Diez respuestas básicas a los interrogantes sobre las células madre
Un decálogo sobre el debate alrededor de las adultas y las embrionarias,
publicado en Alemania, ayuda a entender “dónde se hallan las posibilidades y
las fronteras de la terapia con células madre”
El pasado 27 de abril, la sección de Medicina del número 10 de la revista
alemana BRIGITTE publicaba un artículo presentado como un Decálogo de
preguntas sobre el asunto de las células madre. Al tratarse de una revista
dirigida al gran público (femenino en este caso), utiliza palabras llanas,
sin tecnicismos. Por su evidente interés, reproducimos a continuación el
texto íntegro de este documento.
¿Un banco seguro?
Remedios nuevos, revolucionarios, pueden, dentro de poco, salvar vidas y
vencer enfermedades. Lo promete la investigación. Y se cobra ya ahora.
¿Dónde se hallan las posibilidades y fronteras de la terapia con células
madre?
¿Nos arrepentiremos? ¿Más tarde, algún día, mucho más tarde? ¿Arrepentirnos
por no haberlo hecho todo por la salud de nuestro hijo? “En el momento del
nacimiento –esta oportunidad sólo la tiene una única vez- debemos dejar que
tomen la sangre del cordón umbilical”, indica el folleto de un banco de
células madre. Pero, ¿es esto realmente una oportunidad? Esto es lo que se
preguntan los futuros padres. Y no sólo ellos. Ningún otro método despierta
actualmente tanta esperanza como la terapia con células madre: curación
mediante células que todo organismo humano tiene preparadas. Para nuestra
prole, pero también para nosotros mismos, hemos de “permitir crear un
almacén de piezas de recambio”.
Casi diariamente aparecen nuevas noticias acerca de supuestos avances de la
investigación con células madre en la lucha contra la diabetes, la
paraplejia o el Alzheimer. Incluso en las salas de operaciones para
tratamientos de belleza van a emplearse en breve las células milagrosas:
como alternativa a la silicona. Estúpido, si no se tiene nada en el banco de
tejidos, ¿o no? ¿Quién, en el fondo, adivina las intenciones en todo esto?
Diez respuestas a las preguntas más importantes pueden, no obstante, ayudar.
1. ¿Qué son, en realidad, las células madre?
Las células madre son células que aún no se han comprometido a realizar una
función determinada en el cuerpo. Ellas se pueden desarrollar -en todo caso
teóricamente- en cualquier tipo de las 210 clases diferentes de células
corporales: p.ej., en células cardíacas, en células intestinales o en
células cutáneas. Muchos facultativos esperan poder sustituir células
atrofiadas o muertas por células madre: Como una panacea “las capaces de
todo” deben llenar de nueva vida las zonas del cuerpo enfermas.
2. ¿De dónde se obtienen estas células?
Las células madre se encuentran en diversas zonas del cuerpo, por ejemplo en
partes del cerebro, en la sangre y en la médula ósea. Estas células madre
son llamadas “adultas”, puesto que proceden de un cuerpo adulto. En
contraposición a éstas, las denominadas células madre “embrionales”
provienen de embriones. Estas células no son tomadas, sin embargo, del seno
materno. Los investigadores extraen más bien las células madre embrionales
de masas celulares de un embrión de seis días de edad, que han sobrado en
fecundaciones artificiales.
3. ¿Por qué se discute sobre las células madre una y otra vez?
Las dudas éticas en la terapia con células madre solamente se refieren a las
células embrionales. Pues, teóricamente, la masa celular arrancada podría
haberse desarrollado en un ser humano – si se hubiese implantado en un
útero. La pregunta ética es: ¿Se puede sacrificar una posible vida para la
investigación?
4. ¿Se pueden realmente curar enfermedades con células madre?
Células madre de la médula ósea pueden curar pacientes con leucemia, pero
también ayudar a víctimas de accidentes causados por radiaciones y, en casos
muy graves, a víctimas de enfermedades autoinmunes. [N.R.: El organismo
puede fabricar anticuerpos contra sus mismas estructuras y dar lugar a las
llamadas enfermedades autoinmunes.] Todas las demás aplicaciones
terapéuticas de las células madre son hasta ahora puramente experimentales.
