. El Misterio Trinitario. Nociones

-Existen cinco nociones

-Existen cuatro actos nocionales

-Las nociones de las personas divinas son cinco; innascibilidad, paternidad, filiación, espiración activa y espiración pasiva.

En la Teología Trinitaria, nociones son aquellas notas características por las cuales conocemos y distinguemos a las tres personas divinas.

a) -Al Padre le pertenece:

-La Innascibilidad, porque no procede de nadie.

Antes que los montes fuesen y fuesen producidos la tierra y el orbe, eres tú desde la eternidad hasta la eternidad (Sal. 89, 2).

No hay más que un Dios Padre, de quien todo procede y para quien somos nosotros (1 Cor. 8, 6).

- La Paternidad, porque todo procede de Él.

Yo estoy en el Padre y el Padre en mí (Jn. 14, 11).

Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios (Jn. 20, 17).

No hay más que un Dios Padre, de quien todo procede y para quien somos nosotros (1 Cor. 8, 6).

b) -Al Hijo le pertenece:

-La Filiación, porque es engendrado por el Padre.

Yahvéh me ha dicho: «Tú eres mi hijo, hoy te he engendrado yo» (Sal. 2, 8).

Y esta comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo (1 Jn. 1, 3).

¿Y quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Jn. 5, 5).

c) -Al Espíritu Santo le pertenece:

-La Espiración pasiva o procesión,

-Porque procede del Padre,

El Espíritu de verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí (Jn. 15, 26).

-Porque procede del Hijo,

Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo comunicará a vosotros. todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo comunicará a vosotros (Jn. 16, 14-15).

Aclaración. Recibirá de lo mío, es decir de mi ciencia que os comunicará a vosotros y está identificada con mi ser, por tanto, tomará de mi ser, es decir, procede de Mí, (del Hijo).

d) -Al Padre y al Hijo le pertenece:

-La Espiración activa,

-Porque son principio «a quo» del Espíritu Santo.

-El Padre es principio,

El Espíritu de verdad que procede del Padre, él os dará testimonio de mí (Jo, 15, 26).

-El Hijo es principio,

El (Espíritu de Verdad) me dará gloria, porque recibirá de lo mío (del Hijo) y os lo comunicará a vosotros. Todo lo que os lo comunicará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo comunicará a vosotros (Jn. 16, 14-15).

Aclaración. La Sagrada Escritura no habla de las nociones de una manera formal y explícita, pero las enseña de modo implícito al revelarnos la existencia de tres personas distintas en un solo Dios verdadero.

-Existen en Dios cuatro actos nocionales: engendrar, ser engendrado, espirar y ser espirado.

a) -Engendrar. Es propio del Padre.

...y todo el que ama a Aquel que da el ser ama también al que ha nacido de Él (1 Jn. 5, 1).

b) -Ser engendrado. Es propio del Hijo.

...y todo el que ama a Aquel que da el ser ama también al que ha nacido de Él (1 Jn. 5, 1).

c) -Espirar. Es propio del Padre y del Hijo.

-Propio del Padre.

El Espíritu de verdad que procede del Padre, él os dará testimonio de mí (Jn. 15, 26).

-Propio del Hijo.

Él (Espíritu de verdad) me dará gloria, porque recibirá de lo mío (del Hijo) y os lo comunicará a vosotros (Jn. 16, 14).

d) -Ser espirado. Propio del Espíritu Santo.

El Espíritu de verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí (Jn. 15, 26).

Él (Espíritu de Verdad) me dará gloria, porque recibirá de lo mío (del Hijo) y os lo comunicará a vosotros (Jn. 16, 14).

7. El Misterio Trinitario. Procesiones

a) Procesión del Hijo

-Existencia de las procesiones «ad intra» y «ad extra»

-Son inmanentes y eternas

-El Padre es el principio de las procesiones divinas

-Sólo el Padre no procede

-El Hijo procede del Padre

-Cristo como Dios procede del Padre

-El Hijo procede del Padre pro generación

-El Verbo procede del conocimiento de la esencia de Dios, de los atributos, de las personas y de las criaturas

-La procesión del Hijo tiene razón de generación

b) Procesión del Espíritu Santo

-Procede del Padre y del Hijo como de un solo principio

-No es por generación sino por vía de amor

-No por generación divina sino eternamente

-Existen procesiones en Dios; dos inmanentes o «ad intra» y otras transeúntes o «ad extra».

Definiciones; Triple acepción:

a) -Es un movimiento local progresivo relativo a cosas corporales.

Ej. Procesión de imágenes.

b) -Es una emanación u origen de una cosa con relación a otra que es su causa o principio.

Ej. El rayo de luz procede del foco luminoso que lo produce.

c) -Es la producción de un efecto o término de la procesión sin desplazamiento local.

Ej. La idea, el juicio o el raciocinio permanecen dentro de la inteligencia misma que los produce.

Divisiones: 1º

a) -Activas, que aluden a la operación del agente,

b) -Pasivas, que se refieren al término de la operación.

a) -Inmanentes o «ad intra» son aquellas en las que el efecto o término de la procesión permanece dentro de la causa o principio de origen, sin desplazamiento local.

b) -Transeúntes o «ad extra» son aquellas en las cuales el efecto o término de la procesión se desplaza fuera de su causa o principio de origen.

a) -Las dos procesiones inmanentes o «ad intra» son:

-La procesión del Padre al Hijo.

A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único que está en el seno del Padre, él lo ha contado (Jn. 1, 18).

...porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado (Jn. 8, 42).

-La procesión del Padre y del Hijo al Espíritu Santo.

-Del Padre,

Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de verdad, que procede del Padre... (Jn. 15, 26).

-Del Hijo,

Cuando venga él, el Espíritu de la verdad,...Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo comunicará a vosotros (Jn. 16, 13-14).

Aclaración. Recibirá de lo mío, es decir, de mi ciencia que os comunicaré a vosotros y está identificada con mi ser, por tanto, tomará de mi ser, es decir, procede de Mí (del Hijo).

Aclaración. las procesiones inmanentes o «ad intra» se han de entender como una emanación inteligible que permanece dentro, consustancial e identificada con el mismo Dios.

b) -Las procesiones transeúntes o «ad extra» están constituidas en Dios por la producción de los seres de la nada, que es operación de su omnipotencia.

Porque el Señor lo hizo todo,

y dio a los piadosos la sabiduría (Si. 43, 33).

Yo soy Yahvéh, el que lo ha hecho todo (Is. 44, 24).

He aquí que tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y tenso brazo;... (Jer. 32, 17).

-Las procesiones divinas son inmanentes y eternas.

a) -Son inmanentes, es decir, que la persona que procede permanece en la misma de la que procede.

...el Hijo único que está en el seno del Padre, él lo ha contado (Jn. 1, 18).

Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí (Jn. 14, 11).

b) -Son eternas, es decir, que su existencia carece de principio y de fin.

Mas tú, Belén- Efratá, ...de ti me ha de salir aquel se ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño (Mich. 5, 1).

Aclaración. «Días de antaño» significa «días de la eternidad».

-El Padre es principio sin principio de las procesiones divinas.

a) -El Padre es principio del Hijo

...y todo el que ama a Aquel que da el ser ama también al que ha nacido de Él (1 Jn. 5, 1).

b) -El Padre es principio del Espíritu Santo.

Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre,... (Jn. 15, 26).

Aclaración. El Padre es principio del Hijo y del Espíritu Santo, por tanto, ninguno de los dos son principio de Él; Es principio sin principio de las procesiones divinas.

-Sólo el Padre no procede.

Demostrado que el Hijo procede del Padre, ...porque yo he salido y vengo de Dios;... (Jn. 8, 42).

y que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo,

-del Padre,

Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de verdad, que procede del Padre... (Jn.15, 26).

-del Hijo,

Cuando venga él, el Espíritu de la verdad,...Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo comunicará a vosotros (Jn. 16, 13-14).

Es evidente que el Padre no procede de ninguno de los dos, por consiguiente, sólo el Padre no procede.

-El Hijo procede del Padre.

Jesús respondió: «...porque yo he salido y vengo de Dios;...» (Jn. 8, 42.)

Se dio cuenta Jesús de que querían preguntarle y les dijo: «...habéis creído que salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo...»

Le dicen sus discípulos: «Ahora sí que hablas claro, y no dices parábolas. Sabemos ahora que lo sabes todo y no necesitas que nadie te pregunte. Por eso creemos que has venido de Dios» (Jn. 16, 19 y 27-30).

-Jesucristo como Dios procede del Padre.

a) -Así lo afirma él mismo:

«...Salí del Padre y he venido al mundo...» (Jn. 16, 28).

«...ellos han aceptado verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado...» (Jn. 17, 8).

b) -Así lo reconocen sus discípulos.

«...Por eso creemos que ha venido de Dios» (Jn. 16, 30).

-El Hijo procede del Padre por verdadera generación divina

Voy a anunciar el decreto de Yahvéh: él me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy...» (Sal. 2, 7).

Aclaración. La generación divina es eterna, inmaterial, comunicación perfectísima de la naturaleza, no por escisión de la sustancia, y de tal modo que la naturaleza del Hijo no es nueva ni distinta de la naturaleza del Padre.

-El Verbo de Dios procede del conocimiento de la esencia divina, de los atributos, de las personas y de las criaturas posibles.

Él es imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas,... (Col. 1, 15-16).

Aclaración. La esencia de los atributos, de las personas y de las criaturas posibles, están identificados con la esencia divina.

-La procesión del Hijo tiene razón de verdadera y propia generación.

Voy a anunciar el decreto de Yahvéh: él me ha dicho: «Tú eres mi hijo;

yo te he engendrado hoy (Sal. 2, 7).

b) Procesión del Espíritu Santo

-El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo como de un sólo principio.

a) -Procede del Padre.

Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, y que yo os enviaré de junto al Padre, él dará testimonio de mí (Jn. 15, 26).

b) -Procede del Hijo.

Él -Espíritu- me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo comunicará a vosotros (Jn. 16, 14).

c) -Como de un sólo principio.

«...el Padre y yo somos una sola cosa» (Jn. 10, 30).

Aclaración. Existe una identidad sustancial entre el Padre y el Hijo, por tanto, constituyen un sólo principio de producción del Espíritu Santo.

-La procesión del Espíritu Santo no es por generación, sino por vía de amor.

a) -El Hijo es engendrado.

Voy a anunciar del decreto de Yahvéh:

él me ha dicho: «Tú eres mi hijo;

yo te he engendrado hoy (Sal. 2, 7).

b) -El Hijo es único.

...el Hijo único que está en el seno del Padre, él lo ha contado (Jn. 1, 18).

Porque tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único,... (Jn. 3, 16).

c) -Luego el Espíritu Santo no es engendrado; su procesión no es por vía de generación.

Aclaración. El entendimiento se pone en acción cuando el objeto entendido está presente y la voluntad cuando existe tendencia hacia lo que quiere o ama, y esto es como un impulso vital semejante al de aquél que es movido por amor a realizar alguna cosa. Este impulso no procede como engendrado, como hijo, sino por amor, que radica siempre de la voluntad y nunca del entendimiento. Luego el Espíritu Santo procede por vía de amor, no de generación.

El Espíritu Santo procede del amor con el cual el Padre y el Hijo se aman. El Padre y el Hijo aman con el amor de todas las cosas que son necesarias y formalmente en Dios.

-El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, pero no por generación divina, sino eternamente.

a) -Que procede del Padre.

Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él (Mt. 3, 16).

Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se quedaba sobre él...» (Jn. 1, 32).

b) -Que procede del Hijo.

la prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestro corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre! (Gál. 4, 6).

8. El Misterio Trinitario. Relaciones

-Existencia

-Identificación con la esencia

-Existen cuatro relaciones divinas intratinitarias: paternidad, filiación, espiración activa y espiración pasiva.

Relación es el orden que una cosa tiene con respecto a otra.

Se divide en real, de razón o mixta.

a) -Real.

El orden de una cosa causado por la misma naturaleza de ambas, independientemente de nuestro entendimiento.

Ej. La del padre y la de su hijo.

b) -De razón.

El orden que el entendimiento establece entre dos cosas sin que estén relacionadas por sí mismas ni por su misma naturaleza.

Ej. El ramo de vid colocado en la puerta de una tienda y el vino que en ella se vende.

c) -Mixta. Es aquella en la que uno de los dos extremos se ordena al otro por su propia naturaleza, pero éste otro se ordena a aquel sólo por nuestro entendimiento.

Ej. Dios y las cosas creadas. Hay relación real por parte de las criaturas, pero de razón por parte de Dios.

Los elementos de la relación son tres: el sujeto, el término y el fundamento.

Ej. Sujeto el padre, término el hijo y fundamento la generación.

a) -Existen dos procesiones divinas:

-La generación del Hijo,

Voy a anunciar el decreto de Yahvéh: él me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy...» (Sal. 2, 7).

Porque tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único,... (Jn. 3, 16).

-La procesión del Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo.

-Que procede del Padre,

Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de verdad, que procede del Padre... (Jn. 15, 26).

-Y del Hijo,

Cuando venga él, el Espíritu de la verdad,... Él me dará gloria, porque recibirá de los mío y os lo comunicará a vosotros (Jn. 16, 13-14).

b) -Cada una de estas dos procesiones da origen a dos relaciones reales mutuas.

Por tanto, son cuatro las relaciones existentes en Dios:

a) -Del Padre al Hijo, de paternidad.

b) -Del Hijo al Padre, de filiación.

c) -Del Padre y del Hijo al Espíritu Santo, espiración activa.

d) -Del Espíritu Santo al Padre y al Hijo, espiración pasiva.

Aclaración. El Hijo procede del Padre y el Padre es origen del Hijo; el Espíritu espirado procede de quien lo espira, el Espirador da origen al espirado. Por tanto, la Paternidad existe en el Padre; la Filiación en el Hijo; en el Padre y en el Hijo la expiración activa; en el Espíritu Santo la expiración pasiva. Estas relaciones son las que distinguen a las personas divinas. Si es engendrada, es el Hijo; si es aspirada, es el Espíritu Santo; si es engendradora es el Padre.

-Las relaciones divinas intratinitarias se identifican con la esencia, y se distinguen de ella solamente con distinción de razón.

Si las relaciones divinas constituidas por las personas, se distinguieran realmente de la esencia divina, habría cuaternidad en Dios, es decir, las tres personas y la esencia distinta de ellas.

Pero en Dios sólo hay tres personas.

Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,... (Mt. 28, 19).

El ángel le respondió: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios (Lc. 1, 35).

Por tanto las tres Personas no se distinguen de la esencia con distinción real, pues están identificadas con la esencia, sino con distinción de razón porque tal distinción está establecida solamente por el entendimiento.

9. El Misterio Trinitario. Misiones

-Existencia

-Se dividen en visibles e invisibles

-Cuando una es enviada, otra también es enviada con ella

-El Padre no es enviado, pero se manifestó con voz sensible

-Las Misiones visibles se otorgan a los fieles para su provecho común.

-Las personas divinas no pueden ser enviadas sino por los dones de la gracia

-Existen misiones en las personas divinas.

Misión es la procedencia de una persona de otra y su destino a producir algún efecto en las criaturas.

Sólo el Padre no es enviado; el Hijo y el Espíritu Santo sí son enviados.

a) -El Padre envía al Hijo.

Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él (Jn. 3, 17).

Aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios,... (Jn. 3, 34).

El que no honra al Hijo no honra la Padre que le ha enviado (Jn. 5, 23).

En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna... (Jn. 5, 24).

Lo mismo que me ha enviado el Padre que vive, y yo vivo por el Padre... (Jn. 6, 57).

...porque no estoy yo sólo, sino yo y el que me ha enviado (Jn. 8, 16).

b) -El Padre envía al Espíritu Santo.

Pero El Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo... (Jn. 14, 26).

c) -El Hijo envía al Espíritu Santo.

Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, y que yo os enviaré de junto al Padre,... (Jn. 15, 26).

...si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré de junto al Padre,... (Jn. 16, 17).

Aclaración. Las personas divinas están en todas partes y, por tanto, su envío no supone desplazamiento local, sino que reciben la misión de producir determinado efecto en determinado lugar.

-Las Misiones de las personas divinas son: unas visibles y otras invisibles.

a) Misiones visibles son las que se realizan con especies sensibles.

-Misión del Hijo.

El Ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;... (Lc. 2, 10).

-Misión del Espíritu Santo.

Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él (Mt. 3, 16).

y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma y se quedada sobre él (Jn. 1, 32).

Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que dividiéndose se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les concedía expresarse (Hch. 2, 3-4).

b) -Misiones invisibles son la procedencia de una persona divina de otra y su inhabitación en el alma de la criatura racional por la gracia.

-Misión del Padre y del Hijo.

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre la amará y vendremos a él y haremos morada en él (Jn. 14, 23).

-Misión del Espíritu Santo.

¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo que está en vosotros y habéis recibido de Dios...? (1 Cor. 6, 19).

-Cuando una de las tres personas divinas es enviada otra es también enviada con ella.

...porque no estoy sólo, sino yo y el que me ha enviado (Jn. 8, 16).

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en el...» (Jn. 14, 23).

-El Padre no es enviado propiamente, pero se manifestó con voz sensible.

a) -En el bautismo de Jesús.

Y una voz que venía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt. 3, 17).

b) -En la Transfiguración de Jesús.

Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió, y salió de la nube una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle.» Al oír esto los discípulos cayeron rostros en tierra llenos de miedo (Mt. 15, 5-6).

-Las Misiones visibles se otorgan a los fieles para su provecho común.

A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, carisma de curaciones, en el único Espíritu; a otro, proceder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obras un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad (1 Cor. 12, 7-11).

-Las personas divinas no pueden ser enviadas invisiblemente sino por los dones de la gracia santificante.

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él» (Jn. 14, 23).

...porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rom. 5, 5).

...porque el santuario de Dios es sagrado, y vosotros sois ese santuario (1 Cor. 3, 17).

Aclaración. Ningún efecto puede ser la razón de que Dios habite en el alma del justo, como en un templo, más que la gracia santificante.

10. El Misterio Trinitario. La Inhabitación

-La generación divina en nosotros se asemeja con la generación eterna del Hijo en el seno del Padre

-Las tres personas divinas inhabitan en el alma del justo

-Dios, en su trinidad, esta en cada uno de los hombres

-El Espíritu Santo recibido por la fe y por el bautismo habita en el espíritu y en el cuerpo del cristiano

-El Espíritu Santo habita en las almas de los justos

-Nuestra unión con Dios por la inhabitación es semejante a los de las tres divinas personas

-Las inhabitación es para hacernos participantes de su vida, para ser objeto de amor y motor de nuestras acciones

-La generación divina en nosotros tiene alguna semejanza con la generación eterna del Hijo el Verbo en el seno del Padre.

Como tú, Padre en mí y yo en ti, que ellos sean también uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tu me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno,... (Jn. 17, 21-23).

Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn. 4, 16).

-Las tres divinas personas inhabitan en el alma del justo.

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él (Jn. 14, 23).

¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16).

...el santuario de Dios es sagrado, y vosotros sois ese santuario (1 Cor. 3, 17).

¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros...? (1 Cor. 6, 19).

Porque nosotros somos santuario de Dios vivo... (2 Cor. 6, 16).

Conserva el buen depósito mediante el Espíritu santo que habita en nosotros (2 Tim. 1, 14).

Aclaración. Esta inhabitación consiste formalmente en una unión física y amistosa entre Dios y el hombre realizada por la gracia, en virtud de la cual Dios, uno y trino, se da al alma y está presente en ella personal y sustancialmente haciéndola participante de su vida divina.

-Dios, en la Trinidad de sus personas, esta en cada uno de los hombres.

a) -Dios Padre.

¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16).

...el santuario de Dios es sagrado, y vosotros sois ese santuario (1 Cor. 3, 17).

Porque nosotros somos santuario de Dios vivo,... (2 Cor. 6, 16).

b) -Dios Hijo.

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él (Jn. 14, 23).

c) -Dios Espíritu Santo.

¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros...? (1 Cor. 6, 19).

-El Espíritu Santo recibido por la fe y por el Bautismo habita en el Cristiano en su espíritu y en su cuerpo.

a) -Recibido por la fe.

Quiero saber de vosotros una sola cosa: ¿recibisteis el Espíritu por las obras de la Ley o por la fe en la predicación? (Gál. 3, 2).

...a fin de que llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, la bendición de Abraham, y por la fe recibiéramos el Espíritu de la Promesa (Gál. 3, 14).

b) -Recibido por el Bautismo.

Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).

...él nos salvó...por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros... (Tit. 3, 5-6).

c) -Habita en el cristiano.

...ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros (Rom. 8, 9).

¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16).

Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en vosotros (2 Tim. 1, 14).

d) -En su espíritu.

El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (Rom. 8, 16).

e) -En su cuerpo.

¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios,...? (1 Cor. 6, 19).

-El Espíritu Santo habita en las almas de los justos.

El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios.

¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16).

-Nuestra unión con Dios por la inhabitación es semejante a la unión que existe entre las tres divinas personas.

Como tú, Padre en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros... (Jn. 17, 21).

Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno... (Jn. 17, 22).

Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn. 4, 16).

-La Santísima Trinidad inhabita en nuestras almas para hacernos participantes de su íntima vida divina y para constituirse en objeto fruitivo de amor y para ser motor y regla de nuestras acciones.

a) -Para hacernos participantes de su vida.

Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia (Jn. 10, 10).

...y, vivo, pero no yo, sino que es Cristo quien vive en mí (Ga. 2, 20).

...Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él (1 Jn. 4, 9).

b) -Para constituirse en objeto fruitivo de amor.

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él (Jn. 14, 23).

Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn. 4, 16).

c) -Para hacernos motor y regla de nuestras acciones.

...Y vivo, pero no yo, sino que es Cristo quien vive en mí (Gál. 2, 20).

Aclaración. El predominio de Cristo sobre el alma del justo es tanto, que llega a constituirse motor y regla de sus acciones.

Tratado V

DIOS CREADOR

1. Dios Creador. La creación es común a las tres personas

2. Dios Creador. Origen y fin de las criaturas

3. Dios Creador del mundo

4. Dios Creador del Hombre (El Cuerpo)

5. Dios Creador del Hombre (El Alma viviente)

6. Dios Creador del Hombre (El Alma, ser que da la vida)

7. Dios Creador del Hombre (Alma y Cuerpo)

8. Dios Creador del Hombre (Estado de justicia original)

9. El Hombre es libre

10. Dios conservador

11. Origen del género humano

12. Dios Padre

13. Dios Creador. Fin del hombre

14. Dios Creador (creación natural)

15. Dios Creador. Animales y plantas

16. Dios es Rey

17. Dios es Juez

18. Dios Gobernador . La gobernación divina existe

19. Dios Gobernador. Acción en el mundo

20. Ángeles

21. Ángeles. Creados en gracia

22. Ángeles. Seres inteligentes

23. Ángeles. Conocimiento

24. Angeles. Comunicación

25. Angeles. Escala biológica

26. Angeles. Número

27. Angeles. Función en el mundo

28. Angeles. Lugar

29. Angeles. Servidores de Jesucristo

30. Angeles. Prueba

31. Angeles. Recompensa

32. Angeles. Su pecado

33. Angeles. Su castigo. Número

34. Angeles. Su castigo

35. Angeles. Su misión

36. Angeles. Misión coros inferiores

37. Angeles. Los coros superiores excepcional-mente

38. Angeles Malos. Tentaciones

39. Angeles Malos. Resistencia del hombre

40. Angeles Malos. Otras actuaciones

41. Angeles Malos. Término de sus actuaciones

42. La Magia

1. Dios Creador

-La creación es común a las tres divinas personas

-El Verbo hizo el universo

-Todas las cosas existen por Jesucristo

-La obra de la creación es común a las tres personas divinas.

a) -Al Padre.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra (Gén. 1, 1).

b) -Al Hijo.

Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuando existe (Jn. 1, 3).

Por la Palabra de Yahvéh fueron hechos los cielos,... (Sal. 33, 6).

«Ella», es decir la Palabra o Verbo de Dios, la segunda persona de la Trinidad.

c) - Al Espíritu Santo.

Por la Palabra de Yahvéh fueron hechos los cielos, por el soplo de su boca toda su mesnada (Sal. 33, 6).

-El Verbo de Dios hizo el Universo, el hombre y los cielos.

a) -El universo.

Dios de los Padres, Señor de la misericordia, que con tu palabra hiciste el universo, y con tu sabiduría formaste al hombre,... (Sab. 9, 1).

Por las palabras del Señor fueron hechas sus obras,... (Si. 42, 15).

b) -El hombre.

Dios de los Padres, Señor de la misericordia, que con tu palabra hiciste el universo, y con tu sabiduría formaste al hombre,... (Sab. 9, 1).

c) -Los cielos.

...porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra,... (Col. 1, 15).

-Todas las cosas existen por Jesucristo y en Jesucristo.

Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe (Jn. 1, 3).

...Jesucristo, por quien son todas las cosas y por el cual somos nosotros (1 Cor. 8, 6).

...todo fue creado por él y para él,... (Col. 1, 16).

...en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos (Hebr. 1, 2).

2. Dios Creador. Origen y fin de las criaturas

-Sólo Dios puede crear

-La creación es obra de Dios solamente

-Dios origen y fin de las criaturas

-Las maravillas del cosmos obra de Dios

-Dios, causa de todas las cosas

-Dios creó los astros sin materia preexistente

-Dios causa eficiente de la creación

-Las criaturas están sujetas a la mutación de su sustancia

-Las criaturas son semejantes a Dios

-Las criaturas creadas para que los hombres conociesen a Dios

-Sólo Dios puede crear.

Yo, Yahvéh, lo he hecho todo, yo sólo extendí los cielos, yo asenté la tierra, sin ayuda alguna (Is. 44, 24).

-La Creación es obra propia de Dios solamente

Así dice Yahvéh, tu redentor, el que te formó desde el seno. Yo, Yahvéh, lo he hechos todo, yo, sólo, extendí los cielos, yo asenté la tierra, sin ayuda alguna (Is. 44, 24).

-Dios es el origen y el fin de todas las criaturas.

¿Quién lo realizó y lo hizo? El que llama generaciones desde el principio: yo, Yahvéh, el primero, y con los últimos yo mismo (Is. 41, 1).

Así dice el rey de Israel y su redentor, Yahvéh Sebaot: «Yo soy el primero y el último, fuera de mí no hay ningún Dios...» (Is. 44, 6).

Escúchame, Jacob, Israel, a quien llamé: Yo soy el primero y también soy el último (Is. 48, 12).

Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios (Apoc. 1, 8).

Me dijo también: «Hecho está; yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin;... (Apoc. 21, 6).

Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin (Apoc. 22, 13).

-Todas las maravillas del cosmos son obra de Dios omnipotente.

Así fueron concluidos los cielos y la tierra con todo su aparato, el día séptimo cesó Dios de toda la tarea que había hecho (Gén. 2, 1).

Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento (Sal. 19, 2).

Por la palabra de Yahvéh fueron hechos los cielos, por el soplo de su boca su mesnada (Sal. 33, 6).

Todo se hizo por él y sin él no se hizo nada de cuanto existe (Jn. 1, 3).

Él es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él (Col. 1, 15-16).

...Dios...nos ha hablado por medio del Hijo,...por quien también hizo los mundos;... (Hebr. 1, 1-2).

-Dios es la causa de todas las cosas por su voluntad libre, no por necesidad de su naturaleza.

Todo cuanto agrada a Yahvéh, lo hace en el cielo y en la tierra, en los mares y en todos los abismos (Sal. 135, 6).

Por las palabras del Señor fueron hechas sus obras y la creación está sometida a su voluntad (Si. 42, 15).

...así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y haya cumplido aquello a que la envié (Is. 55, 11).

El es quien hizo la tierra con su poder, el que estableció el orbe con su saber, y con inteligencia expandió los cielos (Jer. 10, 12).

Pero todas estas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad(1 Cor. 12, 11).

...según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad (Ef. 1, 11).

-Dios creó el sol, la luna, las estrellas, la tierra y toda la multitud de astros que integran el mundo sideral, sin materia preexistente, es decir, de la nada.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra (Gén. 1, 1.)

Dijo Dios: «Haya lumbreras en el firmamento celeste para separar el día de la noche, y hagan las señales para las solemnidades, para los días y para los años, y hagan de lumbreras en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así fue. Hizo, pues, Dios las dos lumbreras mayores: la lumbrera grande para el dominio del día, y la lumbrera pequeña para dominio de la noche, y las estrellas (Gén. 1, 14-16).

Al ver tu cielo, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas que fijaste tú,... (Sal. 8, 4).

La luna has hecho para marcar los tiempos,... (Sal. 104, 19).

Yahvéh me creó, primicia de su camino, antes que sus obras más antiguas (Prov. 8, 22).

Aclaración. El autor usa un lenguaje muy rudimentario que corresponde a unos conocimientos científicos también muy elementales, pero que están en concordancia perfecta con los descubrimientos y estructuras de la astronomía más moderna.

-Dios es la causa eficiente de toda la creación de modo propio y exclusivo.

Causa eficiente de una obra es el autor de la misma.

Yo, Yahvéh, lo he hecho todo, yo sólo extendí los cielos, yo asenté la tierra, sin ayuda alguna (Is. 44, 24).

Porque toda casa tiene su constructor; mas el constructor del universo es Dios (Hebr. 3, 4).

-Las criaturas son semejantes a Dios, no genéricamente ni específicamente, sino analógicamente y con distancia infinita.

Clases de semejanza;

a) -Individual, la que existe entre dos seres de la misma especie. Ej. dos hombres negros.

b) -Específica, la que existe entre dos seres de la misma especie, pero con características accidentales diferente. Ej. un hombre blanco y otro negro.

c) -Genérica, la que afecta a dos seres del mismo género, pero no de la misma especie. Un hombre y un animal.

d) -Analógica. La que existe entre dos seres que no tienen ni la misma especie ni el mismo género, sino que únicamente tienen de común que son seres. Ej. un hombre y una piedra.

Dijo Dios: «Hagamos el hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza,...» (Gén. 1, 26).

Aclaración. Se refiere a la semejanza analógica.

Esta admite tres grados:

1º -Que las criaturas irracionales participan de la perfección divina únicamente en cuanto que tienen el ser.

2º - Que las criaturas racionales, dotadas de inteligencia y voluntad, representan las perfecciones de Dios y participan de ellas.

3º -Las almas en garcia y los ángeles del cielo le imitan de una manera muchísimo más perfecta en cuanto que participan de la misma naturaleza divina.

-Las criaturas fueron creadas para que los hombres conociesen las perfecciones del creador a través de ellas.

...de la grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a su Autor (Sab. 13, 5).

Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad,... (Rom. 1, 20).

3. Dios Creador del mundo

-Dios fue libre de crear o no

-Creó el mundo de la nada

-De materia informe creada de la nada

-El mundo creado es muy bueno, pero no el mejor

-Dios creó el mundo en el tiempo

-En seis días

-Para el bien de las criaturas

-Para que le ayuden al hombre en la consecución de su fin

-Para su gloria que es el fin último de la creación

-El evolucionismo panteista es herético

-El evolucionismo materialista es herético

-Dios fue absolutamente libre de crear o no el mundo, por tanto pudo no haberlo creado o haber creado o haber creado otro mundo totalmente distinto.

Nuestro Dios en los cielos y en la tierra, todo cuanto le place lo realiza (Sal. 115, 3).

Todo cuanto agrada a Yahvéh, lo hace en el cielo y en la tierra en los mares y en todos los abismos (Sal. 135, 6).

...según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad... (Ef. 1, 11).

...por tu voluntad lo que no existía fue creado (Apoc. 4, 11).

-Dios creó el mundo universo de la nada.

Mundo significa aquí el conjunto de cosas corporales y espirituales que existen en nuestro planeta y fuera del mismo distintas de la sustancia divina.

3 sentidos de la palabra creación.

1º -Muy amplio, significando cualquier clase de producción de un ser p. e. Un artista crea su obra escultórica.

2º -Metafórico, designando la elevación de una persona a un estado superior. p.e. El Papa crea a los cardenales.

3º -En sentido estricto, denotando la acción de Dios produciendo las cosas de la nada.

Aquí le atribuimos en este último sentido.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra (Gén. 1, 1).

Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento (Sal. 18, 1).

...su Dios, que hizo los cielos y la tierra, el mar y cuanto en ellos hay (Sal. 145, 5-6).

Yo, Yahvéh, lo he hecho todo, yo extendí los cielos, yo asenté la tierra, sin ayuda alguna (Is. 44, 24).

Él es quien hizo la tierra con su poder, el que estableció el orbe con su saber, y con su inteligencia expandió los cielos (Jer. 10, 12).

Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que hay sobre la haz de la tierra, con mi gran poder y mi tenso brazo y lo di a quien me plugo (Jer. 27, 5).

Todo se hizo por ella (la Palabra, el Verbo de Dios) y sin ella no se hizo nada de cuanto existe (Jn. 1, 3).

Porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles (Col. 1, 16).

Aclaración. En ningún texto sagrado se habla de materia preexistente de que Dios se haya valido para crear.

-Dios creó todas las cosas de la nada, pero el mundo fue hecho de una materia informe, creada también de la nada.

Pues bien podía tu diestra omnipotente -ella que de informe había creado el mundo- enviar contra ellos... (Sab. 11, 18).

Aclaración. Directa o indirectamente, todas las cosas proceden de la nada.

-El mundo creado por Dios es muy bueno, pero no es el mejor de todos los que hubiera podido crear.

Vio Dios todo cuanto había hecho, y he aquí que estaba muy bien (Gén. 1, 31).

Y vio Dios que estaba bien (Gén. 1, 1-30). Se narra varias veces esta expresión a medida que iban brotando las cosas de la nada.

Aclaración. «Muy bien» o «Bien», no significa exactamente «lo mejor posible».

-Dios creó el mundo en el tiempo.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra (Gén. 1, 1).

Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento (Sal. 18, 1).

...Yahvéh su Dios, que hizo los cielos y la tierra, el mar y cuanto en ellos hay (Sal. 145, 5-6).

El es el que hizo la tierra con su poder, el que estableció el orbe con su saber, y con su inteligencia expandió los cielos (Jer. 10, 12).

Yo no hice la tierra, el hombre y las bestias que hay sobre la haz de la tierra... (Jer. 27, 5).

Todo se hizo por ella (por la Palabra, es decir, por el Hijo de Dios) y sin ella no se hizo nada de cuanto existe (Jn. 1, 3).

Aclaración. Tiempo posible, que consiste en la mera posibilidad del ser real que existió después. Tiempo imaginario, que es un instante en el cual nada existía sino Dios. Tiempo real, que consiste en el primer instante antes del cual nada había sido creado.

Aquí se hace referencia al tiempo real.

-Dios creó el mundo en seis días que son muy probablemente períodos de muy largo tiempo.

Dijo Dios: «Haya luz...»

Y atardeció y amaneció el día primero (Gén. 1, 3-5).

Dijo Dios: «Haya un firmamento...»

Y atardeció y amaneció el día segundo (Gén. 1, 6-8).

Dijo Dios: «Brote la tierra de verdor,...»

Y atardeció y amaneció el día tercero (Gén. 1, 11-13).

Dijo Dios: «Haya lumbreras en el firmamento...»

Y atardeció y amaneció el día cuarto (Gén. 1, 14-19).

Dijo Dios: «Bullan las aguas de bichos vivientes...»

Y atardeció y amaneció el día quinto (Gén. 1, 20-23).

Dijo Dios: «Produzca la tierra seres vivientes...»

Dijo Dios: «Hagamos el hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza...»

Y atardeció y amaneció el día sexto (Gén. 1, 24-31).

Y así fueron concluidos los cielos y la tierra con todo su aparato, y el día séptimo cesó Dios de toda la tarea que había hecho (Gén. 1, 1-2).

Aclaración. Las observaciones astronómicas y geológicas de estos últimos tiempos demuestran que el mundo no ha podido ser creado y adornado en un período de seis días naturales, pues no es de creer que Dios haya colocado restos de vegetales y de animales en los estratos y en las entrañas de la tierra, tal y como se han encontrado.

-Dios ha creado el mundo para el bien de las criaturas en cuanto que todas participan de la bondad de Dios y ellas son el fin próximo o secundario de toda la creación.

Amas a todos los seres y nada de lo que hiciste aborreces, pues, si algo odiases, no lo hubieras creado. Y ¿cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? Mas tú todo lo perdonas porque todo es tuyo, Señor que amas la vida (Sab. 11, 24-6).

Él creó de un sólo principio todo el linaje humano para que habitase sobre toda la faz de la tierra (Hch. 17, 36).

Aclaración. Dios ha sabido y querido armonizar de tal forma el fin último de la creación (su gloria divina) con el fin próximo (la felicidad de las criaturas racionales) que éstas encuentran su felicidad precisamente amando, sirviendo y glorificando a Dios y son sumamente desgraciadas cuando se apartan de Él.

-El fin para el cual Dios creó las demás criaturas de las tierra es para que le ayuden al hombre en la consecución de su último fin.

Y las tierras les dio de las naciones.el trabajo de las gentes heredaron, a fin de que guardaran sus preceptos y sus leyes observaran (Sal. 105, 44-45).

-Dios ha creado el mundo para su gloria y Él es el fin último de toda la creación.

Causa final de la creación es la razón o motivo para el cual Dios creó los cielos, la tierra y todo cuanto en ellos se contiene.

4 clases de gloria:

1ª -Interna objetiva que es la bondad y el esplendor objetivo de la divinidad.

2ª -Interna subjetiva, que es el conocimiento, amor y gozo que Dios tiene de sí mismo.

3ª -Externa objetiva que es la bondad y el esplendor de las criaturas en cuanto que manifiestan las perfecciones de Dios.

4ª -Externa subjetiva que es el conocimiento, amor y gozo que las criaturas tienen de la bondad y de la excelencia de Dios.

Aquí nos referimos a la gloria externa, objetiva y subjetiva.

...a los que para mi gloria creé, plasmé e hice (Is. 43, 7).

Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. ¡A Él la gloria por los siglos!. Amen (Rom. 11, 35).

Convenía, en verdad que Aquel por quien es todo y para quien es todo... (Hebr. 2, 10).

Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Ultimo, el Principio y el Fin (Apoc. 22, 13).

-El evolucionismo panteista el herético.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Aclaraciones:

a) -Triple aspecto del evolucionismo:

1º -Que las cosas corporales y espirituales han emanado de la sustancia divina.

2º -Que la esencia divina produce todas las cosas por evolución de sí misma.

3º -Que la misma sustancia divina constituye la universalidad de las cosas, distintas en géneros, especies o individuos.

b) -El cielo y la tierra constan como elementos distintos de Dios.

Dice «creó»; no dice «Dios se convirtió en cielo y tierra.

No dice «el cielo y la tierra han salido de Dios» sino «Dios creó», «produjo».

-El evolucionismo materialista el herético.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra (Gén. 1,1).

Aclaraciones:

a) -El evolucionismo materialista supone la existencia de una materia eterna e increada.

b) -Este primer versículo del Génesis demuestra que la materia fue creada por Dios en un momento del tiempo.

4. Dios creador del Hombre. El Cuerpo

-Dios creó el cuerpo del hombre de la tierra

-Todas las relaciones de los elementos orgánicos del feto son obra de Dios

-Dios es el autor de los órganos del cuerpo humano

-El sueño que Dios infundió en Adán sirvió de anestésico para la operación de formar el cuerpo de la mujer

-Dios creó el cuerpo de Eva de la costilla de Adán

-Dios creó el cuerpo de Adán del elemento de la tierra.

Y creó Dios el hombre a imagen suya: a imagen de Dios le creó; macho y hembra los creó (Gén.1,27).

Entonces Yahvéh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente (Gén. 2, 7).

Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado (Gen’ 3, 19).

De la tierra creó el Señor al hombre y de nuevo le hizo volver a ella (17, 1).

Así todos los hombres vienen del suelo, de la tierra fue creado Adán (Si. 17, 1).

Así todos los hombres vienen del suelo, de la tierra fue creado Adán (Si. 33, 10).

Yo también soy un hombre mortal como todos, un descendiente del primero que fue formado de la tierra (Sab. 7, 1).

Aclaraciones. La procedencia del cuerpo de Adán del polvo de la tierra, no es preciso entenderla inmediatamente,pues Dios pudo utilizar el cuerpo de un animal para transformarlo en cuerpo de hombre, perfeccionándole e infundiéndiendole el alma racional.

La iglesia no prohíbe las investigaciones de posibles evoluciones intermedias, pero éstas están muy lejos de convertirse en tesis demostradas científicamente.

-Todas las relaciones de los elementos orgánicos del feto, todas sus funciones de influjo y de dependencia y toda su perfección anatómica son obra admirable y exclusiva de Dios.

...aquella madre que, al ver morir a sus siete hijos...les decía :«Yo no sé cómo apareciste en mis entrañas, ni fui yo quien os regaló el espíritu y la vida, ni tampoco organicé yo los elementos de cada uno. Pues así el Creador del mundo, el que modeló al hombre en su nacimiento,... (2 Mac. 7, 22-23).

Tus manos me han plasmado me han formado,... (Job 10, 8).

¿No nos hizo él, igual que a mí, en el vientre?

¿No nos formó en el seno uno mismo? (Job 31,15).

Una herencia de Yahvéh son los hijos, una recompensa el fruto de las entrañas;... (Sal. 127, 3).

Porque tú mis riñones has formado, me has tejido en el vientre de mi madre; te doy gracias por tan grandes maravillas: prodigio soy , prodigio son tus obras (Sal. 139, 13-14).

Así dice Yahvéh que te creó, te plasmó ya en el seno y te da ayuda... (Is. 44, 2).

Ahora, pues, dice Yahvéh el que me plasmó desde el seno materno para siervo suyo,... (Is. 49, 5).

Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía,... (Jer. 1,5).

-Dios es el autor de la estructura anatómica de todos y de cada uno de los órganos del cuerpo humano.

Le respondió Yahvéh: «¿Quién ha dado al hombre la boca? ¿Quién hace al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo, Yahvéh? (Ex. 4, 11).

¿Así pagáis a Yahvéh pueblo insensato y necio? ¿No es él tu Padre, el que te creó, el que te hizo y te fundó? (Dt. 32, 4).

Tus manos me han plasmado, me han formado,... (Job, 10, 8).

De piel y de carne me vestiste

y me tejiste de huesos y nervios (Job 10, 11).

¿ No me vertiste como leche

y me cuajaste como la cuajada? (Job, 10, 10).

El que plantó la oreja,¿no va a oír?

El que formó los ojos, ¿no va a ver? (Sal. 94, 9).

Tus manos me han hecho y me han formado,... (Sal. 119, 73).

Porque tú mis riñones has formado,

me has tejido en el vientre de mi madre;

yo te doy gracias por tan grandes maravillas;

prodigio soy, prodigio son tus obras (Sal. 139, 13, 14).

El oído que oye y el ojo que ve;

ambas cosas las hizo Yahvéh (Prov. 20, 12).

Les formó boca, lengua, ojos,

oídos, y un corazón para pensar (Si. 17, 6).

Aclaración. El corazón es la sede de la inteligencia en la psicología israelita.

Aclaraciones. Job 10, 10; la ciencia médica antigua suponía la formación del embrión como una coagulación de la sangre materna bajo el influjo del elemento seminal.

Las expresiones tan rudimentarias de los hagiógrafos corresponden a unos conocimientos anatómicos entonces muy elementales. Hoy, tales conocimientos mucho más profundos, se expresan con mucha mas precisión y riqueza de vocabulario.

-El sueño profundo que hizo Dios caer sobre Adán sirvió de anestésico para la operación que quería practicar en él, para formar el cuerpo de la mujer.

Entonces Yahvéh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con su carne. De la costilla de Yahvéh Dios había tomado del hombre formó las mujer y la llevó ante el hombre (Gén. 2, 21-22).

-Dios creó el cuerpo de Eva de una costilla de Adán.

Entonces Yahvéh Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Y le quitó una de las costillas, rellenando el vacío con carne. De la costilla que Yahvéh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre (Gén. 2, 21-22).

Aclaración. Unos afirman que el cuerpo de Eva fue tomado de la costilla de Adán por una acción transformativa.

Otros que fue formado en el lateral de Adán y que de allí fue sacado según las mismas exigencias de la naturaleza.

Otros sostienen que Dios, durante aquel sueño profundo y muy largo, produjo y sacó a Eva del costal de Adán, como una ninfa sale de la crisálida por la acción del tiempo.

5. Dios Creador del Hombre. El Alma viviente

-Dios creó al hombre con un alma viviente

-De la nada y en el mismo momento de infundirá en el cuerpo

-Dios creó las facultades del alma

-Es inmortal

-Es espiritual

-Distinta del cuerpo

-El Hombre ha sido creado por Dios con un alma viviente.

Entonces Yahvéh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente (Gén. 2, 7).

-Dios crea el alma humana de cada hombre de la nada, en el momento mismo de infundirla en el cuerpo.

Entonces Yahvéh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente (Gén. 2, 7).

Acuérdate de tu Creador en tus días mozos, mientras no vengan los días malos,...vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio (Qo. 12, 1-7).

...porque no conoció al que le modeló a él, al que le inspiró un alma, principio de su actividad, y le infundió el espíritu que le da la vida (Sab. 15, 11).

Además teníamos a nuestro padres según la carne que nos corregían y les respetábamos. ¿No nos someteremos mejor al Padre de los espíritus para vivir? (Hebr. 12, 9).

-Dios es el autor de las facultades del alma humana.

Y creó Dios el hombre a imagen suya: a imagen de Dios le creó;... (Gén. 1, 27).

De saber e inteligencia los llenó, les enseñó el bien y el mal (Si. 17, 7).

El hombre no debe cubrirse la cabeza, pues es imagen y reflejo de Dios;... (1 Cor. 11, 7).

...y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador,... (Col. 3, 10).

Aclaración. El hombre es imagen de Dios en cuanto a las facultades superiores de su ser.

-Dios ha creado el alma humana con sus funciones propias de amar u odiar, complacerse en alguien, buscar a Dios y bendecirle para siempre.

a) -Amar.

Su alma se aficionó a Dina, hija de Jacob, se enamoró de la muchacha y trató de convencerla (Gén. 34, 3).

b) -Odiar.

Yahvéh miró propicio a Abel y su oblación,

mas no miró propicio a Caín y su oblación,

por lo cual se irritó Caín en gran manera y

se abatió su rostro (Gén. 4, 4-5).

c) -Complacerse en alguien.

Mi justo vivirá por la fe;

mas si es cobarde, mi alma no se complacerá

en él (Hebr. 10, 38).

He aquí mi siervo a quien yo sostengo,

mi elegido en quien se complace mi alma (Is. 42, 1).

d) -Buscar a Dios sin reserva.

Amarás a Yahvéh tu dios con todo tu corazón,

con toda tu alma y con toda tu fuerza (Dt. 6, 5).

e) -Para bendecirle.

Bendice a Yahvéh, alma mía,

del fondo de mi ser, su santo nombre,

bendice a Yahvéh, alma mía,

no olvides sus muchos beneficios (Sal. 103, 1-2).

-El alma humana es inmortal.

Por eso mandó hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados de sus pecados (2 Mac. 12, 46).

Las almas de los justos están en manos de Dios y no les alcanzará tormenta alguno. Creyeron los insensatos que habían muerto; tuvieron por desdicha su salida de este mundo, y su partida de entre nosotros por completa destrucción; pero ellos están en paz. Aunque a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad (Sab. 3, 14).

Cuando ante la desgracia es arrebatado el justo, se va en paz (Is. 57, 1-2).

Sucedió. Pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estado en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro en su señor. Y gritando dijo: «Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama». Pero Abraham le dijo: «Hijo, recuerda que tu recibiste bienes durante tu vida, y Lázaro, al contrario, males; ahora pues, él es aquí consolado y tu atormentado (Lc. 16, 22-23).

Jesús le dijo: «Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lc. 23, 23, 43).

Aclaración.

Sus almas viven después de la muerte del cuerpo y antes de la resurrección.

Entonces oraron así: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido para ocupar en el ministerio de apostolado el puesto del que Judas desertó para irse a donde le correspondía (Hch. 1, 24-25).

Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor (2 Cor. 5, 8).

Es necesario que todos seamos puestos al descubierto ante el Tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal (2 Cor. 5, 10).

Me siento apremiado por las dos partes: por un parte deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; mas por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para vosotros (Fil. 1, 23-24).

Dichosos los muertos que mueren en el Señor. Desde ahora, sí, -dice el Espíritu- que descansen de sus fatigas, porque sus obras les acompañan (Apoc. 14, 13).

-El alma humana es inmortal.

La muerte es para los judíos:

a) -Ir a donde están sus padres.

Tú en tanto vendrás en paz con tus padres, serás sepultado en buena ancianidad (Gén. 15, 15).

b) -Juntarse con su pueblo.

Expiró, pues, Abraham y murió en buena ancianidad, viejo y lleno de días, y fue a juntarse con su pueblo (Gén. 25, 8).

Luego les dio (Jacob) este encargo: «Yo voy a reunirme con los míos. Sepultadme junto a mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita,... (Gén. 49, 29).

c) -Ser colocado junto a su pueblo.

y estos fueron los años de vida de Ismael: ciento treinta y siete años. Luego expiró y murió y fue a juntarse con su pueblo (Gén. 25, 17).

Entonces Isaac expiró y murió, fue a reunirse con su pueblo, anciano y lleno de días (Gén. 35, 29).

y en habiendo acabado Jacob de hacer encargos a sus hijos, recogió sus piernas encargos a sus hijos, recogió sus piernas en el lecho, expiró y se reunió con los suyos (Gén. 49, 33).

Entonces Aarón se reunirá con los suyos; allí morirá (Núm. 20, 24).

Yahvéh habló a Moisés aquel mismo día y le dijo: «Sube a esa montaña de Abarim...En el monte al que vas a subir morirás, y te irás a reunir con los tuyos, como tu hermano Aarón murió en el monte Hor y fue a reunirse con los suyos (Dt. 32, 48-50).

Muchos la pretendieron (a Judit), pero ella no tuvo relaciones con ningún hombre en toda su vida, desde que su marido Manasés murió y fue a reunirse con su pueblo (Jdt. 16, 22).

-El alma humana es inmortal.

Después de la muerte el justo recibirá una recompensa de Dios. La muerte espera el justo un traslación y una liberación.

a) -Recibirá un recompensa de Dios.

Los justos, en cambio, viven eternamente; en el Señor está su recompensa, y su cuidado en el Altísimo. Recibirán por eso de mano del Señor la corona real del honor y la diadema de la hermosura;... (Sab. 5, 15-16).

b) -La muerte es para el justo una traslación.

Halló gracia ante Dios y Dios le amó, y como vivía entre pecadores, le trasladó (Sab. 4, 10).

c) -La muerte es para el justo una liberación.

Se lo llevó para que la maldad no pervirtiera su inteligencia o el engaño dedujera su alma; pues la fascinación del mal empaña el bien y los vaivenes de la concupiscencia corrompen la mente ingenua. Alcanzando en breve la perfección, llenó largos años. Su alma era del agrado del Señor, por eso se apresuró a sacarle de entre la maldad (Sab. 4, 11-14).

-El alma humana es inmortal.

Para los justos los sufrimientos de esta vida son una prueba transitoria que purifica sus almas y les hace merecer una inmortalidad feliz.

Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad; por una corta corrección recibirán larga recompensa, pues Dios les sometió a prueba y les halló dignos de sí;... (Sab. 3, 4-5).

Los justos, en cambio, viven eternamente; en el Señor está su recompensa y su cuidado en el Altísimo (Sab. 5, 15).

...considerando en mi corazón que se encuentra la inmortalidad en la unión en la Sabiduría, en su amistad un placer puro, en los trabajos de sus manos inagotables, riquezas, prudencia en cultivar su trato y prestigio en conservar con ella, por todos los medios buscaba la manera de hacérmela mía (Sab. 8, 17-18).

-El alma humana es inmortal.

Después de la muerte, los impíos ni tendrán esperanza ni consuelo, serán como cadáveres sin honor, oprobio entre los muertos, sumergidos en el dolor y reconocerán haber errado del camino de la verdad.

...no tendrán esperanza ni consuelo en el día de la sentencia: ¡duro es el destino de una raza inicua! (Sab. 3, 18).

Después serán cadáveres despreciables objeto de ultraje entre los muertos para siempre (Sab. 4, 19).

...el Señor les precipitará de cabeza, sin habla, les sacudirá de sus cimientos; quedarán totalmente asolados, sumidos en el dolor, y su recuerdo se perderá (Sab. 4, 19).

Luego equivocamos el camino de la verdad (Sab. 5, 6).

-El alma humana es espiritual, es decir, incorpórea e independiente de la materia.

La lámpara de Yahvéh es el hálito del hombre que explora hasta el fondo de su ser (Prov. 20, 27).

El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (Rom. 8, 16).

En efecto, ¿qué hombre conoce lo íntimo del hombre sino el espíritu del hombre que está en él? (1 Cor. 2, 11).

-El alma humana es distinta del cuerpo por su origen, por su ser subsistente; por sus operaciones, por sus inclinaciones, por su dignidad, por su destino.

a) -Por su origen.

...vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio (Eccl. 12, 7).

b) -Por su ser subsistente.

y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna (Mt. 10, 28).

c) -Por sus operaciones.

En efecto, ¿qué hombre conoce lo íntimo del hombre sino el espíritu del hombre que está en él? (1 Cor. 2, 11).

d) -Por sus inclinaciones.

Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu y el espíritu contrarias a la carne, como que son en sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais (Gál. 5, 17).

e) -Por su dignidad.

El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados (Rom. 8, 16-17).

f) -Por su destino.

...vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio (Qo. 12, 7).

6. Dios Creador del hombre. El Alma, ser que da vida.

-Alma significa «ser que da vida»

-Sede del corazón y de los riñones

-El corazón sede de la actividad intelectual en el A. T.

-Los riñones sede de las pasiones en el A. T.

-El corazón y los riñones designan las potencias interiores en el A. T.

-La Palabra alma significa: ser que da la vida, persona, vida.

a) -Ser que da la vida.

Guárdate de comer sangre, porque la sangre es la vida, y no debes de comer la vida con la carne (Dt. 12, 13).

b) -Persona.

¡Cuántos los que dicen de mi vida:

«No hay salvación para él en Dios!» (Sal. 3, 3).

c) -Vida.

...libra mi alma de la espada, de las garras del perro, mi vida; sálvame de las fauces del león, y a mi pobre alma de los cuernos de los búfalos! (Sal. 21, 21-22).

-El corazón era considerado como sede de la actividad intelectual, consciente y afectiva del hombre.

a) - Sede de la actividad intelectual.

Escrútame, Yahvéh, ponme a prueba,

pasa al crisol mi conciencia y mi corazón; (Sal. 26, 2).

Mi corazón tú sondas, de noche me visitas;

me pruebas al crisol sin hallar nada, ni un impulso en mí (Sal. 17, 3).

Sóndame, oh Dios, mi corazón conoce,

pruébame, conoce mis desvelos; (Sal. 139, 23).

b) - Sede de la actividad consciente.

Haz que cese la maldad los impíos,

y afianza al justo,

tú que escrutas corazones y entrañas,

oh Dios justo (Sal. 7, 10).

c) - Sede de la actividad afectiva.

Por eso se me alegra el corazón, mis entrañas retozan,

y hasta mi carne en seguro descansa (Sal. 16, 9).

Si, cuando mi corazón se exacerbaba,

cuando se torturaba mi conciencia,

estúpido de mí, no comprendía,

una bestia era ante ti (Sal. 73, 21-22).

-Los riñones eran considerados como sede de las pasiones y de los impulsos inconscientes en el Antiguo Testamento.

¡Dentro de mí mis riñones languidecen! (Job 19, 20).

...y exultarán mi riñones al decir tus labios cosas rectas (Prov. 23, 16).

No envidie tu corazón a los pecadores, más bien tema a Yahvéh todos los días,... (Prov. 23, 17).

-El corazón y los riñones del hombre asociados designan sus potencias interiores en el Antiguo Testamento.

...y exultarán mis riñones al decir tus labios cosas rectas. (Prov. 23, 16).

¡Oh Yahvéh Sebaot, juez de lo justo, que escrutas los riñones y el corazón!... (Jer. 11, 20).

Yo, Yahvéh, exploro el corazón, pruebo los riñones, para dar a cada cual según su camino, según el fruto de sus obras (Jer. 17, 10).

¡Oh Yahvéh Sebaot, juez de lo justo, que escrutas los riñones y el corazón!, veo yo tu venganza contra ellos, porque a ti te he encomendado mi causa (Jer. 20, 12).

...así sabrán todas las Iglesias que yo soy el que sondea los riñones y los corazones, y el que os dará a cada uno según vuestras obras (Apoc. 2, 23).

Aclaración. San Juan alude a Jeremías (11, 20) y (17, 10) en Apocalipsis (2, 23).

7. Dios Creador del Hombre. Alma y Cuerpo.

-Dios creó al hombre a su imagen y semejanza

-Las criaturas racionales son semejantes a Dios

-El Hombre es la maravilla más grande de toda la creación visible

-Dios creó al hombre en alma y cuerpo

-Alma y cuerpo unidos por una sola persona

-El alma es distinta del cuerpo y le da vida a éste

-Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.

Dijo Dios: «Hagamos el hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza...» (Gén. 1, 26).

Aclaración. No se trata de imagen perfecta, sino imperfecta. Efectivamente la preposición «a», de la expresión «a imagen nuestra», indica acercamiento que sólo es posible entre las cosas distante, distintas o diferentes.

Además, la imagen perfecta de Dios está en Cristo, que cumple exactamente las condiciones esenciales de la imagen. Por eso de Cristo se dice:

Él es Imagen de Dios invisible... (Col. 1, 15).

es decir, afirma «es imagen» y no «a imagen».

-Las criaturas racionales son semejantes a Dios, no genérica ni especialmente, sino analógicamente y con distancia infinita.

Clases de semejanza:

a) -Individual, la que existe entre dos seres de la misma especie. Ej. dos hombres negros.

b) -Específica, la que existe entre dos seres de la misma especie, pero con características accidentales diferentes. Ej. un hombre de raza blanca y otro de raza negra.

c) -Genérica, la que afecta a dos seres del mismo género, pero no de la misma especie. Ej. un hombre y un animal.

d) -Analógica, la que se da entre dos seres que no tienen ni la misma especie ni el mismo género, sino que tienen únicamente de común que son seres. Ej. un hombre y una piedra.

La semejanza analógica admite tres grados:

1º -Las criaturas irracionales participan de la perfección divina únicamente en cuanto que tienen el ser.

2º -Que las criaturas racionales, dotadas de inteligencia y voluntad, representan y participan de las perfecciones de Dios.

3º -Las almas en gracia y los ángeles del cielo le imitan de una manera muchísimo más perfecta puesto que participan de la misma naturaleza divina.

Dijo Dios: «Hagamos al hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza,...» (Gén. 1, 26).

Aclaración. La semejanza del hombre con Dios es analógica y en los grados 2º y 3º.

-El hombre es la maravilla más grande de toda la creación visible.

¿Qué es el hombre para que de él te acuerdas, el hijo de Adán para que de él te cuides? Apenas inferior a un Dios le hiciste, coronándole de gloria y de esplendor; le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo su pies (Sal. 5-7).

-Dios creó al hombre dotado de dos elementos sustanciales: el alma y el cuerpo.

Entonces Yahvéh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente (Gén. 2, 7).

Acuérdate de tu Creador en tus días mozos, mientras no vengan los días malos,...vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio (Qo. 12, 1-7).

Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma: temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna (Mt. 10, 28).

-El alma y el cuerpo del hombre están unidos en una sola persona.

a) -Están unidos íntimamente.

Entonces Yahvéh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente (Gén. 2, 7).

Tan sólo por él sufre su carne, sólo por él se lamenta su alma (Job 14, 22).

Endereza tu corazón, manténte firme, adhiérete a él, no te separes (Si. 2-3).

...y el esplendor de su bosque y de su vergel en alma y en cuerpo será consumido (Is. 10, 18).

b) -Las acciones del alma y del cuerpo no pueden ser sólo del cuerpo.

Alzando los ojos miró, y he aquí que tres hombres estaban parados cerca de él. Tan pronto como les vio, corrió a su encuentro desde la entrada de la tienda y se postró en tierra (Gén. 18, 2).

...Lot se levantó a su encuentro y postrándose rostro en tierra, dijo: «Ea, señores,...» (Gén. 19, 1-2).

...hazme un guiso suculento para que yo lo coma y te bendiga delante de Yahvéh... (Gén. 27, 7).

...Amasías...eligió los dioses de ellos, postróse ante ellos y les quemó incienso (2 Cro. 25, 14).

...todos los servidores del rey, adscritos a la Puerta Real, doblaban la rodilla y se postraban ante Amán, porque así lo había ordenado el Rey;... (Est. 3, 2).

En esto, un leproso se le acerca y se postra ante él, diciendo: «Señor, si quieres puedes limpiarme» (Mt. 8, 2).

-El alma humana es distinta del cuerpo y le da vida a éste.

Me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?» Yo dije: «Señor Yahvéh, tú lo sabes.» Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos. Les dirás: Huesos secos, escuchad la palabra de Yahvéh. Así dice el Señor Yahvéh a estos huesos: He aquí que yo voy a hacer entrar el espíritu en vosotros, y viviréis. Os cubriré de nervios, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré de piel, os daré un espíritu y viviréis; y sabréis que yo soy Yahvéh» (Ez. 37, 3-6).

Hubo un estremecimiento, y los huesos se juntaron unos con otros. Miré y vi que estaban recubiertos de nervios, la carne salía y la piel se extendía por encima, pero no había espíritu en ello. Él me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre. Dirás al espíritu: Así dice el Señor Yahvéh: Ven, espíritu, de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que vivan.» Yo profeticé como se me había ordenado, y el espíritu entró en ellos; revivieron y se incorporaron sobre sus pies: era un enorme, inmenso ejército (Ez. 37, 7-10).

Sabréis que yo soy yahvéh cuando abra vuestras tumbas y os haga salir de vuestras tumbas, pueblo mío. Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestro suelo, y sabréis que yo, Yahvéh, lo digo y lo hago, oráculo de Yahvéh» (Ez. 37, 13-14).

8. Dios Creador del Hombre. Estado de justicia original

-El hombre y la mujer tienen el mismo origen

-Fue creado en un estado de inocencia y felicidad

-En un estado de gracia

-En un estado de justicia de santidad

-Dotados de dones sobrenaturales

-Del don de ciencia

-Del don de inmortalidad

-Del don de impasibilidad

-La inmortalidad y la impasibilidad fueron efecto de comer los frutos del paraíso

-Dominaban todos los animales

-Dotados del conocimiento de las cosas naturales y sobrenaturales

-Dotados de armonía entre la razón y el apetito sensitivo

-El hombre, señor del cosmos

-Los hombres hablaban al principio una sola lengua

-Dios cesó en actividad como creador, juez y gobernador

-El hombre y la mujer tienen el mismo origen, naturaleza y dignidad.

Y creó Dios el hombre a imagen suya: a imagen de Dios le creó; macho y hembra los creó (Gén. 1, 27).

Aclaración. El origen, la naturaleza y la dignidad constituyen principios de igualdad fundamental en el hombre.

-El hombre fue creado en un estado primitivo de inocencia y de felicidad.

Luego plantó Yahvéh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. Yahvéh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal (Gén. 2, 8-9).

-Dios creó a Adán y a Eva en estado de gracia.

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;... (Rom. 5, 12).

Porque, habiendo venido por un hombre la muerte,... (1 Cor. 15, 21).

Aclaración. Si el hombre perdió la gracia como consecuencia del pecado que cometió, es evidente que fue creado por Dios en tal estado de gracia.

-Dios creó a Adán y a Eva en un estado de justicia y de santidad.

...revestiros del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4, 24).

Dios hizo sencillo al hombre, pero él se complicó con muchas razones (Qo. 7, 29).

Aclaración. Esta sencillez consistió en un justicia interior que santifica al hombre en orden a la vida eterna.

