LO QUE EL PERMANECER CONCEDE (Jn 15, 9-10)
Carlos Huertas Monasterio
3º de Teología 2009
Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en
mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he
guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor (Jn 15,
9-10).
Ahora que lees esto imagino que hace unos segundos estabas pensando en mil cosas que consideras más importantes, y de repente te has topado con esto, con un titulo que ni entiendes y con un tipo al que no conoces. Por ello quisiera que sepas que aunque no conozca nada de ti ni tú di mí, este asunto tiene que ver mucho contigo. Quizás consideres que esto te hará perder el tiempo y que es mejor ver el partido o ir de compras o hacer lo que tenías en mente, por ello si tú lo deseas puedes dejar estás hojas de lado ahora mismo e irte. Hazlo si eso es lo que quieres, estás en tu derecho, pero te aseguro que ninguna de esas cosas e incluso lo que tenías en mente te dirán lo que quise decirte. Quiero recordarte además que lo que tú dejes de hacer ahora nadie lo hará porque estamos dentro del espacio y el tiempo. Así que tú decides...
...¿sigues aún aquí? ... ¿Aún no te has marchado? ... entonces te felicito por ser valiente al quedarte y enfrentarte con lo que, con mucho gusto, quiero decirte. Animo sigue así, ya que personas como tú necesita la humanidad. Personas que siendo como son tienen una esperanza. ...
Bueno, sin más preámbulos, empiezo diciéndote que hablaré de lo importante que es permanecer en el lugar donde debes estar, y para ello ahora quisiera manifestarte que existen unos textos pertenecientes a San Juan (el evangelista) y que en ellos existen unas ideas que llevan el nombre de "ideas rectoras". Estas ideas están a lo largo de los textos (el Evangelio, sus Cartas y el Apocalipsis).
Te preguntarás ¿en qué te beneficia esto? Bueno te beneficia bastante porque no quedarás de la misma manera que cuando empezaste a leer estas palabras. Quizá estas palabras hagan que encuentres el camino de lo que estabas buscando desde hace tiempo. Mira, todo hombre quiere ser feliz y lo busca en varios sitios, pero lo que realmente encuentra es un vacío mayor al anterior. Hay alguien que tiene un gran proyecto para ti, solo espera que te acojas a esta obra gratuita.
Así que te recuerdo que sigas atento en este asunto. Te contaré algo que ocurrió hace unos 6 años atrás. Estaba de lo más tranquilo estudiando cuando de repente vino a mí la noticia de que a mi madre la internarían en el hospital porque tenía cáncer a la tiroides. Seguro que, al igual que yo, cualquier persona al escuchar la palabra cáncer piensa inmediatamente en la muerte. Pues, fue eso lo que en primera instancia tuve en mente. Bueno, era preciso que alguien pasara las noches en el hospital con mi madre. Mi Padre y yo nos turnábamos para cuidarla. Mira, cada día ella se ponía peor. Cada día con más dificultad para comer algo sólido. Fue algo duro para mí. Al principio quise escapar de esta realidad y alienarme con cualquier cosa y dejar de pensar en lo que estaba atravesando toda mi familia. Me sentía impotente al no poder evitar el sufrimiento de mi madre y de los que quiero.
Pero realmente no estamosllamados a quitarle el sufrimiento a nadie sino a ayudar a las personas a entrar en el porque el sufrimiento es redentor. En medio de todo esto, doy gracias a Dios por haberme concedido una Comunidad y unos hermanos en el Seminario que me sostuvieron con sus oraciones. Solo entrando y permaneciendo donde tenía que estar pude ver como Dios actuaba. Quizá te parezca algo increíble o no; pero el Señor en su misericordia me regaló no escapar del sufrimiento, no porque de mi saliera la capacidad de aceptar esto sino porque en medio de mi fragilidad se manifestó su gloria. Después de mes y medio mi madre murió. Naturalmente hubo dolor por su ausencia. Al volver a casa de mis padres me percaté que el mundo seguía su ritmo y nadie se detenía. Todos allá a afuera seguían haciendo lo que habían hecho hasta ahora, trabajar, estudiar, las madres llevaban a sus hijos al nido y otros se disponían a entretenerse en algo. Entonces entendí que todos estamos en la fila hacia la muerte, pero con un detalle importante, el sufrimiento y la muerte tienen sentido. La vida del hombre no termina en este mundo sino que le espera una vida eterna.
