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La versión Biblia de Jerusalén 

Al final de cada capítulo encontrará el mismo pasaje
en la versión de la Biblia de Jerusalén

 

 

 

Capítulo 1
1:1
Y HABLÓ el Altísimo á Moisés en el desierto de Sinaí, en el tabernáculo del testimonio, en el primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo:
1:2
Tomad el encabezamiento de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas:
1:3
De veinte años arriba, todos los que pueden salir á la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus cuadrillas.
1:4
Y estará con vosotros un varón de cada tribu, cada uno cabeza de la casa de sus padres.
1:5
Y estos son los nombres de los varones que estarán con vosotros: De la tribu de Rubén, Elisur hijo de Sedeur.
1:6
De Simeón, Selumiel hijo de Zurisaddai.
1:7
De Judá, Naasón hijo de Aminadab.
1:8
De Issachâr, Nathanael hijo de Suar.
1:9
De Zabulón, Eliab hijo de Helón.
1:10
De los hijos de José: de Ephraim, Elisama hijo de Ammiud; de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
1:11
De Benjamín, Abidán hijo de Gedeón.
1:12
De Dan, Ahiezer hijo de Ammisaddai.
1:13
De Aser, Phegiel hijo de Ocrán.
1:14
De Gad, Eliasaph hijo de Dehuel.
1:15
De Nephtalí, Ahira hijo de Enán.
1:16
Estos eran los nombrados de la congregación, príncipes de las tribus de sus padres, capitanes de los millares de Israel.
1:17
Tomó pues Moisés y Aarón á estos varones que fueron declarados por sus nombres:
1:18
Y juntaron toda la congregación en el primero del mes segundo, y fueron reunidos sus linajes, por las casas de sus padres, según la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, por sus cabezas,
1:19
Como el Altísimo lo había mandado á Moisés; y contólos en el desierto de Sinaí.
1:20
Y los hijos de Rubén, primogénito de Israel, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres por sus cabezas, todos los varones de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:21
Los contados de ellos, de la tribu de Rubén, fueron cuarenta y seis mil y quinientos.
1:22
De los hijos de Simeón, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, los contados de ellos conforme á la cuenta de los nombres por sus cabezas, todos los varones de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:23
Los contados de ellos, de la tribu de Simeón, cincuenta y nueve mil y trescientos.
1:24
De los hijos de Gad, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:25
Los contados de ellos, de la tribu de Gad, cuarenta y cinco mil seiscientos y cincuenta.
1:26
De los hijos de Judá, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:27
Los contados de ellos, de la tribu de Judá, setenta y cuatro mil y seiscientos.
1:28
De los hijos de Issachâr, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:29
Los contados de ellos, de la tribu de Issachâr, cincuenta y cuatro mil y cuatrocientos.
1:30
De los hijos de Zabulón, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de sus nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:31
Los contados de ellos, de la tribu de Zabulón, cincuenta y siete mil y cuatrocientos.
1:32
De los hijos de José: de los hijos de Ephraim, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:33
Los contados de ellos, de la tribu de Ephraim, cuarenta mil y quinientos.
1:34
De los hijos de Manasés, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:35
Los contados de ellos, de la tribu de Manasés, treinta y dos mil y doscientos.
1:36
De los hijos de Benjamín, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:37
Los contados de ellos, de la tribu de Benjamín, treinta y cinco mil y cuatrocientos.
1:38
De los hijos de Dan, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:39
Los contados de ellos, de la tribu de Dan, sesenta y dos mil y setecientos.
1:40
De los hijos de Aser, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra.
1:41
Los contados de ellos, de la tribu de Aser, cuarenta y un mil y quinientos.
1:42
De los hijos de Nephtalí, por sus generaciones, por sus familias, por las casas de sus padres, conforme á la cuenta de los nombres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra;
1:43
Los contados de ellos, de la tribu de Nephtalí, cincuenta y tres mil y cuatrocientos.
1:44
Estos fueron los contados, los cuales contaron Moisés y Aarón, con los príncipes de Israel, que eran doce, uno por cada casa de sus padres.
1:45
Y fueron todos los contados de los hijos de Israel por las casas de sus padres, de veinte años arriba, todos los que podían salir á la guerra en Israel;
1:46
Fueron todos los contados seiscientos tres mil quinientos y cincuenta.
1:47
Pero los Levitas no fueron contados entre ellos según la tribu de sus padres.
1:48
Porque habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
1:49
Solamente no contarás la tribu de Leví, ni tomarás la cuenta de ellos entre los hijos de Israel:
1:50
Mas tú pondrás á los Levitas en el tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus vasos, y sobre todas las cosas que le pertenecen: ellos llevarán el tabernáculo y todos sus vasos, y ellos servirán en él, y asentarán sus tiendas alrededor del tabernáculo.
1:51
Y cuando el tabernáculo partiere, los Levitas lo desarmarán; y cuando el tabernáculo parare, los Levitas lo armarán: y el extraño que se llegare, morirá.
1:52
Y los hijos de Israel asentarán sus tiendas cada uno en su escuadrón, y cada uno junto á su bandera, por sus cuadrillas;
1:53
Mas los Levitas asentarán las suyas alrededor del tabernáculo del testimonio, y no habrá ira sobre la congregacíon de los hijos de Israel: y los Levitas tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio.
1:54
E hicieron los hijos de Israel conforme á todas las cosas que mandó el Altísimo á Moisés; así lo hicieron.
Num 1:1 Yahveh habló a Moisés en el desierto del Sinaí, en la Tienda del Encuentro, el día primero del mes segundo, el año segundo de la salida de Egipto. Les dijo:
Num 1:2 «Haced el censo de toda la comunidad de los israelitas, por clanes y por familias, contando los nombres de todos los varones, uno por uno.
Num 1:3 Alistaréis, tú y Aarón, a todos los de veinte años para arriba, a todos los útiles para la guerra, por cuerpos de ejército.
Num 1:4 Os ayudará un hombre por cada tribu, que sea jefe de su familia.
Num 1:5 Estos son los nombres de los que os ayudarán: Por Rubén, Elisur, hijo de Sedeur.
Num 1:6 Por Simeón, Selumiel, hijo de Surisadday.
Num 1:7 Por Judá, Najsón, hijo de Aminadab.
Num 1:8 Por Isacar, Natanael, hijo de Suar.
Num 1:9 Por Zabulón, Eliab, hijo de Jelón.
Num 1:10 Por los hijos de José: por Efraím, Elisamá, hijo de Ammihud; por Manasés, Gamaliel, hijo de Pedahsur.
Num 1:11 Por Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní.
Num 1:12 Por Dan, Ajiézer, hijo de Ammisadday.
Num 1:13 Por Aser, Paguiel, hijo de Okrán.
Num 1:14 Por Gad, Elyasaf, hijo de Reuel.
Num 1:15 Por Neftalí, Ajirá, hijo de Enán».
Num 1:16 Eran éstos afamados en la comunidad, principales de las tribus de sus antepasados, jefes de millar de Israel.
Num 1:17 Moisés y Aarón tomaron a aquellos hombres que habían sido designados por sus nombres,
Num 1:18 y convocaron a toda la comunidad, el día primero del mes segundo. Fueron afiliados por clanes y familias, anotando uno por uno los nombres de los de veinte años para arriba.
Num 1:19 Tal como Yahveh se lo había mandado, les pasó revista Moisés en el desierto del Sinaí.
Num 1:20 Hecho el recuento de las parentelas de los hijos de Rubén, primogénito de Israel, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra,
Num 1:21 resultaron los revistados de la tribu de Rubén, 46.500
Num 1:22 Parentelas de los hijos de Simeón, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:23 59.300 revistados de la tribu de Simeón.
Num 1:24 Parentelas de los hijos de Gad, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:25 45.650 revistados de la tribu de Gad.
Num 1:26 Parentelas de los hijos de Judá, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:27 74.600 revistados de la tribu de Judá.
Num 1:28 Parentelas de los hijos de Isacar, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:29 54.400 revistados de la tribu de Isacar.
Num 1:30 Parentelas de los hijos de Zabulón por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:31 57.400 revistados de la tribu de Zabulón.
Num 1:32 De los hijos de José: Parentelas de los hijos de Efraím, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:33 40.500 revistados de la tribu de Efraím.
Num 1:34 Parentelas de los hijos de Manasés por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:35 32.200 revistados de la tribu de Manasés.
Num 1:36 Parentelas de los hijos de Benjamín, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:37 35.400 revistados de la tribu de Benjamín.
Num 1:38 Parentelas de los hijos de Dan, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:39 62.700 revistados de la tribu de Dan.
Num 1:40 Parentelas de los hijos de Aser, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:41 41.500 revistados de la tribu de Aser.
Num 1:42 Parentelas de los hijos de Neftalí, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra:
Num 1:43 53.400 revistados de la tribu de Neftalí.
Num 1:44 Estos fueron los revistados por Moisés y Aarón y por los doce principales de Israel, que pertenecían cada uno a una casa paterna.
Num 1:45 Sacado el total de los israelitas de veinte años para arriba, de todos los que había en Israel, útiles para la guerra, revistados por sus casas paternas,
Num 1:46 resultó el total de revistados: 603.550.
Num 1:47 Pero los levitas, y su tribu paterna, no fueron revistados con ellos.
Num 1:48 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 1:49 «No pases revista a la tribu de Leví ni hagas su padrón entre los demás israelitas.
Num 1:50 Alista tú mismo a los levitas para el servicio de la Morada del Testimonio, de todos sus utensilios y de todo lo que se relaciona con ella. Ellos han de llevar la Morada con todos sus utensilios, estarán al servicio de ella y acamparán en torno a ella.
Num 1:51 Cuando haya de trasladarse la Morada, la desmontarán los levitas, y cuando la Morada se detenga, los levitas la montarán. El laico que se acerque, será muerto.
Num 1:52 Los israelitas acamparán cada uno en su campamento y bajo su bandera, por cuerpos de ejército.
Num 1:53 Pero los levitas acamparán alrededor de la Morada del Testimonio; y así no se desatará la Cólera contra la comunidad de los israelitas. Los levitas se encargarán del ministerio de la Morada del Testimonio.»
Num 1:54 Los israelitas lo hicieron tal como se lo había mandado Yahveh a Moisés. Así lo hicieron.

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Capítulo 2

2:1
Y HABLÓ el Altísimo á Moisés y á Aarón, diciendo:
2:2
Los hijos de Israel acamparán cada uno junto á su bandera, según las enseñas de las casas de sus padres; alrededor del tabernáculo del testimonio acamparán.
2:3
Estos acamparán al levante, al oriente: la bandera del ejército de Judá, por sus escuadrones; y el jefe de los hijos de Judá, Naasón hijo de Aminadab:
2:4
Su hueste, con los contados de ellos, setenta y cuatro mil y seiscientos.
2:5
Junto á él acamparán los de la tribu de Issachâr: y el jefe de los hijos de Issachâr, Nathanael hijo de Suar;
2:6
Y su hueste, con sus contados, cincuenta y cuatro mil y cuatrocientos:
2:7
Y la tribu de Zabulón: y el jefe de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón;
2:8
Y su hueste, con sus contados, cincuenta y siete mil y cuatrocientos.
2:9
Todos los contados en el ejército de Judá, ciento ochenta y seis mil y cuatrocientos, por sus escuadrones, irán delante.
2:10
La bandera del ejército de Rubén al mediodía, por sus escuadrones: y el jefe de los hijos de Rubén, Elisur hijo de Sedeur;
2:11
Y su hueste, sus contados, cuarenta y seis mil y quinientos.
2:12
Y acamparán junto á él los de la tribu de Simeón: y el jefe de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisaddai;
2:13
Y su hueste, con los contados de ellos, cincuenta y nueve mil y trescientos:
2:14
Y la tribu de Gad: y el jefe de los hijos de Gad, Eliasaph hijo de Rehuel;
2:15
Y su hueste, con los contados de ellos, cuarenta y cinco mil seiscientos y cincuenta.
2:16
Todos los contados en el ejército de Rubén, ciento cincuenta y un mil cuatrocientos y cincuenta, por sus escuadrones, irán los segundos.
2:17
Luego irá el tabernáculo del testimonio, el campo de los Levitas en medio de los ejércitos: de la manera que asientan el campo, así caminarán, cada uno en su lugar, junto á sus banderas.
2:18
La bandera del ejército de Ephraim por sus escuadrones, al occidente: y el jefe de los hijos de Ephraim, Elisama hijo de Ammiud;
2:19
Y su hueste, con los contados de ellos, cuarenta mil y quinientos.
2:20
Junto á él estará la tribu de Manasés; y el jefe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur;
2:21
Y su hueste, con los contados de ellos, treinta y dos mil y doscientos:
2:22
Y la tribu de Benjamín: y el jefe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeón;
2:23
Y su hueste, con los contados de ellos, treinta y cinco mil y cuatrocientos.
2:24
Todos los contados en el ejército de Ephraim, ciento ocho mil y ciento, por sus escuadrones, irán los terceros.
2:25
La bandera del ejército de Dan estará al aquilón, por sus escuadrones: y el jefe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Amisaddai;
2:26
Y su hueste, con los contados de ellos, sesenta y dos mil y setecientos.
2:27
Junto á él acamparán los de la tribu de Aser: y el jefe de los hijos de Aser, Phegiel hijo de Ocrán;
2:28
Y su hueste, con los contados de ellos, cuarenta y un mil y quinientos:
2:29
Y la tribu de Nephtalí: y el jefe de los hijos de Nephtalí, Ahira hijo de Enán;
2:30
Y su hueste, con los contados de ellos, cincuenta y tres mil y cuatrocientos.
2:31
Todos los contados en el ejército de Dan, ciento cincuenta y siete mil y seiscientos: irán los postreros tras sus banderas.
2:32
Estos son los contados de los hijos de Israel, por las casas de sus padres: todos los contados por ejércitos, por sus escuadrones, seiscientos tres mil quinientos y cincuenta.
2:33
Mas los Levitas no fueron contados entre los hijos de Israel; como el Altísimo lo mandó á Moisés.
2:34
E hicieron los hijos de Israel conforme á todas las cosas que el Altísimo mandó á Moisés; así asentaron el campo por sus banderas, y así marcharon cada uno por sus familias, según las casas de sus padres.
Num 2:1 Habló Yahveh a Moisés y Aarón y les dijo:
Num 2:2 «Los israelitas acamparán cada uno bajo su bandera, bajo las enseñas de sus casas paternas, alrededor de la Tienda del Encuentro, a cierta distancia.
Num 2:3 Acamparán al este, hacia la salida del sol: La bandera del campamento de Judá, por cuerpos de ejército. Principal de los hijos de Judá, Najsón, hijo de Aminadab.
Num 2:4 Su cuerpo de ejército, según el censo: 74.600.
Num 2:5 Acampados junto a él: La tribu de Isacar. Principal de los hijos de Isacar, Natanael, hijo de Suar.
Num 2:6 Su cuerpo de ejército, según el censo: 54.400.
Num 2:7 La tribu de Zabulón. Principal de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de Jelón.
Num 2:8 Su cuerpo de ejército, según el censo, 57.400.
Num 2:9 Total de alistados en el campamento de Judá: 186.400, repartidos en cuerpos de ejército. Marcharán en vanguardia.
Num 2:10 Al sur, la bandera del campamento de Rubén, por cuerpos de ejército. Principal de los hijos de Rubén, Elisur, hijo de Sedeur.
Num 2:11 Su cuerpo de ejército, según el censo: 46.500.
Num 2:12 Acampan junto a él: La tribu de Simeón. Principal de los hijos de Simeón, Selumiel, hijo de Surisadday.
Num 2:13 Su cuerpo de ejército, según el censo: 59.300.
Num 2:14 La tribu de Gad. Principal de los hijos de Gad, Elyasaf, hijo de Reuel.
Num 2:15 Su cuerpo de ejército, según el censo: 45.650.
Num 2:16 Total de alistados en el campamento de Rubén: 151.450, repartidos en cuerpos de ejército. Marcharán en segundo lugar.
Num 2:17 Partirá entonces la Tienda del Encuentro, pues el campamento de los levitas está en medio de los demás campamentos. En el orden en que acamparon partirán, cada uno por su lado, bajo su propia bandera.
Num 2:18 Al occidente, la bandera del campamento de Efraím, por cuerpos de ejército. Principal de los hijos de Efraím, Elisamá, hijo de Ammihud.
Num 2:19 Su cuerpo de ejército, según el censo: 40.500.
Num 2:20 Junto a él: La tribu de Manasés. Principal de los hijos de Manasés, Gamaliel, hijo de Pedahsur.
Num 2:21 Su cuerpo de ejército, según el censo: 32.200.
Num 2:22 La tribu de Benjamín. Principal de los hijos de Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní.
Num 2:23 Su cuerpo de ejército, según el censo: 35.400.
Num 2:24 Total de alistados en el campamento de Efraím: 108.100, repartidos en cuerpos de ejército. Marcharán en tercer lugar.
Num 2:25 Al norte, la bandera de campamento de Dan, por cuerpos de ejército. Principal de los hijos de Dan, Ajiézer, hijo de Ammisadday.
Num 2:26 Su cuerpo de ejército, según el censo: 62.700.
Num 2:27 Acampan junto a él: La tribu de Aser. Principal de los hijos de Aser, Paguiel, hijo de Okrán.
Num 2:28 Su cuerpo de ejército, según el censo: 41.500.
Num 2:29 La tribu de Neftalí. Principal de los hijos de Neftalí, Ajirá, hijo de Enán.
Num 2:30 Su cuerpo de ejército, según el censo: 53.400.
Num 2:31 Total de alistados del campamento de Dan: 157.600. Marcharán en retaguardia, repartidos en banderas.»
Num 2:32 Estos fueron los israelitas revistados por casas paternas. Total de alistados en los campamentos, repartidos en cuerpos de ejército, 603.550.
Num 2:33 Pero los levitas no fueron alistados entre los demás israelitas, según había mandado Yahveh a Moisés.
Num 2:34 Los israelitas hicieron todo tal como Yahveh había mandado a Moisés: así acampaban bajo sus banderas y así emprendían la marcha, cada uno entre los demás de su clan y con su familia.

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Capítulo 3

3:1
Y ESTAS son las generaciones de Aarón y de Moisés, desde que el Altísimo habló á Moisés en el monte de Sinaí.
3:2
Y estos son los nombres de los hijos de Aarón: Nadab el primogénito, y Abiú, Eleazar, é Ithamar.
3:3
Estos son los nombres de los hijos de Aarón, sacerdotes ungidos; cuyas manos él hinchió para administrar el sacerdocio.
3:4
Mas Nadab y Abiú murieron delante de el Altísimo, cuando ofrecieron fuego extraño delante de el Altísimo, en el desierto de Sinaí: y no tuvieron hijos: y Eleazar é Ithamar ejercieron el sacerdocio delante de Aarón su padre.
3:5
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
3:6
Haz llegar á la tribu de Leví, y hazla estar delante del sacerdote Aarón, para que le ministren;
3:7
Y desempeñen su cargo, y el cargo de toda la congregación delante del tabernáculo del testimonio, para servir en el ministerio del tabernáculo;
3:8
Y guarden todas las alhajas del tabernáculo del testimonio, y lo encargado á ellos de los hijos de Israel, y ministren en el servicio del tabernáculo.
3:9
Y darás los Levitas á Aarón y á sus hijos: le son enteramente dados de entre los hijos de Israel.
3:10
Y constituirás á Aarón y á sus hijos, para que ejerzan su sacerdocio: y el extraño que se llegare, morirá.
3:11
Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
3:12
Y he aquí yo he tomado los Levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos que abren la matriz entre los hijos de Israel; serán pues míos los Levitas:
3:13
Porque mío es todo primogénito; desde el día que yo maté todos los primogénitos en la tierra de Egipto, yo santifiqué á mí todos los primogénitos en Israel, así de hombres como de animales: míos serán: Yo el Altísimo.
3:14
Y el Altísimo habló á Moisés en el desierto de Sinaí, diciendo:
3:15
Cuenta los hijos de Leví por las casas de sus padres, por sus familias: contarás todos los varones de un mes arriba.
3:16
Y Moisés los contó conforme á la palabra de el Altísimo, como le fué mandado.
3:17
Y los hijos de Leví fueron estos por sus nombres: Gersón, y Coath, y Merari.
3:18
Y los nombres de los hijos de Gersón, por sus familias, estos: Libni, y Simei.
3:19
Y los hijos de Coath, por sus familias: Amram, é Izhar, y Hebrón, y Uzziel.
3:20
Y los hijos de Merari, por sus familias: Mahali, y Musi. Estas, las familias de Leví, por las casas de sus padres.
3:21
De Gersón, la familia de Libni y la de Simei: estas son las familias de Gersón.
3:22
Los contados de ellos conforme á la cuenta de todos los varones de un mes arriba, los contados de ellos, siete mil y quinientos.
3:23
Las familias de Gersón asentarán sus tiendas á espaldas del tabernáculo, al occidente;
3:24
Y el jefe de la casa del padre de los Gersonitas, Eliasaph hijo de Lael.
3:25
A cargo de los hijos de Gersón, en el tabernáculo del testimonio, estará el tabernáculo, y la tienda, y su cubierta, y el pabellón de la puerta del tabernáculo del testimonio,
3:26
Y las cortinas del atrio, y el pabellón de la puerta del atrio, que está junto al tabernáculo y junto al altar alrededor; asimismo sus cuerdas para todo su servicio.
3:27
Y de Coath, la familia Amramítica, y la familia Izeharítica, y la familia Hebronítica, y la familia Ozielítica: estas son las familias Coathitas.
3:28
Por la cuenta de todos los varones de un mes arriba, eran ocho mil y seiscientos, que tenían la guarda del santuario.
3:29
Las familias de los hijos de Coath acamparán al lado del tabernáculo, al mediodía;
3:30
Y el jefe de la casa del padre de las familias de Coath, Elisaphán hijo de Uzziel.
3:31
Y á cargo de ellos estará el arca, y la mesa, y el candelero, y los altares, y los vasos del santuario con que ministran, y el velo, con todo su servicio.
3:32
Y el principal de los jefes de los Levitas será Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, prepósito de los que tienen la guarda del santuario.
3:33
De Merari, la familia Mahalítica y la familia Musítica: estas son las familias de Merari.
3:34
Y los contados de ellos conforme á la cuenta de todos los varones de un mes arriba, fueron seis mil y doscientos.
3:35
Y el jefe de la casa del padre de las familias de Merari, Suriel hijo de Abihail: acamparán al lado del tabernáculo, al aquilón.
3:36
Y á cargo de los hijos de Merari estará la custodia de las tablas del tabernáculo, y sus barras, y sus columnas, y sus basas, y todos sus enseres, con todo su servicio:
3:37
Y las columnas en derredor del atrio, y sus basas, y sus estacas, y sus cuerdas.
3:38
Y los que acamparán delante del tabernáculo al oriente, delante del tabernáculo del testimonio al levante, serán Moisés, y Aarón y sus hijos, teniendo la guarda del santuario en lugar de los hijos de Israel: y el extraño que se acercare, morirá.
3:39
Todos los contados de los Levitas, que Moisés y Aarón conforme á la palabra de el Altísimo contaron por sus familias, todos los varones de un mes arriba, fueron veinte y dos mil.
3:40
Y el Altísimo dijo á Moisés: Cuenta todos los primogénitos varones de los hijos de Israel de un mes arriba, y toma la cuenta de los nombres de ellos.
3:41
Y tomarás los Levitas para mí, yo el Altísimo, en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel: y los animales de los Levitas en lugar de todos los primogénitos de los animales de los hijos de Israel.
3:42
Y contó Moisés, como el Altísimo le mandó, todos los primogénitos de los hijos de Israel.
3:43
Y todos los primogénitos varones, conforme á la cuenta de los nombres, de un mes arriba, los contados de ellos fueron veinte y dos mil doscientos setenta y tres.
3:44
Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
3:45
Toma los Levitas en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Israel, y los animales de los Levitas en lugar de sus animales; y los Levitas serán míos: Yo el Altísimo.
3:46
Y por los rescates de los doscientos y setenta y tres, que sobrepujan á los Levitas los primogénitos de los hijos de Israel;
3:47
Tomarás cinco siclos por cabeza; conforme al siclo del santuario tomarás: el siclo tiene veinte óbolos:
3:48
Y darás á Aarón y á sus hijos el dinero por los rescates de los que de ellos sobran.
3:49
Tomó, pues, Moisés el dinero del rescate de los que resultaron de más de los redimidos por los Levitas:
3:50
Y recibió de los primogénitos de los hijos de Israel en dinero, mil trescientos sesenta y cinco siclos, conforme al siclo del santuario.
3:51
Y Moisés dió el dinero de los rescates á Aarón y á sus hijos, conforme al dicho de el Altísimo, según que el Altísimo había mandado á Moisés.
Num 3:1 Esta era la descendencia de Aarón y de Moisés, cuando Yahveh habló a Moisés en el monte Sinaí.
Num 3:2 Estos eran los nombres de los hijos de Aarón: Nadab, el primogénito, Abihú, Eleazar e Itamar.
Num 3:3 Estos eran los nombres de los hijos de Aarón, que fueron ungidos sacerdotes, y cuyas manos fueron consagradas para ejercer el sacerdocio.
Num 3:4 Nadab y Abihú murieron delante de Yahveh, al presentar un fuego profano delante de Yahveh en el desierto del Sinaí. Como no tenían hijos, fueron Eleazar e Itamar los que ejercieron el sacerdocio en presencia de su padre Aarón.
Num 3:5 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 3:6 «Manda que se acerque la tribu de Leví y ponlos delante del sacerdote Aarón, que estén a su servicio.
Num 3:7 Se encargarán de las obligaciones que incumben a él y a toda la comunidad ante la Tienda del Encuentro, prestando el servicio en la Morada.
Num 3:8 Cuidarán de todos los utensilios de la Tienda del Encuentro, de las obligaciones que incumben a los israelitas prestando servicio en la Morada.
Num 3:9 Donarás los levitas a Aarón y a sus hijos en concepto de donados. Le serán donados de parte de los israelitas.
Num 3:10 A Aarón y a sus hijos los alistarás para que se encarguen de sus funciones sacerdotales. El laico que se acerque, será muerto.»
Num 3:11 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 3:12 «Mira que he elegido a los levitas de entre los demás israelitas en lugar de todos los primogénitos de los israelitas que abren el seno materno. Los levitas serán para mí.
Num 3:13 Porque todo primogénito me pertenece. El día en que herí a todos los primogénitos de Egipto, consagré para mí a todos los primogénitos de Israel, tanto de hombre como de ganado. Son para mí. Yo, Yahveh.»
Num 3:14 Habló Yahveh a Moisés en el desierto del Sinaí. Le dijo:
Num 3:15 «Alista a los hijos de Leví por familias y por clanes: alistarás a todo varón de un mes para arriba.»
Num 3:16 Moisés los alistó según la orden de Yahveh, tal como Yahveh se lo había mandado.
Num 3:17 Los nombres de los hijos de Leví son: Guersón, Quehab y Merarí.
Num 3:18 Los nombres de los hijos de Ghersón, por clanes, son: Libní y Semeí.
Num 3:19 Los hijos de Quehat, por clanes: Amram, Yishar, Hebrón y Uzziel;
Num 3:20 los hijos de Merarí, por clanes: Majlí y Musí. Estos son los clanes de Leví, repartidos por familias.
Num 3:21 De Guesón procedían el clan libnita y el clan semeíta: ésos son los clanes guersonitas.
Num 3:22 El total de los alistados, contando todos los varones de un mes para arriba: 7.500.
Num 3:23 Los clanes guersonitas acampaban detrás de la Morada, al poniente.
Num 3:24 El principal de la casa paterna de Guersón era Elyasaf, hijo de Lael.
Num 3:25 Los hijos de Guersón estaban encargados, en la Tienda del Encuentro, de la Morada, de la Tienda, de su toldo y del tapiz de entrada a la Tienda del Encuentro;
Num 3:26 del cortinaje del atrio y de la cortina de entrada al atrio que rodea la Morada y el altar, y de las cuerdas necesarias para todo su servicio.
Num 3:27 De Quehat procedían el clan amramita, el clan yisharita, el clan hebronita y el clan uzzielita: ésos son los clanes quehatitas.
Num 3:28 Contando todos los varones de un mes para arriba, eran 8.300. Tenían a su cargo el servicio del santuario.
Num 3:29 Los clanes quehatitas acampaban al lado meridional de la Morada.
Num 3:30 El principal de la casa paterna de los clanes quehatitas era Elisafán, hijo de Uzziel.
Num 3:31 A su cargo estaban el arca, la mesa, el candelabro, los altares, los objetos sagrados que se usan en el culto, el velo y todo su servicio.
Num 3:32 El principal de los principales de Leví era Eleazar, hijo del sacerdote Aarón. Ejercía la supervisión de todos los encargados del santuario.
Num 3:33 De Merarí, el clan majlita y el clan musita: ésos eran los clanes meraritas .
Num 3:34 Sus alistados, contando todos los varones de un mes para arriba, eran 6.200.
Num 3:35 El principal de la casa paterna de los clanes meraritas era Suriel, hijo de Abijayil. Acampaban al lado septentrional de la Morada.
Num 3:36 A los hijos de Merarí les estaba encomendado el cuidado de los tableros de la Morada, de sus travesaños, postes y basas, de todos sus utensilios y todo su servicio;
Num 3:37 y de los postes que rodean el atrio, de sus basas, clavazón y cuerdas.
Num 3:38 Acampaban al este, frente a la Morada, delante de la Tienda del Encuentro hacia oriente, Moisés y Aarón con sus hijos que estaban encargados del santuario en nombre de los israelitas. Cualquier laico que se acercara, sería muerto.
Num 3:39 El total de levitas alistados, de los que registró Moisés por clanes, siguiendo la orden de Yahveh, de todos los varones de un mes para arriba: 22.000.
Num 3:40 Dijo Yahveh a Moisés: «Registra a todos los primogénitos varones de los israelitas, de un mes para arriba, y anota sus nombres.
Num 3:41 Luego, tomas a los levitas para mí, Yahveh, en lugar de todos los primogénitos de los israelitas; y el ganado de los levitas en lugar de todos los primogénitos del ganado de los israelitas.»
Num 3:42 Moisés registró, según le había ordenado Yahveh, a todos los primogénitos de los israelitas.
Num 3:43 Y resultó ser el total de los primogénitos varones, contando los nombres desde la edad de un mes para arriba, según el censo, 22.273.
Num 3:44 Habló entonces Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 3:45 «Toma a los levitas en lugar de todos los primogénitos de los israelitas y el ganado de los levitas en lugar de su ganado; los levitas serán míos, yo Yahveh.
Num 3:46 Por el rescate de los 273 primogénitos de los israelitas que exceden del número de los levitas,
Num 3:47 tomarás cinco siclos por cabeza, en siclos del santuario, a razón de veinte óbolos por siclo.
Num 3:48 La plata se la entregarás a Aarón y a sus hijos, por el rescate de los que sobrepasan el número.»
Num 3:49 Moisés tomó la plata del rescate de los que pasaban del número de los rescatados por los levitas.
Num 3:50 Tomó la plata de los primogénitos de Israel: 1.365. siclos, en siclos del santuario.
Num 3:51 Y entregó Moisés la plata del rescate a Aarón y a sus hijos, según la orden de Yahveh, como había mandado Yahveh a Moisés.

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Capítulo 4

4:1
Y HABLÓ el Altísimo á Moisés y á Aarón, diciendo:
4:2
Toma la cuenta de los hijos de Coath de entre los hijos de Leví, por sus familias, por las casas de sus padres,
4:3
De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía, para hacer servicio en el tabernáculo del testimonio.
4:4
Este será el oficio de los hijos de Coath en el tabernáculo del testimonio, en el lugar santísimo:
4:5
Cuando se hubiere de mudar el campo, vendrán Aarón y sus hijos, y desarmarán el velo de la tienda, y cubrirán con él el arca del testimonio:
4:6
Y pondrán sobre ella la cubierta de pieles de tejones, y extenderán encima el paño todo de cárdeno, y le pondrán sus varas.
4:7
Y sobre la mesa de la proposición extenderán el paño cárdeno, y pondrán sobre ella las escudillas, y las cucharas, y las copas, y los tazones para libar: y el pan continuo estará sobre ella.
4:8
Y extenderán sobre ella el paño de carmesí colorado, y lo cubrirán con la cubierta de pieles de tejones; y le pondrán sus varas.
4:9
Y tomarán un paño cárdeno, y cubrirán el candelero de la luminaria; y sus candilejas, y sus despabiladeras, y sus platillos, y todos sus vasos del aceite con que se sirve;
4:10
Y lo pondrán con todos sus vasos en una cubierta de pieles de tejones, y lo colocarán sobre unas parihuelas.
4:11
Y sobre el altar de oro extenderán el paño cárdeno, y le cubrirán con la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán sus varales.
4:12
Y tomarán todos los vasos del servicio, de que hacen uso en el santuario, y los pondrán en un paño cárdeno, y los cubrirán con una cubierta de pieles de tejones, y los colocarán sobre unas parihuelas.
4:13
Y quitarán la ceniza del altar, y extenderán sobre él un paño de púrpura:
4:14
Y pondrán sobre él todos sus instrumentos de que se sirve: las paletas, los garfios, los braseros, y los tazones, todos los vasos del altar; y extenderán sobre él la cubierta de pieles de tejones, y le pondrán además las varas.
4:15
Y en acabando Aarón y sus hijos de cubrir el santuario y todos los vasos del santuario, cuando el campo se hubiere de mudar, vendrán después de ello los hijos de Coath para conducir: mas no tocarán cosa santa, que morirán. Estas serán las cargas de los hijos de Coath en el tabernáculo del testimonio.
4:16
Empero al cargo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, estará el aceite de la luminaria, y el perfume aromático, y el presente continuo, y el aceite de la unción; el cargo de todo el tabernáculo, y de todo lo que está en él, en el santuario, y en sus vasos.
4:17
Y habló el Altísimo á Moisés y á Aarón, diciendo:
4:18
No cortaréis la tribu de las familias de Coath de entre los Levitas;
4:19
Mas esto haréis con ellos, para que vivan, y no mueran cuando llegaren al lugar santísimo: Aarón y sus hijos vendrán y los pondrán á cada uno en su oficio, y en su cargo.
4:20
No entrarán para ver, cuando cubrieren las cosas santas; que morirán.
4:21
Y habló el Altísimo á Moisés diciendo:
4:22
Toma también la cuenta de los hijos de Gersón por las casas de sus padres, por sus familias.
4:23
De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años los contarás; todos los que entran en compañía, para hacer servicio en el tabrenáculo del testimonio.
4:24
Este será el oficio de las familias de Gersón, para ministrar y para llevar:
4:25
Llevarán las cortinas del tabernáculo, y el tabernáculo del testimonio, su cubierta, y la cubierta de pieles de tejones que está sobre él encima, y el pabellón de la puerta del tabernáculo del testimonio,
4:26
Y las cortinas del atrio, y el pabellón de la puerta del atrio, que está cerca del tabernáculo y cerca del altar alrededor, y sus cuerdas, y todos los instrumentos de su servicio, y todo lo que será hecho para ellos: así servirán.
4:27
Según la orden de Aarón y de sus hijos será todo el ministerio de los hijos de Gersón en todos sus cargos, y en todo su servicio: y les encomendaréis en guarda todos sus cargos.
4:28
Este es el servicio de las familias de los hijos de Gersón en el tabernáculo del testimonio: y el cargo de ellos estará bajo la mano de Ithamar, hijo de Aarón el sacerdote.
4:29
Contarás los hijos de Merari por sus familias, por las casas de sus padres.
4:30
Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de cincuenta años, los contarás; todos los que entran en compañía, para hacer servicio en el tabernáculo del testimonio.
4:31
Y este será el deber de su cargo para todo su servicio en el tabernáculo del testimonio: las tablas del tabernáculo, y sus barras, y sus columnas, y sus basas,
4:32
Y las columnas del atrio alrededor, y sus basas, y sus estacas, y sus cuerdas con todos sus instrumentos, y todo su servicio; y contaréis por sus nombres todos los vasos de la guarda de su cargo.
4:33
Este será el servicio de las familias de los hijos de Merari para todo su ministerio en el tabernáculo del testimonio, bajo la mano de Ithamar, hijo de Aarón el sacerdote.
4:34
Moisés, pues, y Aarón, y los jefes de la congregación, contaron los hijos de Coath por sus familias, y por las casas de sus padres,
4:35
Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años; todos los que entran en compañía, para ministrar en el tabernáculo del testimonio.
4:36
Y fueron los contados de ellos por sus familias, dos mil setecientos y cincuenta.
4:37
Estos fueron los contados de las familias de Coath, todos los que ministran en el tabernáculo del testimonio, los cuales contaron Moisés y Aarón, como lo mandó el Altísimo por mano de Moisés.
4:38
Y los contados de los hijos de Gersón, por sus familias, y por las casas de sus padres,
4:39
Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía, para ministrar en el tabernáculo del testimonio;
4:40
Los contados de ellos por sus familias, por las casas de sus padres, fueron dos mil seiscientos y treinta.
4:41
Estos son los contados de las familias de los hijos de Gersón, todos los que ministran en el tabernáculo del testimonio, los cuales contaron Moisés y Aarón por mandato de el Altísimo.
4:42
Y los contados de las familias de los hijos de Merari, por sus familias, por las casas de sus padres,
4:43
Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entran en compañía, para ministrar en el tabernáculo del testimonio;
4:44
Los contados de ellos, por sus familias, fueron tres mil y doscientos.
4:45
Estos fueron los contados de las familias de los hijos de Merari, los cuales contaron Moisés y Aarón, según lo mandó el Altísimo por mano de Moisés.
4:46
Todos los contados de los Levitas, que Moisés y Aarón y los jefes de Israel contaron por sus familias, y por las casas de sus padres,
4:47
Desde el de edad de treinta años arriba hasta el de edad de cincuenta años, todos los que entraban para ministrar en el servicio, y tener cargo de obra en el tabernáculo del testimonio;
4:48
Los contados de ellos fueron ocho mil quinientos y ochenta,
4:49
Como lo mandó el Altísimo por mano de Moisés fueron contados, cada uno según su oficio, y según su cargo; los cuales contó él, como le fué mandado.
Num 4:1 Yahveh habló a Moisés y Aarón, diciendo:
Num 4:2 «Haz el censo de los hijos de Quehat, hijos de Leví, por clanes y por familias,
Num 4:3 de treinta años en adelante hasta los cincuenta, de todos los aptos para la milicia, que prestan el servicio de la Tienda del Encuentro.
Num 4:4 Este será el servicio de los hijos de Quehat en la Tienda del Encuentro: el de las cosas sacratísimas.
Num 4:5 Cuando se levante el campamento, irán Aarón y sus hijos, descolgarán el velo de protección y cubrirán con él el arca del Testimonio.
Num 4:6 Pondrán sobre ella una cubierta de cuero fino y extenderán encima un paño todo de púrpura; luego le pondrán los varales.
Num 4:7 Sobre la mesa de la presencia extenderán un paño de púrpura, y pondrán sobre ella las fuentes, copas, tazas y jarros de libación: el pan estará perpetuamente encima.
Num 4:8 Extenderán sobre ella un paño carmesí que cubrirán con una cubierta de cuero fino, y después le pondrán los varales.
Num 4:9 Tomarán entonces un paño de púrpura y cubrirán el candelabro del alumbrado con sus lámparas, despabiladeras y ceniceros, y todos los vasos de aceite que se utilizan en el servicio del candelabro.
Num 4:10 Lo pondrán con todos sus utensilios en una cubierta de cuero fino y lo colocarán sobre las angarillas.
Num 4:11 Sobre el altar de oro extenderán un paño de púrpura, lo cubrirán con una cubierta de cuero fino, y le pondrán los varales.
Num 4:12 Tomarán todos los vasos que se emplean en el servicio del santuario, los pondrán en un paño de púrpura, los cubrirán con una cubierta de cuero fino y los colocarán sobre las angarillas.
Num 4:13 Quitarán la grasa incinerada del altar y extenderán sobre él un paño escarlata;
Num 4:14 pondrán encima todos los utensilios que se emplean en el servicio del altar: los braseros, tenedores, badiles, acetres: todos los utensilios del altar; extenderán sobre él una cubierta de cuero fino y le pondrán los varales.
Num 4:15 Después que Aarón y sus hijos hayan terminado de envolver las cosas sagradas con todos sus utensilios, al ponerse en marcha el campamento, llegarán los hijos de Quehat para transportarlas; pero que no toquen lo sagrado pues morirían. Esta es la carga de los hijos de Quehat en la Tienda del Encuentro.
Num 4:16 Pero Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, estará al cuidado del aceite del alumbrado, del incienso aromático, de la oblación perpetua y del óleo de la unción; al cuidado de toda la Morada y de cuanto hay en ella, sean cosas sagradas o sus utensilios.»
Num 4:17 Habló Yahveh a Moisés y a Aarón y dijo:
Num 4:18 «No separéis de los demás levitas la tribu de los clanes quehatitas.
Num 4:19 Haced con ellos de esta manera, para que vivan y no mueran al acercarse a las cosas sacratísimas: Aarón y sus hijos irán y pondrán a cada uno en su servicio y junto a su carga.
Num 4:20 Y no entrarán, ni por un instante, a ver las cosas sagradas; de lo contrario morirían.»
Num 4:21 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 4:22 «Haz también el censo de los hijos de Guersón, por familias y clanes.
Num 4:23 Alistarás a los de treinta años en adelante hasta los cincuenta a todos los aptos para la milicia para que presten el servicio de la Tienda del Encuentro.
Num 4:24 Este será el servicio de los clanes guersonitas, su servicio y su carga.
Num 4:25 Llevarán los tapices de la Morada, la Tienda del Encuentro, su toldo y el toldo de cueros finos que la cubre por encima y el tapiz de entrada a la Tienda del Encuentro;
Num 4:26 el cortinaje del atrio y la cortina de la entrada al atrio que rodea la Morada y el altar, con sus cuerdas y todos los utensilios de su servicio: todo lo que se necesita para ellos. Prestarán su servicio;
Num 4:27 pero todo el servicio de los hijos de Guersón, todas sus funciones y cargas, las desempeñarán a las órdenes de Aarón y de sus hijos. Los vigilaréis en el ministerio de su cargo.
Num 4:28 Este será el servicio de los clanes guersonitas en la Tienda del Encuentro. Lo desempeñarán a las órdenes de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
Num 4:29 Harás el censo de los hijos de Merarí, por clanes y familias.
Num 4:30 Harás el censo de los de treinta años en adelante hasta los cincuenta, de todos los aptos para la milicia para que presten el servicio de la Tienda del Encuentro.
Num 4:31 Esto es lo que han de transportar y este es todo su servicio en la Tienda del Encuentro: los tableros de la Morada, sus travesaños, postes y basas;
Num 4:32 los postes que rodean el atrio con sus basas, clavazón y cuerdas; todos sus utensilios y todo lo preciso para su servicio. Nominalmente señalaréis cada uno de los objetos con que han de cargar.
Num 4:33 Ese es el servicio de los clanes meraritas. Para todo su servicio en la Tienda del Encuentro estarán a disposición de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.»
Num 4:34 Moisés y Aarón y los principales de la comunidad hicieron el censo de los hijos de Quehat, por clanes y familias,
Num 4:35 de treinta años en adelante hasta los cincuenta, de todos los aptos para la milicia, para que prestaran el servicio de la Tienda del Encuentro.
Num 4:36 Los registrados de los diversos clanes fueron 2.750.
Num 4:37 Esos fueron los registrados en los clanes quehatitas, todos los que habían de servir en la Tienda del Encuentro. Los alistaron Moisés y Aarón, según había ordenado Yahveh por medio de Moisés.
Num 4:38 Se hizo el censo de los hijos de Guersón, por clanes y familias,
Num 4:39 de treinta años para arriba hasta los cincuenta, de todos los aptos para la milicia para que prestaran el servicio de la Tienda del Encuentro.
Num 4:40 Los alistados de los diversos clanes y familias fueron 2.630.
Num 4:41 Esos fueron los registrados de los clanes de los hijos de Guersón, todos los que habían de servir en la Tienda del Encuentro. Los alistaron Moisés y Aarón según la orden de Yahveh.
Num 4:42 Se hizo el censo de los clanes de los hijos de Merarí, por clanes y familias,
Num 4:43 de treinta años para arriba hasta los cincuenta, de todos los aptos para la milicia, para que prestaran el servicio de la Tienda del Encuentro.
Num 4:44 Los revistados de los diversos clanes fueron 3.200.
Num 4:45 Esos fueron los revistados de los clanes de los hijos de Merarí. Los alistaron Moisés y Aarón, según había ordenado Yahveh por medio de Moisés.
Num 4:46 El total de los levitas que Moisés, Aarón y los principales de Israel registraron por clanes y familias,
Num 4:47 de los de treinta años en adelante hasta los cincuenta, de todos los aptos para entrar al servicio y el transporte de la Tienda del Encuentro,
Num 4:48 fue, según el censo, 8.580.
Num 4:49 Se hizo su censo por orden de Yahveh transmitida por Moisés, asignando a cada uno su servicio y su carga: su censo se hizo tal como lo había ordenado Yahveh a Moisés.