-Los dones de que Dios dotó a Adán son sobrenaturales.

...nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina... (2 Pe. 1, 4).

Aclaración. Si por la gracia de la justificación somos regenerados, renovados, y hechos participantes de la naturaleza divina, es evidente que ésta está en el alma mientras no esté en pecado. De la posesión de la gracia brotan los demás dones, y aquélla y éstos son, por tanto, sobrenaturales.

-Dios creó al hombre dotado del don de ciencia.

El don de ciencia es un conocimiento infundido por Dios de muchas verdades de orden natural y sobrenatural.

Existen indicios muy claros en los textos sagrados.

a) -al imponer el hombre el nombre a todos los animales.

El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo,... (Gén. 2, 20).

b) -al conocer enseguida el origen, la naturaleza y la misión de la mujer.

De la costilla que Yahvéh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces éste exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mil huesos de mis huevos y carne de mi carne. Esta será llamada varona, porque del varón ha sido tomada» (Gén. 2, 22-23).

Aclaración. Como nuestros primeros padres fueron creados en la edad adulta y estaban destinados a ser los primeros maestros y educadores de la humanidad, era congruente que Dios les dotará de conocimientos naturales correspondientes a su edad y a la misión que tenían que desempeñar, y de conocimientos sobrenaturales para lograr el fin para el cual Dios los había creado.

-Dios creó al hombre dotado del don de la inmortalidad.

a) -Conminó con la muerte la desobediencia del precepto.

...del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio (Gén. 2, 17).

Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Pues eres polvo y al polvo tornarás (Gén. 3, 19).

b) -Dios no hizo la muerte.

...que no fue Dios quien hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de lo vivientes; (Sab. 1, 13).

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;... (Rom. 5, 12).

-Dios dotó a Adán del don de impasibilidad.

Impasibilidad es la carencia de posibilidad de sufrir.

No consta claramente en la Sagrada Escritura, pero se puede deducir, sin temor a errar, de los siguientes textos:

Luego plantó Yahvéh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. Yahvéh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer,... (Gén. 2, 8).

Y creó Dios el hombre a imagen suya: a imagen de Dios le creó;... (Gén. 1, 27).

A la mujer le dijo: «Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con trabajo parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetecencia y él te dominará». Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa; con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo pues de él fuiste tomado (Gén. 3, 16-19).

Aclaración. Antes del pecado no existían estas calamidades que tantos dolores producen a los hombres.

-La inmortalidad y la impasibilidad en Adán fueron efecto producido por comer de los frutos de los árboles del paraíso.

Es una deducción bastante probable de estos textos sagrados:

Yahvéh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer,... (Gén. 2, 9).

Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio» (Gén. 2. 16-17).

Aclaración. De modo semejante a como le sobrevino la muerte por comer del árbol prohibido, así le hubiera sobrevenido la inmortalidad si hubiese comido solamente de los árboles permitidos.

-Dios concedió a Adán y a Eva un perfecto dominio de todos los animales.

Dijo Dios: «Hagamos el hombre a imagen, según nuestra semejanza, y dominen en los peces del mar, en las aves del cielo, en los ganados y en todas las alimañas, y en toda sierpe que serpea sobre la tierra (Gén. 1, 26).

Sobre toda carne impuso su temor para que dominara a fieras y volátiles (Si. 17, 4).

-Dios dotó a Adán y a Eva de una ciencia extraordinaria de las cosas naturales y de los misterios sobrenaturales.

a) -De las cosas naturales.

Y Yahvéh Dios formó de suelo todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver cómo los llamaba, y para que cada ser viviente tuviese el nombre que el hombre le diera (Gén. 2, 19).

De saber e inteligencia los llenó, les enseñó el bien y el mal. Puso su ojo en sus corazones, para mostrarles la grandeza de sus obras (Si. 17, 7-8).

Aclaración. Adán asignó los nombres a los animales de acuerdo con sus características naturales que evidentemente conoció, como conoció también las características naturales de las demás cosas creadas.

b) -De los misterios sobrenaturales.

Aún les añadió el saber, la ley de vida dióles en herencia. Alianza eterna estableció con ellos, y sus juicios les enseñó. Los ojos de ellos vieron la grandeza de su gloria, la gloria de su voz oyeron sus oídos (Si. 17, 11-13).

-Dios creó al hombre con una armonía perfecta entre la razón y el apetito sensitivo.

Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no avergonzaban el uno del otro (Gén. 2, 25).

Aclaración. «No se avergonzaban el uno del otro» expresión que demuestra la quietud de la concupiscencia de la carne que la tenían sometida a la razón.

-Dios constituye al hombre señor del cosmos, administrador responsable de sus dones y continuador de la obra de la creación.

y los bendije Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad en los peces del mar, en las aves del cielo y en todo animal que serpea sobre la tierra (Gén. 1, 28).

-Los hombres hablaban una sola lengua al principio del género humano.

Todo el mundo era de un mismo lenguaje e idénticas palabras (Gén. 11, 1).

-Dios Padre cesó su actividad como creador, como juez y como gobernador.

a) -Como creador.

...y el día séptimo cesó Dios de toda tarea que había hecho (Gén. 2, 2).

b) -Como juez.

Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo (Jn. 5, 22).

c) -Como gobernador.

Jesús se acercó a ellos y les habló así; «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra (Mt. 28, 18).

9. El Hombre es libre

-El hombre goza de libertad cuando somete las pasiones al espíritu y éste a Dios

-El hombre pierde su libertad cuando se esclaviza por el pecado

-El hombre es libre y goza de su verdadera libertad cuando somete las pasiones malas al espíritu y el espíritu a Dios.

Libertad es la facultad de obrar o de no obrar el bien aprehendido por el entendimiento, con voluntad exenta de influjos externos -circunstancias que coaccionan- e internos -pasiones que inducen al mal-.

Moisés convocó a todo Israel y les dijo: «...Mira, yo pongo hoy ante ti vida y felicidad, muerte y desgracia...Escoge, pues, la vida, para que vivas, tú y tu descendencia,... (Dt. 29, 1 y 30, 15 y 19).

Pero, si no os parece bien servir a Yahvéh, elegid hoy a quién habéis de servir, o a los dioses a quienes servían nuestros padres más allá del Río, o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis ahora (Jos. 24, 15).

Porque el Señor es el Espíritu, y donde está él y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad (2 Cor. 3, 17).

Él fue quien al principio hizo al hombre,

y le dejó en manos de su propio albedrío.

Si tú quieres, guardarás los mandamientos,

permanecer fiel es cosa tuya.

Él te ha puesto delante fuego y agua,

a donde quieras puedes llevar la mano.

Ante los hombres la vida está y la muerte,

lo que prefiera cada cual se le dará (Si. 15, 14-17).

Teme a Dios y guarda sus mandamientos, que eso es ser hombre cabal (Qo. 12, 13).

Decía Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis fieles a mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Jn. 8, 31-32).

Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo...» (Jn. 8, 34).

Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres (Jn. 8, 36).

Pero gracias a Dios, vosotros, que erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquel modelo de doctrina al que fuisteis entregados, y liberados del pecado... (Rom. 6, 17-18).

Porque, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; sólo que no toméis de esa liberad pretexto para la carne; antes al contrario, servíos por amor los unos a los otros (Gál. 5, 13).

-El hombre pierde su libertad cuando se esclaviza por el pecado.

Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo (Jn. 8, 34).

Pero gracias a Dios, vosotros, que erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquel modelo de doctrina al que fuisteis entregados y liberados del pecado os habéis hecho esclavos de la justicia (Rom. 6, 17-18).

10. Dios conservador

-Dios conserva todas las cosas creadas

-Podría reducirlas a la nada si quisiera

-Toda la creación sideral subsiste según los designios de Dios

-Toda la creación no subsistiría sin una providencia especial de Dios

-Dios no aniquilará jamás ninguna de las cosas creadas por él

-Dios conserva todas las cosas del universo desde las más grandes hasta las más insignificantes que sean.

Conservación es la permanencia en el ser.

Escondes tu rostro y se anonadan,

les retiras su soplo y expiran

y a su polvo retornan.

Envías tu soplo y son creados

y renuevas la faz de la tierra (Sal. 103, 29-30).

Y, ¿Cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? Mas tú todo lo perdonas porque todo es tuyo, Señor que amas la vida (Sab. 1, 25-26).

Él existe con anterioridad a todo,

y todo tiene en él su consistencia (Col. 1, 17).

...y siendo el que sostiene todo con su palabra poderosa... (Hebr. 1, 3.)

-Dios podría reducir las cosas creadas a la nada, si quisiera.

Y, ¿Cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? (Sab. 11, 25).

Aclaración. la conservación es la misma acción creadora continuada incesantemente sobre todas las cosas para que permanezcan en el ser. Si Dios suspendiera su acción conservadora, todo volvería instantáneamente a la nada.

-Toda la creación sideral subsiste según los designios de Dios.

...el que envía la luz, y ella va, el que la llama, y temblorosa la obedece; brillan los astros en su puesto de guardia llenos de alegría, y los llama y le dicen. ¡Aquí estamos!, y brillan alegres para su Hacedor (Ba. 3, 33-35).

-Toda la obra de la creación no puede subsistir a través de los tiempos, sin una providencia especial de Dios para conservarla.

Y ¿Cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? (Sab. 11, 25).

-Ninguna de las cosas creadas permanecerían en el ser, si Dios no quisiese conservarlas.

Y ¿Cómo podría subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? (Sab. 11, 25).

-Dios no aniquilará jamás ninguna de las cosas creadas por Él.

Sobre sus bases asentaste la tierra, inconmovible para siempre jamás (Sal. 103, 5).

Comprendo que cuanto Dios hace es duradero; nada hay que añadir ni nada que quitar. y así hace Dios que se le tema, lo que es, ya ante fue; lo que será ya es (Qo. 3, 14).

Él todo lo creó para que subsistiera,

las criaturas del mundo son saludables,

no hay en ellas veneno de muerte

ni imperio de Hades sobre la tierra (Sab. 1, 14).

Mas tú todo lo perdonas porque todo es tuyo, Señor que amas la vida (Sab. 11, 26).

11. Origen del género humano

-Dios mandó la procreación de los hijos

-Todo el género humano procede de Adán y Eva

-Los niños nacerían también por generación carnal si Adán y Eva no hubiesen pecado

-Dios mandó al hombre la procreación de los hijos.

y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y someterla;... (Gén. 1, 28).

-Todo el género humano procede de la primera pareja Adán y Eva.

El día en que hizo Yahvéh Dios la tierra y los cielos, no había aún en la tierra arbusto alguno del campo, y ninguna hierba de campo había germinado todavía, pues Yahvéh Dios no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre que labrara el suelo (Gén. 2, 4-5).

Por tanto, no había ningún hombre sobre la tierra antes de la creación de la Adán.

...mas para el hombre no encontró una ayuda adecuada (Gén. 2, 20).

Por tanto, Adán se encontraba totalmente sólo antes de la creación de Eva.

Ella -la divina sabiduría- protegió al padre del mundo, al primer hombre formado por Dios, cuando fue creado sólo (Sab. 10, 1).

Por tanto, Adán es la cabeza de toda la humanidad.

El hombre llamó a su mujer «Eva», por ser ella madre de todos los vivientes (Gén. 3, 20).

Por tanto, Eva es también cabeza de todos los hombres.

Tú creaste a Adán, y creaste a Eva, su mujer para sostén y ayuda, y para que de ambos proviniera la raza de los hombres (Tob. 8, 6).

-Los niños hubieren nacido también por generación carnal, si Adán y Eva hubieren permanecido en estado de inocencia.

Y creó Dios el hombre a imagen suya: a imagen de Dios los creo; macho y hembra los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra y sometedla;... (Gén. 1, 27-28).

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2, 24).

Aclaración. Así lo preceptuó Dios cuando estaban todavía en estado de inocencia.

12. Dios Padre

-A Dios le conviene el nombre de Padre

-Dios es el único a quien conviene el nombre de Padre

-La relación de Dios con el hombre es de Padre

-Dios es Padre de todos los hombres

-Todos los hombres son hijos de Dios

-Todos los hombres somos hermanos

-Cristo llama a todos para que sean hijos de Dios

-Dios ha hecho los hombres sus hijos adoptivos

-El «Espíritu de adopción es el que nos hace tener a Dios por Padre

-Cristo llama a Dios «su padre»

-Cristo dice «vuestro Padre» cuando habla a los pecadores

-Cristo antepone el parentesco espiritual al carnal

-Las relaciones del hombre con Dios debe ser regidas por ley de amor y no de temor

-A Dios le conviene el nombre de Padre.

¿No es él tu Padre, el que te creó, el que te hizo y te fundó? (Dt. 32, 6.)

¿No tenemos todos un mismo Padre? ¿No un sólo Dios que nos ha creado? (Mal. 2, 10).

Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! (Rom. 8, 15).

...para nosotros no hay más que un sólo Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos;... (1 Cor. 8, 6).

Un sólo Señor, una sola fe, un sólo bautismo, un sólo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos (Ef. 4, 6).

-Dios es el único a quien conviene el nombre de «Padre» en toda su plenitud.

No llaméis a nadie «Padre» vuestro en la tierra, porque uno sólo es nuestro Padre: el del cielo (Mt. 23, 9).

-Dios Padre de todos los hombres.

¿No es él tu padre, el que te creó, el que te hizo y te fundó? (Dt. 32, 6.)

Cuando el Altísimo repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de Adán, fijó las fronteras de los pueblos, según el número de los hijos de Dios;... (Dt. 32, 8).

Si el justo es hijo de Dios, él le asistirá, le librará de las manos de sus enemigos (Sab. 2, 18).

«Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos,...» (Mt. 6, 9).

«Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;...» (Mt. 6, 14).

Él les dijo: «Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu Nombre,...» (Lc. 11, 2).

Dijo a sus discípulos: «...No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino» (Lc. 12, 32).

Aclaración. Se deduce claramente la condición universal de su paternidad.

-Todos los hombres son Hijos de Dios.

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! (1 Jn. 3, 1).

-Todos los hombres somos hermanos.

¡Anuncie yo tu nombre a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabe! (Sal. 22, 23).

Por eso no se avergüenza de llamarles hermanos cuando dice: Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la asamblea te cantaré himnos (Hebr. 2, 12).

-Jesucristo ha llamado a todos los hombres desde toda la eternidad a que sean hijos adoptivos de Dios.

...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,... (Ef. 1, 5).

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! (1 Jn. 3, 1).

-Dios ha hecho a los hombres hijos adoptivos suyos.

En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!

El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (Rom. 8, 14-16).

La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!. De modo que ya no eres esclavo sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios (Gál. 4, 6-7).

-El «Espíritu de adopción» es el que hace a los cristianos tener a Dios por Padre.

...recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que os hace exclamar: ¡Abbá, Padre! (Rom. 8, 15).

-Jesucristo llama a Dios «Su Padre».

No todo el que me diga: «Señor, Señor», entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial (Mt. 7, 21).

Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mt. 12, 50).

Él les respondió: «Toda planta que no haya plantado mi Padre celestial será arrancada de raíz (Mt. 15, 13).

Yo os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos (Mt. 18, 19).

¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición más de doce legiones de ángeles? (Mt. 26,) 53.

-Jesucristo no dice «Nuestro Padre» sino «vuestro Padre» cuando habla a los pecadores.

Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonarás también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas (Mt. 6, 14-15).

Y cuanto os pongáis de pie para orar, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone vuestras ofensas (Mc. 11, 25-26).

-Jesucristo antepone los lazos del parentesco espiritual a los del parentesco carnal.

El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí (Mt. 10, 37).

Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo: «Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío (Lc. 14, 25-26).

Aclaración. «Odia» es una expresión hebraica. Jesucristo no pide odio, sino desprendimiento completo, inmediato para ser su discípulo.

Así se desprende del siguiente texto:

Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Lc. 9, 57-58).

-Las relaciones del hombre con Dios deben ser regidas por la Ley del Amor y no por la del temor.

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él...» (Jn. 14, 23).

«Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando...» (Jn. 15, 13-14).

«No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer...» (Jn. 15, 15).

Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! (Rom. 8, 18).

No hay temor en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor (1 Jn. 4, 18).

Aclaración. Amor filial y temor servil son incompatibles. El temor filial de quien teme no amar bastante es una forma superior del amor.

13. Dios Creador. Fin del Hombre

-Para la inmortalidad

-Para la bienaventuranza eterna

-Para la felicidad

-El objetivo final de la vida humana, es la eterna bienaventuranza

-Dios llama a todos a la Santidad

-Dios creó al Hombre para la inmortalidad.

...vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio (Qo. 12, 7).

Porque Dios creó al hombre incorruptible, le hizo imagen de su misma naturaleza; (Sab. 2, 23).

En cambio las almas de los justos están en las manos de Dios y no les alcanzará tormento alguno. Creyeron los insensatos que habían muerto; tuvieron por desdicha su salida de este mundo, y su partida de entre nosotros por completa destrucción; pero ellos están en paz (Sab. 3, 1-3).

Aunque, a juicio de los hombres, hayan sufrido castigos, su esperanza estaba llena de inmortalidad (Sab. 3, 4).

-Dios elige y llama a todos los hombres en Jesucristo desde toda la eternidad a la vida bienaventurada, incoada ya de modo místico por la unión de los fieles con Cristo glorioso.

...por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser hijos adoptivos por medio de Jesucristo,... (Ef. 1, 4-5).

Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia,... (Col. 3, 12).

...Dios nos ha escogido desde el principio para la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad (2 Tes. 2, 13).

-El fin último y sobrenatural para el cual Dios ha creado al hombre es su propia felicidad en la buenaventura eterna.

Entonces dirá el Rey a los de su derecho: Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo (Mt. 25, 34).

Pero al presente, libres de pecado y esclavos de Dios, fructificáis para la santidad; y el fin, la vida eterna (Rom. 6, 22).

Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo. Pero cada cual en su rango: Cristo como primicias; luego los de Cristo en su venida. Luego el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino...para que Dios sea todo en todo (1 Cor. 15, 22-18).

...en la Revelación de Jesucristo. A quien amáis sin haberle visto; en quien creéis, aunque de momento no le veáis, rebosando de alegría inefable y gloriosa; y alcanzáis la meta de vuestra fe, la salvación de las almas (1 Pe. 1, 8-9).

-El objetivo final de la vida humana es la eterna Bienaventurada.

...que no tenemos aquí ciudad permanente, sino que andamos buscando la del futuro (Hebr. 13, 14).

Pero nosotros somos ciudadanos del cielo,... (Fil, 3, 20).

Pues esperaba la ciudad asentada sobre cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hebr. 11, 10).

-Dios llama a todos sus hijos a la Santidad.

Pero al presente, libres del pecado, y esclavos de Dios, fructificáis para la santidad; y el fin la vida eterna (Rom. 6, 22).

14. Dios Creador. Creación natural

-Toda la energía vital procede de Dios

-Creó la tierra en condiciones necesarios para ser habitada

-Realizó tres obras en la creación natural

-Para perfección del universo y manifestación de sus perfecciones infinitas

-Para gloria suya y servicio del hombre

-Para utilidad del hombre

-Sujetas a mutación de su sustancia

-Toda la energía vital de los hombres, de los animales y de las plantas procede de Dios.

...en ti está la fuente de la vida, y en tu luz vemos la luz (Sal. 36, 10).

-Dios creó la tierra con las condiciones necesarias y suficientes para ser habitada por los hombres y por los animales.

...él, que es Dios, plasmador de la tierra y su hacedor, él, que la ha fundamento, y no la creó caótica, sino que para ser habitada la plasmó (Is. 45, 18).

-Dios realizó tres obras en la creación del mundo natural.

a) -La creación en sí misma:

En el principio creó Dios los cielos y la tierra (Gén. 1, 1).

b) -La separación de los elementos:

...y separó Dios la luz de las tinieblas (Gén. 1, 4).

...y separó las aguas que hay debajo del firmamento, de las aguas que hay encima del firmamento... (Gén. 1, 7).

c) - El adorno de la creación:

Dijo Dios: «Haya lumbreras en el firmamento celeste para separar el día de la noche, y hagan de señales para las solemnidades, para los días y para los años, y hagan de lumbreras en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así fue. Hizo, pues, Dios, las dos lumbreras mayores: la lumbrera grande para dominio del día, y la hubiera pequeña para dominio de la noche, y las estrellas (Gén. 1, 14-19).

-Dios crea gran diversidad de seres para lograr la mayor perfección del universo y la plena a manifestación de sus perfecciones infinitas.

¿Por qué un día es superior a otro, si toda la luz de cada día del año viene del sol? En la mente del Señor fueron diferenciados, él hizo distintas estaciones y fiestas. A unos los ensalzó y santificó, a otros los hizo días ordinarios. Así todos los hombres vienen del suelo, de la tierra fue creado Adán. Con su gran sabiduría los diferenció el Señor, e hizo distintos sus caminos (Si, 33, 7-11).

-Las criaturas irracionales, plantas y animales han sido creados por Dios, para gloria suya y para servicio del hombre.

a) -Creados para gloria suya.

Los cielos cuentan la gloria de Dios, la obra de sus manos anuncia el firmamento (Sal. 18, 1).

...el mundo, la vida, el presente, el futuro, todo es vuestro; y vosotros de Cristo y Cristo de Dios (1 Cor. 3, 22-23).

Aclaración. Expresa claramente una jerarquía de valores, cada uno de los cuales al servicio del superior.

b) -Creados para el servicio del hombre.

Dijo Dios: «Mirad que os ha dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra y todo árbol que lleva fruto de semilla: eso os servirá de alimento (Gén. 1, 29).

Y a todo animal terrestre, a toda ave de los cielos y a todo ser animado que se arrastra sobre la tierra, les doy por alimento toda hierba verde (Gén. 1, 30).

Dios bendijo a Noé y a sus hijos y les dijo: «...infundiréis temor y miedo a todos los animales de la tierra, y a todas las aves del cielo, y a todo lo que repta por el suelo, y a todos los peces del mar; quedan a vuestra disposición (Gén. 9, 2).

Todo lo que se mueve y tiene vida os serviré de alimento; todo os lo doy, lo mismo que os di la hierba verde (Gén. 9, 3).

...la hierba haces brotar para el ganado, y las plantas para el uso del hombre... (Sal. 104, 14).

...para que saque de la tierra el pan y el vino que recrea el corazón del hombre... (Sal. 104, 14-15).

Aclaración. Cada uno de los elementos, tierra, plantas, animales y hombre, en perfecta jerarquía de valores, han sido creados para el servicio y utilidad del superior, y en último término, todos para beneficio del hombre.

-El fin intermedio de la creación de las cosas visibles es la utilidad del hombre.

...le hiciste (al hombre) señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies (Sal. 8, 7).

Porque ha sometido todas las cosas bajo sus pies. Mas cuando él dice que «todo está sometido», es evidente que se excluye a Aquel que ha sometido a él todas las cosas,... (1 Cor. 15, 27).

-Todas las criaturas materiales creadas por Dios están sujetas a la mutación de su sustancia.

a) -Las criaturas materiales.

Desde antigua tú fundaste la tierra,

y los cielos con la obra de tus manos;

ellos perecen, mas tú quedas,

todos ellos como la ropa desgastan,

como un vestido los mudas tú, y se mudan (Sal. 102, 26-27).

La flor se marchita, se seca la hierba,... (Is. 40, 7).

b) -El hombre.

El hombre nacido de mujer,

corto de días y harto de tormentos.

Como la flor brota y se marchita,

y huye deshace cual leño carcomido.

cual vestido que roe la polilla (Job 14, 1-2).

Pues aridecen resto como el heno,

como la hierba tierna se marchitan (Sal. 37, 2).

Tú al polvo reduces a los hombres,

diciendo: «Tornad, hijos de Adán!» (Sal. 90, 3).

Tú los arrastras, no son más que un sueño,

como la hierba que a la mañana brota;

por la mañana brota y florece,

por la tarde se amustia y se seca (Sal. 90, 5-6).

¡El hombre! Como la hierba sus días,

como la flor del campo así florece;

pasa por él un soplo, y ya no existe,

ni el lugar donde estuvo le vuelve a conocer (Sal. 103, 15-16).

15. Dios Creador. Animales y plantas

-De los animales terrestres

-De los animales marinos

-De todas las plantas

-Dios creó toda clase de animales terrestres; ganados, reptiles, insectos y demás especies ordenando que la tierra lo produzca.

Dijo Dios: «Produzca la tierra seres vivientes según su especie: ganados, sierpes y alimañas, según su especie.» Y así fue. Hizo, pues, Dios las alimañas según su especie, y los ganados según su especie, y toda sierpe del suelo según su especie. Y vio Dios que estaba bien (Gén. 1, 24-25).

Aclaración. «Sierpes» designa a toda clase de animales que reptan o se deslizan por la tierra. «Alimañas», toda clase de animales irracionales pequeños, especialmente insectos.

-Dios creó toda clase de monstruos marinos y de otros animales acuáticos haciéndolos bullir del cúmulo de las aguas.

Dijo Dios: «Bullan las aguas de bichos vivientes y revolotean aves sobre la tierra contra la haz del firmamento celeste.» Y así fue. Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todos los seres vivientes que bullen serpeando en las aguas según su especie (Gén. 1, 20-21).

-Dios creó las plantas con sus semillas y los árboles frutales haciéndolos brotar de la superficie de la tierra.

Dijo Dios: «Brote la tierra verdor: hierbas de semilla y árboles frutales que den sobre la tierra fruto con su semilla dentro.» y así fue: Produjo la tierra verdor: hierbas de semilla y árboles que dan fruto con la semilla dentro, según su especie (Gén. 1, 11-12).

16. Dios es Rey

-Dios es Rey y reina eternamente

-Su Reino es la soberanía sobre las criaturas

-Produce justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo

-Su Reino tiene su principio en la tierra

-Empieza con la fase del Bautismo

-Cristo inaugura el Reino

-Constituido por la conversión del corazón

-No consiste en cosas materiales, sino que es una realizó del espíritu

-Se realiza en el Interior de cada uno

-Insignificante al comienzo llega a desarrollarse grandemente

-Dios es Rey y Reina eternamente.

¡Yahvéh reinará por siempre jamás! (Ex. 15, 18).

Yahvéh se sienta como rey eterno (Sal. 29, 10).

Porque yahvéh, el Altísimo, es terrible, Rey grande sobre la tierra toda (Sal. 47, 3).

Reina Dios sobre las naciones, Dios, sentado en su sagrado trono (Sal. 47, 9).

Oh Dios, mi rey desde el principio,... (Sal. 74, 12).

Yahvéh es rey, de majestad vestido,... (Sal. 93, 1).

Decid entre las naciones: «Yahvéh es rey!» (Sal. 96, 10).

¡Reina Yahvéh! la tierra exulte, alégrense las islas numerosas! (Sal. 97, 1).

Reina Yahvéh, los pueblos tiemblan; sentado en querubines, la tierra se estremece;... (Sal. 99, 1).

-El Reino de Dios es la soberanía que Dios tiene sobre la universalidad de las criaturas y la providencia con que las gobierna.

a) - Soberanía sobre las criaturas.

Porque es Yahvéh un Dios grande, un Rey grande sobre todos los dioses; en sus manos están las honduras de la tierra, y suyas son las cumbres de los montes, suyo el mar, pues él mismo lo hizo, y la tierra firme que sus manos firmaron (Sal. 95, 3-5).

b) - Providencia con que las gobierna.

Entonces Josafat...dijo: «Yahvéh, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en el cielo, y no dominas tú en todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano el poder y la fortaleza, sin que nadie pueda resistirte? (2 Cor. 20, 5-6).

Mardoqueo oró al Señor...y exclamó:

¡Señor, Señor, Rey Omnipotente!

Todo está sometido a tu poder,

y no hay quien pueda resistir tu voluntad

si has decidido salvar a Israel (Est. 4, 17).

-El Reino de Dios es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo (Rom. 14, 17).

-El Reino de Dios tiene su principio acá en la tierra.

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos sufre violencia, y los violentos los conquistan (Mt. 11, 12).

Pero si por el Espíritu de Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios (Mt. 12, 28).

La Ley y los profetas llegan hasta Juan; desde ahí comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él (Lc. 16, 16).

habiéndole preguntado los fariseos cuando llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios, viene sin dejarse sentir. Y no dirán: «Vedlo aquí o allá, porque el Reino de Dios ya está entre vosotros» (Lc. 17, 20-21).

Aclaración. «Sufre violencia» quiere decir, los que conquistan el Reino al precio de las más duras renuncias, o también la tiranía de las Potencias demoníacas o de sus secuaces de la tierra que intentan conservar su imperio en este mundo o obstaculizar el Reino de Dios, o bien que se establece con fuerza a pesar de todos los obstáculos.

-El Reino de Dios empieza con una fase en la vida presente que todo bautizado obtiene en la Iglesia.

Es doctrina confirmada por los siguientes textos: La Ley y los profetas llegan hasta Juan; desde ahí comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él (Lc. 16, 16).

...mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la vida!; y pocos son los que encuentran (Mt. 7, 14).

Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios, les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: «Vedlo aquí o allá, porque el Reino de Dios ya está entre vosotros» (Lc. 17, 20-21).

-Jesucristo inaugura el Reino de Dios.

Pero si por el Espíritu de Dios expulsó yo lo demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de Dios (Mt. 12, 28).

-El Reino de Dios es constituido por la conversión total del corazón.

Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos está cerca» (Mt. 4, 17).

-El Reino de Dios no consiste en cosas materiales y externas, no es de este mundo, es de una realidad espiritual inefable y se entra en él naciendo de nuevo.

a) -No consiste en cosas materiales y externas.

Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo (Rom. 14, 17).

b) -No es de este mundo.

Respondió Jesús: «Mi Reino no es este mundo...» (Jn. 18, 36).

c) -Es de una realidad espiritual inefable.

...ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman (1 Cor. 2, 9).

d) -Se entra en él naciendo de nuevo.

Jesús le respondió: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de lo alto no puede ver el Reino de Dios» (Jn. 3, 3).

-El Reino de Dios sobre los hombres se realiza en el interior de cada uno.

...-Jesús- les respondió: «El Reino de Dios viene sin dejarse sentir. Y no dirán: "Vedlo aquí o allá", porque el Reino de Dios ya está entre vosotros» (Lc. 17, 21).

-El Reino de Dios, insignificante en sus comienzos, llega a desarrollarse hasta adquirir grandes proporciones.

Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza...que cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace árbol,... (Mt. 13, 31-32).

Decía también: ¿A qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, crece y se hace mayor que todas las hortalizas... (Mc. 4, 30-32).

Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Es semejante a un grano de mostaza...y creció hasta hacerse árbol,... (Lc. 13, 18-19).

17. Dios es Juez

-Dios es Juez Justo

-Dios juzga también a los hombres en esta vida

El es la Roca, su obra es consumada, pues todos sus caminos son justicia. Es Dios de lealtad, no de perfidia, es recto y justo (Dt. 32, 4).

Dios, el juez justo,

tardo a la cólera,

pero irritable Dios en todo tiempo

para el que no se vuelve (Sal. 6, 12-13).

Yahvéh es justo en todos sus caminos, en todas sus obras amoroso;... (Sal. 145, 17).

-Dios juzga también a los hombres en esta vida.

Ya todo se ha terminado para ti; voy a desencadenar mi cólera contra ti, para juzgarte según tu conducta y pedirte cuentas de todas tus prácticas abominables (Ez. 7, 3).

No tendré para ti una mirada de piedad, no te perdonaré, sino te pediré cuentas de tu conducta; tus prácticas abominables quedarán presentes en medio de ti, y sabréis que yo soy Yahvéh (Ez. 7, 4).

Ahora voy a derramar sin tregua mi furor sobre ti y a saciar mi cólera en ti; voy a juzgarte según tu conducta y a pedirte cuentas de todas tus prácticas abominables (Ez. 7, 8).

18. Dios es Gobernador

-Existe la gobernación divina

-Dios ejerce su concurso divino en las operaciones de las criaturas

-Dios conserva y gobierna todas las criaturas con su providencia

-El gobierno de Dios se extiende a todos los seres y acontecimientos

-Aparece en el Antiguo Testamento

-Se extiende a todos los seres y acontecimientos

-Existe la gobernación de todos los seres creados.

Gobernación es la dirección actual de las cosas hacia su fin, según el plan del orden preexistente en la mente divina.

Que a la nave, al fin, la inventó el afán de lucro, y la sabiduría fue el artífice que la construyó; y es tu Providencia, Padre, quien la guía,... (Sab. 14, 2-3).

-Dios ejerce su concurso divino en las operaciones de todos los seres creados.

Concurso divino es la acción del poder de Dios que influye en las acciones naturales de las criaturas.

Hay diversidad de operaciones, pero es el mismo el Dios que obra todo en todos (1 Cor. 12, 6).

-Dios conserva y gobierna todas las cosas creadas con su Providencia.

El dogma de la divina gobernación aparece con toda fuerza en el Antiguo Testamento y ofrece un conocimiento claro de todo lo que Dios pretende de este mundo creado.

El Gobierno de Dios es universal, insustituible, dependiente de él en todo, que conduce todas las cosas, es tal que no anula la libertad del hombre, lleno de beneficios, finalmente es tal que aunque los malvados triunfen de momento, pero serán castigados al final.

a) -Universalidad del gobierno divino:

Yo anuncio desde el comienzo lo que viene después y desde el principio lo que aún no ha sucedido. yo digo; «Mis planes se realizarán y todos mis deseos llevaré a cabo (Is. 46, 10).

b) -Sin Dios nada puede subsistir:

Y, ¿Cómo podrá subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo podrá subsistir cosa que no hubieses querido? ¿Cómo se conservaría si no la hubieses llamado? (Sab. 11, 25).

c) -Todo depende de él.

El que cubre de nubes los cielos,

el que lluvia a la tierra prepara,

el que hace germinar en los montes la hierba,

y las plantas para uso del hombre,

el que dispensa al ganado su sustento,

y a las crías del cuervo cuando chillan (Sal. 146. 8, 9).

Todo ellos de ti están esperando que les des a su tiempo su alimento; tú se lo das y ellos lo toman abres tu mano y se sacian de bienes (Sal. 103, 27-28).

Escondes tu rostro y se anonadan,

les retiras su soplo y expiran

y a su polvo retornan.

Envías tu soplo y son creados,

y renuevas la faz de la tierra (Sal. 103, 29-30).

Los ojos de todos se fijan en ti, esperan

que les des a su tiempo el alimento;

abres tu mano tú y sacias el deseo de todo ser viviente (Sal. 144, 15-16).

Ea, temamos a Yahvéh nuestro Dios que la lluvia tempranera y la tardía a su tiempo; que nos garantiza las semanas que regulan la siega (Jer. 5, 24).

d) -Aunque el hombre se afane, pero es Dios quien conduce sus caminos.

El corazón del hombre medita su camino,

pero es Yahvéh quien asegura sus pasos (Prov. 16, 9).

Yahvéh, tú nos pondrás a salvo, que también llevas a cabo todas nuestras obras (Is. 26, 12).

¿No puedo hacer yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? -oráculo de Yahvéh-

Mirad que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel (Jer. 18, 6).

El corazón del Rey es como el agua del canal en manos de Yahvéh, que él dirige a donde quiere (Prov. 21, 1).

Que a la nave al fin la inventó el afán de lucro, y la sabiduría fue el artífice que la construyó; y es tu Providencia, Padre, quien la guía, pues también en el mar abriste un camino, una ruta segura a través de las olas, mostrando así que de todo peligro puedes salvar, para que hasta el inexperto pueda embarcarse (Sab. 14, 3-4).

e) -El gobierno de Dios es tal que no anula la libertad del hombre:

...te pongo delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición. Escoge, pues, la vida para que vivas tú y tu descendencia... (Dt. 30, 19).

Él fue quien al principio hizo al hombre, y le dejó en manos de su propio albedrío. Si tú quieres guardarás los mandamientos, permanecer fiel es cosa tuya. Él ha puesto delante fuego y agua, a donde quieras, puedes llevar tu mano. Ante los hombres la vida está y la muerte, lo que prefiera cada cual se le dará (Si. 15, 14-17).

f) -Dios llena de beneficios a los que se dejan gobernar por Él.

Yahvéh es mi pastor, nada me falta.

por prados de fresca hierba me apacienta,

hacia las aguas de reposo me conduce,

y conforta mi alma.

Me guía por senderos de justicia,

por amor de su nombre.

Aunque pase por valle tenebroso,

ningún mal temeré;

pues junto a mí tu vara y tu cayado,

ellos me consuelan

Tú preparas ante mí una mesa

frente a mis adversarios,

unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa.

Si, dicha y gracia me acompañarán

todos los días de mi vida;

mi morada será la casa de Yahvéh

a lo largo de los días (Sal. 22).

g) -Aunque los malvados triunfen de momento, serán castigos al final.

No te acalores por causa de los malos,

no envidies a los que hacen injusticia,

pues aridecen presto como el heno,

como la hierba tierna se marchitan (Sal. 36, 1-2).

Pon tu suerte en Yahvéh, espera en él,

no te acalores contra el que prospera,

contra el hombre que urde intrigas

para tumbar al mísero y al pobre (Sal. 36, 7).

Desiste de la cólera, y abandona el enojo,

no te acalores que es peor;

pues serán extirpados los malvados,

mas lo que esperan y ya no está;

mas los que esperan en Yahvéh poseerán la tierra (Sal. 36, 8-9).

Un poco más y hay impio,

buscas su lugar y ya no está;

mas poseerán la tierra lo humildes,

y gozarán de inmensa paz (Sal. 36, 10-11).

El impío máquina contra el justo,

rechinan sus dientes contra él;

el Señor de él se ríe,

porque ve llegar su día (Sal. 36, 12-13).

Perecerán en cambio los impíos,

los enemigos de Yahvéh;

se esfumarán como el ornato de los prados,

en humo se desvanecerán (Sal. 36, 20).

De Yahvéh penden los pasos del hombre,

firmes son y su camino le complace;

aunque caiga no se queda postrado,

porque Yahvéh la mano la sostiene (Sal. 36, 23-24).

Los malvados serán por siempre exterminados,

la estirpe de los impíos cercenada,

los justos poseerán la tierra,

y habitarán en ella para siempre (Sal. 36, 29).

Espía el impío al justo,

y busca darle muerte;

en su mano Yahvéh no le abandona,

ni deja condenarle al ser juzgado (Sal. 36, 32-33).

Observa al perfecto, mira al íntegro,

hay descendencia para el hombre de paz;

pero los rebeldes serán a una aniquilados,

y la posteridad de los impíos extirpada (Sal. 36, 37-38).

La salvación de los justos viene de Yahvéh,

él es su refugio en tiempo de angustia,

Yahvéh los ayuda y los libera,

los salva porque en él se cobijan (Sal. 36, 39-40).

-El gobierno absoluto de Dios sobre todas las cosas aparece con toda transparencia en el Nuevo Testamento.

Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo que no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿no valéis vosotros más que ellas? (Mt. 6, 25-27).

Y del vestido, ¿Por qué preocuparos? Aprended de los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se pudo vestir como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo que hoy es y mañana va a ser echada al horno, Dios así la viste, ¿No lo hará mucho mas con vosotros, hombres de poca fe? no andéis pues preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer? ¿Qué vamos a beber?, ¿Con qué nos vamos a vestir? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; y ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia y todas esas cosas se os darán por añadidura (Mt. 6, 28-34).

...el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas. Él creó de un sólo principio todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra y determinó con toda exactitud el tiempo y los límites del lugar donde habían de habitar, con el fin de que buscasen a Dios, para ver si a tientas le buscaban y le hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros, pues en él vivimos, no movemos y existimos (Hch. 17, 25-28).

-El gobierno de Dios se extiende a todos los seres pequeños y grandes; a todos los acontecimientos por pequeños que sean.

Que el Señor de todos ante nadie retrocede, no hay grandeza que se le imponga; al pequeño como al grande él mismo lo hizo y de todos tiene igual cuidado... (Sab. 6, 7).

Mirad las aves del cielo, que no siembran ni cosechan ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No veléis vosotros mucho más que ellas? (Mt. 6, 26).

Aprended de los lirios del campo, como crecen, no se fatigan ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón en toda su gloria se pudo vestir como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo que hoy es y mañana va a ser echada al horno, Dios así la viste, ¿No hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? (Mt. 6, 28-30).

¿No se venden dos pajarillos por un as? Pues bien ni uno de ellos caerá en tierra sin el consentimiento de vuestro Padre. En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados (Mt. 10, 29-30).

19. Dios Gobernador. Orden natural, preternatural y sobrenatural

-Orden natural

-Sustancia material

-En la voluntad de sus criaturas racionales

-Orden preternatural

-Dios puede suspender o alterar las leyes físicas

-Orden sobrenatural

-La gracia de dios actúa en los hombres

-Proporciona fuerzas para obrar el bien

-El fin del gobierno de Dios es la glorificación de las criaturas a su creador

-Dios puede actuar sobre la sustancia material aplicándole una forma determinada.

Entonces Yahvéh Dios formó al hombre con polvo del suelo (Gén. 2, 7).

-Dios puede actuar sobre la voluntad de sus criaturas, sean ángeles y hombres.

El corazón del hombre medita su camino, pero es Yahvéh que asegura sus pasos (Prov. 16, 9).

El corazón del Rey es como el agua del canal en mano de Yahvéh, que él dirige a donde quiere (Prov. 21, 1).

Crea en mí, Oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mí renueva (Sal. 50, 12).

...diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que obra todo en todos (1 Cor. 12, 6).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

Pero me dirás: ¿Entonces, de qué se enoja?.

Pues, ¿Quién puede resistir a su voluntad?

Oh hombre, pero, ¿Quién eres tú para pedir cuentas a Dios? (Rom. 9, 19-20).

-Dios puede suspender o alterar cualquiera de las Leyes físicas que el mismo impuso en los elementos de la naturaleza.

Esta suspensión puede afectar a la curación momentánea de enfermedades, a la resurrección de los muertos, a las cosas inanimadas, a las fuerzas de la naturaleza a los demonio y a la predicción de sucesos futuros.

a) -Curación de enfermedades:

...salieron a su encuentro diez hombres leprosos que se pasaron a distancia y, levantado la voz, dijeron: «Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros». Al verlos les dijo: Id y presentaos a los sacerdotes. Y mientras iban quedaron limpios (Lc. 17, 12-14).

b) -Resurrección de muertos:

Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre que era viuda, a la que acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla el Señor, tuvo compasión de ella y le dijo: «No llores» y acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo «Joven, a ti te digo, levántate. El muerto se incorporó y se puso a hablar, y Él se lo dio a su madre» (Lc. 7, 12-15).

c) -Sobre cosas inanimadas:

Les dice jesús: «Llenad las tinajas de agua» y las llenaron hasta arriba. Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala. Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de donde era... (Jn. 2, 7-9).

d) -Sobre fuerzas de la naturaleza:

...y viendo un higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no encontró en ella más que hojas. Entonces dice a la higuera: «Que nunca jamás brote fruto de ti» y al momento se secó la higuera (Mt. 21, 19).

e) -Sobre los demonios:

Aún estaban ellos saliendo, cuando le presentaron un mudo endemoniado. Y expulsado el demonio, rompió a hablar el mudo (Mat. 10, 32).

f) -Sobre predicción de hechos futuros:

La destrucción de Jerusalén:

Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita (Lc. 19, 43-44).

-La gracia de Dios actúa en los hombres de las siguientes maneras:

-Iluminando el entendimiento

-Ayudando a la voluntad

-Excitando las acciones indeliberadas de las facultades sensitivas

-Haciendo uso de los sentidos externos para promover pensamientos y deseos que muevan al bien

a) -Iluminando el entendimiento:

Pues el mismo Dios que dijo: «Del seno de las tinieblas brille la luz», ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo (2 Cor. 4, 6).

b) -Ayudando a la voluntad:

Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no le atrae... (Jn. 6, 44).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que hace crecer (1 Cor. 3, 7).

c) -Excitando las facultades sensitivas:

El Señor le abrió el corazón para que se adhiriese a las palabras de Pablo (Hch. 16, 14).

d) -Haciendo uso de los sentidos externos:

Yo te libraré de tu pueblo y de los gentiles, a los cuales yo te envío, par que les abras los ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios (Hch. 26, 17-18).

-La gracia actual nos proporcionará fuerzas para obrar el bien.

Estas fuerzas pueden ser:

-Físicas y

-Morales.

a) -Fuerzas físicas:

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

b) -Fuerzas morales:

Pues todo lo que queda manifiesto es luz. Por eso dice:

Despierta tú que duermes,

y levántate de entre los muertos,

y te iluminará Cristo (Ef. 5, 14).

-El fin último del gobierno de Dios sobre todas las criaturas del universo es la suprema glorificación de las mismas criaturas a su creador.

Sin una finalidad determinada el agente inteligente de una obra, no se movería a realizar ninguna acción. Es evidente que Dios obra con una intención determinada que no puede ser distinta de Él como fin último absoluto de todas las cosas.

En la Sagrada Escritura, el salmo 148 ofrece una deducción clarísima de que el fin de las criaturas es la glorificación de Dios:

¡Alabad a Yahvéh desde los cielos,

alabadle en las alturas,

alabadle ángeles suyos todos,

todos sus huestes, alabadle!

Alabadle sol y luna,

alabadle todas las estrellas de luz,

alabadle cielos de los cielos,

y aguas que estáis encima de los cielos!

Alaben ellos en nombre de Yahvéh,

pues el ordenó y fueron creados;

él los fijó por siempre por lo siglos,

ley dio que no pasará.

¡Alabad a Yahvéh desde la tierra,

monstruos marinos y todos los abismos,

fuego y granizo, nieve y bruma,

viento tempestuoso que ejecuta su palabra,

Montañas y todas las colinas,

árbol y todas las colinas,

fieras y todos los ganados,

reptil y pájaro que vuela,

reyes de la tierra y pueblos todos,

príncipes y todos los jueces de la tierra,

jóvenes y doncellas también,

viejos junto con los niños!

¡Alaben el nombre de Yahvéh:

porque sólo su nombre es sublime,

su majestad por encima de la tierra y el cielo!

Él exalta el cuerno de su pueblo,

alabanza de todos sus amigos,

de los hijos de Israel, pueblo de sus íntimos (Sal. 148, 1-14).

Este salmo es un verdadero cántico de alabanza de todas las criaturas de la creación visible e invisible, que cumple así el fin para la cual ha sido creada.

20. Ángeles

-Varios sentidos de la palabra «Ángel»

-Existen del Ángeles

-Espíritus puros

-Dios los ha creado

-En el cielo

-Al principio del tiempo

-Inmortalidad e incorruptibles

-Pueden aparecerse

-La Palabra «Angel» tiene varios sentidos en la Sagrada Escritura.

a) -Significa «El Verbo Divino.»

...el Ángel de la alianza que vosotros deseáis, he aquí que viene, dice Yahvéh Sebaot (Mal. 3, 3).

b) -«Juan Bautista.»

Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, el cual te prepará por delante el camino (Mt. 11, 10).

c) -«los sacerdotes».

Pues los labios del sacerdote guardan la ciencia, y la ley se busca en su boca; porque él es el mensajero de Yahvéh Sebaot (Mal. 2, 7).

d) -«los obispos.»

Escribe el Ángel de la Iglesia de Efeso:... (Apoc. 2, 1).

Escriba al Ángel de la Iglesia de Ermina:... (Apoc. 2, 8).

e) -«los profetas.»

Entonces Ageo, el mensajero de Yahvéh, habló así al pueblo,... (Ag. 1, 13).

f) -«espíritus celestes que Dios envía al mundo para anunciar algún mensaje o proteger a los hombres.»

...el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo la nido y a su madre y huye a Egipto; allí estarás hasta que te avise. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle» (Mt. 2, 13).

Aclaración. Esta última es la acepción atribuida en estos textos.

-Existen los Ángeles.

a) -Antes de la cautividad de Babilonia:

Y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardín de Edén querubines... (Gén. 3, 24).

La encontró el Ángel de Yahvéh junto a una fuente de agua en el desierto... (Gén. 16, 7).

Entonces le llamó el Ángel de Yahvéh desde los cielos diciendo: «¡Abraham, Abraham!»... (Gén. 22, 11).

...él enviará su ángel delante de ti... (Gén. 24, 7).

...y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella (Gén. 28, 12).

Se puso en marcha el Ángel de Yahvéh que iba al frente del Ejército de Israel, y pasó a retaguardia (Ex. 14, 19).

b) -Después de la cautividad de Babilonia.

Pero el Ángel del Señor bajó al horno junto a Azarías y sus compañeros... (Dan. 3, 49).

En saliendo encontró a Rafael, el ángel, parado ante él... (Tob. 5, 4).

c) -Nuevo Testamento.

Al sexto mes, fue enviado por dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea... (Lc. 1, 26).

María respondió el Ángel:... (Lc. 1, 34).

Así lo tenía planeado cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y dijo:... (Mt. 1, 20).

Después de ellos se retiraron, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:... (Mt. 2, 13).

Muerto Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo:... (Mt. 2, 19).

Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios diciendo:... (Lc. 2, 13).

...sus ángeles en los cielos ven continuamente el rostro de mi Padre... (Mt. 18, 10).

¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre que pondría al punto a mi disposición más de doce legiones de ángeles? (Mt. 26, 53).

Y he aquí que se le acercaron unos ángeles y le servían (Mt. 4, 11).

-Los Ángeles son espíritus puros, sin cuerpo ni otra materia.

a) -De los ángeles buenos.

¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación? (Hebr.1, 14).

b) -De los ángeles malos.

...él expulsó a los espíritus con su palabra, y sanó a todos los enfermos (Mt. 8, 16).

Aclaración. La Sagrada Escritura nunca hace mención del cuerpo de los ángeles, sino que les designa con la palabra «espíritu», igual que a Dios, a quien siempre designa con este vocablo.

Dios es espíritu,... (Jn. 4, 24).

-Dios ha creado a los Ángeles.

Tú hiciste los cielos, el cielo de los cielos y toda su mesnada,... (Neb. 9, 6).

...porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades, todo fue creado por él y para él... (Col. 1, 16).

-Dios creó a los Ángeles en el cielo.

¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! (Is. 14, 12).

Aclaración. Los Santos Padres interpretan que «Lucero» es el cabeza de los Ángeles.

Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo...» (Lc. 10, 18).

Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con la Serpiente. También la Serpiente y su Ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos (Apoc. 12, 7).

-Dios creó a los Ángeles al principio del tiempo, a la vez que creó al mundo corpóreo.

Es una deducción deducida muy claramente de la Sagrada Escritura.

Pues en seis días hizo Yahvéh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo día descansó (Exod. 20, 11).

-Los Ángeles son inmortales e incorruptibles por su propia naturaleza.

Inmortal es lo que nunca puede perder su propia vida e incorruptible es lo que no puede perder su propia naturaleza.

...ni pueden ya morir, porque son como ángeles y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección (Lc. 20, 36).

Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y para sus ángeles (Mt. 25, 41).

-Aunque los Ángeles no tiene cuerpo, pueden aparecerse a los hombres en forma corporal, tomando circunstancialmente algún cuerpo real o aparente.

a) -3 ángeles se le aparecieron a Abraham en forma humana.

Alzando -Abraham- los ojos miró, y he aquí que tres hombres estaban parados cerca de él (Gén. 18, 2).

b) -2 ángeles hablaron con Lot.

Los dos ángeles llegaron a Sodoma por la tarde...Al verlos, Lot se levantó a su encuentro y postrándose rostro en tierra, dijo: «Ea, señores, por favor, desviaos hacia la casa de vuestro siervo. Hacéis noche, os laváis los pies, y de madrugada seguiréis vuestro camino. «Ellos dijeron: «... (Gén. 19, 1-2).

21. Ángeles. Creados en gracia

-Creados en gracia

-No creados en estado gloria

-Todos los Ángeles han sido creados por Dios con la gracia santificante.

Es una deducción clara del siguiente texto:

Querubín gigante protector te había hecho yo, estabas en el monte santo de Dios, caminabas entre piedras de fuego. Fuiste perfecto en tu conducta desde el día de tu creación, hasta el día en que se halló el mal en ti (Ez. 28, 14-15).

Aclaración. La perfección de los ángeles supone la posesión de la gracia santificante.

-Los Ángeles no fueron creados en estado de gloria o de bienaventuranza sobrenatural.

y lo mismo el atleta; no recibe la corona si no ha competido según el reglamento. Y el labrador que trabaja es el primero que tiene derecho a percibir los frutos (2 Tim. 2, 5-6).

Aclaración. Es propio de la bienaventuranza sobrenatural la perfecta estabilidad en la gracia. Pero muchos ángeles no fueron confirmados en gracia, pues pecaron y se convirtieron en demonios. Por tanto no fueron credos en estado de gloria o bienaventuranza sobrenatural.

22. Ángeles. Seres inteligentes.

-Dotados de inteligencia

-Dotados de entendimiento

-Dotados de voluntad libre y responsable

-Los Ángeles están dotados de inteligencia.

Eras el sello de una obra maestra, lleno de sabiduría, acabado en belleza (Ez. 28, 12).

Fuiste perfecto en tu conducta desde el día de tu creación,... (Ez. 28, 15).

Aclaración. Estos textos se han de entender de Lucifer, según la sentencia común de algunos teólogos y de otros intérpretes, y lo que se afirma de la misma naturaleza intelectual de Lucifer, se afirma también de los demás ángeles.

-Los Ángeles están dotados de entendimiento y de voluntad.

a) -Dotados de entendimiento.

...porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos (Mt. 18, 10).

Aclaración. Los ángeles ven el rostro de Dios, no con la visión ocular puesto que carecen de cuerpo y de sus órganos sensitivos, sino con la visión intelectiva.

b) -Dotados de voluntad.

...Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio;... (2 Pe. 2, 4).

Aclaración. Los ángeles fueron sometidos a una prueba y unos fueron fieles a Dios y otros pecaron, luego están dotados de voluntad.

-La voluntad de los Ángeles esta dotada de un libertad responsables.

Pues si Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron, sino que precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio (2 Pe. 2, 4).

Aclaración. La voluntad libre y responsable es necesaria para poder cometer un pecado. Los ángeles pecaron, luego están dotados de la tal voluntad libre y responsable.

23. Ángeles. Conocimiento

-Ven a Dios presente tal y como es

-Participan de la sabiduría de Dios

-No conocen la vida íntima de Dios

-Ignoraban el plan salvífico de Dios

-Se conocen a sí mismos y a otros seres por especies infundidas por Dios al crearlos

-Los ángeles no conocen los pensamientos ni los deseos ocultos de los hombres

-Los ángeles no conocen los sentimientos ni los planes de los hombres

-No conocen los futuros contingentes

-No conocen los futuros libres

-Los Ángeles del cielo ven a Dios presente, tal y como Él es en sí mismo.

Jesús...dijo: «...porque yo os digo que sus ángeles en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos» (Mt. 18, 3 y 10).

-Los Ángeles participan de la Sabiduría de Dios.

...para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principios y a las Potestades en los cielos,... (Ef. 3, 10).

Aclaración. Por deducción, se podría afirmar que los demás coros angélicos participan también de la sabiduría de Dios.

-Los Ángeles no conoce los misterios de la gracia ni de la vida íntima de Dios.

...nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios (1 Cor. 2, 11).

-Los Ángeles y las demás jerarquías de los principados y potestades de los cielos ignoraban el plan salvífico de Dios.

A mí, el menor de todos los santos, me fue concedida esta gracia: la de anunciar a los gentiles la inescrutable riqueza de Cristo, y esclarecer como se ha dispensado el Misterio escondido desde siglos en Dios, Creador de todas las cosas, para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a la Potestades en los cielos, mediante la Iglesia,... (Ef. 3, 8-10).

...este mensaje que ahora os anuncian quienes os predican el Evangelio, en el Espíritu Santo enviado desde el cielo; mensaje que los ángeles ansían contemplar (1 Pe. 1, 12).

-Los Ángeles no se conocen a sí mismos por percepciones de la propia sustancia ni conocen a otros seres por otras percepciones distintas, sino por especies infundidas inmediatamente por Dios en el momento de su creación.

Eras el sello de una obra maestra, lleno de sabiduría, acabado en belleza (Ez. 28, 12).

Fuiste perfecto en tu conducta desde el día de tu creación... (Ez. 28, 15).

Aclaración. Estos textos se entienden de Lucifer y de los demás Ángeles según la sentencia común de algunos teólogos y de otros intérpretes, que afirman la naturaleza intelectual de los espíritus angélicos. A la perfección de esta naturaleza convienen más el conocimiento de los seres, por especies infundidas por Dios, que por otras percepcionan distintas.

-Los Ángeles no conocen los pensamientos ni los deseos secretos y ocultos de los hombres.

El corazón es lo más retorcido; no tiene arreglo: ¿Quién lo conoce? (Jer. 17, 9).

Yo, Yahvéh, exploro el corazón, pruebo los riñones, para dar a cada cual según su camino, según el fruto de sus obras (Jer. 17, 10).

... -y sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres- ... (2 Cro. 6, 30).

-Los Ángeles no pueden conocer los sentimientos y los planes de los hombres.

...escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, perdona y da a cada uno según sus caminos, pues tú conoces su corazón y sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres (1 Reg. 8, 39).

-Los Ángeles no pueden conocer naturalmente los futuros contingentes y libres con conocimiento cierto e infalible.

Indicadnos las señales del porvenir, y sabremos que sois dioses (Is. 41, 23).

Aclaración. El conocimiento cierto e infalible de los futuros contingentes, es propio y exclusivo de Dios.

-Los Ángeles no conocen los futuros libres no revelados por Dios.

Indicados las señales del porvenir, y sabremos que sois dioses (Is. 41, 23).

Aclaración. El conocimiento de los futuros libres es propio solamente de Dios.

24. Ángeles. Comunicación

-Los ángeles superiores iluminan a los inferiores

-Los ángeles superiores manifiestan las verdades conocidas a los inferiores

-Los ángeles buenos iluminan la inteligencia de los hombres

-Los ángeles hablan entre sí

-Los ángeles y los hombres pueden hablar entre sí

-Los Ángeles superiores iluminan intelectualmente a los inferiores.

Sólo hay un indicio y muy indirecto en los Libros Sagrados.

Pues todo lo que queda manifiesto es luz (Ef. 5, 14).

Aclaración. Luz, referida a cosas espirituales, es la manifestación y aclaración de la verdad para dos fines:

-iluminar la capacidad intelectiva y disponerla así para su mejor función normal,

-desentrañar o pormenizar mejor la verdad.

«Todo lo que queda manifiesto es Luz» se refiere «Todo lo que queda manifiesto» se refiere a los ángeles y a los hombres.

«Es luz» significa la iluminación y disposición de la capacidad intelectiva para su mejor función y la pormenorización o explicación de la verdad a los dispuestos a aceptarla y profundizarla.

El objeto de la iluminación angélica son la verdades ignoradas de la creación material, de la creación del hombre y de la creación de los ángeles.

El sujeto de la misma iluminación son las mismas criaturas angélicas superiores que desentrañan y manifiestan las verdades que son objeto de la iluminación angélica, a las criaturas inferiores que las desconocen.

Las verdades objeto de la iluminación puede referirse:

- En el orden natural al conocimiento de los futuros contingentes, de los pensamientos ocultos y a los secretos de la naturaleza.

- En el orden de la gracia a los medios conducentes a guiar a los hombres por caminos de salvación,

- En el orden angélico a un mayor conocimiento de sus misterios que los superiores manifiestan a los inferiores.

- En el orden de la gloria a una mayor profundización de los bienes fruitivos de la bienaventuranza.

-Los Ángeles superiores manifiestan las verdades conocidas a los Ángeles inferiores.

Sólo hay una insinuación en la Sagrada Escritura.

Unos Ángeles preguntan:

¿Quién es ese rey de gloria? (Sal. 24, 8).

Y otros responden;

Yahvéh, el fuerte, el valiente,

Yahvéh, valiente en la batalla (Sal. 24, 8).

Aclaración. Los Ángeles no conocen los futuros libres no revelados por Dios, pero cuando éstos suceden, los perciben antes los ángeles que están más cerca de Dios y pertenecen a un grado superior.

Estas palabras del Salmo aluden al triunfo de Cristo resucitado y a su entrada en la gloria.

-Los Ángeles buenos pueden iluminar la inteligencia de los hombres.

a) -Así le ocurrió al Patriarca Abraham.

Entonces le llamó el Ángel de Yahvéh desde los cielos diciendo: «Abraham, Abraham!» Él dijo: «Heme aquí.» Dijo el Ángel: «No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que tú eres temeroso de Dios, ya que no mi has negado tu hijo, tu único» (Gén. 22, 11-12).

b) -Así le sucedió a José.

Después que ellos se retiraron. el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto;...» (Mt. 2, 13).

Aclaración. Cada hombre percibe estas iluminaciones angélicas infinidad de veces para aclararle lo que ha de creer y obrar, sin advertir que proceden del ángel custodio.

-Los Ángeles hablan entre sí con lenguaje puramente intelectual.

Unos serafines se mantenían de pie por encima de él... y se gritaban el uno al otro: Santo, santo, santo, Yahvéh Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria. Se conmovieron los quicios y los dinteles a la voz de los que clamaban... (Is. 6, 3-4).

Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena y címbalo que retiñe (1 Cor. 13, 1).

Aunque estos nombran las palabras «voz», «grito», «lengua», pero se usan en sentido figurado como se deduce claramente de la propia naturaleza de los ángeles, que es espíritu sin materia, sin cuerpo, y por lo tanto carece de los órganos de la locución, y su comunicación es promovida por la inteligencia y voluntad, que son las cualidades superiores y características de su naturaleza angélica.

-Los Ángeles y los hombres pueden hablar entre sí.

Entonces Rafael llevó aparte a los dos y los dijo: «Bendecid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los bienes que os ha concedido,... (Tob. 12, 6).

Volvió el ángel que hablaba conmigo y me despertó como a un hombre que es despertado de su sueño. y me dijo: «¿Qué ves?» Dije: «Veo un candelabro todo de oro,...» (Za. 4, 1).

Respondióme el ángel que hablaba conmigo y me dijo: «¿No sabes qué es esto?» Dije: «No, mi señor» (Za. 4, 5).

y entrando donde ella estaba, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo» (Lc. 1, 28).

El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre jesús...» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, pues yo no conozco varón?». El ángel le respondió «El Espíritu Santo vendrá sobre ti,...» (Lc. 1, 30-35).

25. Ángeles. Escala biológica

-Superiores a los hombres

-Superiores a los hombres en poder

-Inferiores a Dios

-Los Ángeles son superiores a los hombres.

¿Quién es el hombre, que te acuerdas de él? ¿O el hijo el hombre, que de él te preocupas? Le hiciste un poco inferior a los ángeles,... (Hebr. 2, 6-7).

-Los Ángeles son superiores a los hombres en poder.

Atrevidos y arrogantes, no temen insultar a las Glorias, cuando los Ángeles, que son superiores en fuerza y en poder, no pronuncian juicio injurioso contra ellas en presencia del Señor (2 Pe. 2, 11).

-Los Ángeles son inferiores a Dios.

Porque fueron creados por él, porque pecaron y porque fueron castigados al infierno.

a) -Porque creados por Dios.

...los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él (Col. 1, 16).

b) -Porque pecaron.

Pues si Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron... (2 Pe. 2, 4).

c) -Fueron castigados al infierno.

...y además que a los ángeles, que no mantuvieron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene guardados con ligaduras eternas bajo tinieblas para el juicio del gran día (Jud. 6).

26. Ángeles. Número

-Grandísimo, sin poderle precisar

-Nueve Coros

-El número de cada coro no consta con exactitud

-El Número de ángeles es grandísimo, sin poder precisar su número.

Miles de millares le servían, miriades de miriades en pie delante de él (Dan. 7, 10).

y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios diciendo: Gloria a Dios en las alturas... (Lc. 2, 13).

¿O piensas que no puedo yo rogar a mi Padre, que pondría al punto a mi disposición más de doce legiones de ángeles? (Mt. 26, 53).

Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miriadas de ángeles,... (Hebr. 12, 22).