Te he contado esta parte de mi historia para dar paso al desarrollo del tema que estoy tratando. Verás, la idea que más desarrolla san Juan es la Comunión. Por ello ¿cómo estar en comunión con Dios si no se está en el lugar donde él quiere hacerse el encontradizo? Y para entender esto con más claridad san Juan nos presenta primero, la incompatibilidad de la vida cristiana y la vida de pecado; seguidamente, la victoria sobre el mundo y sobre el maligno; tercero, el hecho de que el cristiano se abandona a la justicia de Dios; y por último, el mandamiento del amor (agapé / caridad). En el primer punto nos manifiesta que un cristiano no vive como el mundo le dispone vivir, en borracheras, violencias y desordenes sexuales. El cristianismo no es una ideología sino que es un encuentro con Jesucristo en donde descubres que de Él solo mana amor gratuito. Cristo no te quita nada, al contrario te lo da todo, hace de ti un hombre feliz. En el Segundo punto, nos habla de que Cristo con su muerte nos ha liberado de la esclavitud del pecado y de la muerte. Sí, realmente tú puedes ser libre de lo que ahora te tiene esclavo y no te deja transcender. En el tercer punto nos muestra como el cristiano se ha abandona a la voluntad del Padre. Esto nos llevaría a preguntarnos ¿en quién ponemos nuestra confianza? ¿en dónde buscamos la vida? Y efectivamente nos daremos cuenta que cuando buscamos la vida, la felicidad, en las cosas de este mundo hemos salido perdiendo. Por eso somos invitados a acogernos a la salvación de Cristo que nos convierte en nuevas creaturas. Por último, el cuarto punto nos habla del mandamiento del amor, pero no del amor que da el mundo sino del amor que no pide nada a cambio. El mundo te ama por lo que produces, por lo que tienes, más no por lo que realmente eres. Cristo si que te ama como eres. Lo que ahora te digo, lo dice san Juan en su primera carta (1Jn: 4,10) "En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
Para ir terminando me gustaría que puedas leer esto que se encuentra en la Primera carta a los corintios (13): "Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo amor, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, nada me aprovecha. El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no se jacta, no se engríe; es decoroso; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. El amor no acaba nunca."
Creerás que la experiencia que te he contado no tiene nada que ver con lo que he expuesto ahora último. En realidad si tiene que ver. Dios me concedió permanecer y experimentar este acontecimiento desde la vida cristiana y por supuesto no fue lo mismo porque se dio una vez más la victoria sobre la muerte. Dios le concedió a mi madre vivir su enfermedad desde la fe regalándole morir asistida por la Iglesia. Esta fue la voluntad de Dios y era preciso aceptarla, ya que Él saca de lo malo algo bueno. Es así que estando donde debía estar y sostenido por las oraciones Dios actuó.
La cita bíblica que está al principio sintetiza todo esto. Cristo nos ha amado hasta la muerte y manifiesta su amor en cada acontecimiento de nuestra existencia. Permanezcamos en su amor porque es lo mejor. Solo el permanecer en donde debemos estar nos concede experimentar su amor incondicional y gratuito.
Por fin, hemos llegado al final de todo esto y quiero felicitarte por tu atención, seriedad y paciencia al atender a estas mis palabras. Espero que manifiestes a tu estilo este tema a los de tu entorno. Animo se que serás valiente al decirle a Dios que tu también quieres ser felices y que deseas, si aun no te has dado cuenta, que Él te conceda ver su amor para contigo.