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Capítulo 5

5:1
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
5:2
Manda á los hijos de Israel que echen del campo á todo leproso, y á todos los que padecen flujo de semen, y á todo contaminado sobre muerto:
5:3
Así hombres como mujeres echaréis, fuera del campo los echaréis; porque no contaminen el campo de aquellos entre los cuales yo habito.
5:4
E hiciéronlo así los hijos de Israel, que los echaron fuera del campo: como el Altísimo dijo á Moisés, así lo hicieron los hijos de Israel.
5:5
Además habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
5:6
Habla á los hijos de Israel: El hombre ó la mujer que cometiere alguno de todos los pecados de los hombres, haciendo prevaricación contra el Altísimo, y delinquiere aquella persona;
5:7
Confesarán su pecado que cometieron, y compensarán su ofensa enteramente, y añadirán su quinto sobre ello, y lo darán á aquel contra quien pecaron.
5:8
Y si aquel hombre no tuviere pariente al cual sea resarcida la ofensa, daráse la indemnización del agravio á el Altísimo, al sacerdote, á más del carnero de las expiaciones, con el cual hará expiación por él.
5:9
Y toda ofrenda de todas las cosas santas que los hijos de Israel presentaren al sacerdote, suya será.
5:10
Y lo santificado de cualquiera será suyo: asimismo lo que cualquiera diere al sacerdote, suyo será.
5:11
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
5:12
Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando la mujer de alguno se desmandare, é hiciere traición contra él,
5:13
Que alguno se hubiere echado con ella en carnal ayuntamiento, y su marido no lo hubiese visto por haberse ella contaminado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido cogida en el acto;
5:14
Si viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella contaminado; ó viniere sobre él espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer, no habiéndose ella contaminado;
5:15
Entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y traerá su ofrenda con ella, la décima de un epha de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso: porque es presente de celos, presente de recordación, que trae en memoria pecado.
5:16
Y el sacerdote la hará acercar, y la hará poner delante de el Altísimo.
5:17
Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro: tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y echarálo en el agua.
5:18
Y hará el sacerdote estar en pie á la mujer delante de el Altísimo, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos el presente de la recordación, que es el presente de celos: y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.
5:19
Y el sacerdote la conjurará, y le dirá: Si ninguno hubiere dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido á inmundicia, libre seas de estas aguas amargas que traen maldición:
5:20
Mas si te has descarriado de tu marido, y te has amancillado, y alguno hubiere tenido coito contigo, fuera de tu marido:
5:21
(El sacerdote conjurará á la mujer con juramento de maldición, y dirá á la mujer): el Altísimo te dé en maldición y en conjuración en medio de tu pueblo, haciendo el Altísimo á tu muslo que caiga, y á tu vientre que se te hinche;
5:22
Y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre, y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.
5:23
Y el sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas amargas:
5:24
Y dará á beber á la mujer las aguas amargas que traen maldición; y las aguas que obran maldición entrarán en ella por amargas.
5:25
Después tomará el sacerdote de la mano de la mujer el presente de los celos, y mecerálo delante de el Altísimo, y lo ofrecerá delante del altar:
5:26
Y tomará el sacerdote un puñado del presente, en memoria de ella, y lo quemará sobre el altar, y después dará á beber las aguas á la mujer.
5:27
Darále pues á beber las aguas; y será, que si fuere inmunda y hubiere hecho traición contra su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella en amargura, y su vientre se hinchará, y caerá su muslo; y la mujer será por maldición en medio de su pueblo.
5:28
Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia, ella será libre, y será fecunda.
5:29
Esta es la ley de los celos, cuando la mujer hiciere traición á su marido, y se amancillare;
5:30
O del marido, sobre el cual pasare espíritu de celo, y tuviere celos de su mujer: presentarála entonces delante de el Altísimo, y el sacerdote ejecutará en ella toda esta ley.
5:31
Y aquel varón será libre de iniquidad, y la mujer llevará su pecado.
Num 5:1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 5:2 «Manda a los israelitas que echen del campamento a todo leproso, al que padece flujo y a todo impuro por contacto de cadáver.
Num 5:3 Los has de echar, sean hombre o mujer; fuera del campamento los echarás, para que no contaminen sus campamentos, donde yo habito en medio de ellos.»
Num 5:4 Así lo hicieron los israelitas: los echaron fuera del campamento. Los israelitas lo hicieron tal como había dicho Yahveh a Moisés.
Num 5:5 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 5:6 «Habla a los israelitas: Si un hombre o una mujer comete cualquier pecado en perjuicio de otro, ofendiendo a Yahveh, el tal será reo de delito.
Num 5:7 Confesará el pecado cometido y restituirá la suma de que es deudor, más un quinto. Se la devolverá a aquel de quien es deudor.
Num 5:8 Y si el hombre no tiene pariente a quien se pueda restituir, la suma que en tal caso se ha de restituir a Yahveh, será para el sacerdote; aparte del carnero expiatorio con que el sacerdote expiará por él.
Num 5:9 Y toda ofrenda reservada de lo que los hijos de Israel consagran y presentan al sacerdote, será para éste.
Num 5:10 Lo que cada uno consagra, es suyo; pero lo que se presenta al sacerdote, es para el sacerdote.»
Num 5:11 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 5:12 «Habla a los israelitas. Diles: Cualquier hombre cuya mujer se haya desviado y le haya engañado:
Num 5:13 ha dormido un hombre con ella con relación carnal a ocultas del marido; ella se ha manchado en secreto, no hay ningún testigo, no ha sido sorprendida;
Num 5:14 si el marido es atacado de celos y recela de su mujer, que efectivamente se ha manchado; o bien le atacan los celos y se siente celoso de su mujer, aunque ella no se haya manchado;
Num 5:15 ese hombre llevará a su mujer ante el sacerdote y presentará por ella la ofrenda correspondiente: una décima de medida de harina de cebada. No derramará aceite sobre la ofrenda, ni la pondrá incienso, pues es «oblación de celos», oblación conmemorativa para recordar una falta.
Num 5:16 El sacerdote presentará a la mujer y la pondrá delante de Yahveh.
Num 5:17 Echará luego agua viva en un vaso de barro y, tomando polvo del pavimento de la Morada, lo esparcirá sobre el agua.
Num 5:18 Pondrá el sacerdote a la mujer delante de Yahveh, le descubrirá la cabeza y pondrá en sus manos la oblación conmemorativa, o sea, la oblación de los celos. El sacerdote tendrá en sus manos las aguas de maldición y funestas.
Num 5:19 Entonces, el sacerdote conjurará a la mujer y le dirá: "Si no ha dormido un hombre contigo, si no te has desviado ni manchado desde que estás bajo la potestad de tu marido, sé inmune a estas aguas amargas y funestas.
Num 5:20 Pero si, estando bajo la potestad de tu marido, te has desviado y te has manchado, durmiendo con un hombre distinto de tu marido..."
Num 5:21 El sacerdote entonces proferirá sobre la mujer este juramento, y dirá el sacerdote a la mujer: "... Que Yahveh te ponga como maldición y execración en medio de tu pueblo, que haga languidecer tus caderas e infle tu vientre.
Num 5:22 Que entren estas aguas de maldición en tus entrañas, para que inflen tu vientre y hagan languidecer tus caderas." Y la mujer responderá: "¡Amén, amén!"
Num 5:23 Después el sacerdote escribirá en una hoja estas imprecaciones y las borrará con las aguas amargas.
Num 5:24 Hará beber a la mujer las aguas de maldición y funestas, y las aguas funestas entrarán en ella para hacérsele amargas.
Num 5:25 El sacerdote tomará entonces de la mano de la mujer la oblación de los celos, mecerá la oblación delante de Yahveh y la presentará en el altar.
Num 5:26 El sacerdote tomará de la oblación un puñado, el memorial, y lo quemará sobre el altar, y le hará beber a la mujer las aguas.
Num 5:27 Cuando le haga beber de las aguas, si la mujer está manchada y de hecho ha engañado a su marido, cuando entren en ella las aguas funestas le serán amargas: se inflará su vientre, languidecerán sus caderas y será mujer de maldición en medio de su pueblo.
Num 5:28 Pero si la mujer no se ha manchado, sino que es pura, estará exenta de toda culpa y tendrá hijos.
Num 5:29 Este es el rito de los celos, para cuando una mujer, después de estar bajo la potestad de su marido, se haya desviado y manchado;
Num 5:30 o para cuando un hombre, atacado de celos, recele de su mujer: entonces pondrá a su mujer en presencia de Yahveh y el sacerdote realizará con ella todo este rito.
Num 5:31 El marido estará exento de culpa, y la mujer cargará con la suya.»

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Capítulo 6

6:1
Y HABLÓ el Altísimo á Moisés, diciendo:
6:2
Habla á los hijos de Israel, y diles: El hombre, ó la mujer, cuando se apartare haciendo voto de Nazareo, para dedicarse á el Altísimo,
6:3
Se abstendrá de vino y de sidra; vinagre de vino, ni vinagre de sidra no beberá, ni beberá algún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas.
6:4
Todo el tiempo de su nazareato, de todo lo que se hace de vid de vino, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá.
6:5
Todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza, hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento á el Altísimo: santo será; dejará crecer las guedejas del cabello de su cabeza.
6:6
Todo el tiempo que se apartaré á el Altísimo, no entrará á persona muerta.
6:7
Por su padre, ni por su madre, por su hermano, ni por su hermana, no se contaminará con ellos cuando murieren; porque consagración de su Dios tiene sobre su cabeza.
6:8
Todo el tiempo de su nazareato, será santo á el Altísimo.
6:9
Y si alguno muriere muy de repente junto á el, contaminará la cabeza de su nazareato; por tanto el día de su purificacíon raerá su cabeza; al séptimo día la raerá.
6:10
Y el día octavo traerá dos tórtolas ó dos palominos al sacerdote, á la puerta del tabernáculo del testimonio;
6:11
Y el sacerdote hará el uno en expiación, y el otro en holocausto: y expiarálo de lo que pecó sobre el muerto, y santificará su cabeza en aquel día.
6:12
Y consagrará á el Altísimo los días de su nazareato, y traerá un cordero de un año en expiación por la culpa; y los días primeros serán anulados, por cuanto fué contaminado su nazareato.
6:13
Esta es, pues, la ley del Nazareo el día que se cumpliere el tiempo de su nazareato: Vendrá á la puerta del tabernáculo del testimonio;
6:14
Y ofrecerá su ofrenda á el Altísimo, un cordero de un año sin tacha en holocausto, y una cordera de un año sin defecto en expiación, y un carnero sin defecto por sacrificio de paces:
6:15
Además un canastillo de cenceñas, tortas de flor de harina amasadas con aceite, y hojaldres cenceñas untadas con aceite, y su presente, y sus libaciones.
6:16
Y el sacerdote lo ofrecerá delante de el Altísimo, y hará su expiación y su holocausto:
6:17
Y ofrecerá el carnero en sacrificio de paces á el Altísimo, con el canastillo de las cenceñas; ofrecerá asimismo el sacerdote su presente, y sus libaciones.
6:18
Entonces el Nazareo raerá á la puerta del tabernáculo del testimonio la cabeza de su nazareato, y tomará los cabellos de la cabeza de su nazareato, y los pondrá sobre el fuego que está debajo del sacrificio de las paces.
6:19
Después tomará el sacerdote la espaldilla cocida del carnero, y una torta sin levadura del canastillo, y una hojaldre sin levadura, y pondrálas sobre las manos del Nazareo, después que fuere raído su nazareato:
6:20
Y el sacerdote mecerá aquello, ofrenda agitada delante de el Altísimo; lo cual será cosa santa del sacerdote, á más del pecho mecido y de la espaldilla separada: y después podrá beber vino el Nazareo.
6:21
Esta es la ley del Nazareo que hiciere voto de su ofrenda á el Altísimo por su nazareato, á más de lo que su mano alcanzare: según el voto que hiciere, así hará, conforme á la ley de su nazareato.
6:22
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
6:23
Habla á Aarón y á sus hijos, y diles: Asi bendeciréis á los hijos de Israel, diciéndoles:
6:24
el Altísimo te bendiga, y te guarde:
6:25
Haga resplandecer el Altísimo su rostro sobre ti, y haya de ti misericordia:
6:26
el Altísimo alce á ti su rostro, y ponga en ti paz.
6:27
Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.
Num 6:1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 6:2 Diles esto a los israelitas: «Si un hombre o mujer se decide a hacer voto de nazir, consagrándose a Yahveh,
Num 6:3 se abstendrá de vino y de bebidas embriagantes. No beberá vinagre de vino ni de bebida embriagante; tampoco beberá ningún zumo de uvas, ni comerá uvas, frescas o pasas.
Num 6:4 En todo el tiempo de su nazireato no tomará nada de lo que se obtiene de la vid, desde el agraz hasta el orujo.
Num 6:5 En todos los días de su voto de nazireato no pasará navaja por su cabeza: hasta cumplirse los días por los que se consagró a Yahveh, será sagrado y se dejará crecer la cabellera.
Num 6:6 No se acercará, en todos los días de su nazireato en honor de Yahveh, a ningún cadáver.
Num 6:7 Ni por su padre, ni por su madre, ni por su hermano, ni por su hermana se manchará, en el caso de que murieran, pues lleva sobre su cabeza el nazireato de su Dios.
Num 6:8 Todos los días de su nazireato es un consagrado a Yahveh.
Num 6:9 Si alguien muere de repente junto a él y mancha así su cabellera de nazir, se rapará la cabeza el día de su purificación, se la rapará el día séptimo.
Num 6:10 El día octavo llevará un par de tórtolas o un par de pichones al sacerdote, a la entrada de la Tienda del Encuentro.
Num 6:11 El sacerdote ofrecerá uno en sacrificio por el pecado y el otro en holocausto; y expiará por aquel hombre la falta contraída a causa del muerto. Aquel día consagrará su cabeza:
Num 6:12 se consagrará a Yahveh por todo el tiempo de su nazireato y ofrecerá un cordero de un año como sacrificio de reparación. Los días anteriores son nulos, por haberse manchado su cabellera.
Num 6:13 Este es el rito del nazir, para cuando se cumplan los días de su nazireato. Llevado hasta la entrada de la Tienda del Encuentro,
Num 6:14 presentará su ofrenda a Yahveh: un cordero de un año, sin defecto, en holocausto; una cordera de un año, sin defecto, en sacrificio por el pecado; un carnero sin defecto como sacrificio de comunión;
Num 6:15 un canastillo de panes ázimos de flor de harina amasada con aceite y tortas sin levadura untadas en aceite, con sus correspondientes oblaciones y libaciones.
Num 6:16 El sacerdote lo presentará delante de Yahveh y ofrecerá el sacrificio por el pecado y el holocausto del nazir.
Num 6:17 Hará con el carnero un sacrificio de comunión a Yahveh, junto con el canastillo de ázimos, ofrecerá luego el sacerdote la correspondiente oblación y libación.
Num 6:18 Entonces el nazir se rapará su cabellera de nazir, a la entrada de la Tienda del Encuentro; tomara la cabellera de su nazireato y la echará al fuego que arde debajo del sacrificio de comunión.
Num 6:19 El sacerdote tomará un brazuelo, ya cocido, del carnero, un pan ázimo del canastillo y una torta sin levadura, y lo pondrá todo en manos del nazir, una vez que se haya rapado su cabellera de nazir.
Num 6:20 El sacerdote presentará todo ello como ofrenda mecida delante de Yahveh. Es cosa santa, pertenece al sacerdote, además del pecho mecido y de la pierna reservada. Luego el nazir beberá vino.
Num 6:21 Ese es el rito del nazir que, además de su nazireato, ha prometido una ofrenda a Yahveh (aparte de lo que sus posibilidades le permitan): a tenor del voto que prometió lo cumplirá además de lo prescrito para su nazireato.»
Num 6:22 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 6:23 Habla a Aarón y a sus hijos y diles: «Así habéis de bendecir a los israelitas. Les diréis:
Num 6:24 Yahveh te bendiga y te guarde;
Num 6:25 ilumine Yahveh su rostro sobre ti y te sea propicio;
Num 6:26 Yahveh te muestre su rostro y te conceda la paz.»
Num 6:27 Que invoquen así mi nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré.»

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Capítulo 7

7:1
Y ACONTECIÓ, que cuando Moisés hubo acabado de levantar el tabernáculo, y ungídolo, y santificádolo, con todos sus vasos; y asimismo ungido y santificado el altar, con todos sus vasos;
7:2
Entonces los príncipes de Israel, las cabezas de las casas de sus padres, los cuales eran los príncipes de las tribus, que estaban sobre los contados, ofrecieron;
7:3
Y trajeron sus ofrendas delante de el Altísimo, seis carros cubiertos, y doce bueyes; por cada dos príncipes un carro, y cada uno un buey; lo cual ofrecieron delante del tabernáculo.
7:4
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
7:5
Tómalo de ellos, y será para el servicio del tabernáculo del testimonio: y lo darás á los Levitas, á cada uno conforme á su ministerio.
7:6
Entonces Moisés recibió los carros y los bueyes, y diólos á los Levitas.
7:7
Dos carros y cuatro bueyes, dió á los hijos de Gersón, conforme á su ministerio;
7:8
Y á los hijos de Merari dió los cuatro carros y ocho bueyes, conforme á su ministerio, bajo la mano de Ithamar, hijo de Aarón el sacerdote.
7:9
Y á los hijos de Coath no dió; porque llevaban sobre sí en los hombros el servicio del santuario.
7:10
Y ofrecieron los príncipes á la dedicación del altar el día que fué ungido, ofrecieron los príncipes su ofrenda delante del altar.
7:11
Y el Altísimo dijo á Moisés: Ofrecerán su ofrenda, un príncipe un día, y otro príncipe otro día, á la dedicación del altar.
7:12
Y el que ofreció su ofrenda el primer día fué Naasón hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.
7:13
Y fué su ofrenda un plato de plata de peso de ciento y treinta siclos, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:14
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:15
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:16
Un macho cabrío para expiación;
7:17
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Naasón, hijo de Aminadab.
7:18
El segundo día ofreció Nathanael hijo de Suar, príncipe de Issachâr.
7:19
Ofreció por su ofrenda un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:20
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:21
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:22
Un macho cabrío para expiación;
7:23
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Nathanael, hijo de Suar.
7:24
El tercer día, Eliab hijo de Helón, príncipe de los hijos de Zabulón:
7:25
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:26
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:27
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:28
Un macho cabrío para expiación;
7:29
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Eliab, hijo de Helón.
7:30
El cuarto día, Elisur hijo de Sedeur, príncipe de los hijos de Rubén:
7:31
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:32
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:33
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:34
Un macho cabrío para expiación;
7:35
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur.
7:36
El quinto día, Selumiel hijo de Zurisaddai, príncipe de los hijos de Simeón:
7:37
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:38
Una cuchara de oro de diez siclos llena de perfume;
7:39
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:40
Un macho cabrío para expiación;
7:41
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Selumiel, hijo de Zurisaddai.
7:42
El sexto día, Eliasaph hijo de Dehuel, príncipe de los hijos de Gad:
7:43
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:44
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:45
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:46
Un macho cabrío para expiación;
7:47
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año, Esta fué la ofrenda de Eliasaph, hijo de Dehuel.
7:48
El séptimo día, el príncipe de los hijos de Ephraim, Elisama hijo de Ammiud:
7:49
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:50
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:51
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:52
Un macho cabrío para expiación;
7:53
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Elisama, hijo de Ammiud.
7:54
El octavo día, el príncipe de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur:
7:55
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:56
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:57
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:58
Un macho cabrío para expiación;
7:59
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Gamaliel, hijo de Pedasur.
7:60
El noveno día, el príncipe de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeón:
7:61
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:62
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:63
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:64
Un macho cabrío para expiación;
7:65
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Abidán, hijo de Gedeón.
7:66
El décimo día, el príncipe de los hijos de Dan, Ahiezer hijo de Ammisaddai:
7:67
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:68
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:69
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:70
Un macho cabrío para expiación;
7:71
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Ahiezer, hijo de Ammisaddai.
7:72
El undécimo día, el príncipe de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán:
7:73
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:74
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:75
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:76
Un macho cabrío para expiación;
7:77
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Pagiel, hijo de Ocrán.
7:78
El duodécimo día, el príncipe de los hijos de Nephtalí, Ahira hijo de Enán:
7:79
Y su ofrenda, un plato de plata de ciento y treinta siclos de peso, un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para presente;
7:80
Una cuchara de oro de diez siclos, llena de perfume;
7:81
Un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto;
7:82
Un macho cabrío para expiación;
7:83
Y para sacrificio de paces, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos de cabrío, cinco corderos de un año. Esta fué la ofrenda de Ahira, hijo de Enán.
7:84
Esta fué la dedicación del altar, el día que fué ungido, por los príncipes de Israel: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce cucharas de oro.
7:85
Cada plato de ciento y treinta siclos, cada jarro de setenta: toda la plata de los vasos, dos mil y cuatrocientos siclos, al siclo del santuario.
7:86
Las doce cucharas de oro llenas de perfume, de diez siclos cada cuchara, al siclo del santuario: todo el oro de las cucharas, ciento y veinte siclos.
7:87
Todos los bueyes para holocausto, doce becerros; doce los carneros, doce los corderos de un año, con su presente: y doce los machos de cabrío, para expiación.
7:88
Y todos los bueyes del sacrificio de las paces veinte y cuatro novillos, sesenta los carneros, sesenta los machos de cabrío, sesenta los corderos de un año. Esta fué la dedicación del altar, después que fué ungido.
7:89
Y cuando entraba Moisés en el tabernáculo del testimonio, para hablar con El, oía la Voz que le hablaba de encima de la cubierta que estaba sobre el arca del testimonio, de entre los dos querubines: y hablaba con él.
Num 7:1 El día en que Moisés acabó de montar la Morada, la ungió y la consagró con todo su mobiliario, así como el altar con todos sus utensilios. Cuando lo hubo ungido y consagrado,
Num 7:2 los principales de Israel, jefes de familias, y principales de las tribus, que habían presidido el censo, hicieron una ofrenda.
Num 7:3 Pusieron su ofrenda delante de Yahveh: seis carretas cubiertas y doce bueyes: una carreta por cada dos principales y un buey por cada uno. Lo presentaron delante de la Morada.
Num 7:4 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 7:5 «Tómaselos y que presten servicio en la Tienda del Encuentro. Dáselos a los levitas, a cada uno según su servicio.»
Num 7:6 Moisés recibió las carretas y los bueyes y se los dio a los levitas:
Num 7:7 dos carretas y cuatro bueyes dio a los hijos de Guersón, según sus servicios;
Num 7:8 cuatro carretas y ocho bueyes a los hijos de Merarí, según los servicios que desempeñaban a las órdenes de Itamar, hijo del sacerdote Aarón.
Num 7:9 Pero a los hijos de Quehat no les dio, porque su carga sagrada la tenían que llevar al hombro.
Num 7:10 Los principales hicieron la ofrenda de la dedicación del altar, el día en que fue ungido. Hicieron los principales su ofrenda delante del altar.
Num 7:11 Y dijo Yahveh a Moisés: «Que ofrezca un principal cada día su ofrenda por la dedicación del altar.»
Num 7:12 El que ofreció su ofrenda el primer día fue Najsón, hijo de Aminadab, de la tribu de Judá.
Num 7:13 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:14 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:15 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:16 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:17 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Najson, hijo de Aminadab.
Num 7:18 El segundo día ofreció su ofrenda Natanael, hijo de Suar, principal de Isacar.
Num 7:19 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:20 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:21 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:22 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:23 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Natanael, hijo de Suar.
Num 7:24 El tercer día, el principal de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de Jelón.
Num 7:25 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:26 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:27 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:28 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:29 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Eliab, hijo de Jelón.
Num 7:30 El día cuarto, el principal de los hijos de Rubén, Elisur, hijo de Sedeur.
Num 7:31 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso; un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:32 una naveta de diez siclos de oro llena de incienso;
Num 7:33 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:34 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:35 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos, cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Elisur, hijo de Sedeur.
Num 7:36 El día quinto, el principal de los hijos de Simeón, Selumiel, hijo de Surisadday.
Num 7:37 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:38 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:39 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:40 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:41 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Selumiel, hijo de Surisadday.
Num 7:42 El día sexto, el principal de los hijos de Gad, Elyasaf, hijo de Reuel.
Num 7:43 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos; un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:44 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:45 un novillo, un carnero y un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:46 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:47 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Elyasaf, hijo de Reuel.
Num 7:48 El día séptimo, el principal de los hijos de Efraím, Elisamá, hijo de Ammihud.
Num 7:49 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:50 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:51 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:52 un chivo, para el sacrificio por el pecado;
Num 7:53 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Elisamá, hijo de Ammihud.
Num 7:54 El día octavo, el principal de los hijos de Manasés, Gamaliel, hijo de Pedahsur.
Num 7:55 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:56 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:57 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:58 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:59 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Gamaliel, hijo de Pedahsur.
Num 7:60 El día nono, el principal de los hijos de Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní.
Num 7:61 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:62 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:63 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:64 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:65 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Abidán, hijo de Guideoní.
Num 7:66 El día décimo, el principal de los hijos de Dan, Ajiézer, hijo de Ammisadday.
Num 7:67 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:68 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:69 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:70 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:71 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Ajiézer, hijo de Ammisadday.
Num 7:72 El día undécimo, el principal de los hijos de Aser, Paguiel, hijo de Okrán.
Num 7:73 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:74 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:75 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:76 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:77 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Paguiel, hijo de Okrán.
Num 7:78 El día duodécimo, el principal de los hijos de Neftalí, Ajirá, hijo de Enán.
Num 7:79 Su ofrenda consistía en una fuente de plata de 130 siclos de peso, un acetre de plata de setenta siclos, en siclos del santuario, ambos llenos de flor de harina amasada con aceite, para la oblación;
Num 7:80 una naveta de oro de diez siclos, llena de incienso;
Num 7:81 un novillo, un carnero, un cordero de un año, para el holocausto;
Num 7:82 un chivo para el sacrificio por el pecado;
Num 7:83 y para el sacrificio de comunión, dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esa fue la ofrenda de Ajirá, hijo de Enán.
Num 7:84 Esta fue la ofrenda de los principales de Israel en la dedicación del altar, el día en que fue ungido: doce fuentes de plata, doce acetres de plata y doce navetas de oro.
Num 7:85 Cada fuente era de 130 siclos, y cada acetre de setenta. Los siclos de plata de estos objetos eran en total 2.400, en siclos del santuario.
Num 7:86 Las navetas de oro eran doce, llenas de incienso. Cada naveta era de diez siclos, en siclos del santuario. Los siclos de oro de las navetas eran en total 120.
Num 7:87 El total del ganado para el holocausto, doce novillos, doce carneros, doce corderos de un año, con sus oblaciones correspondientes; para el sacrificio por el pecado, doce chivos.
Num 7:88 El total del ganado para los sacrificios de comunión: veinticuatro novillos, sesenta carneros, sesenta machos cabríos y sesenta corderos de un año. Esas fueron las ofrendas de la dedicación del altar, una vez que fue ungido.
Num 7:89 Cuando Moisés entraba en la Tienda del Encuentro para hablar con El, oía la voz que le hablaba de lo alto del propiciatorio que está sobre el arca del Testimonio, de entre los dos querubines. Entonces hablaba con El.

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Capítulo 8

8:1
Y HABLÓ el Altísimo á Moisés, diciendo:
8:2
Habla á Aarón, y dile: Cuando encendieres las lámparas, las siete lámparas alumbrarán frente á frente del candelero.
8:3
Y Aarón lo hizo así; que encendió enfrente del candelero sus lámparas, como el Altísimo lo mandó á Moisés.
8:4
Y esta era la hechura del candelero: de oro labrado á martillo; desde su pie hasta sus flores era labrado á martillo: conforme al modelo que el Altísimo mostró á Moisés, así hizo el candelero.
8:5
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
8:6
Toma á los Levitas de entre los hijos de Israel, y expíalos.
8:7
Y así les harás para expiarlos: rocía sobre ellos el agua de la expiación, y haz pasar la navaja sobre toda su carne, y lavarán sus vestidos, y serán expiados.
8:8
Luego tomarán un novillo, con su presente de flor de harina amasada con aceite; y tomarás otro novillo para expiación.
8:9
Y harás llegar los Levitas delante del tabernáculo del testimonio, y juntarás toda la congregación de los hijos de Israel;
8:10
Y cuando habrás hecho llegar los Levitas delante de el Altísimo, pondrán los hijos de Israel sus manos sobre los Levitas;
8:11
Y ofrecerá Aarón los Levitas delante de el Altísimo en ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio de el Altísimo.
8:12
Y los Levitas pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos: y ofrecerás el uno por expiación, y el otro en holocausto á el Altísimo, para expiar los Levitas.
8:13
Y harás presentar los Levitas delante de Aarón, y delante de sus hijos, y los ofrecerás en ofrenda á el Altísimo.
8:14
Así apartarás los Levitas de entre los hijos de Israel; y serán míos los Levitas
8:15
Y después de eso vendrán los Levitas á ministrar en el tabernáculo del testimonio: los expiarás pues, y los ofrecerás en ofrenda.
8:16
Porque enteramente me son á mí dados los Levitas de entre los hijos de Israel, en lugar de todo aquel que abre matriz; helos tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Israel.
8:17
Porque mío es todo primogénito en los hijos de Israel, así de hombres como de animales; desde el día que yo herí todo primogénito en la tierra de Egipto, los santifiqué para mí.
8:18
Y he tomado los Levitas en lugar de todos los primogénitos en los hijos de Israel.
8:19
Y yo he dado en don los Levitas á Aarón y á sus hijos de entre los hijos de Israel, para que sirvan el ministerio de los hijos de Israel en el tabernáculo del testimonio, y reconcilien á los hijos de Israel; porque no haya plaga en los hijos de Israel, llegando los hijos de Israel al santuario.
8:20
Y Moisés, y Aarón, y toda la congregación de los hijos de Israel, hicieron de los Levitas conforme á todas las cosas que mandó el Altísimo á Moisés acerca de los Levitas; así hicieron de ellos los hijos de Israel.
8:21
Y los Levitas se purificaron, y lavaron sus vestidos; y Aarón los ofreció en ofrenda delante de el Altísimo, é hizo Aarón expiación por ellos para purificarlos.
8:22
Y así vinieron después los Levitas para servir en su ministerio en el tabernáculo del testimonio, delante de Aarón y delante de sus hijos: de la manera que mandó el Altísimo á Moisés acerca de los Levitas, así hicieron con ellos.
8:23
Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
8:24
Esto cuanto á los Levitas: de veinte y cinco años arriba entrarán á hacer su oficio en el servicio del tabernáculo del testimonio:
8:25
Mas desde los cincuenta años volverán del oficio de su ministerio, y nunca más servirán:
8:26
Pero servirán con sus hermanos en el tabernáculo del testimonio, para hacer la guarda, bien que no servirán en el ministerio. Así harás de los Levitas cuanto á sus oficios.
Num 8:1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 8:2 Habla a Aarón y dile: «Cuando coloques las lámparas, habrán de alumbrar las siete lámparas hacia la parte delantera del candelabro.»
Num 8:3 Así lo hizo Aarón: colocó las lámparas en la parte delantera del candelabro, tal como había mandado Yahveh a Moisés.
Num 8:4 Este candelabro era de oro macizo; desde el pie hasta las flores era de oro macizo. Hizo el candelabro según el modelo que Yahveh había mostrado a Moisés.
Num 8:5 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 8:6 «Aparta a los levitas del resto de los israelitas y purifícalos.
Num 8:7 Para esta purificación harás con ellos de la siguiente manera: los rociarás con agua lustral; se rasurarán ellos todo el cuerpo, lavarán sus vestidos y así quedarán purificados.
Num 8:8 Tomarán luego un novillo, con su correspondiente oblación de flor de harina amasada con aceite y tú tomarás otro novillo como sacrificio por el pecado.
Num 8:9 Mandarás que se acerquen los levitas a la Tienda del Encuentro y convocarás a toda la comunidad de los israelitas.
Num 8:10 Harás que se acerquen los levitas ante Yahveh, y los israelitas les impondrán las manos.
Num 8:11 Entonces Aarón presentará a los levitas como ofrenda mecida delante de Yahveh, de parte de los israelitas. Así quedarán destinados al servicio de Yahveh.
Num 8:12 Los levitas impondrán sus manos sobre la cabeza de los novillos y tú ofrecerás uno como sacrificio por el pecado y otro en holocausto a Yahveh para expiar por los levitas.
Num 8:13 Pondrás luego a los levitas delante de Aarón y de sus hijos y los presentarás como ofrenda mecida a Yahveh.
Num 8:14 Así separarás a los levitas del resto de los israelitas para que me pertenezcan.
Num 8:15 Después comenzarán los levitas a servir en la Tienda del Encuentro. Los purificarás y los presentarás como ofrenda mecida,
Num 8:16 porque son «donados», son donados a mí, de entre los israelitas, en lugar de todos los que abren el seno materno, de todos los primogénitos; los he tomado para mí de entre los demás israelitas.
Num 8:17 Porque míos son todos los primogénitos entre los israelitas, igual de hombres que de ganados: me los consagré el día que herí a todos los primogénitos en Egipto.
Num 8:18 Y tomé a los levitas para sustituir a todos los primogénitos de los israelitas.
Num 8:19 Yo cedo los levitas, como «donados», a Aarón y a sus hijos, de entre los israelitas, para que presten el servicio, en nombre de los israelitas, en la Tienda del Encuentro, y para expiar por los israelitas de manera que ningún israelita incurra en castigo por acercarse al Santuario.»
Num 8:20 Moisés y Aarón y toda la comunidad de los israelitas hicieron con los levitas conforme había mandado Yahveh a Moisés; así hicieron con ellos los israelitas.
Num 8:21 Los levitas se purificaron, lavaron sus vestidos, y Aarón los presentó como ofrenda mecida delante de Yahveh; y Aarón hizo expiación por ellos para purificarlos.
Num 8:22 Después de lo cual entraron los levitas a prestar servicio en la Tienda del Encuentro en presencia de Aarón y de sus hijos. Según había mandado Yahveh a Moisés acerca de los levitas, así hicieron con ellos.
Num 8:23 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 8:24 «Esto es lo referente a los levitas. De veinticinco años para arriba entrará al servicio de la Tienda del Encuentro,
Num 8:25 y desde los cincuenta años cesará en el servicio; no servirá ya más.
Num 8:26 Ayudará a sus hermanos en la Tienda del Encuentro en el desempeño de su ministerio, mas no prestará servicio. Así harás con los levitas en lo tocante a sus funciones.»