Y en la visión oí la voz de una multitud de ángeles alrededor del trono, de los Seres y de los Ancianos. Su número era miriadas de miriadas y millares de millares,... (Apoc. 5, 11).

-Existen nueve jerarquías o coros de Ángeles: Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Virtudes, Potestades, Principados, Arcángeles y Ángeles.

Hay clara referencias de cada uno de ellos en los libros sagrados.

a) -Serafines.

Unos serafines se mantenían de pie por encima de él, cada uno tenía seis alas: con un par se cubrían la faz con otro par se cubrían los pies, y con el otro par aleteaban (Is. 6, 2).

b) -Querubines.

Y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida (Gén. 3, 24).

Miré y vi que sobre el firmamento que estaba sobre la cabeza de los querubines aparecía, semejante a piedra de záfiro, algo así como una forma de trono, por encima de ellos (Ez. 10, 1).

c) -Tronos.

...los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él,... (Col. 1, 16).

d) -Dominaciones.

...los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él,... (Col. 1, 16).

...sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad. Virtud y Dominación,... (Ef. 1, 21).

e) -Virtudes.

...sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud y Dominación,... (Ef. 1, 21).

...para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a la Potestades en los Cielos,... (Ef. 3, 10).

f) -Potestades.

...sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad, Virtud y Dominación,... (Ef. 1, 21).

...para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las Potestades en los Cielos,... (Ef. 3, 10).

g) -Principados.

...sentándole a su diestra en los cielos, por encima de todo Principado, Potestad. Virtud y Dominación,... (Ef. 1, 21).

...para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los Principados y a las Potestades en los cielos,... (Ef. 3,) 10.

Y, una vez despojados los Principados y las Potestades, los exhibió públicamente, incorporándoles a su cortejo triunfal (Col. 2, 15).

h) -Arcángeles.

En cambio el arcángel Miguel, cuando altercaba con el Diablo disputándose el cuerpo de Moisés,... (Judas 9).

i) -Ángeles.

-Al servicio de los hombres.

Se puso en marcha el Ángel de Yahvéh que iba al frente del ejército de Israel,... (Ex. 14, 19).

Clamamos entonces a Yahvéh, y escuchó nuestra voz: envió un ángel, y nos sacó de Egipto (Núm. 20, 16).

En Ángel de Yahvéh subió de Guigal a Betel donde la casa de Israel y dijo: «...y yo os saqué de Egipto y os introduje en la tierra que había prometido a vuestros padres (Jue. 2, 1).

-Al servicio y alabanza de Dios.

y de pronto se juntó con él ángel una multitud del ejército celestial, que alabada a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes se complace» (Lc. 2, 13-14).

-El número de Ángeles de cada coro no consta con exactitud, pero esta formado por una multitud ingente.

Miles de millares le servían, miriadas de miriadas en pie delante de él (Dan. 7, 10).

Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte Sión, a la ciudad de Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miriadas de ángeles, reunión solemne... (Hebr. 12, 22).

Y en la visión oí la voz de un multitud de Ángeles alrededor del trono,... (Apoc. 5, 11).

Aclaración. Si cada coro constase de pocos ángeles, no sería posible formar estos miles de millares que existen ciertamente.

27. Ángeles. Función

-Los coros superiores asisten a Dios

-Cumplidores de los mandatos de Dios

-Dios beneficia a los hombres por medio de los ángeles

-Mensajeros de Dios a los hombres

-Mediadores entre Dios y los hombres

-Tributar a Dios la gloria que se merece

-Inspiran a los hombres consejos convenientes

-Otras funciones

-Los Coros superiores de los Ángeles asisten y sirven a Dios.

Un texto alusivo es el siguiente:

Miles de millares le servían, miriadas de miriadas en pie delante de él (Dan. 7, 10).

Aclaración. los coros superiores de los ángeles contemplan la esencia divina con más claridad y perciben de ella muchos secretos de Dios, acerca de los cuales ilustran a los coros inferiores para que iluminen a los hombres cuando Dios los envía para este fin.

-Los Ángeles son héroes poderosos como cumplidores de los mandatos de Dios.

Bendecid a yahvéh, todos sus ángeles, héroes potestes, agentes de sus órdenes, en cuanto oís la voz de su palabra (Sal. 103, 20).

-Dios hace grandes beneficios a los hombres por medio de los Ángeles.

...y fue enviado Rafael a curar a los dos: a Tobit, para que se le quitarán las manchas blancas de los ojos;... y a Sarra...para entregarla por mujer a Tobías, hijo de Tobit, y librarla de Asmodeo, el demonio malvado (Tob. 3, 17).

Tobías le dijo -al ángel-: «Espérame, joven, que voy a decírselo a mi padre, porque necesito que vengas conmigo;... (Tob. 5, 7).

Partió el muchacho en compañía del ángel, y...acamparon junto al río Tigris. Bajó el muchacho al río a lavarse los pies, cuando saltó del agua un gran pez que quería devorar el pie del muchacho. Este gritó pero el ángel le dijo: «¡agarra el pez y tenlo bien sujeto!» El muchacho se apoderó del pez y lo arrastró a tierra. El ángel añadió: «Abre el pez, sácale la hiel, el corazón y el hígado y guárdatelo;...porque...son remedios útiles» (Tob. 6, 2-5).

De pronto se presentó el Ángel del Señor y la celda se llenó de luz. Le dio el ángel a Pedro en el costado, le despertó y le dijo: «Levántate aprisa.» Y cayeron las cadenas de sus manos (Hch. 12, 7).

...de pronto el ángel le dejó. Pedro volvió en sí y dijo: «Ahora me doy cuenta realmente de que el Señor ha enviado su ángel y me ha arrancado de las manos de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos» (Hch. 12, 10-11).

-Los Ángeles son los mensajeros de Dios a los hombres.

La encontró el Ángel de Yahvéh junto a una fuente de agua en el desierto...y dijo: «Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas?» Contestó ella: «Voy huyendo de la presencia de mi señora Saray.» «Vuelve a tu señora, le dijo el Ángel de yahvéh, y sometedle a ella» (Gén. 16, 7-9).

Los dos ángeles llegaron a Sodoma por la tarde. Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó a su encuentro y postrándose rostro en tierra, dijo: «Ea, señores, por favor, desviaos hacia la casa de vuestro siervo. Hacéis noche, os laváis los pies, y de madrugada seguiréis vuestro camino.» Ellos dijeron: «No; haremos noche en la plaza.» Pero tanto porfió con ellos, que al fin se hospedaron en su casa (Gén. 19, 1-3).

Entonces le llamó el Ángel de Yahvéh desde los cielos diciendo: «Abraham, Abraham!» Él dijo: «Heme aquí.» Dijo el Ángel: «No alargues tu mano contra el niño ni le hagas nada, que ahora ya sé que eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu único» (Gén. 22, 11-12).

Yahvéh...me juró diciendo: «A tu descendencia daré esta tierra, él enviará su Ángel delante de ti, y tomarás de allí mujer para mi hijo...» (Gén. 24, 7).

Jacob se fue por su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios (Gén. 32, 2).

-Los Ángeles ejercen la función de mediadores entre Dios y los hombres.

Y dijo el Ángel de Yahvéh: «Multiplicaré de tal modo tu descendencia, que por su gran multitud no podrá contarse.» Y díjole el Ángel de Yahvéh: «Mira que has concebido, y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque Yahvéh ha oído tu aflicción (Gén. 16, 10-11).

...el Ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del chico en donde está. ¡Arriba!, levanta al chico y tenle de la mano, porque ha de convertirle en un gran nación» (Gén. 21, 17-18).

Entonces le llamó el Ángel de Yahvéh diciendo: «¡Abraham, Abraham!» Él dijo: «Heme aquí.» Dijo el Ángel: «No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que tú eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu único» (Gén. 22, 11-12).

Y él me dijo: «Yahvéh en cuya presencia he andado, enviará su Ángel contigo, y dará éxito a tu viaje, y así tomarás mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre (Gén. 24, 40).

Se puso en marcha en Ángel de Yahvéh que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia (Ex. 14, 19).

He aquí que voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado (Ex. 23, 20).

Clamamos entonces a Yahvéh, y escuchó nuestra voz: envió un ángel, y nos sacó de Egipto (Núm. 20, 16).

He aquí que yo envío a mi mensajero a allanar el camino delante de mí, y enseguida vendrá a su Templo el Señor... (Mal. 3, 1).

¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación? (Hebr. 1, 14).

-La misión principal de los ángeles buenos es tributar a Dios la gloria a que se merece y prestarle el servicio de transmitir a los hombres sus revelaciones y mensajes.

a) -Tributar a Dios la gloria que se merece.

Bendecid a Yahvéh, todos sus ángeles,

héroes potentes, agentes de sus órdenes,

en cuanto oís la voz de su palabra (Sal. 103, 20).

¡alabadle ángeles suyos todos,

todas sus huestes, alabadle! (Sal. 148, 2).

Y se gritaban el uno al otro:

«Santo, santo, santo, Yahvéh Sebaot:

llena está toda la tierra de su gloria» (Is. 6, 3).

Ángeles del Señor, bendecid al Señor,

alabadle, exaltadle eternamente (Dan. 3, 58).

Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: «Y adórenle todos los ángeles de Dios» (Hebr. 1, 6).

Y en la visión oí la voz de una multitud de Ángeles alrededor del trono, de los Seres y de los Ancianos. Su número era miriadas de miriadas y millares de millares, y decían con fuerte voz: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza (Apoc. 5, 11-12).

b) -Transmitir a los hombres sus revelaciones y mensajes.

Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu esposa, porque lo concebido en ella viene del Espíritu Santo...» (Mt. 1, 20).

...el Ángel del Señor, se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; allí estarás hasta que yo te envíe. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle» (Mt. 2, 13).

Muerto Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y marcha a tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño» (Mt. 2, 19-20).

Se le apareció el Ángel del Señor, de pie, a la derecha, se turbó, y el temor se apoderó de él. El ángel dijo: «No temas Zacarías, porque tú petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan;... (Lc. 1, 11-13).

El ángel le dijo: «no temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús (Lc. 1, 30).

El ángel les dijo -a los pastores-: «No temáis pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor;... (Lc. 2, 10).

...el Ángel del Señor...les dijo: «Id, ángel en el Templo y decid al pueblo todo lo referente a esta Vida» (Hch. 5, 19-20).

El Ángel del Señor habló a Felipe diciendo: «Levántate y marcha hacia el mediodía, por el camino que, por el desierto, baja de Jerusalén a Gaza» (Hch. 8, 26).

...el Ángel de Dios...le decía: «Cornelio.» Él...le dijo: Él...le dijo: «¿Qué pasa, Señor?» Le respondió: «Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios...» (Hch. 10, 3-4).

Le dijo el ángel: «Cíñete y cálzate las sandalias.» Así lo hizo. Añadió: «Ponte el manto y sígueme.» Y salió siguiéndole (Hch. 12, 8-9).

-Los Ángeles nos inspiran consejos convenientes y oportunos.

Efectos de la custodia angélica. Inspira consejos.

La encontró el Ángel de Yahvéh junto a una fuente de agua en el desierto -la fuente que haya en el camino el Sur- y dio: «Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas?» Contestó ella: «Voy huyendo de la presencia de mi señora Saray.» «Vuelve a tu señora, le dijo el Ángel de Yahvéh, y sométete a ella» (Gén. 16, 7-9).

-Los Ángeles desempeñan otras diversas funciones: presentar ante Dios las oraciones de los hombres, presentarle también sus buenas obras, iluminar a los hombres para que obren el bien, luchar contra los enemigos que tientan a los hombres, cuidar de los bienes temporales de los hombres.

a) -Presentar ante Dios las oraciones de los hombres.

Otro Ángel vio y se puso ante el altar con un badil de oro. Se le dieron muchos perfumes para que, representando a las oraciones de todos los santos, los ofreciera sobre el altar de oro colocado delante del trono. Y por mano del Ángel subió delante de Dios la humareda de los perfumes que representan a las oraciones de los santos (Apoc. 8, 3-5).

b) -Presentar las obras humanas.

Cuando tú y Sarra hacíais oración, era yo el que presentaba y leía ante la Gloria del Señor el memorial de vuestras peticiones. Y lo mismo hacía cuando enterrabas a los muertos (Tob. 12, 12).

...el Ángel de Dios entraba en su casa y le decía: «Cornelio.» Él le miró fijamente y lleno de espanto dijo: «¿Qué pasa, Señor?» Le respondió: «Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios (Hch. 10, 4).

c) -Iluminar a los hombres para que obren el bien.

...el Ángel de Dios entraba en su casa y le decía; «Cornelio.»...Ahora envía hombre a Joppe y haz venir a un tal Simón, a quien llaman Pedro...Apenas se fue el Ángel que le hablaba,... (Hch. 10, 3-7).

d) -Luchar contra los enemigos que tientan a los hombres.

Acampa el Ángel de Yahvéh en torno a los que temen y los libra (Sal. 34, 8).

Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con la Serpiente. También la Serpiente y sus Ángeles combatieron, pero no prevalieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos (Apoc. 12, 7-8).

e) - Cuidar de los bienes temporales de los hombres.

Partió el muchacho en compañía del Ángel...y acamparon junto al río Tigris. Bajó el muchacho a lavarse los pies cuando saltó del agua un gran pez que quería devorar el pie del muchacho. Éste gritó pero el Ángel le dijo: «¡Agarra el pez y tenlo bien sujeto!» El muchacho se apoderó del pez y lo arrastró a tierra. El Ángel añadió: «Abre el pez, sácale la hiel, el corazón y el hígado y guárdatelo; y tira los intestinos; porque su hiel, su corazón y su hígado son remedios útiles» (Tob. 5, 2-5).

28. Ángeles. Lugar

-Están en un lugar

-Dos o más pueden estar en un mismo lugar

-Los ángeles y los bienaventurados estarán colocados los unos entre los otros

-Pueden moverse localmente

-Pueden mover de lugar los cuerpos

-No ejercen sobre el cuerpo ninguna función vital

-Los Ángeles están en un lugar.

¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la aurora! (Is. 14, 12).

Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo...» (Lc. 10, 18).

También la Serpiente y sus Ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos (Apoc. 12, 8).

-Dos o más Ángeles pueden estar en un mismo lugar.

...él le había dicho: «Espíritu inmundo, sal de este hombre.» Y le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Le contesta: «Mi nombre es Legión, porque somos muchos» (Mc. 5, 8-9).

Aclaración. Lo que se afirma de los demonios, se puede afirmar también de los ángeles, ya que no han cambiado de naturaleza aunque sí de estado.

-Los Ángeles y los Bienaventurados en el cielo estarán colocados los unos entre los otros.

Parece deducirse del siguiente texto:

...ni pueden ya morir, porque son ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección (Lc. 20, 36).

Desde luego, los hombres pueden merecer, mediante los dones de la gracia, tanta gloria que vengan a igualarse con los ángeles en cualquiera de sus grados.

-Los Ángeles pueden moverse localmente.

Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que ángeles de Dios, subían y bajaban por ella (Gén. 28, 12).

Se puso en marcha el Ángel de Yahvéh que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia (Ex. 14, 19).

Y Yahvéh dijo a Satán: «¿De dónde vienes?» Satán respondió a Yahvéh: «De recorrer la tierra y pasearme por ella» (Job 1, 7).

Porque el Ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua;... (Jn. 5, 4).

-Los Ángeles pueden mover de lugar las cosas corporales.

Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del templo y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo...» (Mt. 4, 5).

Este traslado de los cuerpos no trasciende las fuerzas naturales del ángel, y por lo tanto no es un hecho milagroso.

-Los Angeles no informan a la forma corporal o cuerpo que toman accidentalmente para aparecerse, y por tanto no ejercen sobre el ninguno función vital.

Funciones vitales son comer, beber, dormir, etc.

Os ha parecido que yo comía, pero sólo era apariencia (Tob. 12, 19).

Aclaración. El ángel se vale del cuerpo asumido, algo así como el chófer maneja el volante del vehículo que conduce, es decir, sin informarle vitalmente. Sin comunicarle vida.

29. Angeles. Servidores de Jesucristo

-Servidores de Jesucristo, fueron prefigurados en el A. T.

-Jesucristo no tuvo ángel de la guarda

-Fueron servidores de Jesucristo

-Los Angeles sirviendo a Jesucristo en diversos momentos de su estancia en la tierra fueron prefigurados en el Antiguo Testamento.

a) -Los ángeles sirviendo a Jesucristo.

-En Belén.

El ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor,...» (Lc. 2, 10).

-En el desierto.

...porque está escrito:

A sus ángeles te encomendará para que te guarden (Lc. 4, 10).

Te llevarán en sus manos para que no tropiece tu pie en piedra alguna» (Lc. 4, 10-11).

-En la agonía.

Entonces se dirigió un ángel venido del cielo que le confortaba (Lc. 22, 43).

-En la resurrección.

El ángel se apareció a las mujeres y les dijo: «Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado como lo había dicho (Mt. 28, 5-6).

b) -Prefigurados en el Antiguo Testamento.

Jacob tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella (Gén. 28, 12).

-Solamente Cristo, por se superior a todos los Angeles, no tuvo Ángel de la guarda, pero tuvo otros Angeles que le servían como ministros.

y he aquí que se le acercaron unos ángeles y le servían (Mt. 4, 11).

-Algunos Angeles fueron servidores de Cristo en determinados momentos de su vida.

El Ángel les dijo: «no temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es el Cristo Señor (Lc. 2, 10).

Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se le acercaron unos ángeles y les servían (Mt. 4, 11).

Entonces se le apareció un ángel bajado del cielo que le confortaba (Lc. 22, 43).

30. Ángeles. Prueba

-Dios les concedió la gracias santificante

-Puso a los ángeles una prueba

-Consistió probablemente en adorar al Verbo encarnado

-Dios concedió a los Angeles la gracia santificante antes de cometer su pecado.

Vuestro padre es el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este fue homicida desde el principio y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él (Jn. 8, 44).

Aclaraciones.

1ª -La carencia de verdad en los ángeles malos, supone la posesión de la misma verdad en los ángeles buenos.

2ª -En S. Juan, verdad significa los bienes que Cristo nos ha concedido.

...Hijo único lleno de gracia y de verdad (Jn. 1, 14).

No experimento alegría mayor que oír que mis hijos viven según la verdad (3 Jn. 3).

-Dios puso a los Angeles una prueba, antes de recibir el premio o castigo que ahora tienen.

Pues si Dios no perdonó a los Angeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro,... (2ª Pe. 2, 4).

...y además que a los ángeles, que no mantuvieron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene guardados con ligaduras eternas bajo tinieblas... (Jud. 6).

Aclaración. Si los ángeles pecaron y fueron castigados con penas eternas, es porque tuvieron un tiempo de prueba, sin la cual ni pueden merecer ni recibir el premio o el castigo que ahora tienen.

-La prueba a que Dios sometió a los Angeles consistió probablemente en mandarles adorar al Verbo encarnado.

¡Exultad, naciones, con su pueblo, y todos los mensajeros de Dios narran su fuerza! (Dt. 32, 43).

y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios (Hebr. 1, 6).

Aclaración. Unos Angeles obedecieron a Dios y adoraron al Verbo Encarnado; otros le desobedecieron queriendo lograr su felicidad en sí mismo y por sí mismos.

31. Ángeles. Recompensa

-Los ángeles buenos obtuvieron la vida eterna

-La merecieron por las acciones buenas realizadas en gracia

-Los ángeles aumentan su gozo por determinados sucesos ocurridos en la tierra

-Los Angeles buenos obtuvieron la vida Eterna.

...yo os digo que sus ángeles en los cielos ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos (Mt. 18, 10).

Pues en la resurrección, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en el cielo (mt. 22, 30).

Y en la visión oí la voz de una multitud de Angeles alrededor del trono... (Apoc. 5, 11).

-Los Angeles buenos merecieron la gloria o bienaventuranza sobrenatural, mediante acciones buenas realizadas con la gracia santificante.

No hay textos claros en la Sagrada Escritura, por tanto no existe fundamento sólido para afirmar este enunciado, pero se puede deducir del siguiente:

...no recibe la corona si no ha competido según el reglamento (2 Tim. 2, 5).

-Los Angeles son capaces de aumentar su gozo accidental por determinados sucesos que ocurran en la tierra.

Del mismo modo, os digo, se alegran los ángeles de Dios por un sólo pecador que se convierta (Lc. 15, 10).

32. Ángeles. Su pecado

-Los ángeles que pecaron lo hicieron por el mal ejemplo del principal de ellos

-El que pecó primero fue el más excelente de todos

-El pecado fue de soberbia

-Dios halló maldad en los ángeles que pecaron

-Los Angeles que pecaron, lo hicieron por el mal ejemplo y persuasión del principal de ellos.

Es doctrina probable deducida de los siguientes textos:

Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25, 41).

Les prometen libertad, mientras que ellos son esclavos de la corrupción, pues uno queda esclavo de aquel que le vence (2 Pe. 2, 19).

Esto no quita para que todos pecaran simultáneamente, ya que el ángel no necesita tiempo ni para deliberar, ni para elegir ni para consentir.

-El Ángel que primero pecó fue el más excelente de todos.

Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra (Apoc. 12, 4).

Aclaración. Lucifer fue la causa del pecado de los demás ángeles. Su cola (del dragón) arrastró a la tercera parte, no obligándoles al pecado, sino proponiéndoselo.

-El primer pecado de los Angeles fue principalmente de soberbia.

...vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres les venían bien, y tomaron por mujeres a las que preferirían de entre todas ellas (Gén. 6, 2).

Aclaración. Los hijos de Dios cometieron pecados carnales, pero el de los ángeles no pudo ser carnal puesto que, al no tener cuerpo, no pueden cometer los pecados propios de la inclinación natural de la carne.

Los Angeles no constan más que de espíritu, y como nadie puede sentir tendencias que no sean propias de su naturaleza, de aquí que el pecado de los ángeles es relativo a algo propio de la naturaleza espiritual.

Esta peca cuando no observa la norma del ser superior, Dios, se deduce finalmente que el primer pecado de los ángeles no pudo ser otro que el de soberbia.

Subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo (Is. 14, 14).

Aclaración. Lucifer y sus ángeles apetecieron desordenadamente ser semejantes a Dios, siendo bienaventurados consigo mismos y con su propio bien natural, como Dios lo es.

-Dios halló maldad en los Angeles que pecaron.

Si no se fía de sus mismos servidores,

y aún a sus ángeles achaca desvarío.

¡cuánto más a los que habitan estas casa de arcilla,

ellas mismas hincadas en el polvo! (Job 4, 18).

Aclaración. Los «servidores de Dios» son los ángeles. Estos conservan una debilidad radical en su naturaleza, a pesar de estar tan cerca de Dios.

33. Ángeles. Su castigo. Número

-Muchos ángeles pecaron y se convirtieron en demonios

-Fueron condenados

-Los fieles a Dios fueron muchísimos más que los que se revelaron contra Él

-Los precipitados al infierno son una tercera parte

-Muchos Ángeles buenos pecaron y se convirtieron en demonios.

Entonces dirá también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles» (Mt. 25, 41).

Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo...» (Lc. 10, 18).

Pues si Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio;... (2 Pe. 2, 4).

...y además que a los ángeles, que no mantuvieron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene guardados con ligaduras eternas bajo tinieblas para el Juicio del gran Día (Jud. 6).

Quien comete pecado es del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio (1 Jn. 3, 8).

-El Número de los Ángeles que permanecieron fieles a Dios fueron muchísimos más que los que se rebelaron contra Él.

Nada cierto se puede afirmar sobre el número, pero haya un texto en el Apocalipsis que permite esta afirmación de modo probable.

Apareció otra señal en el cielo; una gran serpiente roja con siete cabezas y diez cuernos y sobre sus cabezas siete diademas. Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra (Apoc. 12, 3-4).

-Los Ángeles que desobedecieron a Dios y fueron precipitados y castigados en el infierno son una tercera parte.

No consta claramente en la Sagrada Escritura, pero hay alusión de la cual puede deducirse como probable.

Su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las precipitó sobre la tierra (Apoc. 12, 4).

34. Ángeles. Su castigo

-Su entendimiento entrenebrecido

-Privados de los dones gratuitos recibidos de Dios al crearlos

-No tuvieron oportunidad de hacer penitencia para recuperar su felicidad

-No fueron redimidos

-Fueron precipitados en los abismos del infierno

-Excluidos de la bienaventuranza

-Sufren las penas del infierno

-Padecen dolores intensísimos de orden intelectual y afectivo

-Sus tormentos serán aumentados después del juicio universal

-Lucifer y sus ángeles tienen su entendimiento entenebrecido por su pecado

¿Tú crees que hay un sólo Dios? Haces bien. También los demonios lo creen y tiemblan (Sant. 2, 19).

Aclaración. Los ángeles malos están privados del conocimiento afectivo que produce amor, pero no de la simple aprensión de la verdad.

-Los Ángeles rebeldes fueron privados de todos los dones gratuitos que habían recibido de Dios en el primer instante de su creación.

No existe prueba en la Sagrada Escritura de la cual se pueda deducir esta proposición, pero sí se puede establecer el siguiente argumento basados en la misma:

«Se apartaron de su seguimiento, no comprendieron todos sus caminos» (Job 34, 27).

Es evidente que los que se apartan de Dios por su pecado, se apartan también de los dones gratuitos y sobrenaturales concedidos por Dios, como son: la gracia, las virtudes y los dones del Espíritu Santo. Estos dones son totalmente incompatibles con el pecado mortal y el de los ángeles fue gravísimo.

-Los Ángeles que pecaron no tuvieron posibilidad de hacer penitencia después, para recuperar su felicidad eterna.

Así lo afirman comunmente los teólogos y se basan en las palabras siguientes:

Pues si Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio;... (2 Pe. 2, 4).

Aclaración. La razón por la cual Dios no quiso conceder tiempo de penitencia a los ángeles que pecaron sería, quizás, la misma índole de la voluntad angélica adherida firmemente a los decretos de Dios y la mayor malicia del pecado de los ángeles totalmente deliberado y cometido sin tentación interna ni externa.

-Los Ángeles, después de su pecado, no fueron redimidos por ninguna de las tres personas divinas.

Pues si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el día del Juicio,... (2 Pe. 4).

Aclaraciones. Los ángeles pecaron por malicia; el hombre por fragilidad. Los ángeles pecaron sin causa, y el hombre seducido por la mujer y ésta a su vez por la serpiente. Los puestos que los ángeles que pecaron abandonaron en el cielo podrían ser ocupados por los hombres, pero las de los hombres no podían ser ocupados por ninguna criatura inferior.

-Dios precipitó a los Ángeles que pecaron en los abismos tenebrosos del infierno, con ligaduras eternas.

Pues si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio;... (2 Pe. 2, 4).

...y además que a los ángeles, que no mantuvieron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene guardados con ligaduras eternas bajo tinieblas para el juicio del gran Día (Judas, 6).

-Los Ángeles malos fueron excluidos, inmediatamente después de su pecado, de la bienaventuranza y arrojados al infierno eterno.

Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo» (Lc. 18, 10).

Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25, 41).

...y además que a los ángeles que no mantuvieron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los tienen guardados con ligaduras eternas bajo tinieblas para el juicio del Gran Dios (Iudae. 6).

Y el Diablo su seductor, fue arrojado al lago del fuego y azufre, donde están también la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y noche por lo siglos de los siglos (Apoc. 20, 10).

-Los Ángeles malos sufren ahora las penas del infierno.

Jesús les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo...» (Lc. 10, 18).

Pues si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio;... (2 Pe. 2, 4).

Aclaración. Se deduce claramente que la pena del infierno les fue infligida en tiempo anterior.

-Los Ángeles malos padecen intensísimos dolores de orden intelectual y afectivo.

Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles (Mt. 25, 41).

Estos dolores de orden intelectual y afectivo se deducen con toda claridad del «apartaos de mí...» es decir de la ausencia de Dios; ausencia que les impide poderlo ver y poderlo amar, con lo cual la capacidad de la potencia intelectiva y afectiva quedan sin llenar, es decir, vacías, y este vacío les produce el dolor que se afirma en el enunciado.

-Los tormentos de los demonios serán aumentados accidentalmente después del juicio universal.

Se deja entrever en el siguiente texto:

...vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie podía pasar por aquel camino. Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?» (Mt. 8, 29).

Las causas de los tormentos de los demonios, aumentadas después del juicio final, serían las siguientes:

a) -Ser condenados públicamente,

b) -Ser privados de la libertad de vagar fuera del infierno para tentar a los hombres,

c) -Ser privados de la libertad de dañar a los hombres,

d) -No poder impedir el culto a Dios.

35. Ángeles. Misión

-Dios ordenó que los ángeles asistiesen a los hombres para conseguir su salvación

-Esta es la misión secundaria de los ángeles

-Fueron enviados a ejercer su ministerio en tiempos de Jesucristo

-Algunos son dedicados para custodia de los hombres

-Cada hombre, bautizado o no, tiene asignado su ángel

-Parece que cada colectividad tiene su ángel de la guarda

-Nos libran de los peligros

-Nos libran de todos los males

-Nos proporcionan beneficios innumerables

-También son enviados para otros fines

-Dios ordenó que los Ángeles desempeñasen la función de asistir a los hombres para que consigan su salvación.

He aquí que voy a enviar un ángel delante de ti, para que guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado (Ex. 23, 20).

...que él dará orden sobre ti a sus ángeles de guardarte en todos tus caminos (Sal. 91, 11).

¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación? (Hebr. 1, 14).

-La misión secundaria de los Ángeles buenos es proteger a los hombres y velar por su salvación.

He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado (Ex. 23, 20).

Mi ángel caminará delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos,... (Ex. 23, 23).

Le dijo el ángel: «Partiré con él y o abrigues temor; sanos partimos y sanos regresamos a ti, porque la ruta es segura» (Tob. 5, 17).

Acampa el ángel de Yahvéh

en torno a los que le temen y los libra (Sal. 34, 8).

Pero el ángel del Señor bajó al horno junto a Azarías y sus compañeros, empujó fuera del horno la llama duego, y les sopló, en medio del horno, como un frescor de brisa y de rocío, de suerte que el fuego no los tocó y les causó dolor ni molestia (Dan. 3, 49-50).

Mi dios ha enviado a su ángel, que ha cerrado la boca de los leones y no me han hecho ningún mal, porque ha sido hallado inocente ante él (Dan. 5, 23).

-Los Ángeles fueron enviados a ejercer su ministerio durante la venida y permanencia de Cristo en el mundo.

a) -Para anunciar la concepción.

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con su hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la Virgen era María (Lc. 1, 26-27).

b) -Para comunicar a José el milagro.

...el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José hijo de David, no temas tomar contigo a María tu esposa, porque lo concebido en ella viene del Espíritu Santo (Mt. 1, 20).

c) -Para alabar a Cristo en su nacimiento.

y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace» (Lc. 2, 13).

d) -Para aconsejarle a José su huida a Egipto.

Después que ellos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto...» (Mt. 2, 13).

e) -Para decirle a José que vuelva a Nazaret.

Muerto Herodes, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su Madre, y marcha a tierra de Israel; pues ya han muerto los que buscaban la vida del niño (Mt. 1, 19-20).

f) -Para servir a Cristo después de las tentaciones.

Y he aquí que se le acercaron unos ángeles y le servían (Mt. 4, 11).

g) -Para agitar el agua de la piscina de Bezatá.

Porque el Ángel del Señor bajaba de tiempo en tiempo a la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la aginación del agua, quedaba curado de cualquier mal que tuviera (Jn. 5, 4).

h) -Para confortar a Cristo en su Pasión.

Entonces se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba (Lc. 22, 43).

i) -Para anunciar el mensaje de la resurrección.

Pasado el sábado, al alborear el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. De pronto de produjo un gran terremoto, pues el ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose, hizo rodar la piedra y se sentó encima de ella. Su aspecto era como el relámpago y su vestido blanco como la nieve. Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y quedaron como muertos. El ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: «Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho (Mt. 28, 1-6).

-Alguno Ángeles son dedicados por Dios para custodia de todos y de cada uno de los hombres.

...el Ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos muchachos;... (Gén. 48, 16).

¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación? (Hebr. 1, 14).

-Todos y cada uno de los hombres, estén o no bautizados, tienen asignado sus correspondiente Ángel de la guarda.

...el Ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos muchachos;... (Gén. 48, 16).

En el camino donde voy

me han escondido un lazo (Sal. 142, 4).

Aclaración. En el orden de la vida humana, a todo el que marcha por camino desconocido o peligroso, se le acompaña para librarle de los peligros, y así en el orden angélico, parece congruente que a cada hombre, mientras camina por este mundo, se le asigna un ángel que el guarde y libre de los peligros.

¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación? (Hebr. 1, 14).

Aclaración. Al terminar la custodia de cada hombre por haber llegado éste al término de su vida mortal, parece que Dios no vuelve a encargar al mismo ángel la custodia de otro hombre y hay dos razones:

-Que cada ángel reina con su custodiado en el cielo.

-Que el número de los angeles es incoparablemente mayor que el de los hombres.

En cuanto a los ángeles que fueron custodios de los condenados, nada sabemos de si Dios les encomienda la custodia de otros hombres.

-Cada colectividad tiene su ángel de la guarda.

Así lo aceptan los teólogos y parece se deduce de los siguientes versículos de la Escritura:

El Príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante ventiún días, pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda. Le he dejado allí junto a los reyes de Persia y he venido a manifestarte lo que le ocurrirá a tu pueblo al fin de los días (Dn. 10, 12-14).

Aclaración. El Príncipe de Persia aparece como uno de los Ángeles protectores de las naciones. Miguel es el ángel protector del pueblo de Dios, como consta en:

...surgirá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo (Dn. 12, 1).

-Los ángeles nos libran de los peligros corporales y espirituales. Efectos de la custodia angélica.

1º -Los ángeles nos libran de los peligros corporales.

Le dijo el ángel: «Partiré con él y no abrigues temor; sanos partimos y sanos regresaremos a ti, porque la ruta es segura.» Le respondió Tobit: «Bendito seas, hermano.» Y llamado a su hijo le anunció: «Hijo, prepara la cosas para el camino y emprende la marcha con tu hermano; que el Dios que está en los cielos os proteja allí y os devuelva a mí sanos; y su ángel os acompañe con su protección» (Tob. 5, 17).

También ahora me ha enviado Dios para curarte a ti y a tu nuera Sarra. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor (Tob. 12, 14-15).

2º -Los ángeles nos libran de los peligros espirituales.

a) -ofreciendo a Dios nuestras preces,

Cuando tú y Sarra hacíais oración, era yo el que presentaba y leía ante la Gloria del Señor el memorial de vuestras peticiones...Yo soy Rafael... (Tob. 12, 12).

b) -Incitando al bien con sus locuciones, el Ángel del Señor habló a Felipe diciendo:

«Levántate y marcha hacia el mediodía...» (Hch. 8, 26).

Se puede afirmar que defienden a los moribundos contra los demonios, que acompañan al cielo a los que mueren sin nada que purgar, que iluminan a las almas del purgatorio acerca de la duración de las penas y de los gozos de la gloria.

-Los Ángeles nos libran de todos los males.

...el Ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos muchachos;... (Gén. 48, 16).

-Los Ángeles de la guarda proporcionan a sus custodiados innumerables beneficios espirituales y materiales.

Hay una alusión en la Sagrada Escritura de la cual se pueden deducir múltiples beneficios.

No ha de alcanzarte el mal,

ni la plaga se acercará a tu tienda;

que él dará orden sobre ti a sus ángeles

de guardarte en todos tus caminos (Sal. 91, 10-11).

Aclaración. Pueden deducirse los siguientes beneficios:

-Limitación del poder de los demonios para que no hagan a los hombres todo el mal que quisieran, sino solamente el que Dios les permite para nuestro bien,

-Ofrecimiento a Dios de nuestras oraciones,

-Iluminación de nuestro entendimiento para mejor comprender mejor el bien que nos conviene elegir o la virtud que hemos de practicar,

-Petición a Dios de la ayuda que necesitamos,

-Inspiración de consejos convenientes,

-Asistencia y ayuda a la hora de la muerte,

-Consuelo en el purgatorio,

-Acompañamiento en el cielo como ángeles correinantes.

-Otras veces los Ángeles son enviados por Dios con otros fines determinados.

Se puso en marcha en Ángel de Yahvéh que iba el frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia (Ex. 14, 19).

He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado (Ex. 23, 20).

Enviaré delante de ti un Ángel y expulsaré al Cananeo, al amorreo, al hitita, al perezeo, al jiveo y al yebuseo (Ex. 33, 2).

He aquí que yo envío a mi mensajero a allanar el camino delante de mí,... (Mal. 3, 1).

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José,... (Lc. 1, 26).

El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los agentes de la iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego;... (Mt. 13, 41).

36. Ángeles. Misión - sólo los coros inferiores

-Son enviados sólo los de coros inferiores

-Para custodia de los hombres son enviados los de categoría inferiores

-Los tres arcángeles son designados con nombres que denotan su actuación

-Los tres arcángeles son designados para comunicar los mensajes más importantes o prestarles las ayudas más necesarias

-Hay siete ángeles de los cuales Dios dispone de modo especial

-Los ángeles custodios no se entristecen por los males de sus custodios

-No todos los Ángeles son enviados, sino los de órdenes o coros inferiores.

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret a un virgen... (Lc. 1, 26).

Aclaración. La anunciación de la encarnación del Verbo a la Virgen María es el ministerio divino más elevado y procedía, por tanto, enviar un orden o coro superior. Sin embargo es enviado un arcángel que pertenece a un coro inferior, de donde se deduce que los ángeles enviados son los de coros inferiores. Por excepción Dios puso querubines para guardar el camino del árbol de la vida.

Dios puso delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida (Gén. 3, 24.)

-Los Ángeles enviados por Dios para custodia de los hombres son solamente los de categorías inferiores.

Miles de millares le servían, miriadas de miriadas en pie delante de él (Dan. 7, 10).

De este texto se deduce que hay ángeles que están destinados a servir a Dios y posiblemente a los hombres, y otros a asistir a Dios en el cielo.

Aclaración. El hecho de que solamente los de categorías inferiores son enviados en ministerio sobre los hombres se deduce de que son los que pertenecen a estas categorías inferiores los que constan en la Sagrada Escritura que realizan tales ministerios.

-Los tres Arcángeles son designados con nombres que denotan su actuación propia.

Los nombres son: Miguel, Gabriel y Rafael.

a) -Miguel significa ¿Quién como Dios?

Actúa cuando se trata de una intervención que requiere un poder especial.

Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con la Serpiente. También la Serpiente y sus Ángeles combatieron, pero no prevalecieron y no hubo ya en el cielo lugar para ellos (Apoc. 12, 7-8).

b) -Gabriel significa fortaleza de Dios.

Es enviado para anunciar a Aquel que había de reducir a los Principados y Potestades.

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la Virgen era María (Lc. 26-27).

c) -Rafael significa Medicina de Dios.

Fue enviado para curar al Padre de Tobías.

Rafael iba diciendo a Tobías, mientras se acercaba al Padre: «Tengo por seguro que se abrirán los ojos de tu Padre. Untale los ojos con la hiel del pez, y el remedio hará que las manchas blancas se contraigan y se le caerán como escamas de los ojos. Y así tu Padre podrá mirar y ver la luz» (Tob. 11, 7-8-).

-Los tres Arcángeles, Gabriel, Rafael y Miguel son designados por Dios para comunicar a los hombres los mensajes más importantes o para prestarles las ayudas más necesarias.

a) Gabriel. Anuncia el Misterio de la Encarnación del Verbo en las entrañas inmaculadas de Santa María Virgen.

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, la casa de David; el nombre de la Virgen era María (Lc. 1, 26).

b) -Rafael. Enviado a curar a Tobías y a su nuera Sarra.

También ahora me ha enviado Dios para curarte a ti y a tu nuera Sarra. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes... (Tob. 12, 14).

...fue enviado Rafael a curar a los dos: a Tobit, para que se le quitarán las manchas blancas de los ojos y pudiera con sus mismos ojos ver la luz de Dios; y a Sarra la de Ragüel, para entregarla por mujer a Tobías, hijo de Tobit, y librarla de Asmodeo, el demonio malvado;... (Tob. 3, 17).

c) -Miguel. Enviado a prestar una ayuda importante.

El Príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante veintiún días, pero Miguel uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda (Dan. 10, 13).

-Hay siete Ángeles de los cuales Dios dispone de un modo especial para con sus ministerios con los hombres.

Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor (Tob. 12, 15).

El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena nueva (Lc. 1, 19).

..delante del trono arden siete antorchas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios (Apoc. 4, 5).

Entonces vi...un Cordero degollado; tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios, enviados a toda la tierra (Apoc. 5, 6).

Vi entonces a los siete Ángeles que están en pie delante de Dios;... (Apoc. 8, 2).

Los siete Ángeles de las siete trompetas se dispusieron a tocar. Tocó el primero... (Apoc. 8, 6).

Y oí una fuerte voz que desde el Santuario decía a los siete Ángeles: «Id y derramad sobre la tierra las siete copas del furor de Dios» (Apoc. 16, 1).

Aclaración. Los nombres de dos de ellos son Gabriel y Rafael.

-Los Ángeles custodios no experimentan ninguna tristeza por los males físicos o morales de sus custodiados, ni siquiera por su condenación eterna.

Los ángeles saben muy bien que:

...en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquéllos que han sido llamados según su designio (Rom.8, 28).

Aclaración. Los ángeles no tiene culpa de los condenación de sus protegidos, al contrario, les apartaron de las ocasiones de pecado y les defendieron de tantos peligros, que su condenación se debe solamente a la rebeldía y protervía de permanecer en su pecado. Confirmados así en el mal, por elección y culpa personal, los ángeles no sufren por los males temporales y eternos de sus protegidos, porque no se dejan llevar de un sentimiento de pena, sino de un sentido de estricta justicia.

37. Ángeles. Misión. Los de coros superiores excepcionalmente

-Enviados los ángeles de algunos coros superiores

-Unos Querubines en el paraíso

-Los Ángeles de algunos Coros superiores son también enviados, pero excepcionalmente.

a) -Serafines.

Entonces voló hacia mí uno de los serafines con una brasa en la mano, que con la tenazas había tomado de sobre el altar, y tocó mi boca y dijo: «He aquí que esto ha tocado tus labrios: se ha retirado tu culpa, tu pecado está expirado» (Is. 6, 6-7).

b) -Querubines.

Y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida (Gén. 3, 24).

Los querubines estaban detenidos a la derecha de la Casa cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior. La gloria de Yahvéh se elevó de sobre los querubines hacia el umbral de la Casa ... Y el ruido de las alas de los querubines llegaba hasta el atrio exterior, semejante a la voz de Dios Sadday cuando habla (Ez. 10, 3-5).

-Unos Querubines fueron puestos por Dios en el Paraíso.

y habiendo expulsado al hombre, puso delante del jardín de Edén querubines, y la llama de espada vibrante, para guardar el camino del árbol de la vida (Gén. 3, 24).

Aclaración. Los coros inferiores de los Ángeles y Arcángeles son los enviados normalmente por Dios para intervenir en los asunto de la tierra.

38. Ángeles malos. Su actuación en este mundo. Tentaciones

-El demonio existe

-Es llamado Dios y príncipe de este mundo

-Vagan por la tierra y tientan a los hombres

-Vagan por los aires

-Actúan para conducir a los hombres al mal

-Ejerce su dominio para incitarles al pecado

-Se vale de la mentira

-Son muy audaces

-Su presencia en cada hombre no es continúa, sino en los momentos de tentación

-Tienta a cada uno con aquel vicio al que es más inclinado

-El demonio existe y su presencia entre los hombres es real, personal, no simbólica.

...el enemigo que sembró la cizaña es el Diablo;... (Mt. 13, 39).

Entonces dirán también a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles» (Mt. 25, 41).

Él le dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo...» (Lc. 10, 18).

Jesús respondió: «...Vuestro padre es el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre...» (Jn. 8, 44).

Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las asechanzas del Diablo (Ef 6, 11).

Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe,... (1 Pe. 5, 8).

Pues si Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio;... (2 Pe. 2, 4).

-El Diablo es llamado Dios de este mundo y príncipe de este mundo.

a) -Dios de este mundo.

...nuestro Evangelio está velado...para las incrédulos, cuyas inteligencias cegó el Dios de este mundo... (2 Cor. 4, 4).

b) -Príncipe de este mundo.

...ahora el Príncipe de este mundo será echado abajo... (Jn. 12, 31).

-Hay Demonios que vagan por la tierra y tientan a los hombres.

...vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros y tan furiosos que nadie podía pasar por aquel camino (Mt. 8, 28).

En esto, una mujer cananea, saliendo de aquellos términos, se puso a gritar: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! Mi hija está malamente endemoniada» (Mt. 15, 22).

-Los Espíritus demoníacos vagan por los aires buscando a quienes poder tentar para hacerles caer en la tentación.

De los que se alzan a tu diestra

guárdame como la pupila de tus ojos,

escóndeme a la sombra de tus alas

frente a esos impíos que me acosan (Sal. 17, 8-9).

Novillos innumerables me rodean,

acósanme los toros de Basán;

ávidos abren contra mí sus fauces

leones que desgarren y rugen (Sal. 2, 13-14).

Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie podía pasar por aquel camino (Mt. 8, 28).

En esto una mujer cananea, saliendo de aquellos términos, se puso a gritar: «¡Ten piedad de mí, Señor, hijo de David! mi hija está malamente endemoniada» (Mt. 15, 22).

Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas,... (Mc. 5, 1).

Al saltar a la tierra, vino de la ciudad a su encuentro un hombre, poseído por los demonios, y que hacia mucho tiempo que no llevaba vestido, ni morada en casa, sino en los sepulcros (Lc. 8, 27).

Y vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cales vivisteis en otro tiempo según el proceder de este mundo, según el Príncipe del imperio del aire, el Espíritu que actúa ahora en los rebeldes... (Ef. 2, 2).

Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las asechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas (Ef. 6, 11-12).

Sed sobrios y velad, Vuestro adversario, el Diablo ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resistidles firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos (1 Pe. 5, 8-9).

Aclaración. El aire o atmósfera era para los antiguos el lugar donde habitaban los espíritus demoníacos. El príncipe de este imperio es Satanás.

-Satanás actúa en el mundo y en cada uno de los hombres para seducirlos al mal.

a) -Actúa en el mundo.

Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero yace en poder del Maligno (1 Jn. 5, 19).

Sed sobrinos y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos (1 Pe. 5, 8-9).

b) -Actúa en cada uno de los hombres.

-En Eva.

Dijo, pues Yahvéh Dios a la mujer: «¿Por qué los has hecho?» Y contestó la mujer: «La serpiente me sedujo y comí» (Gén. 3, 13).

-En David.

Alzóse Satán contra Isabel e incitó a David a hacer el censo del pueblo (1 Cro. 21, 1).

-En Jesucristo como hombre.

Jesús, lleno del Espíritu Santo, se volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el diablo durante cuarenta días (Lc. 4, 1-2).

-En Judas.

Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era del número de los Doce; y fue a tratar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia del modo de entregarselo (Lc 22, 3-4).

-El Diablo ejerce su dominio sobre los hombres incitándoles al pecado.

a) -El fratricidio de Caín.

No como Caín, que, siendo del Maligno, mató a su hermano (1 Jn. 3, 12).

b) -La traición de Judas.

Durante la cena, cuando ya el Diablo había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo,... (Jn. 13, 2).

Y, mojando el bocado, lo toma y se lo da a Judas, hijo de Simón Iscariote. Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás (Jn. 13, 27).

c) -La negación de Pedro.

Y el Señor dijo: «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;... (Lc. 22, 31).

d) -La mentira de Ananías.

Pedro le dijo: «Ananías, ¿Cómo es que Satanás llenó tu corazón hasta inducirte a mentir al Espíritu Santo, quedándote con parte del precio del campo?» (Hch. 5, 3).

-Satanás seduce a los hombres al mal valiéndose del disfraz y de la mentira.

a) -Del disfraz.

Y nada tiene de extraño; que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz (2 Cor. 11, 14).

b) -De la mentira.

Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiéreis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal (Gén. 3, 4-5).

Vuestro padre es el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este fue homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira (Jn. 8, 44).

-Los Demonios son muy audaces para tentar a los hombres.

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahvéh había hecho. Y dijo a la mujer. «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?» (Gén. 3, 1).

Alzóse Satán contra Israel, e incitó a David a hacer el censo del pueblo (1 Cro. 21, 1).

Tú que habías dicho en tu corazón: «Al cielo voy a subir, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión, en el extremo norte. Subiré a las alturas del nublado, me asemejaré al Altísimo (Is. 14, 13-14).

Me hizo ver después al sumo sacerdote Josué, que estaba ante el ángel de Yahvéh; a su derecha estaba el Satán para acusarle (Za. 3, 1).

Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan» (Lc. 4, 3).

Es que él había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre; pues en muchas ocasiones se apoderaba de él; le sujetaban con cadenas y grillos para custodiarle, pero rompiendo las cadenas era empujado por el demonio al desierto (Lc. 8, 29).

Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era del número de los Doce (Lc. 22, 3).

Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resistidles firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos (1 Pe. 5, 8-9).

Aclaración. En todos estos textos se manifiesta la audacia Satán para conseguir sus intenciones maliciosas contra los hombres.

-La presencia del demonio a cada hombre para tentarle, no es permanente y continua, sino circunstancia a los momentos de tentación.

No está claramente en la Sagrada Escritura, pero parece desprenderse de ciertos textos.

Jesús le respondió: «Se ha dicho: No tentarás al Señor tu Dios.» Acabado todo género de tentación, el diablo se alejó de él hasta un tiempo oportuno (Lc. 4, 12-13).

Entonces Satanás entró en Judas,... (Lc. 22, 3).

Durante la cena, cuando ya el diablo había inspirado a Judas Iscariote,... (Jn. 13, 2).

Y entonces, tras el bocado, entró en él Satanás (Jn. 13, 27).

-El Demonio no tienta a todos del mismo modo, sino que explora las debilidades interiores del hombre. Para tentarle con aquel vicio al cual comprueba que es más inclinado.

Cada uno es tentado por su propia concupiscencia que le arrastra y seduce (Sant. 1, 14).

39. Ángeles malos. Su actuación. Resistencia del hombre

-Dios permite las tentaciones

-No más de lo que los hombres pueden resistir

-Dios quiere que los hombres las resistan

-El hombre debe resistirlas

-El hombre tiene que librar batalla

-Dos remedios

-Las tentaciones superadas traen grandes bienes

-Las fuerzas que el hombre necesita para superarlas, proceden de Dios

-El diablo huye de quienes le resisten

-Dios promete la recompensa a los vencedores

-Dios permite las tentaciones al hombre en la vida presente para recompensarle con los bienes eternos.

Cuando te levantabas de la mesa sin tardanza, dejando la comida, para esconder un cadáver, era yo enviado para someterte a prueba (Tob. 12, 13).

Y Yahvéh dijo a Satán: «¿De dónde vienes?» Satán respondió a Yahvéh: «De recorrer la tierra y pasearme por ella.» Y Yahvéh dijo a Satán: «¿Te has fijado en mi siervo Job? ¡No hay nadie como él en la tierra: es un hombre cabal y recto, que teme a Dios y se aparta del mal! Aún persevera en su entereza, y bien sin razón me has incitado contra él para perderle.» Respondió Satán a Yahvéh. «¡Piel por piel! ¡Todo lo que el hombre posee lo da por su vida! (Job 2, 2-4).

Aclaración. «Piel por piel», locución proverbial, «Toma y daca».

¿No es milicia lo que haces el hombre por la tierra? (Job 7, 1).

Velad y orad para que no caigáis en la tentación... (Mt. 26, 41).

¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido a los que le aman (Sant. 1, 12).

-Dios no permite que los hombres sean tentados más de lo que cada uno puede resistir.

Y fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito (1 Cor. 10, 13).

-Dios quiere que los hombres vigilen, resistan y se defiendan de las tentaciones del diablo.

a) -Dios quiere que los hombres vigilen.

Sed sobrios y velad. Vuestro adversario el Diablo ronda como león rugiente, buscando a quien devorar (1 Pe. 5, 8).

b) -Dios quiere que los hombres resistan.

Resistidle firmes en la fe (1 Pe. 5, 9).

Someteos pues a Dios; resistid al Diablo y él huirá de vosotros (Sant. 4, 7).

c) -Dios quiere que los hombres se defiendan.

¡En pie!, pues; ceñida vuestra cintura con la verdad y revestidos de la Justicia como coraza, calzados los pies con el Celo por el Evangelio de la paz, embarazando siempre el escudo de la Fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del Maligno (Ef. 6, 14-16).

-El hombre debe de ofrecer resistencia a las tentaciones de Satanás.

Viene entonces y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «Simón, ¿duermes?, ¿ni una hora has podido velar? Velad y orad, para que caigáis en tentación (Mc. 14, 37-38).

Sed sobrios y velad. Vuestro adversario el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe,... (1 Pe. 5, 8-9).

Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y la Palabra de Dios permanente en vosotros y habéis vencido al Maligno (1 Jn. 2, 14).

Aclaración. El vencimiento de las tentaciones se debe de procurar siempre con la vigilancia de los sentidos y la ayuda de la oración.

Velad y orad, para que no caigáis en tentación (Mt. 14, 38).

-El hombre en este mundo tiene que librar batalla contra los dominadores de este mundo en las tinieblas.

Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas (Ef. 6, 12).

Aclaración. Estos espíritus fueron infieles a Dios y quisieron hacer a los hombres esclavos suyos por el pecado.

Y a vosotros que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales vivisteis en otro tiempo según el proceder de este mundo, según el Príncipe del imperio del aire, el Espíritu que actúa ahora en los rebeldes (Ef. 2, 2).

-Los remedios contra las tentaciones son principalmente dos: La vigilancia y la oración. Remedios.

a) -La Vigilancia:

Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá el Señor (Mt. 24, 42).

Los que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad! (Mc. 13, 37).

Velad y orad, para que no caigáis en tentación (Mt. 26, 41).

b) -La oración:

Velad y orad, para que no caigáis en tentación (Mt. 26, 41).

-Las tentaciones y las pruebas bien superadas traen consigo grandes bienes.

...pues Dios les sometió a prueba y les halló dignos de sí;... (Sab. 3, 5).

¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria? (Lc. 24, 26).

Yo os aseguro que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo (Jn. 16, 20).

Es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios (Hch. 14, 22).

Y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados (Rom. 8, 17).

Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible (1 Cor. 9, 25).

Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones (2 Cor. 7, 4).

...y conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunicación en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos (Fil. 3, 10-11).

y lo mismo el atleta; no recibe la corona sino ha competido según el reglamento (2 Tim. 2, 5).

Y todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones (2 Tim. 3, 12).

Cierto que ninguna corrección es de momento agradable sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella (Hebr. 12, 11).

Por lo cual rebosáis de alegría, aunque sea preciso que todavía por algún tiempo seáis afligidos con diversas pruebas, a fin de que la calidad probada de vuestra fe, más preciosa que el oro perecedero que es probado por el fuego, se convierta en motivo de alabanza, de gloria y de honor, en la Revelación de Jesucristo (1 Pe. 1, 6-7).

¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman (Sant. 1, 13).

-Las fuerzas que el hombre necesita para vencer al diablo proceden de Dios.

El Dios que me ciñe de fuerzas,

y hace mi camino irreprochable,

que hace mis pies como de ciervas,

y en las alturas me sostiene en pie,

el que mis manos para el combate adiestra

y mis brazos para tensar arco de bronce (Sal. 18, 33-35).

Para el combate de fuerza me ciñes,

doblegas bajo mí a mis agresores,

a mis contrarios haces dar la espalda,

extermino a los que me odian (Sal. 18, 40-41).

Bendito sea Yahvéh, mi Roca,

que adiestra mis manos para el combate,

mis dedos para la batalla; (Sal. 144, 1).

Pero ¡gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo! (1 Cor. 15, 57).

...ha sido arrojado el acusador de nuestros, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Ellos le vencieron gracias a la sangre del Cordero y a la palabra del testimonio que dieron,... (Apoc. 12, 10-11).

-El Diablo huye de aquellos que le resisten y se acercan a Dios.

Someteos, pues, a Dios; resistid al Diablo y él huirá de vosotros. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros (Sant. 4, 7-8).

-Dios promete la recompensa de la Bienaventuranza eterna a todos aquellos que hubiesen vencido en la lucha contra las tentaciones.

Y lo mismo el atleta; no recibe la corona si no ha competido según el reglamento (2 Tim. 2, 5).

¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman (Sant. 1, 12).

40. Ángeles malos. Otras actuaciones

-Obsesión

-Posesión diabólica

-Morar en los hombres

-Cegar las inteligencias

-Promover tormentos espirituales

-Sobre los animales en tiempos de Jesucristo

-Sucesos prodigiosos

-Cosas sorprendente para inducir los hombres al pecado

-Los demonios pueden además ejercer su acción maliciosa sobre los hombres con la obsesión.

Obsesión es el ataque de satanás que se esfuerza por conquistar un alma para influir en ella su acción maliciosa.

Jesús curó a muchos que adolecían de diversas enfermedades y expulsó a muchos demonios, a quienes no permitió hablar, pues le conocían (Mc. 1, 34).

Al instante gritó el padre del muchacho: «¡Creo, ayuda a mi poca fe!» Viendo Jesús que se agolpaba la gente, increpó al espíritu inmundo, diciéndole: «Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él». Y el espíritu salió dando gritos y agitándole con violencia (Mc. 9, 24-26).

-Los demonios pueden también ejercer su acción maliciosa sobre los hombres mediante la posesión diabólica.

Posesión diabólica es la toma de posesión, por parte de Satanás, del cuerpo de la víctima, para manejarle e inducirle a lo que quiere.

...y le traían todos los pacientes aquejados de enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralíticos y los sanó (Mt. 4, 24.)

Jesús entonces le conminó: «Cállate y sal de él» El espíritu inmundo agitó violentamente al hombre y, dando un grito, salió de él (Mc. 1, 25-26).

Regresaron los setenta y dos alegres, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre» (Lc. 10, 17).

Cansado Pablo, se volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de ella.» Y en el mismo instante salió (Hch. 16, 18).

Aclaración. Los casos de posesión diabólica son muy raros. El diablo no actúa como principio intrínseco de sus actos y movimientos del cuerpo poseído, sino por un dominio violento y exterior a la sustancia del acto.

-Los Ángeles malos pueden morar a veces en los hombres.

Al saltar a tierra, vino de la ciudad a su encuentro un hombre, poseído por los demonios...Jesús le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» El contestó: «Legión»; porque habían entrado en él muchos demonios (Lc. 8, 27 y 30).

Jesús curó a muchos que adolecían de diversas enfermedades y expulsó a muchos demonios, a quienes no permitió hablar, pues le conocían (Mc. 1, 34).

Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados;... (Mc. 1, 32).

-Los demonios pueden cegar las inteligencias de los hombres para impedirles la fe.

y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden, para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el Dios de este mundo para impedir que vean brillar el resplandor del Evangelio... (2 Cor. 4, 3-4).

La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado (2 Tes. 2, 9-10).

Aclaración. la palabra «milagro» significa aquí «hecho sorprendente».

-Los demonios poseen cierta libertad para promover tormentos espirituales a los hombres.

De la humareda salieron langostas sobre la tierra, y se les dio un poder como el que tienen los escorpiones de la tierra (Apoc. 9, 3).

Aclaración. Una de las interpretaciones hace de las langostas el símbolo de los tormentos espirituales provocados por los demonios.

-Satanás ejerció su influjo sobre ciertos animales en el Antiguo Testamento y en tiempos de Jesucristo.

a) -En el Antiguo Testamento.

-Movió la boca de la serpiente para hablar a Eva.

La serpiente...dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?» Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.» Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiéreis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal» (Gén. 3, 1-5).

b) -En tiempos de Jesucristo.

Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos que pacían. Suplicábanle, pues, los demonios: «Si nos hechas, enviadnos a esa piara de puercos.» Él les dijo: «Id» Salieron ellos y entraron en los puercos, y entonces toda la piara se arrojó al mar de lo alto del precipicio, y perecieron en las aguas (Mt. 8, 30-32).

-Los demonios pueden realizar cosas prodigiosas y admirables por su propio poder natural.

Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos (Mt. 24, 24).

Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición, al Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios (2 Thess. 2, 3-4).

La venida del impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar... (2 Thess. 2, 9-10).

Este (el diablo) fue homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él;... (Jn. 8, 44).

Realiza grandes señales, hasta hacer bajar ante la gente fuego del cielo a la tierra; y seduce a los habitantes de la tierra que hagan un imagen en honor de la Bestia... (Apoc. 13, 13).

-Los demonios no pueden hacer milagros, pero sí cosas prodigiosas y sorprendentes que superan las fuerzas humanas, con la intención de inducir a los hombres al pecado.

Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. ¡Mirad que os lo he predicho! (Mt. 24, 24-25).

Vuestro padre es el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este fue homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él;... (Jn. 8, 44).

...según el Príncipe del imperio del aire, el Espíritu que actúa ahora en los rebeldes... (Ef. 2, 2).

La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado (2 Tes. 2, 9-10).

Realiza grandes señales, hasta hacer bajar ante la gente fuego del cielo a la tierra; y seduce a los habitantes de la tierra que hagan una imagen en honor de la Bestia... (Apoc. 13, 13).

Los ángeles malos pueden menos de lo que podrían según su poder natural, puesto que la providencia de Dios los reprime.

Aclaración. Los falsos Cristos y los falsos profetas serán verdaderos demonios o, por lo menos, obrarán en nombre de ellos.

41. Ángeles malos. Término de sus actuaciones

-Los poderes contrarios al Reino de Dios serán destruidos al fin del mundo

-El diablo sufrirá una derrota definitiva el día del juicio universal

-Todos los poderes contrarios al Reino de Dios serán destruidos al fin del mundo.

Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de haber destruido todo Principado, Dominación Potestad (1 Cor. 15, 24).

-El Diablo sufrirá una derrota completa y definitiva en el día del juicio universal.

...Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron, sino que, precipitándose en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio;... (2 Pe. 2, 4).

...y además que a los ángeles, que no mantuvieron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los tiene guardados con ligaduras eternas bajo tinieblas para el juicio del gran Día (Judas, 6).

42. La Magia

-El crimen de la magia existe.

-El crimen de la magia es un intento malicioso del hombre para procurar un daño a los demás, se consiga o no tal daño.

-El crimen de la magia existe.

A la hechicera no la dejarás con vida (Exod. 22, 18).

No os dirijáis a los nigromantes, ni consultéis a los adivinos haciéndoos impuros por su causa. Yo, Yahvéh, vuestro Dios (Lev. 19, 31.)

-La magia es un intento malicioso del hombre con ayuda del demonio para dañar a los demás.

También Faraón llamó a los sabios y a los hechiceros, y también ellos, los sabios egipcios, hicieron con sus encantamientos las mismas cosas (Exod. 7, 11).

Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos (Mt. 24, 24).

Surgirán muchos falsos profetas, que engañarán a muchos (Mt. 24, 11.)

La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar... (2 Ts. 2, 9-10).

Tratado VI

DIOS ENALTECEDOR

1. Dios hace al hombre capaz de dones sobrenaturales

2. Dones concedidos

1. Dios Enaltecedor

-El Hombre posee una capacidad de recibir los dones sobrenaturales

-Es capaz de poseer y gozar los bienes sobrenaturales

-Es capaz de poseer la vida divina

-Dios elevó al hombre al estado sobrenatural

-Así elevado se aproxima al plano de lo divino

-Estos dones sobrenaturales son la gracia, las virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo

-El hombre posee un capacidad receptiva de los dones sobrenaturales.

Dones sobrenaturales son aquellos que exceden y trascienden a los dones propios de la naturaleza humana. (v. gr. la gracia en el hombre).

...nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina... (2 Pe. 1, 4).

Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es (1 Jn. 3, 2).

-Dios ha creado al hombre capaz de poseer y gozar los bienes sobrenaturales.

Los bienes sobrenaturales son fundamentalmente la gracia en esta vida y la gloria en la bienaventuranza eterna.