En la experimentación con ratones se ha podido comprobar un potencial
curativo de las células madre. Sin embargo, en los experimentos con
animales, la enfermedad es desencadenada artificialmente, p.ej. mediante
productos químicos. En consecuencia, los científicos sólo tratan dolencias
procuradas experimentalmente, pero no ninguna enfermedad verdadera.
En clínicas universitarias alemanas trataron investigadores a pacientes
infartados con células madre de su propio cuerpo. El rendimiento cardíaco de
los enfermos mejoró, de hecho, un poco tras el tratamiento. No obstante, no
está claro para ninguno de los médicos por qué, pues las células madre no se
incorporaron en el órgano dañado como esperaban.
5. ¿Se sabe ya algo acerca de los riesgos de tales terapias?
Aunque las terapias con células madre deberían resultar exitosas, se debe
contar con efectos secundarios, puesto que estas células precursoras se
pueden desarrollar de una manera impredecible, por ejemplo en células
cancerosas.
6. ¿Tiene sentido conservar células madre de la sangre del cordón umbilical
para aplicaciones futuras?
Existen empresas que ofrecen a padres en ciernes congelar células madre de
la sangre del cordón umbilical del recién nacido. Los costes son elevados;
la utilidad, dudosa, pues aún no ha sido de ningún modo demostrado si las
células madre pueden realmente curar. Por lo demás no es seguro que, después
de diez, veinte o treinta años en el frigorífico, sean aún aptas
funcionalmente. Por otro lado, si un niño contrae la leucemia, no se le
puede tratar con sus propias células madre procedentes del cordón umbilical,
dado que éstas podrían llevar ya la enfermedad en sí mismas.
7. Entonces, ¿no sería mejor donar la sangre del cordón umbilical para otros
enfermos?
Algunas clínicas obstétricas ofrecen esta posibilidad. Estas donaciones son
reunidas en bancos centrales de sangre de cordón umbilical y empleadas,
sobre todo, en la terapia de niños y adolescentes con leucemia, pues el
material celular sólo alcanza para personas de hasta 40 quilos de peso
corporal.
8. ¿Pueden también adultos conservar sus células madre?
Recientemente un laboratorio ha comenzado a ofrecer almacenar células
cutáneas congeladas, con el fin de que, en el futuro, estén a disposición
del donante como posibilidad de tratamiento. No obstante, no es seguro que
las células madre de la piel pueden ser utilizadas, después de todo,
terapéuticamente. Fuera de eso no está claro si las células madre puedan
sobrevivir durante decenios en estado de congelación.
9. Y ¿de qué se trata cuando te invitan a donar médula ósea para una terapia
con células madre?
El archivo de datos de donantes de médula ósea alemán (DKMS) invita a ello,
a “donar vida”, para salvar a personas enfermas en el sistema hematopoyético
[N.R.: sistema de formación de sangre], p.ej. de leucemia. Quien esté
dispuesto a ello y tenga entre 18 y 55 años de edad, puede donar sangre en
un consultorio médico y registrarse en el DKMS. Ahí son guardados los datos
sanguíneos. En máximo cinco de cien casos se llega, de facto, a la
posibilidad de una donación de médula ósea, porque se precisa que las
propiedades de la sangre propia se ajusten óptimamente a las
correspondientes de un enfermo. Incluso en este caso es aún posible la
decisión a favor o en contra de esta intervención que se realiza en un
hospital. Pero naturalmente el registro sólo tiene sentido si se está, en
principio, preparado para dar este paso.
10. ¿Cuán importante es el material de las células madre para la
investigación médica?
Las células madre embrionales son consideradas actualmente como un método de
tratamiento que promete dar muy buenos resultados. No obstante, la
investigación con células embrionales está en Alemania, por ley,
estrictamente regulada: Sólo está permitido utilizar en el laboratorio
aquellas células madre que ya existían antes del 1 de enero de 2001. De este
modo se quiere evitar que los investigadores cultiven en el laboratorio
embriones sólo con la intención de aniquilarlos en experimentos.
Sin embargo, las líneas celulares antiguas están contaminadas con virus y
con proteínas animales. Por tal motivo sólo son limitadamente aptas para la
investigación. Para acceder a células embrionarias frescas, algunos
investigadores piden cambiar la ley. Pero otros hombres de ciencia no
defienden esto en absoluto: ellos mantienen que las células madre extraídas
de adultos pueden tener igual eficacia curativa.
(Traducción directa del alemán de Daniel Fernández Benz para
ForumLibertas.com)