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Capítulo 9

9:1
Y HABLÓ el Altísimo á Moisés en el desierto de Sinaí, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, en el mes primero, diciendo:
9:2
Los hijos de Israel harán la pascua á su tiempo.
9:3
El décimocuarto día de este mes, entre las dos tardes, la haréis á su tiempo: conforme á todos sus ritos, y conforme á todas sus leyes la haréis.
9:4
Y habló Moisés á los hijos de Israel, para que hiciesen la pascua.
9:5
E hicieron la pascua en el mes primero, á los catorce días del mes, entre las dos tardes, en el desierto de Sinaí: conforme á todas las cosas que mandó el Altísimo á Moisés, así hicieron los hijos de Israel.
9:6
Y hubo algunos que estaban inmundos á causa de muerto, y no pudieron hacer la pascua aquel día; y llegaron delante de Moisés y delante de Aarón aquel día;
9:7
Y dijéronle aquellos hombres: Nosotros somos inmundos por causa de muerto; ¿por qué seremos impedidos de ofrecer ofrenda á el Altísimo á su tiempo entre los hijos de Israel?
9:8
Y Moisés les respondió: Esperad, y oiré qué mandará el Altísimo acerca de vosotros.
9:9
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
9:10
Habla á los hijos de Israel, diciendo: Cualquiera de vosotros ó de vuestras generaciones, que fuere inmundo por causa de muerto ó estuviere de viaje lejos, hará pascua á el Altísimo:
9:11
En el mes segundo, á los catorce días del mes, entre las dos tardes, la harán: con cenceñas y hierbas amargas la comerán;
9:12
No dejarán de él para la mañana, ni quebrarán hueso en él: conforme á todos los ritos de la pascua la harán.
9:13
Mas el que estuviere limpio, y no estuviere de viaje, si dejare de hacer la pascua, la tal persona será cortada de sus pueblos: por cuanto no ofreció á su tiempo la ofrenda de el Altísimo, el tal hombre llevará su pecado.
9:14
Y si morare con vosotros peregrino, é hiciere la pascua á el Altísimo, conforme al rito de la pascua y conforme á sus leyes así la hará: un mismo rito tendréis, así el peregrino como el natural de la tierra.
9:15
Y el día que el tabernáculo fué levantado, la nube cubrió el tabernáculo sobre la tienda del testimonio; y á la tarde había sobre el tabernáculo como una apariencia de fuego, hasta la mañana.
9:16
Así era continuamente: la nube lo cubría, y de noche la apariencia de fuego.
9:17
Y según que se alzaba la nube del tabernáculo, los hijos de Israel se partían: y en el lugar donde la nube paraba, allí alojaban los hijos de Israel.
9:18
Al mandato de el Altísimo los hijos de Israel se partían: y al mandato de el Altísimo asentaban el campo: todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, ellos estaban quedos.
9:19
Y cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza de el Altísimo y no partían.
9:20
Y cuando sucedía que la nube estaba sobre el tabernáculo pocos días, al dicho de el Altísimo alojaban, y al dicho de el Altísimo partían.
9:21
Y cuando era que la nube se detenía desde la tarde hasta la mañana, cuando á la mañana la nube se levantaba, ellos partían: ó si había estado el día, y á la noche la nube se levantaba, entonces partían.
9:22
O si dos días, ó un mes, ó un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo quedándose sobre él, los hijos de Israel se estaban acampados y no movían: mas cuando ella se alzaba, ellos movían.
9:23
Al dicho de el Altísimo asentaban, y al dicho de el Altísimo partían, guardando la ordenanza de el Altísimo, como lo había el Altísimo dicho por medio de Moisés.
Num 9:1 Habló Yahveh a Moisés, en el desierto del Sinaí, el año segundo de la salida de Egipto, el mes primero, y le dijo:
Num 9:2 «Que los israelitas celebren la Pascua a su tiempo.
Num 9:3 La celebrarán el día catorce de este mes, entre dos luces, al tiempo debido. La celebrarán según todos sus preceptos y normas.»
Num 9:4 Moisés dijo a los israelitas que celebraran la Pascua.
Num 9:5 La celebraron en el desierto del Sinaí, el primer mes, el día catorce del mes, entre dos luces. Según había mandado Yahveh a Moisés lo hicieron los israelitas.
Num 9:6 Pero sucedió que algunos hombres estaban impuros por contacto de cadáver humano y no podían celebrar la Pascua aquel día. Se presentaron a Moisés y Aarón el mismo día
Num 9:7 y les dijeron: «Estamos impuros por contacto de cadáver humano. ¿Por qué hemos de quedar excluidos de presentar la ofrenda a Yahveh a su tiempo con los demás israelitas?»
Num 9:8 Moisés les respondió: «Esperad, que voy a consultar lo que os manda Yahveh.»
Num 9:9 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 9:10 «Diles a los israelitas: Si uno de vosotros o de vuestros descendientes está impuro por cadáver, o está de viaje en tierra lejana, también celebrará la Pascua en honor de Yahveh.
Num 9:11 La celebrarán el mes segundo, el día catorce, entre dos luces. La comerán con panes ázimos y hierbas amargas.
Num 9:12 No dejarán nada para la mañana, ni le quebrantarán ningún hueso. Según todo el ritual de la Pascua la celebrarán.
Num 9:13 Pero el que, encontrándose puro y no habiendo estado de viaje, deje de celebrar la Pascua, ese tal será extirpado de su pueblo. Ese hombre cargará con su pecado, por no haber presentado la ofrenda a Yahveh a su tiempo.
Num 9:14 Y si un forastero reside entre vosotros y celebra la Pascua en honor de Yahveh, la celebrará según los preceptos y normas de la Pascua. Uno mismo será el ritual para vosotros, tanto para el forastero como para el nativo del país.»
Num 9:15 El día en que se erigió la Morada, la Nube cubrió la Morada, la Tienda del Testimonio. Por la tarde se quedaba sobre la Morada, con aspecto de fuego, hasta la mañana.
Num 9:16 Así sucedía permanentemente: la Nube la cubría y por la noche tenía aspecto de fuego.
Num 9:17 Cuando se levantaba la Nube de encima de la Tienda, los israelitas levantaban el campamento, y en el lugar en que se paraba la Nube, acampaban los israelitas.
Num 9:18 A la orden de Yahveh partían los israelitas y a la orden de Yahveh acampaban. Quedaban acampados todos los días que la Nube estaba parada sobre la Morada.
Num 9:19 Si se detenía la Nube muchos días sobre la Morada, los israelitas cumplían con el culto de Yahveh y no partían.
Num 9:20 En cambio, si la Nube estaba sobre la Morada pocos días, a la orden de Yahveh acampaban y a la orden de Yahveh partían.
Num 9:21 Si la Nube estaba sobre la Morada sólo de la noche a la mañana, y por la mañana se alzaba, ellos partían. Si estaba un día y una noche y luego se elevaba, partían.
Num 9:22 Si, en cambio, se detenía sobre la Morada dos días, o un mes, o un año, reposando sobre ella, los israelitas se quedaban en el campamento y no partían; pero en cuanto se elevaba, partían.
Num 9:23 A la orden de Yahveh acampaban y a la orden de Yahveh movían el campamento. Rendían culto a Yahveh, según la orden de Yahveh transmitida por Moisés.

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Capítulo 10

10:1
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
10:2
Hazte dos trompetas de plata; de obra de martillo las harás, las cuales te servirán para convocar la congregación, y para hacer mover el campo.
10:3
Y cuando las tocaren, toda la congregación se juntará á ti á la puerta del tabernáculo del testimonio.
10:4
Mas cuando tocaren sólo la una, entonces se congregarán á ti los príncipes, las cabezas de los millares de Israel.
10:5
Y cuando tocareis alarma, entonces moverán el campo de los que están alojados al oriente.
10:6
Y cuando tocareis alarma la segunda vez, entonces moverán el campo de los que están alojados al mediodía: alarma tocarán á sus partidas.
10:7
Empero cuando hubiereis de juntar la congregación, tocaréis, mas no con sonido de alarma.
10:8
Y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tocarán las trompetas; y las tendréis por estatuto perpetuo por vuestras generaciones.
10:9
Y cuando viniereis á la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os molestare, tocaréis alarma con las trompetas: y seréis en memoria delante de el Altísimo vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.
10:10
Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de vuestras paces, y os serán por memoria delante de vuestro Dios: Yo el Altísimo vuestro Dios.
10:11
Y fué en el año segundo, en el mes segundo, á los veinte del mes, que la nube se alzó del tabernáculo del testimonio.
10:12
Y movieron los hijos de Israel por sus partidas del desierto de Sinaí; y paró la nube en el desierto de Parán.
10:13
Y movieron la primera vez al dicho de el Altísimo por mano de Moisés.
10:14
Y la bandera del campo de los hijos de Judá comenzó á marchar primero, por sus escuadrones: y Naasón, hijo de Aminadab, era sobre su ejército.
10:15
Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Issachâr, Nathanael hijo de Suar.
10:16
Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Zabulón, Eliab hijo de Helón.
10:17
Y después que estaba ya desarmado el tabernáculo, movieron los hijos de Gersón y los hijos de Merari, que lo llevaban.
10:18
Luego comenzó á marchar la bandera del campo de Rubén por sus escuadrones: y Elisur, hijo de Sedeur, era sobre su ejército.
10:19
Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Simeón, Selumiel hijo de Zurisaddai.
10:20
Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Gad, Eliasaph hijo de Dehuel.
10:21
Luego comenzaron á marchar los Coathitas llevando el santuario; y entre tanto que ellos llegaban, los otros acondicionaron el tabernáculo.
10:22
Después comenzó á marchar la bandera del campo de los hijos de Ephraim por sus escuadrones: y Elisama, hijo de Ammiud, era sobre su ejército.
10:23
Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Manasés, Gamaliel hijo de Pedasur.
10:24
Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Benjamín, Abidán hijo de Gedeón.
10:25
Luego comenzó á marchar la bandera del campo de los hijos de Dan por sus escuadrones, recogiendo todos los campos: y Ahiezer, hijo de Ammisaddai, era sobre su ejército.
10:26
Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Aser, Pagiel hijo de Ocrán.
10:27
Y sobre el ejército de la tribu de los hijos de Nephtalí, Ahira hijo de Enán.
10:28
Estas son las partidas de los hijos de Israel por sus ejércitos, cuando se movían.
10:29
Entonces dijo Moisés á Hobab, hijo de Ragüel Madianita, su suegro: Nosotros nos partimos para el lugar del cual el Altísimo ha dicho: Yo os lo daré. Ven con nosotros, y te haremos bien: porque el Altísimo ha hablado bien respecto á Israel.
10:30
Y él le respondió: Yo no iré, sino que me marcharé á mi tierra y á mi parentela.
10:31
Y él le dijo: Ruégote que no nos dejes; porque tú sabes nuestros alojamientos en el desierto, y nos serás en lugar de ojos.
10:32
Y será, que si vinieres con nosotros, cuando tuviéremos el bien que el Altísimo nos ha de hacer, nosotros te haremos bien.
10:33
Así partieron del monte de el Altísimo, camino de tres días; y el arca de la alianza de el Altísimo fué delante de ellos camino de tres días, buscándoles lugar de descanso.
10:34
Y la nube de el Altísimo iba sobre ellos de día, desde que partieron del campo.
10:35
Y fué, que en moviendo el arca, Moisés decía: Levántate, el Altísimo, y sean disipados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.
10:36
Y cuando ella asentaba, decía: Vuelve, el Altísimo, á los millares de millares de Israel.
Num 10:1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 10:2 «Hazte dos trompetas: las harás de plata maciza. Te servirán para convocar a la comunidad y dar la señal de mover el campamento.
Num 10:3 Cuando suenen las dos, se reunirá junto a ti toda la comunidad, a la entrada de la Tienda del Encuentro.
Num 10:4 Pero cuando suene una sola, se reunirán contigo los principales, jefes de millares de Israel.
Num 10:5 Cuando toquéis a clamoreo, partirán los que acampan a oriente.
Num 10:6 Cuando toquéis a clamoreo por segunda vez, partirán los campamentos que acampan al mediodía, Tocaréis a clamoreo para partir;
Num 10:7 en cambio, para congregar la asamblea, tocaréis sin clamoreo.
Num 10:8 Los hijos de Aarón, los sacerdotes, serán los que toquen las trompetas: este serán un decreto perpetuo para vosotros y para vuestra descendencia.
Num 10:9 Cuando, ya en vuestra tierra, partáis para el combate contra un enemigo que os oprime, tocaréis las trompetas a clamoreo; así se acordará Yahveh, vuestro Dios, de vosotros, y seréis librados de vuestros enemigos.
Num 10:10 En vuestros días de fiesta, solemnidades, neomenias, tocaréis las trompetas durante vuestros holocaustos y sacrificios de comunión. Así haréis que vuestro Dios se acuerde de vosotros. Yo, Yahveh, vuestro Dios.»
Num 10:11 El año segundo, el mes segundo, el día veinte del mes, se levantó la Nube de encima de la Morada del Testimonio,
Num 10:12 y los israelitas partieron, en orden de marcha, del desierto del Sinaí. La nube se detuvo en el desierto de Parán.
Num 10:13 Partieron en vanguardia según la orden que Yahveh había dado a Moisés:
Num 10:14 la bandera del campamento de los hijos de Judá en primer lugar, por cuerpos de ejército. Al frente de su tropa, iba Najsón, hijo de Aminadab;
Num 10:15 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Isacar, Natanael, hijo de Suar;
Num 10:16 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de Jelón.
Num 10:17 Entonces fue desmontada la Morada y partieron los hijos de Guerson y los hijos de Merarí, llevando la Morada.
Num 10:18 Partió luego la bandera del campamento de Rubén, por cuerpos de ejército: al frente de su tropa iba Elisur, hijo de Sedeur;
Num 10:19 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Simeón, Selumiel, hijo de Surisadday;
Num 10:20 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Gad, Elyasaf, hijo de Reuel.
Num 10:21 Entonces partieron los quehatitas, que llevaban el santuario (la Morada se montaba antes de que llegaran).
Num 10:22 Partió luego la bandera del campamento de los hijos de Efraím, por cuerpos de ejército; al frente de su tropa iba Elisamá, hijo de Ammihud.
Num 10:23 Al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Manasés, Gamaliel, hijo de Pedahsur;
Num 10:24 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní.
Num 10:25 Luego, cerrando la marcha de todos los campamentos, partió la bandera del campamento de los hijos de Dan, por cuerpos de ejército. Al frente de su tropa iba Ajiézer, hijo de Ammisadday;
Num 10:26 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Aser, Paguiel, hijo de Okrán;
Num 10:27 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Neftalí, Ajirá, hijo de Enán.
Num 10:28 Este fue el orden de marcha de los israelitas, repartidos en cuerpos de ejército. Y así partieron.
Num 10:29 Dijo Moisés a Jobab, hijo de Reuel el madianita, suegro de Moisés: «Nosotros partimos para el lugar del que ha dicho Yahveh: Os lo daré. Ven con nosotros y te trataremos bien, porque Yahveh ha prometido bienestar a Israel.»
Num 10:30 El respondió: «No iré, sino que me volveré a mi tierra y a mi parentela.»
Num 10:31 Moisés insistió: «Por favor, no os dejes; tú conoces los sitios donde acampar en el desierto; tú serás nuestros ojos.
Num 10:32 Si vienes con nosotros, te haremos partícipe del bienestar con que Yahveh nos va a favorecer.»
Num 10:33 Partieron del monte de Yahveh para hacer tres jornadas. El arca de la alianza de Yahveh iba delante de ellos los tres días de camino, buscándoles donde hacer alto.
Num 10:34 La Nube de Yahveh iba de día sobre ellos, desde que dejaron el campamento.
Num 10:35 Cuando partía el arca, decía Moisés: «Levántate, Yahveh, que tus enemigos se dispersen, huyan delante de ti los que te odian.»
Num 10:36 Y cuando se detenía, decía: «Vuelve, Yahveh, a las miríadas de Israel.»

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Capítulo 11

11:1

(Num 11:1) El pueblo profería quejas amargas a los oídos de Yahveh, y Yahveh lo oyó. Se encendió su ira y ardió un fuego de Yahveh entre ellos y devoró un extremo del campamento.

(Num 11:2) El pueblo clamó a Moisés y Moisés intercedió ante Yahveh, y el fuego se apagó.

(Num 11:3) Por eso se llamó aquel lugar Taberá, porque había ardido contra ellos el fuego de Yahveh.

(Num 11:4) La chusma que se había mezclado al pueblo se dejó llevar de su apetito. También los israelitas volvieron a sus llantos diciendo: «¿Quién nos dará carne para comer?

(Num 11:5) ¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, y de los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos!

(Num 11:6) En cambio ahora tenemos el alma seca. No hay de nada. Nuestros ojos no ven más que el maná.»

(Num 11:7) El maná era como la semilla del cilantro; su aspecto era como el del bedelio.

(Num 11:8) El pueblo se desparramaba para recogerlo; lo molían en la muela o lo majaban en el mortero; luego lo cocían en la olla y hacían con él tortas. Su sabor era parecido al de una torta de aceite.

(Num 11:9) Cuando, por la noche, caía el rocío sobre el campamento, caía también sobre él el maná.

(Num 11:10) Moisés oyó llorar al pueblo, cada uno en su familia, a la puerta de su tienda. Se irritó mucho la ira de Yahveh. A Moisés le pareció mal,

(Num 11:11) y le dijo a Yahveh: «¿Por qué tratas mal a tu siervo? ¿Por qué no he hallado gracia a tus ojos, para que hayas echado sobre mí la carga de todo este pueblo?

(Num 11:12) ¿Acaso he sido yo el que ha concebido a todo este pueblo y lo ha dado a luz, para que me digas: "Llévalo en tu regazo, como lleva la nodriza al niño de pecho, hasta la tierra que prometí con juramento a sus padres?"

(Num 11:13) ¿De dónde voy a sacar carne para dársela a todo este pueblo, que me llora diciendo: Danos carne para comer?

(Num 11:14) No puedo cargar yo solo con todo este pueblo: es demasiado pesado para mí.

(Num 11:15) Si vas a tratarme así, mátame, por favor, si he hallado gracia a tus ojos, para que no vea más mi desventura.»

(Num 11:16) Yahveh respondió a Moisés: «Reúneme setenta ancianos de Israel, de los que sabes que son ancianos y escribas del pueblo. Llévalos a la Tienda del Encuentro y que estén allí contigo.

(Num 11:17) Yo bajaré a hablar contigo; tomaré parte del espíritu que hay en ti y lo pondré en ellos, para que lleven contigo la carga del pueblo y no la tengas que llevar tú solo.

(Num 11:18) «Y al pueblo le dirás: Santificaos para mañana, que vais a comer carne, ya que os habéis lamentado a oídos de Yahveh, diciendo: "¿Quién nos dará carne para comer? Mejor nos iba en Egipto." Pues Yahveh os va a dar carne, y comeréis.

(Num 11:19) No un día, ni dos, ni cinco, ni diez ni veinte la comeréis,

(Num 11:20) sino un mes entero, hasta que os salga por las narices y os dé náuseas, pues habéis rechazado a Yahveh, que está en medio de vosotros, y os habéis lamentado en su presencia, diciendo: ¿Por qué salimos de Egipto?»

(Num 11:21) Moisés respondió: «El pueblo en que estoy cuenta 600.000. de a pie, ¿y tú dices que les darás carne para comer un mes entero?

(Num 11:22) Aunque se mataran para ellos rebaños de ovejas y bueyes, ¿bastaría acaso? Aunque se juntaran todos los peces del mar ¿habría suficiente?»

(Num 11:23) Pero Yahveh respondió a Moisés: «¿Es acaso corta la mano de Yahveh? Ahora vas a ver si vale mi palabra o no.»

(Num 11:24) Salió Moisés y transmitió al pueblo las palabras de Yahveh. Luego reunió a setenta ancianos del pueblo y los puso alrededor de la Tienda.

(Num 11:25) Bajó Yahveh en la Nube y le habló. Luego tomó algo del espíritu que había en él y se lo dio a los setenta ancianos. Y en cuanto reposó sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, pero ya no volvieron a hacerlo más.

(Num 11:26) Habían quedado en el campamento dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad. Reposó también sobre ellos el espíritu, pues aunque no habían salido a la Tienda, eran de los designados. Y profetizaban en el campamento.

(Num 11:27) Un muchacho corrió a anunciar a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento.»

(Num 11:28) Josué, hijo de Nun, que estaba al servicio de Moisés desde su mocedad, respondió y dijo: «Mi señor Moisés, prohíbeselo.»

(Num 11:29) Le respondió Moisés: «¿Es que estás tú celoso por mí? ¡Quién me diera que todo el pueblo de Yahveh profetizara porque Yahveh les daba su espíritu!»

(Num 11:30) Luego Moisés volvió al campamento con los ancianos de Israel.

(Num 11:31) Se alzó un viento, enviado por Yahveh, que hizo pasar codornices del lado del mar, y las extendió sobre el campamento, en una extensión de una jornada de camino a uno y otro lado alrededor del campamento, y a una altura de dos codos por encima del suelo.

(Num 11:32) El pueblo se dedicó todo aquel día y toda la noche y todo el día siguiente a capturar las codornices. El que menos, reunió diez modios, y las tendieron alrededor del campamento.

(Num 11:33) Y todavía tenían la carne entre los dientes, todavía la estaban masticando, cuando se encendió la ira de Yahveh contra el pueblo, y lo hirió Yahveh con una plaga muy grande.

(Num 11:34) Se llamó a aquel lugar Quibrot Hattaavá, porque allí sepultaron a la muchedumbre de glotones.

(Num 11:35) De Quibrot Hattaavá partió el pueblo hacia Jaserot, y acamparon en Jaserot.

 Num 11:1 El pueblo profería quejas amargas a los oídos de Yahveh, y Yahveh lo oyó. Se encendió su ira y ardió un fuego de Yahveh entre ellos y devoró un extremo del campamento.
Num 11:2 El pueblo clamó a Moisés y Moisés intercedió ante Yahveh, y el fuego se apagó.
Num 11:3 Por eso se llamó aquel lugar Taberá, porque había ardido contra ellos el fuego de Yahveh.
Num 11:4 La chusma que se había mezclado al pueblo se dejó llevar de su apetito. También los israelitas volvieron a sus llantos diciendo: «¿Quién nos dará carne para comer?
Num 11:5 ¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, y de los pepinos, melones, puerros, cebollas y ajos!
Num 11:6 En cambio ahora tenemos el alma seca. No hay de nada. Nuestros ojos no ven más que el maná.»
Num 11:7 El maná era como la semilla del cilantro; su aspecto era como el del bedelio.
Num 11:8 El pueblo se desparramaba para recogerlo; lo molían en la muela o lo majaban en el mortero; luego lo cocían en la olla y hacían con él tortas. Su sabor era parecido al de una torta de aceite.
Num 11:9 Cuando, por la noche, caía el rocío sobre el campamento, caía también sobre él el maná.
Num 11:10 Moisés oyó llorar al pueblo, cada uno en su familia, a la puerta de su tienda. Se irritó mucho la ira de Yahveh. A Moisés le pareció mal,
Num 11:11 y le dijo a Yahveh: «¿Por qué tratas mal a tu siervo? ¿Por qué no he hallado gracia a tus ojos, para que hayas echado sobre mí la carga de todo este pueblo?
Num 11:12 ¿Acaso he sido yo el que ha concebido a todo este pueblo y lo ha dado a luz, para que me digas: "Llévalo en tu regazo, como lleva la nodriza al niño de pecho, hasta la tierra que prometí con juramento a sus padres?"
Num 11:13 ¿De dónde voy a sacar carne para dársela a todo este pueblo, que me llora diciendo: Danos carne para comer?
Num 11:14 No puedo cargar yo solo con todo este pueblo: es demasiado pesado para mí.
Num 11:15 Si vas a tratarme así, mátame, por favor, si he hallado gracia a tus ojos, para que no vea más mi desventura.»
Num 11:16 Yahveh respondió a Moisés: «Reúneme setenta ancianos de Israel, de los que sabes que son ancianos y escribas del pueblo. Llévalos a la Tienda del Encuentro y que estén allí contigo.
Num 11:17 Yo bajaré a hablar contigo; tomaré parte del espíritu que hay en ti y lo pondré en ellos, para que lleven contigo la carga del pueblo y no la tengas que llevar tú solo.
Num 11:18 «Y al pueblo le dirás: Santificaos para mañana, que vais a comer carne, ya que os habéis lamentado a oídos de Yahveh, diciendo: "¿Quién nos dará carne para comer? Mejor nos iba en Egipto." Pues Yahveh os va a dar carne, y comeréis.
Num 11:19 No un día, ni dos, ni cinco, ni diez ni veinte la comeréis,
Num 11:20 sino un mes entero, hasta que os salga por las narices y os dé náuseas, pues habéis rechazado a Yahveh, que está en medio de vosotros, y os habéis lamentado en su presencia, diciendo: ¿Por qué salimos de Egipto?»
Num 11:21 Moisés respondió: «El pueblo en que estoy cuenta 600.000. de a pie, ¿y tú dices que les darás carne para comer un mes entero?
Num 11:22 Aunque se mataran para ellos rebaños de ovejas y bueyes, ¿bastaría acaso? Aunque se juntaran todos los peces del mar ¿habría suficiente?»
Num 11:23 Pero Yahveh respondió a Moisés: «¿Es acaso corta la mano de Yahveh? Ahora vas a ver si vale mi palabra o no.»
Num 11:24 Salió Moisés y transmitió al pueblo las palabras de Yahveh. Luego reunió a setenta ancianos del pueblo y los puso alrededor de la Tienda.
Num 11:25 Bajó Yahveh en la Nube y le habló. Luego tomó algo del espíritu que había en él y se lo dio a los setenta ancianos. Y en cuanto reposó sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, pero ya no volvieron a hacerlo más.
Num 11:26 Habían quedado en el campamento dos hombres, uno llamado Eldad y el otro Medad. Reposó también sobre ellos el espíritu, pues aunque no habían salido a la Tienda, eran de los designados. Y profetizaban en el campamento.
Num 11:27 Un muchacho corrió a anunciar a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento.»
Num 11:28 Josué, hijo de Nun, que estaba al servicio de Moisés desde su mocedad, respondió y dijo: «Mi señor Moisés, prohíbeselo.»
Num 11:29 Le respondió Moisés: «¿Es que estás tú celoso por mí? ¡Quién me diera que todo el pueblo de Yahveh profetizara porque Yahveh les daba su espíritu!»
Num 11:30 Luego Moisés volvió al campamento con los ancianos de Israel.
Num 11:31 Se alzó un viento, enviado por Yahveh, que hizo pasar codornices del lado del mar, y las extendió sobre el campamento, en una extensión de una jornada de camino a uno y otro lado alrededor del campamento, y a una altura de dos codos por encima del suelo.
Num 11:32 El pueblo se dedicó todo aquel día y toda la noche y todo el día siguiente a capturar las codornices. El que menos, reunió diez modios, y las tendieron alrededor del campamento.
Num 11:33 Y todavía tenían la carne entre los dientes, todavía la estaban masticando, cuando se encendió la ira de Yahveh contra el pueblo, y lo hirió Yahveh con una plaga muy grande.
Num 11:34 Se llamó a aquel lugar Quibrot Hattaavá, porque allí sepultaron a la muchedumbre de glotones.
Num 11:35 De Quibrot Hattaavá partió el pueblo hacia Jaserot, y acamparon en Jaserot.


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Capítulo 12

12:1
Y HABLARON María y Aarón contra Moisés á causa de la mujer Ethiope que había tomado: porque él había tomado mujer Ethiope.
12:2
Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado el Altísimo? ¿no ha hablado también por nosotros? Y oyólo el Altísimo.
12:3
Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra,
12:4
Y luego dijo el Altísimo á Moisés, y á Aarón, y á María: Salid vosotros tres al tabernáculo del testimonio. Y salieron ellos tres.
12:5
Entonces el Altísimo descendió en la columna de la nube, y púsose á la la puerta del tabernáculo, y llamó á Aarón y á María; y salieron ellos ambos.
12:6
Y él les dijo: Oid ahora mis palabras: si tuviereis profeta de el Altísimo, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.
12:7
No así á mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa:
12:8
Boca á boca hablaré con él, y á las claras, y no por figuras; y verá la apariencia de el Altísimo: ¿por qué pues no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?
12:9
Entonces el furor de el Altísimo se encendió en ellos; y fuése.
12:10
Y la nube se apartó del tabernáculo: y he aquí que María era leprosa como la nieve; y miró Aarón á María, y he aquí que estaba leprosa.
12:11
Y dijo Aarón á Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas ahora sobre nosotros pecado; porque locamente lo hemos hecho, y hemos pecado.
12:12
No sea ella ahora como el que sale muerto del vientre de su madre, consumida la mitad de su carne.
12:13
Entonces Moisés clamó á el Altísimo, diciendo: Ruégote, oh Dios, que la sanes ahora.
12:14
Respondió el Altísimo á Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su cara, ¿no se avergonzaría por siete días?: sea echada fuera del real por siete días, y después se reunirá.
12:15
Así María fué echada del real siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se le reunió María.
12:16
(13-1) Y DESPUÉS movió el pueblo de Haseroth, y asentaron el campo en el desierto de Parán.
Num 12:1 María y Aarón murmuraron contra Moisés por causa de la mujer kusita que había tomado por esposa: por haberse casado con una kusita.
Num 12:2 Decían: «¿Es que Yahveh no ha hablado más que con Moisés? ¿No ha hablado también con nosotros?» Y Yahveh lo oyó.
Num 12:3 Moisés era un hombre muy humilde, más que hombre alguno sobre la haz de la tierra.
Num 12:4 De improviso, Yahveh dijo a Moisés, a Aarón y a María: «Salid los tres a la Tienda del Encuentro.» Y salieron los tres.
Num 12:5 Bajó Yahveh en la columna de Nube y se quedó a la puerta de la Tienda. Llamó a Aarón y a María y se adelantaron los dos.
Num 12:6 Dijo Yahveh: «Escuchad mis palabras: Si hay entre vosotros un profeta, en visión me revelo a él, y hablo con él en sueños.
Num 12:7 No así con mi siervo Moisés: él es de toda confianza en mi casa;
Num 12:8 boca a boca hablo con él, abiertamente y no enigmas, y contempla la imagen de Yahveh. ¿Por qué, pues, habéis osado hablar contra mi siervo Moisés?»
Num 12:9 Y se encendió la ira de Yahveh contra ellos. Cuando se marchó,
Num 12:10 y la Nube se retiró de encima de la Tienda, he aquí que María estaba leprosa, blanca como la nieve. Aarón se volvió hacia María y vio que estaba leprosa.
Num 12:11 Y dijo Aarón a Moisés: «Perdón, Señor mío, no cargues sobre nosotros el pecado que neciamente hemos cometido.
Num 12:12 Por favor, que no sea ella como quien nace muerto del seno de su madre, con la carne medio consumida.»
Num 12:13 Moisés clamó a Yahveh diciendo: «Oh Dios, cúrala, por favor.»
Num 12:14 Yahveh respondió a Moisés: «Si tu padre le hubiera escupido al rostro, ¿no tendría que pasar siete días de vergüenza? Que quede siete días fuera del campamento y luego sea admitida otra vez.
Num 12:15 María quedó siete días excluida del campamento. Pero el pueblo no partió hasta que ella se reintegró.
Num 12:16 Después el pueblo partió de Jaserot y acamparon en el desierto de Parán.

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Capítulo 13

13:1
(13-2) Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
13:2
(13-3) Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy á los hijos de Israel: de cada tribu de sus padres enviaréis un varón, cada uno príncipe entre ellos.
13:3
(13-4) Y Moisés los envío desde el desierto de Parán, conforme á la palabra de el Altísimo: y todos aquellos varones eran príncipes de los hijos de Israel.
13:4
(13-5) Los nombres de los cuales son estos: De la tribu de Rubén, Sammua hijo de Zaccur.
13:5
(13-6) De la tribu de Simeón, Saphat hijo de Huri.
13:6
(13-7) De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jephone.
13:7
(13-8) De la tribu de Issachâr, Igal hijo de Joseph.
13:8
(13-9) De la tribu de Ephraim, Oseas hijo de Nun.
13:9
(13-10) De la tribu de Benjamín, Palti hijo de Raphu.
13:10
(13-11) De la tribu de Zabulón, Gaddiel hijo de Sodi.
13:11
(13-12) De la tribu de José, de la tribu de Manasés, Gaddi hijo de Susi.
13:12
(13-13) De la tribu de Dan, Ammiel hijo de Gemalli.
13:13
(13-14) De la tribu de Aser, Sethur hijo de Michâel.
13:14
(13-15) De la tribu de Nephtalí, Nahabí hijo de Vapsi.
13:15
(13-16) De la tribu de Gad, Gehuel hijo de Machî.
13:16
(13-17) Estos son los nombres de los varones que Moisés envió á reconocer la tierra: y á Oseas hijo de Nun, le puso Moisés el nombre de Josué.
13:17
(13-18) Enviólos, pues, Moisés á reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid por aquí, por el mediodía, y subid al monte:
13:18
(13-19) Y observad la tierra qué tal es; y el pueblo que la habita, si es fuerte ó débil, si poco ó numeroso;
13:19
(13-20) Qué tal la tierra habitada, si es buena ó mala; y qué tales son las ciudades habitadas, si de tiendas ó de fortalezas;
13:20
(13-21) Y cuál sea el terreno, si es pingüe ó flaco, si en él hay ó no árboles: y esforzaos, y coged del fruto del país. Y el tiempo era el tiempo de las primeras uvas.
13:21
(13-22) Y ellos subieron, y reconocieron la tierra desde el desierto de Zin hasta Rehob, entrando en Emath.
13:22
(13-23) Y subieron por el mediodía, y vinieron hasta Hebrón: y allí estaban Aimán, y Sesai, y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fué edificada siete años antes de Zoán, la de Egipto.
13:23
(13-24) Y llegaron hasta el arroyo de Escol, y de allí cortaron un sarmiento con un racimo de uvas, el cual trejeron dos en un palo, y de las granadas y de los higos.
13:24
(13-25) Y llamóse aquel lugar Nahal-escol por el racimo que cortaron de allí los hijos de Israel.
13:25
(13-26) Y volvieron de reconocer la tierra al cabo de cuarenta días.
13:26
(13-27) Y anduvieron y vinieron á Moisés y á Aarón, y á toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y diéronles la respuesta, y á toda la congregación, y les mostraron el fruto de la tierra.
13:27
(13-28) Y le contaron, y dijeron: Nosotros llegamos á la tierra á la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella.
13:28
(13-29) Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fuertes; y también vimos allí los hijos de Anac.
13:29
(13-30) Amalec habita la tierra del mediodía; y el Hetheo, y el Jebuseo, y el Amorrheo, habitan en el monte; y el Cananeo habita junto á la mar, y á la ribera del Jordán.
13:30
(13-31) Entonces Caleb hizo callar el pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y poseámosla; que más podremos que ella.
13:31
(13-32) Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo; porque es más fuerte que nosotros.
13:32
(13-33) y vituperaron entre los hijos de Israel la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga á sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella, son hombres de grande estatura.
13:33
(13-34) También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes: y éramos nosotros, á nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos á ellos.
Num 13:1 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 13:2 «Envía algunos hombres, uno por cada tribu paterna, para que exploren la tierra de Canaán que voy a dar a los israelitas. Que sean todos principales entre ellos.»
Num 13:3 Los envió Moisés, según la orden de Yahveh, desde el desierto de Parán: todos ellos eran jefes de los israelitas.
Num 13:4 Sus nombres eran éstos: por la tribu de Rubén, Sammúa, hijo de Zakkur;
Num 13:5 por la tribu de Simeón, Safat, hijo de Jorí;
Num 13:6 por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Yefunné;
Num 13:7 por la tribu de Isacar, Yigal, hijo de José;
Num 13:8 por la tribu de Efraím, Hosea, hijo de Nun;
Num 13:9 por la tribu de Benjamín, Paltí, hijo de Rafú;
Num 13:10 por la tribu de Zabulón, Gaddiel, hijo de Sodí;
Num 13:11 por la tribu de José: por la tribu de Manasés, Gaddí, hijo de Susí;
Num 13:12 por la tribu de Dan, Ammiel, hijo de Guemalí;
Num 13:13 por la tribu de Aser, Setur, hijo de Miguel;
Num 13:14 por la tribu de Neftalí, Najbí, hijo de Vafsí;
Num 13:15 por la tribu de Gad, Gueuel, hijo de Makí.
Num 13:16 Esos son los nombres de los que envió Moisés a explorar el país. Pero a Hosea, hijo de Nun, Moisés le llamo Josué.
Num 13:17 Moisés los envió a explorar el país de Canaán, y les dijo: «Subid ahí al Négueb y después subiréis a la montaña.
Num 13:18 Reconoced el país, a ver qué tal es, y el pueblo que lo habita, si es fuerte o débil, escaso o numeroso;
Num 13:19 y qué tal es el país en que viven, bueno o malo; cómo son las ciudades en que habitan, abiertas o fortificadas;
Num 13:20 y cómo es la tierra, fértil o pobre, si tiene árboles o no. Tened valor y traed algunos productos del país.» Era el tiempo de las primeras uvas.
Num 13:21 Subieron y exploraron el país, desde el desierto de Sin hasta Rejob, a la Entrada de Jamat.
Num 13:22 Subieron por el Négueb y llegaron hasta Hebrón, donde residían Ajimán, Sesay y Talmay, los descendientes de Anaq. Hebrón había sido fundada siete años antes que Tanis de Egipto.
Num 13:23 Llegaron al Valle de Eskol y cortaron allí un sarmiento con un racimo de uva, que transportaron con una pértiga entre dos, y también granadas e higos.
Num 13:24 Al lugar aquél se le llamó Valle de Eskol, por el racimo que cortaron allí los israelitas.
Num 13:25 Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar la tierra.
Num 13:26 Fueron y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los israelitas, en el desierto de Parán, en Cadés. Les hicieron una relación a ellos y a toda la comunidad, y les mostraron los productos del país.
Num 13:27 Les contaron lo siguiente: «Fuimos al país al que nos enviaste, y en verdad que mana leche y miel; éstos son sus productos.
Num 13:28 Sólo que el pueblo que habita en el país es poderoso; las ciudades, fortificadas y muy grandes; hasta hemos visto allí descendientes de Anaq.
Num 13:29 El amalecita ocupa la región del Négueb; el hitita, el amorreo y el jebuseo ocupan la montaña; el cananeo, la orilla del mar y la ribera del Jordán.»
Num 13:30 Caleb acalló al pueblo delante de Moisés, diciendo: «Subamos, y conquistaremos el país, porque sin duda podremos con él.»
Num 13:31 Pero los hombres que habían ido con él dijeron: «No podemos subir contra ese pueblo, porque es más fuerte que nosotros.»
Num 13:32 Y empezaron a hablar mal a los israelitas del país que habían explorado, diciendo: «El país que hemos recorrido y explorado es un país que devora a sus propios habitantes. Toda la gente que hemos visto allí es gente alta.
Num 13:33 Hemos visto también gigantes, hijos de Anaq, de la raza de los gigantes. Nosotros nos teníamos ante ellos como saltamontes, y eso mismo les parecíamos a ellos.»