E irán los justos a la vida eterna (Mt. 25, 46).

...y los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida,... (Jn. 5, 29).

Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo (Jn. 17, 3).

Mas bien, como dice la Escritura, anunciamos: lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman (1 Cor. 2, 9).

Ahora vemos en un espejo, confusamente. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo imperfecto, pero entonces conoceré como soy conocido (1 Cor. 13, 12).

Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejante a Él, porque Le veremos tal cual es (Jn. 3, 2).

-El hombre, además de su vida natural propia de su organismo fisiológico, es capaz de poseer una vida sobrenatural y divina propia de su organismo espiritual, nutrida por la Palabra y por la vida de Dios.

Mas él respondió: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mt. 4, 4).

Entonces Jesús dijo: «...Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia...» (Jn. 10, 10).

-Dios elevó al hombre al estado sobrenatural.

...reinó la muerte desde Adán hasta Moisés... (Rom. 5, 14).

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;... (Rom. 5, 12).

Aclaración. La entrada de la muerte en el mundo y con la muerte la pérdida de los dones sobrenaturales, son señal de que antes los poseyó.

...del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4,24).

-El hombre, elevado a la altura del orden sobrenatural, se aproxima al plano de lo divino.

Y creó Dios al hombre a imagen suya: a imagen de Dios le creó;... (Gén. 1, 27).

¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, el hijo de Adán para que de él te cuides? Apenas inferior a un Dios le hiciste, coronándole de gloria y de esplendor; le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies (Sal. 8, 5-7).

...dióles también poder sobre las cosas de la tierra. De una fuerza como la suya los revistió, a su imagen los hizo (Si. 17, 2-3).

-Los dones sobrenaturales con los que Dios elevó al hombre al orden sobrenatural son: la gracia santificante, las virtudes infusas y los dones del Espíritu Santo.

a) -La gracia santificante.

...nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina,... (2 Pe. 1, 4).

-Por la gracia, el hombre se hace Hijo de Dios.

Había dicho yo: «Vosotros dioses sois, todos vosotros hijos del Altísimo» (Sal. 82, 6).

El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (Rom. 8, 16).

-Por la gracia de Dios, el hombre se hace justo y santo y templo de Dios.

¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16).

¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros,...? (1 Cor. 6, 19).

Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn. 4, 16).

b) -Las virtudes sobrenaturales.

El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo (Rom. 15, 14).

Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, éstas tres (1 Cor. 13, 13).

c) -El Espíritu Santo con sus dones.

...nadie puede decir: «¡Jesús es el Señor! sino por influjo del Espíritu Santo (1 Cor. 12, 3).

A cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro fe, en el mismo Espíritu; a otro, carisma de curaciones, en el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad (1 Cor. 12, 7-11).

2. Dios Enaltecedor. Dones concedidos

-Dios elevó nuestros primeros padres al orden sobrenatural

-Esta elevación fue inmerecida y gratuita

-Adán y Eva poseyeron la gracia santificante

-En el alma de Adán y Eva inhabitaba la Santísima Trinidad

-Poseían el don de la Integridad

-Necesitaban alimentos para conservar la vida

-Poseían el don de la impasibilidad

-Poseían dominio perfecto sobre todos los animales

-Poseían la ciencia infusa

-En el estado de justicia original la naturaleza humana se hubiere transmitido igual que ahora

-Si Adán y Eva no hubiesen pecado no habrían heredado los dones de justicia original

-Dios elevó a nuestros primeros padres Adán y Eva y a todos los hombres al orden sobrenatural.

Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra y sometedla; dominad en los peces del mar, en las aves del cielo y todo animal que serpea sobre la tierra (Gén. 1, 28).

Estaban ambos desnudos, el hombre y la mujer, pero no se avergonzaban el uno del otro (Gén. 2, 25).

Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Pues eres polvo, y al polvo tornarás (Gén. 3, 19).

Yo he venido al mundo para que tengan vida y la tengan abundante (Jn. 10, 10).

La Ley, en verdad, intervino para que abundara el delito; pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia; así lo mismo que el pecado reinó en la muerte, así también reinaría la gracia en virtud de la justicia para vida eterna por Jesucristo nuestro Señor (Rom. 5, 20-21).

Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo (1 Cor. 15, 22).

Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo... (2 Cor. 5, 18).

...revestíos del hombre nuevo, creado según Dios, en la justicia y en la santidad de la verdad (Ef. 4, 24).

Pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud y reconciliar por él y para él todas las cosas, pacificando mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos (Col. 1, 19-20).

Aclaraciones. Del texto Gén. 1, 28, se deduce el trato familiar y amistoso con Dios; del segundo, Gén. 2, 25, que eran tan inocentes que no se avergonzaban de su desnudez; y del tercero, que vivían inmunes de la muerte puesto que se la impuso Dios como castigo de su pecado. Estas tres prerrogativas suponen en el hombre un estado que rebasa la simple naturaleza humana, es decir, el estado sobrenatural.

-La elevación de la naturaleza humana al estado de justicia original fue inmerecida y gratuita.

...porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rom. 5, 5).

...nos ha llamado por su propia gloria y virtud, por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina... (2 Pe. 1, 4).

Aclaración. Si el Espíritu Santo se nos ha dado gratis, asimismo los demás dones que proceden de Él, se nos han dado también gratis.

-Adán y Eva poseyeron la gracia santificante antes del pecado, en el estado de justicia original.

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron... (Rom. 5, 12).

Si por el delito de uno sólo murieron todos ¡Cuánto más la gracia de Dios y el don otorgado por la gracia de un sólo hombre Jesucristo, se han desbordado sobre todos! (Rom. 5, 15).

-En el alma de Adán y Eva, en el estado de justicia original, inhabitada la Santísima Trinidad como en un templo.

Si alguno me ama guardará mi palabra, y mi Padre le amará y vendremos a él haremos morada en él (Jn. 14, 23).

¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16).

Aclaración. Es evidente que estos textos no se refieren sólo a los justos del Nuevo Testamento, sino también a nuestros primeros Padres justos por el estado de justicia original.

-Nuestros primeros Padres poseían el don de la integridad, en el estado de justicia original.

Integridad es la inmunidad de la concupiscencia desordenada.

a) -Antes del pecado.

Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban el uno del otro (Gén. 2, 25).

b) -Después del pecado.

Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera, se hicieron unos ceñidores (Gén. 3, 7).

Dios replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol que te prohibí comer? (Gén. 3, 11).

Aclaración. Si antes del pecado no se avergozaban el uno del otro, y después sí, es porque estaban exentos de cualquier movimiento desordenado de la concupiscencia.

-Adán y Eva, aunque en el estado de justicia original poseían el don de la integridad, sin embargo necesitaban alimentos para conservar la vida.

Dijo Dios: Mirad que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre el haz de la tierra y todo árbol que lleva fruto de semilla; eso os servirá de alimento (Gén. 1, 29).

Aclaración. Dios dio al hombre poder de comer los frutos de la tierra y de todos los árboles del paraíso, y los puso a su disposición para que saciaran su necesidad de alimentarse.

-Adán y Eva poseían el don de la impasibilidad en el estado de justicia original.

Impasibilidad es la inmunidad de todo dolor de alma y cuerpo.

La Sagrada Escritura no lo dice expresamente, pero se puede deducir con bastante claridad de los siguientes textos:

A la mujer le dijo: Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con trabajo parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia y él te dominará (Gén. 3, 16).

...maldito sea el suelo por tu causa; con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la yerba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo pues de él fuiste formado (Gén. 3, 17-19).

Aclaración. Las penas del cuerpo son castigo del pecado, y por lo mismo, antes del pecado no existían en nuestros primeros padres.

-Nuestros primeros Padres poseían un perfecto dominio sobre todos los animales.

Dijo Dios: hagamos el hombre a imagen nuestra, según nuestra semejanza, y dominen en los peces del mar, en las aves del cielo, en los ganados y en todas las alimañas, y en toda sierpe que serpea sobre la tierra (Gén. 1, 26).

...llenad la tierra y someterla; dominad en los peces del mar, en las aves del cielo y en todo animal que serpea sobre la tierra (Gén. 1, 28).

-El primer hombre Adán poseía la ciencia infusa recibida de Dios.

La ciencia que poseía no era adquirida, sino infundida por Dios, y comprendía la ciencia de Dios, de la ley moral, de la naturaleza física de las cosas, de los misterios recónditas de la naturaleza, de las propiedades de los elementos de la creación, etc.

La ciencia infundida por Dios excluye la ciencia angélica, los futuros libres y todo lo que excede al conocimiento humano.

Y Yahvéh formó del suelo todos lo animales del campo y todas las aves del cielo y los llevó ante el hombre para ver como los llamaba, y para que cada ser viviente tuvieses el nombre que el hombre le diera. El hombre puso nombres a todos los ganados, a las aves del cielo y a todos los animales del campo... (Gén. 2, 19-20).

Llamó a los animales por sus nombres después de conocer sus propiedades, lo cual demostraba la ciencia perfecta de la naturaleza de los animales.

Dijo Dios: Mirad que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de la tierra y todo árbol que lleva fruto de semilla: eso os servirá de la alimento (Gén. 1, 29).

Tomó pues Yahvéh Dios al hombre y le dejó en el jardín del Edén, para que lo labrase y cuidase (Gén. 2, 15).

Sobre toda carne impuso su temor para que dominara a fieras y volátiles. Les formó boca, lengua, ojos, oídos y un corazón para pensar. De saber e inteligencia los llenó, les enseñó el bien y el mal. Puso su ojo en sus corazones, para mostrarle la grandeza de sus obras (Si. 17, 4-8).

Aún les añadió el saber, la Ley de vida dióles en herencia (Si. 17, 11).

La ciencia fue infundida por Dios ya que no les dio tiempo de adquirirla con su esfuerzo y experiencia.

-En el estado de justicia original la naturaleza humana se hubiera transmitido también por generación natural, exactamente igual que ahora.

Al presentar Dios la primera mujer al primer hombre, la primera palabra que pronunció sobre ellos: fue ésta:

«Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra y someterla...» (Gén. 1, 28).

De manera que antes de cometer el pecado, instituyó Dios el matrimonio como contrato natural y les mandó que propagaran la especie, que se reprodujeran.

-Si nuestros primeros Padres no hubiesen pecado, los descendientes hubieran heredado los dones del estado de justicia original sobrenaturales y preternaturales.

Se exceptúa el don de sabiduría o ciencia infusa que era estrictamente personal.

y como vieses la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido que igualmente comió. Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores...

...Enemistad pondré entre ti y mujer y entre tu linaje y su linaje... (Gén. 3, 6-7) y (Gén. 3, 15).

...entre ellos vivíamos también nosotros en otro tiempo en medio de las concupiscencias de nuestra carne, siguiendo las apetencias de la carne y de los malos pensamientos, destinados por naturaleza como los demás, a la Cólera... (Ef. 2, 3).

Consta con toda claridad que la pérdida de la justicia original y con ella de los dones sobrenaturales y preternaturales, fue por el pecado de nuestros primeros padres. Por tanto, de no haber pecado, no se hubieran perdido, sino que se hubiesen heredado tales dones.

Tratado VII

EL PECADO ORIGINAL

1. Pecado original

2. Dios Redentor. Decreto

3. La Alianza de Dios con los hombres

4. Consecuencias. Pruebas y tentaciones

5. Consecuencias individuales internas

6. Otras consecuencias individuales

7. Transmisión universal

8. Consecuencias universales

9. Si Adán y Eva no lo hubiesen cometido

10. El pecado venial

11. El pecado mortal

12. Los pecados capitales

1. Pecado Original

-Dios impuso un decreto al hombre

-Existe el pecado original

-No fue por tendencia de la naturaleza ni por tentación, sino por influjo del diablo

-El diablo sedujo Eva con astucia

-El hombre quebrantó el precepto divino

-Inmediatamente se produjo el desorden del pecado en la armonía de la creación

-Dios dictó la sentencia condenatoria y profetizó que la victoria sería suya

-Adán y Eva pecaron mortalmente

-Su pecado fue gravísimo

-Fue de soberbia, de curiosidad, de gula, de desobediencia y de excusa

-Perdieron la santidad, que tuvo sus consecuencias para todos los hombres

-Fueron perdonados

-Dios impuso un decreto al hombre.

Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio» (Gén. 2, 16-17).

-Existe el pecado original.

Mira que en culpa yo nací,

pecador me concibió mi madre (Sal. 50, 7).

Por la mujer fue el comienzo del pecado, y por causa de ella morimos todos (Si. 25, 24).

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron... (Rom. 5, 12).

Si por el delito de uno sólo murieron todos... (Rom. 5, 15).

En efecto, si por el delito de uno sólo reinó la muerte... (Rom. 5, 17).

En efecto, así como por la desobediencia de un sólo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno sólo todos serán constituidos justos (Rom. 5, 19).

...así, los mismo que el pecado reinó en la muerte... (Rom. 5, 21).

-El pecado de Adán y Eva no fue por tendencia ni por tentación de la naturaleza inferior todavía carente de concupiscencia, sino por un influjo externo del diablo representado en la serpiente.

(La serpiente) dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: no comáis de ninguno de los árboles del jardín?» Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios. No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.» Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal» (Gén. 3, 1-5).

-El diablo sedujo a Eva con su astucia.

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que Yahvéh Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles de jardín?» (Gén. 3, 1).

...mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen (Sab. 2, 24).

Pero temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se pervientan vuestras mentes apartándose de la sinceridad (2 Cor. 11, 3).

-El hombre se reveló contra Dios, quebrantando voluntariamente el precepto que le había impuesto y, en consecuencia, el hombre quedó sujeto a toda clase de sufrimientos físicos y morales.

A la mujer le dijo: «Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazas: con trabajo parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominarás.» Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que Yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado...» (Gén. 3, 16-19).

Aclaración. La condena afecta a los culpables en sus actividades esenciales, a la mujer como madre y esposa, al hombre como trabajador.

-Inmediatamente después del pecado de Adán y Eva se produjo la primera manifestación del desorden producido por el pecado en la armonía de la creación.

Y como viene la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió. Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores (Gén. 3, 6-7).

-Dios dictó la sentencia condenatoria contra los primeros prevaricadores y les profetizó que la victoria sería suya y no del tentador.

Entonces Yahvéh dijo a la serpiente:

«Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos del días de tu vida. Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar» (Gén. 3, 14-15).

A la mujer le dijo:

«Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con trabajo parirás los hijos. Hacia tu marido era tu apetencia, y él te dominará» (Gén. 3, 16).

Al hombre le dijo:

«Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornaras» (Gén. 3, 17-19).

Aclaración. «El te pisará la cabeza» indica el primer destello de la salvación, y la victoria del Redentor sobre satanás.

-Adán y Eva, desobedeciendo el precepto divino, pecaron mortalmente.

«...mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio» (Gén. 2, 17).

Aclaración. La gravedad del pecado se deriva de la gravedad de la pena, «morirás sin remedio».

-El pecado de Adán y de Eva fue gravísimo.

Se deduce claramente de los siguientes textos:

a) -De la promulgación solemne del mandato.

Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás,... (Gén. 2, 16-17).

b) -De la gravedad del castigo prometido.

...porque el día que comieres de él, morirás sin remedio (Gén. 2, 17).

c) - De la corrupción de la humanidad, como consecuencia del pecado.

Viendo Yahvéh que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó a Yahvéh de haber hecho al hombre en la tierra,... (Gén. 6, 5-6).

Aclaración. Este pesar de Dios expresa a la manera humana la exigencia de la santidad, que no puede soportar el pecado.

-Adán y Eva cometieron varios pecados en su prevaricación: de soberbia, de curiosidad, de gula, de desobediencia, de excusa.

a) -De soberbia:

Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal (Gén. 3, 4-5).

b) -De curiosidad:

...se os abrirán vuestros ojos y seréis como dioses... (Gén. 3, 5).

c) -De gula:

Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer... (Gén. 3, 6).

d) -De desobediencia:

...así como por la desobediencia de un sólo hombre, todos fueron constituidos pecadores,... (Rom. 5, 19).

e) -De excusa:

Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí» (Gén. 3, 12).

-El primer hombre Adán perdió la santidad y la justicia original por la transgresión del precepto divino, que tuvo su consecuencias para todos los hombres y fueron reparadas por Cristo.

a) -Precepto divino:

Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer, más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio (Gén. 2, 16-17).

b) -Transgresión:

Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr la sabiduría, tomó de su fruto y comió y dio también a su marido que igualmente comió (Gén. 3, 6).

c) -Consecuencias:

En efecto, así como por la desobediencia de un sólo hombre, todos fueron constituidos pecadores (Ef. 5, 19).

d) -Reparación:

Así también por la obediencia de uno sólo (Cristo), todos serán constituidos justos (Ef. 5, 19).

-Adán y Eva fueron perdonados de su pecado y consiguieron la salvación eterna.

Ella protegió al Padre del mundo, al primer hombre formado por Dios, cuando fue creado sólo: ella le levantó de su caída (Sab. 10, 1).

Aclaración. «Ella», es decir, la sabiduría, y, por consiguiente, el conocimiento de los destinos del hombre y de los medios para alcanzarlos.

2. Dios Redentor. Decreto

-Dios decretó la redención de los hombres

-Prometió enviar al Hijo

-Promete el Mesías a Abraham

-Profetizó la victoria de Cristo

-Reveló el nombre del Mesías

-Dios decretó la Redención de los hombres por medio de Jesucristo.

Entonces Yahvéh Dios dijo a la serpiente: «...Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar» (Gén. 3, 15).

-Inmediatamente después del pecado de Adán y Eva Dios prometió enviar a su unigénito Hijo a los hombres para librarlos de los males contraídos por el pecado, y confirmó después varias veces esta promesa.

a) -Prometió enviar a su unigénito Hijo.

«Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar» (Gén. 3, 15).

Aclaración. Es el primer destello de salvación anunciado por Dios a los hombres. «Él te pisará la cabeza...» indica el triunfo de Mesías sobre Satanás.

b) -Confirmó esta promesa varias veces.

Destilad, cielos, como rocío de los alto, derramad, nubes, la victoria. Abrase la tierra y produzca salvación, y germine juntamente la justicia (Is. 45, 8).

Inminente, cercana está mi justicia, como la luz saldrá mi liberación,... (Is. 51, 5).

Así dice Yahvéh: Velad por la equidad y practicad la justicia, que mi salvación está para llegar y mi justicia para manifestarse (Is. 56, 1).

Porque, como una tierra hace germinar plantas y como un huerto produce su simiente, así el Señor Yahvéh hace germinar la justicia y la alabanza en presencia de todas las naciones (Is. 61, 11).

-Dios promete el Mesías a Abraham.

Mas he aquí que la palabra de Yahvéh le dijo: «No te heredará ese, sino que heredará uno que saldrá de tus entrañas» (Gn. 15, 4).

Dijo Dios Abraham: «A Saray, tu mujer, no la llamarás más Saray, sino que su nombre será Sara. Yo la bendeciré, y de ella también te daré un hijo...» (Gén. 17, 16).

-Dios profetizó la victoria final de Jesucristo sobre Satanás.

Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar» (Gén. 3, 15).

Aclaración. «Él te pisará la cabeza», es decir, Jesucristo triunfará sobre el dominio de Satanás.

-Dios Padre reveló el verdadero nombre del Mesías.

a) -En el Jordán.

Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz que venía de los cielos decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco» (Mt. 3, 16).

b) -En el Tabor.

Todavía estaba hablando, cuando un nube luminosa los cubrió, y salió de la nube una voz que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle» (Mt. 17, 5).

3. La Alianza de Dios con los hombres

-La Alianza de Dios con Noé alcanza a toda la humanidad

-La de Jesucristo fue profetizada en el Antiguo Testamento

-La Alianza de Dios con Noé alcanza a toda la humanidad.

Dijo Dios a Noé y a sus hijos con él: «he aquí que yo establezco mi alianza con vosotros y con vuestra futura descendencia, y con toda alma viviente que os acompaña:...» (Gén. 9, 8-10).

-La Nueva Alianza que Jesucristo va a sellar entre Dios y los hombres fue profetizada en el Antiguo Testamento.

He aquí que días vienen -oráculo de Yahvéh- en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de Judá) una nueva alianza;... (Jer. 31, 31).

4. Pecado Original. Consecuencias. Pruebas y tentaciones

-El hombre en esta vida ha de sufrir pruebas de Dios

-Y tentaciones que proceden de su naturaleza y del diablo

-Todo bien procede de Dios y todo mal del pecado

-Las tentaciones nunca proceden de Dios

-El diablo posee cierto dominio sobre los hombres

-Las pruebas de Dios son para purificar al justo

-Dios permite los males para que podamos salvarnos

-Los demonios ignoraban el plan salvífico de Dios

-Confiesan que Jesucristo es Dios

-El hombre, en el estado actual de la vida presente, ha de sufrir pruebas que proceden de Dios.

Después de estas cosas sucedió que Dios tentó a Abraham y le dijo: «¡Abraham, Abraham!» Él respondió: «Heme aquí.» Díjole: «Toma a tu hijo, a tu único a quien amas, Isaac, vete al país de Moria y ofrécele allí en holocausto en uno de los montes, el que yo te diga» (Gén. 22, 1).

Cuando te levantabas de la mesa sin tardanza, dejando la comida, para esconder un cadáver, era yo enviado para someterte a prueba (Tob. 12, 13).

Crisol para la plata, horno para el oro; los corazones, Yahvéh mismo la prueba (Prov. 17, 3).

...pues Dios les prometió a prueba y les halló dignos de sí;... (Sab. 3, 5).

-El hombre, en el estado actual de la vida presente, ha de sufrir tentaciones que proceden de la propia naturaleza y del diablo.

a) -De la propia naturaleza.

¿No es una milicia lo que el hombre por la tierra? (Job 7, 1).

Hijo, si te llegas a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba (Si. 2, 1).

...en realidad, ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí (Rom. 7, 17).

Así pues, soy yo mismo quien con la razón sirve a la ley de Dios, más con la carne, a la ley del pecado (Rom. 7, 25).

Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais (Gál. 5, 17).

¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones que luchan en vuestro miembros? (Sant. 4, 1).

b) -Del diablo.

Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las asechanzas del Diablo (Ef. 6, 11).

...no fuera que el Tentador os hubiera tentado y que nuestro trabajo quedara reducido a nada (1 Tess. 3, 5).

Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe,... (1 Pe. 5, 8).

No temas por lo que vas a sufrir: el Diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de diez días (Apoc. 2, 10.)

-Todo bien procede de Dios y todo mal procede del pecado.

a) -Todo bien procede de Dios.

Toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sobras de rotaciones (St. 1, 17).

b) -Todo mal procede del pecado.

Porque, habiendo venido por un hombre la muerte,... (1 Cor. 15, 21).

Aclaración. Y con la muerte todos los males que a ella conducen y que de ella se derivan.

-Las tentaciones que el hombre ha de sufrir en el estado actual de la vida presente, nunca proceden de Dios.

Ninguno, cuando se vea tentado, diga: Es Dios quien me tienta; porque Dios ni es tentado por el mal ni tienta a nadie (Sant. 1, 13).

-El Diablo posee cierto dominio sobre los hombres por razón del pecado de Adán.

a) -Cristo le llama «Príncipe de este mundo.»

...ahora el Príncipe de este mundo será echado abajo (Jn. 12, 31).

b) -San Pablo le llama «Dios de este mundo.»

...para los incrédulos, cuyas inteligencias cegó el Dios de este mundo para impedir que vean brillar el resplandor del Evangelio,... (2 Cor. 4, 4).

c) -«señor de la muerte»

...para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al Diablo,... (Hebr. 2, 14).

-Las pruebas que Dios permite son el medio de purificación del justo.

Cuando te levantabas de la mesa sin tardanza, dejando la comida, para esconder un cadáver, era yo enviado para someterte a prueba (Tb. 12, 13).

Ruego a los lectores de este libro que no se desconcierten por estas desgracias; piensen antes bien que estos castigos buscan no la destrucción, sino la educación de nuestra raza;... (2 Mac. 6, 12).

Por eso mismo nunca retira de nosotros su misericordia; cuando corrige con la desgracia, no está abandonando a su propio pueblo (2 Mac. 6, 16).

...si es verdad que nuestro Señor que vive, está momentáneamente irritado para castigarnos y corregirnos, también se reconciliará de nuevo con sus siervos (2 Mac. 7, 33).

Tú nos probaste, oh Dios,

nos purgaste, cual se purga la plata;

nos prendiste en la red,

pusiste una correa a nuestros lomos,

dejaste que un cualquiera a nuestra cabeza cabalgara,

por el fuego y el agua atravesamos;

mas luego nos sacaste para cobrar aliento (Sal. 66, 10-12).

Mas, al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo (1 Cor. 11, 32).

-Dios permite males en este mundo para que nos podamos salvan por su misericordia el día del Juicio universal.

Mas, al ser castigados, somos corregidos por el Señor, para que no seamos condenados por el mundo (1 Cor. 11, 32).

Aclaración. «Siendo castigados», es decir, «haciendo penitencia».

-Las potencias del mal o los demonios que reinan en este mundo ignoraban el plan salvífico de Dios.

...una sabiduría de Dios misterios, escondida, destinada por Dios antes de los siglos para gloria nuestra, desconocida de todos los príncipes crucificado al Señor de la Gloria- (1 Cor. 2, 7-8).

-Los demonios confiesan que Jesucristo es el Hijo de Dios.

Y los espíritus inmundos, al verle, caían a sus pies y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios» (Mc. 3, 11).

...un hombre con espíritu inmundo...al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él y gritó con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? (Mc. 5, 2 y 6).

5. Pecado original. Consecuencias individuales internas

-Los hombres nacen sin la vida de Dios

-La condición pecadora del hombre es ingénita

-Las pecados proceden de las tentaciones, del libre albedrío y de la carne

-La vileza de su cuerpo es por su origen por su fin y por las miserias a que está sujeto

-Su egoísmo es la raíz de todos los males

-Existe la concupiscencia en el hombre

-Consecuencia del pecado original

-Son tres

-Los deseos del corazón tienden al mal

-El hombre lleva en sí la inclinación al pecado

-Toda acción contra la ley de Dios brota de los desórdenes internos del hombre

-El apetito sensitivo se revela contra la razón

-El hombre siente en su interior la lucha

-Dos tendencias en el hombre

-El sentido del pudor están vinculados

-Todos los hombres vienen a este mundo sin la vida divina, porque la perdieron en la persona de Adán.

Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo (1 Cor. 15, 22).

-La condición pecadora del hombre es ingénita.

...las trazas del corazón humano son malas desde su niñez,... (Gén. 8, 21).

Mira que en culpa ya nací,

pecador me concibió mi madre (Sal. 51, 7).

-Los pecados de los hombres proceden de las tentaciones del demonio, y también del libre albedrío y de la corrupción de la carne.

Cada uno es tentado por su propia concupiscencia que le arrastra y le seduce (Sant. 1, 14).

-La vileza es la condición corporal del hombre, por su origen, por su fin temporal y por las miserias a que está sujeto.

a) -Por el origen.

Entonces Yahvéh Dios formó al hombre con polvo de suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente (Gén. 2, 7).

...todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo (Qo. 3, 20.)

Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste formado. Porque eres polvo y al polvo tornarás (Gén. 3, 19).

b) -Por su fin temporal.

El hombre, nacido de mujer, corto de días y harto de tormentos. Como la flor, bruta y se marchita, y huye como la sombra sin pararse. Se deshace cual leño carcomido, cual vestido que roe la polilla (Job 14, 1).

Toda carne es hierba y todo su esplendor como flor del campo. La flor se marchita, se seca la hierba,... (Is. 14, 1).

¿Por qué se enorgullece el que es tierra y ceniza? ¡Si ya en vida es su vientre podredumbre! (Si. 10, 9).

c) -Por la miserias a que está sujeto.

A la mujer le dijo:

«Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con trabajo parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencia y él te dominará» (Gén. 3, 16).

Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrijos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo pues de él fuiste tomado (Gén. 3, 17-19).

Aclaración. Esta condena afecta a los culpables en sus actividades esenciales, a la mujer como madre y como esposa, al hombre como trabajador.

-La raíz de todos los males es el egoísmo que tiene su mayor expresión en el afán de dinero.

Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar de él, se extraviaron en la fe y se atormentaron con muchos dolores (1 Tim. 6, 10).

-Existe en el hombre la concupiscencia.

Concupiscencia es una conmoción e ímpetu del ánimo con que el hombre aguijoneado, apetece gustos y placeres prohibidos.

...cada uno es tentado por su propio concupiscencia que le arrastra y le seduce (Sant. 1, 14).

Mas el pecado,...suscitó en mí toda suerte de concupiscencias;... (Rom. 7, 8).

La chusma que se había mezclado con ellos se dejó llevar su apetito (Núm. 11, 4).

Aclaración. La concupiscencia es pecado si hay advertencia plena del entendimiento y consentimiento completo de la voluntad.

-La concupiscencia del hombre y su inclinación al pecado son consecuencias heredadas del pecado original.

¿Quién puede decir: «Purifiqué mi corazón, estoy limpio de mi pecado?» (Prov. 20, 9).

Cierto es que no hay ningún justo en la tierra que haga el bien sin nunca pecar (Qo. 7, 20).

Pues bien, aquí me tienes para discutir contigo eso que has dicho: «No he pecado» (Jer. 2, 35).

Mas el pecado,...suscitó en mí toda suerte de concupiscencias;... (Rom. 7, 8).

...pero advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que está en mis miembros (Rom. 7, 23).

...cada uno es tentado por su propia concupiscencia que le arrastra y le seduce (Sant. 1, 14).

¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones que luchan en vuestros miembros? (Sant. 4, 1).

Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros (1 Jn. 1, 8).

-Las concupiscencias predominantes en el hombre son tres.

Concupiscencia es una conmoción e ímpetu del ánimo con que los hombres aguijoneados apetecen los placeres y gustos contrarios a la Ley de Dios.

Puesto que todo lo que hay en el mundo -la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de riquezas- no viene del Padre, sino del mundo (1 Jn. 2, 16).

Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais (Gál. 5, 17).

Quemaréis las esculturas de sus dioses, y no codiciaréis el oro y la plata que los recubren, ni lo tomarán para ti,... (Deut. 7, 25).

-Los deseos del corazón del hombre tienden hacia el mal.

Viendo Yahvéh que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó a Yahvéh de haber hecho al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón (Gén. 6, 5-6).

...dijo Yahvéh en su corazón: «Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa del hombre, porque las trazas del corazón humano son malas desde su niñez,... (Gén. 8, 21).

-El hombre lleva dentro de sí la inclinación al pecado que es la causa de su iniquidad.

¿Es justo ante Dios algún mortal?

¿ante su hacedor es puro un hombre? (Job 4, 17).

Si no se fía de sus miembros servidores,

y aun a sus ángeles achaca desvarío,

¡cuánto más a los que habitan estas casas de arcilla.

ellas mismas hincadas en el polvo! (Job 4, 18-19).

Job tomó la palabra y dijo:

Bien sé yo, en verdad que es así:

¿Cómo ante Dios puede ser justo un hombre? (Job 9, 2).

Mas ¿quién podrá hacer lo puro de lo impuro?

¡Ninguno! (Job 14, 4).

¿Cómo puede ser puro un hombre?

¿Cómo ser justo el nacido de mujer?

Si, ni en sus santos tiene Dios confianza,

ni los cielos son puros a sus ojos,

¡cuánto menos un ser abominable y corrompido,

el hombre, que bebe la iniquidad como agua! (Job 15, 14-16).

Aclaración. Los «Servidores de Dios» son los mismos ángeles. Si éstos que están tan cerca de Dios conservan una debilidad radical, cuánto más y con mayor razón el hombre carnal y perecedero.

-Toda acción contra la Ley de Dios brota de los desórdenes interiores del corazón del hombre.

Porque de dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. Eso es lo que hace impuro al hombre;... (Mt. 15, 19).

-El apetito sensitivo del hombre se revela contra la razón, en el estado actual de naturaleza caída por el pecado original.

...pues un cuerpo corruptible hace pesada el alma y esta tienda de tierra oprima el espíritu fecundo en pensamientos (Sab. 10, 15).

...puesto que no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero. Y, si hago lo que no quiero, no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí (Rom. 7, 19-20).

Aclaración. El hombre, por el pecado original, no solamente quedó despojado de la justicia original, de la gracia y de los demás dones sobrenaturales, sino que, en el orden natural, el entendimiento quedó obscurecido para entender los misterios de Dios, el libre albedrío debilitado, la voluntad también debilitada, el apetito sensitivo desenfrenado hacia el mal, la memoria derramada, la imaginación inquieta y desasosegada, los sentidos descontrolados para conseguir sus fines, la tendencia generativa mal inclinada y desviada, es decir, muy distinto de como lo creó Dios.

-Como consecuencia del pecado original, el hombre siente en su interior la lucha natural contra las tendencias propias de su naturaleza fisiológica.

...pero advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que está en mis miembros (Rom. 7, 23).

Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais (Gál. 5, 17).

-Existen en el hombre dos tendencias una según el hombre interior acorde con la Ley de Dios y otra contraria a la razón que es la Ley del pecado.

Descubro, pues, esta Ley: en queriendo hacer el bien, es el mal el que se me presente. Pues me complazco en la Ley de Dios según el hombre interior, pero advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que está en mis miembros (Rom. 7, 21-23).

-El sentimiento del pudor y el sentido del pecado están vinculados muy estrechamente.

Pudor es la defensa de la castidad.

a) -Adán y Eva, inmediatamente después de la creación,

Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban uno de otro (Gén. 2, 25).

b) -Después del pecado manifiestan el sentimiento del pudor,

...se dieron cuenta de que estaban desnudos;... (Gén. 3, 7).

y el sentido de culpabilidad.

Adán contestó: «Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí» (Gén. 3, 10).

6. Pecado original. Otras consecuencias individuales

-El hombre expuesto a la lucha

-Todos los hombres cometen pecados personales en su vida

-El trabajo

-Los agentes naturales pueden causar enfermedad

-La muerte del cuerpo

-Es mejor no conocer el camino que retractarse después de conocido

-El hombre no conoce las miserias de su condición

-Los que mueren sólo en pecado original no padecen la pena de sentido en la otra vida

-Los niños o dementes que mueren sin bautismo son sufren tristeza al carecer de la vista de Dios

-El hombre vive expuesto en este mundo a una lucha fuerte contra los enemigos internos y externos, ocasionad por la culpa de Adán.

Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las asechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas (Ef. 6, 11-12).

Sed sobrios y velad. Vuestro adversario el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar (1 Pe. 5, 8).

Someteos, pues, a Dios; resistid al Diablo y él huirá de vosotros (Sant. 4, 7).

Aclaración. «...nuestra lucha no es "tanto" contra la carne y la sangre,...»

...vivíamos también todos nosotros en otro tiempo en medio de las concupiscencias de nuestra carne, siguiendo las apetencias de la carne y de los malos pensamientos,... (Ef. 2, 3).

-Todos los hombres llegan a cometer siquiera alguna vez pecados personales en el transcurso de su vida.

Viendo Yahvéh que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó a Yahvéh de haber hecho al hombre en la tierra y se indignó en su corazón (Gén. 6, 5-6).

Cuando pequen contra ti, pues no hay hombre que no peque,... (1 Reg. 8, 46).

¿Es justo ante Dios algún mortal?

¿Ante su Hacedor es puro un hombre? (Job 4, 17).

¿Cómo será justo un hombre ante Dios?

¿Cómo puro el nacido de mujer? (Job 25, 4).

Si en cuenta tomas las culpas, oh Yahvéh,

¿quién, Señor, se tendrá en pie? (Sal. 130, 3).

...no entren en juicio con tu siervo,

pues no es justo ante ti ningún viviente (Sal. 143, 2).

¿Quién puede decir: «Purifiqué mi corazón,

estoy limpio de mi pequeño?» (Prov. 20, 9).

Cierto es que no hay ningún justo en la tierra que haga el bien sin nunca pecar (Qo. 7, 20).

No reproches al hombre que se vuelve del pecado, recuerda que culpables somos todos (Si, 8, 5).

Entonces, ¿qué? ¿Llevamos ventaja? ¡De ningún modo! pues ya demostramos que tanto judíos como griegos están todos bajo pecado,... (Rom. 3, 9).

-El trabajo el consecuencia del pecado original y castigo que impuso Dios al hombre.

Al hombre le dijo: «Por haber escuchado la voz de la mujer y comido del árbol que yo le había prohibido comer, maldito sea el suelo por tu causa con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado...» (Gén. 3, 17-18).

-Los agentes naturales pueden causar la enfermedad.

a) -La vejez.

Como hubiese envejecido Isaac, y no viene ya por tener debilitados sus ojos, llamó a Esaú... (Gén. 27, 1).

b) -La caída.

...su nodriza le tomó y huyó, pero con la prisa de la fuga, cayó y se quedó cojo.

Se llamaba Meribbaal (2 Sam. 4, 4).

c) -La circuncisión.

Cuando acabó de circuncidarse toda la gente, se quedaron descansando en el campamento hasta que se curaron (Jos. 5, 8).

-Otro efecto del pecado original es la muerte corporal de todos los hombres.

Porque Dios creó al hombre incorruptible, le hizo imagen de su misma naturaleza; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen (Sab. 2, 23).

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron,... (Rom. 5, 12).

Pues el salario del pecado es la muerte,... (Rom. 6, 23).

...y el pecado, una vez consumado, engendra la muerte (Sant. 1, 15).

-Es mejor no conocer el camino de la justicia, que retractarse después de haberlo conocido.

Pues más les hubiera valido no haber conocido el camino de la justicia que, una vez conocido, volverse atrás del santo precepto que les fue trasmitido (2 Pe. 2, 21).

-El Estado de hombre viador es tal que no conoce las miserias propias de su condición, como consecuencia del pecado original.

¡Ay de los que llaman al bien, y al bien mal; que dan obscuridad por luz, y luz por obscuridad; que dan amargo por dulce, y dulce por amargo! (Is. 5, 20).

Aclaración. Se deduce claramente la existencia en el hombre de una tendencia a juzgar erróneamente la bondad o malicia de sus propias acciones.

-Los que mueren solamente con el pecado original no padecen la pena de sentido en la otra vida.

Todo pecado personal es un acto de aversión a Dios y de conversión a la criatura.

a) -Acto de aversión a Dios.

El comienza del orgullo del hombre es alejarse del Señor, cuando de su Hacedor se apartó su corazón (Eclesiástico, 10, 12).

b) -Conversión a las criaturas.

Venid pues, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las criaturas con el ardor de la juventud (Sab. 2, 6).

Aclaración. La pena de sentido corresponde a la conversión desmedida de las criaturas.

En proporción a su jactancia y a su lujo, dadle tormentos y llantos (Apoc. 18, 7).

-Los niños que no tienen uso de razón y los dementes que mueren sin bautismo no son afligidos por ninguna tristeza al carecer de la visión de Dios.

Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que nos nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios» (Jn. 3, 5).

Aclaración. Sin nacer del Espíritu no puede tener conocimiento de Dios, ni de la visión beatifica y nadie sufre por carecer de un bien que desconoce.

7. Pecado original. Transmisión universal

-Transmitido a todos los hombres

-Las consecuencias trasmitidas a todos los hombres

-Heredadas por todos los hombres

-Inaugura el dominio de Satanás sobre todos los hombres

-Todos los hombres pecan en Adán

-El pecado de Adán y Eva fue transmitido a todos los hombres.

Mira que en culpa ya nací, pecador me concibió mi madre (Sal. 51, 7).

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;... (Rom. 5, 12).

Aclaración. Quedan exceptuados Jesucristo y la Virgen María, como queda demostrado en su lugar.

-Las consecuencias del pecado original son transmitidas a todos los hombres.

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;... (Rom. 5, 12).

Pues el salario del pecado es la muerte;... (Rom. 6, 23).

Aclaración. Junto con el don de la inmortalidad, en virtud del cual, después de una permanencia más o menos larga en el paraíso terrenal, hubiera sido traspasado al cielo sin pasar por el trance angustioso de la muerte, fue perdido también el don de integridad, en virtud del cual el hombre poseía el pleno control y dominio sobre sus pasiones, y el de impasibilidad, que le hacía invulnerable al dolor en cualquiera de sus manifestaciones físicas o morales.

-Las consecuencias de la culpa original son heredadas por todos los hombres.

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;... (Rom. 5, 12).

Aclaración. Aunque el pecado original fue cometido personalmente por nuestros primeros padres, en ellos estábamos todos incluidos -como las ramas del árbol lo están en su semilla- y, de algún modo, todos pecamos en ellos.

...y así la muerte alcanzó a todos los hombres por cuanto todos pecaron;... (Rom. 5, 12).

-El pecado original inaugura el dominio misterioso de Satanás sobre los hombres.

Entonces Yahvéh dijo a la serpiente: «...Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tu su calcañar» (Gén. 3 15).

Aclaración. El texto hebreo anuncia una hostilidad entre la raza de la serpiente y la de la mujer.

-Todos los hombres pecamos en Adán y por el pecado de él entraron el pecado y la muerte de los hombres en el mundo.

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron;... (Rm. 5, 12).

En efecto, así como por la desobediencia de un sólo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno sólo, todos serán constituidos justos (Rom. 5, 18).

8. Pecado original. Consecuencias universales

-Dos Imperios el de Cristo y el de Satán tratan de vencerse

-Causa grandes males a todos los hombres

-La perversión del poder en la convivencia humana

-El «fomes peccati»: las penalidades que ha de sufrir y la exclusión del paraíso

-La maldad de los hombres extendida por la tierra, antes del diluvio

-Extendida también después del diluvio

-Grandes tribulaciones

-La tribulación del fin del mundo será la más grande

-La seducción de las concupiscencias obstaculizan el fruto de la palabra de Dios

-La perseverancia en la gracia es difícil

-La mayoría de los hombres no se relacionan con Dios

-La fornicación abundaba en tiempos de los profetas

-El mundo sumergido en el mal

-Dos «Imperios»: El de Cristo y el de Satán tratan de vencerse el uno al otro.

a) -Dos «imperios.»

¿Que unión entre la luz y las tinieblas?

¿Qué armonía entre Cristo y Beliar? (2 Cor. 6, 14-15).

Él nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor, en quien tenemos la redención: el perdón de los pecados (Col. 1, 12-13).

b) -Tratan de vencerse.

Dijo Jesús a los sumos sacerdotes...: «Estando yo todos los días en el Templo entre vosotros no me pusisteis las manos encima; pero esta es vuestra hora y el poder de las tinieblas» (Lc. 22, 53).

-El pecado original viene originado grandes males a todos y a cada uno de los hombres.

a) -A Eva.

A la mujer le dijo: «Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con trabajo parirás los hijos. Hacia tu marido irá tu apetencias, y él te dominará (Gén. 3, 16).

b) -A Adán.

Al hombre le dijo: «... maldito sea el suelo por tu causa: con fatiga sacarás de él el alimento todos los días de tu vida. Espinas y abrojos te producirá, y comerás la hierba del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás» (Gén. 3, 17).

c) -A todos los hombres.

Viendo Dios que la maldad del hombre cundía en la tierra, y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó a Yahvéh de haber hecho al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón. Y dijo Yahvéh: «Voy a exterminar de sobre la haz del suelo al hombre que he creado, -desde el hombre hasta los ganados, las sierpes, y hasta las aves del cielo- porque me pesa haberlos hecho» (Gén. 6, 5-7).

Dijo, pues, Dios a Noé: «He decidido acabar con toda carne, porque la tierra está llena de violencias por culpa de ellos. Por eso, ha aquí que voy a exterminarlos de la tierra (Gén. 6, 13).

Se asoma Yahvéh desde los cielos

hacia los hijos de Adán,

por ver si hay un sensato,

alguien que busque a Dios.

Todos están descarriados,

en masa pervertidos.

No hay nadie que haga el bien,

ni uno siquiera (Sal. 14, 2-3).

Aclaración. «El pesar de Yahvéh» expresa a la manera humana la exigencia de su santidad, que no puede soportar el pecado. «El arrepentimiento de Dios» significa el apaciguamiento de su cólera y la cancelación de su amenaza.

Puede que oigan y se torne cada cual de su mal camino, y yo me arrepentiría del mal que estoy pensando hacerles por la maldad de sus obras (Jer. 26, 3).

-El pecado original es causa de la perversión del poder en la convivencia humana.

a) -Por el dominio del hombre sobre la mujer.

Prefiero convivir con león o dragón a convivir con mujer mala (Prov. 25, 16).

Por la mujer fue el comienzo del pecado, y por causa de ella morimos todos (Prov. 25, 24).

b) -Por la concepción fuerte de la autoridad paterna.

No ahorres corrección al niño, que no va a morir porque le castigues con la vara. Con la vara le castigarás y librarás su alma del seol (Prov. 23, 13-14).

c) -Por la institución humana de la esclavitud,

Haz trabajar al siervo, y encontrarás descanso, deja libres sus manos y buscará la libertad. Yugo y riendas doblegan la cerviz, al mal criado torturas e inquisiciones. Mándale trabajar para que no esté ocioso, que mucho mal enseñó la ociosidad (Si. 33, 26-28).

d) -Por el poder opresivo y alienador del dinero.

El rico agravia y encima se envalentona, el pobre es agraviado y encima ha de excusarse (Si. 13, 3).

e) - Por el poder político.

En un país sujeto al poder de un malvado, él pone un velo en el rostro de sus jueces: si no es él, ¿Quién puede ser? (Job 9, 24).

-Los efectos del pecado original en esta vida son el «Fomes peccati» y las penalidades que ha de sufrir; y en la otra la exclusión eterna del paraíso.

a) -En esta vida:

1º -El «Fomes peccati».

Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos;... (Gén. 3, 7).

Aclaración. Se refiere al despertar de la concupiscencia, primera manifestación del desorden que el pecado ha introducido en la armonía de la creación.

2º -Las penalidades.

-La muerte.

«...del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio» (Gén. 2, 17).

-Los dolores en el parto de la mujer.

...con trabajo parirás los hijos (Gén. 3, 16).

-Los trabajos de la vida.

Con el sudor de tu rostro comerás el pan,... (Gén. 3, 19).

-Los dolores y contrariedades.

Espinas y abrojos te producirá,... (Gén. 3, 18).

b) -En la otra vida:

1º -La exclusión eterna del paraíso, a no ser que el pecado original se haya perdonado antes de la muerte.

Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).

Aclaración. De la suerte final de los niños que mueren sin bautismo, se hace referencia en el apartado de «el limbo».

-Después del pecado de Adán, la maldad de los hombres iba extendiéndose por toda la tierra.

Caín dijo a su hermano Abel: «Vamos afuera» y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató (Gén. 4, 8).

Dios miró a la tierra, y he aquí que estaba viciada, porque toda carne tenía una conducción viciosa sobre la tierra (Gén. 6, 12).

Yahvéh dijo a Noé: «Entra en el arca tú y toda tu casa, porque tú eres el único justo que he visto en esta generación (Gén. 7, 1).

¡Salva, Yahvéh, que ya no hay fieles, ha huido la verdad de entre los hombres! (Sal. 12, 3).

Todos ellos están descarriados, en masa pervertidos. No hay nadie que haga el bien, ni uno siquiera (Sal. 14, 3).

-Después de diluvio universal, la maldad de los hombres volvió a extenderse por toda la tierra.

Que no hay en su boca lealtad, en su interior, tan sólo subversión; sepulcro abierto es su garganta, melosa muévese su lengua (Sal. 5, 10).

De fraude y perfidia está llena su boca, bajo su lengua sólo malicia e iniquidad (Sal. 10, 17).

Falsedad sólo dicen, cada cual a su prójimo, labios de engaño, lenguaje de corazones dobles (Sal. 12, 2).

Todos ellos están descarriados, en masa pervertidos, no hay nadie que haga el bien, ni uno siquiera (Sal. 14, 3).

Sus obras son obras inicuas y acciones violentas hay en sus manos. Sus pies corren al mal y se apresuran a verter sangre inocente. Sus proyectos inicuos, destrucción y quebranto en sus caminos. Camino de paz no conocen, y derecho no hay en sus pasos. Tuercen sus caminos para provecho propio, ninguno de los que por ellos pasan conoce la paz (Is. 59, 6-8).

-Han surgido grandes tribulaciones durante el decurso de la historia bíblica.

La langosta invadió todo el país de Egipto y se posó en todo el territorio egipcio, en cantidad tan grande como nunca había habido antes tal plaga de langosta ni la habrá habido después. Cubrieron toda la superficie del país hasta obscurecer la tierra (Ex. 10, 14-15).

Aclaración. «Obscurecer la tierra» significa «devastándolo todo.» según la Vulgata.

Y se elevará en todo el país de Egipto un alarido tan grande como nunca lo hubo ni lo habrá (Ex. 11, 6).

Jamás se hizo debajo del cielo entero nada semejante a lo que hizo él en Jerusalén, conforme está escrito en la Ley de Moisés, hasta el punto de que llegamos a comer uno la carne de su propio hijo, otro la carne de su propia hija (Bar. 2, 2-3).

Con la muerte de Judas asomaron los sin Ley por todo el territorio de Israel y levantaron cabeza todos los que obraban la iniquidad. Hubo entonces un hambre extrema y el país se pasó a ellos. Báquides escogió hombres impíos y los puso al frente del país. Se dieron éstos a buscar con toda suerte de pesquisas a los amigos de Judas y los llevaban a Báquides, que les castiga y escarnecía. Tribulación tan grande no sufrió Israel desde los tiempos en que dejaron de aparecer profetas (1 Mac. 9, 23-27).

Se produjeron relámpagos, fragor de truenos y un violento terremoto, como no lo hubo desde que existen hombres sobre la tierra,... (Apoc. 16, 18).

-La tribulación que sobrevendrá al fin del mundo será la más grande de todos los tiempos.

Porque habrá entonces una tribulación tan grande como no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni la volverá a haber (Mt. 24, 21).

Porque aquellos días habrá una tribulación como no la hubo igual desde el principio de la creación, que hizo Dios, hasta el presente, ni la volverá a haber (Mc. 13, 19).

-La seducción de las riquezas y de las concupiscencias y las preocupaciones por los negocios materiales obstaculizan el fruto de la palabra de Dios.

El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y queda sin fruto (Mt. 13, 22).

Y otros son los sembrados entre los abrojos; son los que oyen la Palabra, pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra y queda sin fruto (Mc. 4, 18-19).

-La perseverancia en el estado de gracia es difícil en el estado actual de naturaleza caída.

a) -Porque tenemos este tesoro en vasos frágiles.

Pero llevamos este tesoro en vasos de barro... (2 Cor. 4, 7).

b) -Por la actuación del Diablo en el mundo.

Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda, como león rugiente, buscando a quien devorar (1 Pe. 5, 8).

c) -Por los vicios que circundan e influyen en la conducta del hombre.

Puesto que todo lo que hay en el mundo -la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de las riquezas- no viene del Padre, sino del mundo (1 Jn. 2, 16).

-Después del pecado original, la inmensa mayoría de los hombres corrompidos no se relacionaban con Dios.

Dice en su corazón el insensato:

«¡No hay Dios!»

Corrompidos de conducta abominable,

no hay quien haga el bien (Sal. 14, 1).

...porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en vanos razonamientos y su insensato corazón entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos (Rom. 1, 21-22).

...no viváis como viven los gentiles, según la vaciedad de su mente, sumergido su pensamiento en las tinieblas y excluidos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su cabeza, los cuales habiendo perdido el sentido moral, se entregaron al libertinaje, hasta practicar con desenfreno toda suerte de impurezas (Ef. 4, 17-19).

Y a vosotros, que en otro tiempo fuisteis extraños y enemigos, por vuestros pensamientos y malas obras, os ha reconciliado ahora, por medio de la muerte en su cuerpo de carne, para presentaros santos, inmaculados e irreprensibles delante de él (Col. 1, 21-22).

-El pecado de fornicación abundaba muchísimo en la tierra en tiempos de los profetas del Antiguo Testamento.

Porque de fornicadores se ha henchido la tierra. (Por causa de ellos se ha enlutado la tierra, se han secado los pastos de la estepa).

Se ha vuelto la carrera de ellos mala y su esfuerzo no recto... -oráculo de Yahvéh- (Jer. 23, 10).

-El mundo está sumergido en el mal.

Mundo es aquí el ambiente anticristiano que se respira entre las gentes que viven olvidadas de Dios y entregadas a los atractivos materiales de la vida.

¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene! (Mt. 18, 7).

Puesto que todo lo que hay en el mundo, -la concupiscencia de la carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de las riquezas- no viene del Padre, sino del mundo (1 Jn. 2, 16).

Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero yace en poder del maligno (1 Jn. 5, 19).

9. Pecado original. Si Adán y Eva no lo hubiesen cometido

-No hubiesen experimentado el desorden de la concupiscencia

-Todos hubiésemos nacido con la gracia santificante

-No hubieran muerto

-Las leyes de transmitir la vida servían las mismas

-Hubiesen permanecido en estado de inocencia y Eva hubiese dado a luz sin dolor

-Si Adán no hubiere pecado y Eva sí, los hombres no hubiesen contraído el pecado original y si Adán hubiese pecado y Eva no, los hombres lo hubiesen heredado

-Adán y Eva no hubiesen experimentado el desorden de la concupiscencia, si no hubiesen pecado.

Concupiscencia es la alteración de las facultades sensitivas que apetecen lo que les causa placer, antes de que la razón lo advierta, o contra ella después de advertirle.

a) -Antes del pecado.

Estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban el uno del otro (Gén. 2, 25).

b) -Después del pecado.

Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores (Gén. 3, 7).

-Si Adán no hubiese pecado, todos los hombres hubiésemos nacido con la gracia santificante, libres de la concupiscencia y de la muerte.

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron,... (Rom. 5, 12).

Porque, habiendo venido por un hombre la muerte,... (1 Cor. 15, 21).

-Adán no hubiera muerto si no hubiera pecado.

Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol de jardín puedes comer, más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás son remedio» (Gén. 2, 16).

Al hombre le dijo: Por haber escuchado la voz de tu mujer y comido del árbol del que yo te había prohibido comer...con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado, porque eres polvo y al polvo tornarás (Gén. 3, 17-19).

Aclaración. Se amenaza a Adán con la muerte en el caso de que cometa pecado de desobediencia y una vez que lo cometió se le asegura que morirá. Por tanto, la muerte fue consecuencia de su pecado.

-Si Adán y Eva hubiesen permaneció en estado de inocencia, las leyes de la transmisión de la vida hubiesen sido las mismas, pero sin el desorden de la concupiscencia.

Y los bendijo y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla (Gén. 1, 28).

Aclaración. El desorden de la concupiscencia fue consecuencia del pecado.

Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos;... (Gén. 3, 7).

-Si Adán y Eva hubiesen permanecido en estado de inocencia, Eva hubiese dado a luz a sus hijos sin dolor.

A la mujer le dijo: «Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos: con trabajo parirás los hijos (Gén. 3, 16).

Aclaración. Es evidente que los dolores del parto son consecuencia del pecado original.

-Si Adán no hubiese pecado y Eva sí, los descendientes no hubiesen contraído el pecado original; por el contrario, si Adán hubiese pecado y Eva no, los hombres lo hubiesen heredado.

Por tanto, como por un sólo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte... (Rom. 5, 12).

Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección... (1 Cor. 15, 21).

Aclaración. La razón es porque el pecado original de transmite por generación, de la cual el hombre es el principio activo.

10. Pecado venial

-Existencia

-Se distinguen del mortal en que estos excluyen del Reino de Dios y los veniales, no

-Causa reato de alguna pena de daño y de sentido

-Existe el pecado venial

Cierto es que no hay ningún justo sobre la tierra que haga el bien sin nunca pecar (Qo. 7, 20).

perdónanos nuestras deudas (Mt. 6, 12).

y perdónanos nuestros pecados... (Lc. 11, 4).

...pues todos caemos muchas veces (Sant. 3, 2).

Si decimos «no tenemos pecado» nos engañamos y la verdad no está en nosotros (1 Jn. 1, 8).

-Los pecados veniales se distinguen de los mortales en que estos son dignos de la muerte eterna y excluyen del Reino de Dios, y aquéllos no.

a) -Son dignos de la muerte eterna.

...los cuales, aunque conocedores del veredicto de Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican,... (Rom. 1, 32).

Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte (1 Jn. 3, 14).

b) -Excluyen del Reino de Dios.

¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañáis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios (1 Cor. 6, 9-10).

-Todo pecado venial causa reato de alguna pena de daño y de sentido.

a) -Causa reato de pena en general.

Os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, darán cuenta en el día del Juicio (Mt. 12, 36).

Aclaración. Palabra ociosa se entiende toda aquella que carece de utilidad o necesidad sin que sea ni produzca daño grave, por tanto, sería simple pecado leve.

b) -Causa de pena de daño.

Nada profano entrará en ella, ni los que cometen abominación y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apoc. 21, 27).

c) -Causa de pena de sentido.

Nada profano entrará en ella, ni los que cometen abominación y mentira, sino solamente los inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apoc. 21, 27).

Aclaración. También en el pecado venial existe una aversión desordenada del fin y una conversión desordenada a la criatura. Por consiguiente, igual que el pecado mortal, merece una pena de daño y otra de sentido aunque muy limitadas en la duración y en la intensidad.

11. Pecado mortal

-Existencia

-Es un acto libre, contra la ley divina, de aversión a Dios, de conversión a las criaturas

-Diversos grados de gravedad

-Diversidad específica

-Su gravedad es enorme por la injuria que infiere a Dios

-Por los males temporales que ocasiona

-Por los males eternos que merece

-Por otros males que produce

-El mal es siempre efecto del pecado cometido

-Hace perder la libertad

-Produce la pérdida de todos los méritos ganados

-Lleva su sanción en sí mismo

-No todos los hombres pecan mortalmente

-Existen los pecado mortales.

...los cuales, aunque conocedores del veredicto de Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican,... (Rom. 1, 32).

Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios (1 Cor. 6, 9-10).

-El pecado grave actual es un acto:

-Perfectamente libre,

-Contra la ley divina

-De aversión a Dios,

-Y de conversión a las criaturas.

a) -Es un acto perfectamente libre.

En todas tus acciones ten presente tu fin y jamás cometerás pecado (Si. 7, 36).

Él fue quien al principio hizo al hombre y le dejó en manos de su propio albedrío (Si. 15, 14).

Si tú quieres, guardarás los mandamientos, permanecer fiel es cosa tuya (Si. 15, 15).

Él te ha puesto delante fuego y agua, a donde quieras puedes llevar tu mano (Si. 15, 16).

Ante los hombres la vida está y la muerte, lo que prefiera cada cual, se le dará (Si. 15, 17).

No desees multitud de hijos malvados, no te goces en tener hijos impíos (Si. 16, 1).

Como de serpiente huye del pecado, porque si te acercas te morderá (Si. 21, 2).

...os llamé y no respondisteis, hable y no oísteis sino que hicisteis lo que me desagrada, y lo que no me agrada elegisteis (Is. 65, 12).

Se inmola un buey, se abate un hombre se sacrifica una oveja, se desnuca un perro, se ofrece en oblación sangre de cerdo, se hace un memorial de incienso, se bendice a los ídolos.

Ellos mismos eligieron sus propios caminos y en sus monstruos abominables halló su alma complacencia (Is. 66, 3).

Pocos días después, el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino (Lc. 15, 13).

Y la condenación está en que la luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz (Jn. 3, 19).

b) -Es un acto contra la Ley de Dios:

Guardad mis preceptos y cumplidlos. Yo soy Yahvéh, el que os santificó.

Quien maldiga a su padre o a su madre, será muerto sin remedio... (Lev. 20, 8).

Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, será muerto tanto el adúltero como la adúltera (Lev. 20, 10).

El que se acueste con la mujer de su padre, ha descubierto la desnudez de su padre; ambos morirán: caerá sobre ellos su sangre (Lev. 20, 11).

Si un hombre se acuesta con su nuera, ambos morirán (Lev. 20, 12).

Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos han cometido abominación; morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos (Lev. 20, 13).

Si uno toma por esposas a una mujer y a su madre, es un incesto. Serán quemados tanto él como ellas... (Lev. 20, 14).

El que se una con bestia morirá sin remedio (Lev. 20, 15).

Si una mujer se acerca a una bestia para unirse a ella, matarás a la mujer y a la bestia. Morirán... (Lev. 20, 16).

Si una mujer se acerca a una bestia para unirse a ella, matarás a la mujer y a la bestia. Morirán; caerán sobre ellos su sangre (Lev. 20, 16).

Si alguien toma por esposa a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, viendo así la desnudez de ella y ella la desnudez de él, es una ignominia (Lev. 20, 17).

El que se acueste con mujer en tiempo de las reglas descubriendo la desnudez de ella...serán exterminados de entre su pueblo (Lev. 20, 18).

No descubras la desnudez de la hermana de tu padre ni de la hermana de tu madre, porque desnudas su propia carne; por eso cargarán con su iniquidad (Lev. 20, 19).

El que se acueste con la mujer de su tío paterno, descubre la desnudez de éste. Cargarán con su pecado (Lev. 20, 20).

Si uno toma por esposa a la mujer de su hermano, es cosa impura (Lev. 20, 21).

...pues si te portas según verdad, tendrás éxito en todas las cosas, como todos los que practican la justicia (Tob. 4, 6).

Tú increpas a los soberbios, los malditos que se desvían de los mandamientos (Sal. 118, 21).

Él fue quien al principio hizo al hombre y le dejó en manos de su propio albedrío (Si. 15, 14).

Si tú quieres guardarás los mandamientos, permanecer fiel es cosa tuya (Si. 15, 15).

Mas, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos (Mt. 19, 17).

Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor (Lc. 1, 6).

El que ha recibido mis mandamientos y los guarda, ese el que me ama (Jn. 14, 21).

Todo el que comete pecado, quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley (1 Jn. 3, 4).

c) -Es un acto de aversión a Dios.

Se apartaron de su seguimiento, no comprendieron todos sus caminos (Job 34, 27).

El comienzo del orgullo del hombre es alejarse del Señor, cuando de su Hacedor se apartó su corazón (Si. 10, 12).

Los tronos de los príncipes los volteó el Señor, y en su lugar sentó a los mansos (Si. 10, 14).

Hijos crié hasta hacerlos hombres, y ellos se rebelaron contra mí (Is. 1, 2).

¡Ay gente pecadora, pueblo tarado de culpa, semilla de malvados, hijos de perdición! Han de dejado a Yahvéh, han despreciado al santo de Israel, se han vuelto de espaldas (Is. 1, 4).

Al Señor Dios nuestro la piedad y el perdón porque nos hemos rebelado contra él (Dan. 9, 9).

Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero (Mt. 6, 24).

...y liberados del pecado, os habéis hechos esclavos de la justicia (Rom. 16, 18).

Porque muchos viven...como enemigos de la cruz de Cristo, cuyo final es la perdición... (Fil. 3, 18).

¡Adúlteros! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? (Sant. 4, 4) .

Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes (Sant. 4, 6).

Someteos pues a Dios; resistid al Diablo y él huirá de vosotros (Sant. 4, 7).

d) -Es un acto de conversión a las criaturas:

Venid pues, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las criaturas con el ardor de la juventud (Sab. 2, 6).

Llamaba el Señor Yahvéh Sebaot aquel día a lloro y a lamento y a raparse y ceñirse el saco, mas lo que hubo fue jolgorio y alegría, matanza de bueyes y degüello de ovejas, comer carne y beber vino.

¡Comamos y bebamos que mañana moriremos! (Is. 22, 12).

Son perros voraces no conocen hartura ni los pastores saben entender. Cada uno sigue su propio camino, cada cual busca su provecho (Is. 56, 11).

En proporción a su jactancia y a su lujo, dadle tormentos y llantos (Apoc. 18, 7).

-Existen diversos grados de gravedad de los pecados mortales.

Pero no me escucharon ni aplicaron el oído, sino que atiesando la cerviz hicieron peor que sus padres (Jer. 7, 26).

Todo el que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llama a su hermano imbécil, será reo ante el Sanedrin, y el que le llame renegado, será reo de la gehenna del fuego (Mt. 5, 22).

¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que con saco y ceniza se hubieran convertido (Mt. 11, 21).

Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada (Mt. 12, 31).

Aquel siervo que conociendo la voluntad de su Señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes (Lc. 12, 47).

...por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado (Jn. 19, 11).

-Existe diversidad específica de pecados mortales.

Y como no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, entrególos Dios a su mente réproba para que hicieran lo que no conviene: llenos de toda injusticia, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia, de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos, detractores, enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeldes a sus padres, insensatos, desleales, desamorados, despiadados, los cuales aunque conocedores de veredicto de Dios, que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican, no solamente las practican, sino que aprueban a los que las cometen (Rom. 1, 28-32).

Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios. Y tales fuisteis algunos de vosotros (1 Cor. 6, 9-11).

Las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idólatra, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo como ya os previne, que quienes hacen tales, cosas no heredarán el Reino de Dios (Gál. 5, 19-21).

La fornicación y toda impureza o codicia, ni siquiera se mencione entre vosotros, como conviene a los santos (Ef. 5, 3).

Porque, tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso, que es ser idólatra, participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios (Ef. 5, 5).

-La gravedad del pecado mortal es enorme por la injuria que infiere a Dios.

a) -Dios no perdonó a los Ángeles.

Pues si Dios no perdonó a los Ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio... (2 Pe. 2, 4).

b) -No perdonó al mundo antiguo.

...si no perdonó al mundo antiguo, aunque preservó a Noé, heraldo de la justicia, y a otros siete, cuando hizo venir el diluvio sobre un mundo de impíos;... (2 Pe. 2, 5).

c) -Condenó a las destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra.

...condenó a la destrucción a las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas como ejemplo para los que en el futuro vivirían impíamente;... (2 Pe. 2, 6).

Aclaración. El Señor sabe guardar a los impíos para castigarles en el día del Juicio, sobre todo a los que andan tras la carne con apetencias impuras y desprecian al Señorío (2 Pe. 2, 9-10).

-La gravedad del pecado mortal es enorme por los males temporales que ocasiona.

a) -Fue la causa de la perdición de la casa de Jeroboam.

Este proceder hizo caer en pecado a la casa de Jeroboam y fue causa de su perdición y su exterminio sobre la faz de la tierra (1 Reg. 13, 34).

b) -Nabucodonosor pierde su reino.

...el decreto del Altísimo que ha tocado a mi señor el rey:

«Serás arrojado de entre los hombres y con las bestias del campo morarás; hierba como los bueyes tendrás por comida, y serás bañado del rocío del cielo; siete tiempos pasarán por ti, hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el imperio de los hombres y que se lo da a quien le place (Dan. 4, 22).

c) -El ejército del Faraón fue anegado.

Así precipitó Yahvéh a los egipcios en medio del mar, pues al retroceder las aguas cubrieron los carros y a su gente, a todo el ejército del Faraón, que había entrado en el mar para perseguirlos; no escapó ni uno siquiera (Ex. 14, 28).

-La gravedad del pecado mortal es enorme por los males eternos que merece.

a) Pena de daño o separación de Dios:

Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena (Lc. 14, 24).

...el que se resiste al Hijo no verá la vida, sino que la cólera de Dios pesa sobre él (Jn. 3, 36).

¿No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? (1 Cor. 6, 9).

b) - Pena de sentido:

...el que se resiste al Hijo no verá la vida, sino que la cólera de Dios pesa sobre él (Jn. 3, 36).

c) - Pena de daño y de sentido:

Estando en el Hades entre tormentos,... (Lc. 16, 23).

...y tome venganza de los que no conocen a Dios y de los que no obedecen al Evangelio de nuestro Señor jesús. Estos sufrirán la pena de una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder... (2 Tes. 1, 8-9).

-El pecado actual ocasiona muchos otros males a los hombres.

Nada intacto en mi carne por tu furia, nada sano en mis huesos debido a mi pecado (Sal. 38, 4).

¿No te ha sucedido esto por haber dejado a Yahvéh tu Dios? Y entonces, ¿qué cuenta te tiene encaminarte a Egipto para beber las aguas del Nilo?, o ¿qué cuenta te tiene encaminarte a Asur para beber las aguas del Río? Que te enseñe tu propio daño, que tus apostasías te escarmienten; reconoce y ve lo malo y amargo que te resulta el dejar a Yahvéh tu Dios y no temblar ante mí -oráculo del Señor Yahvéh Sebaot- (Jer. 2, 17-19).

Entonces os acordaréis de vuestra mala conducta y de vuestras perversas acciones, y sentiréis asco de vosotros mismos por causa de vuestras culpas y de vuestras prácticas abominables (Ez. 36, 31).

-El mal es siempre efecto del pecado cometido por el hombre.

y dijo Yahvéh a Moisés: «Cuando vuelvas a Egipto, mira de hacer delante de Faraón todos los prodigios que yo he puesto en tu mano; yo, por mi parte, endureceré su corazón, y no dejará salir al pueblo...» (Ex. 4, 21).

Aclaración. Modo familiar de expresarse los hebreos, atribuyendo a Dios lo que ejecutaba la acción humana.

-El pecado hace perder la libertad al hombre.

Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo» (Jn. 8, 34).

Pero gracias a Dios, vosotros, que erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquel modelo de doctrina al que fuisteis entregados, y liberados del pecado, os habéis hecho esclavos de la justicia (Rom. 6, 18).

Les prometen libertad, mientras que ellos son esclavos de la corrupción, pues uno queda esclavo de aquel que le vence (2 Pe. 2, 19).

-El pecado mortal produce la pérdida de todos los méritos ganados anteriormente, destruye la paz del alma y ocasiona la enemistad con Dios.

a) -Produce la pérdida de los méritos.

Si yo digo al justo: «Vivirás», pero él, fiándose de su justicia, comete una injusticia, no quedará memoria de toda su justicia, sino que morirá por la injusticia que cometió (Ez. 33, 13).

b) -Destruye la paz del alma.

No hay paz para los malvados, dice Yahvéh (Is. 48, 22).

Los males son como mar agitada cuando no puede calmarse, cuyas aguas lanzan cieno y lodo. «No hay paz para los malvados» -dice mi Dios- (Is. 57, 20-21).

c) -Produce la enemistad con Dios.

¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es la enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios (Sant. 4, 4).

No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Pare no está en él (1 Jn. 2, 15).

-Todo pecado lleva ya su fruto y su sanción en sí mismo.

Como sus locos e inicuos pensamientos les extraviaban y les llevaban a adorar reptiles sin razón y bichos despreciables, les enviaste en castigo muchedumbre de animales sin razón, para que aprendiesen que, por donde uno peca, por allí es castigado (Sab. 11, 15-16).

Por tanto, también a los que vivían una vida insensata e injusta les atormentaste con sus mismas abominaciones (Sab. 12, 23).

No hay quien invoque tu nombre, quien se despierte para asirse a ti. Pues encubriste tu rostro de nosotros, y nos dejaste a merced de nuestras culpas (Is. 64, 6).

Porque así dice el Señor Yahvéh: Mira, voy a entregarte en manos de los que detestas, en manos de aquellos de los que te has apartado. Ellos te tratarán con odio, se apoderarán del fruto de tu trabajo y te dejarán completamente desnuda. Así quedará al descubierto la vergüenza de tus prostituciones. Tu inmortalidad y tus prostituciones con la causa de todo esto... (Ez. 23, 28-30).

Aclaración. Cualquier mal que existe en el mundo es el efecto propio del pecado cometido por el hombre.

-No todos los hombres pecan mortalmente.

a) -José, esposo de María.

Su esposo José, como era justo y no quería ponerla en evidencia,... (Mt. 1, 19).

b) -Zacarías e Isabel.

Hubo...un sacerdote llamado Zacarías...casado con una mujer...que se llamaba Isabel; los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor (Lc. 1, 5-6).

12. Pecados capitales

-Su raíz es la soberbia

-La Humildad merece grandes premios

-La soberbia merece grandes castigos

-La largueza merece grandes premios

-La avaricia merece grandes castigos

-La castidad merece grandes premios

-La lujuria merece grandes castigos

-La paciencia merece grandes premios

-La ira merece grandes castigos

-La templanza merece grandes premios

-La gula merece grandes castigos

-La mortificación de la envidia merece grandes premios

-La envidia merece grandes castigos

-La diligencia merece grandes premios

-La pereza merece grandes castigos

-La raíz de todo pecado es la soberbia.

Las raíces de los orgullosos las arrancó el Señor, y en su lugar plantó a los humildes (Si. 10, 15).

-La virtud de la humildad merece grandes premios.

Humildad es el reconocimiento objetivo de lo que es el propio yo.

Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado (Mt. 23, 12).

...porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,... (Lc. 1, 48).

...y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre (Fil. 2, 8-9).

Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes (Sant. 4, 6).

-El vicio de la soberbia merece grandes castigos.

Soberbia es un apetito desordenado de la propia excelencia. Soberbia material es la que pone su excelencia en los bienes humanos, como hacienda, linaje, prestigio, etc. Soberbia espiritual es la fundamentada en los bienes espirituales, como virtud, ciencia, etc.

Yahvéh abomina al de corazón altivo, de cierto no quedará impune (Prov. 16, 5).

El corazón humano se engríe antes de la ruina, antes de la gloria hay humildad (Prov. 18, 12).

Después serán cadáveres despreciables, objeto de ultraje entre los muertos para siempre. Porque el Señor les precipitará de cabeza, sin habla, les sacudirá de sus cimientos; quedarán totalmente asolados, sumidos en el dolor, y su recuerdo se perderá (Sab. 4, 19).

Pues el que se enlace será humillado; y el que se humille, será ensalzado (Mt. 23, 12).

Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será enlazado (Lc. 14, 11).

-La virtud de la largueza merece grandes premios.

La largueza es la virtud que regula compartir los bienes materiales propios con el prójimo.

El alma generosa será colmada, y el que empapa también será empapado (Prov. 11, 25).

Si repartes el hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada, resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como mediodía. Te guiará Yahvéh de continuo, hartará en los sequedades tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan (Is. 58, 10-11).

Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos (Mt. 5, 3).

Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa (Mt. 10, 42).

Dad y se os dará:... (Lc. 6, 38).

Porque con la medida con que midáis se os medirá a vosotros (Lc. 6, 38).

-El vicio de la avaricia merece grandes castigos.

Avaricia es una codicia desordenada de las riquezas y de los demás bienes temporales.

Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso -que es ser idólatra- participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios (Ef. 5, 5).

Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar de él, se extraviaron en la fe y se atormentaron con muchos dolores (1 Tim. 6, 10).

-La virtud de la castidad, guardada por amor a Jesucristo, merece especialmente los premios de la fecundidad espiritual, un gozo más intenso de la visión de Dios en la gloria y otros grandes bienes en este mundo.

Hay alusiones muy claras en la Sagrada Escritura.

a) -Fecundidad espiritual.

No diga el eunuco: «Soy un árbol seco.» Pues así dice Yahvéh: Respecto a los eunucos que guardan mis sábados y eligen aquello que me agrada y se mantienen firmes en mi alianza, yo he de darles en mi Casa y en mis muros monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será borrado (Is. 56, 3-5).

b) -Gozo más intenso en la gloria.

Dichoso también el eunuco que con sus manos no obra iniquidad ni fomenta pensamientos perversos contra el Señor; por su fidelidad alcanzará una escogida recompensa, una herencia muy agradable en el Templo del Señor (Sab. 3, 14).

Yo te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y en equidad, en amor y compasión, te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a Yahvéh (Os. 21-22).

Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes. Estos siguen al Cordero a dondequiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero,... (Apoc. 14, 4).

Aclaración. «Conocerás a Yahvéh» se refiere a un conocimiento y amor especial.

c) -Bienes en este mundo.

Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredara la vida eterna (Mt. 19, 29).

-El vicio de la lujuria merece grandes castigos.

Lujuria es un apetito desordenado de deleites sensuales, contra el orden establecido por Dios en ellos.

¡No os engañéis! Ni lo impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios (1 Cor. 6, 9-10).

Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso -que es ser idólatra- participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios. (Ef. 5, 5).

-La virtud de la paciencia merece grandes premios.

Paciencia es la virtud que regula las acciones y las actitudes en las pruebas difíciles y costosas.

...mas poseerán la tierra los humildes, y gozarán de inmensa paz (Sal. 37, 11).

Más vale el hombre paciente que el héroe, el dueño de sí que el conquistador de ciudades (Prov. 16, 32).

Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra (Mt. 5, 4).

Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas (Lc. 21, 19).

Necesitáis paciencia en el sufrimiento para suplir la voluntad de Dios y conseguir así los prometido (Hebr. 10, 36).

-El vicio de la ira merece grandes castigos.

Ira es el apetito desordenado de vengar las injurias.

En verdad el enojo mata al insensato, la cólera hace morir al necio (Job 5, 2).

Ciudad abierta y sin muralla es el hombre que no domina su ánimo (Prov. 25, 28).

Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal;... (Mt. 5, 22).

...el que llame a su hermano «imbécil», será reo ante el Sanedrín; y el que le llame «Renegado», será reo de la gehena del fuego (Mt. 5, 22).

-La virtud de la templanza merece grandes premios.

La templanza es la virtud que modera la calidad y cantidad de la comida y de la bebida en tanto en cuanto es necesario para conservar la salud.

Sólo hay una alusión en los textos sagrados.

Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas; yo por mi parte, dispongo un Reino para vosotros, como mi Padre lo dispuso para mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino... (Lc. 22, 28-30).

Aclaración. Entre las pruebas referidas, quedan incluidas las originadas por la escasez de alimentos.

-El vicio de la gula merece grandes castigos.

Gula es el apetito desordenado de comer y de beber.

Se llamó a aquel lugar Quibrot-hat-Taavá, porque allí sepultaron a aquella gente golosa (Núm. 11, 34).

Comieron hasta quedar bien hartos, así satisfizo su apetito; más aún no habían colmado su apetito, su comida estaba aún en su boca, cuando la cólera de Dios estalló contra ellos: hizo estragos entre los más fuertes, y abatió a la flor de Israel (Sal. 78, 29-31).

A vientre moderado, sueños saludable, se levanta temprano y es dueño de sí. Insomnio, vómitos y cólicos le esperan al hombre insaciable (Si. 31, 30).

Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. ...Murió...y fue sepultado. Estando en el Hades entre tormentos,... (Lc. 16, 19-23).

-La mortificación de la envidia merece grandes premios.

La mortificación de la envidia llega a su perfección cuando se convierte en alegría por el bien del prójimo.

El corazón manso es vida del cuerpo; la envidia es carie de los huesos (Prov. 14, 30).

El corazón alegre mejora la salud; el espíritu abatido seca los huesos (Prov. 17, 22).

Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud. Es preciso que él crezca y que yo disminuya (Jn. 3, 29-30).

-El vicio de la envidia merece grandes castigos.

Envidia es la tristeza desordenada del bien del prójimo, en cuanto que sobrepuja y obscurece el nuestro.

El corazón maneo es vida del cuerpo; la envidia es carie de los huesos (Pro. 14, 30).

...mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen (Sab. 2, 24).

-La virtud de la diligencia merece grandes premios.

Diligencia es la disposición y el hábito de practicar la virtud.

Dios ama al que da con alegría (2 Cor. 9, 7).

-El vicio de la pereza merece grandes castigos.

Pereza es una tristeza desordenada y tedio fastidioso de la práctica de la virtud.

A partir del otoño el perezoso no trabaja, busca en la cosecha, pero no hay nada (Prov. 20, 4).

El deseo del perezoso le lleva a la muerte, porque sus manos rehúsan el trabajo (Prov. 21, 25).

Maldito el que haga el trabajo de Yahvéh con dejadez,... (Jer. 48, 10).

Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca (Apoc. 3, 16).

Tratado VIII

DIOS LEGISLADOR

1. Dios legislador

2. Fidelidad a su Ley

3. Infidelidad a su Ley

4. 1º Mandamiento

5. 1º Mandamiento. (Otros deberes)

6. 1º Mandamiento (vicios opuestos)

7. 2º Mandamiento

8. 2º Mandamiento (vicios opuestos)

9. 3º Mandamiento

10. 4º Mandamiento

11. 4º Mandamiento (esposos, amos, patronos, autoridad civil)

12. 5º Mandamiento

13. 5º Mandamiento (vicios opuestos)

14. 6º Mandamiento

15. 6º Mandamiento (vicios opuestos)

16. 7º Mandamiento

17. 7º Mandamiento (vicios opuestos)

18. 8º Mandamiento

19. 8º Mandamiento (vicios opuestos)

20. 9º Mandamiento

21. 10 Mandamiento

22. Ley Antigua

23. La Ley Antigua. Prescripciones

24. Los Principios

25. La Conciencia

26. La Ley

1. Dios Legislador

-Dios legislador supremo, del cual los demás reciben su potestad

-Dios autor de Decálogo

-Dios prometió a Moisés los Mandamientos

-La Ley de Dios es inmutable

-Dios manda a los hombres guardar sus preceptos en el Antiguo Testamento

-Dios promulga su Ley

-La Ley de Dios no es para los justos sino para los pecadores

-La prescribe para procurar nuestra felicidad

-También porque entraña sabiduría justicia y santidad

-Son expresión de amor a Dios y al prójimo

-Procuran la vida el hombre

-Son fuente de santidad

-La medida de la santidad corresponde al grado de observancia de la Ley

-Su cumplimiento produce la felicidad al hombre

-Sólo Dios es legislador supremo y universal del cual los demás legisladores reciben su potestad.

Por mí los reyes reinan

y los magistrados administran la justicia (Pro. 8, 15).

Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas (Rom. 13, 1).

-Dios es el autor del decálogo.

Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las normas que yo os enseño para que las pongáis en práctica, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da Yahvéh, Dios de vuestro padres. No añadiréis nada a lo que yo os mando, ni quitaréis nada, al guardar los mandamientos de Yahvéh vuestro Dios que yo os ordeno (Deut. 4, 1).

Escucha, Israel, los preceptos y las normas que yo pronuncio hoy a tus oídos. Apréndelos y cuida de ponerlos en práctica (Deut. 5, 1).

-Dios prometió a Moisés la entrega de las tablas de piedra con la Ley y los mandamientos.

Dijo Yahvéh a Moisés: «Sube hasta mí, al monte; quédate allí y te daré las tablas de piedra -la Ley y los mandamientos- que tengo escritos para su instrucción (Ex. 24, 12).

-La Ley de Dios es inmutable.

No añadiréis nada a lo que yo os mando, ni quitaréis nada, al guardar los mandamientos de Yahvéh vuestro Dios que yo os ordene (Deut. 4, 2).

-Dios manda a los hombres guardar sus preceptos en el Antiguo Testamento.

Escucha Israel: Yahvéh es nuestro Dios, sólo Yahvéh. Amarás a Yahvéh tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Queden grabadas en tu corazón estas palabras que yo te mando hoy(Deut. 6, 4-6).

Hijo mío, no olvides mi lección,

en tu corazón guarda mis mandatos,

pues largos días y años de vida

y bienestar te añadirán (Prov. 3, 1-2).

-Dios promulga su Ley a todos los hombres.

Entonces pronunció Dios todas estas palabras:

-«Yo, Yahvéh, soy tu Dios, que te he sacado el país de Egipto, de la casa de servidumbre.»

-No habrá para ti otros dioses delante de mí.

-No harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.

-No te postrarás ante ellas, ni les darás culto...

-No tomarás en falso en nombre de Yahvéh tu Dios;...

-Recuerda el día de sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso para Yahvéh, tu Dios.

- Honra a tu padre y a tu madre,..

- No matarás.

- No cometerás adulterio.

- No robarás.

- No darás falso testimonio contra tu prójimo.

- No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo» (Ex. 20, 1-17).

-La Ley de Dios no ha sido instituida para los justos sino para los pecadores.

...la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los prevaricadores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreligiosos y profanadores,... (1ª Tim. 1, 9).

Aclaración. La Ley de Dios se considera en este texto bajo su aspecto penal, y desde este aspecto acusa y castiga a los culpables y no a los justos.

-Dios prescribe las leyes del decálogo a los hombres, no por su interés sino por el nuestro, procurándonos nuestra felicidad temporal y eterna.

Cuidad, pues, de proceder como Yahvéh vuestro Dios os ha mandado. No os desviéis a derecha ni a izquierda. Seguid en todo el camino que Yahvéh vuestro Dios os ha trazado; así viviréis, seréis felices y prolongaréis vuestros días en la tierra que vais a poseer (Deut. 5, 32-33).

Escucha, pues, Israel; cuida de practicar lo que hará feliz... (Deut. 6, 3).

Y Yahvéh nos ordenó que pusiéramos en práctica todos estos preceptos, temiendo a Yahvéh nuestro Dios, para que fuéramos felices siempre y nos permitiera vivir como al presente (Deut. 6, 24).

-Dios manda el cumplimiento del decálogo porque entraña gran sabiduría, justicia y santidad y constituyen un gran beneficio para los hombres y para la sociedad.

Guardadlos y practicadlos, porque ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos estos preceptos, dirán: «Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente» (Deut. 4, 5).

-Los mandamientos del decálogo son expresión y vía del amor de los hombres a Dios y al prójimo y entrañan suma trascendencia para el destino definitivo de los hombres.

a) -Expresión y vía de amor.

Si me amáis, guardaréis mis mandamientos (Jn. 14, 15).

En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios; si amamos a Dios y cumplidos sus mandamiento (1 Jn. 5, 2).

Pues en esto consiste el amor a Dios; en que guardemos sus mandamientos (1 Jn. 5, 3).

b) -Entrañan suma trascendencia.

...lo que importa es el cumplimiento de los mandamientos de Dios (1 Cor. 7, 19).

Porque nada cuenta ni la circuncisión, ni la incircuncisión, sino la creación nueva. Y para todos los que sometan a esta regla, paz y misericordia,... (Gál. 6, 15-16).

-La observancia fiel de la Ley de Dios procura la vida al hombre.

Y ahora, Israel escucha los preceptos y las normas que yo os enseñó para que los pongáis en práctica, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da Yahvéh,... (Deut. 4, 1).

Todos los mandamientos que yo os mando hoy, cuida de practicarlos, para que viváis,... (Deut. 8, 1).

...si amasa Yahvéh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, sus preceptos y sus normas, vivirás y te multiplicarás;... (Deut. 30, 16).

Escoge, pues, la vida, para que vivas, tú y tú descendencia, amado a Yahvéh tu Dios, escuchando su voz, uniéndote a él; pues en eso está tu vida,... (Deut. 30, 19-20).

...(Yahvéh) les dijo: «Estad bien atentos a todas estas palabras que os doy como testimonio. Se las prescribiréis a vuestros hijos, para que cuiden de poner en práctica todas las palabras de esta Ley. Porque no es una palabra vana para vosotros, sino que es vuestra vida,...» (Deut. 32, 46-47).

Yo soy Yahvéh, vuestro Dios. Guarda mis preceptos y mis normas. El hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Yo Yahvéh (Lev. 18, 5).

-Los mandamientos de Dios son fuente de santidad y de vida.

Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las normas que yo os enseño para que las pongáis en práctica, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da Yahvéh, Dios de vuestros padres (Deut. 4, 1).

Todos los mandamientos que yo os mando hoy, cuidad de practicarlos, para que viváis,... (Deut. 8, 1).

Si escuchas los mandamientos de Yahvéh tu Dios que yo te prescribo hoy, si amas a Yahvéh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, sus preceptos y sus normas, vivirás y te multiplicarás; Yahvéh tu Dios te bendecirá en la tierra que vas a entrar a poseer (Deut. 30, 16).

...Moisés...les dijo: «Estad bien atentos a todas estas palabras que hoy os doy como testimonio. Se la prescribiréis a vuestros hijos, para que cuiden de poner en práctica todas las palabras de esta Ley. Porque no es una palabra vana para vosotros, sino que es vuestra vida,... (Deut. 32, 45-47).

Ella es el libro de los preceptos de Dios, la Ley que subsiste eternamente; todos los que la retienen alcanzarán la vida, más los que la abandonan morirá (Bar. 4, 1).

-La medida de la santidad cristiana corresponde al grado de observancia de la Ley.

...el que quebrante uno de estos mandamientos menores, y así los enseñe a los hombres, será el menor en el Reino de los Cielos; en cambio el que los observa y los enseñe, ese dará grande en el Reino de los Cielos (Mt. 5, 19).

-El cumplimiento de los mandamientos de Dios le producen la felicidad al hombre sobre la tierra.

...si amas a Yahvéh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, sus preceptos y sus normas, vivirás y te multiplicarás; Yahvéh tu Dios te bendecirá en la tierra que vas a entrar a poseer (Deut. 30, 16).

¡Dichoso el hombre aquel

que...se complace en la Ley de Yahvéh,

su ley susurra día y noche! (Sal. 1, 1-2).

Feliz el hombre que se ejercita en la sabiduría,

y que en su inteligencia reflexiona,

que medita sus caminos en su corazón,

y sus secretos considera (Si. 14, 20-21).

2. Dios Legislador. Fidelidad a su Ley

-Dios pide a los hombres fidelidad a su Ley

-El amor verdadero supone continuidad fiel

-Hay quienes cumplen la Ley de Dios con toda fidelidad

-Ponerse en peligro de caer, a nadie es lícito

-Dios pide a los hombres fidelidad total a los compromisos contraídos.

Otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa». Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios» (Lc. 9, 61-62).

Yo, hermanos, no creo haberlo alcanzado todavía. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la meta, para alcanzar el premio a que Dios me llama... (Fil, 3, 13-14).

He cometido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe. Y desde ahora me aguarda la corona de justicia que aquel Día me entregará el Señor,... (2 Tim. 4, 7-8).

-El amor verdadero a Jesucristo supone continuidad total a pesar de las vicisitudes que puedan oponerse.

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿La angustia?, ¿La persecución?, ¿el hambre?, ¿La desnudez?, ¿Los peligros?, ¿La espada?,... (Rom. 8, 35).

-Hay quienes cumplen con toda fidelidad la Ley de Dios y no cometen nunca pecado mortal.

a) -José, esposo de María.

Su esposo José, como era justo y no quería ponerla en evidencia,... (Mt. 1, 19).

b) -Zacarías e Isabel.

Hubo...un sacerdote llamado Zacarías...casado con una mujer...que se llamaba Isabel; los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor (Lc. 1, 5-6).

-Ponerse en peligro de caer en pecado a nadie le es lícito.

El corazón obstinado en mal acaba, y el que ama el peligro caerá en él (Si. 3, 26).

Absteneos de todo género de mal (1 Tes. 5, 22).

3. Dios Legislador. Infidelidad a su Ley

-El que menosprecia los pecados veniales, caerá fácilmente en los mortales

-Es peor apartarse de su Ley que no haberla conocido

-Después del diluvio universal Dios revela favores a todos los pueblos

-El que menosprecio los pecados veniales caerá fácilmente en pecados mortales.

...el que desprecia las cosas pequeñas, poco a poco caerá (Si. 19, 1).

-Es peor apartarse de Dios y de su Ley, que nunca haberle conocido.

El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido! (Mt. 26, 24).

Pues más les hubiera valido no haber conocido el camino de la justicia que, una vez conocido, volverse atrás del santo precepto que les fue transmitido (2 Pe. 2, 21).

-Después de diluvio universal Dios revela y promete favores insignes a todos los pueblos.

a) -La Alianza con Abraham.

Yahvéh dijo a Abram: «...De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre, que servirá de bendición. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra» (Gén. 12, 1-3).

b) -Otro favor a Abraham.

Dijo Yahvéh a Abram, después que Lot se separó de él: «Alza tus ojos y mira desde el lugar en donde estás hacia el norte, el mediodía, el oriente y el poniente. Pues bien, toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia por siempre (Gén. 13, 14-15).

c) -Otro favor a Abraham.

El Ángel de Yahvéh llamó a Abraham por segunda vez desde los cielos, y dijo: «Por mí mismo juro, oráculo de Yahvéh, que por haberme negado tu hijo, tu único, yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa,...» (Gén. 22, 15-17).

d) -La Alianza con Isaac.

Respondió Dios: «Si, pero Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Isaac. Yo estableceré mi alianza con él, una alianza eterna, de ser el Dios suyo y el de su posterioridad» (Gen 17, 19).

e) -Otros favores a Isaac.

Yahvéh se le apareció (a Isaac) y le digo: «No bajes a Egipto. Quédate en la tierra que yo te indique. Reside en esta tierra, y yo te asistiré y bendeciré; porque a ti y a tu descendencia he de dar todas estas tierras y mantendré el juramento que hice a tu padre Abraham (Gén. 26, 2-3).

f) -Favores a Jacob.

(Yahvéh) le dijo (a Jacob): «Yo soy Yahvéh, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra en que estás acostado te la doy para ti y tu descendencia. Tu descendencia será como el polvo de la tierra y te extenderá al poniente y al oriente, al norte y al mediodía; y por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra, y por tu descendencia (Gén. 28, 13-14).

g) -Otros favores a Jacob.

Díjoles Dios: «...la tierra que di a Abraham e Isaac, a ti te la doy, y a tu descendencia y sucesión daré esta tierra»(Gén. 35, 11-12).

h) - Bendiciones y favores a Judá.

No se irá de Judá al báculo, el bastón de mando de entre tus piernas, hasta tanto que venga aquel a quien le está reservado, y a quien rindan homenaje las naciones;... (Gén. 49, 10).

4. 1º Mandamiento. Amar a Dios y al prójimo

-Se ha de creer que Dios existe y que es remunerador

-Existe el precepto de amar a Dios sobre todas las cosas

-El amor es el primero de los Mandamientos

-Dios manda a los hombres que le amen

-El hombre debe corresponder al amor que Dios le tiene

-El amor consiste en conocer los mandamiento y cumplirlos

-El amor incluye la obediencia

-El amor y la obediencia a Dios superan del amor y obediencia los padres

-Los que quebrantan el precepto del amor merecen la muerte eterna

-Existe el precepto de amar al prójimo

-También de amar a los enemigos

-Se ha de creer con necesidad de medio que Dios existe y que es remunerador.

a) -Que Dios existe.

Ahora bien, sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los le buscan (Hebr. 11, 6).

b) -Que es remunerador.

Ahora bien, sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan (Hebr. 11, 6).

-Existe el precepto de amar a Dios sobre todas las cosas, que es el principal de todos ellos.

Amarás a Yahvéh tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza (Deut. 6, 5).

...que le ames y sirvas a Yahvéh a Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,... (Deut. 10, 12).

...que améis a Yahvéh vuestro Dios, que sigáis siempre sus caminos,... (Jos. 22, 5).

El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mi (Mt. 10, 37).

Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer y mayor mandamiento...» (Mt. 22, 37).

Caminaba con Él mucha gente, y volviéndose les dijo:

«Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío (Lc. 14, 25-26).

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?,... (Rom. 8, 35).

Pues estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente, ni lo futuro, ni las potestades, ni la altura, ni la profundidad, ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios... (Rom. 8, 38-39).

-El amor es el primero de los mandamientos, el resumen de todos ellos, el más alto de los carismas del espíritu y la esencia de la vida cristiana.

a) -El primero de los mandamientos.

...un fariseo le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con toda tu mente. Éste es el mayor y el primer mandamiento (Mt. 22, 35-38).

b) -El resumen de todos ellos.

La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud (Rom. 13, 10).

c) -El más alto de los carismas del espíritu.

Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad (1 Cor. 13, 13).

d) -La esencia de la vida cristiana.

Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conducido a Dios, porque Dios es Amor...En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados (1 Jn. 4, 7-10).

Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud (1 Jn. 4, 12).

-Dios manda a los hombre que le amen para que merezcan ser enriquecidos y hacerlos felices con sus dones.

Y ahora, Israel, ¿Qué te pide tu Dios, sino que temas a Yahvéh tu Dios, que sigas todos sus caminos, que le amos, que sirvas a Yahvéh tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, que guardes los mandamientos de Yahvéh y sus preceptos, los que yo te prescribo hoy para que sea feliz? (Deut. 10, 12-13).

...el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré él (Jn. 14, 21).

-El hombre debe corresponden al amor que Dios le tiene con su amor, con su temor y con el cumplimiento de sus preceptos.

Y ahora, Israel, ¿Qué te pide tu Dios, sino que temas a Yahvéh tu Dios, que sigas todos sus caminos, que le ames, que sirvas a Yahvéh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, que guardes los mandamientos de Yahvéh y sus preceptos, los que yo te prescribo hoy para que sea feliz? (Dt. 10, 12, 13).

Amarás, pues, a Yahvéh tu Dios y guardarás siempre sus ritos, sus preceptos, normas y mandamientos (Dt. 11, 1).

-El amor a Dios consiste en conocer sus mandamientos y cumplirlos.

Y en esto consiste el amor: en que vivimos conforme a sus mandamientos (2 Jn. 6).

Si guardáis mis mandamientos permaneceréis en mi amor,... (Jn. 15, 10).

Si me amáis, guardaréis mis mandamientos (Jn. 14, 15).

Jesús la respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra,... (Jn. 14, 23).

El que ha recibido mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama;... (Jn. 14, 21).

-El amor verdadero incluye la obediencia.

...y tengo misericordia por mil generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos (Ex. 20, 6).

...y tengo misericordia por mil generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos (Deut. 5, 10).

Yahvéh tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel que guarda la alianza y el amor por mil generaciones a los que le aman y guardan sus mandamientos (Deut. 7, 9).

Los que temen al Señor no desobedecen sus palabras, los que le aman guardan sus caminos (Si. 2, 15).

Si me amáis, guardaréis mis mandamientos;... (Jn. 14, 15).

El que ha recibido mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama;... (Jn. 14, 21).

-El amor y la obediencia a Dios debe superar al amor y a la obediencia a los padres.

Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?» (Lc. 2, 49).

-Los que quebrantan el precepto del amor merecen el castigo de la muerte eterna.

El que no quiera al Señor, ¡sea anatema! (1 Cor. 16, 22).

Quien no ama permanece en la muerte (1 Jn. 3, 14).

Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él (1 Jn. 3,15).

-Existe el precepto de amar al prójimo con afecto verdadero y con amor efectivo.

a) -Con efecto verdadero.

Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mt. 22, 39).

b) -Con amor efectivo.

...Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber;... (Mt. 25, 42).

Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad (1 Jn. 3, 17-18).

-Existe el precepto de amar a los enemigos.

Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial,... (Mt. 5, 44.)

...pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas (Mt. 6, 15).

5. 1º Mandamiento. Otros deberes

-La adoración profetizada en el A. T.

-El culto al Dios verdadero

-La alabanza

-El servicio, la adoración y la oración

-Las imágenes no deben ser adoradas como dioses

-La oración a Dios necesaria al hombre

-La oración tiene su eficacia en virtud de la promesa de Jesucristo

-La adoración a Dios por todas las naciones de la tierra está profetizada en el Antiguo Testamento.

¡Acuérdense y vuelvan a Yahvéh todos los confines de la tierra, todas las familias de las naciones ante su faz se postren, que es de Yahvéh el imperio, el señor de las naciones! (Sal. 22, 28-29).

¡Logre yo hacer tu nombre memorable por todas las generaciones, y los pueblos te alaben por los siglos de los siglos! (Sal. 45, 18).

-El primer mandamiento prescribe el culto al único Dios verdadero.

Entonces pronunció Dios todas estas palabras: «Yo, Yahvéh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre.

No habrá para ti otros dioses delante de mí (Ex. 20, 1-3).

-El hombre tiene el deber de tributar alabanza a Dios.

Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor, dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo (Ef. 5, 19-20).

...cantad agradecidos a Dios en vuestros corazones con salmos, himnos y cánticos inspirados,... (Col. 3, 16).

Ofrezcamos sin cesar, por medio de él, a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que celebran su nombre (Hebr. 13, 15).

-El primer mandamiento prescribe el servicio, la adoración y la oración a Dios.

a) -El servicio.

A Yahvéh tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás (Deut. 6, 13).

b) -La adoración.

Al Señor tu Dios adorarás,

sólo a él darás culto (Mt. 4, 10).

c) -La oración.

Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado (Jn. 16, 24).

-Las imágenes no deben ser adoradas como si fueran dioses.

Bien pronto se han apartado del camino que Yo les había prescrito. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: «Éste es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto.» Y dijo Yahvéh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos y los devore; de ti, en cambio, haré un gran pueblo» (Ex. 32, 8-10).

...no vayáis a prevaricar y os hagáis alguna escultura de cualquier representación que sea:... (Deut. 4, 16).

En Horeb se fabricaron un becerro,

se postraron ante un metal fundido, y cambiaron su gloria

por la imagen de un buey que come heno (Sal. 106, 19-20).

...no debemos pensar que la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el arte y el ingenio humano (Hch. 17, 29).

Aclaración. Dios no quiere que a ninguna cosa criada se le dé el honor debido a El.

-La oración a Dios es necesaria para el hombre.

Les decía una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer «había un juez,...» (Lc. 18, 1).

-La oración hecha a Dios en las condiciones debidas tiene su eficacia en virtud de la promesa de Jesucristo.

Yo os digo: «Pedid y se os dará: buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo lo que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá (Lc. 11, 9-10).

Yo os aseguro: lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado (Jn. 16, 23-24).

6. 1º Mandamiento. Vicios opuestos

-La adivinación y la hechicería

-El Espiritismo.

-Abusar de la misericordia de Dios

-La simonia. No es simonia el estipendio a los ministros de la Iglesia

-El error religioso

-La adivinación y la hechicería son vicios opuestos al primer mandamiento.

a) -La adivinación.

Es la averiguación de cosas ocultas por obra del demonio.

No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique la adivinación, astrología, hechicería o magia,... (Deut. 18, 10).

b) -La hechicería.

Es el perjuicio a otro por pacto con el diablo.

No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique la adivinación, astrología, hechicería o magia,... (Deut. 18, 10).

-El espiritismo es otro vicio opuesto al primer mandamiento.

No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique la adivinación, astrología, hechicería o magia, ningún encantador ni consultor de espectros, ni adivino, ni evocador de muertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahvéh tu Dios,... (Deut. 18, 10-12).

-Abusar de la misericordia de Dios otro vicio opuesto al primer mandamiento.

No digas: «La compasión es grande,

él me perdonará la multitud de mis pecado.»

Porque en él hay misericordia, pero también hay cólera y en los pecadores se desahoga su furor (Si. 5, 6).

Pues misericordia e ira están con Él,

tan poderoso en perdón como pródigo en ira (Si. 16, 11).

-No es simonia el estipendio concedido a los ministros de la Iglesia como retribución por su sagrado ministerio.

...porque el obrero tiene derecho a su salario (Lc. 10, 7).

¿No sabéis que los ministros del culto viven del culto? ¿Que los que sirven al altar, del altar participan? Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio (1 Cor. 9, 14).

Aclaración. La concesión de un sustento digno a aquellos que se dedican al bien de los demás, es de derecho natural.

-El error religioso culpable acarrea los peores desórdenes morales y sociales.

Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador,... (Rom. 1,24).

Aclaración. La fórmula bíblica «Dios los entregó» es un modo de expresión que atribuye a Dios lo que realmente ejecuta la acción humana.

7. 2º Mandamiento

-Prescribe honrar el nombre de Dios

-Quienes no invocan su nombre le niegan el honor debido

-El segundo mandamiento prescribe honrar el nombre Santo de Dios.

Se encuentran innumerables invocaciones en la Sagrada Escritura, especialmente en los salmos.

¡Sea bendito el nombre de Yahvéh! (Job 1, 21).

Tenme piedad, yahvéh, que estoy sin fuerzas,.. (Sal. 6, 3).

Vuélvete Yahvéh, recobra mi alma,

sálvame por tu amor (Sal. 6, 5).

Bendeciré a Yahvéh en todo tiempo,

sin cesar en mi boca su alabanza, (Sal. 34, 3).

Engrandeced a Yahvéh conmigo,

ensalcemos su nombre todos juntos (Sal. 34, 4).

Espera en Dios: aún le alabaré,

¡salvación de mi rostro y mi Dios! (Sal. 42, 12).

Te doy gracias, Yahvéh, con todo el corazón,

porque tú has escuchado las palabras de mi boca (Sal. 138, 1).

-Quienes no invocan el nombre de Dios le niegan el honor debido.

¿No son necios todos los agentes del mal

que comen a mi pueblo

que se comen el pan

y a Yahvéh no invocan? (Sal. 14, 4).

8. 2º Mandamiento. Vicios opuestos

-El juramento

-Es lícito hecho con verdad, justicia y necesidad

-Pueden ser hechos por Dios, por los ángeles y por los hombres

-Puede ser asertorio y promisorio

-La costumbre de jurar trae graves daños.

-La blasfemia

-La blasfemia contra el E. Santo no se perdonará

-Deshonrar la palabra de Dios, explicarla mal

-El juramento es un vicio opuesto al segundo mandamiento.

Habéis oído también que se dijo a los antepasados: No perjudicarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. Pues yo os digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la Tierra, porque es escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey (Mt. 5, 33-35).

Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno sólo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro (Mt. 5, 36).

Aclaración. Por estas palabras no se reprueba el juramento general hecho en la debidas condiciones, puesto que así Dios y los Ángeles juraron varias veces, sino la opinión de los judíos que estaban persuadidos de que en el juramento sólo había que precaverse de la mentira.

-El juramento es lícito hecho con verdad, con justicia y con necesidad.

a) -Con verdad.

Jurarías: «¡Por vida de Yahvéh!» con verdad, con derecho y con justicia, y se decidirán por ti las naciones, y por ti se alabarían (Jer. 4, 2).

b) -Con justicia.

El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré.» Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino» (Mc. 6, 22-23).

c) -Con necesidad.

A Yahvéh tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás (Deut. 6, 13).

-Los juramentos lícitos pueden ser hechos por Dios, por los ángeles y por los hombres.

a) -Por Dios.

El Ángel de Yahvéh llamó a Abraham por segunda vez desde los cielos, y le dijo: Por mí mismo juro, oráculo de Yahvéh, que por haber hecho esto, por no haberme negado tu hijo, tu único, yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa,... (Gén. 22, 15-17.)

Lo ha jurado Yahvéh y no ha de retractarse: «Tú eres por siempre sacerdote, según el orden de Melquisedec» (Sal. 110, 4).

b) -Por los Ángeles.

Entonces el Ángel que había visto yo de pie sobre el mar y la tierra, levantó al cielo su mano derecha y juró por el que vive por los siglos de los siglos...: «Ya no habrá dilación! sino que... (Apoc. 10, 5-6).

c) -Por los hombres.

A Yahvéh tu Dios temerás, a él le servirás, por su nombre jurarás (Deut. 6, 13).

-El juramento puede ser asertorio o promisorio.

a) -Asertorio.

Y yo no vi a ningún otro apóstol, y sí a Santiago, el hermano del Señor. Y en lo que os escribo, Dios me es testigo de que no miento (Gál. 1, 19-20).

b) -Promisorio.

Este hombre subía de año en año desde su ciudad para adorar y ofrecer sacrificios a Yahvéh Sebaot en Silo,... (1 Sam. 1, 3).

-La costumbre de jurar trae consigo graves daños.

Al juramento no acostumbres tu boca,

no te habitúes a nombrar al Santo.

Porque, igual que un criado vigilado de continuo

no quedará libre de golpes,

así el que jura y toma el Nombre a todas horas no se verá limpio de pecado (Si. 23, 9-10).

-La blasfemia es un vicio horrendo opuesto al segundo mandamiento.

No tomarás el nombre de Yahvéh, tu Dios; porque Yahvéh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso.

Ex. 20, 7.

La Sabiduría es un espíritu que ama al hombre, porque no dejará sin castigo los labios del blasfemo;... (Sab. 1, 6).

Nadie, pues, que profiera palabras inicuas quedará oculto, no le pasará por alto la justicia vengadora (Sab. 1, 8).

Aclaración. La gravedad del pecado de blasfemia queda manifestada porque Dios la previene.

No blasfemará contra Dios, ni maldecirás al principal de tu pueblo (Ex. 22, 27).

Quien blasfeme el nombre de Yahvéh, será muerto; toda la comunidad le lapidará. Sea forastero o nativo, si blasfema el Nombre, morirá (Lev. 24, 16).

-La blasfemia contra el espíritu Santo no se perdonará ni en esta vida ni en la otra.

Por eso os digo: Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada (Mt. 12, 31).

Yo os aseguro que se perdonará todo a los hijos de los hombres, los pecados y las blasfemias, por muchas que éstas sean. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca, antes bien, será reo de pecado eterno (Mc. 3, 28-28).

A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Sano, no se le perdonará (Lc. 12, 10).

Aclaración. No hay que interpretar que Dios se niegue a perdonarlo de modo absoluto, sino que suele ser muy difícil que quien lo comete se arrepienta y haga penitencia.

-Deshonrar la palabra de Dios, explicarla mal y desviarla a cosas vanas son vicios opuestos al segundo mandamiento.

a) -Deshonrar la palabra de Dios...

No juraréis en falso por mi nombre: profanarías el nombre de tu Dios. Yo, Yahvéh (Lev. 19, 12).

b) -Explicarla mal y desviarla a cosas vanas...

Aunque hay en ellas cosas difíciles de entender, que los ignorantes y los débiles interpretan torcidamente -como también las demás Escrituras- para su propia perdición (2 Pe. 3, 17).

9. 3º. Mandamiento

-La inmolación de víctimas jalona todo el A. T.

-Dios eligió el sábado para que los hombres le tributasen el culto

-El día consagrado en el A. T. para el culto a Dios y el descanso del hombre es el sábado

-El Sábado día de descanso semanal en el A. T.

-El descanso del sábado se manifestaba en la oblación del sacrificio

-Dios instituyó otras festividades en el A. T.

-Las instituyó en su aspecto teológico y antropológico

-Después de la resurrección de Cristo los Apóstoles consideraron el domingo como día del Señor

-El culto a Dios es permitido

-Las obras servirles son permitidas, caso de necesidad

-La trasgresión del precepto merecía castigo en el A. T.

-El sacrificio o inmolación de víctimas a Dios jalona toda la historia del Antiguo Testamento.

a) -Humanidad primitiva.

Noé construyó un altar a Yahvéh, y tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció holocaustos en el altar (Gén. 8, 20).

b) -Gesta patriarcal.

Díjole -Yahvéh a Abram-: «Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.» Tomó él todas estas cosas, y partiéndolas por medio, puso cada mitad enfrente en medio de densas tinieblas un horno humeante y una antorcha de fuego que pasó por entre aquellos animales partidos (Gén. 15, 9-10 y 17).

c) -Época mosaica.

Ellos dijeron -Moisés y Aarón-: «El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro; permite pues, que vayamos camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios a Yahvéh, nuestro Dios,...» (Ex. 5, 3).

d) -Período de los Jueces.

Entonces todos los israelitas y todo el pueblo subieron hasta Betel, lloraron, se quedaron allí delante de Yahvéh, ayunaron todo el día hasta la tarde y ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión delante de Yahvéh (Juec. 20, 26).

e) -Época de los Reyes.

Aquel día consagró el Rey el interior del patio que está delante de la casa de Yahvéh, pues ofreció allí el holocausto, la oblación y las grasas de los sacrificios de comunión,... (1 Reg. 8, 64).

f) -Era postexílica.

Josué, hijo de Yosadaq, con su hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus hermanos, se pusieron a reconstruir el altar del Dios de Israel, para ofrecer en él holocaustos, como está escrito en la Ley de Moisés,... (Esd. 3, 2).

-Dios eligió el último día de la semana para que los hombres de tributasen el culto debido y para santificarlo.

a) -Para que le tributasen el culto debido.

Habló Yahvéh a Moisés diciendo: Habla tú a los hijos de Israel y diles: No dejéis de guardar mis sábados; porque el sábado es una señal entre yo y vosotros,... (Ex. 31, 13).

Y les di además mis sábados como señal entre ellos y yo, para que supieran que yo soy Yahvéh, que los santifico (Ez. 20, 12).

b) -Para santificarlo.

Guardarás el día de sábado para santificarlo como te lo ha mandado Yahvéh tu Dios. Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es el día de descanso para Yahvéh tu Dios (Deut. 5, 12-14).

-El Día consagrado en el Antiguo Testamento para el culto a Dios y el descanso del hombre es el sábado.

Algunos de los numerosos textos:

...Moisés les respondió: «Esto es lo que manda Yahvéh: Mañana es sábado, día de descanso consagrado a Yahvéh (Ex. 16, 23).

Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso completo, reunión sagrada en que no hagáis trabajo alguno (Lev. 23, 3).

Guardarás el día de sábado para santificarlo, como te lo ha mandado Yahvéh tu Dios. Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es el día de descanso para Yahvéh tu Dios (Deut. 5, 12-14).

Que si me hacéis caso -oráculo de Yahvéh- no metiendo carga por las puertas de esta ciudad en sábado y santificando el día de sábado sin realizar en él trabajo alguno, entonces,... (Jer. 17, 24).

Santificad mis sábados; que sean una señal entre yo y vosotros, para que sepa que yo soy Yahvéh, vuestro Dios (Ez. 20, 20).

-El sábado era el día de descanso semanal en el Antiguo Testamento.

a) -Por motivo religioso.

Pues en seis días hizo Yahvéh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahvéh el día del sábado y lo hizo sagrado (Ex. 20, 11).

b) -Por preocupación humanitaria.

Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso para Yahvéh, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad (Ex. 20, 8).

Seis días harás tus trabajos, y el séptimo descansarás, para que reposen tu buey y tu asno, y tengan un respiro el hijo de tu sierva y el forastero (Ex. 23, 12).

-El descanso del sábado era de naturaleza religiosa y cultural en el Antiguo Testamento, y se manifestaba en la oblación de un sacrificio.

El día de sábado, dos corderos de un año, sin tacha, y como oblación dos décimas de flor de harina amasada con aceite, y su correspondiente libación. El holocausto del sábado, con su libación, se añadirá los sábado al holocausto perpetuo (Núm. 28, 9-10).

El holocausto que el príncipe ofrecerá a Yahvéh el sábado, será de seis corderos sin defecto y de un carnero sin defecto; y como oblación una medida por carnero; por los corderos, una oblación que queda a discreción, y de aceite un sextario por medida (Ez. 46, 4-5).

-Dios instituyó determinadas festividades en el Antiguo Testamento.

Habló Yahvéh a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Solemnidades de Yahvéh que convocaréis como asambleas santas. Estas son mis solemnidades:

a) - El sábado.

Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso completo, reunión sagrada en que haréis trabajo alguno. Será descanso de Yahvéh dondequiera que habitéis (Lev. 23, 1-3).

b) - La Pascua.

El mes primero, el día catorce del mes, entre dos luces, será la Pascua de Yahvéh (Lev. 23, 5).

c) - Los Acimos.

El quince de este mes se celebrará la fiesta de los Acimos en honor de Yahvéh (Lev. 23, 6).

d) - La primera gavilla.

Habló Yahvéh a Moisés diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando, después de entrar en la tierra que yo os doy, seguéis allí su mies, llevaréis una gavilla, como primicias de vuestra cosecha, al sacerdote, que mecerá la gavilla delante de Yahvéh, para alcanzaron su favor. El día siguiente al sábado la mecerá el sacerdote (Lev. 23, 9-10).

e) - La fiesta de las Semanas.

Contaréis siete semanas enteras a partir del día siguiente al sábado, desde el día en que habréis llevado la gavilla de la ofrenda mecida; hasta el día siguiente al séptimo sábado, contaréis cincuenta días y entonces ofreceréis a Yahvéh una nueva oblación (Lev. 23, 15-16).

f) - El día primero del mes séptimo.

Habló Yahvéh a Moisés diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, el primer día del mes será para vosotros de gran descanso, una fiesta conmemorativa con clamor de trompetas, una reunión sagrada (Lev. 23, 23-24).

g) -El día de la Espiación.

habló Yahvéh a Moisés, diciendo: Además el día décimo de este séptimo mes será el día de Expiación, en el cual tendréis reunión sagrada; ayunaréis y ofreceréis manjares abrasados a Yahvéh (Lev. 23, 26-27).

h) -La fiesta de las Tiendas.

Habló Yahvéh a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: El día quince de ese séptimo mes celebraréis durante siete días la fiesta de las Tiendas en honor de Yahvéh (Lev. 23, 33-34).

Conclusión. Éstas son las solemnidades de Yahvéh en las que habéis de convocar reunión sagrada para ofrecer manjares abrasados a Yahvéh, holocaustos y oblaciones, víctimas y libaciones, cada cosa en su día,... (Lev. 23, 37).

-Los días festivos fueron instituidos por Dios en su doble aspecto teológico y antropológico.

Así fueron concluidos los cielos y la tierra con todo su aparato, y el día séptimo cesó Dios de toda la tarea que había hecho. y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él cesó Dios de toda la tarea creadora que había realizado (Gén. 2, 1-3).

Habló Yahvéh a Moisés diciendo: Habla tú a los Hijos de Israel y diles: No dejéis de guardar mis sábados; porque el sábado es una señal entre yo y vosotros de generación en generación, para que sepáis que Yo, Yahvéh, soy el que os santificó. Guardad el sábado, porque es sagrado para vosotros. Él que lo profane morirá (Gén. 31, 12-14).

Recuerda el día de sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos, pero el día séptimo es día de descanso para Yahvéh, tu Dios (Ex. 20, 8, 10).

Pues en seis días hizo Yahvéh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahvéh el día de sábado y lo hizo sagrado (Ex. 20, 11).

Seis días harás tus trabajos, y el séptimo descansarás,... (Ex. 23, 12).

Seis días se trabajará; pero el día séptimo será día de descanso completo, consagrado a Yahvéh. Todo aquel que trabaje en sábado, morirá (Ex. 31, 35).

Los hijos de Israel guardarán el sábado celebrándolo de generación en generación como alianza perpetua. Será entre yo y los hijos de Israel una señal perpetua; pues en seis días hizo Yahvéh los cielos y la tierra, y el día séptimo descansó y tomó respiro (Ex. 31, 15-17).

Seis días trabajarás, más en el séptimo descansarás, incluso en tiempo de siembra y siega (Ex. 34, 21).

Moisés reunió a toda la comunidad de los hijos de Israel y les dijo: «Esto es lo que Yahvéh ha mandado hacer. Durante seis días se trabajará, pero el día séptimo será sagrado para vosotros, día de descanso completo en honor de Yahvéh (Ex. 35, 1-2).

Guardad mis sábados. Yo, Yahvéh, vuestro Dios (Lev. 19, 3).

Guardad mis sábados y respetad mi santuario. Yo, Yahvéh (Lev. 19, 30).

Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso completo, reunión sagrada en que no haréis trabajo alguno. Será descanso de Yahvéh dondequiera que habitéis (Lev. 23, 3).

-Después de la resurrección de Jesucristo, los apóstoles consideraron el domingo como días del Señor y celebraban las asambleas litúrgicas ese día.

El primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que pensaba marchar al día siguiente, conversaba con ellos y alargó la charla hasta media noche (Hch. 20, 7).

Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros reserve en su casa lo que haya podido ahorrar, de modo que no se hagan las colectas cuando yo llegué ahí (1 Cor. 16, 2).

Aclaración. El primer día de la semana judía, convertido en el día de la asamblea de los cristianos.

Pasado el Sábado, al alborear el primer día de la semana,... (Mt. 28, 1).

-Las obras referidas al culto de Dios son permitidas.

El holocausto del sábado, con su libación, se añadirá los sábados al holocausto perpetuo (Núm. 28, 10).

El holocausto que el principio ofrecerá a Yahvéh el sábado, será de seis corderos sin defecto y de un carnero sin defecto (Ez. 46, 4).

¿Tampoco habéis leído en la Ley que en día de sábado los sacerdotes, en el Templo, quebrantan el sábado sin incurrir en culpa? (Mt. 12, 5).

-Las obras serviles son permitidas en día de sábado, caso de necesidad.

En aquel tiempo vino a pasar Jesús un sábado por los sembrados. Sus discípulos sintieron hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerlas (Mt. 12, 1).

Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día. Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla.» Él le respondió: «Él que me ha curado me ha dicho. Toma tu camilla y anda» (Jn. 5, 9).

-La transgresión del tercer precepto de la Ley de Dios merecía su castigo en el Antiguo Testamento.

Habló Yahvéh a Moisés diciendo: Habla a los Hijos de Israel y diles: No dejéis de guardar mis sábados; porque el sábado es una señal entre yo y vosotros, de generación en generación, para que sepáis que Yo, Yahvéh, soy el que os santifico. Guardad el sábado, porque es sagrado para vosotros. El que lo profane morirá. Todo el que haga un trabajo en él, será exterminado de en medio de su pueblo. Seis días se trabajará; pero día séptimo será de descanso completo, consagrado a Yahvéh. Todo aquel que trabaje en sábado morirá (Ex. 31, 12-15).

Durante seis días se trabajará, pero el día séptimo será sagrado para vosotros, día de descanso completo en honor de Yahvéh. Cualquiera que trabaje en ese día, morirá (Ex. 35, 2).

Cuando los hijos de Israel estaban en el desierto, se encontró a un hombre que andaba buscando leña en el día de sábado. Los que le encontraron buscando leña, le presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad. Le pusieron bajo custodia, porque no estaba determinado lo que había que hacer con él. Yahvéh dijo a Moisés: «Que muera ese hombre. Que lo apedree toda la comunidad fuera del campamento.» Lo sacó toda la comunidad fuera del campamento y lo apedrearon hasta que murió, según había mandado Yahvéh a Moisés (Núm. 15, 32).

10. 4º Mandamiento

-Prescribe honrar al padre y a la madre

-Toda autoridad procede de Dios

-La función de la autoridad es promover el bien

-Los miembros de la familia obligados a procurar la armonía

-La autoridad paternal en función de la educación de los hijos

-Los padres deben prestar amor, educación y atención corporal a sus hijos

-También deben instruir a sus hijos en la Ley del Señor

- Los hijos deben Amor, Reverencia, obediencia y ayuda en caso de necesidad

- No hay obligación de obedecer en cosas deshonrosas

-El cuarto mandamiento prescribe honrar al padre y a la madre.

Honra a tu padre y a tu madre, para que prolonguen tus días sobre la tierra que Yahvéh, tu Dios, te va a dar (Ex. 20, 12).

Honra a tu padre y a tu madre, como te lo ha mandado Yahvéh tu Dios, para que se prolonguen tus días y vivas feliz en el suelo que Yahvéh tu dios te da (Deut. 5, 16).

Escucha, hijo mío, la instrucción de tu padre y no desprecies la lección de tu madre... (Prov. 1, 8).

Guarda, hijo mío, el mandato de tu padre y no despreciéis la lección de tu madre (Prov. 6, 20).

Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor; porque esto es justo (Ef. 6, 1).

Hijos, obedeced en todos a vuestros padres, porque esto es grato a Dios en el Señor (Col. 3, 20).

-Toda autoridad procede de Dios.

Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas (Rom. 13, 1).

-La función primordial de la autoridad es promover el bien.

¿Quieres no temer a la autoridad? Obra el bien, y obtendrás de ella elogios, pues es para ti un servidor de Dios para el bien (Rom. 13, 3-4).

-Los miembros de la familia están obligados a procurar la armonía familiar.

Sed sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo (Ef. 6, 21).

En conclusión, tened todos unos mismos sentimientos, sed compasivos, amaos hermanos, sed misericordiosos y humildes. No devolváis mal por mal ni insulto por insulto; por el contrario, bendecid, pues habéis sido llamados a heredar la bendición (1 Pe. 3, 8).

La autoridad está enraizada en el corazón del joven, la vara de la instrucción la alejará de allí (Prov. 22, 15).

No ahorres corrección al niño, que no se va a morir porque le castigues con la vara (Prov. 23, 15).

-La autoridad paternal está en función de la educación de los hijos.

La necedad está enraizada en el corazón del joven, la vara de la intrucción la alejará de allí (Prov. 22,15).

No ahorres corrección al niño, que no se va a morir porque le castigues con la vara (Prov. 23,15).

-El cuarto mandamiento prescribe prestar amor, educación espiritual y atención corporal a los hijos.

a) -Amor.

Padres, no exasperéis a vuestros hijos, sino formadlos más bien mediante la instrucción y la corrección según el Señor (Ef. 6, 4).

b) -Educación espiritual.

-Doctrina.

Enseñadlas a vuestros hijos, hablando de ellos cuando estés en casa y cuando vayas de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes (Deut. 11, 19).

-Corrección.

Quien escatima la vara, odia a su hijo, quien tiene amor, le castiga (Prov. 13, 24).

No ahorres corrección al niño, que no se va a morir porque le castigues con la vara. Con la vara le castigarás y librarás su alma del seol (Prov. 23, 13, 14).

c) -Atención corporal.

Efectivamente, no corresponde a los hijos atesorar para los padres, sino a los padres atesorar para los hijos (2 Cor. 12, 14).

-Los padres tienen el deber de instruir a sus hijos en los caminos del Señor y en las tradiciones religiosas de sus antepasados.

No vayas a olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; enséñaselas, por el contrario, a tus hijos y a los hijos de tus hijos (Deut. 4, 9-10).

Congrega al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al forastero que reside dentro de tus puertas, para que oigan, aprendan a temer a Yahvéh vuestro Dios, y cuiden de poner en práctica todas las palabras de esta Ley. Y sus hijos, que todavía no la conocen, la oirán y aprenderán a temer a Yahvéh vuestro Dios,... (Deut. 31, 12-13).

Lo que hemos oído y que sabemos, lo que nuestros padres nos contaron, no se lo callamos a sus hijos, a la futura generación lo contaremos (Sal. 78, 3-4).

Aclaración. Del fondo de estos versículos se derivan las grandes responsabilidades que tienen los padres para con los hijos.

-Los deberes de los hijos para con los padres son: Amor, reverencia, obediencia y ayuda material en caso de necesidad.

a) -Amor.

Con todo tu corazón honra a tu padre, y no olvides los dolores de tu madre. Recuerda que por ellos has nacido, ¿cómo les pagarás lo que contigo han hecho? (Si. 7, 27-28).

b) -Reverencia.

En obra y palabra honra a tu padre, para que te alcance su bendición (Si. 3, 8).

c) -Obediencia.

Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor; porque esto es justo (Ef. 6, 1).

Hijos, obedeced en todo a vuestros padres, porque esto es grato a Dios en el Señor (Col. 3, 20).

d) -Ayuda material.

Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le causes tristeza (Si. 3, 12).

Como blasfemo es el que abandona a su padre, maldito del Señor quien irrita a su madre (Si. 3, 12).

-No hay obligación de obedecer a los padres en cosas deshonrosas.

Pedro y los apóstoles contestaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres...» (Hch. 5, 29).

11. 4º Mandamiento. Esposos, Amos, Patronos, Autoridad Civil

-El esposo es el jefe de la familia

-El esposo debe amar a su esposa

-Los esposos tienen tres deberes: amor, ayuda y vida común

-También amor mutuo, Alimento y débito

-Los amos debe mandar con amor

-Los deberes de los amos son: trato benigno, instrucción, corrección y salario justo

-Los que sirven deben reverencia, obediencia y fidelidad

-Los patronos obligados a trato benigno e instrucción a sus operarios

-Los operarios obligados a prestar a sus patronos reverencia, obediencia y fidelidad

-La autoridad civil esta obligada a dictar leyes para el bien de sus súbditos

-Los ciudadanos están obligados a obedecer y honrar a sus autoridades

-Los fieles están obligados a honrar a los Ministros de la Iglesia

-La transgresión del cuarto precepto merecía castigo en el A.T.

-El esposo es jefe de la familia por derecho natural y divino.

A la mujer le dijo: «...Hacia tu marido irá tu apetencia, y él te dominará (Gén. 3, 16).

Ni fue creado el hombre por razón de la mujer, sino la mujer por razón del hombre. He ahí por qué debe llevar la mujer sobre la cabeza una señal de sujeción... (1 Cor. 11, 9-10).

Mujeres, sed sumisas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas (Col. 3, 18-19).

Aclaración. Al marido le corresponde gobernar a la esposa, siempre en calidad de compañera y nunca de esclava.

-El marido tiene obligación de amar a su esposa.

