Píldoras para confesarse
Páginas relacionadas
)EL
OBSERVADOR 609-7)
Por el P. Miguel Rivilla San Martín
-Si doliese el alma como nos duele el cuerpo, habría largas colas en los
confesonarios.
-Si fuera tan fácil salir de prisión como confesar los pecados, las cárceles
se vaciarían.
-Si fuera tan fácil dormir en paz como decir los pecados, sobrarían los
barbitúricos.
-Si la gente sintiese vergüenza de confesarse a un hombre, sobrarían las
televisiones.
-Si los confesores fuesen ángeles, no nos entenderían y se extrañarían de
nosotros.
-Si al obrar el mal no sintiésemos remordimiento, la Tierra sería ya el
Infierno.
-Si confesando el mal volvemos a caer, sin confesarnos nunca nos
levantaríamos.
-Si los ateos tuviesen un gramo de fe, inventarían algo parecido a la
confesión.
-Si alguien rechaza el perdón de sus culpas, no necesita mayor castigo y
penitencia.
-Si alguien se gloría de sus pecados, es que nunca miró a los ojos a Jesús
crucificado.
-Si hay pecadores insensibles al perdón es porque nadie les abrazó con amor
en su vida.