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Capítulo 14

14:1
ENTONCES toda la congregación alzaron grita, y dieron voces: y el pueblo lloró aquella noche.
14:2
Y quejáronse contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y díjoles toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; ó en este desierto ojalá muriéramos!
14:3
¿Y por qué nos trae el Altísimo á esta tierra para caer á cuchillo y que nuestras mujeres y nuestros chiquitos sean por presa? ¿no nos sería mejor volvernos á Egipto?
14:4
Y decían el uno al otro: Hagamos un capitán, y volvámonos á Egipto.
14:5
Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel.
14:6
Y Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jephone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos;
14:7
Y hablaron á toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena.
14:8
Si el Altísimo se agradare de nosotros, él nos meterá en esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.
14:9
Por tanto, no seáis rebeldes contra el Altísimo, ni temáis al pueblo de aquesta tierra, porque nuestro pan son: su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está el Altísimo: no los temáis.
14:10
Entonces toda la multitud habló de apedrearlos con piedras. Mas la gloria de el Altísimo se mostró en el tabernáculo del testimonio á todos los hijos de Israel.
14:11
Y el Altísimo dijo á Moisés: ¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo? ¿hasta cuándo no me ha de creer con todas las señales que he hecho en medio de ellos?.
14:12
Yo le heriré de mortandad, y lo destruiré, y á ti te pondré sobre gente grande y más fuerte que ellos.
14:13
Y Moisés respondió á el Altísimo: Oiránlo luego los Egipcios, porque de en medio de ellos sacaste á este pueblo con tu fortaleza:
14:14
Y lo dirán á los habitadores de esta tierra; los cuales han oído que tú, oh el Altísimo, estabas en medio de este pueblo, que ojo á ojo aparecías tú, oh el Altísimo, y que tu nube estaba sobre ellos, y que de día ibas delante de ellos en columna de nube, y de noche en columna de fuego:
14:15
Y que has hecho morir á este pueblo como á un hombre: y las gentes que hubieren oído tu fama hablarán, diciendo:
14:16
Porque no pudo el Altísimo meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto.
14:17
Ahora, pues, yo te ruego que sea magnificada la fortaleza del Señor, como lo hablaste, diciendo:
14:18
el Altísimo, tardo de ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, y absolviendo no absolverá al culpado; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.
14:19
Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, y como has perdonado á este pueblo desde Egipto hasta aquí.
14:20
Entonces el Altísimo dijo: Yo lo he perdonado conforme á tu dicho:
14:21
Mas, ciertamente vivo yo y mi gloria hinche toda la tierra,
14:22
Que todos los que vieron mi gloria y mis señales que he hecho en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya diez veces, y no han oído mi voz,
14:23
No verán la tierra de la cual juré á sus padres: no, ninguno de los que me han irritado la verá.
14:24
Empero mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y cumplió de ir en pos de mi, yo le meteré en la tierra donde entró y su simiente la recibirá en heredad.
14:25
Ahora bien, el Amalecita y el Cananeo habitan en el valle; volveos mañana, y partíos al desierto, camino del mar Bermejo.
14:26
Y el Altísimo habló á Moisés y á Aarón, diciendo:
14:27
¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?
14:28
Diles: Vivo yo, dice el Altísimo, que según habéis hablado á mis oídos, así haré yo con vosotros:
14:29
En este desierto caerán vuestros cuerpos; todos vuestros contados según toda vuestra cuenta, de veinte años arriba, los cuales habéis murmurado contra mí;
14:30
Vosotros á la verdad no entraréis en la tierra, por la cual alcé mi mano de haceros habitar en ella; exceptuando á Caleb hijo de Jephone, y á Josué hijo de Nun.
14:31
Mas vuestros chiquitos, de los cuales dijisteis que serían por presa, yo los introduciré, y ellos conocerán la tierra que vosotros despreciasteis.
14:32
Y en cuanto á vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto.
14:33
Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras fornicaciones, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.
14:34
Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.
14:35
Yo el Altísimo he hablado; así haré á toda esta multitud perversa que se ha juntado contra mí; en este desierto serán consumidos, y ahí morirán.
14:36
Y los varones que Moisés envió á reconocer la tierra, y vueltos habían hecho murmurar contra él á toda la congregación, desacreditando aquel país,
14:37
Aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de el Altísimo.
14:38
Mas Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jephone, quedaron con vida de entre aquellos hombres que habían ido á reconocer la tierra.
14:39
Y Moisés dijo estas cosas á todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho.
14:40
Y levantáronse por la mañana, y subieron á la cumbre del monte, diciendo: Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado el Altísimo; porque hemos pecado.
14:41
Y dijo Moisés: ¿Por qué quebrantáis el dicho de el Altísimo? Esto tampoco os sucederá bien.
14:42
No subáis, porque el Altísimo no está en medio de vosotros, no seáis heridos delante de vuestros enemigos.
14:43
Porque el Amalecita y el Cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis á cuchillo: pues por cuanto os habéis retraído de seguir á el Altísimo, por eso no será el Altísimo con vosotros.
14:44
Sin embargo, se obstinaron en subir á la cima del monte: mas el arca de la alianza de el Altísimo, y Moisés, no se apartaron de en medio del campo.
14:45
Y descendieron el Amalecita y el Cananeo, que habitaban en aquel monte, é hiriéronlos y derrotáronlos, persiguiéndolos hasta Horma.
Num 14:1 Entonces toda la comunidad alzó la voz y se puso a gritar; y la gente estuvo llorando aquella noche.
Num 14:2 Luego murmuraron todos los israelitas contra Moisés y Aarón, y les dijo toda la comunidad: «¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto! Y si no, ¡ojalá hubiéramos muerto en el desierto!
Num 14:3 ¿Por qué Yahveh nos trae a este país para hacernos caer a filo de espada y que nuestras mujeres y niños caigan en cautiverio? ¿No es mejor que volvamos a Egipto?»
Num 14:4 Y se decían unos a otros: «Nombremos a uno jefe y volvamos a Egipto.»
Num 14:5 Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra delante de toda la asamblea de la comunidad de los israelitas.
Num 14:6 Pero Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Yefunné, que eran de los que habían explorado el país, rasgaron sus vestiduras
Num 14:7 y dijeron a toda la comunidad de los israelitas: «La tierra que hemos recorrido y explorado es muy buena tierra.
Num 14:8 Si Yahveh nos es favorable, nos llevará a esa tierra y nos la entregará. Es una tierra que mana leche y miel.
Num 14:9 No os rebeléis contra Yahveh, ni temáis a la gente del país, porque son pan comido. Se ha retirado de ellos su sombra, y en cambio Yahveh está con nosotros. No tengáis miedo.»
Num 14:10 Toda la comunidad hablaba de apedrearlos, cuando la gloria de Yahveh se apareció en la Tienda del Encuentro, a todos los israelitas.
Num 14:11 Y dijo Yahveh a Moisés: «¿Hasta cuándo me va a despreciar este pueblo? ¿Hasta cuándo van a desconfiar de mí, con todas las señales que he hecho entre ellos?
Num 14:12 Los heriré de peste y los desheredaré. Pero a ti te convertiré en un pueblo más grande y poderoso que ellos.»
Num 14:13 Moisés respondió a Yahveh: «Pero los egipcios saben muy bien que, con tu poder, sacaste a este pueblo de en medio de ellos.
Num 14:14 Se lo han contado a los habitantes de este país. Estos se han enterado de que tú, Yahveh, estás en medio de este pueblo, y te das a ver cara a cara; de que tú, Yahveh, permaneces en tu Nube sobre ellos, y caminas delante de ellos de día en la columna de Nube, y por la noche en la columna de fuego.
Num 14:15 Si haces perecer a este pueblo como un solo hombre, dirán los pueblos que han oído hablar de ti:
Num 14:16 Yahveh, como no ha podido introducir a ese pueblo en la tierra que les había prometido con juramento, los ha matado en el desierto."
Num 14:17 Muestra, pues, ahora tu poder, mi Señor, como prometiste diciendo:
Num 14:18 Yahveh es tardo a la cólera y rico en bondad, tolera iniquidad y rebeldía; aunque nada deja sin castigo, castigando la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación."
Num 14:19 Perdona, pues, la iniquidad de este pueblo conforme a la grandeza de tu bondad, como has soportado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.»
Num 14:20 Dijo Yahveh: «Le perdono, según tus palabras.
Num 14:21 Pero, vivo yo y la gloria de Yahveh llena toda la tierra,
Num 14:22 que ninguno de los que han visto mi gloria y las señales que he realizado en Egipto y en el desierto, que me han puesto a prueba ya diez veces y no han escuchado mi voz,
Num 14:23 verá la tierra que prometí con juramento a sus padres. No la verá ninguno de los que me han despreciado.
Num 14:24 Pero a mi siervo Caleb, ya que fue animado de otro espíritu y me obedeció puntualmente, le haré entrar en la tierra donde estuvo, y su descendencia la poseerá.
Num 14:25 El amalecita y el cananeo habitan en el llano. Mañana, volveos y partid para el desierto, camino del mar de Suf.»
Num 14:26 Yahveh habló a Moisés y Aarón y dijo:
Num 14:27 «¿Hasta cuándo esta comunidad perversa, que está murmurando contra mí? He oído las quejas de los israelitas, que están murmurando contra mí.
Num 14:28 Diles: Por mi vida - oráculo de Yahveh - que he de hacer con vosotros lo que habéis hablado a mis oídos.
Num 14:29 Por haber murmurado contra mí, en este desierto caerán vuestros cadáveres, los de todos los que fuisteis revistados y contados, de veinte años para arriba.
Num 14:30 Os juro que no entraréis en la tierra en la que, mano en alto, juré estableceros. Sólo a Caleb, hijo de Yefunné y a Josué, hijo de Nun,
Num 14:31 y a vuestros pequeñuelos, de los que dijisteis que caerían en cautiverio, los introduciré, y conocerán la tierra que vosotros habéis despreciado.
Num 14:32 Vuestros cadáveres caerán en este desierto,
Num 14:33 y vuestros hijos serán nómadas cuarenta años en el desierto, cargando con vuestra infidelidad, hasta que no falte uno solo de vuestros cadáveres en el desierto.
Num 14:34 Según el número de los días que empleasteis en explorar el país, cuarenta días, cargaréis cuarenta años con vuestros pecados, un año por cada día. Así sabréis lo que es apartarse de mí.
Num 14:35 Yo, Yahveh, he hablado. Eso es lo que haré con toda esta comunidad perversa, amotinada contra mí. En este desierto no quedará uno: en él han de morir.»
Num 14:36 Los hombres que había enviado Moisés a explorar la tierra, que al volver habían incitado a toda la comunidad a murmurar contra él, poniéndose a hablar mal del país,
Num 14:37 aquellos hombres que habían hablado mal del país, cayeron muertos delante de Yahveh.
Num 14:38 En cambio, Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Yefunné, sobrevivieron de entre los hombres que habían ido a explorar la tierra.
Num 14:39 Refirió Moisés estas palabras a todos los israelitas y se afligió mucho el pueblo.
Num 14:40 Madrugaron y subieron a la cumbre del monte, diciendo: «Vamos a subir a ese lugar respecto del cual ha dicho Yahveh que hemos pecado.»
Num 14:41 Moisés les respondió: «¿Por qué hacéis eso, pasando por encima de la orden de Yahveh? Eso no tendrá buen éxito.
Num 14:42 No subáis, porque Yahveh no está en medio de vosotros, no vayáis a ser derrotados frente a vuestros enemigos.
Num 14:43 Porque el amalecita y el cananeo están allí contra vosotros, y caeréis a filo de espada, pues después de haber abandonado vosotros a Yahveh, Yahveh no está con vosotros.»
Num 14:44 Pero ellos se obstinaron en subir a la cumbre del monte. Ni el arca de la alianza de Yahveh, ni Moisés se movieron del campamento.
Num 14:45 Bajaron los amalecitas y los cananeos que habitaban en aquella montaña, los batieron y los destrozaron hasta llegar a Jormá.

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Capítulo 15

15:1
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
15:2
Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra de vuestras habitaciones, que yo os doy,
15:3
E hiciereis ofrenda encendida á el Altísimo, holocausto, ó sacrificio, por especial voto, ó de vuestra voluntad, ó para hacer en vuestras solemnidades olor suave á el Altísimo, de vacas ó de ovejas;
15:4
Entonces el que ofreciere su ofrenda á el Altísimo, traerá por presente una décima de un epha de flor de harina, amasada con la cuarta parte de un hin de aceite;
15:5
Y de vino para la libación ofrecerás la cuarta parte de un hin, además del holocausto ó del sacrificio, por cada un cordero.
15:6
Y por cada carnero harás presente de dos décimas de flor de harina, amasada con el tercio de un hin de aceite:
15:7
Y de vino para la libación ofrecerás el tercio de un hin, en olor suave á el Altísimo.
15:8
Y cuando ofreciereis novillo en holocausto ó sacrificio, por especial voto, ó de paces á el Altísimo,
15:9
Ofrecerás con el novillo un presente de tres décimas de flor de harina, amasada con la mitad de un hin de aceite:
15:10
Y de vino para la libación ofrecerás la mitad de un hin, en ofrenda encendida de olor suave á el Altísimo.
15:11
Así se hará con cada un buey, ó carnero, ó cordero, lo mismo de ovejas que de cabras.
15:12
Conforme al número así haréis con cada uno según el número de ellos.
15:13
Todo natural hará estas cosas así, para ofrecer ofrenda encendida de olor suave á el Altísimo.
15:14
Y cuando habitare con vosotros extranjero, ó cualquiera que estuviere entre vosotros por vuestras edades, si hiciere ofrenda encendida de olor suave á el Altísimo, como vosotros hiciereis, así hará él.
15:15
Un mismo estatuto tendréis, vosotros de la congregación y el extranjero que con vosotros mora; estatuto que será perpetuo por vuestras edades: como vosotros, así será el peregrino delante de el Altísimo.
15:16
Una misma ley y un mismo derecho tendréis, vosotros y el peregrino que con vosotros mora.
15:17
Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
15:18
Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra á la cual yo os llevo,
15:19
Será que cuando comenzareis á comer el pan de la tierra, ofreceréis ofrenda á el Altísimo.
15:20
De lo primero que amasareis, ofreceréis una torta en ofrenda; como la ofrenda de la era, así la ofreceréis.
15:21
De las primicias de vuestras masas daréis á el Altísimo ofrenda por vuestras generaciones.
15:22
Y cuando errareis, y no hiciereis todos estos mandamientos que el Altísimo ha dicho á Moisés,
15:23
Todas las cosas que el Altísimo os ha mandado por la mano de Moisés, desde el día que el Altísimo lo mandó, y en adelante por vuestras edades,
15:24
Será que, si el pecado fué hecho por yerro con ignorancia de la congregación, toda la congregación ofrecerá un novillo por holocausto, en olor suave á el Altísimo, con su presente y su libación, conforme á la ley; y un macho cabrío en expiación.
15:25
Y el sacerdote hará expiación por toda la congregación de los hijos de Israel; y les será perdonado, porque yerro es: y ellos traerán sus ofrendas, ofrenda encendida á el Altísimo, y sus expiaciones delante de el Altísimo, por sus yerros:
15:26
Y será perdonado á toda la congregación de los hijos de Israel, y al extranjero que peregrina entre ellos, por cuanto es yerro de todo el pueblo.
15:27
Y si una persona pecare por yerro, ofrecerá una cabra de un año por expiación.
15:28
Y el sacerdote hará expiación por la persona que habrá pecado por yerro, cuando pecare por yerro delante de el Altísimo, la reconciliará, y le será perdonado.
15:29
El natural entre los hijos de Israel, y el peregrino que habitare entre ellos, una misma ley tendréis para el que hiciere algo por yerro.
15:30
Mas la persona que hiciere algo con altiva mano, así el natural como el extranjero, á el Altísimo injurió; y la tal persona será cortada de en medio de su pueblo.
15:31
Por cuanto tuvo en poco la palabra de el Altísimo, y dió por nulo su mandamiento, enteramente será cortada la tal persona: su iniquidad será sobre ella.
15:32
Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que recogía leña en día de sábado.
15:33
Y los que le hallaron recogiendo leña trajéronle á Moisés y á Aarón, y á toda la congregación:
15:34
Y pusiéronlo en la cárcel, por que no estaba declarado qué le habían de hacer.
15:35
Y el Altísimo dijo á Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo con piedras toda la congregación fuera del campo.
15:36
Entonces lo sacó la congregación fuera del campo, y apedreáronlo con piedras, y murió; como el Altísimo mandó á Moisés.
15:37
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
15:38
Habla á los hijos de Israel, y diles que se hagan pezuelos (franjas) en los remates de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada pezuelo de los remates un cordón de cárdeno:
15:39
Y serviros ha de pezuelo, para que cuando lo viereis, os acordéis de todos los mandamientos de el Altísimo, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales fornicáis:
15:40
Para que os acordéis, y hagáis todos mis mandamientos, y seáis santos á vuestro Dios.
15:41
Yo el Altísimo vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios: Yo el Altísimo vuestro Dios.
Num 15:1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 15:2 «Habla a los israelitas y diles: Cuando entréis en la tierra que yo os daré por morada,
Num 15:3 y ofrezcáis manjares abrasados a Yahveh en holocausto o sacrificio, para cumplir un voto, o como ofrenda voluntaria o con ocasión de vuestras fiestas, ofreciendo así, de vuestros bueyes u ovejas, calmante aroma para Yahveh,
Num 15:4 el oferente presentará, para su ofrenda a Yahveh, una oblación de una décima de flor de harina amasada con un cuarto de sextario de aceite.
Num 15:5 Harás una libación de un cuarto de sextario de vino por cada cordero, además del holocausto o sacrificio.
Num 15:6 Si es un carnero, la oblación será de dos décimas de flor de harina amasada con un tercio de sextario de aceite,
Num 15:7 y la libación, de un tercio de sextario de vino, que ofrecerás como calmante aroma para Yahveh.
Num 15:8 Y si ofreces a Yahveh un novillo en holocausto o sacrificio, para cumplir un voto, o como sacrificio de comunión,
Num 15:9 se ofrecerá además del novillo una oblación de tres décimas de flor de harina amasada con medio sextario de aceite,
Num 15:10 y una libación de medio sextario de vino, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.
Num 15:11 Así se hará con nada novillo y con las reses menores, cordero o cabrito.
Num 15:12 Haréis así con cada uno de los que inmoléis, con tantos como hubiere.
Num 15:13 Así hará todo hombre de vuestro pueblo, cuando ofrezca un manjar abrasado como calmante aroma para Yahveh.
Num 15:14 Si reside entre vosotros o entre vuestros descendientes un forastero, y ofrece un manjar abrasado como calmante aroma para Yahveh, lo mismo que vosotros hará
Num 15:15 la asamblea. No habrá más que una norma para vosotros y para el forastero residente. Es decreto perpetuo para vuestros descendientes: igual será delante de Yahveh para vosotros que para el forastero.
Num 15:16 Una sola ley y una sola norma regirá para vosotros y para el forastero que reside entre vosotros.»
Num 15:17 Yahveh habló así a Moisés:
Num 15:18 «Habla a los israelitas y diles: Cuando entréis en la tierra a la que os voy a llevar,
Num 15:19 y comáis el pan del país, reservaréis primero la ofrenda para Yahveh.
Num 15:20 Como primicias de vuestra molienda reservaréis como ofrenda una torta; la reservaréis igual que se hace en la era.
Num 15:21 Reservaréis a Yahveh una ofrenda de las primicias de vuestra molienda, por todas vuestras generaciones.
Num 15:22 «Cuando por inadvertencia no cumpláis alguno de estos preceptos que Yahveh ha comunicado a Moisés,
Num 15:23 algo de lo que os ha mandado Yahveh por medio de Moisés, desde que Yahveh lo ordenó en adelante, por todas vuestras generaciones,
Num 15:24 en el caso de que la inadvertencia se haya cometido por descuido de la comunidad, toda la comunidad ofrecerá un novillo en holocausto, como calmante aroma para Yahveh, con su correspondiente oblación y libación según costumbre, y un macho cabrío en sacrificio por el pecado.
Num 15:25 El sacerdote expiará por toda la comunidad de los israelitas, y se les perdonará, porque ha sido un descuido. Cuando presenten sus ofrendas, como manjar abrasado a Yahveh, y su sacrificio por el pecado delante de Yahveh por su descuido,
Num 15:26 se le perdonará a la comunidad de los israelitas y al forastero que reside entre ellos, pues el pueblo entero lo ha hecho por inadvertencia.
Num 15:27 En el caso de que una sola persona haya pecado por inadvertencia, ofrecerá en sacrificio por el pecado una cabrita de un año.
Num 15:28 El sacerdote expiará delante de Yahveh por la persona que se ha descuidado con ese pecado de inadvertencia; cuando se haga expiación por ella, se le perdonará,
Num 15:29 lo mismo al ciudadano israelita que al forastero residente entre vosotros: no tendréis más que una sola ley para el que obra por inadvertencia.
Num 15:30 Pero el que obra con descaro, sea ciudadano o forastero, ultraja a Yahveh. Tal individuo será extirpado de su pueblo,
Num 15:31 por haber despreciado la palabra de Yahveh, quebrantado su mandato. Será exterminado tal individuo: su pecado pesa sobre él.»
Num 15:32 Cuando los israelitas estaban en el desierto, se encontró a un hombre que andaba buscando leña en día de sábado.
Num 15:33 Los que lo encontraron buscando leña, lo presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad.
Num 15:34 Le pusieron bajo custodia, porque no estaba determinado lo que había que hacer con él.
Num 15:35 Yahveh dijo a Moisés: «Que muera ese hombre. Que lo apedree toda la comunidad fuera del campamento.»
Num 15:36 Lo sacó toda la comunidad fuera del campamento y lo apedrearon hasta que murió, según había mandado Yahveh a Moisés.
Num 15:37 Yahveh dijo a Moisés:
Num 15:38 «Habla a los israelitas y diles que ellos y sus descendientes se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, y pongan en el fleco de sus vestidos un hilo de púrpura violeta.
Num 15:39 Tendréis, pues flecos para que, cuando los veáis, os acordéis de todos los preceptos de Yahveh. Así los cumpliréis y no seguiréis los caprichos de vuestros corazones y de vuestros ojos, que os han arrastrado a prostituiros.
Num 15:40 Así os acordaréis de todos mis mandamientos y los cumpliréis, y seréis hombres consagrados a vuestro Dios.
Num 15:41 Yo, Yahveh, vuestro Dios, que os saqué de Egipto para ser Dios vuestro. Yo, Yahveh, vuestro Dios.

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Capítulo 16

16:1
Y CORÉ, hijo de Ishar, hijo de Coath, hijo de Leví; y Dathán y Abiram, hijos de Eliab; y Hon, hijo de Peleth, de los hijos de Rubén, tomaron gente,
16:2
Y levantáronse contra Moisés con doscientos y cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de nombre;
16:3
Y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: Básteos, porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está el Altísimo: ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de el Altísimo?
16:4
Y como lo oyó Moisés, echóse sobre su rostro;
16:5
Y habló á Coré y á todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará el Altísimo quién es suyo, y al santo harálo llegar á sí; y al que él escogiere, él lo allegará á sí.
16:6
Haced esto: tomad incensarios, Coré y todo su séquito:
16:7
Y poned fuego en ellos, y poned en ellos sahumerio delante de el Altísimo mañana; y será que el varón á quien el Altísimo escogiere, aquel será el santo: básteos esto, hijos de Leví.
16:8
Dijo más Moisés á Coré: Oid ahora, hijos de Leví:
16:9
¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, haciéndoos allegar á sí para que ministraseis en el servicio del tabernáculo de el Altísimo, y estuvieseis delante de la congregación para ministrarles?
16:10
¿Y que te hizo acercar á ti, y á todos tus hermanos los hijos de Leví contigo; para que procuréis también el sacerdocio?
16:11
Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra el Altísimo: pues Aarón, ¿qué es para que contra él murmuréis?
16:12
Y envió Moisés á llamar á Dathán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá:
16:13
¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?
16:14
Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas: ¿has de arrancar los ojos de estos hombres? No subiremos.
16:15
Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo á el Altísimo: No mires á su presente: ni aun un asno he tomado de ellos, ni á ninguno de ellos he hecho mal.
16:16
Después dijo Moisés á Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de el Altísimo; tú, y ellos, y Aarón:
16:17
Y tomad cada uno su incensario, y poned sahumerio en ellos, y allegad delante de el Altísimo cada uno su incensario: doscientos y cincuenta incensarios: tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.
16:18
Y tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y echaron en ellos sahumerio, y pusiéronse á la puerta del tabernáculo del testimonio con Moisés y Aarón.
16:19
Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación á la puerta del tabernáculo del testimonio: entonces la gloria de el Altísimo apareció á toda la congregación.
16:20
Y el Altísimo habló á Moisés y á Aarón, diciendo:
16:21
Apartaos de entre esta congregación, y consumirlos he en un momento.
16:22
Y ellos se echaron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un hombre el que pecó? ¿y airarte has tu contra toda la congregación?
16:23
Entonces el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
16:24
Habla á la congregación, diciendo: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Dathán, y Abiram.
16:25
Y Moisés se levantó, y fué á Dathán y Abiram; y los ancianos de Israel fueron en pos de él.
16:26
Y él habló á la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos impíos hombres, y no toquéis ninguna cosa suya, por que no perezcáis en todos sus pecados.
16:27
Y apartáronse de las tiendas de Coré, de Dathán, y de Abiram en derredor: y Dathán y Abiram salieron y pusiéronse á las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, y sus hijos, y sus chiquitos.
16:28
Y dijo Moisés: En esto conoceréis que el Altísimo me ha enviado para que hiciese todas estas cosas: que no de mi corazón las hice.
16:29
Si como mueren todos los hombres murieren éstos, ó si fueren ellos visitados á la manera de todos los hombres, el Altísimo no me envió.
16:30
Mas si el Altísimo hiciere una nueva cosa, y la tierra abriere su boca, y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al abismo, entonces conoceréis que estos hombres irritaron á el Altísimo.
16:31
Y aconteció, que en acabando él de hablar todas estas palabras, rompióse la tierra que estaba debajo de ellos:
16:32
Y abrió la tierra su boca, y tragólos á ellos, y á sus casas, y á todos los hombres de Coré, y á toda su hacienda.
16:33
Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al abismo, y cubriólos la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.
16:34
Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra.
16:35
Y salió fuego de el Altísimo, y consumió los doscientos y cincuenta hombres que ofrecían el sahumerio.
16:36
Entonces el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
16:37
Di á Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados:
16:38
Los incensarios de estos pecadores contra sus almas: y harán de ellos planchas extendidas para cubrir el altar: por cuanto ofrecieron con ellos delante de el Altísimo, son santificados; y serán por señal á los hijos de Israel.
16:39
Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de metal con que los quemados habían ofrecido; y extendiéronlos para cubrir el altar,
16:40
En recuerdo á los hijos de Israel que ningún extraño que no sea de la simiente de Aarón, llegue á ofrecer sahumerio delante de el Altísimo, porque no sea como Coré, y como su séquito; según se lo dijo el Altísimo por mano de Moisés.
16:41
El día siguiente toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis muerto al pueblo de el Altísimo.
16:42
Y aconteció que, como se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo del testimonio, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de el Altísimo.
16:43
Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo del testimonio.
16:44
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
16:45
Apartaos de en medio de esta congregación, y consumirélos en un momento. Y ellos se echaron sobre sus rostros.
16:46
Y dijo Moisés A Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon perfume, y ve presto á la congregación, y haz expiación por ellos; porque el furor ha salido de delante de la faz de el Altísimo: la mortandad ha comenzado.
16:47
Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación: y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo: y él puso perfume, é hizo expiación por el pueblo.
16:48
Y púsose entre los muertos y los vivos, y cesó la mortandad.
16:49
Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil y setecientos, sin los muertos por el negocio de Coré.
16:50
Después se volvió Aarón á Moisés á la puerta del tabernáculo del testimonio, cuando la mortandad había cesado.
Num 16:1 Coré, hijo de Yishar, hijo de Quehat, hijo de Leví, Datán y Abirón, hijos de Eliab, y On, hijo de Pélet, hijos de Rubén, se enorgullecieron,
Num 16:2 y se alzaron contra Moisés junto con 250 israelitas, principales de la comunidad, distinguidos en la asamblea, personajes famosos.
Num 16:3 Se amotinaron contra Moisés y Aarón y les dijeron: «Esto ya pasa de la raya. Toda la comunidad entera, todos ellos están consagrados y Yahveh está en medio de ellos. ¿Por qué, pues, os encumbráis por encima de la asamblea de Yahveh?»
Num 16:4 Lo oyó Moisés y cayó rostro en tierra.
Num 16:5 Dijo luego a Coré y a toda su cuadrilla: «Mañana por la mañana hará saber Yahveh quién es el suyo, quién es el consagrado y le dejará acercarse. Al que Yahveh haya elegido le dejará acercarse.
Num 16:6 Mirad, pues, lo que habéis de hacer: Tomad los incensarios de Coré y de toda su cuadrilla,
Num 16:7 ponedles fuego y mañana les echaréis incienso ante Yahveh. Aquel a quien elija Yahveh, será el consagrado; ¡esto ya pasa de la raya, hijos de Leví!»
Num 16:8 Dijo Moisés a Coré: «Oídme, hijos de Leví.
Num 16:9 ¿Os parece poco que el Dios de Israel os haya apartado de la comunidad de Israel para ponerlos junto a sí, prestar el servicio a la Morada de Yahveh y estar al frente de la comunidad atendiendo al culto en lugar de ella?
Num 16:10 Te ha puesto junto a sí, a ti y a todos tus hermanos, los hijos de Leví, y ¡todavía se os ha antojado el sacerdocio!
Num 16:11 Por eso, contra Yahveh os habéis amotinado, tú y toda tu cuadrilla; porque ¿quién es Aarón, para que murmuréis contra él?»
Num 16:12 Mandó Moisés llamar a Datán y Abirón, hijos de Eliab. Pero ellos respondieron: «No queremos ir.
Num 16:13 ¿Te parece poco habernos sacado de una tierra que mana leche y miel para hacernos morir en el desierto, que todavía te eriges como príncipe sobre nosotros?
Num 16:14 No nos has traído a ningún país que mana leche y miel, ni nos has dado una herencia de campos y vergeles. ¿Pretendes cegar los ojos de estos hombres? ¡No iremos!»
Num 16:15 Moisés se enojó mucho y dijo a Yahveh: «No mires a su oblación. Yo no les he quitado ni un solo asno, ni le he hecho mal a ninguno de ellos.»
Num 16:16 Dijo Moisés a Coré: «Tú y toda tu cuadrilla presentaos mañana delante de Yahveh: tú, ellos y Aarón.
Num 16:17 Que tome cada uno su incensario, le ponga incienso y lo presente delante de Yahveh; cada uno su incensario: 250 incensarios en total. Tú también, y Aarón, presentad cada uno vuestro incensario.»
Num 16:18 Tomaron cada uno su incensario, le pusieron fuego, le echaron incienso y se presentaron a la entrada de la Tienda del Encuentro, lo mismo que Moisés y Aarón.
Num 16:19 Coré convocó ante éstos a toda la comunidad a la puerta de la Tienda del Encuentro y se apareció la gloria de Yahveh a toda la comunidad.
Num 16:20 Habló Yahveh a Moisés y Aarón y les dijo:
Num 16:21 «Apartaos de esa comunidad, que los voy a devorar en un instante.»
Num 16:22 Ellos cayeron rostro en tierra y clamaron: «Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne: un solo hombre ha pecado, ¿y te enojas con toda la comunidad?»
Num 16:23 Respondió Yahveh a Moisés:
Num 16:24 «Habla a esa comunidad y diles: Alejaos de los alrededores de la morada de Coré.»
Num 16:25 Se levantó Moisés y fue donde Datán y Abirón; los ancianos de Israel le siguieron.
Num 16:26 Y habló a la comunidad diciendo: «Apartaos, por favor, de las tiendas de estos hombres malvados, y no toquéis nada de cuanto les pertenece, no sea que perezcáis por todos sus pecados.»
Num 16:27 Ellos se apartaron de los alrededores de la morada de Coré. Datán y Abirón habían salido y estaban a la puerta de sus tiendas, con sus mujeres, hijos y pequeñuelos.
Num 16:28 Moisés dijo: «En esto conoceréis que Yahveh me ha enviado para hacer todas estas obras, y que no es ocurrencia mía:
Num 16:29 si mueren estos hombres como muere cualquier mortal, alcanzados por la sentencia común a todo hombre, es que Yahveh no me ha enviado.
Num 16:30 Pero si Yahveh obra algo portentoso, si la tierra abre su boca y los traga con todo lo que les pertenece, y bajan vivos al seol, sabréis que esos hombres han rechazado a Yahveh.
Num 16:31 Y sucedió que, nada más terminar de decir estas palabras, se abrió el suelo debajo de ellos;
Num 16:32 la tierra abrió su boca y se los tragó, con todas sus familias, así como a todos los hombres de Coré, con todos sus bienes.
Num 16:33 Bajaron vivos al seol con todo lo que tenían. Los cubrió la tierra y desaparecieron de la asamblea.
Num 16:34 A sus gritos huyeron todos los israelitas que estaban a su alrededor, pues se decían: «No vaya a tragarnos la tierra.»
Num 16:35 Brotó fuego de Yahveh, que devoró a los 250 hombres que habían ofrecido el incienso.

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Capítulo 17

17:1
Y HABLÓ el Altísimo á Moisés, diciendo:
17:2
Habla á los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme á las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara.
17:3
Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada cabeza de familia de sus padres tendrá una vara.
17:4
Y las pondrás en el tabernáculo del testimonio delante del testimonio, donde yo me declararé á vosotros.
17:5
Y será, que el varón que yo escogiere, su vara florecerá: y haré cesar de sobre mí las quejas de los hijos de Israel, con que murmuran contra vosotros.
17:6
Y Moisés habló á los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, en todas doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos.
17:7
Y Moisés puso las varas delante de el Altísimo en el tabernáculo del testimonio.
17:8
Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había brotado, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.
17:9
Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de el Altísimo á todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara.
17:10
Y el Altísimo dijo á Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal á los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de sobre mí, porque no mueran.
17:11
E hízolo Moisés: como le mandó el Altísimo, así hizo.
17:12
Entonces los hijos de Israel hablaron á Moisés, diciendo: He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos.
17:13
Cualquiera que se llegare, el que se acercare al tabernáculo de el Altísimo morirá: ¿acabaremos de perecer todos?
Num 17:1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 17:2 «Di a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que saque los incensarios de entre las cenizas y esparza el fuego a distancia,
Num 17:3 porque esos incensarios de pecado están consagrados a precio de la vida de esos hombres. Haced con ellos láminas de metal, para cubrir el altar, pues fueron presentados a Yahveh y consagrados. Serán una señal para los israelitas.»
Num 17:4 Tomó el sacerdote Eleazar los incensarios de bronce que habían presentado los que fueron abrasados, y los laminó con destino al altar.
Num 17:5 Sirven para recordar a los israelitas que no se acerque ningún laico, que no sea de la descendencia de Aarón, a ofrecer el incienso delante de Yahveh; no le ocurra lo que a Coré y a su cuadrilla, según se lo había dicho Yahveh por medio de Moisés.
Num 17:6 Al día siguiente, murmuró toda la comunidad de los israelitas contra Moisés y Aarón, diciendo: «Vosotros habéis matado al pueblo de Yahveh.»
Num 17:7 Como se amotinaba la comunidad contra Moisés y Aarón, se volvieron éstos hacia la Tienda del Encuentro. Y vieron que la Nube la había cubierto y se había aparecido la gloria de Yahveh.
Num 17:8 Moisés y Aarón se llegaron hasta delante de la Tienda del Encuentro.
Num 17:9 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 17:10 «Alejaos de esa comunidad, que voy a consumirlos en un instante.» Ellos cayeron rostro en tierra.
Num 17:11 Dijo entonces Moisés a Aarón: «Toma el incensario, ponle fuego del que hay sobre el altar, echa incienso y vete rápidamente donde la comunidad a expiar por ellos. Porque ha salido ya la Cólera de la presencia de Yahveh y ha comenzado la Plaga.»
Num 17:12 Aarón lo tomó como le había dicho Moisés y corrió a ponerse en medio de la asamblea; la Plaga había comenzado ya en el pueblo. Echó el incienso e hizo la expiación por el pueblo.
Num 17:13 Se plantó entre los muertos y los vivos, y la Plaga se detuvo.
Num 17:14 Los muertos por aquella plaga fueron 14.700, sin contar los que murieron por causa de Coré.
Num 17:15 Luego Aarón se volvió donde Moisés a la puerta de la Tienda del Encuentro: había cesado ya la Plaga.
Num 17:16 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 17:17 «Habla a los israelitas. Que te den una rama por cada familia paterna: que entre todos los principales, en representación de sus familias paternas, de den doce ramas. Y escribe el nombre de cada uno en su rama.
Num 17:18 En la rama de Leví escribe el nombre de Aarón, pues ha de haber también una rama para el jefe de la familia de Leví.
Num 17:19 Las depositarás en la Tienda del Encuentro, delante del Testimonio, donde me suelo manifestar a ti.
Num 17:20 El hombre cuya rama retoñe, será el que yo elijo. Así dejarán de llegar hasta mí las murmuraciones que los israelitas profieren contra vosotros.»
Num 17:21 Moisés habló a los israelitas, y cada uno de los principales le dio una rama, doce ramas, en representación de todas las familias paternas. Entre sus ramas estaba también la rama de Aarón.
Num 17:22 Moisés depositó las ramas delante de Yahveh en la Tienda del Testimonio.
Num 17:23 Al día siguiente, cuando entró Moisés en la Tienda del Testimonio, vio que había retoñado la rama de Aarón, por la casa de Leví: le habían brotado yemas, había florecido y había producido almendras.
Num 17:24 Moisés sacó todas las ramas de la presencia de Yahveh, ante los israelitas; las vieron, y tomaron cada uno su rama.
Num 17:25 Entonces dijo Yahveh a Moisés: «Vuelve a poner la rama de Aarón delante del Testimonio, para guardarla como señal para los rebeldes: acabará con las murmuraciones, que no llegarán ya hasta mí, y así no morirán.»
Num 17:26 Moisés lo hizo así; como le había mandado Yahveh lo hizo.
Num 17:27 Dijeron los israelitas a Moisés: «¡Estamos perdidos! ¡Hemos perecido! ¡Todos hemos perecido!
Num 17:28 Cualquiera que se acerca a la Morada de Yahveh, muere. ¿Es que vamos a perecer hasta no quedar uno?»