Maridos, amad a vuestro mujeres, y no seáis ásperos con ellas (Col. 3, 19).

Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella,... (Ef. 5, 25).

-A los esposos les obligan tres deberes fundamentales: amor mutuo, ayuda mutua y vida común.

a) -Amor mutuo.

Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella,... (Ef. 5, 25),

Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo (Ef. 6, 28).

En todo caso, en cuanto a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo;... (Ef. 5, 33).

Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas (Col. 3, 19).

b) -Ayuda mutua.

Dijo luego Yahvéh Dios: «No es bueno que el hombre esté sólo. Voy a hacerle una ayuda adecuada» (Gén. 2, 18).

c) -Vida común.

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2, 24).

Jesús respondió: «¿No habéis leído que el Creador, desde el principio, los hizo varón y hembra, y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne (Mt. 19, 4-5).

Por eso dejará el hombre a su Padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne (Ef. 5, 31).

-Los cónyuges están obligados a prestarse amor mutuo, cohabitación, alimento y débito.

a) -Amor mutuo.

-del esposo a la esposa.

Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella... (Ef. 5, 25).

-de la esposa al esposo.

...para que enseñen a las jóvenes a ser amantes de sus maridos y de sus hijos,... (Tit. 2, 4).

b) -Cohabitación.

Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una sola carne (Mt. 19, 5).

c) -Alimento.

De manera que yo no son dos, sino una sola carne (Mt. 19, 6).

Porque nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a su Iglesia (Ef. 5, 29).

d) -Débito.

Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido. No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido.

Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro sino de mutuo acuerdo, por cierto tiempo, para daros a la oración; luego, volved a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia (1 Cor. 7, 3-5).

-Los amos deben de mandarles a sus siervos con amor.

Amos, obrad de la misma manera con ellos, dejando las amenazas; teniendo presente que está en los cielos el Amo vuestro y de ellos, y que en él no hay acepción de personas (Ef. 6, 9).

-Los deberes de los Amos para con los que les prestan servicio son: Tratarles benignamente, instruirles y corregirles y abonarles el salario justo.

a) -Tratarles benignamente.

Si tienes un criado, trátalo como hermano, porque has menester de él como de ti mismo (Si. 33, 32).

No maltrates al criado que trabaja fielmente, ni al jornalero que pone su empeño. Al criado prudente ame tu alma, y no le prives de la libertad (Si. 7, 21).

b) -Instruirles y corregirles.

Si alguien no tiene cuidado de los suyos, principalmente de sus familiares, ha renegado de la fe y es peor que un infiel (1 Tim. 5, 8).

c) -Abonarles el salario justo.

Le darás cada día su salario, sin dejar que el sol se ponga sobre esta deuda; porque es pobre, y para vivir necesita de su salario. Así no apelará por ello a Yahvéh contra ti, y no te cargarás con un pecado (Deut. 24, 15).

Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos (Sant. 5, 4).

-Los deberes de los que prestan servicios para con sus amos son: reverencia, obediencia y fidelidad.

a) -Reverencia.

Todos los que estén como esclavos bajo el yugo de la servidumbre consideren a sus dueños como dignos de todo respeto,... (1 Tim. 6, 1).

Esclavos, obedeced a vuestros amos de este mundo con respeto y temor, con sencillez de corazón, como a Cristo,... (Ef. 6, 5).

b) -Obediencia.

Esclavos, obedeced a vuestros amos de este mundo con respeto y temor, con sencillez de corazón, como a Cristo,... (Ef. 6, 5).

Esclavos obedeced en todo a vuestros amos de este mundo, no porque os vean, como quien busca agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo al Señor (Col. 3, 22).

Criados, sed sumisos, con todo respeto, a vuestros dueños, no sólo a los buenos e indulgentes, sino también a los severos (1 Pe. 2, 18).

c) -Fidelidad.

Que los esclavos estén sometidos en todo a sus dueños, sean complacientes y no les contradigan; que no les defrauden, antes bien muestren una fidelidad perfecta... (Tim. 2, 9).

-Los Patronos están obligados a tratar benignamente e instruir a sus operarios.

a) -Tratarlos benignamente.

Amos, obrad de la misma manera con ellos, dejando las amenazas; teniendo presente que está en los cielos el Amo vuestro y de ellos, y que en él no hay acepción de personas (Ef. 6, 9).

b) -Instruirlos.

Si alguien no tiene cuidado de los suyos, principalmente de sus familiares, ha renegado de la fe y es peor que un infiel (1 Tim. 5, 8).

-Los operarios están obligados a prestarles a sus patronos reverencia, obediencia y fidelidad.

a) -Reverencia.

...consideren a sus dueños como dignos de todo respeto,... (1 Tim. 6, 1).

b) -Obediencia.

...obedeced a vuestros amos de este mundo con respeto y temor, con sencillez de corazón, como a Cristo, no para ser vistos, como quien busca agradar a los hombres, sino como esclavos de Cristo que cumplen de corazón la voluntad de Dios; de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres:... (Ef. 6, 7).

c) -Fidelidad.

...sean complacientes y no les contradigan; que no les defrauden, antes bien muestren una fidelidad perfecta para honrar en la doctrina de Dios nuestro Salvador (Tit. 2, 9-10).

-Los gobernantes de las naciones tienen potestad de promulgar leyes para el bien temporal de sus súbditos.

Por mí los reyes reinan y los magistrados administran la justicia (Prov. 8, 15).

Sed sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: sea al rey, como soberano, sea a los gobernantes, como enviados por él para castigo de los que obran el mal y alabanza de los que obran el bien (1 Pe. 2, 13-14).

-Los ciudadanos están obligados a prestar obediencia, honrar y orar por los que están constituidos en autoridad temporal.

a) -Prestar obediencia.

Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituida. De modo que, quien se opone a la autoridad, se revela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación (Rom. 13, 1-2).

Sed sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: sea el rey, como soberano, sea a los gobernantes, como enviados por él... (1 Pe. 2, 13).

b) -Honrar.

Honrar a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al rey (1 Pe. 2 17).

c) -Orad por quienes están constituidos en autoridad.

Ante todo os recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad,... (1 Tim. 2, 1).

-El cuarto mandamiento prescribe honrar a los obispos y a los sacerdotes de la Iglesia.

Os pedimos, hermanos, que tengáis en consideración a los que trabajan entre vosotros, os presiden en el Señor y os amonestan. Tenedles en la mayor estima con amor por su labor. Vivid en paz unos con otros (1 Tes. 5, 12).

Los presbíteros que ejercen bien su cargo merecen doble honor, principalmente los que se afanan en la predicación y en la enseñanza (1 Tim. 5, 17).

-La transgresión del cuarto precepto de la Ley de Dios merecía su castigo en el Antiguo Testamento.

El que pegue a su padre o a su madre morirá (Ex. 21, 15).

El que trate sin respeto a su padre o a su madre, morirá (Ex. 21, 17).

Maldito aquel que desprecia a su padre o a su madre (Deut. 27, 16).

El que despoja a su padre y expulsa a su madre, es hijo que cubre de vergüenza e ignominia (Prov. 19, 26).

Al que maldice a su padre y a su madre, se le extinguirá su lámpara en medio de tinieblas (Prov. 20, 20).

Al ojo del que se ríe del padre y desprecia los muchos años de una madre, le picotearán los cuervos del torrente, los aguiluchos le devorarán (Prov. 30, 17).

Como blasfemo es el que abandona a su padre, maldito del Señor quien irrita a su madre (Si. 3, 16).

12. 5º Mandamiento

-Prescribe defender el derecho a la vida humana

-Todo ser humano tiene derecho a la vida

-El hombre tiene obligación de conservar la propia vida

-Es lícito huir urgiéndolo la persecución

-No quebranta el precepto quien mata a otro casualmente

-La autoridad publica legítima puede imponer la pena la muerte a los que cometan crímenes gravísimos, y siempre que lo requiera el bien de la sociedad

-Desear la propia muerte es lícito si se hace con sumisión a la voluntad de Dios

-Hay obligación de evitar el escándalo

-El hombre ofendido debe perdonar las injurias de los demás

-El hombre debe respetar la vida de los animales que le prestan algún beneficio

-El quinto mandamiento prescribe defender el derecho de la vida humana.

No matarás (Ex. 20, 13).

-Todo ser humano tiene un derecho a la vida concedido por Dios.

Replicó Yahvéh: «¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo (Gén. 4, 10).

No matarás (Ex. 20, 13).

Si unos hombres, en el curso de una riña, dan un golpe a una mujer encinta, y provocan el parto sin más daño, el culpable será multado conforme a lo que imponga el marido de la mujer y mediante arbitrio. Pero si resultare daño, darás vida por vida,... (Ex. 21, 22-23).

... no quites la vida al inocente y justo... (Ex. 23, 7).

-El hombre tiene obligación de conservar la propia vida natural.

No matarás (Ex. 20, 13).

Aclaración. Del deber de conservar la vida se deduce la prohibición de dañar la salud corporal y de poner los remedios de recuperarla cuando se ha perdido.

-Es lícito huir en defensa de la vida, urgiéndolo así la persecución.

a) -Por precepto de Cristo.

Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra (Mt. 10, 23).

b) -Por ejemplo de los Apóstoles.

Él les contó cómo el Señor le había sacado de la prisión. Y añadió: «Comunicad esto a Santiago y a los hermanos.» Salió y marchó a otro lugar (Hch. 12, 17).

Por una ventana y en una espuerta fui descolgado muro abajo. Así escapé de sus manos (2 Cor. 11, 33).

-No quebranta el quinto mandamiento quien mata a otro casualmente.

El que mate a su propio sin querer, sin haberle odiado antes...éste puede huir a una de esas ciudades y salvar su vida (Deut. 19, 4-5).

-La autoridad pública legítima puede imponer la pena de muerte, por derecho natural, a los que cometen crímenes gravísimos, siempre que lo requiebra el bien de la sociedad.

El que hiera mortalmente a otro, morirá (Ex. 21, 12).

Pero al que se atreva a matar a su prójimo con alevosía, hasta de mi altar le arrancarás para matarle (Ex. 21, 14).

El que hiera mortalmente a cualquier otro hombre, morirá (Lev. 24, 17.)

Pero si le ha herido con un instrumento de hierro, y muere, es un homicida. El homicida debe morir (Núm. 35, 16).

Pero, si obras del mal, teme; pues no en vano lleva la espada; pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra mal (Rom. 13, 4).

Aclaración. (Rom. 13, 4), teme (a la autoridad). Condiciones: Que el malhechor haya sido reo de crímenes gravísimos, que sea incorregible, y que lo exija el bien común.

-Desear la propia muerte es lícito y meritorio cuando se hace por motivo totalmente sobrenatural y con sumisión plena a la voluntad de Dios.

Me siento apremiado por las dos partes; por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; mas, por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para vosotros (Fil. 1, 23).

Aclaración. San Pablo deseaba morir para estar con Cristo.

-Hay obligación, bajo pecado grave, de evitar el escándalo.

Todo es puro, ciertamente, pero es malo comer dando escándalo. Lo bueno es no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad (Rom. 14, 20-21).

Por tanto, si un alimento causa escándalo a mi hermano, nunca comeré carne para no dar escándalo a mi hermano (1 Cor. 8, 13).

Aclaración. Si para evitar el escándalo hay obligación de abstenerse de algo lícito aunque aparentemente ilícito -como era comer carne sacrificada a los ídolos- con mayor motivo hay obligación de abstenerse de lo que es malo o ilícito.

-El hombre ofendido debe de perdonar las injurias de los demás.

Y cuando os pongáis de pie para orar, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone vuestras ofensas (Mc. 11, 25).

Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Y si peca contra ti siete veces al día y siete veces se vuelve a ti, diciendo: «Me arrepiento», le perdonarás (Lc. 17, 3-4).

-El hombre debe de respetar la vida de los animales que le prestan algún beneficio.

El justo ciudad su ganado, pero las entrañas de los males son crueles (Prov. 12, 10).

Conoce a fondo el estado de tu ganado, aplica tu corazón a tu rebaño;... (Prov. 27, 23).

¿Tienes rebaños? Pásales revista; y si te dan ganancia consérvalos (Si. 7, 22).

13. 5º Mandamiento. Vicios opuestos

-Toda palabra, obra o deseo que perjudique la salud propia o ajena

-Matar al inocente

-La autoridad pública no puede producir la muerte de un inocente

-El escándalo se opone a la caridad

-El odio de enemistad se opone a la caridad

-El amor a los enemigos obliga a deponer todo odio de enemistad y deseo de venganza

-Del pecado del odio proceden otros muchos

-El quinto mandamiento prohíbe toda palabra; obra o deseo que perjudique la vida o la salud propia o ajena.

a) -Suicidarse.

Pues tú tienes el poder sobre la vida y sobre la muerte,... (Sab. 16, 13).

Yo doy la muerte y doy la vida, hiero yo, y sano yo mismo (Deut. 32, 39.)

b) -Herir.

El que golpea a su siervo o a su sierva con un palo, si mueren a sus manos, cae bajo la ley de la venganza (Ex. 21, 20.)

c) -Reñir.

Si unos hombres, en el curso de una riña, dan un golpe a una mujer encinta, y provocan el parto sin más daño, el culpable será multado conforme a lo que imponga el marido de la mujer... (Ex. 21, 22).

d) -Embriagarse.

No bebas vino hasta emborracharte y no hagas de la embriaguez tu compañera de camino (Tob. 4, 15).

c) -Encolerizarse.

Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal;... (Mt. 5, 22).

Si os airáis, no pequéis; no se ponga el sol mientras estáis airados, ni deis ocasión al Diablo (Ef. 4,26).

f) -Odiar.

Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él (1 Jn. 3, 15).

g) -Insultar.

...el que llame a su hermano «imbécil», será reo ante el Sanedrín; y el que le llame renegado, será reo de la gehenna del fuego (Mt. 5, 22).

h) -Vengarse.

...si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas (Mt. 6, 15).

i) -Abortar.

No matarás (Ex. 20, 13).

j) -Escandalizar.

Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan escándalos, pero !Ay de aquel hombre por quien el escándalo viene! (Mt. 18, 6).

-Matar al inocente nunca es lícito, y se opone a la caridad y a la justicia.

Es uno de los pecados que claman al cielo.

Replicó Yahvéh: «¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano (el inocente Abel) clamar a mí desde el suelo. Pues bien: maldito seas, lejos de este suelo que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano (Gén. 4, 10-11).

Aléjate de causas mentirosas, no quites la vida al inocente y justo; y no absuelvas la malvado (Ex. 23, 7).

Aclaración. 23, 7 «y no absuelvas» griego; porque «yo no absolveré» hebreo.

-La autoridad publica no puede jamás producir la muerte de un inocente.

Y cuando estaban en el campo, se lanzó Caín contra su hermano Abel y lo mató. Yahvéh dijo a Caín: «¿Dónde está hermano Abel?» Contestó: «No sé. ¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?» Replicó Yahvéh: «¿Qué has hecho? Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo. Pues bien, maldito seas, lejos de este suelo que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano (Gén. 4, 8-11).

...no quites la vida al inocente y justo; y no absuelvas al malvado (Ex. 23, 7).

Aclaración. Es uno de los pecados que claman al cielo.

-El escándalo se opone directamente a la virtud de la caridad.

Escándalo, en sentido vulgar, significa indignación ante algo indecoroso.

En sentido teológico es cualquier dicho o hecho que induce al prójimo al pecado.

Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en los profundo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan escándalos, pero ¡Ay de aquel hombre por quien el escándalo viene! (Mt. 18, 6-7).

Aclaración. Este texto de S. Mateo alude al escándalo en sentido teológico.

-El odio de enemistad se opone directamente a la virtud de la caridad.

El odio de enemistad por el que se desea al prójimo algún mal, o se alegra de sus males, o se entristece por sus bienes, es de suyo pecado moral.

Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano, está aún en las tinieblas (1 Jn. 2, 9).

Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él (1 Jn. 3, 14-15).

Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso;... (1 Jn. 4, 20).

-El amor a los enemigos obliga a deponer todo odio de enemistad y todo deseo de venganza.

Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él (1 Jn. 3, 15).

Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve (1 Jn. 4, 20).

-Del pecado de odio proceden otros muchos.

Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano, está aún en las tinieblas (1 Jn. 2, 9).

Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos (1 Jn. 2, 11).

14. 6º Mandamiento

-Las relaciones que atraen al hombre y a la mujer están en el A. T.

-La sexualidad y sus funciones están integradas en las relaciones entre los cónyuges

-Cada cónyuge tiene derecho al cuerpo del otro en orden a los actos de transmitir la vida

-El acto de trasmitir la vida está establecido por Dios

-Es lícito dentro del matrimonio

-La virtud de la castidad merece grandes premios

-Merece especialmente el de la fecundidad espiritual

-Las relaciones que atraen mutuamente al hombre y a la mujer están expresadas en el Antiguo Testamento

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2, 24).

-La sexualidad y sus funciones propias están integradas en las relaciones mutuas entre los cónyuges.

Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla;... (Gén. 1, 28).

Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se uno a su mujer, y se hacen una sola carne (Gén. 2, 24).

Aclaración. La sexualidad no está ordenada en bien particular del individuo, sino en beneficio comunitario de la especie con la colaboración de los cónyuges que supone y exige un relación mutua en sí mismos y en sus funciones.

-En virtud del derecho matrimonial, cada cónyuge tiene derecho al cuerpo del otro en orden a los actos propios de la transmisión de la vida.

Que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido. No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente, el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno el otro sino de mutuo acuerdo, por cierto tiempo, para daros a la oración; luego, volved a estar juntos, para que Satanás no os tiente por vuestra incontinencia. Lo que os digo es una concesión, no un mandato (1 Cor. 7, 3-5).

-El acto propio de la transmisión de la vida está establecido por Dios y es lícito dentro del matrimonio.

a) -Está establecido por Dios.

y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla;...» (Gén. 1, 28).

Vive la vida con la mujer que amas, todo el espacio de tu vana existencia que se te ha dado bajo el sol, ya que tal es tu parte en la vida y en los afanes con que te afanas bajo el sol (Qo. 9, 9).

...gózate en la mujer de tu mocedad,... (Prov. 5, 18).

b) -Es lícito dentro del matrimonio.

Y los bendijo Dios y les dijo. «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla;... (Gén. 1, 28).

Aclaración. Estas palabras que expresan un mandato de Dios, fueron dirigidas al primer hombre y a la primera mujer, pareja formal y establemente constituida en matrimonio.

-Los actos propios de la transmisión de la vida solamente son lícitos dentro del Estado de matrimonio.

Su ilicitud fuera del matrimonio se deduce claramente de los versículos siguientes:

...se oye hablar de que hay inmoralidad entre vosotros, y una inmoralidad tal, que no se da ni entre los gentiles, hasta que uno de vosotros vive con la mujer de su padre (1 Cor. 5, 1).

¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales...heredarán el Reino de Dios (1 Cor. 6, 9).

Ni forniquemos como algunos de ellos fornicaron cayeron muertos veintitrés mil en un sólo día (1 Cor. 10, 8).

La fornicación, y toda impureza o codicia, ni siquiera se mencione entre vosotros, como conviene a los santos (Ef. 5, 3).

Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso -que es ser idólatra- participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios (Ef. 5, 5).

...la ley no ha sido instituida para el justo, sino para...los adúlteros sodomitas, traficantes en seres humanos,...y para todo lo que se opone a la sana doctrina que está conforme con el Evangelio... (1 Tim. 9-11).

Tened todos en gran honor el matrimonio, y el lecho conyugal sea inmaculado; que a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios (Hebr. 13, 4).

-La virtud de la castidad merece grandes premios.

La castidad es la virtud que modera el uso de la facultad generativa solamente para conseguir sus fines.

Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y herederá la vida eterna (Mt. 19, 29).

Pues así dice Yahvéh: Respecto a los eunucos que guardan mis sábados y eligen aquello que me agrada y se mantienen firmes en mi alianza, yo he de darles en mi Casa y en mis muros monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será borrado (Is. 56, 4-5).

Dichoso también el eunuco que con sus manos no obra iniquidad ni fomenta pensamientos perversos contra el Señor; por su fidelidad alcanzará una escogida recompensa, una herencia muy agradable en el Templo del Señor. Que el fruto de los esfuerzos nobles es glorioso, imperecedera la raíz de la prudencia (Sab. 3, 14-15).

Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes. Estos siguen al Cordero a dondequiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero,... (Apoc. 14, 4).

Pero una cosa hago; olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, corriendo hacia la mete, para alcanzar el premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús (Fil. 3, 13-14).

Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás.» Me respondió: «Esos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios,...Ya no tendrán hambre ni sed; ya no les molestará el sol ni bochorno alguno. Porque el Cordero que está en medio del trono los apacentará y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida» (Apoc. 7, 14-17).

-La virtud de la castidad merece especialmente el premio de la fecundidad espiritual.

No diga el eunuco: «Soy un árbol seco.» Pues así dice Yahvéh: Respecto a los eunucos que guardan mis sábados y eligen aquello que me agrada y se mantienen firmes en mi alianza, yo he de darles en mi Casa y en mis muros monumento y nombre mejor que hijos e hijas; nombre eterno les daré que no será borrado (Is. 56, 3-5).

15. 6º Mandamiento. Vicios opuestos

-La interrupción del acto generador

-La incontinencia

-Las relaciones sexuales prematrimoniales

-Las acciones «iuxta naturam» y «contra naturam»

-Toda acción sexual fuera de los cauces de la generación responsable

-El adulterio

-Es muy grave

-La prostitución

-El Homosexualismo

-La Masturbación

-La trasgresión de este precepto merecía su castigo en el A. T.

-Remedios

-La interrupción del acto propio de la transmisión de la vida es pecado mortal.

Onán sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, si bien tuvo relaciones con su cuñada, derramaba a tierra, evitando el dar descendencia a su hermano. Pareció mal a Yahvéh lo que hacía y le hizo morir también a él (Gén. 38, 9-10).

-Las relaciones sexuales prematrimoniales van contra la Ley natural.

Pero si resulta que es verdad, si no aparecen en la joven las pruebas de la virginidad, entonces se las sacará a la puerta de la casa de su padre, y sus conciudadanos la apedrearán hasta que muera, por haber cometido una infamia... (Deut. 22, 10).

Si una joven virgen está prometida a un hombre y otro hombre la encuentra en la ciudad y se acuesta con ella, los llevaréis a los dos a la puerta de esa ciudad y los apedrearéis hasta que mueran: a la joven por no haber pedido socorro en la ciudad, y al hombre por haber humillado a la mujer de su prójimo (Deut. 22, 23-24).

Aclaración. Arriesgan la unidad del matrimonio, el desarrollo del amor, la educación de los hijos y la estabilidad de la familia.

-Unas acciones sexuales son «iuxta naturam» y otras «contra naturam», y ambos son vicios opuestos al sexo mandamiento.

a) - Acciones «iuxta naturam»

-Fornicación.

Porque tened entendido que ningún fornicación o impuro o codicioso -que es ser idólatra- participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios (Ef. 5, 5).

-Adulterio.

Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, será muerto tanto el adúltero como la adúltera (Lev. 20, 10).

Si se sorprende a un hombre acostado con una mujer casada, morirán los dos: el hombre que yacía con la mujer y la mujer misma (Deut. 22, 22).

-Incesto.

Si uno toma por esposas a una mujer y a su madre, es un incesto. Serán quemados tanto él como ellas,... (Lev. 20, 14).

b) -Acciones «contra naturam»

-Pulución.

Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso -que es ser idólatra- participará en el Reino de Dios (Ef. 5, 5).

-Sodomía.

Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, es abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío (Rom. 1, 26-27).

-Bestialidad.

Todo el que peque con bestia, morirá (Ex. 22, 19).

El que se una con bestia, morirá sin remedio. Mataréis también la bestia (Lev. 20, 15).

Si una mujer se acerca a una bestia para unirse con ella, matarás a la mujer y a la bestia. Morirán; caerá sobre ellos su sangre (Lev. 20, 16).

-Dios prohíbe toda acción sexual fuera de los cauces de la generación responsable.

a) -Adulterio.

Onás sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, si bien tuvo relaciones con su cuñada, derramaba a tierra, evitando el dar descendencia a su hermano. Pareció mal a Yahvéh lo que hacía y le hizo morir también a él (Gén. 38, 9-10).

Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, será muerto tanto el adúltero como la adúltera (Lev. 20, 10).

b) -Prostitución.

No habrá prostituta sagrada entre las hijas de Israel, ni hieródulo entre los hijos de Israel. No llevarás a la casa de Yahvéh tu Dios don de prostituta ni salario de perro, sea cual fuere el voto que hayas hecho: porque ambos son abominación para Yahvéh tu Dios (Deut. 23, 18-19).

c) -Fornicación.

Guárdate, hijo de toda impureza,... (Tob. 4, 12).

Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo (1 Cor. 6, 13).

¡Huid de la fornicación! Todo pecado que comete el hombre queda fuera de su cuerpo; más el que fornica, peca contra su propio cuerpo (1 Cor. 6, 18).

Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; que os alejéis de la fornicación, que cada uno de vosotros sepa poseer su cuerpo con santidad y honor, y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios (1 Tes. 4, 3-5).

d) -Miradas deshonestas.

...avergonzados...de mirar a mujer prostituta... (Si. 41, 22).

e) -Deseos deshonestos.

Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón (Mt. 5, 28).

Porque de dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias.

Eso es lo que hace impuro al hombre (Mt. 15, 19).

f) -Impureza.

Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios (1 Cor. 6, 9).

La fornicación, y toda impureza o codicia, ni siquiera se mencione entre vosotros, como conviene a los santos (Ef. 5, 3).

-El adulterio está prohibido.

No cometerás adulterio (Ex. 20, 14).

Y...les enseñaba diciendo: «...Habéis sido que se dijo: No cometerás adulterio...» (Mt. 5, 27).

¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros,... (1 Cor. 6, 9).

Tened todos en gran honor el matrimonio, y el lecho conyugal sea inmaculado; que a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios (Hebr. 13, 4).

¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? (Sant. 4, 4).

-El adulterio es un pecado muy grave opuesto al sexto mandamiento.

Pero el que hace adulterar a una mujer es un mentecato; un suicida es el que hace; encontrarás golpes y deshonra y su vergüenza no se borrará (Prov. 6, 32-33).

-La prostitución es pecado mortal.

No vayas al encuentro de la mujer prostituta, no sea que caigas en sus redes (Si. 9, 3).

A prostitutas no te entregues, para no perder tu herencia (Si. 9, 6).

Aclaración. Alude a la herencia del Reino de los cielos.

-El Homosexualismo es pecado mortal.

El homosexualismo es la desviación de la tendencia sexual hacia personas del mismo sexo.

Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos (Lev. 20, 13).

Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío (Rom. 1, 26-27).

Ni lo impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios (1 Cor. 6, 9-10).

Aclaración. En esta materia como en todas las demás, para que exista pecado mortal hace falta advertencia plena por parte del entendimiento y consentimiento o aceptación plena por parte de la voluntad.

-La Masturbación es un uso desordenado de la facultad generativa que va contra la Ley natural.

Sólo existe una alusión obscura e incompleta en la Sagrada Escritura:

...el alma ardiente como fuego encendido:

no se apagará hasta consumirse;

el hombre impúdico en su cuerpo carnal:

no cejará hasta que el fuego le abrase;

para el hombre impúdico todo pan es dulce,

no descansará hasta haber muerto.

El hombre que su propio lecho viola

y que dice para sí: «¿Quién me ve?;

la obscuridad me envuelve, las paredes me encubren,

nadie me ve, ¿qué he de temer?;

el Altísimo no se acordará de mis pecados»,

lo que teme son los ojos de los hombres;

no sabe que los ojos del Señor

son diez mil veces más brillantes que el sol,

que observan todos los caminos de los hombres

y penetran los rincones más ocultos (Si. 23, 17-19).

-La trasgresión del sexto precepto de la ley de Dios merecía a su castigo en el Antiguo Testamento.

a) -Fornicación.

Se ha hecho impuro el país; por eso he castigo su iniquidad, y el país ha vomitado a sus habitantes (Lev. 18, 25).

b) -Adulterio.

Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, será muerto tanto el adúltero como la adúltera (Lev. 20, 10).

c) -Homosexualismo.

Si alguien se acuesta con varón, como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos (Lev. 20, 13).

d) -Incesto.

Si uno toma por esposas a una mujer y a su madre, es un incesto. Serán quemados tanto él como ellas, para que no haya tal incesto en medio de vosotros (Lev. 20, 14).

e) -Bestialidad.

El que se una con bestia, morirá sin remedio. Mataréis también a la bestia (Lev. 20, 15).

Si una mujer se acerca a una bestia para unirse con ella, matarás a la mujer y a la bestia. Morirán; caerá sobre ellos su sangre (Lev. 20, 16).

f) -Ignominia.

Si alguien toma por esposa a su hermana, hija de su padre o hija de su madre, viendo así la desnudez de ella y ella la desnudez de él, es una ignominia. Serán exterminados en presencia de los hijos de su pueblo. Ha descubierto la desnudez de su hermana: cargará con su iniquidad (Lev. 20, 17).

-Existen remedios muy eficaces para superar las tendencias pecaminosas y desordenadas de la trasmisión de la vida.

a) -Evitar el exceso en la bebida.

No os embriaguéis con el vino, que es causa del libertinaje (Ef. 5, 18).

b) -Evitar las miradas lujuriosas.

Había hecho yo un pacto con mis ojos, y no miraba a ninguna doncella (Job 31, 1).

No te quedes mirando a doncella, para que ni incurras en su propio castigo (Si. 9, 5).

Aparta tu ojo de mujer hermosa, no te quedes mirando la belleza ajena. Por la belleza de la mujer se perdieron muchos, junto a ella el amor se inflama como fuego (Si. 9, 8).

c) -Luchar contra las apetencias.

Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias (Rom. 13, 14).

d) -El ideal de vivir la gracia de Cristo.

Revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias (Rom. 13, 14).

16. 7º Mandamiento

-Sólo Dios es dueño de las cosas creadas

-El hombre puede poseer los bienes adquiridos legítimamente

-El hombre tiene dominio no directo de los bienes no distintos a sí mismo, es decir, alma y cuerpo

-Prescribe respetar la propiedad del prójimo

-El trabajador tiene derecho a su salario suficiente para vivir

-Los clérigos tiene derecho a vivir de su ministerio

-Todos los hombres tienen obligación de socorrer con limosnas a sus hermanos necesitados

-Dios recompensa la limosna con grandes premios

-Los tributos pueden obligar

-Hay obligación de restituir

-El robo trae consigo grandes castigos

-Sólo Dios es verdadera y absolutamente dueño de todas y cada una de las cosas creadas.

De Yahvéh es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan;... (Sal. 24, 1).

Tuyo es el cielo, tuya también la tierra, el orbe y cuanto encierra tú fundaste;... (Sal. 89, 12).

Así dice Yahvéh: Los cielos son mi trono y la tierra el estrado de mis pies. Pues ¿qué casa vais a edificarme, o qué lugar para mi reposo, si todo lo hizo mi mano, y es mío todo ello? -Oráculo de Yahvéh- (Is. 66, 1-2).

-El hombre puede tener dominio útil y directo de los bienes externos de fortuna adquiridos legítimamente.

Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla; dominad en los peces del mar, en las aves del cielo y en todo animal que serpea sobre la tierra» (Gén. 1, 28).

Dijo Dios: «Mirad que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra y todo árbol que lleva fruto de semilla: eso os servirá de alimento...» (Gén. 1, 29).

...le hiciste señor de las obras de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies: ovejas y bueyes, todos juntos, y aún las bestias salvajes, y las aves del cielo, y los peces del mar, que surcan las sendas de las aguas (Sal. 8, 7-9).

Porque ha sometido todas las cosas bajo sus pies (1 Cor. 15, 27).

-El hombre tiene dominio útil, pero no directo de los bienes no distintos a sí mismo, es decir, del alma y del cuerpo.

Yo doy la muerte y doy la vida, hiero yo y sano yo mismo (y no hay quien libre de mi mano) (Deut. 32, 39).

Pues tú tienes el poder sobre la vida y sobre la muerte,... (Sab. 16, 13).

-El séptimo mandamiento prescribe respetar la propiedad del prójimo.

No robarás (Ex. 20, 15).

No hurtaréis;... (Lev. 19, 11).

-El trabajador tiene derecho a su salario suficiente para vivir dignamente.

No explotarás al jornalero humilde y pobre, ya sea uno de tus hermanos o un forastero que resida dentro de tus puertas. Le darás cada día su salario, sin dejar que el sol se ponga sobre esta deuda; porque es pobre, y para vivir necesita su salario. Así no apelará por ellos a Yahvéh contra ti, y no te cargarás con un pecado (Deut. 24, 14-15).

...porque el obrero tiene derecho a su salario (Lc. 10, 7).

Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos (Sant. 5, 4).

-Los clérigos tienen derecho a vivir de su ministerio.

No toméis oro, ni plata, ni cobre en vuestras fajas; ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su sustento (Mt. 10, 10).

¿No sabéis que los ministros del culto viven de culto? Que los que sirven al altar, del altar participan? Del mismo modo, también el Señor ha ordenado que los que predican el Evangelio vivan del Evangelio (1 Cor. 9, 13-14).

-Todos los hombres tienen obligación de socorrer con sus limosnas a sus hermanos necesitados.

Ciertamente nunca faltarán pobres en este país; por esto te doy yo este mandamiento: debes abrir tu mano a tu hermano, a aquel de los tuyos que es indigente y pobre en tu tierra (Deut. 15, 11).

Quien desprecia a su vecino comete pecado; dichoso el que tiene piedad de los pobres (Prov. 14, 21).

A quien te pide da, al que desde que le prestes algo no le vuelvas la espalda (Mt. 5, 42).

Y él les respondía: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo» (Lc. 3, 11).

Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros (Lc. 11, 41).

Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro que no os fallará en los cielos, donde no llega el ladrón, ni roe la polilla;... (Lc. 12, 33).

El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda hacer partícipe al que se halle en necesidad (Ef. 4, 28).

Si un hermano o hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros le dice: «Idos en paz, calentaos y hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué le sirve? (Sant. 2, 15-16).

Si alguno que posee bienes en la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? (1 Jn. 3, 17).

-Dios recompensa la limosna con grandes premios.

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: «Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo: Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;... (Mt. 25, 34).

Jesús fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Sólo una cosa te falta: vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo;... (Mc. 10, 21).

Dad y se os dará: una medida buena, apretada, remecida hasta rebasar, pondrán en el halda de vuestros vestidos (Lc. 6, 38).

Vended vuestros bienes y dad limosnas. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro que no os fallará en los cielos, donde no llega el ladrón, ni roe la polilla;... (Lc. 12, 33).

-Las Leyes que tratan de los tributos no son penales, pero pueden obligar en conciencia.

Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» Dícenle: «Del César.» Entonces les dice: «Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios» (Mt. 22, 21).

Por tanto, es preciso someterse, no sólo por temor al castigo, sino también en conciencia. Por eso precisamente pagáis los impuestos, porque son funcionarios de Dios, ocupados, asiduamente en ese oficio. Dad a cada cual lo que se debe: a quien impuestos, impuestos: a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor (Rom. 13, 5-7).

-Existe obligación de restituir los bienes apropiados y los daños ocasionados injustamente.

Y si digo al malvado: «Vas a morir», y él se convierte de su pecado y practica el derecho y la justicia, si devuelve la prenda, restituye lo que robó, observa los preceptos que dan la vida y deja de cometer injusticias, vivirá eternamente, no morirá (Ez. 33, 14-15).

Dad a cada cual lo que se le debe:... (Rom. 13, 7).

-El pecado de robo trae consigo grandes castigos.

Que no se te llame maldiciente, no pongas lazos con tu lengua, que sobre el ladrón cae la vergüenza, y dura condenación sobre la lengua doble (Si. 5, 14).

¡Ay de quien amontona lo que no es suyo (¿hasta cuándo?) y se carga de prendas empeñadas! (Hab. 2, 6).

...ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios (1 Cor. 6, 10).

17. 7º Mandamiento. Vicios opuestos

-La voluntad de hurtar

-El hurto es un vicio

-El robo es abominable

-No pagar el salario justo

-Vender con engaño

-La usura

-No devolver el dinero prestado

-Esconder los alimentos en tiempos de carestía

-El séptimo mandamiento prohíbe primeramente la voluntad de hurtar.

Porque de dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. Esto es lo que hace impuro al hombre;... (Mt. 15, 19).

-El hurto es un vicio opuesto al séptimo mandamiento.

Hurto es la apropiación, retención, destrozo o inutilización de una propiedad ajena contra la voluntad razonable de su dueño.

...ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios (1 Cor. 6, 10).

Aclaración. Robar a una persona un valor igual o mayor a su salario diario es pecado grave.

-El robo es abominable.

Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte (Prov. 10, 2).

No te apoyes en riquezas injustas, que de nada te servirán el día de la adversidad (Si. 5, 8).

-No pagar el salario justo al trabajador es un pecado de robo contra el séptimo mandamiento.

¡Ay del que edifica su casa sin justicia y sus pisos sin derecho!

De su prójimo se sirve de balde y su trabajo no le paga (Jer. 22, 13).

Yo me acercaré a vosotros para el juicio, y seré un testigo expeditivo contra los hechiceros y contra los adúlteros, contra los que juran con mentira, contra los que oprimen al jornalero, a la viuda y al huérfano, contra los que hacen agravio al forastero sin ningún temor de mí, dice Yahvéh Sebaot (Mal. 3, 5).

-Vender con engaño es un robo con fraude.

Has de tener un peso cabal y exacto, e igualmente una medida cabal y exacta, para que se prologuen tus días en el suelo que Yahvéh tu Dios te da. Porque todo el que hace estas cosas, todo el que comete fraude, es una abominación para Yahvéh tu Dios (Deut. 25, 15-16).

No cometáis injusticia en los juicios, ni en las medidas de longitud, de peso o de capacidad: tened balanza justa, peso justo, medida justa y sextario justo. Yo soy Yahvéh vuestro Dios, que os saqué del país de Egipto (Lev. 19, 35).

Abominación de Yahvéh la balanza falsa, pero el peso justo gana su favor (Prov. 11, 1).

Tener dos pesas los abomina Yahvéh; tener balanzas falsas no está bien (Prov. 20, 23).

Canaan tiene en su mano balanzas engañosas, es amigo de hacer fraude.

Y Efraim dice: «Si, me he enriquecido, me ha fraguado una fortuna.»

¡Ninguna de sus ganancias se hallará, por la iniquidad con que pecó (Os. 12, 8-9).

la voz de Yahvéh grita a la ciudad: ¡escuchad, tribu y consejo de la ciudad...!

¿He de soportar yo una medida falsa y una arroba corta, abominable?

¿Tendrá por justas las balanzas de la maldad y la bolsa de pesas de fraude? (Miq. 6, 9-11).

-La usura es un vicio opuesto al séptimo mandamiento.

Usura es el exceso de interés percibido por un préstamo.

Si prestas dinero a uno de mi pueblo, al pobre que habita contigo, no serás con él un usurero; no le exigiréis interés (Ex. 22, 24).

No le darás por interés tu dinero ni le darás tus víveres a usura (Lev. 25, 37).

Yahvéh, ¿quién morará en tu tienda?, ¿quién habitará en tu santo monte? Aquel... que no presta a usura su dinero, ... (Sal. 15, 1-5).

Pero si éste, a su vez,...no presta con usura,... y se conduce según mis preceptos, éste no morirá a causa de las culpas de su padre, vivirá sin duda (Ez. 18, 14 y 17).

-No devolver el dinero prestado es un vicio contrario al séptimo mandamiento.

Toma el impío prestado y no devuelve, mas el justo es compasivo y da (Sal. 37, 21).

-Esconder los alimentos en tiempos de carestía es un vicio contrario al séptimo mandamiento.

El pueblo maldice al que acapara el trigo; bendición para la cabeza del que vende (Prov. 11, 26).

18. 8º Mandamiento

-El respeto a la verdad es de origen divino

-Su observancia desarrolla la vida cristiana

-El respeto a la verdad es de origen divino.

Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir (Jn. 16, 13).

-La observancia de este mandamiento desarrolla y perfecciona la vida cristiana.

a) -Desarrolla.

...siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta Aquel que es la Cabeza, Cristo,... (Ef. 4, 15).

b) -Perfecciona.

Si alguno no cae hablando, es un hombre perfecto, capaz de poner freno a todo su cuerpo (Sant. 3, 2).

19. 8º Mandamiento. Vicios opuestos

-El diablo origen de la mentira

-La mentira

-La murmuración

-El falso testimonio

-La calumnia

-La adulación

-El juicio temerario

-La susurración

-La detracción

-La contumelia

-La burla

-La maldición

-Las obras y los dichos fingidos son muy reciminados por el mismo Jesucristo

-El diablo es el origen de la mentira.

El diablo fue homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, pues no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira (Jn. 8, 44).

-La mentira es de suyo pecado venial, pero admite gravedad de materia.

Mentira es todo dicho contrario a lo que se siente.

No hartaréis; no mentiréis ni os defraudéis unos a otros (Lev. 19, 21).

Pecado es un su boca la palabra de sus labios; ¡queden, pues, presos de su orgullo, por la blasfemia, por la mentira que vocean! (Sal. 59, 13).

Los labios mentirosos abomina Yahvéh; los que son sinceros alcanzan su favor (Prov. 12, 22).

Aleja de mí la mentira y la palabra engañosa (Prov. 30, 8).

Guardaos pues, de murmuraciones inútiles, preservad vuestra lengua de la maledicencia; que la palabra más secreta no se pronuncia en vano, y la boca mentirosa da muerte al alma (Sab. 1, 11).

No trames mentira contra tu hermano ni hagas otro tanto con tu amigo. Propone no decir mentira alguna, que persistir en ello no lleva a nada bueno (Si. 7, 12-13).

-La murmuración es pecado grave o leve según el daño ocasionado.

Es quitar injustamente la fama al prójimo.

Guardaos, pues, de murmuraciones inútiles, preservad vuestra lengua de la maledicencia; que la palabra más secreta no se pronuncia en vano, y la boca mentirosa da muertes al alma (Sab. 1, 11).

-El falso testimonio es de suyo pecado mortal.

Es afirmar algún hecho falso de alguien ocasionándole algún perjuicio.

No andes difamando entre los tuyos; no demandes contra la vida de tu prójimo. Yo Yahvéh (Lev. 19, 6).

No levantes testimonio falso, ni ayudes al malvado dando testimonio injusto (Ez. 23, 1).

-La calumnia suele ser pecado grave, pero admite alguna vez parvedad de materia.

Es quitar la fama al prójimo atribuyéndole pecados o defectos que no tiene.

Seis cosas hay que aborrece Yahvéh, y siete con abominación para su alma;

...testigo falso que respira calumnias,... (Prov. 6, 16 y 19).

-La adulación es pecado grave, pero admite parvedad de materia

Adulación es agradar a alguien de modo excesivo para obtener alguna ventaja.

Entonces los fariseos se fueron y deliberaron sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. Le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios con franqueza, y que no te importa de nadie, porque no miras la condición de las personas. Dinos, pues, qué te parece ¿es lícito pagar tributo al César o no ? Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo. Ellos le presentaron un denario... (Mt. 22, 15-19.)

-El juicio temerario es pecado grave de suyo contra la justicia y la caridad fraterna.

Juicio temerario es el asentimiento firme de la mente, sin fundamento suficiente, sobre las acciones o intenciones malas del prójimo.

No juzguéis, para que no seáis juzgado (Mt. 7, 1).

No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados (Lc. 6, 37).

Pero tú ¿por qué juzgas a tu hermano? (Rom. 14, 10).

Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia;... (Sant. 2, 13).

Aclaración. Para que sea pecado grave se requiere que sea plenamente temerario, perfectamente deliberado y sobre un pecado grave que se atribuye al prójimo sin fundamento especial.

-La susurración del prójimo es de suyo pecado grave, pero admite parvedad de materia.

Susurración es la siembra de cizaña entre los amigos con la pretensión de deshacer su amistad.

Seis cosas hay que aborrece Yahvéh,

y siete son abominación para su alma:

ojos altaneros, lengua mentirosa,

manos que derraman sangre inocente,

corazón que fragua planes perversos,

pies que ligeros corren hacia el mal,

testigo falso que respira calumnias,

y el que siembra pleitos entre los hermanos (Prov. 6, 16-19).

Cuando se acaba la leña, se apaga el fuego, cuando no hay chismoso, se apacigua la disputa (Prov. 26, 20).

Al soplón de lengua doble, maldícele, que ha perdido a muchos que vivían en paz (Si. 28, 12).

...chismosos, detractores, enemigos de Dios,... (Rom. 1, 29-30).

-La detracción del prójimo es de suyo pecado grave, pero admite parvedad de materia.

Detracción o difamación es la denigración injusta de la fama del prójimo ausente.

No andes difamando entre los tuyos; no demandes contra la vida de tu prójimo. Yo, Yahvéh (Lev. 19, 16).

Mas vale el buen nombre que muchas riquezas,... (Prov. 22, 1).

...chismosos, detractores, enemigos de Dios,... (Rom. 1, 29-30).

No habléis mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal de la Ley y juzga a la Ley; y si juzgas a la Ley, ya no eres cumplidor de la Ley, sino un juez (Sant. 4, 11).

-La contumelia es de suyo pecado mortal, pero admite parvedad de materia.

Contumelia es la lesión injusta del honor del prójimo causada en su misma presencia.

Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano imbécil, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame renegado, será reo de la gehenna de fuego (Mt. 5, 22).

...henchidos de envidia, de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos, detractores, enemigos de Dios,... (Rom. 1, 29-30).

-La burla o irrisión es de suyo pecado mortal, pero admite parvedad de materia.

Burla o irrisión es echar en cara al prójimo sus culpas o defectos de modo jocoso para avergonzarle ante los demás.

a) -Contra Dios.

¿A quién has insultado y blasfemado? ¿Contra quién has alzado tu voz y levantas tus ojos altaneros? ¡Contra el Santo de Israel! (Is. 37, 23).

b) -Contra los padres.

Al ojo que se ríe del Padre y desprecia los muchos años de una madre, le picotearán los cuervos del torrente, los aguiluchos le devorarán (Prov. 30, 17).

c) -Contra los justos.

La irrisión de su amigo, ese soy yo, cuando grito hacia Dios para obtener su respuesta (Job 12, 4).

Aclaración. Job se lamenta de que sea escarnecida la sencillez del justo.

-La maldición es de suyo pecado mortal, pero admite parvedad de materia.

Maldición es la invocación de un mal contra alguien.

Quien maldiga a su padre o a su madre, será muerto sin remedio, pues ha maldecido a su padre o a su madre; su sangre caerá sobre él (Lev. 20, 9).

Cualquier hombre que maldiga a Dios, cargará con su pecado (Lev. 24, 15).

Aclaración. La maldición es tanto más grave cuanto mayor sea el respeto a la persona maldecida.

-Las obras y los dichos fingidos son muy recriminados por el mismo Jesucristo.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros por fuera apareceréis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad (Mt. 23, 27-28).

20. 9º Mandamiento

-Prescribe el uso ordenado de la facultad de pensar y de desear

-Existen pecados internos de deseo

-Los malos deseos son pecado mortal

-El noveno mandamiento prescribe el uso ordenado de la facultad de pensar y de desear.

Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio en su corazón (Mt. 5, 28).

Aclaración. Dios no mira la apariencias externas, sino la intimidad del corazón.

La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero Yahvéh mira el corazón (1 Sam. 16, 7).

Yo, Yahvéh, exploro el corazón, pruebo los riñones, para dar a cada cual según su camino, según el fruto de sus obras (Jer. 17, 10).

-Existen pecados internos de deseo.

No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo (Ex. 20, 17).

No desearás la mujer de tu prójimo, ni codiciarás su casa, su campo, su siervo o su sierva, su buey o su asno: nada que sea de tu prójimo (Deut. 5, 21).

Pues no os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio en su corazón (Mt. 5, 28).

-Los malos deseos son pecado mortal.

Junto a la mujer casada no te sientes jamás, a la mesa con ella no te huelgues con vino, para que tu corazón no se desvía hacia ella y en tu ímpetu te deslices a la ruina (Si. 9, 9).

21. 10º Mandamiento

-No es lícito desear apropiarse de los bienes ajenos sin razón suficiente

-No es lícito desear apropiarse de los bienes del prójimo, sin razón suficiente.

No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo (Ex. 20, 17).

Codician campos y, los roban, casas, y las usurpan; hacen violencia al varón y a su casa, al hombre y a su heredad. Por eso, así dice Yahvéh: He aquí que yo medito, contra esta ralea, una hora de infortunio de la que no sustraeréis vuestro cuello (Miq. 2, 2).

22. Ley Antigua

-Los Ángeles fueron encargados de promulgarla

-Fue justa y santa, grata a Dios y salvífica a los hombres

-Es fuente de vida

-Los hombres podían conseguir la gracia y la justificación con ella

-No condujo a los hombres a la perfección, ni sus sacramentos producían virtud santificadora

-Debió de abrogarse

-Ya no tiene vigencia

-Las leyes del A.T. no tienen vigencia hoy día

-Los Ángeles fueron encargados por Dios de promulgar la Ley.

...Ley que fue promulgada por el ángeles y con la intervención de un mediador (Gál. 3, 19).

...Vosotros que recibisteis la Ley por mediación de los ángeles y no la habéis guardado (Hch. 7, 53).

Éste -Moisés- es el que, en la asamblea del desierto, estuvo con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; el que recibió palabras de vida para comunicárnoslas;... (Hch. 7, 38).

-La religión de Moisés fue justa y santa para su tiempo, fue grata a Dios y salvífica a los hombres que creían en el futuro redentor, pero no fue el último complemento de la revelación.

Mas, ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, que él os ha conocido ¿cómo retornáis a esos elementos sin fuerza ni valor, a los cuales queréis volver a servir de nuevo? (Gál. 4, 9).

...ya que la Ley no llevó nada a la perfección, pues no era más que introducción a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios (Hebr. 7, 19).

Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! (Hebr. 9, 13-14).

Aclaración. La revelación mosaica fue ordenada esencialmente a la perfección cristiana, por decreto de Dios.

-La Ley contenida en las Sagradas Escrituras es fuente de vida.

Y ahora Israel, escucha los preceptos y las normas que yo os enseño para que las pongáis en práctica, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da Yahvéh,... (Deut. 4, 1).

Todos los mandamientos que yo os mando hoy, cuidad de practicarlos, para que viváis, os multipliquéis y lleguéis a tomar posesión de la tierra que Yahvéh prometió... (Deut. 8, 1).

...no sólo de pan vive el hombre, sino que el hombre vive de todo lo que sale de la boca de Yahvéh (Deut. 8, 3).

...si amas a Yahvéh tu Dios, si sigues sus caminos y guardas sus mandamientos, sus preceptos y sus normas, vivirás y te multiplicaras;... (Deut. 30, 16).

...(Yahvéh) les dijo: «Estad bien atentos a todas estas palabras que os doy como testimonio. Se las prescribiréis a vuestros hijos, para que cuiden de poner en práctica todas las palabras de esta Ley. Porque no es una palabra vana para vosotros, sino que es vuestra vida,...» (Deut. 32, 46-47).

Jamás olvidaré tus ordenanzas, por ellas tu me das la vida (Sal. 119, 93).

...la Ley que subsiste eternamente: todos los que la retienen alcanzarán la vida, más los que la abandonan morirán (Ba. 4, 1).

-En la antigua ley los hombres podían conseguir la gracia de la justificación.

Y si el malvado se aparta del mal que ha cometido para practicar el derecho y la justicia, conservará su vida (Ez. 18, 27).

La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad (Ez. 33, 12).

-La Ley de Moisés no condujo a los hombres a la perfección ni sus sacramentos les producían virtud santificadora.

a) -No les condujo a la perfección.

...ya que la Ley no llevó nada a la perfección, pues no era más que introducción a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios (Hebr. 7, 19).

b) - Sus sacramentos carecían de virtud santificadora.

Mas, ahora...¿Cómo retornáis a esos elementos sin fuerza ni valor,...? (Gál. 4, 9).

-La Ley de Moisés debió de abrogarse.

a) -Por la promesa de un nuevo legislador.

Yahvéh tu Dios suscitará, de en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo, a quien escucharéis (Deut. 18, 15).

Yo les suscitaré, de en medio de sus hermanos, un profeta semejante a ti, pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande (Deut. 18, 18).

He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones (Is. 42, 1).

b) -Por el anuncio de una nueva alianza.

He aquí que días vienen -oráculo de Yahvéh- en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de Judá) una nueva alianza;... (Jer. 31, 31).

Por lo tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo (2 Cor. 5, 17).

Al decir nueva, declaro anticuada la primera; y lo anticuado y viejo está a punto de cesar (Hebr. 8, 13).

c) -Por la institución de un nuevo sacrificio.

Diles: Cualquier hombre...que ofrezca holocausto o sacrificio, y no lo traiga a la entrada de la Tienda de Reunión para sacrificarlo en honor de Yahvéh, ese será exterminado de entre su pueblo (Lev. 17, 8-9).

...y durante la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la oblación,... (Dan. 9, 27).

No tengo ninguna complacencia en vosotros, dice Yahvéh Sebaot, y no me es grata la oblación de vuestras manos. Pues desde donde sale el sol hasta donde se pone, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece incienso a mi Nombre y una oblación pura (Malaq. 1, 11).

d) -Por la institución de un nuevo sacerdocio.

En la antigua Ley los levitas eran de la tribu de Leví y los sacerdotes de la familia de Aarón. En la nueva alianza son elegido de cualesquiera fieles.

Y también de entre ellos tomaré para sacerdotes y levitas -dice Yahvéh (Is. 66, 21).

e) -Por la vocación de las gentes.

Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra (Gén. 12, 3).

Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido tu mi voz (Gén. 22, 18).

...todos los reyes se postrarán ante él, le servirán todas las naciones (Sal. 72, 11).

Te voy a poner por luz de las gentes, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra (Is. 49, 6).

Aclaración. la nueva alianza debía de pertenecer a todas las gentes, y los que habitaban fuera de Judea no podían cumplir muchos preceptos, por ejemplo:

Tres veces al año se presentarán todos tus varones ante Yahvéh, el Señor, el Dios de Israel (Ex. 34, 23).

f) -Por la dispersión del pueblo judío.

...será suprimido un mesías «y el pueblo que de él ha renegado ya no existirá»,... (Dan. 9, 26). (Vulgata).

g) -Por la devastación de la ciudad y del templo.

...y destruirá la ciudad y el santuario el pueblo de un príncipe que vendrá. Su fin será en un cataclismo y, hasta el final, la guerra y los desastres decretados (Dan. 9, 26).

-La Ley de Moisés fue ya abrogada.

Hace 1.900 años que el templo fue destruido, los judíos arrojados de su patria, como Jeremías había profetizado:

...y los convertiré en espantajo para todos los reinos de la tierra: maldición, pasmo, rechifla y oprobio entre todas las naciones a donde los arroje,... (Jer. 29, 18).

-Las Leyes del Antiguo Testamento no tienen ya vigencia hoy día.

a) -Hacer imágenes.

No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra (Ex. 19, 4).

b) -La circuncisión.

Al octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio;... (Lev. 12, 3).

c) -La pena de muerte para los adúlteros.

Si un hombre comete adulterio con la mujer de su prójimo, será muerto tanto el adúltero como la adúltera (Lev. 20, 10).

23. Ley Antigua. Prescripciones

-Mandaba la justicia y el amor

-Inculcaba hacer el bien al enemigo

-Reservaba a los sacerdotes ofrecer sacrificios a Dios

-Estos sacrificios eran ineficaces para redimir a los hombres

-Existía la ley del levirato

-Los levitas vivían entregados al servicio de Dios

-El sábado redoblada las actividades de los sacerdotes

-Era lícito trabajar en sábado para practicar la caridad

-La violación del sábado era castigada con la pena de muerte

-Prescribía la educación de los hijos

-Mandaba la pena de muerte para el homicida

-Prohibía el odio y la venganza

-Condenaba la ociosidad

-Prohibía el matrimonio con dos hermanas

-Permitía el divorcio

-La poligamia era lícita

-Imponía a los ladrones devolver el cuádruplo o el quíntuplo

-La Ley del Talión castigaba el delito cometido con igual pena

-La Ley del Talión limitaba los excesos de la venganza

-La circuncisión era un rito de la Ley Antigua

-Prescribía la circuncisión

-Prescribía a las Madres su purificación

-Prescribía que todo primogénito varón había de ser consagrado al Señor

-Mandaba que los leprosos viviesen alejados de la sociedad

-Los leprosos debían presentarse al sacerdote el día de su purificación

-Prohibía comer sangre de cualquier animal

-La Ley Antigua mandaba la justicia y el amor para todos los hermanos, e incluso a los hombres de pueblos extraños.

Tampoco harás rebusco de tu viña, ni recogerás de tu huerto los frutos caídos; los dejarás para el pobre y el forastero.

Yo, Yahvéh vuestro Dios (Lev. 19, 10).

-La Ley Antigua inculca hacer el bien al enemigo, aunque no con tanta claridad como en el Evangelio.

¿Del infortunio de mi enemigo me alegré, me gocé de que el mal le alcanzará? (Job 31, 29).

No te acalores por causa de los males, no envidies a los que hacen injusticia (Sal. 37, 1).

No te alegres por la caída de tu enemigo, no se goce tu corazón cuando se hunde (Prov. 24, 17).

No te enciendas por causa de los malvados, ni tengas envidia de los malos (Prov. 24, 19).

El que se regodea en el mal será condenado, el que odia la verborrea escapará al mal (Si. 19, 5-6).

Rencor e ira son también abominables, esa es la propiedad del pecador (Si. 27, 30).

-La Ley de Moisés reservaba a los sacerdotes la función de ofrecen sacrificios a Dios.

Levanté allí David un altar a Yahvéh y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Entonces Yahvéh atendió a las súplicas en favor de la tierra y la peste se apartó de Israel (2 Sam. 24, 25).

-Los sacrificios de la Ley Antigua no tenían eficacia suficiente para redimir a los hombres de sus pecados.

...pues es imposible que la sangre de toros y machos cabríos borre pecados (Hebr. 10, 4).

-Existía entre los judíos la Ley del levirato.

Si varios hermanos viven juntos y uno de ellos muere sin tener hijos, la mujer del difunto no se casará fuera con un hombre de familia extraña. Su cuñado se llegará a ella, ejercerá su levirato tomándola por esposa, y el primogénito que ella de a luz llevará el nombre de su hermano difunto;... (Deut. 25, 5-6).

Maestro, Moisés dijo: Si alguno murieses sin tener hijos, su hermano se casará con la viuda, para dar descendencia a su hermano (Mt. 22, 24).

Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano del alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano (Mc. 12, 19).

Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno que estaba casado y no tenía hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermana (Lc. 20, 28).

-Los levitas debían vivir entregados totalmente al servicio de Dios.

En cuanto a los levitas...serán en mi santuario los encargados de la guardia de las puertas de la Casa y ministros del servicio de la Casa. Ellos inmolarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán a su disposición para servirle (Ez. 44, 10-11).

A los hijos de leví, les doy en herencia a todos los diezmos de Israel, a cambio de su servicio que prestan en la Tienda de Reunión (Núm. 18, 21).

-El sábado no suprimía sino que redoblaba las actividades de los ministros del culto.

¿Tampoco habéis leído en la Ley que en el día de sábado los sacerdotes, en el Templo, quebrantan el sábado sin incurrir en culpa? (Mt. 12, 5).

El holocausto que el príncipe ofrecerá a Yahvéh el sábado, será de seis corderos sin defecto y de un carnero sin defecto; y como oblación una medida por carnero;... (Ez. 46, 4-5).

El día de sábado, dos corderos de un año, sin tacha, y como oblación dos décimas de flor de harina amasada con aceite, y su correspondiente libación. El holocausto del sábado, con su libación, se añadirá los sábados al holocausto perpetuo (Núm. 28, 9-10).

-Es lícito trabajar en día de sábado para cumplir un deber de caridad.

Pasó de allí y se fue a una sinagoga. Había en ella un hombre que tenía una mano paralizada. Y le preguntaron si era lícito curar en día de sábado para poder acusarle. Él les dijo: «¿Quién de vosotros que tenga una sola oveja, si ésta cae en un hoyo en día de sábado, no la agarra y la saca? Pues ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en sábado» (Mt. 12, 9-12).

Estaba un sábado enseñando en una sinagoga, y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse. Al verla Jesús, la llamó y dijo: «Mujer, quedas libre de su enfermedad» (Lc. 13, 10-12).

Habiendo entrado en sábado en casa de uno de los principales de los fariseos para comer, ellos le estaban observando. Había allí, delante de él, un hombre hidrópico. Entonces preguntó Jesús a los legistas y los fariseos: «¿Es lícito curar en sábado, o no?» Pero ellos se callaron. Entonces le tomó, le curó, y le despidió. Y a ellos les dijo: «A quién de vosotros se le cae un hijo o un buey a un pozo en sábado y no lo saca al momento?» Y no pudieran replicar a esto (Lc. 14, 1-6).

-La violación del sábado era castigada con la pena de muerte.

Guardad el sábado, porque es sagrado para vosotros. El que lo profané morirá (Ex. 31, 14).

-La Ley Antigua prescribía la educación de los hijos.

Quien escatima la vara, odia a su hijo, quien le tiene amor, le castiga (Prov. 13, 24).

La necedad está enraizada en el corazón del joven, la vara de la instrucción le alejará de allí (Prov. 22, 15).

No ahorres la corrección al niño,

que no se va a morir porque le castigues con la vara.

Con la vara le castigarás

y librarás su alma del seol (Prov. 23, 14).

Vara y reprensión dan sabiduría,

niño dejado a sí mismo, avergüenza a su madre (Prov. 29, 15).

-La Ley Antigua prescribía la pena de muerte para el homicida, sin esperanza de indulto.

Pero al que se atreva a matar a su prójimo con alevosía, hasta de mi altar le arrancarás para matarle (Ex. 21, 14).

-La Ley Antigua prohíbe el odio y la venganza.

No te vengarás ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Yahvéh (Lev.) 19, 18.

-La ociosidad estaba condenada en el Antiguo Testamento.

El deseo del perezoso le lleva a la muerte, porque sus manos rehúsan el trabajo (Prov. 21, 25).

A una piedra sucia se parece el perezoso, todo el mundo silva sobre su deshonra (Si. 22, 1).

-El matrimonio con dos hermanas fue prohibido.

No tomarás a una mujer juntamente con su hermana,... (Lev. 18, 18).

-El divorcio fue permitido en la Ley de Moisés.

Cuando un hombre toma una mujer y se casa con ella, si resulta que esta mujer con halla gracia a sus ojos, porque descubre un libelo de repudio, se lo pondrá en su mano y la despedirá de su casa (Deut. 24, 1).

Dícenle: «Entonces ¿por qué Moisés prescribió dar acta de divorcio y repudiarla?» (Mt. 19, 7).

-La poligamia es lícita en el Antiguo Testamento después del diluvio.

a) -A los Patriarcas.

-A Abraham.

Saray, mujer de Abram, no le daba hijos. Pero tenía una esclava egipcia, que se llamaba Agar, y le dijo Saray a Abram: «Mira, Yahvéh me ha hecho estéril. Llégate, pues, te ruego, a mi esclava. Quizá podré tener hijos de ella.» Y escuchó Abram la voz de Saray (Gén. 16, 1).

-A Esaú.

Cuando Esaú tenía cuarenta años, tomó por mujeres a Judit, hija de Beeri el hitita, y a Basmat, hija de Elón el hitita, las cuales fueron amargura para Isaac y Rebeca (Gén. 26, 34-35).

Esaú tomó a sus mujeres de entre las cananeas: ... (Gén. 36, 1).

b) -A los judíos.

Si un hombre tiene dos mujeres, a una de las cuales ama y a la otra no, y tanto la mujer amada como la otra le dan hijos,... (Deut. 21, 15).

c) -A los Gentiles.