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Capítulo 18

18:1
Y el Altísimo dijo á Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis el pecado del santuario: y tú y tus hijos contigo llevaréis el pecado de vuestro sacerdocio.
18:2
Y á tus hermanos también, la tribu de Leví, la tribu de tu padre, hazlos llegar á ti, y júntense contigo, y servirte han; y tú y tus hijos contigo serviréis delante del tabernáculo del testimonio.
18:3
Y guardarán lo que tú ordenares, y el cargo de todo el tabernáculo: mas no llegarán á los vasos santos ni al altar, porque no mueran ellos y vosotros.
18:4
Se juntarán, pues, contigo, y tendrán el cargo del tabernáculo del testimonio en todo el servicio del tabernáculo; ningún extraño se ha de llegar á vosotros.
18:5
Y tendréis la guarda del santuario, y la guarda del altar, para que no sea más la ira sobre los hijos de Israel.
18:6
Porque he aquí yo he tomado á vuestros hermanos los Levitas de entre los hijos de Israel, dados á vosotros en don de el Altísimo, para que sirvan en el ministerio del tabernáculo del testimonio.
18:7
Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo negocio del altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se llegare, morirá.
18:8
Dijo más el Altísimo á Aarón: He aquí yo te he dado también la guarda de mis ofrendas: todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y á tus hijos, por estatuto perpetuo.
18:9
Esto será tuyo de la ofrenda de las cosas santas reservadas del fuego: toda ofrenda de ellos, todo presente suyo, y toda expiación por el pecado de ellos, que me han de presentar, será cosa muy santa para ti y para tus hijos.
18:10
En el santuario la comerás; todo varón comerá de ella: cosa santa será para ti.
18:11
Esto también será tuyo: la ofrenda elevada de sus dones, y todas las ofrendas agitadas de los hijos de Israel, he dado á ti, y á tus hijos, y á tus hijas contigo, por estatuto perpetuo: todo limpio en tu casa comerá de ellas.
18:12
De aceite, y de mosto, y de trigo, todo lo más escogido, las primicias de ello, que presentarán á el Altísimo, á ti las he dado.
18:13
Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán á el Altísimo, serán tuyas: todo limpio en tu casa comerá de ellas.
18:14
Todo lo consagrado por voto en Israel será tuyo.
18:15
Todo lo que abriere matriz en toda carne que ofrecerán á el Altísimo, así de hombres como de animales, será tuyo: mas has de hacer redimir el primogénito del hombre: también harás redimir el primogénito de animal inmundo.
18:16
Y de un mes harás efectuar el rescate de ellos, conforme á tu estimación, por precio de cinco siclos, al siclo del santuario, que es de veinte óbolos.
18:17
Mas el primogénito de vaca, y el primogénito de oveja, y el primogénito de cabra, no redimirás; santificados son: la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida en olor suave á el Altísimo.
18:18
Y la carne de ellos será tuya: como el pecho de la mecedura y como la espaldilla derecha, será tuya.
18:19
Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren á el Altísimo, helas dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo: pacto de sal perpetuo es delante de el Altísimo para ti y para tu simiente contigo.
18:20
Y el Altísimo dijo á Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte: Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.
18:21
Y he aquí yo he dado á los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo del testimonio.
18:22
Y no llegarán más los hijos de Israel al tabernáculo del testimonio, porque no lleven pecado, por el cual mueran.
18:23
Mas los Levitas harán el servicio del tabernáculo del testimonio, y ellos llevarán su iniquidad: estatuto perpetuo por vuestras edades; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel.
18:24
Porque á los Levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán á el Altísimo en ofrenda: por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.
18:25
Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
18:26
Así hablarás á los Levitas, y les dirás: Cuando tomareis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida á el Altísimo el diezmo de los diezmos.
18:27
Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era, y como acopio del lagar.
18:28
Así ofreceréis también vosotros ofrenda á el Altísimo de todos vuestros diezmos que hubiereis recibido de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda de el Altísimo á Aarón el sacerdote.
18:29
De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda á el Altísimo; de todo lo mejor de ellos ofreceréis la porción que ha de ser consagrada.
18:30
Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será contado á los Levitas por fruto de la era, y commo fruto del lagar.
18:31
Y lo comeréis en cualquier lugar, vosotros y vuestra familia: pues es vuestra remuneración por vuestro ministerio en el tabernáculo del testimonio.
18:32
Y cuando vosotros hubiereis ofrecido de ello lo mejor suyo, no llevaréis por ello pecado: y no habéis de contaminar las cosas santas de los hijos de Israel, y no moriréis.
Num 18:1 Entonces Yahveh dijo a Aarón: «Tú, tus hijos y la casa de tu padre contigo, cargaréis con las faltas cometidas contra el santuario. Tú y tus hijos cargaréis con las faltas de vuestro sacerdocio.
Num 18:2 Haz que se acerquen también contigo tus hermanos de la rama de Leví, de la tribu de tu padre. Que sean tus ayudantes y te sirvan a ti y a tus hijos, delante de la Tienda del Testimonio.
Num 18:3 Atenderán a tu ministerio y al de toda la Tienda. Pero que no se acerquen ni a los objetos sagrados ni al altar, para que no muráis ni ellos ni vosotros.
Num 18:4 Serán tus ayudantes, desempeñarán el ministerio en la Tienda, y ningún laico se acercará a vosotros.
Num 18:5 Vosotros desempeñaréis el ministerio en el santuario y en el altar, y así no vendrá de nuevo la Cólera sobre los israelitas.
Num 18:6 Yo he elegido a vuestros hermanos los levitas, de entre los demás israelitas. Son un don que os hago; son «donados» a Yahveh para prestar servicio en la Tienda del Encuentro.
Num 18:7 Pero tú y tus hijos os ocuparéis de vuestro sacerdocio en todo lo referente al altar y a todo lo de detrás del velo y prestaréis vuestro servicio. Como un servicio gratuito os doy vuestro sacerdocio. El laico que se acerque morirá.»
Num 18:8 Dijo Yahveh a Aarón: «Yo te doy el servicio de lo que se reserva para mí. Todo lo consagrado por los israelitas te lo doy a ti y a tus hijos, como porción tuya, por decreto perpetuo.
Num 18:9 Esto es lo que será tuyo de las cosas sacratísimas, del manjar que se abrasa: todas las ofrendas que me restituyan los israelitas, como oblación, como sacrificio por el pecado, o como sacrificio de reparación, son sacratísimas: serán para ti y para tus hijos.
Num 18:10 De las cosas sacratísimas os alimentaréis. Todo varón lo podrá comer. Lo considerarás como sagrado.
Num 18:11 También te pertenecerá la ofrenda reservada de todo lo que los israelitas den a mecer; te lo doy a ti y a tus hijos y a tus hijas por decreto perpetuo. Cualquiera que esté puro en tu casa lo podrá comer.
Num 18:12 Todo lo mejor del aceite y la flor del mosto y del trigo, las primicias que ofrezcan a Yahveh, te las doy a ti.
Num 18:13 Los primeros productos que lleven a Yahveh, de todo lo que produzca su tierra, serán para ti. Todo el que esté puro en tu casa lo podrá comer.
Num 18:14 Cuanto caiga bajo el anatema en Israel, será para ti.
Num 18:15 Todo primogénito que se presente a Yahveh de cualquier especie, hombre o animal, será para ti. Pero harás rescatar al primogénito del hombre y harás también rescatar al primogénito de animal impuro.
Num 18:16 Los harás rescatar al mes de nacidos, valorándolos en cinco siclos de plata, en siclos del santuario, que son de veinte óbolos.
Num 18:17 Pero al primogénito de vaca, o de oveja, o de cabra, no lo rescatarás: es sagrado. Derramarás su sangre sobre el altar y su grasa la harás arder como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.
Num 18:18 Su carne será para ti, así como el pecho del rito del mecimiento y la pierna derecha.
Num 18:19 Todo lo reservado de las cosas sagradas que los israelitas reservan a Yahveh, te lo doy a ti y a tus hijos e hijas, por decreto perpetuo. Alianza de sal es ésta, para siempre, delante de Yahveh, para ti y tu descendencia.»
Num 18:20 Yahveh dijo a Aarón: «Tú no tendrás heredad ninguna en su tierra; no habrá porción para ti entre ellos. Yo soy tu porción para ti entre ellos. Yo soy tu porción y tu heredad entre los israelitas.
Num 18:21 A los hijos de Leví, les doy en herencia todos los diezmos de Israel, a cambio de su servicio: del servicio que prestan en la Tienda del Encuentro.
Num 18:22 Los israelitas no se volverán a acercar a la Tienda del Encuentro: cargarían con un pecado y morirían.
Num 18:23 Será Leví el que preste servicio en la Tienda del Encuentro: ellos cargarán con sus faltas. Es decreto perpetuo para vuestros descendientes: no tendrán heredad entre los israelitas,
Num 18:24 porque yo les doy en herencia a los levitas los diezmos que los israelitas reservan para Yahveh. Por eso les he dicho que no tendrán heredad entre los israelitas.»
Num 18:25 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 18:26 «Hablarás a los levitas y les dirás: Cuando percibáis de los israelitas el diezmo que yo tomo de ellos y os doy en herencia, reservaréis de él la reserva de Yahveh: el diezmo del diezmo.
Num 18:27 Equivaldrá a vuestra ofrenda reservada, lo mismo que el trigo tomado de la era y el mosto del lagar.
Num 18:28 Así también vosotros reservaréis previamente la reserva de Yahveh de todos los diezmos que percibáis de los israelitas. Se lo daréis como ofrenda reservada de Yahveh al sacerdote Aarón.
Num 18:29 De todos los dones que recibáis, reservaréis la reserva de Yahveh; separaréis la parte sagrada de todo lo mejor.
Num 18:30 Les dirás: Una vez que hayáis reservado lo mejor, que equivale para los levitas al producto de la era y al producto del lagar,
Num 18:31 lo podréis comer, en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias: es vuestro salario por vuestro servicio en la Tienda del Encuentro.
Num 18:32 No tendréis que cargar por ello con ningún pecado, pues antes habéis reservado lo mejor: así no profanaréis las cosas consagradas por los israelitas y no moriréis.»

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Capítulo 19

19:1
Y el Altísimo habló á Moisés y á Aarón, diciendo:
19:2
Esta es la ordenanza de la ley que el Altísimo ha prescrito, diciendo: Di á los hijos de Israel que te traigan una vaca bermeja, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo:
19:3
Y la daréis á Eleazar el sacerdote, y él la sacará fuera del campo, y harála degollar en su presencia.
19:4
Y tomará Eleazar el sacerdote de su sangre con su dedo, y rociará hacia la delantera del tabernáculo del testimonio con la sangre de ella siete veces;
19:5
Y hará quemar la vaca ante sus ojos: su cuero y su carne y su sangre, con su estiercol, hará quemar.
19:6
Luego tomará el sacerdote palo de cedro, é hisopo, y escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la vaca.
19:7
El sacerdote lavará luego sus vestidos, lavará también su carne con agua, y después entrará en el real; y será inmundo el sacerdote hasta la tarde.
19:8
Asimismo el que la quemó, lavará sus vestidos en agua, también lavará en agua su carne, y será inmundo hasta la tarde.
19:9
Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca, y las pondrá fuera del campo en lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de separación: es una expiación.
19:10
Y el que recogió las cenizas de la vaca, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde: y será á los hijos de Israel, y al extranjero que peregrina entre ellos, por estatuto perpetuo.
19:11
El que tocare muerto de cualquiera persona humana, siete días será inmundo:
19:12
Este se purificará al tercer día con aquesta agua, y al séptimo día será limpio; y si al tercer día no se purificare, no será limpio al séptimo día.
19:13
Cualquiera que tocare en muerto, en persona de hombre que estuviere muerto, y no se purificare, el tabernáculo de el Altísimo contaminó; y aquella persona será cortada de Israel: por cuanto el agua de la separación no fué rociada sobre él, inmundo será; y su inmundicia será sobre él.
19:14
Esta es la ley para cuando alguno muriere en la tienda: cualquiera que entrare en la tienda y todo lo que estuviere en ella, será inmundo siete días.
19:15
Y todo vaso abierto, sobre el cual no hubiere tapadera bien ajustada, sera inmundo.
19:16
Y cualquiera que tocare en muerto á cuchillo sobre la haz del campo, ó en muerto, ó en hueso humano, ó en sepulcro, siete días será inmundo.
19:17
Y para el inmundo tomarán de la ceniza de la quemada vaca de la expiación, y echarán sobre ella agua viva en un vaso:
19:18
Y un hombre limpio tomará hisopo. y mojarálo en el agua, y rociará sobre la tienda, y sobre todos los muebles, y sobre las personas que allí estuvieren, y sobre aquel que hubiere tocado el hueso, ó el matado, ó el muerto, ó el sepulcro:
19:19
Y el limpio rociará sobre el inmundo al tercero y al séptimo día: y cuando lo habrá purificado al día séptimo, él lavará luego sus vestidos, y á sí mismo se lavará con agua, y será limpio á la tarde.
19:20
Y el que fuere inmundo, y no se purificare, la tal persona será cortada de entre la congregación, por cuanto contaminó el tabernáculo de el Altísimo: no fué rociada sobre él el agua de separación, es inmundo.
19:21
Y les será por estatuto perpetuo: también el que rociare el agua de la separación lavará sus vestidos; y el que tocare el agua de la separación, será inmundo hasta la tarde.
19:22
Y todo lo que el inmundo tocare, será inmundo: y la persona que lo tocare, será inmunda hasta la tarde.
Num 19:1 Habló Yahveh a Moisés y a Aarón y les dijo:
Num 19:2 «Este es uno de los preceptos legales, prescrito por Yahveh con estas palabras: Diles a los israelitas que te traigan una vaca roja, sin defecto, que no tenga manchas, y que no haya llevado yugo.
Num 19:3 Dádsela al sacerdote Eleazar. Que la saquen fuera del campamento y sea inmolada en su presencia.
Num 19:4 Entonces el sacerdote Eleazar untará su dedo en la sangre de la vaca y hará con la sangre siete aspersiones hacia la entrada de la Tienda del Encuentro.
Num 19:5 Será quemada la vaca en su presencia, con su piel, su carne, su sangre e incluso sus excrementos.
Num 19:6 Tomará el sacerdote leña de cedro, hisopo y grana, y la echará en medio de la hoguera de la vaca.
Num 19:7 El sacerdote purificará sus vestidos y se lavará el cuerpo con agua; luego podrá ya entrar en el campamento; pero será impuro el sacerdote hasta la tarde.
Num 19:8 El que haya quemado la vaca purificará sus vestidos con agua y lavará su cuerpo con agua; pero será impuro hasta la tarde.
Num 19:9 Un hombre puro recogerá las cenizas de la vaca y las depositará fuera del campamento, en lugar puro. Servirán a la comunidad de los israelitas para el rito de hacer el agua lustral: es un sacrificio por el pecado.
Num 19:10 El que haya recogido las cenizas de la vaca lavará sus vestidos y será impuro hasta la tarde. Este será decreto perpetuo tanto para los israelitas como para el forastero residente entre ellos.
Num 19:11 El que toque a un muerto, cualquier cadáver humano, será impuro siete días.
Num 19:12 Se purificará con aquellas aguas los días tercero y séptimo, y quedará puro. Pero si no se ha purificado los días tercero y séptimo, no quedará puro.
Num 19:13 Todo el que toca un muerto, un cadáver humano, y no se purifica, mancha la Morada de Yahveh; ese individuo será extirpado de Israel, porque las aguas lustrales no han corrido sobre él: es impuro; su impureza sigue sobre él.
Num 19:14 Esta es la ley para cuando uno muere en la tienda. Todo el que entre en la tienda, y todo el que esté en la tienda, será impuro siete días.
Num 19:15 Y todo recipiente descubierto, que no esté cerrado con tapa o cuerda, será impuro.
Num 19:16 Todo el que toque, en pleno campo, a un muerto a espada, o a un muerto, o huesos de hombre, o una sepultura, será impuro siete días.
Num 19:17 Se tomará para el impuro ceniza de la víctima inmolada en sacrificio por el pecado, y se verterá encima agua viva de una vasija.
Num 19:18 Un hombre puro tomará el hisopo, lo mojará en agua y rociará la tienda y todos los objetos y personas que había en ella, e igualmente al que tocó los huesos o al asesinado, o al muerto, o la sepultura.
Num 19:19 El hombre puro rociará al impuro los días tercero y séptimo: el séptimo día le habrá limpiado de su pecado. Lavará el impuro sus vestidos, se lavará con agua, y será puro por la tarde.
Num 19:20 Pero el hombre que quedó impuro y no se purificó, ése será extirpado de la asamblea, pues ha manchado el santuario de Yahveh. Las aguas lustrales no han corrido sobre él: es un impuro.
Num 19:21 Este será para vosotros decreto perpetuo. El que haga la aspersión con las aguas lustrales lavará sus vestidos, y el que haya tocado las aguas lustrales será impuro hasta la tarde.
Num 19:22 Y todo lo que haya sido tocado por el impuro, será impuro; y la persona que le toque a él, será impura hasta la tarde.

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Capítulo 20

20:1
Y LLEGARON los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y asentó el pueblo en Cades; y allí murió María, y fué allí sepultada.
20:2
Y como no hubiese agua para la congregación, juntáronse contra Moisés y Aarón.
20:3
Y regañó el pueblo con Moisés, y hablaron diciendo: ¡Ojalá que nosotros hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de el Altísimo!
20:4
Y ¿por qué hiciste venir la congregación de el Altísimo á este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias?
20:5
¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos á este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas, ni granadas: ni aun de agua para beber.
20:6
Y fuéronse Moisés y Aarón de delante de la congregación á la puerta del tabernáculo del testimonio, y echáronse sobre sus rostros; y la gloria de el Altísimo apareció sobre ellos.
20:7
Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
20:8
Toma la vara y reune la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad á la peña en ojos de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber á la congregación, y á sus bestias.
20:9
Entonces Moisés tomó la vara de delante de el Altísimo, como él le mandó.
20:10
Y juntaron Moisés y Aarón la congregación delante de la peña, y díjoles: Oid ahora, rebeldes: ¿os hemos de hacer salir aguas de esta peña?
20:11
Entonces alzó Moisés su mano, é hirió la peña con su vara dos veces: y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.
20:12
Y el Altísimo dijo á Moisés y á Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme en ojos de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.
20:13
Estas son las aguas de la rencilla, por las cuales contendieron los hijos de Israel con el Altísimo, y él se santificó en ellos.
20:14
Y envió Moisés embajadores al rey de Edom desde Cades: Así dice Israel tu hermano: Tú has sabido todo el trabajo que nos ha venido:
20:15
Cómo nuestros padres descendieron á Egipto, y estuvimos en Egipto largo tiempo, y los Egipcios nos maltrataron, y á nuestros padres;
20:16
Y clamamos á el Altísimo, el cual oyó nuestra voz, y envió ángel, y sacónos de Egipto; y he aquí estamos en Cades, ciudad al extremo de tus confines:
20:17
Rogámoste que pasemos por tu tierra; no pasaremos por labranza, ni por viña, ni beberemos agua de pozos: por el camino real iremos, sin apartarnos á la diestra ni á la siniestra, hasta que hayamos pasado tu término.
20:18
Y Edom le respondió: No pasarás por mi país, de otra manera saldré contra ti armado.
20:19
Y los hijos de Israel dijeron: Por el camino seguido iremos; y si bebiéremos tus aguas yo y mis ganados, daré el precio de ellas: ciertamente sin hacer otra cosa, pasaré de seguida.
20:20
Y él respondió: No pasarás. Y salió Edom contra él con mucho pueblo, y mano fuerte.
20:21
No quiso, pues, Edom dejar pasar á Israel por su término, y apartóse Israel de él.
20:22
Y partidos de Cades los hijos de Israel, toda aquella congregación, vinieron al monte de Hor.
20:23
Y el Altísimo habló á Moisés y Aarón en el monte de Hor, en los confines de la tierra de Edom, diciendo:
20:24
Aarón será reunido á sus pueblos; pues no entrará en la tierra que yo di á los hijos de Israel, por cuanto fuisteis rebeldes á mi mandamiento en las aguas de la rencilla.
20:25
Toma á Aarón y á Eleazar su hijo, y hazlos subir al monte de Hor;
20:26
Y haz desnudar á Aarón sus vestidos, y viste de ellos á Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido á sus pueblos, y allí morirá.
20:27
Y Moisés hizo como el Altísimo le mandó: y subieron al monte de Hor á ojos de toda la congregación.
20:28
Y Moisés hizo desnudar á Aarón de sus vestidos y vistiólos á Eleazar su hijo: y Aarón murió allí en la cumbre del monte: y Moisés y Eleazar descendieron del monte.
20:29
Y viendo toda la congregación que Aarón era muerto, hiciéronle duelo por treinta días todas las familias de Israel.
Num 20:1 Los israelitas, toda la comunidad, llegaron al desierto de Sin el mes primero, y se quedó todo el pueblo en Cadés. Allí murió María y allí la enterraron.
Num 20:2 No había agua para la comunidad, por lo que se amotinaron contra Moisés y contra Aarón.
Num 20:3 El pueblo protestó contra Moisés, diciéndole: «Ojalá hubiéramos perecido igual que perecieron nuestros hermanos delante de Yahveh.
Num 20:4 ¿Por qué habéis traído la asamblea de Yahveh a este desierto, para que muramos en él nosotros y nuestros ganados?
Num 20:5 ¿Por qué nos habéis subido de Egipto, para traernos a este lugar pésimo: un lugar donde no hay sembrado, ni higuera, ni viña, ni ganado, y donde no hay ni agua para beber?»
Num 20:6 Moisés y Aarón dejaron la asamblea, se fueron a la entrada de la Tienda del Encuentro, y cayeron rostro en tierra. Y se les apareció la gloria de Yahveh.
Num 20:7 Yahveh habló con Moisés y le dijo:
Num 20:8 «Toma la vara y reúne a la comunidad, tú con tu hermano Aarón. Hablad luego a la peña en presencia de ellos, y ella dará sus aguas. Harás brotar para ellos agua de la peña, y darás de beber a la comunidad y a sus ganados.»
Num 20:9 Tomó Moisés la vara de la presencia de Yahveh como se lo había mandado.
Num 20:10 Convocaron Moisés y Aarón la asamblea ante la peña y él les dijo: «Escuchadme, rebeldes. ¿Haremos brotar de esta peña agua para vosotros?»
Num 20:11 Y Moisés alzó la mano y golpeó la peña con su vara dos veces. El agua brotó en abundancia, y bebió la comunidad y su ganado.
Num 20:12 Dijo Yahveh a Moisés y Aarón: «Por no haber confiado en mí, honrándome ante los israelitas, os aseguro que no guiaréis a esta asamblea hasta la tierra que les he dado.»
Num 20:13 Estas son las aguas de Meribá, donde protestaron los israelitas contra Yahveh, y con las que él manifestó su santidad.
Num 20:14 Envió Moisés mensajeros desde Cadés: «Al rey de Edom. Así dice tu hermano Israel: Ya sabes por qué gran calamidad hemos pasado.
Num 20:15 Nuestros padres bajaron a Egipto y nos quedamos en Egipto mucho tiempo. Pero los egipcios nos trataron mal, a nosotros igual que a nuestros padres.
Num 20:16 Clamamos entonces a Yahveh, y escuchó nuestra voz: envió un ángel, y nos sacó de Egipto. Ahora estamos en Cadés, ciudad fronteriza de tu territorio.
Num 20:17 Déjanos, por favor, pasar por tu tierra. No cruzaremos por campo ni por viñedo, ni beberemos agua de pozo. Seguiremos el camino real, sin torcer ni a la derecha ni a la izquierda hasta que crucemos tus fronteras.»
Num 20:18 Edom le respondió: «No pasarás por mí. Si lo haces, saldré espada en mano a tu encuentro.»
Num 20:19 Le respondieron los israelitas: «Seguiremos por la calzada, y si bebemos agua tuya, yo y mis rebaños, pagaremos su precio. Se trata de pasar a pie: no tiene importancia».
Num 20:20 Respondió él: «No pasarás.» Y salió Edom a su encuentro con mucha gente y mano poderosa.
Num 20:21 Como Edom negó el paso a Israel por su territorio, Israel dio un rodeo.
Num 20:22 Partieron de Cadés los israelitas, toda la comunidad, y llegaron a Hor de la Montaña.
Num 20:23 Y dijo Yahveh a Moisés y Aarón en Hor de la Montaña, en la frontera del país de Edom:
Num 20:24 «Que se reúna Aarón con los suyos, porque no debe entrar en la tierra que he dado a los israelitas, por haberos rebelado contra mi voz en las aguas de Meribá.
Num 20:25 Toma a Aarón y a su hijo Eleazar y súbelos a la montaña de Hor.
Num 20:26 Le quitarás a Aarón sus vestiduras y se las pondrás a su hijo Eleazar. Entonces Aarón se reunirá con los suyos: allí morirá.»
Num 20:27 Moisés hizo como le había mandado Yahveh. Subieron a Hor de la Montaña a la vista de toda la comunidad.
Num 20:28 Quitó Moisés a Aarón sus vestiduras y se las puso a su hijo Eleazar. Y murió allí Aarón, en la cumbre del monte. Moisés y Eleazar bajaron de la montaña.
Num 20:29 Toda la comunidad se dio cuenta de que había fallecido Aarón, y lloró a Aarón toda la casa de Israel durante treinta días.

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Capítulo 21

21:1
Y OYENDO el Cananeo, el rey de Arad, el cual habitaba al mediodía, que venía Israel por el camino de los centinelas, peleó con Israel, y tomó de él presa.
21:2
Entonces Israel hizo voto á el Altísimo, y dijo: Si en efecto entregares á este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades.
21:3
Y el Altísimo escuchó la voz de Israel, y entregó al Cananeo, y destruyólos á ellos y á sus ciudades; y llamó el nombre de aquel lugar Horma.
21:4
Y partieron del monte de Hor, camino del mar Bermejo, para rodear la tierra de Edom; y abatióse el ánimo del pueblo por el camino.
21:5
Y habló el pueblo contra Dios y Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? que ni hay pan, ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.
21:6
Y el Altísimo envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo: y murió mucho pueblo de Israel.
Comentario  
21:7
Entonces el pueblo vino á Moisés, y dijeron: Pecado hemos por haber hablado contra el Altísimo, y contra ti: ruega á el Altísimo que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.
21:8
Y el Altísimo dijo á Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre la bandera: y será que cualquiera que fuere mordido y mirare á ella, vivirá.
21:9
Y Moisés hizo una serpiente de metal, y púsola sobre la bandera, y fué, que cuando alguna serpiente mordía á alguno, miraba á la serpiente de metal, y vivía.
21:10
Y partieron los hijos de Israel, y asentaron campo en Oboth.
21:11
Y partidos de Oboth, asentaron en Ije-abarim, en el desierto que está delante de Moab, al nacimiento del sol.
21:12
Partidos de allí, asentaron en la arroyada de Zared.
21:13
De allí movieron, y asentaron de la otra parte de Arnón, que está en el desierto, y que sale del término del Amorrheo; porque Arnón es término de Moab, entre Moab y el Amorrheo.
21:14
Por tanto se dice en el libro de las batallas de el Altísimo: Lo que hizo en el mar Bermejo, Y en los arroyos de Arnón:
21:15
Y á la corriente de los arroyos Que va á parar en Ar, Y descansa en el término de Moab.
21:16
Y de allí vinieron á Beer: este es el pozo del cual el Altísimo dijo á Moisés: Junta al pueblo, y les daré agua.
21:17
Entonces cantó Israel esta canción: Sube, oh pozo; á él cantad:
21:18
Pozo, el cual cavaron los señores; Caváronlo los príncipes del pueblo, Y el legislador, con sus bordones.
21:19
Y de Mathana á Nahaliel: y de Nahaliel á Bamoth:
21:20
Y de Bamoth al valle que está en los campos de Moab, y á la cumbre de Pisga, que mira á Jesimón.
21:21
Y envió Israel embajadores á Sehón, rey de los Amorrheos, diciendo:
21:22
Pasaré por tu tierra: no nos apartaremos por los labrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos: por el camino real iremos, hasta que pasemos tu término.
21:23
Mas Sehón no dejó pasar á Israel por su término: antes juntó Sehón todo su pueblo, y salió contra Israel en el desierto: y vino á Jahaz, y peleó contra Israel.
21:24
E hirióle Israel á filo de espada, y tomó su tierra desde Arnón hasta Jaboc, hasta los hijos de Ammón: porque el término de los hijos de Ammón era fuerte.
21:25
Y tomó Israel todas estas ciudades: y habitó Israel en todas las ciudades del Amorrheo, en Hesbón y en todas sus aldeas.
21:26
Porque Hesbón era la ciudad de Sehón, rey de los Amorrheos; el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y tomado de su poder toda su tierra hasta Arnón.
21:27
Por tanto, dicen los proverbistas: Venid á Hesbón, Edifíquese y repárese la ciudad de Sehón:
21:28
Que fuego salió de Hesbón, Y llama de la ciudad de Sehón, Y consumió á Ar de Moab, A los señores de los altos de Arnón.
21:29
¡¡Ay de ti, Moab¡ Perecido has, pueblo de Chêmos: Puso sus hijos en huída, Y sus hijas en cautividad, Por Sehón rey de los Amorrheos.
21:30
Mas devastamos el reino de ellos; pereció Hesbón hasta Dibón, Y destruimos hasta Nopha y Medeba.
21:31
Así habitó Israel en la tierra del Amorrheo.
21:32
Y envió Moisés á reconocer á Jazer; y tomaron sus aldeas, y echaron al Amorrheo que estaba allí.
21:33
Y volvieron, y subieron camino de Basán, y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edrei.
21:34
Entonces el Altísimo dijo á Moisés: No le tengas miedo, que en tu mano lo he dado, á el y á todo su pueblo, y á su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón, rey de los Amorrheos, que habitaba en Hesbón.
21:35
E hirieron á él, y á sus hijos, y á toda su gente, sin que le quedara uno, y poseyeron su tierra.
Num 21:1 Oyó el rey de Arad, cananeo, que ocupaba el Négueb, que llegaba Israel por el camino de Atarim, y atacó a Israel y le hizo algunos prisioneros.
Num 21:2 Entonces Israel formuló este voto a Yahveh: «Si entregas a ese pueblo en mi mano, consagraré al anatema sus ciudades.»
Num 21:3 Oyó Yahveh la voz de Israel y les entregó aquel cananeo. Los consagraron al anatema a ellos y a sus ciudades. Por eso se llamó aquel lugar Jormá.
Num 21:4 Partieron de Hor de la Montaña, camino del mar de Suf, rodeando la tierra de Edom. El pueblo se impacientó por el camino.
Num 21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos habéis subido de Egipto para morir en el desierto? Pues no tenemos ni pan ni agua, y estamos cansados de ese manjar miserable.»
Num 21:6 Envió entonces Yahveh contra el pueblo serpientes abrasadoras, que mordían al pueblo; y murió mucha gente de Israel.
Num 21:7 El pueblo fue a decirle a Moisés: «Hemos pecado por haber hablado contra Yahveh y contra ti. Intercede ante Yahveh para que aparte de nosotros las serpientes,» Moisés intercedió por el pueblo.
Num 21:8 Y dijo Yahveh a Moisés: «Hazte un Abrasador y ponlo sobre un mástil. Todo el que haya sido mordido y lo mire, vivirá.»
Num 21:9 Hizo Moisés una serpiente de bronce y la puso en un mástil. Y si una serpiente mordía a un hombre y éste miraba la serpiente de bronce, quedaba con vida.
Num 21:10 Partieron los israelitas y acamparon en Obot.
Num 21:11 Partieron de Obot y acamparon en Iyyé Haabarim, en el desierto que limita con Moab, hacia la salida del sol.
Num 21:12 Partieron de allí y acamparon en el torrente de Zered.
Num 21:13 De allí partieron y acamparon más allá del Arnón. Este estaba en el desierto y salía del territorio de los amorreos, pues el Arnón hacía de frontera de Moab, entre moabitas y amorreos.
Num 21:14 Por eso se dice en el libro de las Guerras de Yahveh: ... Vaheb, cerca de Sufá y el torrente del Arnón,
Num 21:15 y el declive del torrente que corre hacia la región de Ar y se apoya en la frontera de Moab.
Num 21:16 Y de allí fueron a Beer - Este es el pozo a propósito del cual dijo Yahveh a Moisés: «Reúne al pueblo y les daré agua.»
Num 21:17 Entonces Israel entonó este cántico: Sobre el Pozo. Cantadle,
Num 21:18 Pozo que cavaron Príncipes, que excavaron los jefes del pueblo, con el cetro, con sus bastones. - Y del desierto a Mattaná,
Num 21:19 de Mattaná a Najaliel, de Najaliel a Bamot,
Num 21:20 y de Bamot al valle que está en el campo de Moab, hacia la cumbre del Pisgá, que domina la parte del desierto.
Num 21:21 Israel envió mensajeros a decir a Sijón, rey de los amorreos:
Num 21:22 «Quisiera pasar por tu tierra. No me desviaré por campos y viñedos, ni beberé agua de pozo. Seguiremos el camino real hasta que crucemos tus fronteras.»
Num 21:23 Pero Sijón negó a Israel el paso por su territorio; reunió toda su gente y salió al desierto, al encuentro de Israel, hasta Yahás, donde atacó a Israel.
Num 21:24 Pero Israel le hirió a filo de espada y se apoderó de su tierra, desde el Arnón hasta el Yabboq, hasta los límites de los hijos de Ammón, porque Yazer estaba en la frontera de los hijos de Ammón.
Num 21:25 Israel tomó todas aquellas ciudades. Ocupó Israel todos los pueblos de los amorreos, Jesbón y todas sus aldeas.
Num 21:26 Porque Jesbón era la ciudad de Sijón, rey de los amorreos. Este había combatido al primer rey de Moab, y le había quitado toda su tierra hasta el Arnón.
Num 21:27 Por eso dicen los trovadores: ¡Venid a Jesbón, que sea construida, fortificada, la ciudad de Sijón!
Num 21:28 Porque fuego ha salido de Jesbón, una llama de la ciudad de Sijón: ha devorado Ar Moab, ha tragado las alturas del Arnón.
Num 21:29 ¡Ay de ti, Moab!, perdido estás, pueblo de Kemós. Entrega sus hijos a la fuga y sus hijas al cautiverio, en manos de Sijón, el rey amorreo.
Num 21:30 Su posteridad ha perecido, desde Jesbón hasta Dibón, y hemos dado fuego desde Nofaj hasta Mádaba.
Num 21:31 Israel se estableció en la tierra de los amorreos.
Num 21:32 Moisés mandó a explorar Yazer y la tomaron junto con sus aldeas despojando al amorreo que vivía allí.
Num 21:33 Se volvieron y subieron camino de Basán. Og, rey de Basán, salió a su encuentro con toda su gente, para darles batalla en Edreí.
Num 21:34 Yahveh dijo a Moisés: «No le temas, porque lo he puesto en tu mano con todo su pueblo y su tierra. Harás con él como hiciste con Sijón, el rey amorreo que habitaba en Jesbón.»
Num 21:35 Y le batieron a él, a sus hijos y a toda su gente, hasta que no quedó nadie a salvo. Y se apoderaron de su tierra.

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Capítulo 22

22:1
Y MOVIERON los hijos de Israel, y asentaron en los campos de Moab, de esta parte del Jordán de Jericó.
22:2
Y vió Balac, hijo de Zippor, todo lo que Israel había hecho al Amorrheo.
22:3
Y Moab temió mucho á causa del pueblo que era mucho; y angustióse Moab á causa de los hijos de Israel.
22:4
Y dijo Moab á los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos nuestros contornos, como lame el buey la grama del campo. Y Balac, hijo de Zippor, era entonces rey de Moab.
22:5
Por tanto envió mensajeros á Balaam hijo de Beor, á Pethor, que está junto al río en la tierra de los hijos de su pueblo, para que lo llamasen, diciendo: Un pueblo ha salido de Egipto, y he aquí cubre la haz de la tierra, y habita delante de mí:
22:6
Ven pues ahora, te ruego, maldíceme este pueblo, porque es más fuerte que yo: quizá podré yo herirlo, y echarlo de la tierra: que yo sé que el que tú bendijeres, será bendito, y el que tú maldijeres, será maldito.
22:7
Y fueron los ancianos de Moab, y los ancianos de Madián, con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron á Balaam, y le dijeron las palabras de Balac.
22:8
Y él les dijo: Reposad aquí esta noche, y yo os referiré las palabras, como el Altísimo me hablare. Así los príncipes de Moab se quedaron con Balaam.
22:9
Y vino Dios á Balaam, y díjole: ¿Qué varones son estos que están contigo?
22:10
Y Balaam respondió á Dios: Balac hijo de Zippor, rey de Moab, ha enviado á mí diciendo:
22:11
He aquí este pueblo que ha salido de Egipto, cubre la haz de la tierra: ven pues ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear con él, y echarlo.
22:12
Entonces dijo Dios á Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo; porque es bendito.
22:13
Así Balaam se levantó por la mañana, y dijo á los príncipes de Balac: Volveos á vuestra tierra, porque el Altísimo no me quiere dejar ir con vosotros.
22:14
Y los príncipes de Moab se levantaron, y vinieron á Balac, y dijeron: Balaam no quiso venir con nosotros.
22:15
Y tornó Balac á enviar otra vez más príncipes, y más honorables que los otros.
22:16
Los cuales vinieron á Balaam, y dijéronle: Así dice Balac, hijo de Zippor: Ruégote que no dejes de venir á mí:
22:17
Porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me dijeres: ven pues ahora, maldíceme á este pueblo.
22:18
Y Balaam respondió, y dijo á los siervos de Balac: Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra de el Altísimo mi Dios, para hacer cosa chica ni grande.
22:19
Ruégoos por tanto ahora, que reposeis aquí esta noche, para que yo sepa que me vuelve á decir el Altísimo.
22:20
Y vino Dios á Balaam de noche, y díjole: Si vinieren á llamarte hombres, levántate y ve con ellos: empero harás lo que yo te dijere.
22:21
Así Balaam se levantó por la mañana, y cinchó su asna, y fué con los príncipes de Moab.
22:22
Y el furor de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de el Altísimo se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos mozos suyos.
22:23
Y el asna vió al ángel de el Altísimo, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y apartóse el asna del camino, é iba por el campo. Entonces hirió Balaam al asna para hacerla volver al camino.
22:24
Mas el ángel de el Altísimo se puso en una senda de viñas que tenía pared de una parte y pared de otra.
22:25
Y viendo el asna al ángel de el Altísimo, pegóse á la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam: y él volvió á herirla.
22:26
Y el ángel de el Altísimo pasó más allá, y púsose en una angostura, donde no había camino para apartarse ni á diestra ni á siniestra.
22:27
Y viendo el asna al ángel de el Altísimo, echóse debajo de Balaam: y enojóse Balaam, é hirió al asna con el palo.
22:28
Entonces el Altísimo abrió la boca al asna, la cual dijo á Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has herido estas tres veces?
22:29
Y Balaam respondió al asna: Porque te has burlado de mí: ¡ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría!
22:30
Y el asna dijo á Balaam: ¿No soy yo tu asna? sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado á hacerlo así contigo? Y él respondió: No.
22:31
Entonces el Altísimo abrió los ojos á Balaam, y vió al ángel de el Altísimo que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, é inclinóse sobre su rostro.
22:32
Y el ángel de el Altísimo le dijo: ¿Por qué has herido tu asna estas tres veces? he aquí yo he salido para contrarrestarte, porque tu camino es perverso delante de mí:
22:33
El asna me ha visto, y hase apartado luego de delante de mí estas tres veces: y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría á ti, y á ella dejaría viva.
22:34
Entonces Balaam dijo al ángel de el Altísimo: He pecado, que no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino: mas ahora, si te parece mal, yo me volveré.
22:35
Y el ángel de el Altísimo dijo á Balaam: Ve con esos hombres: empero la palabra que yo te dijere, esa hablarás. Así Balaam fué con los príncipes de Balac.
22:36
Y oyendo Balac que Balaam venía, salió á recibirlo á la ciudad de Moab, que está junto al término de Arnón, que es el cabo de los confines.
22:37
Y Balac dijo á Balaam: ¿No envié yo á ti á llamarte? ¿por qué no has venido á mí? ¿no puedo yo honrarte?
22:38
Y Balaam respondió á Balac: He aquí yo he venido á ti: mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré.
22:39
Y fué Balaam con Balac, y vinieron á la ciudad de Husoth.
22:40
Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió á Balaam, y á los príncipes que estaban con él.
22:41
Y el día siguiente Balac tomó á Balaam, é hízolo subir á los altos de Baal, y desde allí vió la extremidad del pueblo.
Num 22:1 Luego partieron los israelitas y acamparon en las Estepas de Moab, al otro lado del Jordán, a la altura de Jericó.
Num 22:2 Vio Balaq, hijo de Sippor, todo lo que había hecho Israel con los amorreos
Num 22:3 y se estremeció Moab ante pueblo, pues era muy numeroso. Tuvo miedo Moab de los israelitas
Num 22:4 y dijo a los ancianos de Madián: «Ahora veréis cómo esa multitud va a devastarlo todo a nuestro alrededor, como devasta el buey la hierba del campo.» Balaq, hijo de Sippor, era rey de Moab por aquel tiempo.
Num 22:5 Envió mensajeros a buscar a Balaam, hijo de Beor, a Petor del Río, en tierra de los hijos de Ammav, para decirle: «He aquí que el pueblo que ha salido de Egipto ha cubierto la superficie de la tierra y se ha establecido frente a mí.
Num 22:6 Ven, pues, por favor, maldíceme a ese pueblo, pues es más fuerte que yo, a ver si puedo vencerle y lo arrojo del país. Pues sé que el que tú bendices queda bendito y el que maldices, maldito.»
Num 22:7 Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián, con la paga del vaticinio en sus manos. Llegaron donde Balaam y le dijeron las palabras de Balaq.
Num 22:8 El les contestó: «Pasad aquí la noche y os responderé según lo que me diga Yahveh.» Los jefes de Moab se quedaron en casa de Balaam.
Num 22:9 Entró Yahveh donde Balaam y le dijo: «¿Qué hombres son ésos que están en tu casa?»
Num 22:10 Le respondió Balaam a Dios: «Balaq, hijo de Sippor, rey de Moab, me ha enviado a decir:
Num 22:11 El pueblo que ha salido de Egipto ha cubierto la superficie de la tierra. Ven, pues, maldícemelo, a ver si puedo vencerlo y expulsarlo.»
Num 22:12 Pero dijo Dios a Balaam: «No vayas con ellos, no maldigas a ese pueblo porque es bendito.»
Num 22:13 Se levantó Balaam de madrugada y dijo a los jefes de Balaq: «Id a vuestra tierra, porque Yahveh no quiere dejarme ir con vosotros.»
Num 22:14 Se levantaron, pues, los jefes de Moab, volvieron donde Balaq y le dijeron: «Balaam se ha negado a venir con nosotros.»
Num 22:15 Balaq envió otra vez jefes en mayor número y más ilustres que los anteriores.
Num 22:16 Fueron donde Balaam y le dijeron: «Así dice Balaq, hijo de Sippor: No rehúses, por favor, venir a mí,
Num 22:17 que te recompensaré con grandes honores y haré todo lo que me digas. Ven, por favor, y maldíceme a ese pueblo.»
Num 22:18 Respondió Balaam a los siervos de Balaq: «Aunque me diera Balaq su casa llena de plata y oro, no podría traspasar la orden de Yahveh mi Dios en nada, ni poco ni mucho.
Num 22:19 Quedaos aquí también vosotros esta noche y averiguaré qué más me dice Yahveh.»
Num 22:20 Entró Dios donde Balaam por la noche y le dijo: «¿No han venido esos hombres a llamarte? Levántate y vete con ellos. Pero has de cumplir la palabra que yo te diga.»
Num 22:21 Se levantó Balaam de madrugada, aparejó su asna y se fue con los jefes de Moab.
Num 22:22 Cuando iba, se encendió la ira de Yahveh y el Ángel de Yahveh se puso en el camino para estorbarle. El montaba la burra y sus dos muchachos iban con él.
Num 22:23 La burra vio al Ángel de Yahveh plantado en el camino, la espada desenvainada en la mano. La burra se apartó del camino y se fue a campo traviesa. Balaam pegó a la burra para hacerla volver al camino.
Num 22:24 Pero el Ángel de Yahveh se puso en un sendero entre las viñas, con una pared a un lado y otra a otro.
Num 22:25 Al ver la burra al Ángel de Yahveh, se arrimó a la pared y raspó el pie de Balaam contra la pared. El le pegó otra vez.
Num 22:26 Volvió el Ángel de Yahveh a cambiar de sitio, y se puso en un paso estrecho, donde no había espacio para apartarse ni a la derecha ni a la izquierda.
Num 22:27 Vio la burra al Ángel de Yahveh y se echó con Balaam encima. Balaam se enfureció y pegó a la burra con un palo.
Num 22:28 Entonces Yahveh abrió la boca de la burra, que dijo a Balaam: «¿qué te he hecho yo para que me pegues con ésta ya tres veces?»
Num 22:29 Respondió Balaam a la burra: «Porque te has burlado de mí. Ojalá tuviera una espada en la mano; ahora mismo te mataba.»
Num 22:30 Respondió la burra a Balaam: «¿No soy yo tu burra, y me has montado desde siempre hasta el día de hoy? ¿Acaso acostumbro a portarme así contigo?» Respondió él: «No.»
Num 22:31 Entonces abrió Yahveh los ojos de Balaam, que vio al Ángel de Yahveh, de pie en el camino, la espada desenvainada en la mano; y se inclinó y postró rostro en tierra.
Num 22:32 El Ángel de Yahveh le dijo; «¿Por qué has pegado a tu burra con ésta ya tres veces? He sido yo el que he salido a cerrarte el paso, porque delante de mí se tuerce el camino.
Num 22:33 La burra me ha visto y se ha apartado de mí tres veces. Gracias a que se ha desviado, porque si no, para ahora te habría matado y a ella la habría dejado con vida.»
Num 22:34 Dijo entonces Balaam al Ángel de Yahveh: «He pecado, pues no sabía que tú te habías puesto en mi camino. Pero ahora mismo, si esto te parece mal, me vuelvo.»
Num 22:35 Respondió el Ángel de Yahveh a Balaam: «Vete con esos hombres, pero no dirás nada más que lo que yo te diga.» Balaam marchó con los jefes de Balaq.
Num 22:36 Oyó Balaq que llegaba Balaam y salió a su encuentro hacia Ar Moab, en la frontera del Arnón, en los confines del territorio.
Num 22:37 Dijo Balaq a Balaam: «¿No te mandé llamar? ¿Por qué no viniste donde mí? ¿Es que no puedo recompensarte?»
Num 22:38 Respondió Balaam a Balaq: «Mira que ahora ya he venido donde ti. A ver si puedo decir algo. La palabra que ponga Dios en mi boca es la que diré.»
Num 22:39 Marchó Balaam con Balaq y llegaron a Quiryat Jusot.
Num 22:40 Sacrificó Balaq una vaca y una oveja y le envió porciones a Balaam y a los jefes que le acompañaban.
Num 22:41 A la mañana, tomó Balaq a Balaam y lo hizo subir a Bamot Baal, desde donde se veía