Jacob dijo a Labán: «Dame mi mujer, que se ha cumplido el plazo, y quiero casarme con ella.» ...Luego a la tarde tomó a su hija Lia y la llevó a Jacob, y éste se unió con ella. Labán dio su esclava Zilpá como esclava a su hija Lia (Gén. 29, 21).

-La Ley Antigua imponía a los ladrones devolver el cuádruple o el quíntuplo.

Si uno roba un buey o una oveja, y los mata o vende, pagará cinco bueyes por el buey, y cuatro ovejas por la oveja (Ex. 22, 1).

-La Ley del Talión, de origen de Moisés, castigaba con pena igual al delito cometido.

Pero si resultare daño, darás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal (Ex. 21, 23-25).

Si alguno causa alguna lesión a su prójimo, como él hizo así se le hará: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le hará la misma lesión que él haya causado a otro (Lev. 24, 19-21).

Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie (Deut. 19, 21).

-La Ley del Talión limita los excesos de la venganza al imponer un castigo igual a la ofensa o al delito.

a) -Los excesos de la venganza.

Y dijo Lamek a sus mujeres:

«Adá y Sil-lá, oíd mi voz; mujeres de Lámek, escuchad mi palabra: Yo maté a un hombre por una herida que me hizo y a un muchacho por un cardenal que recibí. Caín será vengado siete veces, mas Lámek lo será setenta y siete» (Gén. 4, 23-24).

b) -Un castigo igual a la ofensa.

Si alguno causa una lesión a su prójimo, como él lo hizo así se le hará: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente; se le hará la misma lesión que él haya causado a otro. El que mate a un animal, indemnizará por él; mas el que mate a un hombre, morirá (Lev. 24, 19-21).

El Talión.

Vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie (Deut. 19, 21).

-La circuncisión era un rito de la Ley Antigua.

a) -Principio de iniciación al Matrimonio.

...dijeron: «No podemos hacer tal cosa: dar nuestra hermana a uno que es circunciso, porque es una venganza para nosotros. Tan sólo os la daremos a condición de que os hagáis como nosotros, circuncidándose todos nuestros varones (Gén. 32, 14-15).

b) -Señal de fidelidad interior a Dios.

Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón y no endurezcáis más vuestra cerviz, porque Yahvéh vuestro Dios es el Dios de los Dioses y el Señor de los Señores (Deut. 10, 16-17).

Circuncidaos para Yahvéh y extirpad los prepucios de vuestros corazones, hombre de Judá y habitantes de Jerusalén; no sea que brote como fuego mi saña, y arda y no haya quien la apague, en vista de vuestras perversas acciones (Jer. 4, 4).

c) -Signo de pertenencia al pueblo de Yahvéh.

Esta es mi alianza que habéis de guardar entre yo y vosotros -también tu posteridad-: Todos vuestros varones serán circuncidados. Os circundaréis la carne del prepucio, y eso será la señal de la alianza entre yo y vosotros (Gén. 17, 10-11).

d) -Signo que recordará al hombre las obligaciones consiguientes.

Al octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio; pero ella permanecerá todavía treinta y tres días de purificándose de su sangre. No tocará cosa ninguna santa ni irá al santuario hasta cumplirse los días de su purificación (Lev. 12, 3-4).

Mas si da a luz una niña, durante dos semanas será impura, como en el tiempo de sus reglas, y permanecerá sesenta y seis días más purificándose de su sangre (Lev. 12, 5).

Al cumplirse los días de su purificación, sea por niño o niña, presentará al sacerdote, a la entrada de la Tienda de Reunión, un cordero de un año como holocausto, y un pichón o una tórtola como sacrificio por el pecado. El sacerdote lo ofrecerá ante Yahvéh, haciendo expiación por ella, y quedará purificada del flujo de su sangre (Lev. 12, 6-7).

e) -Sello de la justicia de la fe poseída siendo incircunciso.

...y recibió la señal de la circuncisión como sello se la justicia de la fe que poséis siendo incircunciso (Rom. 4, 11).

-La circuncisión de los niños estaba prescrita por la Ley, en el Antiguo Testamento.

A los ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón, de generación en generación, tanto el nacido en casa como el comprado con dinero a cualquier extraño que no sea de tu raza (Gén. 17, 12).

Abraham circuncidó a su hijo Isaac a los ocho días, como se lo había mandado Dios (Gén. 21, 4).

Yahvéh habló a Moisés y dijo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando una mujer concita y tenga un hijo varón, quedará impura durante siete días; será impura como en el tiempo de sus reglas. Al octavo día será circuncidado el niño en la carne de su prepucio;... (Lev. 12, 1-3).

-La Ley de Moisés prescribía a las madres Israelitas su purificación. Si los recursos no alcanzaban presentarán dos tórtolas o dos pichones.

Mas si a ella no le alcanza para presentar una res menor, tome dos tórtolas o dos pichones, uno como holocausto y otro como sacrificio por el pecado; y el sacerdote hará expiación por ella y quedará pura (Lv. 12, 8).

Cuando, según la Ley de Moisés, se cumplieron los días de la purificación de ellos, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley de Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor (Lc. 2, 22-24).

-La Ley de Moisés prescribía que todo primogénito del sexo masculino había de ser consagrado al Señor.

a) -de hombres.

Habló Yahvéh a Moisés, diciendo: Conságrame todo primogénito (Ex. 13, 1).

...consagrarás a Yahvéh todos los primogénitos (Ex. 13, 12).

b) -de animales.

Todo primogénito es mío, todo primer nacido, macho, sea de vaca o de oveja, es mío (Ex. 13, 15).

c) -de hombres y de animales.

Todo primogénito que se presente a Yahvéh de cualquier especie, hombre o animal, será para ti (Núm. 18, 15).

-La Ley de Moisés mandaba que los leprosos israelitas viviesen alejados de la sociedad humana.

Es impuro y habitará sólo; fuera del campamento tendrá su morada (Lev. 13, 46).

-Los leprosos israelitas debían presentarse al sacerdote el día de su purificación.

Esta es la Ley que la Ley que habrá de aplicarse al leproso en el día de su purificación. Se le conducirá el sacerdote, ...si comprueba que el leproso está ya curado...mandará traer para el que ha de ser purificado dos pájaros vivos y puros, madera de cedro, púrpura escarlata e hisopo (Lev. 14, 2-4).

-Comer sangre de cualquier animal estaba prohibido en el Antiguo Testamento.

Sólo dejaréis de comer carne con su alma, es decir, con su sangre (Gn. 9, 4).

No comeréis grasa ni sangre (Lev. 31, 17).

Tampoco comeréis sangre ni de ave, ni de animales en ningún lugar donde habitéis (Lev. 7, 26).

...sólo la sangre no comeréis (Deut. 12, 16).

24. Los Principios

-El hombre necesita estar libre para merecer o desmerecer

-El acto externo no añade ninguna moralidad al acto interno

-Nunca es lícito realizar un mal para que sobrevenga un bien

-El hombre, en estado de naturaleza caída, necesita estar libre de toda coacción para merecer o desmerecer.

Mirad: Yo pongo hoy ante vosotros bendición y maldición. Bendición si obedecéis a los mandamientos de Yahvéh vuestro Dios que yo os prescrito hoy, maldición si desobedecéis a los mandamientos de Yahvéh vuestro Dios, si os apartáis del camino que yo os prescribo hoy, para seguir a otros dioses que no conocéis (Deut. 11, 26-28).

Él fue quien al principio hizo al hombre, y le dejó en manos de su propio albedrío. Si tú quieres, guardarás los mandamientos, permanecer fiel es cosa tuya (Si. 15, 14-15).

Él te ha puesto delante fuego y agua, a donde quieras puedes llevar tu mano (Si. 15, 16).

¿Quién sufrió esta prueba y fue hallado perfecto?: será para él motivo de gloria. ¿Quién pudo prevaricar y no prevaricó, hacer mal y no lo hizo? Sus bienes se consolidarán, y asamblea hablará de sus bondades (Si. 31, 10-11).

-El acto externo no añade ninguna moralidad al acto interno.

El Ángel de Yahvéh llamó a Abraham...y le dijo: «Por mí mismo juro, oráculo de Yahvéh, que por haber hecho esto, por no haberme negado tu hijo, tu único, yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa,... (Gén. 22, 15-17).

Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón (Mt. 5, 28).

Aclaración. La Sagrada Escritura considera a la voluntad por el mismo acto interno.

-Nunca es lícito realizar un mal para que sobrevenga un bien.

Y ¿por qué no hacer el mal para que venga el bien como algunos calumniosamente nos acusan que decimos? Esos tales merecida su condenación (Rom. 3, 8).

¿Qué diremos, pues ? ¿Qué debemos permanecer en el pecado para que la gracia se multiplique? ¡De ningún modo! (Rom. 6, 1).

Pues, ¿qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la Ley sino la gracia? ¡De ningún modo! (Rom. 6, 15).

25. La Conciencia

-La conciencia recta es la que se ajusta a la norma externa de moralidad

-La conciencia laxa conduce a la ceguera de la mente, a la dureza de corazón y a la perdición

-La conciencia recta es solamente la que se ajusta a la norma externa y exacta de moralidad.

Pero el que come dudando se condena, porque no obra conforme a la fe (Rom. 14, 22).

Aclaración. «conforme a la fe» tiene otra traducción «con buena fe».

Mas no todos tienen este conocimiento. Pero algunos, acostumbrados hasta ahora al ídolo, comen la carne como sacrificada a los ídolos, y su conciencia, que es débil, se mancha (1 Cor. 8, 7).

Aclaración. «Se condena», «Mancha su conciencia» son resultados de no obrar con conciencia recta.

-La conciencia laxa conduce a la ceguera de la mente, a la dureza de corazón y al camino que lleva a la perdición.

Y tomando (Jesús) la palabra, les enseñaba diciendo:...

«Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella;... (Mt. 7, 13).

Él (Esteban) respondió:...

¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! ¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo! (Hch. 7, 51).

Por la dureza y la impenitencia de tu corazón vas atesorando contra ti cólera para el día de la cólera y de la revelación del justo juicio de Dios,... (Rom. 2, 5).

26. La Ley

-La Ley de Dios se llamaba «precepto de vida» en el A. T.

-La Ley del A. T. fue abrogada por Cristo.

-La Ley nueva está promulgada para todos y obliga a todos

-Cualquier Ley humana justa obliga en conciencia ante Dios

-La Ley de Dios se llamaba «preceptos de vida» en el Antiguo Testamento

Escucha, israel, los mandamientos de vida,... (Ba. 3, 9).

Y si digo al malvado: «Vas a morir», y él se convierte de su pecado y práctica del derecho y la justicia, si devuelve la prenda, restituye lo que robó, observa los preceptos que dan la vida y dejad de cometer injusticias, vivirá ciertamente, no morirá (Ez. 33, 14-15).

-La Ley del Antiguo Testamento fue abrogada por Jesucristo.

Entonces ¿para qué la Ley? Fue añadida en razón a las transgresiones hasta que llegase la descendencia,... (Gál. 3, 19).

Aclaración. La descendencia es Jesucristo.

-La Ley nueva está promulgada para todos y por tanto obliga a todos a los que les es conocida.

Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado...» (Mt. 28, 18-20).

-Cualquier Ley humana justa obliga en conciencia ante Dios.

De modo que, quien se opone a la autoridad, se revela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación (Rom. 13, 2).

Aclaración. Los legisladores humanos están constituidos por Dios con la potestad de legislar.

Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios,... (Rom. 13, 1).

Tratado IX

LA GRACIA SANTIFICANTE

1. La gracia santificante

2. Necesidad

3. Gratuidad

4. Propiedades

5. La gracia adyuvante

6. Efectos

7. Efectos últimos

8. Eficacia

9. Eficacia. Otras características

10. La gracia actual

11. La gracia actual (distribución)

12. La gracia actual (necesidad)

13. La gracia actual (no es necesaria)

14. La gracia actual (suficiente y eficaz)

1. La Gracia santificante

-Varias acepciones

-Es una participación de la naturaleza divina

-Es algo real producido y recibido en el alma

-Es un don creado

-No es un favor de Dios extrínseco sino inherente al alma

-Es un ser permanente a modo de hábito

-El hábito de la gracia es distinto del de la caridad

-La gracia en la tierra es una anticipación de la gloria en el cielo

-La gracia en el estado de «viador» es el comienzo de la gloria en el estado de comprehensor

-La palabra «gracia» tiene varias acepciones.

a) -Amabilidad.

Engañosa es la gracia, vana la hermosura, la mujer inteligente esa será alabada (Prov. 31, 30).

Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca (Lc. 4, 22).

b) -Hermosura.

Engañosa es la gracia, vana la hermosura, la mujer inteligente esa será alabada (Prov. 31, 30).

c) -Benevolencia.

José se ganó su favor y entró a su servicio y su señor le puso al frente de su casa (Gén. 39, 4).

d) -Don concedido gratuitamente.

...por quien recibimos la gracia y el apostolado... (Rom. 1, 5).

e) -Agradecimiento.

Luego tomó un cáliz y, dadas las gracias, se lo dio diciendo... (Mt. 26, 27).

-La gracia santificante es una participación física y formal de la naturaleza divina.

a) -Es un participación.

...por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina,... (2 Pe. 1, 4).

b) -Es un participación física y formal.

Esta es la que se encuentra y se puede afirmar igualmente en aquel que participa y en aquel que es participado.

Ej. El hierro candente participa del calor del fuego.

En efecto, todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios (Rom. 8, 14).

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! (1 Jn. 3, 1).

Aclaración. La filiación trae consigo la participación de la naturaleza del padre.

-La gracia santificante o habitual, por la cual nos hacemos gratos a Dios, es algo real, producido y recibido en el alma.

Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia (Jn. 1, 16).

-La gracia santificante es un don creado; no es la misma persona del Espíritu Santo.

Porque Dios es almena y escudo, él da gracia y gloria;... (Sal. 84, 12).

Aclaración. Por tanto, gracia y gloria no son el Espíritu Santo.

-La gracia santificante por la cual somos justificados no es un favor de Dios extrínseco, sino un don inherente al alma.

Ya guiará Yahvéh de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan (Is. 58, 11).

Aclaración. Estas palabras designan metafóricamente la gloria santificante, y declaran abiertamente que es un don inherente al alma.

...el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota par la vida eterna (Jn. 4, 14).

Y es Dios el que nos conforta juntamente con vosotros en Cristo y el que nos ungió, y el que nos marcó con su sello y nos dio en arras el Espíritu en nuestros corazones (2 Cor. 1, 21-22).

...fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa,... (Ef. 1, 13).

-La gracia santificante es un ser permanente a modo de hábito.

Jesús le respondió: «Si alguno me ama,...vendremos a él, y haremos morada en él (Jn. 14, 23).

¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16).

Porque nosotros somos santuario de Dios vivo,... (2 Cor. 6, 16).

Aclaración. «Hacer morada», «habitar», «ser santuario» denotan permanencia.

-El hábito de la gracia santificante es distinto del hábito de la caridad.

La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios,...y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros (2 Cor. 13, 13).

Y la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí, juntamente con la fe y la caridad en Cristo Jesús (1 Tim. 1, 14).

Aclaración. La gracia y la caridad se distinguen claramente.

-La gracia santificante que el hombre recibe en la tierra es una participación anticipada de la que ha de poseer en el cielo.

...nos marcó con su sello y nos dio en arras el Espíritu en nuestros corazones (2 Cor. 1, 22).

Todo el que ha nacido de Dios no comete pecado porque su germen permanece en él;... (1 Jn. 3, 9).

Aclaración. El germen es el de la vida divina depositado anticipadamente en el hombre viador.

-La gracia de Dios en el hombre en el estado de viador es ya el comienzo de la gloria en el estado de comprehensor y, por consiguiente, existe una relación íntima entre gracia y gloria.

Estado de viador es el del hombre durante su vida en la tierra y el de comprehensor el estado en la bienaventuranza eterna.

a) -Gracia en el estado de viador.

Y así gemimos en este estado, deseando ardientemente ser revestidos de nuestra habitación celeste (2 Cor. 5, 2).

Que no tenemos aquí ciudad permanente, sino que andábamos buscando la del futuro (Hebr. 13, 14).

b) -Gloria en el de comprehensor.

Ahora vemos en un espejo confusamente. Entonces veremos cara a cara (1 Cor. 13, 12).

c) -Relación íntima entre gracia y gloria.

Pero al presente, libres de pecado y esclavos de Dios, fructificáis para la santidad; y el fin la vida eterna (Rom. 6, 22).

El don gratuito de Dios -la gracia- es la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Rom. 6, 23).

2. La Gracia. Necesidad

-Para los actos que conducen a la salvación

-Para disponernos a conseguir el perdón de los pecados

-Para vencer las tentaciones

-Para merecer la primera gracia

-Para impetrar la gracia de Dios

-Para prepararse a recibir la gracia

-El hombre desaprovecha con frecuencia la gracia

-Para preservar en la gracia

-La gracia es necesaria para todos y cada uno de los actos que conducen a la salvación.

Porque el que me halla, ha hallado la vida, ha logrado el favor de Yahvéh (Prov. 8, 35).

Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no le atrae (Jn. 6, 44).

Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera como el sarmiento y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden (Jn. 15, 6).

Pues, ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? (1 Cor.4, 7).

Por eso os hago saber que nadie, hablando por influjo del Espíritu de Dios, puede decir. «Anatema es jesús»! y nadie puede decir «¡Jesús es Señor!», sino por influjo del Espíritu Santo (1 Cor. 12, 3).

Mas por la gracia de Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Pero no yo sino la gracia de Dios que está conmigo (1 Cor. 15, 10).

No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios, el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva Alianza (2 Cor. 3, 5).

...quien inició en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el día de Cristo Jesús (Fil. 1, 6).

Toda dádiva buena y todo con perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambios ni sombras de rotaciones (Santo. 1, 17).

-La Gracia que nos da Dios para disponernos a conseguir el perdón de los pecados o la ayuda para evitarlos, consiste en un auxilio prestado al entendimiento para conocer y a la voluntad para querer lo que es conveniente o necesario para lograr la salvación eterna.

Juan respondió: «Nadie puede arrogarse nada si no se le ha dado del cielo» (Jn. 3, 27).

Pues ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? (Jn. 4, 7).

No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios,... (2 Cor. 3, 5).

En efecto, hechura suya somos, creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicásemos (Ef. 2, 10).

A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros,... (Ef. 3, 20).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

Y el Dios de la paz...os disponga con toda clase de bienes para cumplir su voluntad, realizando él en nosotros lo que es agradable a sus ojos, por mediación de Jesucristo,... (Hebr. 13, 21).

-El hombre caído no puede vencer todas las tentaciones sin el auxilio de la gracia.

...la tribulación sufrida en Asia nos abrumó hasta el extremo, por encima de nuestras fuerzas, hasta el punto que perdimos la esperanza de conservar la vida (2 Cor. 1, 8).

-El hombre no puede merecer la primera gracia ni «De condigno» ni «De congruo» con sus solas fuerzas naturales.

...y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada (Rom. 3, 24).

Y, si es por gracia, ya no lo es por las obras; de otro modo, la gracia no sería ya gracia (Rom. 11, 6).

Aclaración. El mérito debe tener proporción con el premio, y las obras naturales no tienen porción con la gracia sobrenatural de Dios.

-El hombre no puede impetrar la gracia del Dios sin su ayuda.

Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros,... (Rom. 8, 26).

Aclaración. Impetrar la gracia y mover a Dios par que se compadezca de nosotros es una obra saludable que el hombre no puede alcanzar con sus solas fuerzas naturales.

-El hombre caído no puede prepararse a recibir la gracia con sus propias fuerzas naturales.

No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios,... (2 Cor. 3, 5).

Aclaración. Toda preparación positiva a la gracia es sobrenatural y, por tanto, no se puede con sólo las fuerzas naturales.

-El hombre desaprovecha con frecuencia la gracia que Dios le brinda.

Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo:

...«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del abeto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que hay que practicar, aunque sin descuidar aquello (Mt. 23, 1 y 23).

«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! ¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo! (Hch. 7, 51).

-La perseverancia completa en la gracia es un especial beneficio gratuito de Dios.

Alcanzando en breve la perfección, llenó largos años. Su alma era del agrado del Señor, por eso se apresuró a sacarle de entre la maldad (Sab. 4, 13-14).

Les decía una palabra para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfaceller (Lc. 18, 1).

Estad en vela, pues, orando en todo tiempo, para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre (Lc. 21, 36).

...quien inició en vosotros la obra buena, la irá consumando hasta el día de Cristo Jesús (Fil. 1, 6).

...para vosotros a quienes el poder de Dios, por medio de la fe, protege para la salvación, dispuesta ya a ser revelada en el último momento (1 Pe. 1, 5).

3. La Gracia. Gratuidad

-Sólo Dios es causa principal de la gracia

-Es totalmente gratuita

-El hombre necesita una disposición personal para recibirla

-Sólo Dios es la causa principal de la gracia santificante.

Mas ¿quién podrá sacar lo puro de lo impuro? ¡Ninguno! (Job 14, 4).

Aclaración. Sólo nos puede hacer hijos adoptivos de Dios aquel que es padre de toda la familia humana y, por tanto, sólo él puede ser causa eficiente y principal de la gracia santificante.

-La gracia de Dios es totalmente gratuita.

...y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús,... (Rom. 3, 24).

Por tanto no se trata de querer o de correr, sino de que Dios tenga misericordia (Rom. 9, 16).

Isaías, a su vez, se atreve a decir; «Fui hallado de quienes no me buscaban; me manifesté a quienes no preguntaban por mí (Rom. 10, 20).

Y, si es por gracias, ya no lo es por las obras; de otro modo, la gracia no sería ya gracia (Rom. 11, 6).

Pues habéis sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de vosotros, sino que es don de Dios; tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe (Ef. 2, 8-9).

Aclaración. Es claro que Dios concede su gracia a los hombres gratuitamente, mucho más por su liberalidad que por nuestras obras.

-El hombre adulto necesita una disposición personal para recibir la gracia santificante.

Así dice Yahvéh Sebaot: Volveos a mí -oráculo de Yahvéh Sebaot- y yo me volveré a vosotros,... (Za. 1, 3).

Volveos a mí y yo me volveré a vosotros, dice Yahvéh Sebaot (Mal. 3, 7).

4. La Gracia. Propiedades

-No es igual para cada uno

-Es igual para los igualmente dispuesto y desigual para los desigualmente dispuestos

-Puede aumentarse

-Puede perderse por el pecado mortal

-Nadie puede estar seguro de poseerla

-Cada hombre puede conocer ciertos indicios de poseerla

-Pero no indicios ciertos aunque sí suficientes para gozar de confianza plena en Dios.

-La gracia de la justificación no es igual en cada uno de los justos.

Pues aumenta por las obras buenas y éstas no son iguales en cada uno de los hombres.

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta (Mt. 16, 27).

...cada cual recibirá el salario según su propio trabajo,... (1 Cor. 3, 8).

-La gracia santificante es igual para los igualmente dispuesto, y desigual para los desigualmente dispuestos.

A cada uno de nosotros le ha sido concedida la gracia a la medida del don de Cristo (Ef. 4, 7).

Aclaración. La medida del don de Cristo es mayor o menor según la disposición subjetiva de cada uno.

-La gracia de la justificación puede aumentarse.

La senda de los justos es como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día (Prov. 4, 18).

Aquel que provee de simiente al sembrador y de pan para su alimento, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia (2 Cor. 9, 10).

...que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose (Apo. 22, 11).

-La gracia de la justificación puede perderse por cualquier pecado mortal.

Si el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por causa del mal que ha cometido (Ez. 18, 26).

Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: la justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad. Pero tampoco el justo vivirá en virtud de su justicia de su justicia el día en que peque (Ez. 33, 12).

-Nadie puede estar seguro de poseer la gracia de la justificación sin especial revelación de Dios.

¿Quién puede decir: «¿Purifiqué mi corazón, estoy limpio de pecado?» (Prov. 20, 9).

El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (Rom. 8, 16).

-Cada hombre puede conocer ciertos indicios de poseer la gracia de la justificación.

El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (Rom. 8, 16).

Cierto que mi conciencia nada me reprocha; más no por eso estoy justificado (1 Cor. 4, 4).

Aclaración. Estos indicios pueden ser la presencia del Espíritu y la tranquilidad de conciencia.

-Aunque el hombre no puede conocer indicios ciertos de poseer la gracia de la justificación, pero si suficientes para librarse de toda ansiedad y gozar de plena confianza en Dios.

Cierto que mi conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado (1 Cor. 4, 4).

Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios, y cuanto le pidamos recibiremos de él (1 Jn. 3, 21).

5. La Gracia adyuvante

-Puede ser, operante, excitante y antecedente

-La excitante produce dos nociones: una en el entendimiento y otra en la voluntad

-La que influye en la voluntad la mueve a realizar el bien

-Las «gratis datas» las concede el E. Santo a quienes más se dedican al Apostolado

-La Gracia adyuvante puede ser: operante, excitante y antecedente.

a) -Gracia operante.

Es la que obra en nosotros un acto indeliberado en el entendimiento y en la voluntad.

...pues en él vivimos, nos movemos y existimos... (Hch. 17, 28).

Pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

b) -Gracia excitante.

Es la que va ordenada a conseguir el efecto para el cual se da. Dios la da a los infieles para que salgan de su infidelidad; a los pecadores para que se levantes de su pecado; a los justos para que hagan obras buenas ya a los santos para que aprovechen en santidad y en mérito.

Por eso se dice: Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo (Ef. 5, 14).

c) -Gracia antecedente.

Es la que dispone para que el alma quiera hacer el bien y evitar el mal.

...el Dios de mi amor viene a mi encuentro. Dios me hará desafiar a los que me acechan (Sal. 59, 11).

-La gracia excitante produce dos nociones: una en el entendimiento y otra en la voluntad.

a) -Corro por el camino de tus mandamientos.

b) -Pues tu mi corazón dilatas (Sal. 119, 32).

a) -Hazme entender para guardar tu Ley

b) -Y observarla de todo corazón (Sal. 119, 34).

Aclaración. La primera oración señalada con a) indica la moción del entendimiento y la segunda señalada con b) expresa la moción de la voluntad.

-La Gracia influye en la voluntad del hombre para moverla a realizar el bien.

Que Yahvéh nuestro Dios esté con nosotros como estuvo con nuestros padres, que no nos abandone ni nos rechace. Que incline nuestros corazones hacia él para que andemos según todos sus caminos y guardemos todos los mandamientos, los decretos y las sentencias que ordenó a nuestros padres (1 Reg. 8, 57-58).

Inclina mi corazón hacia tus dictámenes, y no a ganancia injusta (Sal. 119, 36).

-Existen las Gracias «gratis datas» que el Espíritu Santo suele conceder principalmente a quienes más se dedican al apostolado en la Iglesia.

A cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno se le da por Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia, según el mismo Espíritu; a otro fe, en el mismo Espíritu; a otro, carisma de curaciones, en el único Espíritu; a otro, profecía; a otro discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obras un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad (1 Cor. 12, 7-11).

Aclaración. S. Pablo no ha tenido intención de formular una enumeración completa de todas las gracias «gratis datas» existentes.

6. La Gracia. Efectos

-Incorporación a Jesucristo

-Darnos una participación de la naturaleza de Dios

-Dios adopta a muchos como hijos

-Secundarios: hacemos hijos adoptivos de Dios, herederos suyos, coherederos con Cristo

-Hermanos en Cristo

-Otros efectos secundarios: hacernos gratos a Dios, llenar el alma de hermosura y conceder la vida sobrenatural

-Otros efectos consecuentes: unirnos con Dios y hacernos templos vivos de Él

-Hacernos justos y santos

-Hacernos gratos a Dios y amigos suyos

-La relación interior con Dios exige una transformación del Corazón

-Nos hace herederos del cielo

-Existe una verdadera incorporación íntima del cristianado a Jesucristo por medio de la gracia.

a) -En la muerte.

Si hemos muerto con él, también viviremos con él;... (2 Tim. 2, 11).

Porque si nos hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante;... (Rom. 6, 5).

b) -En la sepultura.

Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva (Rom. 6, 4).

c) -En la resurrección.

...y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús,... (Ef. 2, 6).

d) -En la restitución de una nueva.

Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo,... (Ef. 2 5).

Y a vosotros, que estabais muertos en vuestro delitos y en vuestra carne incircuncisa, os vivificó juntamente con él y nos perdonó todos nuestros delitos (Col. 2, 13.)

e) -En la convivencia eterna con él.

Si hemos muerto con él, también viviremos con él;... (2 Tim. 2, 11).

Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él, sabiendo que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más, y que la muerte no tiene ya señorío sobre él (Rom. 6, 8-9).

f) -En su Reino eterno con él.

...y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús, a fin de mostrar en los siglos venideros la sobre abundante riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús (Ef. 2, 6-7).

-El efecto principal de la gracia santificante es darnos una participación física y formal de la misma naturaleza de Dios.

La gracia santificante es una cualidad sobrenatural inherente a nuestra alma que nos da una participación física y formal de la naturaleza misma de Dios, bajo su propia razón de deidad.

...nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina... (2 Pe. 1, 4).

-Dios adopta a muchos hombres como hijos suyos.

...recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios (Rom. 8, 15-16).

-Los efectos secundarios de la participación física y formal de la misma naturaleza de Dios son tres: Hacernos hijos adoptivos de Dios, herederos de Dios y coherederos con Cristo.

a) -Nos hace hijos adoptivos de Dios.

Esta adopción se realiza por la infusión de la misma vida de Dios, nos hace hijos suyos y nos da derecho a la herencia de sus bienes.

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! (1 Jn. 3, 1).

b) -Nos hace herederos de Dios.

Y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos de Cristo,... (Rom. 8, 17).

c) -Nos hace hermanos de Cristo y coherederos con Él.

Y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos de Cristo,... (Rom. 8, 17).

Pues a los que de antemano conoció, también los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos hermanos;... (Rom. 8, 29).

Todo esto queda claramente afirmado en el siguiente texto:

Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de Hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! Es Espíritu mismo se une a nuestros espíritus para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados (Rom. 8, 15-17).

-Por la adopción nos hacemos hermanos de Cristo.

«Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, ni hermana y mi madre» (Mt. 20, 50).

Por eso no se avergüenza de llamarles hermanos cuando dice. Anunciaré tu nombre a mis hermanos;... (Hebr. 2, 11-12).

Aclaración. El mismo Cristo nos llama hermanos.

-Otros efectos secundarios de la gracia santificante son: Hacernos gratos a Dios, llenar el alma de hermosura y conceden la vida sobrenatural perfecta.

a) -Nos hace gratos a Dios.

...hemos de mantener la gracia y, mediante ella, ofrecer a Dios un culto que el sea grato, con religiosa piedad y reverencia,... (Hebr. 12, 28).

b) -Llena el alma de hermosura.

¡Qué hermoso eres, Amado mío, qué delicioso! (Ct. 1, 16).

c) -Concede la vida sobrenatural perfecta.

Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia (Jn. 10, 10).

Aclaración. Esta vida la infunde Cristo por la gracia santificante.

-Otros efectos consecuentes de la participación de la naturaleza de Dios son: unirnos íntimamente con Dios y hacernos templos vivos de la Santísima Trinidad.

a) -Unirnos con Dios.

Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn. 4, 16).

b) -Hacernos templos de la Trinidad.

Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él» (Jn. 14, 23).

-Por la Gracia santificante el hombre se hace justo y santo.

Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).

...por gracia habéis sido salvados... (Ef. 2, 5).

...para que justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna (Tit. 3, 7).

-La Gracia santificante nos hace gratos a Dios y amigos suyos.

Os digo a vosotros amigos míos (Lc. 12, 4).

Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando (Jn. 15, 14).

No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer (Jn. 15, 15).

...para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado (Ef. 1, 6).

Aclaración. La gracia santificante es participación de la naturaleza divina. Donde hay gracia Dios la ama y se complace en ella, y por tanto la gracia hace al hombre grato y amigo de Dios.

-La relación interior auténtica con Dios exige una transformación del corazón que sólo Dios puede otorgar por su gracia.

Les daré corazón para conocerme, pues yo soy Yahvéh, y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues volverán a mí con todo su corazón (Jer. 24, 7).

...pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo (Jer. 31, 33).

Descargaos de todos los crímenes que habéis cometido contra mí, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo (Ez. 18, 31).

Yo os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas (Ez. 36, 26-28).

-La Gracia santificante nos hace herederos de la eterna bienaventuranza.

Y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él, para ser también con él glorificados (Rom. 8, 17).

7. La Gracia. Efectos últimos

-La perseverancia final

-La perseverancia de los niños que mueren antes del uso de razón y de los adultos recién justificados

-La gloria de Dios y la santificación de sus hijos

-La perseverancia final es un don de Dios.

El don de la perseverancia final es aquel que hace coincidir el momento de la muerte con el estado de gracia.

Halló gracia ante Dios y Dios le amó, y como vivía entre pecadores, le trasladó (Sab. 4, 10).

Su alma era del agrado del Señor, por eso se apresuró a sacarle de entre la maldad (Sab. 4,14).

...quien inició en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús (Fil. 1, 6).

El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo,... (1 Pe. 5, 10).

-La perseverancia de los niños que mueren antes del uso de razón y de los adultos que mueren inmediatamente después de ser justificados, es un don especial de Dios.

Halló gracia ante Dios y Dios le amó, y como vivía entre pecadores, le trasladó (Sab. 4, 10).

Se lo llevó para que la maldad no pervirtiera su inteligencia o el engaño sedujera su alma; pues la fascinación del mal empaña el bien y los vaivenes de la concupiscencia corrompen la mente ingenua (Sab. 4, 11, 12).

Su alma era del agrado del Señor, por eso se apresuró a sacarle de entre la maldad (Sab. 4, 14).

Aclaración. Estos textos se aplican a los niños y a los adultos recién justificados, según la sentencia de algunos Santos Padres.

-El fin último de la vida cristiana es la gloria de Dios y el fin próximo la santificación de sus hijos.

a) -El fin último, la gloria de Dios.

Yo, Yahvéh, ese es mi nombre, ni gloria a otro no cedo, ni mi pez a los ídolos (Is. 42, 8).

Tan sólo por mi amor, por mi amor, lo he hecho, pues ¿cómo mi nombre sería profanado? No cederé a otro mi gloria (Is. 48, 11).

Yo soy, yo soy el primero y también soy el último (Is. 48, 12).

Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios (Apoc. 1, 8).

Aclaración. Todas son expresiones en las que Dios reclama y exige para sí su propia gloria.

b) -El fin próximo, la santificación de sus hijos.

A cada uno de nosotros le ha sido concedida la gracia...hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo (Ef. 4, 7-13).

8. La Gracia. Eficacia

-Existencia

-Conseguirá su efecto antes de que Dios la conceda a los hombres

-No se llama así por su efecto, sino porque puede producirlo

-Su acción es una determinación moral, no física

-Ilumina el entendimiento y fortalece la voluntad

-Tiene eficacia por si misma para mover la voluntad

-Determina a la voluntad por otros motivos

-La concede Dios para realizar cada uno de los actos sobrenaturales

-Existe la gracia suficiente o eficaz.

Es aquella que concede al hombre poder suficiente para obrar.

¿Qué más se puede hacer ya a mi viña, que no se lo haya hecho yo?

Yo esperabas que diese uvas. ¿Por qué ha dado agraces? (Is. 5, 4).

«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! ¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo! (Hch. 7, 51).

Aclaración. Los judíos podían hacer uvas buenas, es decir, obras buenas, y no las hicieron. Tuvieron gracia suficiente, pero ésta careció de efecto.

-La gracia eficaz es tal que se puede afirmar que conseguirá infaliblemente su efecto antes de que Dios la conceda a los hombres.

...yo les daré un sólo corazón de piedra y les daré un corazón de carne, para que caminen según mis preceptos, observen mis normas y las pongan en práctica, y así sean mi pueblo y yo sea su Dios (Ez. 11, 19-20).

Cuando ha sacado sus ovejas, va delante de ellas, y sus ovejas le siguen, porque conocen su voz. Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños (Jn. 10, 5).

Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen (Jn. 10, 27).

Aclaración. ¿Cómo armonizar la eficacia de la gracia concedida al hombre, y su libertad humana? Porque a la vez que Dios concede al hombre una gracia eficaz para que obre de determinado modo, le rodea de circunstancias favorables para que obre de ese mismo modo eligiéndolo libremente.

-La Gracia de Dios eficaz no se llama así por su efecto, sino porque puede producirlo.

Pues ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? (1 Cor. 4, 7).

...Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil, 2, 13).

Aclaración. La gracia eficaz, con la cual Dios opera, tiene el poder de realizar sus efectos.

-La moción de la gracia eficaz es una determinación moral, no física.

Determinación moral es una moción antecedente en la voluntad causada por audición, iluminación, inclinación del corazón, etc.

a) -Audición.

Todo el que escucha al Padre y aprende su enseñanza, viene a mí (Jn. 6, 45).

b) -Iluminación.

Pues el mismo Dios que dijo: «Del seno de las tinieblas brille la luz», ha hecho brillar la luz en nuestro corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios... (2 Cor. 4, 6).

c) -Inclinación del corazón.

Llévame en pos de ti: ¡Corramos! El Rey me ha introducido en sus mansiones;... (Cant. 1, 3).

-La Gracia actual ilumina el entendimiento y fortalece la voluntad de modo inmediato e intrínseco.

a) -Ilumina el entendimiento.

El Señor le abrió el corazón para que se adhiriese a las palabras de Pablo (Hch. 16, 14).

Yo planté, Apolo regó; más fue Dios quien dio el crecimiento. De modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que hace crecer (1 Cor. 3. 6-7).

Aclaración. La predicación evangélica no fructifica sin la iluminación interna que Dios da.

...el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente; iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cual es la esperanza a que habréis sido llamados por él;... (Ef. 1, 17-18).

b) -Fortalece la voluntad.

Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no le atrae;... (Jn. 6, 44).

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

-La Gracia de Dios eficaz tiene eficacia por sí misma para mover la voluntad del hombre a realizar actos saludables.

El corazón del rey es como el agua del canal en mano de Yahvéh, que él dirige donde quiere (Prov. 21, 1).

Si Yahvéh Sebaot toma una decisión, ¿quién la frustará? Si él extiende su mano, ¿quién se la hará retirar? (Is. 14, 27).

Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no le atrae;... (Jn. 6, 44).

Pues ¿quién es el que te distingue? ¿Qué tienes que no lo hayas recibido? (1 Cor. 4, 7).

Aclaración. La causa segunda nada puede hacer sino por virtud de la causa primera.

-La gracia eficaz también determina a la voluntad por otros afectos o motivos de temor o de recompensa.

a) -Temor.

Por tu terror tiembla mi carne, de tus juicios tengo miedo (Sal. 119, 120).

...y pondré mi temor en sus corazones, de modo que no se aparten de junto a mí;... (Jer. 32, 40).

b) -Recompensa.

Inclino mi corazón a practicar tus preceptos, recompensa por siempre (Sal. 119, 112).

-La gracia eficaz la concede Dios a los hombre para realizar cada uno de los actos sobrenaturales.

...pues Dios es quien obra en vosotros el querer el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos (Ef. 2, 10).

A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros,... (Ef. 3, 20).

Aclaración. Es evidente que Dios, primer motor de todos los movimientos y primera causa de todas las cosas, haya de influir en todos los efectos sobrenaturales de las criaturas.

9. La gracia. Eficacia. Otras características

-La oración medio necesario para obtenerla

-Es necesaria para realizar las obras más difíciles

-Dios concede la suficiente para realizar las cosas más difíciles

-Para perseverar hasta el fin, el hombre necesita además el don de la perseverancia

-No priva al hombre de su libertad

-Para obtener la gracia eficaz, la oración es un medio necesario e infalible.

a) -Es un medio necesario.

Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá (Mt. 7, 7-8).

No tenéis porque no pedís. Pedís y no mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones (Sant. 4, 2-4).

b) -Es un medio infalible.

...invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me darás gloria (Sal. 50, 15).

Llámame y te responderé y mostraré cosas grandes, inaccesibles, que desconocías (Jer. 33, 3).

Si me pedís algo en nombre, yo lo haré (Jn. 14, 14).

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis (Jn. 15, 7).

-La gracia eficaz es necesaria para realizar las obras más difíciles.

Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas (Ez. 36, 27).

...pues Dios es quien obra en vosotros el quered y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

En efecto, hechura suya somos creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos (Ef. 2, 10).

-La gracia eficaz que Dios concede comunmente a todos es suficiente para obtener los auxilios más abundantes con los cuales poder realizar cosas más difíciles para obtener la salvación eterna.

Convertíos y apartaos de todos vuestros crímenes; no haya para vosotros más ocasión de mal (Ez. 18, 30).

Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos. El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, os restablecerá, afianzará, robustecerá y os consolidará (1 Pe. 5, 9-10).

-El hombre, en estado de naturaleza caída, necesita para preservar hasta el fin, además de la gracia santificante y de otras gracias actuales, el don de la perseverancia.

Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros (Jn. 17, 11).

Les pactaré alianza eterna de hacerles el bien, y pondré mi temor en sus corazones, de modo que no se aparten de junto a mí;... (Jer. 32, 40).

Aclaración. La perseverancia es un don de Dios distinto de la gracia.

-La gracia eficaz que Dios concede a los hombres no les priva de su libertad.

Feliz el rico que fue hallado intachable, que tras el oro no se fue. ¿Quién es y le felicitaremos? (Si. 31, 8-9).

¿Quién pudo prevaricar y no prevaricó, hacer mal y no lo hizo? (Si. 31, 10).

Porque tuve hambre y disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y vinisteis a verme (Mt. 25, 35-36).

Aclaración. Una recompensa se da razonablemente a quien hace una obra buena pudiendo dejar de hacerla.

10. La Gracia actual

-Nos viene de Cristo

-Coopera con el hombre inmediata y mediatamente

-Proporcionan fuerzas morales y físicas

-Dios la concede como prenda del Espíritu Santo.

-Nuestra participación de la gracia nos viene de Jesucristo que la posee en plenitud.

Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo (Jn. 1, 16-17).

...pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud,... (Col. 1, 19).

Porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad... (Col. 2, 9).

...y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús,... (Rom. 3, 24).

...hacer que todo tenga a Cristo por cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra (Ef. 1, 10).

Aclaración. Como la savia vital sube desde la raíz hacia las ramas de la planta o como la sangre del corazón sale para irrigar los miembros del cuerpo, así la gracia sale de su fuente original que es Cristo cabeza y viene a nosotros sus miembros para darnos la vida sobrenatural.

-Las gracias actuales cooperan con nosotros de dos modos: inmediatamente y mediatamente.

a) -Inmediatamente:

-sobre el entendimiento y

-sobre la voluntad.

1º -Iluminando el entendimiento:

Pues el mismo Dios que dijo: del seno de las tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de la gloria de dios que está en la faz de Cristo (2 Cor. 4, 6).

Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente, iluminando los ojos de vuestro corazón para que conozcáis cual es la esperanza a que habéis sido llamados por él (Ef. 1, 17-18).

2º -Ayudando a la voluntad:

Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no le atrae (Jn. 6, 44).

Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar como bien le parece (Fil. 2, 13).

De modo que, ni el que planta es algo ni el que riega, sino Dios que hace crecer (1 Cor. 3, 7).

b) -Mediatamente:

Valiéndose de:

-Personas,

El Señor le abrió el corazón (a Lidia) para que se adhiriese a las palabras de Pablo (Hch. 16, 34).

-El Señor envió a Pablo a los gentiles.

«para que les abras los ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios y para que reciban el perdón de los pecados y una parte en la herencia entre los santificados mediante la fe en mí (Hch. 26, 18).

-Las gracias actuales cooperan con nosotros, proporcionándonos fuerzas morales y físicas para obrar el bien.

a) -Nos proporcionan fuerzas morales:

...Pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 13).

En efecto, hechura suya somos, creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que praticaramos (Ef. 2, 10).

A aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros (Ef. 3, 20).

...y cual la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa... (Ef. 1, 19).

b) -Nos proporcionan fuerzas físicas:

...pues en él vivimos, nos movemos y existimos,... (Hch. 17, 28).

-Dios concede su gracia al hombre como prenda del Espíritu Santo.

...el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rom. 5, 5).

Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en arras el Espíritu (2 Cor. 5, 5).

11. La Gracia actual. Distribución

-Dios concede las suficientes a todos los hombres para cumplir los mandamientos

-No las concede en todo momento sino en algunos determinados

-Las concede a todos los infieles sean positivos o negativos

-Concede a unos más y a otros menos

-Tal distribución desigual es por su voluntad sapientísima

-También la cooperación desigual de cada hombre

-A los pecadores les concede los auxilios suficientes para arrepentirse

-A los infieles para que se conviertan a la fe

-No niega su gracia al que hace lo que puede por alcanzarla

-Dios concede a todos los hombres, sean justos o pecadores, incluso endurecidos, gracias suficientes para que puedan cumplir los mandamientos.

Porque estos mandamientos que yo te prescribo hoy no son superiores a tus fuerzas, ni están fuera de tu alcance (Deut. 30, 11).

Y fiel es Dios que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito (1 Cor. 10, 13).

Aclaración. Si Dios no les diese las gracias suficientes, no les mandaría cumplir los mandamientos y permitirán que los hombres fuesen tentados por encima de sus fuerzas.

-La gracia suficiente que Dios concede a los pecadores para su conversión, no las da en todo momento; pero no hay ningún pecador, por obcecado y endurecido que esté, que no reciba la Gracia suficiente para su conversión en momentos y lugares determinados.

¡Ojalá oyerais hoy su voz! No endurezcáis vuestro corazón como en Meribá (Sal. 95, 8).

Aunque había realizado tan grandes señales delante de ellos, no creían en él;... (Jn. 12, 37).

Aclaración. Se ven los tiempos y los momentos concedidos para su conversión.

-Dios concede las gracias suficientes para su salvación, a los infieles todos, sean positivos sean negativos.

Infieles positivos son aquellos que no quieren aceptar la doctrina de la fe cuando tienen ocasión de conocerla, o aquellos que la rechazan después de haberla aceptado.

Infieles negativos son aquellos a los cuales no les ha llegado nunca la doctrina de la fe.

a) -Dios concede las gracias a los infieles positivos.

Y si no se os recibe ni se escuchan vuestras palabras, salid de la casa o de la ciudad aquella sacudiendo el polvo de vuestros pies. Yo os aseguro: el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para la ciudad aquella (Mt. 10, 14-15).

Aclaración. Pudieron creer porque se les concedió gracia suficiente, y no creyeron. Su resistencia a la gracia es un pecado grave.

b) -Dios concede sus gracias a los infieles negativos.

...el Dios vivo, que es el Salvador que todos los hombres, principalmente de los creyentes (1 Tim. 4, 10).

...nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim. 2, 4).

Aclaración. Se deduce que a todos les da las gracias suficientes porque es salvador de todos y quiere que todos se salvan.

-Dios concede a todos los hombres las gracias suficientes para salvarse, sin embargo concede a unos más y a otros menos.

La parábola de los talentos.

Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda; a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad... (Mt. 25, 14-15).

Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo; diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; diversidad de operaciones, pero es el mismo el Dios que obra todo en todos (Rom. 12, 4-6).

Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad (1 Cor. 12, 11).

A cada uno de nosotros le ha sido concedida la gracia a la medida del don de Cristo (Ef. 4, 7).

Dios es muy dueño de distribuir con mayor o menor abundancia las gracias suficientes, con tal que al menos favorecido no le faltan las necesarias para salvarse, todas como don gratuito, nunca como merecimiento personal de cada hombre.

-La razón primera y principal de la distribución desigual de las gracias, es la voluntad profundísima y sapientísima de Dios.

Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en participar según su voluntad (1 Cor. 12, 11).

Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito (Mt. 11, 26).

-La razón secundaria de la distribución desigual de las gracias, es la cooperación desigual de cada hombre y la misma falta de cooperación.

Dios sigue dos leyes en la distribución de sus gracias:

a) -La correspondencia y el uso fiel de las gracias concedidas es causa de concesión de nuevas y más abundantes gracias.

b) -El abuso de las gracias concedidas es causa de escasa o nula concesión.

Os digo que a todo el que tenga, se le dará; pero al que no tenga, aún lo que tiene se le quitará (Lc. 19, 26).

La senda de los justos es como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día. Pero el camino de los malos es como tinieblas, no saben dónde han tropezado (Prov. 18-19).

-Dios concede auxilios necesarios a los pecadores para que se conviertan

A todos los pecadores, aún a los endurecidos y obstinados, ofrece Dios los auxilios suficientes para poder arrepentirse de sus pecados.

Diles: «Por mi vida, oráculo del Señor Yahvéh, que yo no me complazco en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambia de conduzca y viva. Convertíos, convertíos de vuestra mala conducta. Por qué vais a morir, casa de Israel? (Ez. 33, 11).

O ¿desprecias tal vez sus riquezas de bondad, de paciencia y de longanimidad sin reconocer que esa bondad de Dios te impulsa a la conversión? (Rom. 2, 4).

...no queriendo (Dios) que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión (2 Pe. 3, 9).

No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores (Luc. 5, 32).

Aclaraciones.

Todas estas expresiones demuestran con toda evidencia que Dios desea la conversión de los pecadores.

La conversión es una acción de orden sobrenatural, imposible de realizar con las solas fuerzas humanas,

Luego Dios vincula auxilios necesarios que los concede a los pecadores para que se conviertan.

-Dios ofrece a todos los infieles las gracias suficientes para que puedan convertirse a la fe.

Él es la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo (Jn. 1, 9).

Él es víctima de propiciación por nuestro pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero (1 Jn. 2, 2).

Que no hay distinción entre judío y griego, pues uno mismo es el Señor de todos... (Rom. 10, 12).

Aclaración.

La concesión de las gracias suficientes para la salvación es la consecuencia de la voluntad salvífica universal de Dios.

-Dios no niega jamás su gracia al que hace lo que puede por alcanzarla.

Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; al que llama se le abrirá (Mt. 7, 7-8).

«Al que hace cuanto puede» se entiende con la ayuda de la gracia actual, que Dios ofrece a todos los hombres.

12. La Gracia actual. Necesidad

-El hombre ya justificado, necesita aún de la gracia actual para realizar actos sobrenaturales

-Para el inicio en la fe y para el deseo de salvación

-Para hacer un acto de fe saludable

-Para cumplir la Ley natural

-Para perseverar en el bien

-Para vencer las tentaciones

-Para evitar todo pecado

-Si está en pecado para no caer en otro

-Para evitar los pecados veniales durante toda la vida

-Si está en pecado, para merecer la Gracia

-Si está en pecado, para impetrarla

-Para conocer las verdades especulativas y prácticas del orden natural

-Para hacer actos meritorios

-El hombre ya justificado y, por tanto, en posesión de la gracia, de las virtudes y de los dones (hábitos sobrenaturales) necesita todavía otro auxilio de la gracia actual para realizar actos sobrenaturales.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí como yo en él, ese da mucho fruto (Jn. 15, 5).

Aclaración. Se habla del influjo de Cristo sobre los mismos justificados; influjo que antecede siempre a sus buenas obras, las acompaña y las sigue.

...siendo sinceros en el amor, crezcamos en todo hasta aquel que es la cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por medio de toda clase de junturas que llevan la nutrición según la actividad propia de cada una de las partes, realizando así el crecimiento del cuerpo para su edificación en el amor (Ef. 4, 15-16).

Aclaración. Así como además de la esencia y de las facultades operativas se requiere la ayuda de Dios para realizar cualquier acción natural, así en el orden natural, así en el orden sobrenatural, además de la gracia y de las virtudes, se requiere la previa moción y concurso sobrenatural, que no es otra cosa que la gracia actual.

-La gracia es necesaria para el inicio de la fe y para el deseo de la salvación.

...trabajad con temor y temblor por vuestra salvación, pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 12-13).

Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no le atrae (Jn. 6, 44).

...nuestra capacidad viene de Dios (2 Cor. 3, 5).

El que permanece en mí como yo en él, ese da mucho fruto (Jn. 15, 5).

De estos textos se deduce que todo bien procede de Dios, sean generales o sean particulares como el inicio de la fe y el deseo de salvación.

-La gracia es necesaria para hacer un acto de fe saludable.

Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no le atrae;... (Jn. 6, 44).

El Señor le abrió el corazón (a Lidia) para que se adhiriese a las palabras de Pablo (Hch. 16, 14).

-El hombre, en estado de naturaleza caída, no puede cumplir toda la Ley natural, sin un especial auxilio de la gracia.

...pero, comprendiendo que no podría poseer la Sabiduría si Dios no me la daba,...me dirigí al Señor y se la pedí;... (Sab. 8, 21).

...pero advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la Ley del pecado que está en mis miembros. ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo que me lleva hasta la muerte? ¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo nuestro Señor! (Rom. 7, 23-24).

Aclaración. Sabiduría significa aquí «fuerza divina que dirige la vida del hombre hacia su fin último.»

-El hombre justo, en estado de naturaleza caída, no puede perseverar largo tiempo en el bien sin especial ayuda de Dios.

La Sagrada Escritura inculca:

a) -Que la lucha es continua contra el mundo, el demonio y la carne:

Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado (1 Tim. 6, 12).

Traed a la memoria los días pasados, en que después de ser iluminados, hubisteis de soportar un duro y doloroso combate (Hebr. 10, 32).

Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las asechanzas del diablo (Ef. 6, 11).

Porque nuestra lucha es contra los Espíritus del mal que están en las alturas (Ef. 6, 12).

Sed sobrios y velad. Vuestro adversario el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quien devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos. El Dios de toda gracia, el que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, os restablecerá, afianzará, robustecerá y os consolidará (1 Pe. 5, 8-10).

Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas (Iac. 1, 2).

¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman (Iac. 1, 12).

Cada uno es tentado por su propia concupiscencia que le arrastra y seduce (Iac. 1, 14).

Muchos seductores han salido al mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne (2 Jn. 7).

Y nada tiene de extraño; que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz (2 Cor. 11, 14).

b) -Que se implore el auxilio divino sin el cual no se pueden vencer los enemigos de la salvación:

Y no nos dejes caer en tentación, más librarnos del Mal (Mat. 6, 13).

Velad y orad, para que no caigáis en tentación, que el espíritu es pronto pero la carne es débil (Mat. 26, 41).

-El hombre, en estado de naturaleza caída, no puede vencer ninguna tentación grave con sus solas fuerzas naturales, sin una gracia especial del Espíritu Santo.

Y fiel es Dios que no permitiré seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará modo de poderla resistir con éxito (1 Cor. 10, 1).

...y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del Mal (Mt. 6, 13).

...la tribulación sufrida en Asia nos abrumó hasta el extremo, por encima de nuestras fuerzas, hasta el punto que perdimos la esperanza de conservar la vida (2 Cor. 1, 8).

Aclaración. Es evidente que hace falta el auxilio de la gracia para superar las tentaciones.

-El hombre, en estado de naturaleza caída, además de la gracia santificante, necesita otro auxilio de la gracia actual para evitar todo pecado mortal.

Si Yahvéh no construye la casa, en vano se afanan los constructores. Si Yahvéh no guarda la ciudad, en vano vigila la guardia (Sal. 127, 1).

Aclaración. «Ciudad» significa aquí el «alma como sujeto de las tentaciones», según explicación de algunos Santos Padres.

-El hombre, en estado de naturaleza caída, cuando permanece en pecado mortal, no puede estar mucho tiempo sin caer en otro con sus solas fuerzas naturales.

Suele aducirse el siguiente texto:

Jerusalén recuerda sus días de miseria y vida errante, cuando a manos del adversario sucumbía su pueblo, sin que nadie viniera en su ayuda. Los adversarios la miraban, riéndose de su ruina (Lm. 1, 7).

-El hombre ya justificado no puede evitar durante toda su vida los pecados veniales, sin especial ayuda de Dios, aunque sea muy perfecto y santo.

...perdónanos nuestras dudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores... (Mt. 6, 12).

...pues todos caemos muchas veces (Iac. 3, 2).

Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos (1 Jn. 1, 8).

¿Quién puede decir: «Purifiqué mi corazón, estoy limpio de pecado? (Prob. 20, 9).

Aclaración. La razón, con la ayuda de Dios, pudiera reprimir cada uno de los movimientos que llevan al pecado originados por la corrupción del apetito inferior de la sensualidad, pero no todos considerados colectivamente, pues la razón no puede estar siempre vigilante y atenta para controlar el consentimiento de estos movimientos.

-El hombre caído no puede merecer la gracia con sus solas fuerzas naturales.

Así dice Yahvéh Sebaot:

Volveos a mí -oráculo de Yahvéh y yo me volveré a vosotros (Zac. 1, 3).

El valor sobrenatural de la gracia trasciende infinitamente el valor y las fuerzas de toda naturaleza creada o creable, y por lo tanto, sólo con una ayuda de la gracia actual puede elevarse a esas alturas.

-El hombre caído no puede impetrar la gracia con una oración solamente natural, o sea, sin la ayuda de la gracia actual.

¿Qué tienes que no lo hayas recibido? (1 Cor. 4, 7).

Mas, por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí (1 Cor. 15, 10).

Aclaración. Si el hombre con su sola oración natural, sin la ayuda de la gracia, pudiera impetrar la gracia, el principio de su salvación provendría de nosotros y no de Dios.

Deducciones:

a) -El hombre caído no puede disponerse a recibir la gracia con sus solas fuerzas naturales.

b) -El hombre caído no puede producir un movimiento inicial hacia la fe con sus solas fuerzas naturales, porque tal movimiento procede de la gracia.

c) -El hombre caído no puede realizar ningún acto relacionado con la propia salvación, sin la previa moción de la gracia actual.

Todos estos actos sobrenaturales exceden la fuerza natural del hombre caído, y por tanto sin la gracia.

-El hombre en estado de naturaleza caída, sin especial auxilio de la gracia, no puede conocer todas las verdades especulativas y prácticas de orden natural.

Los pensamientos de los mortales son tímidos e inseguras las ideas que nos formamos; pues un cuerpo corruptible hace pesada el alma y esta tienda de tierra oprime el espíritu fecundo en pensamientos. Trabajosamente conjeturamos lo que hay sobre la tierra y con fatiga hallamos lo que hay a nuestro alcance; ¿quién, entonces, ha podido rastrear lo que está en los cielos? Y ¿quién hubiera conocido tu voluntad, si tú no le hubieses dado la sabiduría y no le hubieses enviado de lo alto tu Espíritu Santo? (Sab. 9, 14-17).

-El hombre no puede hacer actos saludables y meritorios ante Dios, sin la ayuda de la gracia.

No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como propia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios,... (2 Cor. 3, 5).

Juan respondió: «Nadie puede arrogarse nada si no se le ha dado del cielo...» (Jn. 3, 27).

13. La Gracia actual. No es necesaria

-A los infieles para hacer obras honestas naturalmente.

-Al hombre para hacer actos buenos naturales

-Al hombre para conocer verdades de orden natural

-Los infieles pueden hacer obras naturalmente honestas en su estado de infidelidad.

En efecto, cuando los gentiles que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la Ley, sin tener Ley, para sí mismos son Ley, como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón,... (Rom. 2, 14).

-El hombre, en estado de naturaleza caída, puede hacer actos naturalmente buenos, aún sin especial auxilio de Dios.

En efecto, cuando los gentiles que no tienen Ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la Ley, sin tener Ley, para sí mismos son Ley (Rom. 2, 14).

-El hombre en estado de naturaleza caída, con la sola ayuda general de Dios, sin otro auxilio gratuito, puede conocer algunas verdades de orden natural, sean especulativas o prácticas.

...pues de la grandeza y hermosura de las criaturas se llega, por analogía, a contemplar a su Autor (Sab. 13, 5).

Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras; su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables;... (Rom. 1, 20).

Aclaración. Nuestro entendimiento puede conocer algunas verdades naturales con sólo sus fuerzas, sin ayuda de la gracia.

14. La Gracia actual. Suficiente y eficaz

-Se divide en suficiente y eficaz

-La suficiente no unida a la eficaz es concedida para realizar actos sobrenaturales

-Dios concede gracias no eficaces pero sí suficientes para realizar el fin

-El hombre puede preservar hasta el fin con la gracia suficiente que Dios le concede

-La gracia actual se divide en suficiente y en eficaz.

a) -Gracia suficiente.

Ya que os he llamado y no habéis querido, he tendido mi mano y nadie ha prestado atención,... (Prov. 1, 24).

b) -Gracia eficaz.

Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas (Ez. 36, 27).

-La gracia actual suficiente que no va unida a la gracia eficaz, es concedida al hombre muchas veces para realizar actos sobrenaturales.

Y como cooperadores suyos que somos, os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios (2 Cor. 6, 1).

¡Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo! (Hch. 7, 51).

Aclaración. Los hombres pueden muchas veces hacer obras moralmente buenas y, sin embargo, no las hacen. Es evidente que les es concedida una gracia suficiente que no va unida a la eficaz.

-Dios concede a los hombres ciertas gracias que no son eficaces, pero sí suficientes para poder realizar el fin para el cual se conceden.

¿Qué más se puede hacer ya a mi viña, que no se lo haya hecho yo? Yo esperaba que diese uvas. ¿Por qué ha dado agraces? (Is. 5, 4).

«¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que saco y ceniza se habrían convertido» (Mt. 11, 21).

«¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!» (Mt. 23, 37).

Aclaración. Reprender a los hombres por no haber hecho alguna cosa es afirmar implícitamente que tenían gracias suficientes para realizarlas.

-El hombre, en estado de naturaleza caída, puede perseverar hasta el fin con la gracia suficiente que Dios concede a los justos.

Permaneced en mí, como yo en vosotros (Jn. 15, 4).

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él (Jn. 6, 56.)

Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida (Apoc. 2, 10).

Pronto vendré; mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona (Apoc. 3, 11).

...sólo que mantengáis firmemente hasta mi vuelta lo que ya tenéis... (Apoc. 2, 25).

Aclaración. Dios manda la perseverancia, pero concediendo su gracia, porque él no manda imposibles.

Tratado X

LA JUSTIFICACIÓN

1. La justificación

2. Propiedades

3. Requisitos

4. Efectos

5. Efectos positivos

1. La Justificación

-Varias acepciones

-El hombre debe prepararse

-Es obra divina

-El hombre recibe la primer, por la Bautismo

-Jesucristo es la causa primera

-Es una gracia conseguida por la fe

-Es una generación nueva

-Una creación nueva

-Una renovación interna

-Una acción santificadora

-Un tránsito de la muerte a vida

-Un paso de las tinieblas a la luz

-Se realiza por la gracia que es principio de vida sobrenatural

-La Palabra «justificación» tiene varias acepciones.

a) -Orden, mandato.

En tus ordenanzas quiero meditar y mirar a tus caminos (Sal. 119, 15).

b) -Declaración de la justicia.

Justificar al malo y condenar al justo; ambas cosas abomina Yahvéh (Prov. 17, 15).

c) -Adquisición de la justicia.

Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no (Lc. 18,) 14.

d) -Santidad y aumento de la misma.

...que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose (Apoc. 22, 11).

Aclaración. Su significado teológico es «Santidad y aumento de la misma».

-El hombre debe de preparase para la justificación.

a) -Por el amor.

Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque muestra mucho amor (Lc. 7, 47).

b) -Por la penitencia.

Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados (Hch. 2, 38).

c) -Por el cumplimiento de los mandamientos.

Maestro, ¿qué he de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna? «...Guarda los mandamientos» (Mt. 19, 16-17).

d) -Por el cumplimiento de la voluntad de Dios.

No todo el que me diga: «Señor, Señor» entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial (Mt. 7, 21).

e) -Por la caridad.

Aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy (1 Cor. 13, 1-2).

-La justificación del pecador es obra divina por excelencia, análoga al acto creador.

Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados; de todas vuestras manchas y de todos vuestros ídolos os purificaré (Ez. 36, 25).

Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne (Ez. 36, 26).

...y les daré otro corazón y otro camino, de suerte que me teman todos los días para bien de ellos... (Jer. 32, 39).

-El hombre recibe la primera justificación por el Bautismo y por el Espíritu Santo.