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Capítulo 23

23:1
Y BALAAM dijo á Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
23:2
Y Balac hizo como le dijo Balaam: y ofrecieron Balac y Balaam un becerro y un carnero en cada altar.
23:3
Y Balaam dijo á Balac: Ponte junto á tu holocausto, y yo iré: quizá el Altísimo me vendrá al encuentro, y cualquiera cosa que me mostrare, te la noticiaré. Y así se fué solo.
23:4
Y vino Dios al encuentro de Balaam, y éste le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero.
23:5
Y el Altísimo puso palabra en la boca de Balaam, y díjole: Vuelve á Balac, y has de hablar así.
23:6
Y volvió á él, y he aquí estaba él junto á su holocausto, él y todos los príncipes de Moab.
23:7
Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac, Rey de Moab, de los montes del oriente: Ven, maldíceme á Jacob; Y ven, execra á Israel.
23:8
¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y por qué he de execrar al que el Altísimo no ha execrado?
23:9
Porque de la cumbre de las peñas lo veré, Y desde los collados lo miraré: He aquí un pueblo que habitará confiado, Y no será contado entre las gentes.
23:10
¿Quién contará el polvo de Jacob, O el número de la cuarta parte de Israel? Muera mi persona de la muerte de los rectos, Y mi postrimería sea como la suya.
23:11
Entonces Balac dijo á Balaam: ¿Qué me has hecho? hete tomado para que maldigas á mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones.
23:12
Y él respondió, y dijo: ¿No observaré yo lo que el Altísimo pusiere en mi boca para decirlo?
23:13
Y dijo Balac: Ruégote que vengas conmigo á otro lugar desde el cual lo veas; su extremidad solamente verás, que no lo verás todo; y desde allí me lo maldecirás.
23:14
Y llevólo al campo de Sophim, á la cumbre de Pisga, y edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
23:15
Entonces él dijo á Balac: Ponte aquí junto á tu holocausto, y yo iré á encontrar á Dios allí.
23:16
Y el Altísimo salió al encuentro de Balaam, y puso palabra en su boca, y díjole: Vuelve á Balac, y así has de decir.
23:17
Y vino á él, y he aquí que él estaba junto á su holocausto, y con él los príncipes de Moab: y díjole Balac: ¿Qué ha dicho el Altísimo?
23:18
Entonces él tomó su parábola, y dijo: Balac, levántate y oye; Escucha mis palabras, hijo de Zippor:
23:19
Dios no es hombre, para que mienta; Ni hijo de hombre para que se arrepienta: El dijo, ¿y no hará?; Habló, ¿y no lo ejecutará?
23:20
He aquí, yo he tomado bendición: Y él bendijo, y no podré revocarla.
23:21
No ha notado iniquidad en Jacob, Ni ha visto perversidad en Israel: el Altísimo su Dios es con él, Y júbilo de rey en él.
23:22
Dios los ha sacado de Egipto; Tiene fuerzas como de unicornio.
23:23
Porque en Jacob no hay agüero, Ni adivinación en Israel: Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel: ¡Lo que ha hecho Dios!
23:24
He aquí el pueblo, que como león se levantará, Y como león se erguirá: No se echará hasta que coma la presa, Y beba la sangre de los muertos.
23:25
Entonces Balac dijo á Balaam: Ya que no lo maldices, ni tampoco lo bendigas.
23:26
Y Balaam respondió, y dijo á Balac: ¿No te he dicho que todo lo que el Altísimo me dijere, aquello tengo de hacer?
23:27
Y dijo Balac á Balaam: Ruégote que vengas, te llevaré á otro lugar; por ventura parecerá bien á Dios que desde allí me lo maldigas.
23:28
Y Balac llevó á Balaam á la cumbre de Peor, que mira hacia Jesimón.
23:29
Entonces Balaam dijo á Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
23:30
Y Balac hizo como Balaam le dijo; y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
Num 23:1 Dijo Balaam a Balaq: «Constrúyeme aquí siete altares y prepárame siete novillos y siete carneros.»
Num 23:2 Balaq hizo lo que le había dicho Balaam, y ofreció en holocausto un novillo y un carnero en cada altar.
Num 23:3 Dijo entonces Balaam a Balaq: «Quédate junto a tus holocaustos, mientras yo voy a ver si me sale al encuentro Yahveh. La palabra que me manifieste, te la comunicaré.» Y se fue a un monte pelado.
Num 23:4 Salió Dios al encuentro de Balaam y éste le dijo: «Siete altares he preparado y he ofrecido en holocausto un novillo y un carnero sobre cada altar.»
Num 23:5 Yahveh entonces puso una palabra en la boca de Balaam y le dijo: «Vuelve donde Balaq y esto le dirás.»
Num 23:6 Volvió donde él y estaba aún de pie junto a su holocausto, con todos los príncipes de Moab.
Num 23:7 El entonó su trova y dijo: «De Aram me hace venir Balaq, el rey de Moab desde los montes de Quédem: "Ven, maldíceme a Jacob; ven, execra a Israel."
Num 23:8 ¿Cómo maldeciré, si no maldice Dios? ¿Cómo execraré, si no execra Yahveh?
Num 23:9 De la cumbre de las peñas lo diviso, de lo alto de las colinas lo contemplo: es un pueblo que vive aparte; no es contado entre las naciones.
Num 23:10 ¿Quién contará el polvo de Jacob, quién numerará la polvareda de Israel? Muera mi alma con la muerte de los justos, Sea mi paradero como el suyo.»
Num 23:11 Dijo Balaq a Balaam: «¿Qué me has hecho? ¡Para maldecir a mis enemigos te he traído y los has colmado de bendiciones!»
Num 23:12 Le respondió diciendo: «¿No tengo yo que esmerarme en hablar todo lo que Yahveh me pone en la boca?»
Num 23:13 Le respondió Balaq: «Ven, pues, a otro sitio conmigo porque lo que ves desde aquí no es más que un extremo, no lo ves entero. Maldícemelo desde allí.»
Num 23:14 Y le llevó al Campo de los Centinelas, hacia la cumbre del Pisgá. Construyó siete altares y ofreció en holocausto un novillo y un carnero en cada altar.
Num 23:15 Balaam dijo a Balaq: «Quédate aquí junto a tus holocaustos, mientras yo salgo al encuentro.»
Num 23:16 Salió Yahveh al encuentro de Balaam, puso una palabra en su boca y le dijo: «Vuelve donde Balaq y esto le dirás.»
Num 23:17 Volvió donde él y lo encontró aún de pie junto a sus holocaustos, con los príncipes de Moab. Le dijo Balaq: «¿Qué ha dicho Yahveh?»
Num 23:18 El entonó su trova diciendo: «Levántate, Balaq, y escucha, prestame oídos, hijo de Sippor.
Num 23:19 No es Dios un hombre, para mentir, ni hijo de hombre, para volverse atrás. ¿Es que él dice y no hace, habla y no lo mantiene?
Num 23:20 He aquí que me ha tocado bendecir; bendeciré y no me retractaré.
Num 23:21 No he divisado maldad en Jacob, ni he descubierto infortunio en Israel. Yahveh su Dios está con él, y en él se oye proclamar a un rey.
Num 23:22 Dios le hace salir de Egipto, como cuernos de búfalo es para él.
Num 23:23 No hay presagio contra Jacob, ni sortilegio contra Israel. Según se le está diciendo a Jacob y a Israel: «¿Qué hace tu Dios?»,
Num 23:24 he aquí que un pueblo se levanta como leona, se yergue como león: no se acostará hasta devorar la presa y beber la sangre de sus víctimas.»
Num 23:25 Balaq dijo a Balaam: «Ya que no le maldices, por lo menos no le bendigas.»
Num 23:26 Respondió Balaam y dijo a Balaq: «¿No te he dicho que hago todo lo que me dice Yahveh?»
Num 23:27 Dijo Balaq a Balaam: «Ven, por favor, que te lleve a otro sitio, a ver si le place a Dios que me lo maldigas desde allí.»
Num 23:28 Llevó Balaq a Balaam a la cumbre del Peor, que domina la parte del desierto.
Num 23:29 Dijo Balaam a Balaq: «Constrúyeme aquí siete altares y prepárame aquí siete novillos y siete carneros.»
Num 23:30 Balaq hizo lo que le había dicho Balaam, y ofreció en holocausto un novillo y un carnero en cada altar.

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Capítulo 24

24:1
Y COMO vió Balaam que parecía bien á el Altísimo que el bendijese á Israel, no fué, como la primera y segunda vez, á encuentro de agüeros, sino que puso su rostro hacia el desierto;
24:2
Y alzando sus ojos, vió á Israel alojado por sus tribus; y el espíritu de Dios vino sobre él.
24:3
Entonces tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, Y dijo el varón de ojos abiertos:
24:4
Dijo el que oyó los dichos de Dios, El que vió la visión del Omnipotente; Caído, mas abiertos los ojos:
24:5
¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, Tus habitaciones, oh Israel!
24:6
Como arroyos están extendidas, Como huertos junto al río, Como lináloes plantados por el Altísimo, Como cedros junto á las aguas.
24:7
De sus manos destilarán aguas, Y su simiente será en muchas aguas: Y ensalzarse ha su rey más que Agag, Y su reino será ensalzado.
24:8
Dios lo sacó de Egipto; Tiene fuerzas como de unicornio: Comerá á las gentes sus enemigas, Y desmenuzará sus huesos, Y asaeteará con sus saetas.
24:9
Se encorvará para echarse como león, Y como leona; ¿quién lo despertará? Benditos los que te bendijeren, Y malditos los que te maldijeren.
24:10
Entonces se encendió la ira de Balac contra Balaam, y batiendo sus palmas le dijo: Para maldecir á mis enemigos te he llamado, y he aquí los has resueltamente bendecido ya tres veces.
24:11
Húyete, por tanto, ahora á tu lugar: yo dije que te honraría, mas he aquí que el Altísimo te ha privado de honra.
24:12
Y Balaam le respondió: ¿No lo declaré yo también á tus mensajeros que me enviaste, diciendo:
24:13
Si Balac me diése su casa llena de plata y oro, yo no podré traspasar el dicho de el Altísimo para hacer cosa buena ni mala de mi arbitrio; mas lo que el Altísimo hablare, eso diré yo?
24:14
He aquí yo me voy ahora á mi pueblo: por tanto, ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer á tu pueblo en los postrimeros días.
24:15
Y tomó su parábola, y dijo: Dijo Balaam hijo de Beor, Dijo el varón de ojos abiertos:
24:16
Dijo el que oyó los dichos de el Altísimo, Y el que sabe la ciencia del Altísimo, El que vió la visión del Omnipotente; Caído, mas abiertos los ojos:
24:17
Verélo, mas no ahora: Lo miraré, mas no de cerca: Saldrá ESTRELLA de Jacob, Y levantaráse cetro de Israel, Y herirá los cantones de Moab, Y destruirá á todos los hijos de Seth.
24:18
Y será tomada Edom, Será también tomada Seir por sus enemigos, E Israel se portará varonilmente.
24:19
Y el de Jacob se enseñoreará, Y destruirá de la ciudad lo que quedare.
24:20
Y viendo á Amalec, tomó su parábola, y dijo: Amalec, cabeza de gentes; Mas su postrimería perecerá para siempre.
24:21
Y viendo al Cineo, tomó su parábola, y dijo: Fuerte es tu habitación, Pon en la peña tu nido:
24:22
Que el Cineo será echado, Cuando Assur te llevará cautivo.
24:23
Todavía tomó su parábola, y dijo: ¡Ay! ¿quién vivirá cuando hiciere Dios estas cosas?
24:24
Y vendrán navíos de la costa de Cittim, Y afligirán á Assur, afligirán también á Eber: Mas él también perecerá para siempre.
24:25
Entonces se levantó Balaam, y se fué, y volvióse á su lugar: y también Balac se fué por su camino.
Num 24:1 Vio Balaam que agradaba a Yahveh bendecir a Israel, y ya no fue como las otras veces al encuentro de los augurios, sino que se volvió cara al desierto.
Num 24:2 Y al alzar los ojos, vio Balaam a Israel acampado por tribus. Y le invadió el espíritu de Dios.
Num 24:3 Entonó su trova y dijo: «Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del varón clarividente.
Num 24:4 Oráculo del que oye los dichos de Dios, del que ve la visión de Sadday del que obtiene respuesta, y se le abren los ojos.
Num 24:5 ¡Qué hermosas son tus tiendas, Jacob, y tus moradas, Israel!
Num 24:6 Como valles espaciosos, como jardines a la vera del río, como áloes que plantó Yahveh, como cedros a la orilla de las aguas.
Num 24:7 Sale un héroe de su descendencia, domina sobre pueblos numerosos. Se alza su rey por encima de Agag, se alza su reinado.
Num 24:8 Dios le hace salir de Egipto, como cuernos de búfalo es para él. Devora el cadáver de sus enemigos y les quebranta los huesos.
Num 24:9 Se agacha, se acuesta, como león, como leona, ¿quién le hará levantar? ¡Bendito el que te bendiga! ¡Maldito el que te maldiga!»
Num 24:10 Se enfureció Balaq contra Balaam, palmoteó fuertemente, y dijo a Balaam: «Te he llamado para maldecir a mis enemigos y he aquí que los has llenado de bendiciones ya por tercera vez.
Num 24:11 Lárgate ya a tu tierra. Te dije que te colmaría de honores, pero Yahveh te ha privado de ellos.»
Num 24:12 Respondió Balaam a Balaq: «¿No les dije yo a los mensajeros que me enviaste:
Num 24:13 "Aunque me diera Balaq su casa llena de plata y oro, no podría salirme de la orden de Yahveh, ni hacer por mi cuenta nada, bueno ni malo; lo que me diga Yahveh, eso es lo que diré?"
Num 24:14 Ahora, pues, que me marcho a mi pueblo, ven, que te voy a anunciar lo que hará este pueblo al cabo del tiempo.»
Num 24:15 Entonó su trova y dijo: «Oráculo de Balaam, hijo de Beor, oráculo del varón clarividente.
Num 24:16 oráculo del que escucha los dichos de Dios, del que conoce la ciencia del Altísimo; del que ve lo que le hace ver Sadday, del que obtiene la respuesta, y se le abren los ojos.
Num 24:17 Lo veo, aunque no para ahora, lo diviso, pero no de cerca: de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel. Aplasta las sienes de Moab, el cráneo de todos los hijos de Set.
Num 24:18 Será Edom tierra conquistada, tierra conquistada Seír. Israel despliega su poder,
Num 24:19 Jacob domina a sus enemigos, aniquila a los fugitivos de Ar.»
Num 24:20 Vio Balaam a Amalec, entonó su trova y dijo: «Primicias de las naciones, Amalec; pero al cabo perecerá para siempre.»
Num 24:21 Vio luego a los quenitas, entonó su trova y dijo: «Firme es tu morada, Caín, en la peña está puesto tu nido.
Num 24:22 Pero el nido es de Beor; ¿hasta cuándo te tendrá cautivo Asur?
Num 24:23 Entonó luego su trova y dijo: Pueblos del Mar reviven por el Norte,
Num 24:24 barcos por el lado de Kittim. Oprimen a Asur, oprimen a Héber; también él perecerá para siempre.»
Num 24:25 Luego se levantó Balaam, y se fue de vuelta a su país. También Balaq se fue por su camino.

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Capítulo 25

25:1
Y REPOSÓ Israel en Sittim, y el pueblo empezó á fornicar con las hijas de Moab:
25:2
Las cuales llamaron al pueblo á los sacrificios de sus dioses: y el pueblo comió, é inclinóse á sus dioses.
25:3
Y allegóse el pueblo á Baal-peor; y el furor de el Altísimo se encendió contra Israel.
25:4
Y el Altísimo dijo á Moisés: Toma todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos á el Altísimo delante del sol; y la ira del furor de el Altísimo se apartará de Israel.
25:5
Entonces Moisés dijo á los jueces de Israel: Matad cada uno á aquellos de los suyos que se han allegado á Baal-peor.
25:6
Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una Madianita á sus hermanos, á ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, llorando ellos á la puerta del tabernáculo del testimonio.
25:7
Y viólo Phinees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, y levantóse de en medio de la congregación, y tomó una lanza en su mano:
25:8
Y fué tras el varón de Israel á la tienda, y alanceólos á ambos, al varón de Israel, y á la mujer por su vientre. Y cesó la mortandad de los hijos de Israel.
25:9
Y murieron de aquella mortandad veinte y cuatro mil.
25:10
Entonces el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
25:11
Phinees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, ha hecho tornar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos: por lo cual yo no he consumido en mi celo á los hijos de Israel.
25:12
Por tanto di les: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él;
25:13
Y tendrá él, y su simiente después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo; por cuanto tuvo celo por su Dios, é hizo expiación por los hijos de Israel.
25:14
Y el nombre del varón muerto, que fué muerto con la Madianita, era Zimri hijo de Salu, jefe de una familia de la tribu de Simeón.
25:15
Y el nombre de la mujer Madianita muerta, era Cozbi, hija de Zur, príncipe de pueblos, padre de familia en Madián.
25:16
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
25:17
Hostilizaréis á los Madianitas, y los heriréis:
25:18
Por cuanto ellos os afligieron á vosotros con sus ardides, con que os han engañado en el negocio de Peor, y en el negocio de Cozbi, hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fué muerta el día de la mortandad por causa de Peor.
Num 25:1 Israel se estableció en Sittim. Y el pueblo se puso a fornicar con las hijas de Moab.
Num 25:2 Estas invitaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses, y el pueblo comió y se postró ante sus dioses.
Num 25:3 Israel se adhirió así al Baal de Peor, y se encendió la ira de Yahveh contra Israel.
Num 25:4 Dijo Yahveh a Moisés: «Toma a todos los jefes del pueblo y empálalos en honor de Yahveh, cara al sol; así cederá el furor de la cólera de Yahveh contra Israel.»
Num 25:5 Dijo Moisés a los jueces de Israel: «Matad cada uno a los vuestros que se hayan adherido a Baal de Peor.»
Num 25:6 Sucedió que un hombre, un israelita, vino y presentó ante sus hermanos a la madianita, a los mismos ojos de Moisés y de toda la comunidad de los israelitas, que estaban llorando a la entrada de la Tienda del Encuentro.
Num 25:7 Al verlos Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se levantó de entre la comunidad, lanza en mano,
Num 25:8 entró tras el hombre a la alcoba y los atravesó a los dos, al israelita y a la mujer, por el bajo vientre. Y se detuvo la plaga que azotaba a los israelitas.
Num 25:9 Los muertos por la plaga fueron 24.000.
Num 25:10 Yahveh habló a Moisés y le dijo:
Num 25:11 «Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha aplacado mi furor contra los israelitas, porque él ha sido, de entre vosotros, el que ha sentido celo por mí; por eso no he acabado con los israelitas a impulso de mis celos.
Num 25:12 Por eso digo: Le concedo a él mi alianza de paz.
Num 25:13 Habrá para él y para su descendencia después de él una alianza de sacerdocio perpetuo. En recompensa de haber sentido celo por su Dios, celebrará el rito de expiación sobre los israelitas.»
Num 25:14 El israelita herido, el que fue herido con la madianita, se llamaba Zimri, hijo de Salú, principal de una casa paterna de Simeón.
Num 25:15 Y la mujer herida, la madianita, se llamaba Kozbí, hija de Sur. Este era jefe de su clan, de una casa paterna de Madián.
Num 25:16 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 25:17 «Atacad a los madianitas y batidlos,
Num 25:18 porque ellos os han atacado a vosotros engañándoos con sus malas artes, con lo de Peor, y con lo de su hermana Kozbí, hija de un príncipe de Madián, la que fue herida el día de la plaga que hubo por lo de Peor.»
Num 25:19 Después de la plaga,

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Capítulo 26

26:1
Y ACONTECIÓ después de la mortandad, que el Altísimo habló á Moisés, y á Eleazar hijo del sacerdote Aarón, diciendo:
26:2
Tomad la suma de toda la congregación de los hijos de Israel, de veinte años arriba, por las casas de sus padres, todos los que puedan salir á la guerra en Israel.
26:3
Y Moisés y Eleazar el sacerdote hablaron con ellos en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó, diciendo:
26:4
Contaréis el pueblo de veinte años arriba, como mandó el Altísimo á Moisés y á los hijos de Israel, que habían salido de tierra de Egipto.
26:5
Rubén primogénito de Israel: los hijos de Rubén: Hanoc, del cual era la familia de los Hanochîtas; de Phallú, la familia de los Phalluitas;
26:6
De Hesrón, la familia de los Hesronitas; de Carmi, la familia de los Carmitas.
26:7
Estas son las familias de los Rubenitas: y sus contados fueron cuarenta y tres mil setecientos y treinta.
26:8
Y los hijos de Phallú: Eliab.
26:9
Y los hijos de Eliab: Nemuel, y Dathán, y Abiram. Estos Dathán y Abiram fueron los del consejo de la congregación, que hicieron el motín contra Moisés y Aarón con la compañía de Coré, cuando se amotinaron contra el Altísimo.
26:10
Que la tierra abrió su boca y tragó á ellos y á Coré, cuando aquella compañía murió, cuando consumió el fuego doscientos y cincuenta varones, los cuales fueron por señal.
26:11
Mas los hijos de Coré no murieron.
26:12
Los hijos de Simeón por sus familias: de Nemuel, la familia de los Nemuelitas; de Jamín, la familia de los Jaminitas; de Jachîn, la familia de los Jachînitas;
26:13
De Zera, la familia de los Zeraitas; de Saul, la familia de los Saulitas.
26:14
Estas son las familias de los Simeonitas, veinte y dos mil y doscientos.
26:15
Los hijos de Gad por sus familias: de Zephón, la familia de los Zephonitas; de Aggi, la familia de los Aggitas; de Suni, la familia de los Sunitas;
26:16
De Ozni, la familia de los Oznitas; de Eri, la familia de los Eritas;
26:17
De Aroz, la familia de los Aroditas; de Areli, la familia de los Arelitas.
26:18
Estas son las familias de Gad, por sus contados, cuarenta mil y quinientos.
26:19
Los hijos de Judá: Er y Onán; y Er y Onán murieron en la tierra de Canaán.
26:20
Y fueron los hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los Selaitas; de Phares, la familia de los Pharesitas; de Zera, la familia de los Zeraitas.
26:21
Y fueron los hijos de Phares: de Hesrón, la familia de los Hesronitas; de Hamul, la familia de los Hamulitas.
26:22
Estas son las familias de Judá, por sus contados, setenta y seis mil y quinientos.
26:23
Los hijos de Issachâr por sus familias: de Thola, la familia de los Tholaitas; de Puá la familia de los Puanitas;
26:24
De Jasub, la familia de los Jasubitas; de Simron, la familia de los Simronitas.
26:25
Estas son las familias de Issachâr, por sus contados, sesenta y cuatro mil y trescientos.
26:26
Los hijos de Zabulón por sus familias: de Sered, la familia de los Sereditas; de Elón, la familia de los Elonitas; de Jalel, la familia de los Jalelitas.
26:27
Estas son las familias de los Zabulonitas, por sus contados, sesenta mil y quinientos.
26:28
Los hijos de José por sus familias: Manasés y Ephraim.
26:29
Los hijos de Manasés: de Machîr, la familia de los Machîritas; y Machîr engendró á Galaad; de Galaad, la familia de los Galaaditas.
26:30
Estos son los hijos de Galaad: de Jezer, la familia de los Jezeritas; de Helec, la familia de los Helecitas;
26:31
De Asriel, la familia de los Asrielitas: de Sechêm, la familia de los Sechêmitas;
26:32
De Semida, la familia de los Semidaitas; de Hepher, la familia de los Hepheritas.
26:33
Y Salphaad, hijo de Hepher, no tuvo hijos sino hijas: y los nombres de las hijas de Salphaad fueron Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa.
26:34
Estas son las familias de Manasés; y sus contados, cincuenta y dos mil y setecientos.
26:35
Estos son los hijos de Ephraim por sus familias: de Suthala, la familia de los Suthalaitas; de Bechêr, la familia de los Bechêritas; de Tahan, la familia de los Tahanitas.
26:36
Y estos son los hijos de Suthala: de Herán, la familia de los Heranitas.
26:37
Estas son las familias de los hijos de Ephraim, por sus contados, treinta y dos mil y quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias.
26:38
Los hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los Belaitas; de Asbel, la familia de los Asbelitas; de Achîram, la familia de los Achîramitas;
26:39
De Supham, la familia de los Suphamitas; de Hupham, la familia de los Huphamitas.
26:40
Y los hijos de Bela fueron Ard y Naamán: de Ard, la familia de los Arditas; de Naamán, la familia de los Naamanitas.
26:41
Estos son los hijos de Benjamín por sus familias; y sus contados, cuarenta y cinco mil y seiscientos.
26:42
Estos son los hijos de Dan por sus familias: de Suham, la familia de los Suhamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias.
26:43
Todas las familias de los Suhamitas, por sus contados, sesenta y cuatro mil y cuatrocientos.
26:44
Los hijos de Aser por sus familias: de Imna, la familia de los Imnaitas; de Issui, la familia de los Issuitas; de Beria, la familia de los Beriaitas.
26:45
Los hijos de Beria: de Heber, la familia de los Heberitas; de Malchîel, la familia de los Malchîelitas.
26:46
Y el nombre de la hija de Aser fué Sera.
26:47
Estas son las familias de los hijos de Aser, por sus contados, cincuenta y tres mil y cuatrocientos.
26:48
Los hijos de Nephtalí por sus familias: de Jahzeel, la familia de los Jahzeelitas; de Guni, la familia de los Gunitas;
26:49
De Jeser, la familia de los Jeseritas; de Sillem, la familia de los Sillemitas.
26:50
Estas son las familias de Nephtalí por sus familias; y sus contados, cuarenta y cinco mil y cuatrocientos.
26:51
Estos son los contados de los hijos de Israel, seiscientos y un mil setecientos y treinta.
26:52
Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
26:53
A estos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres.
26:54
A los más darás mayor heredad, y á los menos menor; y á cada uno se le dará su heredad conforme á sus contados.
26:55
Empero la tierra será repartida por suerte; y por los nombres de las tribus de sus padres heredarán.
26:56
Conforme á la suerte será repartida su heredad entre el grande y el pequeño.
26:57
Y los contados de los Levitas por sus familias son estos: de Gersón, la familia de los Gersonitas; de Coath, la familia de los Coathitas; de Merari, la familia de los Meraritas.
26:58
Estas son las familias de los Levitas: la familia de los Libnitas, la familia de los Hebronitas, la familia de los Mahalitas, la familia de los Musitas, la familia de los Coritas. Y Coath engendró á Amram.
26:59
Y la mujer de Amram se llamó Jochâbed, hija de Leví, la cual nació á Leví en Egipto: ésta parió de Amram á Aarón y á Moisés, y á María su hermana.
26:60
Y á Aarón nacieron Nadab y Abiú, Eleazar é Ithamar.
26:61
Mas Nadab y Abiú murieron, cuando ofrecieron fuego extraño delante de el Altísimo.
26:62
Y los contados de los Levitas fueron veinte y tres mil, todos varones de un mes arriba: porque no fueron contados entre los hijos de Israel, por cuanto no les había de ser dada heredad entre los hijos de Israel.
26:63
Estos son los contados por Moisés y Eleazar el sacerdote, los cuales contaron los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.
26:64
Y entre estos ninguno hubo de los contados por Moisés y Aarón el sacerdote, los cuales contaron á los hijos de Israel en el desierto de Sinaí.
26:65
Porque el Altísimo les dijo: Han de morir en el desierto: y no quedó varón de ellos, sino Caleb hijo de Jephone, y Josué hijo de Nun.
Num 26:1 Yahveh habló a Moisés y a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, y les dijo:
Num 26:2 «Haced el recuento de toda la comunidad de los israelitas, por casas paternas, de veinte años en adelante, de todos los útiles para la guerra.»
Num 26:3 Moisés y el sacerdote Eleazar les pasaron revista en las Estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó,
Num 26:4 como había mandado Yahveh a Moisés y a los israelitas cuando salían de Egipto. De veinte años en adelante:
Num 26:5 Rubén, primogénito de Israel. Hijos de Rubén: de Henoc, el clan henoquita; de Pallú, el clan paluita;
Num 26:6 de Jesrón, el clan jesronita; de Karmí, el clan karmita.
Num 26:7 Esos eran los clanes rubenitas. Hecho el censo, resultaron ser 43.730.
Num 26:8 Hijos de Pallú: Eliab.
Num 26:9 Hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abirón. Estos Datán y Abirón eran famosos en la comunidad y se rebelaron contra Moisés y Aarón con la cuadrilla de Coré, cuando ésta se rebeló contra Yahveh.
Num 26:10 La tierra abrió su boca y los tragó a ellos y a Coré, cuando el fuego devoró a 250 hombres, para que sirvieran de escarmiento.
Num 26:11 Pero los hijos de Coré no murieron.
Num 26:12 Hijos de Simeón, por clanes: De Nemuel, el clan nemuelita; de Yamín, el clan yaminita; de Yakín, el clan yakinita;
Num 26:13 de Zéraj, el clan zerajita; de Saúl, el clan saulita.
Num 26:14 Esos eran los clanes simeonitas. Fueron contados: 22.200.
Num 26:15 Hijos de Gad, por clanes: De Sefón, el clan sefonita; de Jagguí, el clan jagguita; de Suní, el clan sunita;
Num 26:16 de Ozní, el clan oznita; de Erí, el clan erita;
Num 26:17 de Arod, el clan arodita; de Arelí, el clan arelita.
Num 26:18 Esos eran los clanes de los hijos de Gad. Según el censo fueron contados: 40.500.
Num 26:19 Hijos de Judá: Er y Onán. Er y Onán murieron en la tierra de Canaán.
Num 26:20 Los hijos de Judá, por clanes, eran: de Selá, el clan selanita; de Peres, el clan peresita; de Zéraj, el clan zerajita.
Num 26:21 Hijos de Peres fueron: de Jesrón, el clan jesronita; de Jamul, el clan jamulita.
Num 26:22 Esos eran los clanes de Judá. Según el censo fueron contados: 76.500.
Num 26:23 Hijos de Isacar, por clanes: de Tolá, el clan tolaíta; de Puvá el clan puvita
Num 26:24 de Yasub, el clan yasubita; de Simrón, el clan simronita.
Num 26:25 Esos eran los clanes de Isacar. Según el censo fueron contados 64.300.
Num 26:26 Hijos de Zabulón, por clanes: de Séred, el clan sardita; de Elón, el clan elonita; de Yajleel, el clan yajleelita.
Num 26:27 Esos eran los clanes de Zabulón. Según el censo: 60.500.
Num 26:28 Hijos de José, por clanes: Manasés y Efraím.
Num 26:29 Hijos de Manasés: de Makir, el clan makirita. Makir engendró a Galaad. De Galaad, el clan galaadita.
Num 26:30 Los hijos de Galaad eran: de Yézer, el clan Yezerita; de Jéleq, el clan jelequita;
Num 26:31 Asriel, el clan asrielita; Sekem, el clan sekemita;
Num 26:32 Semidá, el clan semidaita; Jéfer, el clan jeferita;
Num 26:33 Selofjad, hijo de Jéfer, no tuvo hijos; solamente hijas. Se llamaban las hijas de Selofjad: Majlá, Noá, Jojlá, Milká y Tirsá.
Num 26:34 Esos eran los clanes de Manasés, según el censo: 52.700.
Num 26:35 Estos eran los hijos de Efraím, por clanes: de Sutélaj, el clan sutelajita; de Beker, el clan bekerita; de Taján, el clan tajanita.
Num 26:36 Estos son los hijos de Sutélaj: de Erán, el clan eranita.
Num 26:37 Esos eran los clanes de los hijos de Efraím. Según el censo fueron contados: 32.500. Esos eran los hijos de José, por clanes.
Num 26:38 Hijos de Benjamín, por clanes: de Belá, el clan belaíta; de Asbel, el clan asbelita; de Ajiram, el clan ajiramita;
Num 26:39 de Sefufam, el clan sefufamita; de Jufam, el clan jufamita.
Num 26:40 Fueron los hijos de Belá, Ard y Naamán: el clan ardita; de Naamán, el clan naamanita.
Num 26:41 Esos eran los hijos de Benjamín, por clanes. Según el censo fueron contados: 45.600.
Num 26:42 Estos eran los hijos de Dan, por clanes: de Sujam, el clan sujamita. Estos eran los clanes de Dan, por clanes:
Num 26:43 Todos los clanes sujamitas. Según el censo fueron contados: 64.400.
Num 26:44 Hijos de Aser, por clanes: de Yimná, el clan yimnita; de Yisví, el clan yisvita; de Beriá, el clan berita.
Num 26:45 De los hijos de Beriá: de Jéber, el clan jeberita; de Malkiel, el clan malkielita.
Num 26:46 La hija de Aser, se llamaba Sáraj.
Num 26:47 Esos eran los clanes de los hijos de Aser. Según el censo fueron contados: 53.400.
Num 26:48 Hijos de Neftalí, por clanes: de Yajseel, el clan yajseelita; de Guní, el clan gunita;
Num 26:49 de Yéser, el clan yisrita; de Sillem, el clan silemita.
Num 26:50 Esos eran los clanes de Neftalí, por clanes. Según el censo fueron contados: 45.400.
Num 26:51 Los revistados de los israelitas resultaron ser 601.730.
Num 26:52 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 26:53 «A éstos les has de repartir la tierra en herencia, conforme al número de alistados:
Num 26:54 al grande le aumentarás la herencia y al pequeño se la reducirás; a cada uno se le dará la herencia según el número de sus alistados.
Num 26:55 Pero el reparto se hará a suertes; según el número de alistados de cada tribu paterna se hará la distribución.
Num 26:56 A suertes distribuirás la herencia, distinguiendo entre el grande y el pequeño.
Num 26:57 Estos fueron los alistados de Leví, por clanes. De Guerson, el clan guersonita; de Quehat, el clan quehatita; de Merarí, el clan merarita.
Num 26:58 Estos eran los clanes de Leví: el clan libnita, el clan hebronita, el clan majlita, el clan musita, el clan coreíta. Quehat engendró a Amram.
Num 26:59 La mujer de Amram se llamaba Yokebed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto. Amram tuvo de ella a Aarón, a Moisés y a María su hermana.
Num 26:60 Aarón engendró a Nadab y Abihú, a Eleazar e Itamar.
Num 26:61 Nadab y Abihú murieron al ofrecer fuego profano delante de Yahveh.
Num 26:62 El total del censo de todos los varones de un mes en adelante fue 23.000. Porque no fueron alistados con los demás israelitas, pues no se les daba herencia entre los demás israelitas.
Num 26:63 Estos fueron los revistados por Moisés y el sacerdote Eleazar. Revistaron a los israelitas en las Estepas de Moab, cerca del Jordán a la altura de Jericó.
Num 26:64 Entre ellos no quedaba nadie de los que habían sido alistados por Moisés y por el sacerdote Aarón, cuando hicieron el censo de los israelitas en el desierto del Sinaí.
Num 26:65 Es que Yahveh les había dicho que morirían en el desierto, sin que quedara uno de ellos, excepto Caleb, hijo de Yefunné, y Josué, hijo de Nun.

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Capítulo 27

27:1
Y LAS hijas de Salphaad, hijo de Hepher, hijo de Galaad, hijo de Machîr, hijo de Manasés, de las familias de Manasés, hijo de José, los nombres de las cuales eran Maala, y Noa, y Hogla, y Milca, y Tirsa, llegaron;
27:2
Y presentáronse delante de Moisés, y delante del sacerdote Eleazar, y delante de los príncipes, y de toda la congregación, á la puerta del tabernáculo del testimonio, y dijeron:
27:3
Nuestro padre murió en el desierto, el cual no estuvo en la junta que se reunió contra el Altísimo en la compañía de Coré: sino que en su pecado murió, y no tuvo hijos.
27:4
¿Por qué será quitado el nombre de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido hijo? Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre.
27:5
Y Moisés llevó su causa delante de el Altísimo.
27:6
Y el Altísimo respondió á Moisés, diciendo:
27:7
Bien dicen las hijas de Salphaad: has de darles posesión de heredad entre los hermanos de su padre; y traspasarás la heredad de su padre á ellas.
27:8
Y á los hijos de Israel hablarás, diciendo: Cuando alguno muriere sin hijos, traspasaréis su herencia á su hija:
27:9
Y si no tuviere hija, daréis su herencia á sus hermanos:
27:10
Y si no tuviere hermanos, daréis su herencia á los hermanos de su padre.
27:11
Y si su padre no tuviere hermanos, daréis su herencia á su pariente más cercano de su linaje, el cual la poseerá: y será á los hijos de Israel por estatuto de derecho, como el Altísimo mandó á Moisés.
27:12
Y el Altísimo dijo á Moisés: Sube á este monte Abarim, y verás la tierra que he dado á los hijos de Israel.
27:13
Y después que la habrás visto, tú también serás reunido á tus pueblos, como fué reunido tu hermano Aarón:
27:14
Pues fuisteis rebeldes á mi dicho en el desierto de Zin, en la rencilla de la congregación, para santificarme en las aguas á ojos de ellos. Estas son las aguas de la rencilla de Cades en el desierto de Zin.
27:15
Entonces respondió Moisés á el Altísimo, diciendo:
27:16
Ponga el Altísimo, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación,
27:17
Que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca; porque la congregación de el Altísimo no sea como ovejas sin pastor.
27:18
Y el Altísimo dijo á Moisés: Toma á Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él;
27:19
Y ponerlo has delante de Eleazar el sacerdote, y delante de toda la congregación; y le darás órdenes en presencia de ellos.
27:20
Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezcan.
27:21
Y él estará delante de Eleazar el sacerdote, y á él preguntará por el juicio del Urim delante de el Altísimo: por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él, y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación.
27:22
Y Moisés hizo como el Altísimo le había mandado; que tomó á Josué, y le puso delante de Eleazar el sacerdote, y de toda la congregación:
27:23
Y puso sobre él sus manos, y dióle órdenes, como el Altísimo había mandado por mano de Moisés.
Num 27:1 Entonces se acercaron las hijas de Selofjad, hijo de Jéfer, hijo de Galaad, hijo de Makir, hijo de Manasés, de los clanes de Manasés, hijo de José. Se llamaban las hijas: Majlá, Noá, Joglá, Milká y Tirsá.
Num 27:2 Se presentaron a Moisés y al sacerdote Eleazar, a los principales y a toda la comunidad, a la entrada de la Tienda del Encuentro, y dijeron:
Num 27:3 «Nuestro padre murió en el desierto. No era de la facción que se amotinó contra Yahveh, de la facción de Coré; por sus propios pecados murió sin tener hijos.
Num 27:4 ¿Por qué ha de ser borrado de su clan el nombre de nuestro padre, sólo por no haber tenido hijos? Danos alguna propiedad entre los hermanos de nuestro padre.»
Num 27:5 Moisés expuso su caso ante Yahveh.
Num 27:6 Respondió Yahveh a Moisés:
Num 27:7 «Han hablado bien las hijas de Selofjad. Dales, pues, en propiedad una heredad entre los hermanos de su padre; traspásales a ellas la herencia de su padre.
Num 27:8 Y dirás a los israelitas: Si un hombre muere y no tiene ningún hijo, traspasará su herencia a su hija.
Num 27:9 Si tampoco tiene hija, daréis la herencia a sus hermanos.
Num 27:10 Si tampoco tiene hermanos, daréis la herencia a los hermanos de su padre.
Num 27:11 Y si su padre no tenía hermanos, daréis la herencia al pariente más próximo de su clan, el cual tomará posesión de ella. Esta será norma de derecho para los israelitas, según lo ordenó Yahveh a Moisés.»
Num 27:12 Dijo Yahveh a Moisés: «Sube ahí a la sierra de Abarim y mira la tierra que he dado a los israelitas.
Num 27:13 Cuando la veas, irás a reunirte tú también a los tuyos, como se reunió tu hermano Aarón.
Num 27:14 Porque os rebelasteis en el desierto de Sin, cuando protestó la comunidad y cuando os mandé manifestar delante de ella mi santidad, por medio del agua.» Estas son las aguas de Meribá de Cadés, en el desierto de Sin.
Num 27:15 Habló Moisés a Yahveh y le dijo:
Num 27:16 «Que Yahveh, Dios de los espíritus de toda carne, ponga un hombre al frente de esta comunidad,
Num 27:17 uno que salga y entre delante de ellos y que los haga salir y entrar, para que no quede la comunidad de Yahveh como rebaño sin pastor.»
Num 27:18 Respondió Yahveh a Moisés: «Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el espíritu, impónle tu mano,
Num 27:19 y colócalo delante del sacerdote Eleazar y delante de toda la comunidad para darle órdenes en presencia de ellos
Num 27:20 y comunicarle parte de tu dignidad, con el fin de que le obedezca toda la comunidad de los israelitas.
Num 27:21 Que se presente al sacerdote Eleazar y que éste consulte acerca de él, según el rito del Urim, delante de Yahveh. A sus órdenes saldrán y a sus órdenes entrarán él y todos los israelitas, toda la comunidad.»
Num 27:22 Moisés hizo como le había mandado Yahveh: tomó a Josué y lo puso delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la comunidad.
Num 27:23 Le impuso su mano y le dio sus órdenes, como había dicho Yahveh por Moisés.

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Capítulo 28

28:1
Y HABLÓ el Altísimo á Moisés, diciendo:
28:2
Manda á los hijos de Israel, y diles: Mi ofrenda, mi pan con mis ofrendas encendidas en olor á mí agradable, guardaréis, ofreciéndomelo á su tiempo.
28:3
Y les dirás: Esta es la ofrenda encendida que ofreceréis á el Altísimo: dos corderos sin tacha de un año, cada un día, será el holocausto continuo.
28:4
El un cordero ofrecerás por la mañana, y el otro cordero ofrecerás entre las dos tardes:
28:5
Y la décima de un epha de flor de harina, amasada con una cuarta de un hin de aceite molido, en presente.
28:6
Es holocausto continuo, que fué hecho en el monte de Sinaí en olor de suavidad, ofrenda encendida á el Altísimo.
28:7
Y su libación, la cuarta de un hin con cada cordero: derramarás libación de superior vino á el Altísimo en el santuario.
28:8
Y ofrecerás el segundo cordero entre las dos tardes: conforme á la ofrenda de la mañana, y conforme á su libación ofrecerás, ofrenda encendida en olor de suavidad á el Altísimo.
28:9
Mas el día del sábado dos corderos de un año sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, por presente, con su libación:
28:10
Es el holocausto del sábado en cada sábado, además del holocausto continuo y su libación.
28:11
Y en los principios de vuestros meses ofreceréis en holocausto á el Altísimo dos becerros de la vacada, y un carnero, y siete corderos de un año sin defecto;
28:12
Y tres décimas de flor de harina amasada con aceite, por presente con cada becerro; y dos décimas de flor de harina amasada con aceite, por presente con cada carnero;
28:13
Y una décima de flor de harina amasada con aceite, en ofrenda por presente con cada cordero: holocausto de olor suave, ofrenda encendida á el Altísimo.
28:14
Y sus libaciones de vino, medio hin con cada becerro, y el tercio de un hin con cada carnero, y la cuarta de un hin con cada cordero. Este es el holocausto de cada mes por todos los meses del año.
28:15
Y un macho cabrío en expiación se ofrecerá á el Altísimo, además del holocausto continuo con su libación.
28:16
Mas en el mes primero, á los catorce del mes será la pascua de el Altísimo.
28:17
Y á los quince días de aqueste mes, la solemnidad: por siete días se comerán ázimos.
28:18
El primer día, santa convocación; ninguna obra servil haréis:
28:19
Y ofreceréis por ofrenda encendida en holocausto á el Altísimo dos becerros de la vacada, y un carnero, y siete corderos de un año: sin defecto los tomaréis:
28:20
Y su presente de harina amasada con aceite: tres décimas con cada becerro, y dos décimas con cada carnero ofreceréis;
28:21
Con cada uno de los siete corderos ofreceréis una décima;
28:22
Y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros.
28:23
Esto ofreceréis además del holocausto de la mañana, que es el holocausto continuo.
28:24
Conforme á esto ofreceréis cada uno de los siete días, vianda y ofrenda encendida en olor de suavidad á el Altísimo; ofrecerse ha, además del holocausto continuo, con su libación.
28:25
Y el séptimo día tendréis santa convocación: ninguna obra servil haréis.
28:26
Además el día de las primicias, cuando ofreciereis presente nuevo á el Altísimo en vuestras semanas, tendréis santa convocación: ninguna obra servil haréis:
28:27
Y ofreceréis en holocausto, en olor de suavidad á el Altísimo, dos becerros de la vacada, un carnero, siete corderos de un año:
28:28
Y el presente de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
28:29
Con cada uno de los siete corderos una décima;
28:30
Un macho cabrío, para hacer expiación por vosotros.
28:31
Los ofreceréis, además del holocausto continuo con sus presentes, y sus libaciones: sin defecto los tomaréis.
Num 28:1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 28:2 «Manda a los israelitas en estos términos: Tendréis cuidado de traer a su tiempo mi ofrenda, mi alimento, manjares míos abrasados de calmante aroma.
Num 28:3 Les dirás: Este será el manjar abrasado que ofreceréis a Yahveh: «Corderos de un año, sin defecto, dos al día, como holocausto perpetuo.
Num 28:4 Uno de los corderos lo ofrecerás en holocausto por la mañana, y el otro cordero entre dos luces;
Num 28:5 y como oblación, una décima de medida de flor de harina, amasada con un cuarto de sextario de aceite virgen.
Num 28:6 Es el holocausto perpetuo ofrecido antaño en el monte Sinaí como calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh.
Num 28:7 Y la libación correspondiente: un cuarto de sextario por cada cordero. La libación de bebida fermentada para Yahveh la derramarás en el santuario.
Num 28:8 El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces: lo ofrecerás con la misma oblación y libación que el de la mañana, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh.
Num 28:9 «El día de sábado, dos corderos de un año, sin tacha, y como oblación dos décimas de flor de harina amasada con aceite, y su correspondiente libación.
Num 28:10 El holocausto del sábado, con su libación, se añadirá los sábados al holocausto perpetuo.
Num 28:11 Los primeros de mes ofreceréis un holocausto a Yahveh: dos novillos, un carnero y siete corderos de un año, sin tacha.
Num 28:12 Como oblación tres décimas de flor de harina amasada con aceite por cada novillo; dos décimas de flor de harina amasada con aceite, como oblación por el carnero;
Num 28:13 una décima de flor de harina amasada con aceite, por cada cordero. Es un holocausto de calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh.
Num 28:14 Las libaciones correspondientes serán: medio sextario de vino por novillo, un tercio de sextario por carnero y un cuarto de sextario por cordero. Este será el holocausto mensual, todos los meses del año uno tras otro.
Num 28:15 Ofrecerás también a Yahveh, como sacrificio por el pecado, un macho cabrío con su libación, además del holocausto perpetuo.
Num 28:16 «El mes primero, el día catorce del mes, es la Pascua de Yahveh,
Num 28:17 y el día quince del mismo mes es día de fiesta. Durante siete días comeréis panes ázimos.
Num 28:18 El día primero habrá reunión sagrada. No haréis ningún trabajo servil.
Num 28:19 Ofreceréis como manjar abrasado en holocausto a Yahveh: dos novillos, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha.
Num 28:20 La oblación correspondiente de flor de harina amasada con aceite será de tres décimas por novillo, dos décimas por el carnero,
Num 28:21 y una décima por cada uno de los siete corderos;
Num 28:22 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado, para expiar por vosotros.
Num 28:23 Esto, además del holocausto de la mañana, que ofreceréis como holocausto perpetuo.
Num 28:24 Así haréis los siete días. Es un alimento, un manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: se ofrece además del holocausto perpetuo y de su libación.
Num 28:25 El día séptimo tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil.
Num 28:26 «El día de las primicias, cuando ofrezcáis a Yahveh oblación de frutos nuevos en vuestra fiesta de las Semanas, tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil.
Num 28:27 Ofreceréis en holocausto, como calmante aroma para Yahveh, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año.
Num 28:28 La oblación correspondiente será de flor de harina amasada con aceite: tres décimas por novillo, dos décimas por el carnero,
Num 28:29 y una décima por cada uno de los siete corderos;
Num 28:30 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado para hacer expiación por vosotros.
Num 28:31 Haréis esto además del holocausto perpetuo, con su oblación y su libaciones.

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Capítulo 29

29:1
Y EL séptimo mes, al primero del mes tendréis santa convocación: ninguna obra servil haréis; os será día de sonar las trompetas.
29:2
Y ofreceréis holocausto por olor de suavidad á el Altísimo, un becerro de la vacada, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;
29:3
Y el presente de ellos, de flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
29:4
Y con cada uno de los siete corderos, una décima;
29:5
Y un macho cabrío por expiación, para reconciliaros:
29:6
Además del holocausto del mes, y su presente, y el holocausto continuo y su presente, y sus libaciones, conforme á su ley, por ofrenda encendida á el Altísimo en olor de suavidad.
29:7
Y en el diez de este mes séptimo tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas: ninguna obra haréis:
29:8
Y ofreceréis en holocausto á el Altísimo por olor de suavidad, un becerro de la vacada, un carnero, siete corderos de un año; sin defecto los tomaréis:
29:9
Y sus presentes, flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,
29:10
Y con cada uno de los siete corderos, una décima;
29:11
Un macho cabrío por expiación: además de la ofrenda de las expiaciones por el pecado, y del holocausto continuo, y de sus presentes, y de sus libaciones.
29:12
También á los quince días del mes séptimo tendréis santa convocación; ninguna obra servil haréis, y celebraréis solemnidad á el Altísimo por siete días;
29:13
Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida á el Altísimo en olor de suavidad, trece becerros de la vacada, dos carneros, catorce corderos de un año: han de ser sin defecto;
29:14
Y los presentes de ellos, de flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada uno de los trece becerros, dos décimas con cada uno de los dos carneros,
29:15
Y con cada uno de los catorce corderos, una décima;
29:16
Y un macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, su presente y su libación.
29:17
Y el segundo día, doce becerros de la vacada, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
29:18
Y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme á la ley;
29:19
Y un macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, y su presente y su libación.
29:20
Y el día tercero, once becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
29:21
Y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme á la ley;
29:22
Y un macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, y su presente y su libación.
29:23
Y el cuarto día, diez becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
29:24
Sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme á la ley;
29:25
Y un macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, su presente y su libación.
29:26
Y el quinto día, nueve becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
29:27
Y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme á la ley;
29:28
Y un macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, su presente y su libación.
29:29
Y el sexto día, ocho becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
29:30
Y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme á la ley;
29:31
Y un macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, su presente y sus libaciones.
29:32
Y el séptimo día, siete becerros, dos carneros, catorce corderos de un año sin defecto;
29:33
Y sus presentes y sus libaciones con los becerros, con los carneros, y con los corderos, según el número de ellos, conforme á la ley;
29:34
Y un macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, con su presente y su libación.
29:35
El octavo día tendréis solemnidad: ninguna obra servil haréis:
29:36
Y ofreceréis en holocausto, en ofrenda encendida de olor suave á el Altísimo, un novillo, un carnero, siete corderos de un año sin defecto;
29:37
Sus presentes y sus libaciones con el novillo, con el carnero, y con los corderos, según el número de ellos, conforme á la ley;
29:38
Y un macho cabrío por expiación: además del holocausto continuo, con su presente y su libación.
29:39
Estas cosas ofreceréis á el Altísimo en vuestras solemnidades, además de vuestros votos, y de vuestras ofrendas libres, para vuestros holocaustos, y para vuestros presentes, y para vuestras libaciones y para vuestras paces.
29:40
(30-1) Y MOISÉS dijo á los hijos de Israel, conforme á todo lo que el Altísimo le había mandado.
Num 29:1 «El mes séptimo, el primero de mes, tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil. Será para vosotros el día de los Clamores.
Num 29:2 Ofreceréis un holocausto como calmante aroma para Yahveh: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha.
Num 29:3 La oblación correspondiente de flor de harina amasada con aceite, será de tres décimas por el novillo, dos décimas por el carnero
Num 29:4 y una décima por cada uno de los siete corderos;
Num 29:5 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado, para hacer la expiación por vosotros.
Num 29:6 Esto, además del holocausto mensual y de su oblación, del holocausto perpetuo y de su oblación y sus libaciones, según la norma correspondiente, como calmante aroma, manjar abrasado para Yahveh.
Num 29:7 «El día décimo del mismo mes séptimo tendréis reunión sagrada; ayunaréis y no haréis ningún trabajo.
Num 29:8 Ofreceréis en holocausto a Yahveh, como calmante aroma, un novillo, un carnero, siete corderos de un año, que habrán de ser sin defecto;
Num 29:9 su oblación de flor de harina amasada con aceite, será: tres décimas por el novillo, dos décimas por el carnero,
Num 29:10 una décima por cada uno de los siete corderos;
Num 29:11 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado de la fiesta de la Expiación, del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones.
Num 29:12 «El día quince del mes séptimo tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil y celebraréis fiesta en honor de Yahveh durante siete días.
Num 29:13 Ofreceréis en holocausto un manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: trece novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, que serán sin defecto;
Num 29:14 la oblación correspondiente será de flor de harina amasada con aceite, tres décimas por cada uno de los trece novillos, dos décimas por cada uno de los dos carneros,
Num 29:15 y una décima por cada uno de los catorce corderos;
Num 29:16 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
Num 29:17 El día segundo, doce novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin tacha,
Num 29:18 con las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos, carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
Num 29:19 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y sus libaciones.
Num 29:20 El día tercero: once novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin tacha,
Num 29:21 con las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos, carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
Num 29:22 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
Num 29:23 El día cuarto: diez novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin tacha;
Num 29:24 las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos, carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
Num 29:25 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
Num 29:26 El día quinto: nueve novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin tacha;
Num 29:27 las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos, carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
Num 29:28 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
Num 29:29 El día sexto: ocho novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin tacha;
Num 29:30 las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos, carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
Num 29:31 y un macho cabrío, como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
Num 29:32 El día séptimo: siete novillos, dos carneros, catorce corderos de un año, sin tacha;
Num 29:33 las oblaciones y libaciones correspondientes a los novillos, carneros y corderos, conforme a su número y según la norma;
Num 29:34 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo y de su oblación y su libación.
Num 29:35 El día octavo será para vosotros de reunión solemne; no haréis ningún trabajo servil.
Num 29:36 Ofreceréis un holocausto, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh: un novillo, un carnero, siete corderos de un año, sin tacha;
Num 29:37 la oblación y libaciones correspondientes al novillo, al carnero y a los corderos, conforme a su número y según la norma;
Num 29:38 y un macho cabrío como sacrificio por el pecado; además del holocausto perpetuo, de su oblación y su libación.
Num 29:39 Estos son los sacrificios que ofreceréis a Yahveh en vuestras solemnidades, aparte de vuestras ofrendas votivas y espontáneas, holocaustos, oblaciones, libaciones y sacrificios de comunión.»

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Capítulo 30

30:1
(30-2) Y habló Moisés á los príncipes de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el Altísimo ha mandado.
30:2
(30-3) Cuando alguno hiciere voto á el Altísimo, ó hiciere juramento ligando su alma con obligación, no violará su palabra: hará conforme á todo lo que salió de su boca.
30:3
(30-4) Mas la mujer, cuando hiciere voto á el Altísimo, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su mocedad;
30:4
(30-5) Si su padre oyere su voto, y la obligación con que ligó su alma, y su padre callare á ello, todos los votos de ella serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
30:5
(30-6) Mas si su padre le vedare el día que oyere todos sus votos y sus obligaciones, con que ella hubiere ligado su alma, no serán firmes; y el Altísimo la perdonará, por cuanto su padre le vedó.
30:6
(30-7) Empero si fuére casada, é hiciere votos, o pronunciare de sus labios cosa con que obligue su alma;
30:7
(30-8) Si su marido lo oyere, y cuando lo oyere callare á ello, los votos de ella serán firmes, y la obligación con que ligó su alma, firme será.
30:8
(30-9) Pero si cuando su marido lo oyó, le vedó, entonces el voto que ella hizo, y lo que pronunció de sus labios con que ligó su alma, será nulo; y el Altísimo lo perdonará.
30:9
(30-10) Mas todo voto de viuda, ó repudiada, con que ligare su alma, será firme.
30:10
(30-11) Y si hubiere hecho voto en casa de su marido, y hubiere ligado su alma con obligación de juramento,
30:11
(30-12) Si su marido oyó, y calló á ello, y no le vedó; entonces todos sus votos serán firmes, y toda obligación con que hubiere ligado su alma, firme será.
30:12
(30-13) Mas si su marido los anuló el día que los oyó; todo lo que salió de sus labios cuanto á sus votos, y cuanto á la obligación de su alma, será nulo; su marido los anuló, y el Altísimo la perdonará.
30:13
(30-14) Todo voto, ó todo juramento obligándose á afligir el alma, su marido lo confirmará, ó su marido lo anulará.
30:14
(30-15) Empero si su marido callare á ello de día en día, entonces confirmó todos sus votos, y todas las obligaciones que están sobre ella: confirmólas, por cuanto calló á ello el día que lo oyó.
30:15
(30-16) Mas si las anulare después de haberlas oido, entonces él llevará el pecado de ella.
30:16
(30-17) Estas son las ordenanzas que el Altísimo mandó á Moisés entre el varón y su mujer, entre el padre y su hija, durante su mocedad en casa de su padre.
Num 30:1 Moisés habló a los israelitas conforme en todo a lo que le había ordenado Yahveh.
Num 30:2 Habló Moisés a los jefes de tribu de los israelitas y les dijo: «Esto es lo que ha ordenado Yahveh:
Num 30:3 Si un hombre hace un voto a Yahveh, o se compromete a algo con juramento, no violará su palabra: cumplirá todo lo que ha salido de su boca.
Num 30:4 Y si una mujer hace un voto a Yahveh, o adquiere un compromiso, en su juventud, cuando está en casa de su padre,
Num 30:5 si su padre se entera de su voto o del compromiso que ha contraído, y no le dice nada su padre, serán firmes todos sus votos, y todos los compromisos que ha contraído serán firmes.
Num 30:6 Pero si su padre, el mismo día en que se entera de cualquiera de sus votos o de los compromisos que ha contraído, lo desaprueba, no serán firmes. Yahveh no se lo tendrá en cuenta, pues su padre lo ha desaprobado.
Num 30:7 Y si se casa cuando todavía está ligada por sus votos o por un compromiso que inconsideradamente contrajeron sus labios,
Num 30:8 si su marido se entera, y el mismo día en que se entera no lo desaprueba, serán firmes sus votos, y los compromisos que adquirió serán válidos.
Num 30:9 Pero si el día en que se entera su marido, lo desaprueba, anula el voto que la obligaba y el compromiso que inconsideradamente contrajeron sus labios. Yahveh no se lo tendrá en cuenta.
Num 30:10 El voto de una mujer viuda o repudiada, y todos los compromisos contraídos por ella, serán firmes.
Num 30:11 Si una mujer ha hecho votos en casa de su marido, o se ha comprometido con juramento,
Num 30:12 y se entera su marido y no le dice nada, no lo desaprueba, serán firmes todos sus votos, y todo compromiso que haya adquirido será firme.
Num 30:13 Pero si su marido se los anula el mismo día en que se entera, no será firme nada de lo que ha salido de sus labios, sea voto o compromiso. Yahveh no se lo tendrá en cuenta, porque su marido se los anuló.
Num 30:14 Cualquier voto o compromiso jurado que grava a la mujer, puede ratificarlo o anularlo el marido.
Num 30:15 Si no le dice nada su marido para el día siguiente, es que confirma cualquier voto o compromiso que tenga; los confirma por no haberle dicho nada el día que se enteró.
Num 30:16 Pero si los anula más tarde, cargará él con la falta de ella.»
Num 30:17 Estos son los preceptos que Yahveh dio a Moisés acerca de las relaciones entre marido y mujer, y entre el padre y la hija que, durante su juventud, vive todavía en casa de su padre.

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Capítulo 31

31:1
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
31:2
Haz la venganza de los hijos de Israel sobre los Madianitas; después serás recogido á tus pueblos.
31:3
Entonces Moisés habló al pueblo, diciendo: Armaos algunos de vosotros para la guerra, é irán contra Madián, y harán la venganza de el Altísimo en Madián.
31:4
Mil de cada tribu de todas las tribus de los hijos de Israel, enviaréis á la guerra.
31:5
Así fueron dados de los millares de Israel, mil por cada tribu, doce mil á punto de guerra.
31:6
Y Moisés los envió á la guerra: mil por cada tribu envió: y Phinees, hijo de Eleazar sacerdote, fué á la guerra con los santos instrumentos, con las trompetas en su mano para tocar.
31:7
Y pelearon contra Madián, como el Altísimo lo mandó á Moisés, y mataron á todo varón.
31:8
Mataron también, entre los muertos de ellos, á los reyes de Madián: Evi, y Recem, y Zur, y Hur, y Reba, cinco reyes de Madián; á Balaam también, hijo de Beor, mataron á cuchillo.
31:9
Y llevaron cautivas los hijos de Israel las mujeres de los Madianitas, y sus chiquitos y todas sus bestias, y todos sus ganados; y arrebataron toda su hacienda.
31:10
Y abrasaron con fuego todas sus ciudades, aldeas y castillos.
31:11
Y tomaron todo el despojo, y toda la presa, así de hombres como de bestias.
31:12
Y trajeron á Moisés, y á Eleazar el sacerdote, y á la congregación de los hijos de Israel, los cautivos y la presa y los despojos, al campo en los llanos de Moab, que están junto al Jordán de Jericó.
31:13
Y salieron Moisés y Eleazar el sacerdote, y todos los príncipes de la congregación, á recibirlos fuera del campo.
31:14
Y enojóse Moisés contra los capitanes del ejército, contra los tribunos y centuriones que volvían de la guerra;
31:15
Y díjoles Moisés: ¿Todas las mujeres habéis reservado?
31:16
He aquí ellas fueron á los hijos de Israel, por consejo de Balaam, para causar prevaricación contra el Altísimo en el negocio de Peor; por lo que hubo mortandad en la congregación de el Altísimo.
31:17
Matad pues ahora todos los varones entre los niños: matad también toda mujer que haya conocido varón carnalmente.
31:18
Y todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido ayuntamiento de varón, os reservaréis vivas.
31:19
Y vosotros quedaos fuera del campo siete días: y todos los que hubieren matado persona, y cualquiera que hubiere tocado muerto, os purificaréis al tercero y al séptimo día, vosotros y vuestros cautivos.
31:20
Asimismo purificaréis todo vestido, y toda prenda de pieles, y toda obra de pelos de cabra, y todo vaso de madera.
31:21
Y Eleazar el sacerdote dijo á los hombres de guerra que venían de la guerra: Esta es la ordenanza de la ley que el Altísimo ha mandado á Moisés:
31:22
Ciertamente el oro, y la plata, metal, hierro, estaño, y plomo,
31:23
Todo lo que resiste el fuego, por fuego lo haréis pasar, y será limpio, bien que en las aguas de purificación habrá de purificarse: mas haréis pasar por agua todo lo que no aguanta el fuego.
31:24
Además lavaréis vuestros vestidos el séptimo día, y así seréis limpios; y después entraréis en el campo.
31:25
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
31:26
Toma la cuenta de la presa que se ha hecho, así de las personas como de las bestias, tú y el sacerdote Eleazar, y las cabezas de los padres de la congregación:
31:27
Y partirás por mitad la presa entre los que pelearon, los que salieron á la guerra, y toda la congregación.
31:28
Y apartarás para el Altísimo el tributo de los hombres de guerra, que salieron á la guerra: de quinientos uno, así de las personas como de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas:
31:29
De la mitad de ellos lo tomarás; y darás á Eleazar el sacerdote la ofrenda de el Altísimo.
31:30
Y de la mitad perteneciente á los hijos de Israel tomarás uno de cincuenta, de las personas, de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas, de todo animal; y los darás á los Levitas, que tienen la guarda del tabernáculo de el Altísimo.
31:31
E hicieron Moisés y Eleazar el sacerdote como el Altísimo mandó á Moisés.
31:32
Y fué la presa, el resto de la presa que tomaron los hombres de guerra, seiscientas y setenta y cinco mil ovejas,
31:33
Y setenta y dos mil bueyes,
31:34
Y setenta y un mil asnos;
31:35
Y en cuanto á personas, de mujeres que no habían conocido ayuntamiento de varón, en todas trenita y dos mil.
31:36
Y la mitad, la parte de los que habían salido á la guerra, fué el número de trescientas treinta y siete mil y quinientas ovejas.
31:37
Y el tributo para el Altísimo de la ovejas, fué seiscientas setenta y cinco.
31:38
Y de los bueyes, treinta y seis mil: y de ellos el tributo para el Altísimo, setenta y dos.
31:39
Y de los asnos, treinta mil y quinientos: y de ellos el tributo para el Altísimo, setenta y uno.
31:40
Y de las personas, diez y seis mil: y de ellas el tributo para el Altísimo, trteinta y dos personas.
31:41
Y dió Moisés el tributo, por elevada ofrenda á el Altísimo, á Eleazar el sacerdote, como el Altísimo lo mandó á Moisés.
31:42
Y de la mitad para los hijos de Israel, que apartó Moisés de los hombres que habían ido á la guerra;
31:43
(La mitad para la congregación fué: de las ovejas, trescientas treinta y siete mil y quinientas;
31:44
Y de los bueyes, treinta y seis mil;
31:45
Y de los asnos, treinta mil y quinientos;
31:46
Y de las personas, diez y seis mil:)
31:47
De la mitad, pues, para los hijos de Israel tomó Moisés uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y diólos á los Levitas, que tenían la guarda del tabernáculo de el Altísimo; como el Altísimo lo había mandado á Moisés.
31:48
Y llegaron á Moisés los jefes de los millares de aquel ejército, los tribunos y centuriones;
31:49
Y dijeron á Moisés: Tus siervos han tomado razón de los hombres de guerra que están en nuestro poder, y ninguno ha faltado de nosotros.
31:50
Por lo cual hemos ofrecido á el Altísimo ofrenda, cada uno de lo que ha hallado, vasos de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos, y cadenas, para hacer expiación por nuestras almas delante de el Altísimo.
31:51
Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, alhajas, todas elaboradas.
31:52
Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron á el Altísimo de los tribunos y centuriones, fué diez y seis mil setecientos y cincuenta siclos.
31:53
Los hombres del ejército habían pillado cada uno para sí.
31:54
Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar, el oro de los tribunos y centuriones, y trajéronlo al tabernáculo del testimonio, por memoria de los hijos de Israel delante de el Altísimo.
Num 31:1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 31:2 «Haz que los israelitas tomen venganza de los madianitas. Luego irás a reunirte con tu parentela.»
Num 31:3 Moisés habló al pueblo y le dijo: «Que se armen algunos de vosotros para la guerra de Yahveh contra Madián, para tomar de Madián la venganza de Yahveh.
Num 31:4 Pondréis sobre las armas mil de cada tribu, de todas las tribus de Israel.»
Num 31:5 Los millares de Israel suministraron, a razón de mil por cada tribu, 12.000. hombres armados para la guerra.
Num 31:6 Moisés envió al combate mil por cada tribu, y con ellos a Pinjás, hijo del sacerdote Eleazar, que llevaba en su mano los objetos sagrados y las trompetas del clamoreo.
Num 31:7 Atacaron a Madián como había mandado Yahveh a Moisés y mataron a todos los varones.
Num 31:8 Mataron también a los reyes de Madián: Eví, Réquem, Sur, Jur y Rebá, cinco reyes madianitas; y a Balaam, hijo de Beor, lo mataron a filo de espada.
Num 31:9 Los israelitas hicieron cautivas a las mujeres de Madián y a sus niños y saquearon su ganado, sus rebaños, y todos sus bienes.
Num 31:10 Dieron fuego a todas las ciudades en que habitaban y a todos sus campamentos.
Num 31:11 Reunieron todo el botín que habían capturado, hombres y bestias,
Num 31:12 y llevaron los cautivos, la presa y el botín ante Moisés, ante el sacerdote Eleazar y ante toda la comunidad de los israelitas, al campamento, en las Estepas de Moab, que están cerca del Jordán, a la altura de Jericó.
Num 31:13 Moisés, el sacerdote Eleazar y todos los principales de la comunidad salieron a su encuentro hasta fuera del campamento.
Num 31:14 Moisés se encolerizó contra los jefes de las tropas, jefes de millar y jefes de cien, que volvían de la expedición guerrera.
Num 31:15 Les dijo Moisés: «¿Pero habéis dejado con vida a todas las mujeres?
Num 31:16 Precisamente ellas fueron las que indujeron a prevaricar contra Yahveh a los israelitas, siguiendo el consejo de Balaam, cuando lo de Peor; por eso azotó la plaga a la comunidad de Yahveh.
Num 31:17 Matad, pues, a todos los niños varones. Y a toda mujer que haya conocido varón, que haya dormido con varón, matadla también.
Num 31:18 Pero dejad con vida para vosotros a todas las muchachas que no hayan dormido con varón.
Num 31:19 Y vosotros, todos los que hayáis matado a alguno y todos los que hayáis tocado a algún muerto, acampad fuera del campamento siete días. Purificaos vosotros y vuestros cautivos, el día tercero y el día séptimo.
Num 31:20 Purificad también todos los vestidos, todos los objetos de cuero, todo tejido de pelo de cabra y todo objeto de madera.»
Num 31:21 Dijo el sacerdote Eleazar a los hombres de la tropa que habían ido a la guerra: «Este es el precepto de la Ley que ordenó Yahveh a Moisés.
Num 31:22 El oro, la plata, el bronce, el hierro, el estaño y el plomo,
Num 31:23 todo lo que puede pasar por el fuego, lo pasaréis por el fuego y quedará puro. Pero será purificado con las aguas lustrales. Pero todo lo que no pueda pasar por el fuego lo pasaréis por las aguas.»
Num 31:24 Lavaréis vuestros vestidos el día séptimo y quedaréis puros. Luego podréis entrar en el campamento.
Num 31:25 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 31:26 «Sacad la cuenta, tú, el sacerdote Eleazar y los principales de las familias de la comunidad, del botín y de los cautivos, hombres y bestias.
Num 31:27 Luego repartirás el botín, la mitad para los combatientes que fueron a la guerra y la otra mitad para toda la comunidad.
Num 31:28 Reservarás para Yahveh, de la parte de los combatientes que fueron a la guerra, uno por cada quinientos, sean hombres, bueyes, asnos u ovejas.
Num 31:29 Lo tomarás de la mitad que les corresponde y se lo darás al sacerdote Eleazar, como reserva para Yahveh.
Num 31:30 Y de la mitad de los israelitas, uno por cada cincuenta, sean hombres, bueyes, asnos u ovejas, cualquier clase de bestias, y se lo darás a los levitas, que están encargados del ministerio de la Morada de Yahveh.
Num 31:31 Moisés y el sacerdote Eleazar hicieron como había mandado Yahveh a Moisés.
Num 31:32 Fue el botín, el remanente de lo que la gente de guerra había saqueado: 675.000 cabezas de ganado lanar,
Num 31:33 72.000 de vacuno
Num 31:34 y 61.000 de ganado asnal.
Num 31:35 En cuanto a las personas, las mujeres que no habían dormido con varón eran, en total, 32.000.
Num 31:36 La mitad correspondiente a los que fueron al combate: 337.500 cabezas de ganado lanar,
Num 31:37 siendo la parte de Yahveh de ganado lanar, 675 cabezas;
Num 31:38 36.000 de vacuno, siendo la parte de Yahveh 72,
Num 31:39 30.500 de asnal, siendo la parte de Yahveh 61.
Num 31:40 Las personas eran 16.000, correspondiendo a Yahveh, 32.
Num 31:41 Moisés dio al sacerdote Eleazar la reserva de Yahveh, como había ordenado Yahveh a Moisés.
Num 31:42 La mitad perteneciente a los israelitas, que había separado Moisés de la de los combatientes,
Num 31:43 esta mitad correspondiente a la comunidad era de 337.500 cabezas de ganado lanar;
Num 31:44 36.000 de vacuno;
Num 31:45 30.500 de asnal,
Num 31:46 y 16.000 personas.
Num 31:47 Tomó Moisés de la mitad de los israelitas, a razón de uno por cincuenta, hombres y bestias, y se los dio a los levitas, que se encargan del ministerio de la Morada de Yahveh, como había ordenado Yahveh a Moisés.
Num 31:48 Se presentaron ante Moisés los jefes de las tropas de Israel que habían ido a la guerra, jefes de millar y jefes de cien,
Num 31:49 y dijeron a Moisés: «Tus siervos han sacado la cuenta de los combatientes que tenían a sus órdenes, y no falta ni uno.
Num 31:50 Por eso traemos de ofrenda a Yahveh lo que cada uno de nosotros ha encontrado en objetos de oro, brazaletes, ajorcas, anillos, arracadas y collares, para hacer expiación por nosotros delante de Yahveh.»
Num 31:51 Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos el oro y las joyas.
Num 31:52 El total del oro de la reserva que reservaron para Yahveh, de parte de los jefes de millar y de cien, fue 16.750 siclos.
Num 31:53 Los combatientes habían tomado cada uno su botín.
Num 31:54 Pero Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los jefes de millar y de cien y lo llevaron a la Tienda del Encuentro, para que sirviera ante Yahveh de memorial en favor de los israelitas.