Respondió Jesús: «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios...» (Jn. 3, 5).

Aclaración. «Nazca de agua» es una alusión al bautismo y a su necesidad absoluta.

Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva.

-Jesucristo es la causa primera de nuestra justificación y de nuestros méritos.

Les decía Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí» (Jn. 14, 6).

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador (Jn. 15, 1).

-La justificación no es un bien que se ha de conquistar, sino una gracia que se consigue por la fe en Jesucristo.

Pues no me avergüenzo del Evangelio, que una fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree: del judío primeramente y también del griego (Rom. 1, 16).

-La justificación es:

a) -Una nueva generación a la vida espiritual,

b) -Una nueva creación,

c) -Una renovación interna,

d) -Una acción santificadora,

e) -Un tránsito de la muerte a la vida,

f) -Un paso de las tinieblas a la luz.

 

a) -Una nueva generación a la vida espiritual.

Jesús respondió: «en verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn. 3, 5).

...él nos salvó...por medio del baño de regeneración y renovación del Espíritu Santo,... (Tit. 3, 5).

b) -Una nueva creación.

Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo (2 Cor. 5, 17).

Porque nada cuenta ni la circuncisión, no la incircuncisión, sino la creación nueva (Gál. 6, 15.)

c) -Una renovación interna.

...en él habéis sido enseñados conforme a la verdad de Jesús...a renovar el espíritu de vuestra mente, y a revestiros del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4, 21-24).

d) -Una acción santificadora.

...habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).

e) -Un tránsito de la muerte a la vida.

Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos (1 Jn. 3, 14).

f) -Un paso de las tinieblas a la luz.

Porque en otro tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor (Ef. 5, 8).

Él nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor, en quien tenemos la redención: el perdón de los pecados (Col. 1, 13-14).

-La justificación consiste en el perdón verdadero de los pecados y se realiza por el don de la gracia concedida al hombre justificado, la cual es principio de vida sobrenatural.

a) -El perdón supone:

-Una renovación.

...habéis sido enseñados conforme a la verdad de Jesús...a renovar el espíritu de vuestra mente, y a revestíos del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y en la santidad de la verdad (Ef. 4, 21-24).

-Una regeneración.

...él nos salvó...por medio del baño de regeneración y de regeneración del Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, fuesemos consituidos herederos, en esperanza, de vida eterna (Tt. 3, 5-7).

b) -La gracia produce:

-Una vivificación.

Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, estando muertos a causa de nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo -por gracia habéis sido salvados-... (Ef. 2, 4-5).

2. La Justificación. Propiedades

-Es incierta, desigual y amisible

-El hombre debe aumentarla

-El hombre justificado no puede permanecer en gracia, sin un auxilio de Dios

-Tampoco puede perseverar hasta el fin, sin una ayuda de Dios

-Nadie puede asegurar su perseverancia sin una revelación especial de Dios

-La justificación es incierta, desigual y amisible.

a) -Incierta, es decir, que nadie puede asegurar que está en gracia.

¿Quién puede decir: «Purifiqué mi corazón, estoy limpio de mi pecado?» (Prov. 20, 9).

b) -Desigual, es decir, que puede aumentar en cada hombre, por las obras buenas realizadas en gracia.

La senda de los justos es como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día (Prov. 4, 18).

...aumentará los frutos de vuestra justicia (2 Cor. 9, 10).

...que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose (Apoc. 22, 11).

c) -Amisible, es decir, que se puede perder.

Si el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por causa del mal que ha cometido (Ez. 18, 26).

La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad. Pero tampoco el justo vivirá en virtud de su justicia el día en que peque (Ez. 33, 12).

-Una vez conseguida la justificación, el hombre debe de aumentar el grado de justificación adquirido.

...que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose (Apoc. 22, 11).

-El hombre ya justificado no puede permanecer durante largo tiempo en estado de gracia habitual, sin un auxilio especial de Dios.

Todo se hizo por él, y sin él no se hizo nada de cuanto existe (Jn. 1, 3).

...él existe con anterioridad a todo y todo tiene en él su consistencia (Col. 1, 17).

Aclaración. Si sin él no se hizo nada y todo tiene en él su consistencia, la perseverancia en la gracia durante mucho tiempo para lograr el fin sobrenatural de la gloria, solamente la podemos conseguir con un auxilio especial de Dios.

-El hombre justificado no puede perseverar hasta el fin de su vida terrena, sin un auxilio particular de Dios.

...firmemente convencido de que, quien inició en vosotros la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús (Fil. 1, 6).

-Nadie puede asegurar su perseverancia hasta el fin sin una revelación especial de Dios.

Así pues, el que crea estar en pie, mire no caiga (1 Cor. 10, 12).

...trabajad con temor y temblor por vuestra salvación, pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 12-13).

3. La Justificación. Requisitos

-La fe

-La fe teológica

-El temor, la esperanza, la caridad, la penitencia, el Bautismo, la confesión y el propósito

-La fe es necesaria para recibir la justificación.

Id por todo el mundo y proclamad la buena Nueva a toda la Creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea se condenará (Mc. 16, 15-16).

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna (Jn. 3, 16).

...y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás (Jn. 11, 26).

Estas (cosas) han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre (Jn. 20, 31).

...justicia de Dios por la fe en Jesucristo (Rom. 3, 22).

Porque si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo (Rom. 10, 9).

...a fin de que la Promesa fuera otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo (Gál. 3, 22).

...la justicia que viene de Dios apoyada en la fe (Fil. 3, 9).

-La fe necesaria para la justificación es la fe teológica, y no la simple fe en las promesas.

a) -Fe teología.

...conforme al previo designio eterno que realizó en Cristo Jesús, Señor nuestro, quien, mediante la fe en él, nos da valor para llegarnos confiadamente a Dios (Ef. 3, 11-12).

El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 16).

b) -Fe en las promesas.

La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven (Hebr. 11, 1).

-Para recibir la gracia de la justificación son necesarias además de la fe, el temor, la esperanza, la caridad, la penitencia, el Bautismo para los no bautizados, la confesión para los bautizados y el propósito de empezar una vida nueva.

a) -La fe.

El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará (Mc. 16, 15).

b) -El Temor.

Principio del saber, el temor de Yahvéh (Sal. 111, 10).

El temor de Yahvéh es el principio de la ciencia (Prov. 1, 7).

El temor de Yahvéh es fuente de vida, para apartarse de las trampas de la muerte (Prov. 14, 27).

c) -La Esperanza.

Todo el que tiene esta esperanza en Él se purifica a sí mismo, como él es puro (1 Jn. 3, 3).

d) -La Caridad.

Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque muestra mucho amor (Lc. 7, 47).

Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos (1 Jn. 3, 14).

e) -La Penitencia.

Es decir, cambio de actitud y sentimiento de haber ofendido a Dios.

Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti.

Lc. 15, 18.

f) -El Bautismo para los no bautizados.

El que crea y sea bautizado, se salvará.

Mc. 16, 15.

g) -La confesión para los bautizados.

...y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los rentegáis, les quedan retenidos» (Jn. 20, 22-23).

h) -El propósito de empezar nueva vida.

«...y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo» (Lc. 13, 5).

4. La Justificación. Efectos

-Los pecados se perdonan

-Al impío sus pecados se perdonan

-En la justificación del pecador, los pecados, no sólo se cubren o no se imputan, sino que se perdonan totalmente.

Lávame a fondo de mi culpa, y de mi pecado purifícame (Sal. 51, 4).

Tan lejos como está el oriente del ocaso, aleja él de nosotros nuestras rebeldías (Sal. 103, 12).

Vuestras manos están de sangre llenas, lavaos, limpiaos (Is. 1, 15-16).

Era yo mismo el que tenía que limpiar y no recordar tus pecados (Is. 43, 25).

He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Jn. 1, 29).

Arrepentíos, pues y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados (Hch. 3, 19).

Pero habéis sido lavados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Señor (1 Cor. 6, 11).

...así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud... (Hebr. 9, 28).

-En la justificación del impío, sus pecados son verdaderamente perdonados.

Justificación es el paso del estado de pecado al estado de gracia.

Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: «He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo...» (Jn. 1, 29).

Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrachos,... (Hch. 3, 19).

Pero al presente, libres del pecado y esclavos de Dios, fructificáis para la santidad;... (Rom. 6, 22).

Pero habéis sido llevados, habéis sido santificados, habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6, 11).

5. La Justificación. Efectos positivos

-La inhesión de la gracia

-La participación de la naturaleza divina, la filiación, la amistad divina y la Santidad

-El Espíritu Santo

-La reviviscencia de los méritos

-La justificación no consiste solamente en el perdón de los pecados, sino también en la inhesión de la gracia.

...todos pecaron y están privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús,... (Rom. 3, 23-24).

...a renovar el espíritu de vuestra mente, y a revestíos del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad (Ef. 4, 23).

-Los efectos de la justificación son: participación de la naturaleza divina, filiación adoptiva, amistad divina y santidad.

a) -Participación de la naturaleza divina.

...su propia gloria y virtud, por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hiciérais partícipes de la naturaleza divina...

2 Pe. 1, 3-4.

b) -Filiación adoptiva.

Pero al llegar la plenitud de los tiempos, envió dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva (Gál. 4, 4-5).

...eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo (Ef. 1, 5).

Mirad que amor nos ha tenido el Padre, para llamarnos hijos de Dios, pues lo somos (1 Jn. 3, 1).

c) -Amistad divina.

Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando (Jn. 15, 14).

d) -Santidad.

-ontológica, es la unión real sobrenatural con Dios Salvador.

-moral, es la disposición de los actos saludables y la realización de los mismos.

...al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva (Rom. 6, 4).

-En la justificación también se nos da el Espíritu Santo.

...y yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre el Espíritu de la verdad (Jn. 14, 16).

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado (Rom. 5, 5).

Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros (Rom. 8. 9).

Aquel que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que habita en vosotros (Rom. 8, 11).

¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16).

¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo que está en vosotros...? (1 Cor. 6, 19).

La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá! ¡Padre! (Gál. 4, 6).

Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en vosotros (2 Tim. 1, 14).

-Los méritos perdidos por el pecado mortal reviven como efecto de la justificación subsiguiente.

Pero si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivirá sin duda, no morirá. Ninguno de los crímenes que cometió se le recordará más; vivirá a causa de la justicia que ha practicado.

Acaso me complazco yo en la muerte del malvado, -oráculo del Señor Yahvéh, y no más bien en que se convierta de su conducta y viva? (Ez. 18, 21-23).

La justicia del justo no le salvará el día de su perversión, ni la maldad del malvado le hará sucumbir el día en que se aparte de su maldad (Ez. 33, 12).

Y si digo al malvado: «Vas a morir» y él se convierte de su pecado y practica el derecho y la justicia, si devuelve la prenda, restituye lo que robó, observa los preceptos que dan la vida y deja de cometer injusticias, vivirá eternamente, no morirá. Ninguno de los pecados que cometió se le recordará jamás ha observado el derecho y la justicia; ciertamente vivirá (Ez. 33, 14-16).

porque no es injusto Dios para olvidarte de vuestra labor y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, con los servicios que habéis prestado y prestáis a los santos (Hebr. 6, 10).

Directamente se deduce cómo Dios olvida totalmente los pecados del arrepentido, e indirectamente la reviviscencia de los méritos.

Tratado XI

EL MÉRITO

1. Existencia

2. Condiciones

3. Condiciones. Puede merecer «de condigno»

4. Condiciones. No puede merecer «de condigno»

5. Condiciones. Puede merecer «de congruo»

6. Otras características

7. La recompensa

1. El Mérito. Existencia

-Existencia

-El hombre puede lograrlos ante Dios

-Incluso por las obras más insignificantes

-El hombre merece recompensa de Dios por las obras buenas hechas en gracia

-El hombre en gracia

-Puede merecer el aumento de la gracia la vida eterna y el aumento de la gloria

-El hombre en pecado no puede merecer la gracia

-El hombre sin la gracia nada puede merecer para la vida eterna

-La primera gracia actual no se puede merecer

-El justo no puede merecer ser justificado otra vez, después de haber caído en pecado

-Existe el mérito.

Mérito es el valor de toda obra buena digna de retribución.

Se divide en natural y sobrenatural.

El mérito natural procede de toda obra realizada solamente por las facultades naturales.

El mérito sobrenatural es toda obra buena hecha en obsequio a Dios, que procede la gracia de Dios, y que le mueve a retribuirlo con un dos sobrenatural.

Yahvéh dijo a Abram:

«No temas, Abram. Yo soy para ti un escudo. Tu premio será muy grande» (Gén. 15, 1).

Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos,... (Mt. 5, 12).

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta (Mt. 16, 27).

...cada cual recibirá el salario según su propio trabajo,... (1 Cor. 3, 8).

-El hombre puede lograr méritos delante de Dios.

Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos,... (Mt. 5, 12).

...si bien cada cual recibirá el salario según su propio trabajo,... (1 Cor. 3, 8).

Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación (2 Tim. 4, 8).

Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida (Apoc. 2, 10).

Mira, pronto vendré y traeré mi recompensa conmigo para pagar a cada uno según su trabajo (Apoc. 22, 12).

-El hombre en gracia de Dios puede obtener méritos incluso por las obras más insignificantes.

Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa (Mt. 10, 42).

-El hombre justo merece una recompensa ante Dios por las obras buenas hechas en gracia.

a) -El hombre justo merece una recompensa por las obras buenas.

todo cuanto hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y para los hombres, conscientes de que el Señor os dará la herencia en recompensa (Col. 3, 24).

...cada cual recibirá el salario según su propio trabajo, ya que somos colaboradores de Dios,... (1 Cor. 3, 8-9).

b) -Para merecer es necesario que las obras estén hechas en gracia.

...aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy (1 Cor. 13, 2).

-El hombre en gracia puede merecer con sus buenas obras, el aumento de la gracia, la vida eterna y el aumento de la gloria.

a) -Puede merecer el aumento de gracia.

...por una corta corrección recibirán larga recompensa, pues Dios les sometió a prueba y les halló dignos de sí;... (Sab. 3, 5).

b) -La vida eterna.

Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros (Rom. 8, 18).

En efecto, la leve tribulación de un momento nos produce, sobre toda medida, un pesado caudal de gloria eterna,... (2 Cor. 4, 17).

Esto es señal del justo juicio de Dios, en el que seréis declarados dignos del Reino de Dios, por cuyas causa padecéis (2 Thess. 1, 5).

c) -El aumento de gloria.

Y desde ahora me aguarda la corona de justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación (2 Tim. 4, 8).

Aclaración. El aumento de gracia es una justa recompensa el aumento de obras buenas y el aumento de gloria es una consecuencia proporcionada al aumento de gracia.

-El hombre en pecado no puede merecer la gracia santificante.

Dos hombre subieron al Templo a orar; uno fariseo, otro publicano. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: «¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias. En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!». Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquel no (Lc. 18, 10-14).

Aclaración. El fariseo lleno de pecados de soberbia, no quedó justificado, es decir no mereció la gracia de Dios.

-El hombre no puede merecer absolutamente nada en orden a la vida eterna, sin la gracia de Dios.

Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí como yo en él, ese da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada (Jn. 15, 4-5).

Aclaración. Nuestra incorporación a Cristo, iniciada por la fe, se realiza y consuma por la gracia y por la caridad.

Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha (1 Cor. 13-3).

-La primera gracia actual o la primera gracia santificante, que se le concede al hombre en la justificación, no se puede merecer.

...todos pecaron y están privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús,... (Rom. 3, 23-24).

-El Justo, mientras esta en estado de gracia, no puede merecer ser justificado otra vez después de haber caído en pecado.

Pero si el justo se aparta de su justicia y comente el mal, imitando todas las abominaciones que comete el malvado, ¿vivirá acaso? No, no quedará ya memoria de ninguna de las obras justas que había practicado, sino que, a causa de la infidelidad a la cual se ha entregado y del pecado que ha cometido, morirá (Ez. 18, 24).

2. El Mérito. Condiciones

-El hombre necesita estar libre de toda coacción para merecer o desmerecer

-Libertad en el obrar y bondad moral en las obras

-El hombre puede conseguir la vida eterna cumplimiento la norma de Cristo

-Los perdidos por la pecado mortal son recuperados por la confesión

-El hombre, en estado de naturaleza caída, necesita estar libre de toda coacción para merecer o desmerecer.

Mirad: Yo pongo hoy ante vosotros bendición y maldición. Bendición si obedecéis a los mandamientos de Yahvéh vuestro Dios que yo os prescribo hoy, maldición si desobedecéis a los mandamientos de Yahvéh vuestro Dios, si os apartáis de otros dioses que no conocéis (Deut. 11, 26-28).

Él fue quien al principio hizo al hombre,

y le dejó en manos de su propio albedrío.

Si tú quieres, guardarás los mandamientos,

permanecer fiel es cosa tuya (Si. 31, 10-11. 15, 14-15).

Él te ha puesto delante fuego y agua,

a donde quieras puedes llevar tu mano (Si. 15, 16).

¿Quién sufrió esta prueba y fue hallado perfecto?:

será para él motivo de gloria.

¿Quién pudo prevaricar y no prevaricó,

hacer el mal y no lo hizo? (Si. 31, 10-11).

-Para ganar méritos se requieren libertad en el obrar y bondad moral y sobrenatural de las obras.

Así pues, hermanos míos emanados, manteneos firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo no es vano en el Señor (1 Cor. 15, 58).

Porque es necesario que todos seamos puestos al descubierto ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal (2 Cor. 5, 10).

-El hombre puede conseguir el premio de la vida eterna cumpliendo la norma divina e infalible dada por el mismo Cristo.

En esto se le acercó uno y le dijo: «Maestro, ¿qué he de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna?» Respondióle: «...guarda los mandamientos.» «¿Cuales?» replicó él. Y Jesús le dijo: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás testimonio falso, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt. 19, 16-19).

...uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y primer mandamiento. Es segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas» (Mt. 22, 35-40).

Aclaración. La consecución de la vida eterna está, pues, vinculada a la guarda de los mandamientos divinos.

-Los méritos adquiridos para la vida eterna y perdidos por el pecado mortal, son recuperados por la confesión sacramental o por la contrición perfecta.

Pero si el malvado se convierte de todos los pecados que ha cometido, observa todos mis preceptos y practica el derecho y la justicia, vivirá sin duda, no morirá. Ninguno de los crímenes que cometió se le recordará más; vivirá a causa de la justicia que ha practicado (Ez. 18, 21-22).

Y si digo al malvado: «Vas a morir», y él se convierte de su pecado y practica el derecho y la justicia, si devuelve la prenda, restituye lo que robó, observa los preceptos que dan la vida y deja de cometer injusticias, vivirá ciertamente, no morirá. Ninguno de los pecados que cometió se le recordará más:... (Ez. 33, 14-16).

Aclaración. «Vivirá sin duda», «Vivirá a causa de la justicia que ha practicado», «Vivirá ciertamente», son expresamente que afirman la recuperación del derecho a los grados de gloria que mereció antes de cometer el pecado.

«Ninguno de los pecados que cometió se le recordará más:...«Ni los pecados ni, por consiguiente, sus consecuencias, es decir, la pérdida de los méritos, se le recordarán más, y por tanto se recuperan todos los méritos perdidos.

3. El Mérito. Condiciones. Puede merecer «de condigno»

-De parte de Dios, del sujeto y de la obra.

-Cualquier virtud merece «de condigno» la vida eterna

-El justo merece «de condigno» el aumento de la gloria por sus buenas obras

-El justo merecer «de condigno» el aumento de la caridad por cualquier obra buena.

-Las condiciones requeridas para el mérito «de condigno» son: Unas de parte de Dios, otras de parte del sujeto y otras de parte de la obra.

Mérito «de condigno» es aquel cuyo premio tiene el mismo valor que él, y se debe por motivo de justicia.

a) -De parte de Dios, se requiere su promesa.

¡feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman (Jac. 1, 12).

b) -De parte del sujeto, se requiere:

-que esté en estado de vía.

Tengo que trabajar en las obras del que me he enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar (Jn. 9, 4).

-que esté en estado de gracia.

Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí (Jn. 15, 4).

c) -De parte de la obra, se requiere que el acto meritorio sea libre.

¿Quién pudo prevaricar y no prevaricó, hacer mal y no lo hizo? Sus bienes se consolidarán, y la asamblea hablará de sus bondades (Si. 31, 10).

-Las obras de cualquier virtud merecer «de condigno» el premio de la vida eterna, con tal que se hagan por Dios y en nombre de Él.

«Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna» (Mt. 19, 29).

«Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, yo os aseguro que no perderá su recompensa» (Mc. 9, 41).

«El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe,...» (Lc. 9, 48).

Todo cuanto hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, conscientes de que el Señor os dará la herencia en recompensa (Col. 3, 23).

-El hombre justo merece «de condigno» el aumento de la gloria, por sus buenas obras.

Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta (Mt. 16, 27).

-El hombre justo puede merecer «de condigno» el aumento de la caridad con cualquier acto moralmente bueno, sea lícito o sea imperado.

Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por se mi discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa (Mt. 11, 42).

Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, yo os aseguro que no perderá su recompensa (Mc. 9, 41).

4. El Mérito. Condiciones. No puede merecer «de condigno»

-La primera gracia santificante

-Los bienes temporales por sí mismos pero sí para su salvación

-Nada en favor de otro

-La reparación después del pecado

-La perseverancia final

-El hombre no puede merecer «de condigno» la primera gracia santificante por sus propias obras.

...todos pecaron y están privados de la gloria de Dios y son justificados por el don de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús,... (Rom. 3, 23).

-El hombre no puede merecer «de condigno» los bienes temporales por sí mismos, pero si los puede merecer por cuanto le convienen a su salvación eterna.

Temed a Yahvéh vosotros, santos suyos, que a quienes le temen no les falta nada (Sal. 34, 10).

Los ricos quedan pobres y hambrientos, mas los que buscan a Yahvéh de ningún bien carecen (Sal. 34, 11).

Fui joven, ya soy viejo, nunca vi al justo abandonado, ni a su linaje mendigando el pan (Sal. 37, 25).

Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura (Mt. 6, 33).

-El hombre no puede merecer «de condigno» nada en favor de otro, pero sí «de congruo».

Peor Moisés trató de aplacar a Yahvéh, su Dios, diciendo: «Por qué, oh Yahvéh, ha de encenderse tu ira contra tu pueblo...? Abandona el ardor de tu cólera y renuncia a lanzar el mal contra tu pueblo...» Y Yahvéh renunció a lanzar el mal con que había amenazado a su pueblo (Ex. 32, 11-14).

Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: «¡Animo!, hijo tus pecados te son perdonados» (Mt. 9, 2).

...orad los unos por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder (Jac. 5, 16).

-El hombre no puede merecer «de condigno» la reparación después del pecado.

Pero si el justo se aparta de su justicia y comete el mal, imitando todas las abominaciones que comete el malvado, ¿vivirá acaso? No, no quedará ya memoria de ninguna de las obras justas que había practicado, sino que, a causa de la infidelidad a la cual se he entregado y del pecado que ha cometido, morirá (Eze. 18, 24).

-El hombre no puede merecer «de condigno» la perseverancia final.

...trabajad con temor y temblor por vuestra salvación, pues Dios es quien obra en vosotros el querer y el obrar, como bien le parece (Fil. 2, 12).

Así pues, el que crea estar en pie, mire no caiga (1 Cor. 10, 12).

5. El Mérito. Condiciones. Puede merecer «de congruo»

-La primera gracia habitual por un acto de caridad perfecta

-El hombre puede merecer «de congruo» la primera gracia habitual por un acto de caridad perfecta.

Mérito «de congruo» es aquel cuyo premio tiene mucho más valor que él, y se debe por motivo de promesa divina.

Desde allí buscarás a Yahvéh tu Dios; y le contrarás si le buscas con todo tu corazón y con toda tu alma (Deut. 4, 29).

Un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias (Sal. 51, 19).

6. El Mérito. Otras características

-Ni la virtud es siempre premiada ni el vicio castigado en esta vida

-El hombre que realiza sus obras con mayor caridad, recibirá mayor premio, aún con trabajo menor

-La virtud no es siempre premiada con un bien en este mundo ni la impiedad es castigada con un mal.

a) -La virtud no es siempre premiada con un bien en este mundo.

¡Sálvame, oh Dios, porque las aguas me llegan hasta el cuello! Me hundo en el cieno del abismo, sin poder hacer pie; he llegado hasta el fondo de las aguas, y las olas me anegan. Estoy exhausto de gritar, arden mis fauces, mis ojos se consumen de esperar a mi Dios. Más numerosos que los cabellos de mi cabeza los que sin causa me odian; más fuertes que mis huesos los que me hostigan sin razón (Sal. 69, 2-5).

b) -Ni la impiedad es castigada con un mal.

He aquí que los impíos tensan su arco, ajustan a la cuerda su saeta, para tirar en la sombra a los de recto corazón (Sal. 11, 2).

¿Hasta cuándo los impíos, Yahvéh, hasta cuándo triunfantes los impíos? (Sal. 94, 3).

-El hombre en gracia que realiza sus obras con mayor caridad, aunque realice un trabajo menor, recibirá mayor premio esencial.

El que ha recibido mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él (Jn. 14, 20).

Aclaración. El grado de recompensa del premio esencial corresponde al grado de caridad.

7. La recompensa

-El hombre en gracia por sus obras buenas merece una recompensa

-El hombre merece premio por los actos buenos y castigo por los malos

-En la recompensa hay un premio esencial que corresponde al grado de caridad y otro accidental según la dignidad de la obra

-Los sufrimientos de la vida presente unidos a la pasión de Cristo tienen valor trascendente

-Las obras hechas en gracia, por pequeños que sean tienen recompensa eterna

-En el cielo Dios reserva a cada hombre una corona proporcionada a sus méritos

-La retribución por lo méritos es un acto de justicia

-El hombre en gracia con sus obras buenas merece una recompensa.

Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa (Mt. 10, 42).

Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, yo os aseguro que no perderá su recompensa (Mc. 9, 41).

-El hombre merece ante Dios premio o recompensa por los actos buenos, y castigo o pena por los actos malos.

Que tú al hombre pagas con arreglo a sus obras (Sal. 62, 13).

Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos... (Mt. 5, 12).

...si bien cada cual recibirá el salario según su propio trabajo,... (1 Cor. 3, 8).

Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el Justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación (2 Tim. 4, 8).

Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida (Apoc. 2, 10).

Mira, pronto vendré y traeré mi recompensa conmigo para pagar a cada uno según su trabajo (Apoc. 22, 12).

-En la recompensa de las obras meritorias, hay un premio esencial que corresponde al grado de caridad que las informó, y otro premio accidental que corresponde a la mayor o menor dignidad de la obra buena considerada en sí misma.

a) -El premio esencial corresponde al grado de caridad.

...el que me ame será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él (Jn. 14, 21).

Aclaración. Es evidente que el que trabaja con mayor caridad, aunque realice una trabajo menor, recibirá mayor premio esencial.

b) -El premio accidental corresponde a la mayor o menor dignidad de la obra.

...si bien cada cual recibirá el salario según su propio trabajo,... (1 Cor. 3, 8).

-Los sufrimientos y pruebas de los hombres en la vida presente ofrecidos a Dios de conformidad con su voluntad y unidos a la pasión de Cristo, tienen un valor trascendente.

a) -Ofrecidos a Dios de conformidad con su voluntad.

Entonces Job dijo: «Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo allá retornaré. Yahvéh dio, Yahvéh quitó: ¡Sea bendito el nombre de Yahvéh!» (Job 1, 21).

b) -Unidos a la pasión de Cristo.

Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia,... (Col. 1, 24).

c) -Tienen un valor trascendente.

Porque estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros (Rom. 8, 18).

-Las obras de cada hombre, por pequeñas que sean, realizadas en nombre y en guardia de Jesucristo, tienen trascendencia y recompensa eterna.

a) -Trascendencia.

A estos doce envió Jesús, después de haberles dado estas instrucciones:

...«Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa» (Mt. 10, 5 y 42).

...Jesús contestó: «...Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, no os aseguro que no perderá su recompensa» (Mc. 9, 39 y 41).

b) -Recompensa.

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta (Mt. 16, 24 y 27).

Aclaración. «Su conducta» significa «sus obras».

-En el cielo Dios reserva a cada hombre una corona proporcionada a sus méritos personales.

Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible (1 Cor. 9, 25).

He competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe. Y desde ahora me aguarda la corona de justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación (2 Tim. 4, 7-8).

Y cuando aparezca el Mayoral, recibiréis la corona de gloria que no se marchita (1 Pe. 5, 4).

¡Feliz el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que le aman (Sant. 1, 12).

Manténte fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida (Apoc. 2, 10).

Pronto vendré; mantén con firmeza lo que tienes, para que nadie te arrebate tu corona (Apoc. 3, 11).

Aclaración. «Pronto vendré» se refiere a la venida gloriosa de Cristo.

-La retribución de la vida eterna, por los méritos adquiridos, es un acto de justicia.

Y desde ahora me aguarda la corona de justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez,... (2 Tim. 4, 8).

Porque no es injusto Dios para olvidarse de vuestra labor y del amor que habéis mostrado hacia su nombre, con los servicios que habéis prestado y prestáis a los santos (Hebr. 6, 10).

Tratado XII

MARIOLOGÍA

1. María antes de su Concepción

2. Desde su concepción a su Asunción. Gracia

3. Desde su concepción a su Asunción. Otras prerrogativas

4. Desde su concepción a su Asunción. Madre de Dios

5. Desde la Asunción a la Coronación

6. Después de la coronación. Otras prerrogativas

1. María. Antes de su concepción

-Ocupa «ab aeterno» después en la mente y en le corazón de Dios

-Fue predestinada para ser Madre de Dios

-Y Madre del Redentor

-Su predestinación es anterior a la de todas las demás criaturas

-Fue profetizada en el A. T.

-Fue prefigurada en el A. T

-Originaria de la tribu de Judá y de la familia de David

-Era de estirpe sacerdotal

-La Virgen María ocupa «ab aeterno» después de Cristo, el primer lugar en la mente y en el corazón de Dios.

No consta clara ni directamente en la Sagrada Escritura, pero la Iglesia aplica a María los versículos siguientes:

Yahvéh me creó, primicia de su camino,

antes que sus obras más antiguas.

Desde la eternidad fui moldeada,

desde el principio antes que la tierra.

Cuando no existían los abismos fui engendrada,

cuando no había fuentes cargadas de agua.

Antes que los montes fuesen asentados,

antes que la colinas, fui engendrada.

No había hecho aún la tierra ni los campos,

ni el polvo primordial del orbe.

Cuando asentó los cielos allí estaba yo,

cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo,

cuando arriba condensó las nubes,

cuando afianzó las fuentes del abismo,

cuando al mar dio su precepto

para que las aguas no rebasaran su orilla,

cuando asentó los cimientos de la tierra,

yo estaba allí, como arquitecto (Prov. 8, 22-30).

-La Virgen María fue predestinada para ser Madre de Dios.

Yahvéh me creó primicia de su camino, antes que sus obras más antiguas. Desde la eternidad fui moldeada, desde el principio, antes que la tierra (Prov. 8, 22-23).

Yo salí de la boda del Altísimo, y cubrí como niebla la tierra (Si. 24, 5).

Aclaración. Estos textos, aunque deban entenderse de la Sabiduría increada, no sólo esencial, sino hipostática, pueden, sin embargo, atribuirse a María en el orden de la predestinación. Pío IX.

-La Virgen María fue predestinada para ser Madre del Redentor.

Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva (Gál. 4, 4).

Aclaración. El orden de la ejecución manifiesta el orden de la intención. Por tanto, lo mismo que Cristo vino al mundo y la Virgen quedó constituida Madre del Redentor, así también los dos fueron predestinados.

-La Predestinación de María a su singular misión de Madre del creador y de las criaturas, es anterior a la de todas las demás criaturas.

No consta clara ni directamente en la Sagrada Escritura, pero la Iglesia aplica a María los versículos siguientes:

Yahvéh me creó, primicia de su camino,

antes que sus obras más antiguas.

Desde la eternidad fui moldeada,

desde el principio antes que la tierra.

Cuando no existían los abismos fui engendrada,

cuando no había fuentes cargadas de agua.

Antes que los montes fuesen asentados,

antes que la colinas, fui engendrada.

No había hecho aún la tierra ni los campos,

ni el polvo primordial del orbe.

Cuando asentó los cielos allí estaba yo,

cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo,

cuando arriba condensó las nubes,

cuando afianzó las fuentes del abismo,

cuando al mar dio su precepto

para que las aguas no rebasaran su orilla,

cuando asentó los cimientos de la tierra,

yo estaba allí, como arquitecto (Prov. 8, 22-30).

-La Virgen María fue profetizada en el Antiguo Testamento.

He aquí que la doncella ha concebido y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (Is. 7, 14).

-La Virgen María fue prefigurada en el Antiguo Testamento.

a) -Salomón construyó el Templo de Jerusalén en el monte Moria donde había una roca llamada Sión de la antigua Jerusalén.

Empezó, pues, Salomón a edificar la Casa de Yahvéh en Jerusalén, en el monte Moria,... (2 Cron. 3, 1).

La Casa que edificó el rey Salomón a Yahvéh tenía sesenta codos de largo, veinte de ancho y veinticinco de alto (1 Reg. 6, 2).

b) -Desde entonces el monte del Templo se designa Sión.

En aquel tiempo se presentará un obsequio a Yahvéh Sebaot, al lugar del hombre de Yahvéh Sebaot, el monte Sión,... (Is. 18, 7).

Ya tengo yo consagrado a mi rey en Sidón mi monte santo (Sal. 2, 6).

...el monte Sión, confín del Norte, ciudad es del gran Rey:... (Sal. 48, 3).

c) -La colina de Sión pasó a designar toda Jerusalén.

Pues saldrá un Resto de Jerusalén, y supervivientes, del monte Sión;... (Is. 37, 32).

Los redimidos de Yahvéh volverán, entrarán en Sión entre aclamaciones,... (Is. 51, 11).

«Mi atropello y mis sufrimientos sobre Babilonia», dirá la población de Sión; y «mi sangre sobre los habitantes de Caldea», dirá Jerusalén (Jer. 51, 35).

Aquel día se dirá a Jerusalén: ¡No tengas miedo, Sión, no desmayen tus manos! (Sof. 3, 16).

d) -y también todo Israel.

¡Regocíjese Israel en su hacedor, los hijos de Sión exulten en su rey;...! (Sal. 149, 2).

Pondré salvación en Sión, mi prez será para Israel (Is. 46, 13).

Aclaración. María puede llamarse «Hija de Sión» en cuanto que la vocación de la Antigua Jerusalén y de todo el pueblo elegido se concreta y culmina en su persona. Como «Hija de Sión» la Virgen es, pues, el punto de arribo del Antiguo Testamento y primicia de la Iglesia.

-La Virgen María era originaria de la tribu de Judá y de la familia de David.

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:... (Mt. 1, 1).

Estando reunidos los fariseos, les propuso Jesús esta cuestión: «¿Qué pensáis acerca de Cristo?

¿De quién es hijo?» Dícenle: «De David» (Mt. 22, 41-42).

Y la gente que iba delante y detrás de él gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David» (Mt. 21, 9).

Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su Padre;... (Lc. 1, 32).

Pero uno de los Ancianos me dice: «No llores; ha triunfado el león de la tribu de Judá, el Retoño de David;... (Apoc. 5, 5).

Yo, Jesús,...soy el Retoño y el descendiente de David... (Apoc. 22, 16).

...acerca de su Hijo, nacido del linaje de David según la carne,... (Rom. 1, 3).

acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de David,... (2 Tim. 2, 8).

-La Virgen María era de estirpe sacerdotal.

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abias, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel (Lc. 1, 5).

Aclaración. La Virgen María provenía de estirpe sacerdotal porque era consanguínea de Isabel. El ángel dijo a María: «...María, también Isabel, tu pariente,...» (Lc. 1, 36).

2. María. Desde su concepción a su Asunción. Gracia

-Fue concebida por generación seminal

-Preservada del pecado original

-Su gracia en su primer instante fue más abundante que la de todos los ángeles y hombres

-Fue aumentando su gracia mientras vivió en la tierra

-Supera en muchísimo a todas las demás criaturas

-La Virgen María fue concedida por sus padres de modo natural. Es decir, por vía de generación seminal.

No consta claramente en la Sagrada Escritura, pero sí se pueden hacer deducciones dignas de crédito.

El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra;...» (Lc. 1, 35).

Aclaración. Es evidente que «concibió», pero no que «fue concebida» por obra milagrosa del Espíritu Santo.

Además, el privilegio de ser concebido milagrosamente es exigido por la dignidad de la unión hipostática, que es propia solamente de Cristo.

Y el Verbo de hizo carne (Jn. 1, 14).

-La Bienaventurada Virgen María fue preservada inmune del pecado original, por gracia y privilegio de Dios, en el primer instante de su concepción y por los méritos de Cristo Salvador del género humano.

Antiguo Testamento.

Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tu su calcañar (Gén. 3, 15).

Aclaraciones:

-Tu linaje - los pecadores

-Su linaje - El Mesías, Cristo.

-La mujer - María.

-Enemistad - Negación de cualquier relación amistosa con el diablo,

-Inmunidad perfecta de la esclavitud del diablo,

-Inmunidad perfecta de todo pecado,

-Liberación del reino del diablo y de su enemistad que tiende a procurarnos el mal.

De aquí se deduce la enemistad común de la mujer (María) y de su descendencia (Cristo) y por tanto el triunfo consumado y común de una y otro.

Según lo anterior, la enemistad y el triunfo de Cristo y María contra el diablo, es común.

Pero la enemistad de Cristo contra el diablo es absoluta y perpetua y el triunfo totalmente perfecto. Por consiguiente, la enemistad de María contra él es también absoluta y perpetua y el triunfo perfecto.

Pero tal enemistad y triunfo de María contra el diablo no hubiesen podido ser tales si María hubiese sido manchada con el pecado original, por consiguiente María nunca tuvo pecado original, es decir, fue preservada de él.

Nuevo Testamento.

Y entrando donde ella estaba, dijo:

«alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo» (Lc. 1, 28).

Aclaraciones:

Esta salutación singular y solemne expresa una nueva denominación propia, adecuada y proporcionada a la dignidad de la madre de Dios.

Pero esta plenitud de gracia no excluye ningún grado de limitación que Dios puede conceder a una persona creada, ni en la abundancia ni en la duración.

Por consiguiente, María obtuvo una continua unión con Dios por la gracia concedida ya en el primer instante de su concepción y en la plenitud máxima de que fue capaz como criatura.

Luego en María no hubo jamás pecado que es diametralmente opuesto a la gracia.

Comparando estos dos textos se ve que la plenitud de gracia que el Ángel le reconoce está en perfecta consonancia con la enemistad perpetua y absoluta con el diablo.

-La gracia concedida a la Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue más abundante que la gracia concedida a la vez a los Ángeles y a los hombres considerados colectivamente.

No hay textos claros en la Sagrada Escritura en que apoyar esta verdad, pero sí hay dos alusiones que permiten afirmarla sin temor a errar.

Su fundación sobre los santos montes ama Yahvéh: las puertas de Sión más que todas las moradas de Jacob (Sal. 86, 1-2).

Aclaración. Donde otros se consuman y terminan, allí empieza la Virgen María.

Sucederá en los días futuros que el monte de la Casa de Yahvéh será asentado en la cima de los montes y se alzará por encima de las colinas (Is. 2, 2).

Aclaración. La gracia que para otros fue vértice y ápice, para María fue raíz y fundamento (S. Gregorio).

-La Virgen María fue recibiendo aumento de gracia mientras vivió en la tierra.

No hay testimonio cierto en la Sagrada Escritura, pero se le pueden aplicar aquellas palabras:

La senda de los justos es como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día (Prov. 4, 18).

-María supera en muchísimo a todas las demás criaturas en la plenitud de las gracias.

Llena de gracia (Lc. 1, 28).

Aclaración. María es saludada por el Ángel con la denominación «llena de gracia» como por nombre propio que le distingue y destaca de todas las criaturas.

El Señor es contigo (Lc. 1, 28).

Aclaración. Expresa la protección de Dios para que pueda cumplir la altísima misión confiada, y como ésta exige extraordinaria santidad interna, de aquí que la gracia concedida sea muy superior a la de todas las demás criaturas.

3. María. Desde su concepción a la Asunción. Otras prerrogativas

-Inmune a la Concupiscencia

-Inmune al pecado venial

-Fue presentada en el Templo

-Hizo voto de virginidad

-Se casó con José por ser su consanguíneo más próximo

-El Arcángel Gabriel elegido por Dios como mensajero de la encarnación

-Se le apareció en visión corporal

-El Arcángel se propuso tres fines, al visitarla

-Fue constituida en el Templo más grandioso de la Trinidad

-La encarnación debió anunciarse para obtener su consentimiento libre

-Conoció varios idiomas

-María fue inmune a la concupiscencia.

Concupiscencia en sentido dogmático es el apetito cuyo movimiento trastorna el acto deliberativo y el dictamen de la razón y persiste en contra del imperio de la voluntad.

María fue inmune al pecado original una de cuyas consecuencias fue la concupiscencia.

El pecado venial es consecuencia de la concupiscencia y como María nunca tuvo tal pecado venial, se deduce que estuvo libre de toda concupiscencia.

Parece más congruente que María nunca tuviese pecado por estar dotada de don de la integridad, que por el gobierno interior de sus apetencias.

-María fue inmune a todo pecado venial.

Y entrando donde ella estaba, dio: «Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo» (Lc. 1, 28).

Aclaración. La plenitud de gracia afirmada por el ángel, no sería tal si hubiese habido en ella cualquier pecado. Además si María hubiese pecado alguna vez, tal ignominia hubiese redundado en el Hijo identificada con la misma sabiduría y santidad de Dios.

-La Virgen María fue presentada en el templo para que se dedicara temporalmente al servicio del mismo.

No hay textos claros en la Sagrada Escritura para demostrar este hecho histórico, pero sí se puede deducir de la costumbre de ser presentadas en aquel tiempo muchas mujeres para que se dedicaran a la oración, al ayuno y al servicio del tabernáculo.

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones (Lc. 2, 36-37).

-Es muy probable que María, antes del anuncio del Ángel, hiciese a Dios voto de virginidad.

María respondió al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón? (Lc. 1, 34).

Aclaración. San Agustín y muchos teólogos explican esta pregunta porque tenía ya hecho voto de virginidad.

Santo Tomás afirma que las obras de perfección son más laudables si se hacen con voto, y que por tanto María consagró así su virginidad a Dios.

-La Virgen María, como hija única de los bienes paternos, debió casarse con José por ser su consanguíneo más próximo, en virtud de la prescripción de la Ley de Moisés.

Tomarán por esposos a los que bien le parezca, con tal que se casen dentro de los clanes de la tribu de su padre. La herencia de los hijos que Israel no podrá pasar de una tribu a otra, sino que los hijos de Israel estarán vinculados cada uno a la herencia de la tribu de sus padres (Núm. 36, 6-7).

Aclaración. Unos dicen que el matrimonio de María con José fue por el milagro de la vara florida, otros por inspiración divina, otros por indicación expresa de un ángel, pero la razón que tiene fundamento en la Sagrada Escritura es prescripción de la Ley de Moisés.

-El Arcángel Gabriel fue elegido por Dios como mensajero del misterio de la Encarnación.

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la Virgen era María (Lc. 1,26-27)

Aclaración. Gabriel significa «fortaleza de Dios» y por eso fue elegido para anunciar a Cristo que había de luchar contra el diablo y obtener de él la victoria más completa.

-El Arcángel Gabriel se apareció a la Virgen María en visión corporal.

No consta claramente en la Sagrada Escritura, pero sí se puede deducir así de los siguientes detalles:

a) -De la entrada del arcángel en el lugar donde estaba María.

Y entrando donde ella estaba, dijo: «Alégrate, llena de gracia,... (Lc. 1, 28).

b) -Porque María se conturbó, pues nunca había sido saludada por ningún varón.

Ella se conturbó por estas palabras,... (Lc. 1, 29).

c) -María, que al principio temía al hombre, acaba el diálogo intrépida con el arcángel.

Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc. 1, 38).

d) -La mancha del arcángel.

Y el ángel dejándola se fue (Lc. 1, 38).

Aclaración. De la entrada del Arcángel, del temor de la Virgen María y de la marcha del mismo, parece que éste se apareció en forme corporal visible.

-El Arcángel Gabriel se propuso tres fines al visitar a la Virgen María: Disponerla a la consideración de tan grande misterio, instruirla sobre el mismo y mover su voluntad para que aceptase ser madre del Verbo encarnado.

a) -Disponerla a la consideración del misterio.

«Alégrate, llena de gracia, al Señor es contigo» (Lc. 1, 28).

b) -Instruirla sobre el mismo misterio.

«...vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo...» (Lc. 1, 31).

c) -Mover su voluntad para que aceptase ser madre del Verbo Encarnado.

1º -Proponiéndole el ejemplo de Isabel.

Mira, también, Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez,... (Lc. 1, 36).

2º -apoyándose en la omnipotencia de Dios.

...porque ninguna cosa es imposible para Dios (Lc. 1, 37).

-La Virgen María fue constituida en el templo grandioso y perfecto de la Santísima Trinidad.

a) -Toda alma en gracia es constituida en santuario de Dios.

Dios es amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn. 4, 16).

b) -La Virgen María fue llena de gracia.

Y entrando donde ella estaba, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo» (Lc. 1, 28).

c) -La mayor grandiosidad y perfección de María como Templo de la Trinidad corresponden a la plenitud de gracia de que Dios la dotó.

-La Encarnación debió de anunciarse a la Virgen María, para obtener su consentimiento libre, sin el cual no se hubiera podido realizar.

Y entrado donde ella estaba, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo.» Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su Padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?» El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios (Lc. 1, 28-35).

Aclaración. En esta narración aparece pedido el consentimiento a la Virgen María para la obra de la Encarnación, puesto que el ángel no le intima el decreto de la voluntad divina, como si hubiera de ejecutarse aun sin quererlo ella, sino que expone a María el designio de Dios, y cuando María opone como obstáculo el voto de virginidad, contesta a su objeción y no se retira hasta que, convencida de que había de conservar íntegra su virginidad, dio su consentimiento diciendo: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra.» y el ángel dejándole se fue (Lc. 1, 38).

-La Virgen María conoció y habló, varios idiomas, durante su vida por la tierra.

No existen textos de la Sagrada Escritura que contengan esta verdad, pero se puede deducir de los siguientes:

a) -Normalmente hablaría con los Magos en su idioma, durante su visita.

Entraron en la casa; vieron al niño con su Madre María, y postrándose, le adoraron; luego abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra (Mt. 2, 11).

b) -En sus relaciones normales con los habitantes de Egipto, conversaría igualmente con ellos.

Él (José) se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y allí estuvo hasta la muerte de Herodes;... (Mt. 2, 14-15).

4. María. Desde su concepción a la Asunción. Madre de Dios

-Es Madre de Dios

-Desde momento en que manifestó su conformidad al mensaje de Arcángel

-Su dignidad es en alguna manera infinita.

-Fue Virgen antes, en y después del parto

-El alumbramiento de la Virgen fue profetizado en el A. T.

-Jesucristo que su hijo único y primogénito

-María tuvo dominio sobre Cristo, no por derecho sino de hecho

-La Virgen María es verdaderamente Madre de Dios.

No consta expresamente en la Sagrada Escritura que la Virgen María es Madre de Dios, pero sí consta que es Madre de Jesucristo y que Jesucristo es verdadero Dios.

a) -Que María es Madre de Jesucristo:

...vieron al niño con su madre María y, postrándose, le adoraron;... (Mt. 2, 11).

Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos ha hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando» (Lc. 3, 48).

Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús (Jn. 2, 1).

Todos ellos perseveraban en la oración con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús y de sus hermanos (Hch. 1, 14).

b) -Que Jesucristo es verdadero Dios:

Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna (1 Jn. 5, 20).

Aclaración. El que fue engendrado por el Padre desde toda la eternidad y el que fue engendrado de la Virgen en el tiempo es uno y el mismo.

...vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo,... (Luc. 1, 31-32).

Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley... (Gál. 4, 4).

-La Virgen María quedó constituida Madre de Dios en el mismo instante en que manifestó su conformidad al mensaje del Arcángel Gabriel.

Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc. 1, 38).

Aclaración. Dios no quiso tomar carne humana de María, sin que ella conociese el misterio y prestase su consentimiento, y lo prestó cuando dijo:

«...hágase en mí según tu palabra» (Lc. 1, 38).

-La dignidad de la maternidad divina, en alguna manera, es infinita.

Hay deducciones muy claras en la Sagrada Escritura.

Voy a anunciar el decreto de Yahvéh: él me ha dicho: «Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy...» (Sal. 2, 7).

Aclaración. Si bien es verdad que estas palabras se atribuyen al Eterno Padre, no es menos cierto que la Virgen María es la única criatura a la cual también se pueden atribuir. Pero, ¿si el Hijo es de dignidad infinita por se engendrado por el Eterno Padre, cómo esta dignidad no va a redundar en su Madre que le dio el ser?

Si la excelencia del fruto se atribuye al árbol ¿cómo la infinita dignidad del Hijo, no se va a atribuir también a la Madre?

-María fue Virgen antes del parto, en el parto y después del parto.

Se admiten 4 aspectos de la Virginidad:

Virginidad del cuerpo, que es la inmunidad de una plena satisfacción venérea admitida libremente, sea lícita o ilícita.

Virginidad de la mente, que es un firme propósito de abstenerse perpetuamente de cualquier deleite venéreo.

Virginidad de alma, que es la dedicación total del hombre hecha a Dios por el Reino de los cielos.

Virginidad del sentido, que es la inmunidad de cualquier movimiento venéreo de la concupiscencia.

Aquí se hace referencia a la Virginidad del cuerpo que nunca fue violada.

a) -María es Virgen antes del parto:

El Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu esposa, porque lo concebido en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta:

Ved que una virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Emmanuel» (Mt. 1, 20-23).

Despertó José del sueño, e hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su esposa. Y sin haberla conocido, dio ella a luz un hijo, a quien puso por nombre Jesús (Mt. 1, 24-25).

...fue enviado por Dios el Ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José... (Lc. 1, 26-27).

b) -María es Virgen EN el parto:

He aquí que la doncella ha concebido y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (Is. 7, 14).

Despertó José del sueño, e hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su esposa. Y, sin haberla conocido, dio ella a luz un hijo, a quien él puso por nombre Jesús (Mt. 1, 24-25).

c) -María es Virgen DESPUÉS del parto:

Y Yahvéh me dijo: Este pórtico permanecerá cerrado. No se le abrirá y nadie pasará por él, porque por él ha pasado Yahvéh, el Dios de Israel. Quedará, pues, cerrado (Ez. 44, 2).

María respondió al Ángel: «¿Cómo será esto puesto que no conozco varón?» (Lc. 1, 34).

Aclaración. Esta respuesta supone propósito de guardad virginidad.

-El alumbramiento de la Virgen María fue profetizado en el Antiguo Testamento.

Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que la doncella ha concebido y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel (Is. 7, 14).

Por eso Yahvéh los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz (Miq. 5, 2).

Aclaración. Se trata de la madre del Mesías.

-Jesucristo fue Hijo único y primogénito de la Virgen María.

a) -Único.

-En el Templo aparece como Hijo único.

Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y,... (Lc. 2, 41).

-En Nazaret hablan del hijo de María.

¿No es este el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joser, Judas y Simón? (Mc. 6, 3).

Aclaración. La palabra hermano se usa con sentido de otro parentesco.

Al oír Abram que su hermano había sido hecho cautivo,... (Gén. 14, 14).

Hijos de Majli: Eleazar y Quis. Eleazar murió sin tener hijos; sólo tuvo hijas, a las que los hijos de Quis, sus hermanos, tomaron por mujeres (1 Cor. 23, 21).

...encontró Jehú a los hermanos de Ocozías, rey de Judá, y preguntó: «¿Quién sois vosotros?» Ellos respondieron: «Somos los hermanos de Ocozías...» (2 Reg. 10, 13).

Aclaración. La palabra hermano se usa con sentido de otro parentesco, de sobrino.

-En la Cruz.

Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa (Jn. 19, 26-27).

Aclaración. Si Jesús hubiese tenido hermanos y la Virgen más hijos, es inconcebible que la hubiera dado a San Juan por madre.

b) -Primogénito.

Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito,... (Lc. 2, 6-7).

-María tuvo dominio sobre Cristo, no por derecho sino de hecho.

a) -No tuvo dominio por derecho porque solamente lo tuvo Cristo.

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros... (Mt. 25, 34).

Entonces Pilato le dijo: «¿Luego tú eres Rey?» Respondió Jesús: «Si, como dices, soy Rey...» (Jn. 18, 37).

b) -Si tuvo dominio de hecho.

Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos (Lc. 2, 51).

Aclaración. María fue Madre de Cristo, y aunque los hijos tienen obligación de obedecer a los padres por derecho natural, sin embargo quiso mostrarse libremente sometido a sus padres.

5. María. Desde la Asunción a la Coronación

-Subió al cielo acabado el curso de su vida.

-En cuerpo y alma

-Fue coronada en los cielos

-La Virgen María fue asunta al cielo acabado el curso de su vida terrestre.

Alusiones del Cantar de los Cantares.

¿Qué es eso que sube del desierto,

cual columna de humo

sahumado de mirra y de incienso,

de todo polvo de aromas exóticos? (Cant. 3, 6).

¿Quién es ésta que surge cual la aurora,

bella como la luna,

refulgente como el sol,

imponente como batallones? (Cant. 6, 10).

¿Quién es ésta que sube del desierto,

apoyada en su Amado? (Cant. 8, 5).

-La Virgen María fue ascendida al cielo en cuerpo y alma.

Algunos Santos Padres y Teólogos refieren los textos siguientes;

¡Levántate, Yahvéh, hacia tu reposo,

tú y el arca de tu fuerza! (Sal. 132, 8).

¿Quién es ésta que sube del desierto,

apoyada en su amado? (Cant. 8, 5).

Y se abrió el Santuario de Dios en el cielo, y apareció el arca de su alianza en el Santuario, y se produjeron relámpagos, fragor de truenos, temblor de tierra y fuerte granizada (Apoc. 11, 19).

Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar (Gén. 3, 15).

Aclaraciones. El triunfo de Cristo sobre la serpiente, está integrado por una triple victoria: sobre el pecado, sobre la concupiscencia y sobre la muerte. Pero María está asociada a su linaje, es decir, a Cristo, en este triple triunfo, y por tanto María triunfó sobre el pecado por su inmaculada Concepción, sobre la concupiscencia por su maternidad virginal y sobre la muerte por su subida al cielo en cuerpo y alma. Además la inmunidad de María del Pecado original supone la inmunidad de las consecuencias del mismo pecado, y una de ellas es la corrupción del cuerpo y su separación del alma, por tanto cuerpo y alma perduran en la gloria.

-La Virgen María fue coronada en los cielos como Reina de toda la creación.

Textos de la Sagrada Escritura, sólo alusivos.

Hijas de reyes hay entre tus preferidas; a tu diestra una reina, con el oro de Ofir (Sal. 45, 10).

...en la eternidad, ceñida de una corona, celebra su triunfo porque vendió en la lucha por premios incorruptibles (Sab. 4, 2).

Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza;... (Apoc. 12, 1).

6. María. Después de la Coronación. Otras prerrogativas

-Cooperadora con su hijo a la obra de la Redención

-Distribuidora de las gracias

-Tesorera universal

-Mediadora

-Madre de todos los cristianos

-Su amor a los hombres es inmenso

-La Virgen maría cooperó verdadera y realmente con su Hijo a la obra de la Redención del género humano.

La obra de la Redención comprende dos aspectos: a) -La donación del Redentor y b) -La realización de la obra salvadora.

a) -La Virgen cooperó a la donación de Redentor.

1º -Dios Padre es la causa principal de la donación del Redentor al mundo.

Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca... (Jn. 3, 16).

2º -Pero el Redentor fue enviado por medio envió Dios a su Hijo, nacido de mujer... (Gál. 4, 4).

b) -La Virgen María colaboró en la realización de la obra redentora.

Dijo María: «...hágase en mí según tu palabra» (Lc. 1, 38).

Aclaración. La Virgen colaboró a toda la obra de Jesucristo, puesto que su realización dependía de su consentimiento, «Hágase».

...y vivía sujeto a ellos...Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres (Lc. 2, 51-52).

Aclaración. Jesús se preparaba para su redentora bajo la tutela y responsabilidad de sus padres, y así le prestaban una auténtica colaboración.

-Dios determina su plan de asociar íntimamente a María a la obra salvífica de Cristo en la adquisición y distribución de las gracias.

Indicios muy claros son los siguientes:

a) -La anunciación.

El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús (Lc. 1, 30-31).

b) -El milagro de las bodas.

Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara vino, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino.» Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.» Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga» (Jn. 2, 1-5).

c) -La presencia de María en el Calvario.

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María mujer de Clopás, y María Magdalena (Jn. 19, 25).

d) -La proclamación por Cristo de su maternidad espiritual.

Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a su madre» (Jn. 19, 26-27).

-La Virgen María fue constituida por Dios tesorera universal de todas las gracias.

No consta claramente en la Sagrada Escritura, pero la Iglesia le atribuye los siguientes versículos:

Yo soy la madre de amor hermoso, del temor... (Si. 24, 24).

Aclaración. María depositaria del amor divino y del temor, para distribuirlos a sus hijos.

En mí toda gracia de vida y de verdad (Si. 24, 25).

Aclaración. Para que sirva de luz a los hombres que caminan por este mundo.

En mí toda esperanza de vida y de virtud (Si. 24, 25).

Aclaración. Porque en la tierra esperamos la vida de la gracia y en el cielo la vida de la gloria, y porque adquirimos las virtudes por María.

-La Virgen María es mediadora de todas las gracias a los hombres.

Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje; él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar (Gén. 3, 15).

Aclaraciones. Enemistades entre ti y la mujer, es decir, entre Satanás y María.

Enemistades entre su linaje y su linaje, es decir, entre los pecadores y Cristo y sus seguidores. Por tanto Cristo y María unidos en su lucha contra Satanás. Pero la cooperación de María con Cristo no es completa con su sola maternidad física ni tampoco con su próxima cooperación a la obra redentora por lo que hace a la adquisición de las gracias, sino que exige la actual intervención de María en la concesión de las mismas.

En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su señor, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo (Lc. 1, 39-41).

Aclaración. Antes de haber salido del seno virginal de María, Cristo concedió la gracia de la santificación a Juan Bautista, significada por aquella exultación y aquel salto de gozo en el vientre de Santa Isabel.

Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y como faltara vino, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer?. Todavía no ha llegado mi hora.» Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga» (Jn. 2, 1-5).

Aclaración. El primer milagro de Jesús al comenzar su vida pública fue aquella conversión admirable de agua en vino que se realizó por medio de María.

La erogación de los dones pertenece a Cristo por derecho propio y exclusivo, puesto que los adquirió con su Muerte, y él es potestativamente el mediador entre Dios y los hombres. (S. Pío X).

...si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo el justo (1 Jn. 2, 1).

María es cooperadora de Cristo en tal distribución de las gracias.

-La Virgen María es real y verdaderamente Madre de todos los cristianos.

Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre» (Jn. 19, 26-27).

Aclaración. Que Cristo designó con el nombre de «discípulo» a todos los cristianos, es más congruente con la universalidad de todas y de cada una de las acciones redentoras de Cristo.

...y dio a luz a su hijo primogénito... (Lc. 2, 7).

Aclaración. Si Cristo fue su hijo primogénito, es porque otros son sus hijos segundogénitos. Pero la Virgen no tuvo hijos carnales, luego es necesario que sean espirituales.

-El amor de la Virgen María para con los hombres es inmenso, por su caridad para con Dios y porque Cristo se los encomendó en la persona de Juan.

a) -Por su caridad para con Dios.

Y hemos recibido de él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano (1 Jn. 4, 21).

Lo que os mando es que os améis los unos a los otros (Jn. 15, 17).

Este mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado (Jn. 15, 12).

Aclaración. Se deduce claramente que la Virgen María cumplió este mandamiento a la perfección.

b) -Porque Cristo se los encomendó en la persona de Juan.

Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre» (Jn. 19, 26-27).

Aclaración. Las últimas palabras que dijo Cristo a María, tienen un valor y una aplicación perenne para todos y cada uno de sus hijos, los cristianos representados en Juan.

Tratado XIII

San José

-Originario de David

-Padre virginal de Cristo

-Constituido por Dios, esposo de María

-Hubo Matrimonio verdadero entre José y María

-José era originario de la familia de David.

Subió También José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,... (Lc. 2, 4).

-José es Padre virginal de Cristo.

Dará a luz un Hijo a quien pondrás por nombre Jesús (Mt. 1, 21).

Aclaración. Poner el nombre al hijo era derecho del Padre.

...y cuando los padres introdujeron al niño jesús para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él... (Lc. 2, 27).

Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él (Lc. 2, 33).

Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua (Lc. 2, 41).

Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando» (Lc. 2, 48).

Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos (Lc. 2, 51).

Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años, y era según se creía hijo de José (Lc. 3, 23).

El niño Jesús se quedó en Jerusalén sin saberlo sus padres (Lc. 3, 43).

Aclaración. Se deduce claramente su condición de Padre.

Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró en cinta por obra del Espíritu Santo. Su esposo José... (Mt. 1, 18).

El ángel le respondió: El Espíritu Santo tendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con tu sombra (Lc. 1, 35).

Aclaración. Se deduce claramente la obra milagrosa del Espíritu Santo.

No hay palabra humana adecuada para designar exactamente la relación de José con Jesús. Con todo la Sagrada Congregación de Ritos ha adoptado el nombre de padre virginal.

-José fue constituido por Dios verdadero marido de María.

...y Jacob engendró a Josué, el esposo de María (Mt. 1, 16).

Su Madre, María, estaba desposada con José y,... (Mt. 1, 18).

Su esposo, José, como era justo... (Mt. 1, 19).

El Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José hijo de David, no temas tomar contigo a María tu esposa, porque... (Mt. 1, 20).

...a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la Virgen era María (Lc. 1, 27).

Subió también José desde Galilea...para empadronarse con María, su esposa (Lc. 2, 5).

-Hubo verdadero matrimonio entre San José y la bienaventurada Virgen María.

...y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo (Mt. 1, 16).

...el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, Hijo de David, no temas tomar contigo a María tu esposa,... (Mt. 1, 20).

Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a judea...para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta (Lc. 2, 4-5).

Tratado XIV

EL VERBO ENCARNADO

1. El Verbo de Dios

2. La Encarnación

3. La Encarnación. Conveniente y necesaria

4. Causa de la encarnación

5. Jesucristo es Dios

6. Jesucristo es Dios

7. Orígenes de Jesucristo

8. Jesucristo. Misión divina

9. Su concepción y nacimiento

10. La Encarnación: Consecuencias (Hijo de Dios)

11. La Encarnación: Consecuencias (Sacerdote)

12. La Encarnación: Consecuencias (Predestinación)

13. La Encarnación: (Adoración)

14. El Verbo Encarnado: Su perfección (El Cuerpo)

15. El Verbo Encarnado: Su perfección. El Alma

16. La comunicación de idiomas

17. Fines inmediatos de su venida

18. Fines mediatos de su venida

19. Destinado por Dios

20. Se encarnó el Hijo en una naturaleza humana

21. La unión hipostática

22. La humanidad de Jesucristo. La Gracia de unión

23. La humanidad de Jesucristo. La Gracia habitual

24. Las virtudes de Jesucristo

25. Los dones del E. Santo en Jesucristo

26. Los carismas en Jesucristo

27. La Gracia capital de Cristo

28. La ciencia de Jesucristo

29. La conciencia de su divinidad

30. Los entendimientos de Cristo

31. El poder de Cristo

32. Causa física de sus acciones (La humanidad de Cristo)

33. La humanidad de Cristo no fué causa física de sus obras sobrenaturales

34. Causa moral de la humanidad de Cristo.

35. Psicología de Cristo.