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Capítulo 32

32:1
Y LOS hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una muy grande muchedumbre de ganado; los cuales viendo la tierra de Jazer y de Galaad, parecióles el país lugar de ganado.
32:2
Y vinieron los hijos de Gad y los hijos de Rubén, y hablaron á Moisés, y á Eleazar el sacerdote, y á los príncipes de la congregación, diciendo:
32:3
Ataroth, y Dibón, y Jazer, y Nimra, y Hesbón, y Eleale, y Sabán, y Nebo, y Beón,
32:4
La tierra que el Altísimo hirió delante de la congregación de Israel, es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.
32:5
Por tanto, dijeron, si hallamos gracia en tus ojos, dése esta tierra á tus siervos en heredad, y no nos hagas pasar el Jordán.
32:6
Y respondió Moisés á los hijos de Gad y á los hijos de Rubén: ¿Vendrán vuestros hermanos á la guerra, y vosotros os quedaréis aquí?
32:7
¿Y por qué prevenís el ánimo de los hijos de Israel, para que no pasen á la tierra que les ha dado el Altísimo?
32:8
Así hicieron vuestros padres, cuando los envié desde Cades-barnea para que viesen la tierra.
32:9
Que subieron hasta la arroyada de Escol, y después que vieron la tierra, preocuparon el ánimo de los hijos de Israel, para que no viniesen á la tierra que el Altísimo les había dado.
32:10
Y el furor de el Altísimo se encendió entonces, y juró diciendo:
32:11
Que no verán los varones que subieron de Egipto de veinte años arriba, la tierra por la cual juré á Abraham, Isaac, y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí;
32:12
Excepto Caleb, hijo de Jephone Cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de el Altísimo.
32:13
Y el furor de el Altísimo se encendió en Israel, é hízolos andar errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fué acabada toda aquella generación, que había hecho mal delante de el Altísimo.
32:14
Y he aquí vosotros habéis sucedido en lugar de vuestros padres, prole de hombres pecadores, para añadir aún á la ira de el Altísimo contra Israel.
32:15
Si os volviereis de en pos de él, él volverá otra vez á dejaros en el desierto, y destruiréis á todo este pueblo.
32:16
Entonces ellos se allegaron á él y dijeron: Edificaremos aquí majadas para nuestro ganado, y ciudades para nuestros niños;
32:17
Y nosotros nos armaremos, é iremos con diligencia delante de los hijos de Israel, hasta que los metamos en su lugar: y nuestros niños quedarán en ciudades fuertes á causa de los moradores del país.
32:18
No volveremos á nuestras casas hasta que los hijos de Israel posean cada uno su heredad.
32:19
Porque no tomaremos heredad con ellos al otro lado del Jordán ni adelante, por cuanto tendremos ya nuestra heredad de estotra parte del Jordán al oriente.
32:20
Entonces les respondió Moisés: Si lo hiciereis así, si os apercibiereis para ir delante de el Altísimo á la guerra,
32:21
Y pasareis todos vosotros armados el Jordán delante de el Altísimo, hasta que haya echado á sus enemigos de delante de sí,
32:22
Y sea el país sojuzgado delante de el Altísimo; luego volveréis, y seréis libres de culpa para con el Altísimo, y para con Israel; y esta tierra será vuestra en heredad delante de el Altísimo.
32:23
Mas si así no lo hiciereis, he aquí habréis pecado á el Altísimo; y sabed que os alcanzará vuestro pecado.
32:24
Edificaos ciudades para vuestros niños, y majadas para vuestras ovejas, y haced lo que ha salido de vuestra boca.
32:25
Y hablaron los hijos de Gad y los hijos de Rubén á Moisés, diciendo: Tus siervos harán como mi señor ha mandado.
32:26
Nuestros niños, nuestras mujeres, nuestros ganados, y todas nuestras bestias, estarán ahí en las ciudades de Galaad;
32:27
Y tus siervos, armados todos de guerra, pasarán delante de el Altísimo á la guerra, de la manera que mi señor dice.
32:28
Entonces los encomendó Moisés á Eleazar el sacerdote, y á Josué hijo de Nun, y á los príncipes de los padres de las tribus de los hijos de Israel.
32:29
Y díjoles Moisés: Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén, pasaren con vosotros el Jordán, armados todos de guerra delante de el Altísimo, luego que el país fuere sojuzgado delante de vosotros, les daréis la tierra de Galaad en posesión:
32:30
Mas si no pasaren armados con vosotros, entonces tendrán posesión entre vosotros en la tierra de Canaán.
32:31
Y los hijos de Gad y los hijos de Rubén respondieron, diciendo: Haremos lo que el Altísimo ha dicho á tus siervos.
32:32
Nosotros pasaremos armados delante de el Altísimo á la tierra de Canaán, y la posesión de nuestra heredad será de esta parte del Jordán.
32:33
Así les dió Moisés á los hijos de Gad y á los hijos de Rubén, y á la media tribu de Manasés hijo de José, el reino de Sehón rey Amorrheo, y el reino de Og rey de Basán, la tierra con sus ciudades y términos, las ciudades del país alrededor.
32:34
Y los hijos de Gad edificaron á Dibón, y á Ataroth, y á Aroer,
32:35
Y á Atroth-sophan, y á Jazer, y á Jogbaa,
32:36
Y á Beth-nimra, y á Betharán: ciudades fuertes, y también majadas para ovejas.
32:37
Y los hijos de Rubén edificaron á Hesbón, y á Eleale, y á Kiriathaim,
32:38
Y á Nebo, y á Baal-meón, (mudados los nombres), y á Sibma: y pusieron nombres á las ciudades que edificaron.
32:39
Y los hijos de Machîr hijo de Manasés fueron á Galaad, y tomáronla, y echaron al Amorrheo que estaba en ella.
32:40
Y Moisés dió Galaad á Machîr hijo de Manasés, el cual habitó en ella.
32:41
También Jair hijo de Manasés fué y tomó sus aldeas, y púsoles por nombre Havoth-jair.
32:42
Asimismo Noba fué y tomó á Kenath y sus aldeas, y llamóle Noba, conforme á su nombre.
Num 32:1 Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchos rebaños, muy grandes. Vieron que el país de Yazer y el país de Galaad eran tierra propia para el pastoreo,
Num 32:2 y los hijos de Gad y los hijos de Rubén fueron y dijeron a Moisés, al sacerdote Eleazar y a los principales de la comunidad:
Num 32:3 «Atarot, Dibón, Yazer, Nimrá, Jesbón, Elalé, Sebam, Nebo, y Meón,
Num 32:4 el país que Yahveh conquistó delante de la comunidad de Israel es tierra de ganado, y tus siervos tienen ganado.»
Num 32:5 Y añadieron: «Si hemos hallado gracia a tus ojos, que se nos dé esta tierra a tus siervos en propiedad; no nos hagas pasar el Jordán.»
Num 32:6 Respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: «¿Es que vuestros hermanos van a ir al combate y vosotros os vais a quedar aquí?
Num 32:7 ¿Por qué os oponéis a que los israelitas pasen a la tierra que les ha dado Yahveh?
Num 32:8 Así hicieron ya vuestros padres, cuando los mandé de Cadés Barnea a ver la tierra:
Num 32:9 subieron al valle de Eskol, vieron la tierra e impidieron que los israelitas entrasen en la tierra que les había dado Yahveh.
Num 32:10 Por eso se encendió la ira de Yahveh aquel día y juró diciendo:
Num 32:11 "Nunca verán los hombres que salieron de Egipto, de veinte años para arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob..., porque no me han sido fieles,
Num 32:12 excepto Caleb, hijo de Yefunné el quenizeo, y Josué, hijo de Nun, que fueron fieles a Yahveh."
Num 32:13 Se encendió la ira de Yahveh contra Israel y los hizo andar errantes por el desierto durante cuarenta años, hasta que se acabó toda aquella generación que había obrado mal a los ojos de Yahveh.
Num 32:14 ¡Y ahora vosotros os alzáis a imitación de vuestros padres, como retoño de hombres pecadores, para atizar más el fuego de la ira de Yahveh contra Israel!
Num 32:15 Si os apartáis de él, volverá a retenernos en el desierto, y acarrearéis el desastre a todo este pueblo.»
Num 32:16 Entonces se acercaron a Moisés y le dijeron: «Podemos construir aquí rediles para nuestras ovejas y ciudades para nuestros niños.
Num 32:17 Pero nosotros tomaremos las armas a la cabeza de los israelitas, hasta que los introduzcamos en sus lugares, mientras que nuestros hijos de quedarán en las plazas fuertes, al abrigo de los habitantes del país.
Num 32:18 No volveremos a nuestras casas hasta que los israelitas se posesionen cada uno de su herencia.
Num 32:19 Que nosotros no tendremos herencia con ellos al otro lado del Jordán, pues nuestra herencia nos ha tocado del lado oriental del Jordán.»
Num 32:20 Moisés les dijo: «Si hacéis lo que habéis dicho, si os armáis para combatir delante de Yahveh,
Num 32:21 y todos vuestros combatientes pasan el Jordán delante de Yahveh, hasta que arroje a sus enemigos ante vosotros,
Num 32:22 y la tierra es ocupada delante de Yahveh, podéis volver después y quedaréis exentos de culpa ante Yahveh y ante Israel. Esta tierra os pertenecerá en propiedad delante de Yahveh.
Num 32:23 Pero si no lo hacéis así, habréis pecado contra Yahveh, y sabed que vuestro pecado os saldrá al encuentro.
Num 32:24 Construíos ciudades para vuestros niños, y rediles para vuestros rebaños; pero haced lo que habéis prometido.»
Num 32:25 Dijeron los hijos de Gad y los hijos de Rubén a Moisés: «Tus siervos harán como mi Señor manda.
Num 32:26 Nuestros hijos, nuestras mujeres, nuestros rebaños y todo nuestro ganado, se quedarán aquí en las ciudades de Galaad.
Num 32:27 Pero tus siervos, todos los que llevan armas, pasarán delante de Yahveh, para ir a la guerra, como dice mi Señor.»
Num 32:28 Moisés dio orden al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de las casas paternas de las tribus de los israelitas,
Num 32:29 y les dijo Moisés: «Si los hijos de Gad y los hijos de Rubén, todos los que llevan armas, pasan con vosotros el Jordán, para combatir delante de Yahveh, y la tierra queda dominada por vosotros, les daréis el país de Galaad en propiedad.
Num 32:30 Pero si los que llevan armas no pasan con vosotros, tendrán su herencia entre vosotros en el país de Canaán.»
Num 32:31 Respondieron los hijos de Gad y los hijos de Rubén: «Lo que ha hablado Yahveh a tus siervos, eso haremos.
Num 32:32 Nosotros pasaremos armados delante de Yahveh al país de Canaán; pero danos la propiedad de nuestra herencia a este lado del Jordán.»
Num 32:33 Moisés dio a los hijos de Gad, a los hijos de Rubén y a la media tribu de Manasés, hijo de José, el reino de Sijón, rey de los amorreos, y el reino de Og, rey de Basán; el país con las ciudades comprendidas en sus fronteras y las ciudades colindantes.
Num 32:34 Los hijos de Rubén construyeron las plazas fuertes de Dibón, Atarot y Aroer,
Num 32:35 Atrot Sofán, Yazer, Yogbohá,
Num 32:36 Bet Nimrá, Bet Harán, y rediles para los rebaños.
Num 32:37 Los hijos de Rubén construyeron Jesbón, Elalé, Quiryatáyim,
Num 32:38 Nebo, Baal Meón, cambiadas de nombre, y Sibmá. Y pusieron nombres a las ciudades que construyeron.
Num 32:39 Los hijos de Makir, hijo de Manasés, fueron a Galaad, la conquistaron y expulsaron a los amorreos que habitaban allí.
Num 32:40 Moisés dio Galaad a Makir, hijo de Manasés, que se estableció allí.
Num 32:41 Yaír, hijo de Manasés, fue y se apoderó de los aduares de ellos y los llamó Aduares de Yaír.
Num 32:42 Nóbaj fue y se apoderó de Quenat y de sus filiales, y le puso su propio nombre Nóbaj.

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Capítulo 33

33:1
Estas son las estancias de los hijos de Israel, los cuales salieron de la tierra de Egipto por sus escuadrones, bajo la conducta de Moisés y Aarón.
33:2
Y Moisés escribió sus salidas conforme á sus jornadas por mandato de el Altísimo. Estas, pues, son sus estancias con arreglo á sus partidas.
33:3
De Rameses partieron en el mes primero, á los quince diás del mes primero: el segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano alta, á ojos de todos los Egipcios.
33:4
Estaban enterrando los Egipcios los que el Altísimo había muerto de ellos, á todo primogénito; habiendo el Altísimo hecho también juicios en sus dioses.
33:5
Partieron, pues, los hijos de Israel de Rameses, y asentaron campo en Succoth.
33:6
Y partiendo de Succoth, asentaron en Etham, que está al cabo del desierto.
33:7
Y partiendo de Etham, volvieron sobre Pi-hahiroth, que está delante de Baalsephon, y asentaron delante de Migdol.
33:8
Y partiendo de Pi-hahiroth, pasaron por medio de la mar al desierto, y anduvieron camino de tres días por el desierto de Etham, y asentaron en Mara.
33:9
Y partiendo de Mara, vinieron á Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y asentaron allí.
33:10
Y partidos de Elim, asentaron junto al mar Bermejo.
33:11
Y partidos del mar Bermejo, asentaron en el desierto de Sin.
33:12
Y partidos del desierto de Sin, asentaron en Dophca.
33:13
Y partidos de Dophca, asentaron en Alús.
33:14
Y partidos de Alús, asentaron en Rephidim, donde el pueblo no tuvo aguas para beber.
33:15
Y partidos de Rephidim, asentaron en el desierto de Sinaí.
33:16
Y partidos del desierto de Sinaí, asentaron en fmfm Kibroth-hataava.
33:17
Y partidos de Kibroth-hataava, asentaron en Haseroth.
33:18
Y partidos de Haseroth, asentaron en Ritma.
33:19
Y partidos de Ritma, asentaron en Rimmón-peres.
33:20
Y partidos de Rimmón-peres, asentaron en Libna.
33:21
Y partidos de Libna, asentaron en Rissa.
33:22
Y partidos de Rissa, asentaron en Ceelatha,
33:23
Y partidos de Ceelatha, asentaron en el monte de Sepher.
33:24
Y partidos del monte de Sepher, asentaron en Harada.
33:25
Y partidos de Harada, asentaron en Maceloth.
33:26
Y partidos de Maceloth, asentaron en Tahath.
33:27
Y partidos de Tahath, asentaron en Tara.
33:28
Y partidos de Tara, asentaron en Mithca.
33:29
Y partidos de Mithca, asentaron en Hasmona.
33:30
Y partidos de Hasmona, asentaron en Moseroth.
33:31
Y partidos de Moseroth, asentaron en Bene-jaacán.
33:32
Y partidos de Bene-jaacán, asentaron en el monte de Gidgad.
33:33
Y partidos del monte de Gidgad, asentaron en Jotbatha.
33:34
Y partidos de Jotbatha, asentaron en Abrona.
33:35
Y partidos de Abrona, asentaron en Esion-geber.
33:36
Y partidos de Esion-geber, asentaron en el desierto de Zin, que es Cades.
33:37
Y partidos de Cades, asentaron en el monte de Hor, en la extremidad del país de Edom.
33:38
Y subió Aarón el sacerdote al monte de Hor, conforme al dicho de el Altísimo, y allí murió á los cuarenta años de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mes quinto, en el primero del mes.
33:39
Y era Aarón de edad de ciento y veinte y tres años, cuando murió en el monte de Hor.
33:40
Y el Cananeo, rey de Arad, que habitaba al mediodía en la tierra de Canaán, oyó como habían venido los hijos de Israel.
33:41
Y partidos del monte de Hor, asentaron en Salmona.
33:42
Y partidos de Salmona, asentaron en Phunón.
33:43
Y partidos de Phunón, asentaron en Oboth.
33:44
Y partidos de Oboth, asentaron en Ije-abarim; en el término de Moab.
33:45
Y partidos de Ije-abarim, asentaron en Dibón-gad.
33:46
Y partidos de Dibón-gad, asentaron en Almon-diblathaim.
33:47
Y partidos de Almon-diblathaim, asentaron en los montes de Abarim, delante de Nebo.
33:48
Y partidos de los montes de Abarim, asentaron en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.
33:49
Finalmente asentaron junto al Jordán, desde Beth-jesimoth hasta Abel-sitim, en los campos de Moab.
33:50
Y habló el Altísimo á Moisés en los campos de Moab junto al Jordán de Jericó, diciendo:
33:51
Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis pasado el Jordán á la tierra de Canaán,
33:52
Echaréis á todos los moradores del país de delante de vosotros, y destruiréis todas sus pinturas, y todas sus imágenes de fundición, y arruinaréis todos sus altos;
33:53
Y echaréis los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que la poseáis.
33:54
Y heredaréis la tierra por suertes por vuestras familias: á los muchos daréis mucho por su heredad, y á los pocos daréis menos por heredad suya: donde le saliere la suerte, allí la tendrá cada uno: por las tribus de vuestros padres heredaréis.
33:55
Y si no echareis los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos, y por espinas en vuestros costados, y afligiros han sobre la tierra en que vosotros habitareis.
33:56
Será además, que haré á vosotros como yo pensé hacerles á ellos.
Num 33:1 Estas son las etapas de los israelitas, que salieron de Egipto por cuerpos de ejército, a las órdenes de Moisés y Aarón.
Num 33:2 Moisés, por orden de Yahveh, escribió los puntos de donde partían, etapa por etapa. Estas fueron sus etapas, con indicación de los puntos de partida.
Num 33:3 Partieron de Ramsés el mes primero. El día quince del mes primero, al día siguiente de la Pascua, salieron los israelitas, la mano en alto, en presencia de todos los egipcios.
Num 33:4 Los egipcios estaban enterrando a los suyos que habían sido heridos por Yahveh, a todos los primogénitos; Yahveh había hecho justicia de sus dioses.
Num 33:5 Partieron los israelitas de Ramsés y acamparon en Sukkot.
Num 33:6 Partieron de Sukkot y acamparon en Etam, que está en el extremo del desierto.
Num 33:7 Partieron de Etam y se detuvieron en Pi Hajirot, que está frente a Baal Sefón y acamparon delante de Migdol.
Num 33:8 Partieron de Pi Hajirot y pasaron por medio del mar hasta el desierto. Anduvieron tres días de camino por el desierto de Etam y acamparon en Mará.
Num 33:9 Partieron de Mará y llegaron a Elim. En Elim había doce fuentes de agua y setenta palmeras; allí acamparon.
Num 33:10 Partieron de Elim y acamparon cerca del mar de Suf.
Num 33:11 Partieron del mar de Suf y acamparon en el desierto de Sin.
Num 33:12 Partieron del desierto de Sin y acamparon en Dofcá.
Num 33:13 Partieron de Dofcá y acamparon en Alús.
Num 33:14 Partieron de Alús y acamparon en Refidim, pero no había allí agua para que bebiera la gente.
Num 33:15 Partieron de Refidim y acamparon en el desierto del Sinaí.
Num 33:16 Partieron del desierto del Sinaí y acamparon en Quibrot Hattaavá.
Num 33:17 Partieron de Quibrot Hattaavá y acamparon en Jaserot.
Num 33:18 Partieron de Jaserot y acamparon en Ritmá.
Num 33:19 Partieron de Ritmá y acamparon en Rimmón Peres.
Num 33:20 Partieron de Rimmón Peres y acamparon en Libná.
Num 33:21 Partieron de Libná y acamparon en Rissá.
Num 33:22 Partieron de Rissá y acamparon en Quehelatá.
Num 33:23 Partieron de Quehelatá y acamparon en el monte Séfer.
Num 33:24 Partieron del monte Séfer y acamparon en Jaradá.
Num 33:25 Partieron de Jaradá y acamparon en Maqhelot.
Num 33:26 Partieron de Maqhelot y acamparon en Tájat.
Num 33:27 Partieron de Tájat y acamparon en Táraj.
Num 33:28 Partieron de Táraj y acamparon en Mitcá.
Num 33:29 Partieron de Mitcá y acamparon en Jasmoná.
Num 33:30 Partieron de Jasmoná y acamparon en Moserot.
Num 33:31 Partieron de Moserot y acamparon en Bene Yaacán.
Num 33:32 Partieron de Bene Yaacán y acamparon en Jor Haguidgad.
Num 33:33 Partieron de Jor Haguidgad y acamparon en Yotbatá.
Num 33:34 Partieron de Yotbatá y acamparon en Abroná.
Num 33:35 Partieron de Abroná y acamparon en Esyón Guéber.
Num 33:36 Partieron de Esyón Guéber y acamparon en el desierto de Sin, es decir, en Cadés.
Num 33:37 Partieron de Cadés y acamparon en Hor de la Montaña, en la frontera del país de Edom.
Num 33:38 El sacerdote Aarón subió a Hor de la Montaña, según la orden de Yahveh, y murió allí, el año cuarenta de la salida de los israelitas de Egipto, el mes quinto, el primero del mes.
Num 33:39 Tenía Aarón 123 años cuando murió en Hor de la Montaña.
Num 33:40 El rey cananeo de Arad, que habitaba en el Négueb, en el país de Canaán, se enteró de que llegaban los israelitas.
Num 33:41 Partieron de Hor de la Montaña y acamparon en Salmoná.
Num 33:42 Partieron de Salmoná y acamparon en Punón.
Num 33:43 Partieron de Punón y acamparon en Obot.
Num 33:44 Partieron de Obot y acamparon en Iyyé Haabarim, en la frontera de Moab.
Num 33:45 Partieron de Iyyim, y acamparon en Dibón Gad.
Num 33:46 Partieron de Dibón Gad y acamparon en Almón Diblatáyim.
Num 33:47 Partieron de Almón Diblatáyim, y acamparon en los montes de Abarim, frente al Nebó.
Num 33:48 partieron de los montes de Abarim y acamparon en las Estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó.
Num 33:49 Acamparon cerca del Jordán entre Bet Hayesimot y Abel Hassittim en las Estepas de Moab.
Num 33:50 Yahveh habló a Moisés en las Estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó, y le dijo:
Num 33:51 «Habla a los israelitas y diles: Cuando paséis el Jordán hacia el país de Canaán,
Num 33:52 arrojaréis delante de vosotros a todos los habitantes del país. Destruiréis todas sus imágenes pintadas, destruiréis sus estatuas de fundición, saquearéis todos sus altos.
Num 33:53 Os apoderaréis de la tierra y habitaréis en ella, pues os doy a vosotros todo el país en propiedad.
Num 33:54 Repartiréis la tierra a suertes entre vuestros clanes. Al grande le aumentaréis la herencia y al pequeño se la reduciréis. Donde le caiga a cada uno la suerte, allí será su propiedad. Haréis el reparto por tribus paternas.
Num 33:55 Pero si no expulsáis delante de vosotros a los habitantes del país, los que dejéis se os convertirán en espinas de vuestros ojos y en aguijones de vuestros costados y os oprimirán en el país en que vais a habitar.
Num 33:56 Y yo os trataré a vosotros en la forma en que había pensado tratarles a ellos.»

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Capítulo 34

34:1
Y el Altísimo habló á Moisés, diciendo:
34:2
Manda á los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra de Canaán, es á saber, la tierra que os ha de caer en heredad, la tierra de Canaán según sus términos;
34:3
Tendréis el lado del mediodía desde el desierto de Zin hasta los términos de Edom; y os será el término del mediodía al extremo del mar salado hacia el oriente:
34:4
Y este término os irá rodeando desde el mediodía hasta la subida de Acrabbim, y pasará hasta Zin; y sus salidas serán del mediodía á Cades-barnea; y saldrá á Hasar-addar, y pasará hasta Asmón;
34:5
Y rodeará este término, desde Asmón hasta el torrente de Egipto, y sus remates serán al occidente.
34:6
Y el término occidental os será la gran mar: este término os será el término occidental.
34:7
Y el término del norte será este: desde la gran mar os señalaréis el monte de Hor;
34:8
Del monte de Hor señalaréis á la entrada de Hamath, y serán las salidas de aquel término á Sedad;
34:9
Y saldrá este término á Ziphón, y serán sus remates en Hasar-enán: este os será el término del norte.
34:10
Y por término al oriente os señalaréis desde Hasar-enán hasta Sepham;
34:11
Y bajará este término desde Sepham á Ribla, al oriente de Ain: y descenderá el término, y llegará á la costa de la mar de Cinnereth al oriente;
34:12
Después descenderá este término al Jordán, y serán sus salidas al mar Salado: esta será vuestra tierra: por sus términos alrededor.
34:13
Y mandó Moisés á los hijos de Israel, diciendo: Esta es la tierra que heredaréis por suerte, la cual mandó el Altísimo que diese á las nueve tribus, y á la media tribu:
34:14
Porque la tribu de los hijos de Rubén según las casas de sus padres, y la tribu de los hijos de Gad según las casas de sus padres, y la media tribu de Manasés, han tomado su herencia:
34:15
Dos tribus y media tomaron su heredad de esta parte del Jordán de Jericó al oriente, al nacimiento del sol.
34:16
Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
34:17
Estos son los nombres de los varones que os aposesionarán la tierra: Eleazar el sacerdote, y Josué hijo de Nun.
34:18
Tomaréis también de cada tribu un príncipe, para dar la posesión de la tierra.
34:19
Y estos son los nombres de los varones: De la tribu de Judá, Caleb hijo de Jephone.
34:20
Y de la tribu de los hijos de Simeón, Samuel hijo de Ammiud.
34:21
De la tribu de Benjamín; Elidad hijo de Chislón.
34:22
Y de la tribu de los hijos de Dan, el príncipe Bucci hijo de Jogli.
34:23
De los hijos de José: de la tribu de los hijos de Manasés, el príncipe Haniel hijo de Ephod.
34:24
Y de la tribu de los hijos de Ephraim, el príncipe Chêmuel hijo de Siphtán.
34:25
Y de la tribu de los hijos de Zabulón, el príncipe Elisaphán hijo de Pharnach.
34:26
Y de la tribu de los hijos de Issachâr, el príncipe Paltiel hijo de Azan.
34:27
Y de la tribu de los hijos de Aser, el príncipe Ahiud hijo de Selomi.
34:28
Y de la tribu de los hijos de Nephtalí, el príncipe Pedael hijo de Ammiud.
34:29
Estos son á los que mandó el Altísimo que hiciesen la partición de la herencia á los hijos de Israel en la tierra de Canaán.
Num 34:1 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 34:2 «Da esta orden a los israelitas: Cuando entréis en el país de Canaán, éste será el territorio que os caerá en herencia: el país de Canaán con todas sus fronteras.
Num 34:3 Por el sur, os pertenecerá desde el desierto de Sin, siguiendo el límite de Edom. Vuestra frontera meridional empezará por el oriente en la extremidad del mar de la Sal.
Num 34:4 Torcerá vuestra frontera por el sur hacia la subida de los Escorpiones, pasará por Sin y terminará por el sur en Cadés Barnea. Luego irá hacia Jasar Addar y pasará por Asmón.
Num 34:5 Torcerá la frontera de Asmón hacia el Torrente de Egipto y acabará en el Mar.
Num 34:6 Vuestra frontera occidental será el mar Grande. Esta frontera será vuestro límite al oeste.
Num 34:7 Vuestra frontera por el norte será la siguiente: Desde el mar Grande trazaréis el límite hasta Hor de la Montaña.
Num 34:8 De Hor de la Montaña, trazaréis el límite hasta la Entrada de Jamat, y vendrá a salir la frontera a Sedad.
Num 34:9 Seguirá luego la frontera hacia Zifrón y terminará en Jasar Enán. Esa será vuestra frontera septentrional.
Num 34:10 Luego trazaréis vuestra frontera oriental desde Jasar Enán hasta Sefam.
Num 34:11 La frontera bajará de Sefam hacia Arbel, al oriente de Ayín. Seguirá bajando la frontera, y, tocando la orilla del mar de Kinnéret por el oriente,
Num 34:12 bajará al Jordán y vendrá a dar en el mar de la Sal. Esa será vuestra tierra con las fronteras que la circunscriben.»
Num 34:13 Moisés dio esta orden a los israelitas: «Este es el país que habéis de repartir a suertes, el que Yahveh mandó dar a las nueve tribus y a la mitad de la otra,
Num 34:14 pues la tribu de los hijos de Rubén con sus distintas casas paternas y la tribu de los hijos de Gad con sus distintas casas paternas, han recibido ya su herencia; y la media tribu de Manasés ha recibido también su herencia.
Num 34:15 Las dos tribus y la otra media tribu han recibido ya su herencia más allá del Jordán, a oriente de Jericó, hacia la salida del sol.»
Num 34:16 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 34:17 «Estos son los nombres de los que os han de repartir la tierra: el sacerdote Eleazar y Josué, hijo de Nun.
Num 34:18 Elegiréis también un principal de cada tribu, para que repartan la tierra.
Num 34:19 Estos son sus nombres: por la tribu de Judá, Caleb, hijo de Yefunné;
Num 34:20 por la tribu de los hijos de Simeón, Semuel, hijo de Ammihud;
Num 34:21 por la tribu de Benjamín, Elidad, hijo de Kislón;
Num 34:22 por la tribu de los hijos de Dan, el principal Buquí, hijo de Yoglí;
Num 34:23 por los hijos de José: por la tribu de los hijos de Manasés, el principal Janniel, hijo de Efod;
Num 34:24 y por la tribu de los hijos de Efraím, el principal Quemuel, hijo de Siftán;
Num 34:25 por la tribu de los hijos de Zabulón, el principal Elisafán, hijo de Parnak;
Num 34:26 por la tribu de los hijos de Isacar, el principal Paltiel, hijo de Azzán;
Num 34:27 por la tribu de los hijos de Aser, el principal Ajihud, hijo de Selomí;
Num 34:28 por la tribu de los hijos de Neftalí, el principal Pedahel, hijo de Ammihud.»
Num 34:29 A éstos mandó Yahveh repartir la herencia a los israelitas en el país de Canaán.

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Capítulo 35

35:1
Y HABLÓ el Altísimo á Moisés en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó, diciendo:
35:2
Manda á los hijos de Israel, que den á los Levitas de la posesión de su heredad ciudades en que habiten: También daréis á los Levitas ejidos de esas ciudades alrededor de ellas.
35:3
Y tendrán ellos las ciudades para habitar, y los ejidos de ellas serán para sus animales, y para sus ganados, y para todas sus bestias.
35:4
Y los ejidos de las ciudades que daréis á los Levitas, serán mil codos alrededor, desde el muro de la ciudad para afuera.
35:5
Luego mediréis fuera de la ciudad á la parte del oriente dos mil codos, y á la parte del mediodía dos mil codos, y á la parte del occidente dos mil codos, y á la parte del norte dos mil codos, y la ciudad en medio: esto tendrán por los ejidos de las ciudades.
35:6
Y de las ciudades que daréis á los Levitas, seis ciudades serán de acogimiento, las cuales daréis para que el homicida se acoja allá: y además de éstas daréis cuarenta y dos ciudades.
35:7
Todas las ciudades que daréis á los Levitas serán cuarenta y ocho ciudades; ellas con sus ejidos.
35:8
Y las ciudades que diereis de la heredad de los hijos de Israel, del que mucho tomaréis mucho, y del que poco tomaréis poco: cada uno dará de sus ciudades á los Levitas según la posesión que heredará.
35:9
Y habló el Altísimo á Moisés, diciendo:
35:10
Habla á los hijos de Israel, y diles: Cuando hubiereis pasado el Jordán á la tierra de Canaán,
35:11
Os señalaréis ciudades, ciudades de acogimiento tendréis, donde huya el homicida que hiriere á alguno de muerte por yerro.
35:12
Y os serán aquellas ciudades por acogimiento del pariente, y no morirá el homicida hasta que esté á juicio delante de la congregación.
35:13
De las ciudades, pues, que daréis, tendréis seis ciudades de acogimiento.
35:14
Tres ciudades daréis de esta parte del Jordán, y tres ciudades daréis en la tierra de Canaán; las cuales serán ciudades de acogimiento.
35:15
Estas seis ciudades serán para acogimiento á los hijos de Israel, y al peregrino, y al que morare entre ellos, para que huya allá cualquiera que hiriere de muerte á otro por yerro.
35:16
Y si con instrumento de hierro lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá:
35:17
Y si con piedra de mano, de que pueda morir, lo hiriere, y muriere, homicida es; el homicida morirá.
35:18
Y si con instrumento de palo de mano, de que pueda morir, lo hiriere, y muriere, homicida es; el homicida morirá.
35:19
El pariente del muerto, él matará al homicida: cuando lo encontrare, él le matará.
35:20
Y si por odio lo empujó, ó echó sobre él alguna cosa por asechanzas, y muere;
35:21
O por enemistad lo hirió con su mano, y murió: el heridor morirá; es homicida; el pariente del muerto matará al homicida, cuando lo encontrare.
35:22
Mas si casualmente lo empujó sin enemistades, ó echó sobre él cualquier instrumento sin asechanzas,
35:23
O bien, sin verlo, hizo caer sobre él alguna piedra, de que pudo morir, y muriere, y él no era su enemigo, ni procuraba su mal;
35:24
Entonces la congregación juzgará entre el heridor y el pariente del muerto conforme á estas leyes:
35:25
Y la congregación librará al homicida de mano del pariente del muerto, y la congregación lo hará volver á su ciudad de acogimiento, á la cual se había acogido; y morará en ella hasta que muera el gran sacerdote, el cual fué ungido con el aceite santo.
35:26
Y si el homicida saliere fuera del término de su ciudad de refugio, á la cual se acogió,
35:27
Y el pariente del muerto le hayare fuera del término de la ciudad de su acogida, y el pariente del muerto al homicida matare, no se le culpará por ello:
35:28
Pues en su ciudad de refugio deberá aquél habitar hasta que muera el gran sacerdote: y después que muriere el gran sacerdote, el homicida volverá á la tierra de su posesión.
35:29
Y estas cosas os serán por ordenanza de derecho por vuestras edades, en todas vuestras habitaciones.
35:30
Cualquiera que hiriere á alguno, por dicho de testigos, morirá el homicida: mas un solo testigo no hará fé contra alguna persona para que muera.
35:31
Y no tomaréis precio por la vida del homicida; porque está condenado á muerte: mas indefectiblemente morirá.
35:32
Ni tampoco tomaréis precio del que huyó á su ciudad de refugio, para que vuelva á vivir en su tierra, hasta que muera el sacerdote.
35:33
Y no contaminaréis la tierra donde estuviereis: porque esta sangre amancillará la tierra: y la tierra no será expiada de la sangre que fué derramada en ella, sino por la sangre del que la derramó.
35:34
No contaminéis, pues, la tierra donde habitáis, en medio de la cual yo habito; porque yo el Altísimo habito en medio de los hijos de Israel.
Num 35:1 Habló Yahveh a Moisés en las Estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó, y le dijo:
Num 35:2 «Manda a los israelitas que cedan a los levitas, de la herencia que les pertenece, ciudades en las que puedan habitar y pastos de alrededor de las ciudades. Se las daréis a los levitas.
Num 35:3 Esas ciudades serán su morada, y sus pastos serán para sus bestias, su ganado y todos sus animales.
Num 35:4 Los pastos de las ciudades que cedáis a los levitas comprenderán mil codos alrededor de la ciudad, a contar desde las murallas.
Num 35:5 Mediréis, fuera de la ciudad, 2000. codos a oriente, 2000. codos a mediodía, 2000. codos a occidente y 2000. codos al norte, teniendo la ciudad como centro. Estos serán los pastos de las ciudades.
Num 35:6 Las ciudades que daréis a los levitas serán las seis de asilo, que cederéis para que se pueda refugiar en ellas el homicida, y además les daréis otras 42 ciudades.
Num 35:7 El total de ciudades que daréis a los levitas será 48 ciudades, todas ellas con sus pastos.
Num 35:8 Estas ciudades que cederéis de la propiedad de los israelitas, las tomaréis en mayor número del grande y en menor del pequeño; cada uno cederá ciudades a los levitas en proporción a la herencia que le haya tocado.»
Num 35:9 Habló Yahveh a Moisés y le dijo:
Num 35:10 «Habla a los israelitas y diles: Cuando paséis el Jordán hacia la tierra de Canaán,
Num 35:11 encontraréis ciudades de las que haréis ciudades de asilo: en ellas se refugiará el homicida, el que ha herido a un hombre por inadvertencia.
Num 35:12 Esas ciudades os servirán de asilo contra el vengador; no debe morir el homicida hasta que comparezca ante la comunidad para ser juzgado.
Num 35:13 De las ciudades que les cedáis, seis ciudades serán de asilo:
Num 35:14 tres ciudades les cederéis al otro lado del Jordán y tres ciudades en el país de Canaán; serán ciudades de asilo.
Num 35:15 Las seis ciudades serán de asilo tanto para los israelitas como para el forastero y para el huésped que viven en medio de vosotros, para que se pueda refugiar en ellas todo aquel que haya matado a un hombre por inadvertencia.
Num 35:16 Pero si le ha herido con un instrumento de hierro, y muere, es un homicida. El homicida debe morir.
Num 35:17 Si le hiere con una piedra como para causar la muerte con ella, y muere, es homicida. El homicida debe morir.
Num 35:18 Si le hiere con un instrumento de madera como para matarle, y muere, es un homicida. El homicida debe morir.
Num 35:19 El mismo vengador de la sangre dará muerte al homicida: en cuanto le encuentre, lo matará.
Num 35:20 Si el homicida lo ha matado por odio, o le ha lanzado algo con intención, y muere,
Num 35:21 o si por enemistad le ha golpeado con las manos, y muere, el que le ha herido tiene que morir: es un homicida. El vengador de la sangre dará muerte al homicida en cuanto le encuentre.
Num 35:22 Pero si lo derribó de casualidad y sin enemistad, o le lanzó cualquier objeto sin ninguna mala intención,
Num 35:23 o le tiró, sin verle, una piedra capaz de matarle, y le causó la muerte, sin que fuera su enemigo ni buscara su daño,
Num 35:24 la comunidad juzgará entre el homicida y el vengador de la sangre según estas normas,
Num 35:25 y salvará la comunidad al homicida de la mano del vengador de la sangre. Le hará volver la comunidad a la ciudad de asilo en la que se refugió y en ella vivirá hasta que muera el Sumo Sacerdote ungido con el óleo santo.
Num 35:26 Pero si sale el homicida de los límites de la ciudad de asilo en que se ha refugiado,
Num 35:27 y le encuentra el vengador de la sangre fuera del término de su ciudad de asilo, el vengador de la sangre podrá matar al homicida, sin ser responsable de su sangre,
Num 35:28 porque aquél debía permanecer en la ciudad de asilo hasta la muerte del Sumo Sacerdote. Cuando muera el Sumo Sacerdote, el homicida podrá volver a la tierra de su propiedad.
Num 35:29 Esto será norma de derecho para vosotros y para vuestros descendientes, dondequiera que habitéis.
Num 35:30 En cualquier caso de homicidio, se matará al homicida según la declaración de los testigos; pero un solo testigo no bastará para condenar a muerte a un hombre.
Num 35:31 No aceptaréis rescate por la vida de un homicida reo de muerte, pues debe morir.
Num 35:32 Tampoco aceptaréis rescate por el que se ha refugiado en la ciudad de asilo y quiere volver a habitar en su tierra antes que muera el Sumo Sacerdote.
Num 35:33 No profanaréis la tierra en que estáis, porque aquella sangre profana la tierra, y la tierra no queda expiada de la sangre derramada más que con la sangre del que la derramó.
Num 35:34 No harás impura la tierra en que habitáis, porque yo habito en medio de ella, pues yo, Yahveh, tengo mi morada entre los israelitas.

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Capítulo 36

36:1
Y LLEGARON los príncipes de los padres de la familia de Galaad, hijo de Machîr, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José; y hablaron delante de Moisés, y de los príncipes, cabezas de padres de los hijos de Israel,
36:2
Y dijeron: el Altísimo mandó á mi señor que por suerte diese la tierra á los hijos de Israel en posesión: también ha mandado el Altísimo á mi señor, que dé la posesión de Salphaad nuestro hermano á sus hijas;
36:3
Las cuales, si se casaren con algunos de los hijos de las otras tribus de los hijos de Israel, la herencia de ellas será así desfalcada de la herencia de nuestros padres, y será añadida á la herencia de la tribu á que serán unidas: y será quitada de la suerte de nuestra heredad.
36:4
Y cuando viniere el jubileo de los hijos de Israel, la heredad de ellas será añadida á la heredad de la tribu de sus maridos; y así la heredad de ellas será quitada de la heredad de la tribu de nuestros padres.
36:5
Entonces Moisés mandó á los hijos de Israel por dicho de el Altísimo, diciendo: La tribu de los hijos de José habla rectamente.
36:6
Esto es lo que ha mandado el Altísimo acerca de las hijas de Salphaad, diciendo: Cásense como á ellas les pluguiere, empero en la familia de la tribu de su padre se casarán;
36:7
Para que la heredad de los hijos de Israel no sea traspasada de tribu en tribu; porque cada uno de los hijos de Israel se allegará á la heredad de la tribu de sus padres.
36:8
Y cualquiera hija que poseyere heredad de las tribus de los hijos de Israel, con alguno de la familia de la tribu de su padre se casará, para que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres.
36:9
Y no ande la heredad rodando de una tribu á otra: mas cada una de las tribus de los hijos de Israel se llegue á su heredad.
36:10
Como el Altísimo mandó á Moisés, así hicieron las hijas de Salphaad.
36:11
Y así Maala, y Tirsa, y Hogla, y Milchâ, y Noa, hijas de Salphaad, se casaron con hijos de sus tíos:
36:12
De la familia de los hijos de Manasés, hijo de José, fueron mujeres; y la heredad de ellas quedó en la tribu de la familia de su padre.
36:13
Estos son los mandamientos y los estatutos que mandó el Altísimo por mano de Moisés á los hijos de Israel en los campos de Moab, junto al Jordán de Jericó.

Num 36:1 Los jefes de familia del clan de los hijos de Galaad, hijo de Makir, hijo de Manasés, uno de los clanes de los hijos de José, se presentaron y dijeron delante de Moisés y de los principales jefes de las casas paternas de los israelitas:
Num 36:2 «Yahveh mandó a mi Señor que diera la tierra en herencia, por suertes, a los israelitas, y mi Señor recibió orden de Yahveh de dar la herencia de Selofjad, nuestro hermano, a sus hijas.
Num 36:3 Si resulta que se casan con alguno de otra tribu israelita, será arrancada su parte de la herencia de nuestras familias. Aumentará entonces la herencia de la tribu a la que vayan a pertenecer, y se reducirá la herencia que nos tocó en suerte.
Num 36:4 Y cuando llegue el jubileo para los israelitas, se añadirá la herencia de ellas a la herencia de la tribu a la que vayan a pertenecer y se restará su herencia de la herencia de la tribu de nuestros padres.»
Num 36:5 Moisés, según la orden de Yahveh, mandó lo siguiente a los israelitas: «Dice bien la tribu de los hijos de José.
Num 36:6 Esto es lo que Yahveh ordenó acerca de las hijas de Selofjad: Tomarán por esposos a los que bien les parezca, con tal que se casen dentro de los clanes de la tribu de su padre.
Num 36:7 La herencia de los israelitas no podrá pasar de una tribu a otra, sino que los israelitas estarán vinculados cada uno a la herencia de la tribu de sus padres.
Num 36:8 Y toda hija que posea una herencia en una de las tribus de los israelitas se casará con uno de un clan de la tribu de su padre para que cada uno de los israelitas posea la herencia de sus padres.
Num 36:9 No podrá pasar una herencia de una tribu a otra. Cada una de las tribus de los israelitas quedará vinculada a su heredad.»
Num 36:10 Tal como había mandado Yahveh a Moisés, así hicieron las hijas de Selofjad.
Num 36:11 Majlá, Tirsá, Joglá, Milká y Noá, las hijas de Selofjad, se casaron con los hijos de sus tíos paternos.
Num 36:12 Tomaron marido de los clanes de los hijos de Manasés, hijo de José, y así su herencia fue para la tribu del clan de su padre.
Num 36:13 Estas son las órdenes y normas que dio Yahveh, por medio de Moisés, a los israelitas, en las Estepas de Moab, cerca del Jordán, a la altura de Jericó.

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