Organismos públicos distribuyen heroína gratis: los camellos tendrán competencia
La Junta de Andalucia (España) ha anunciado un programa de distribución
de heroína a toxicómanos. El anuncio ha sido repetido por los medios de
comunicación, sin ningún espíritu crítico, e incluso dando tintes
progresistas al lamentable hecho.
Afirman que dan heroína a toxicómanos que han fracasado con programas de
aplicación de metadona, cuando aquí los que verdaderamente fracasan son los
que les manipulan drogándoles gratis. Por cierto, lo mismo dijeron cuando
comenzaron distribuyendo metadona, que era para toxicómanos que habían
fracasado con programas libres de drogas.
Cualquier día, a las personas que tratan de desengancharse del tabaco, si
fracasan, les darán tabaco rubio gratis, y si continúan fracasando, puros
habanos.
Los pobres toxicómanos, hacen luego vida casi normal, quizá conduzcan un
coche (altísimo riesgo potencial), o cocinen para un comedor escolar, o
intervenga en una operación en un quirófano.
A continuación se indica una relación de males del suministro de metadona a
los toxicómanos; males que serán extrapolables cuando se administre heroína:
- Muchas personas que reciben metadona siguen siendo adictos a los opiáceos
y también, si es politoxicómano, a otras sustancias que la metadona no
sustituye. Es decir, metadona por la mañana y heroína por la tarde.
- Si no se consigue motivar al que recibe metadona a dar un paso más, los
problemas se perpetúan. De hecho, entre los programas estatales se observa
que es preciso aumentar la dosis de metadona para mantener la situación
- La proliferación de programas metadona provocan que lleguen menos
toxicómanos a los tratamientos libres de drogas. De hecho en casi todos los
países hay más heroinómanos en programas de metadona que en tratamiento
libre de drogas.
- El "tratamiento" de metadona, en muchos casos, no permite llevar una vida
normal.
- Se centra la atención en la sustancia
, la metadona, cuando el problema está en el sujeto. El problema en el
fondo, no es la dependencia a una sustancia, sino más bien una tendencia a
las adicciones en general. Así, los programas de metadona no sólo perpetúan
la dependencia de los opiáceos, sino que no hacen nada contra las otras
dependencias.
- El adicto está enganchado no sólo a una sustancia, sino también a un
estilo de vida. Toda adicción se satisface según un rito y en un ambiente
determinado, y acaba por configurar la actitud vital del sujeto. Por eso, no
sirve tratar la dependencia física si no se ataca a la vez la dependencia
psíquica. A base de fármacos, y encerrado en el campo, un toxicómano puede
abstenerse de la droga durante varios meses ; pero recaerá cuando salga, si
no ha aprendido a vivir sin drogas.
- Hay otras adicciones asociadas : ludopatías, bulimia, adicción al sexo, y
que tienen una dinámica destructiva, aunque en principio, sin consecuencias
biológicas. Estas otras dependencias, cuyos efectos perjudiciales son
también patentes cada vez más en la sociedad, escapan del tratamiento
sanitarista.
En el libro de reciente publicación, "Drugs Dilemma: A Way Forward" (ISBN
0-646-39664-1), el doctor Joseph Santamaria ofrece estudios sobre los
programas aplicados en Suiza y otros países que ofrecen facilidades para
inyectarse o cambiar jeringuillas.
Por lo que se refiere a la situación de Suiza, el libro ofrece las
conclusiones de un grupo de médicos suizos que afirman que la política de
liberalizar la droga en su país ha provocado el aumento del número de
adictos, así como infecciones del virus VIH.
En la ciudad suiza de Zurich, por ejemplo, una clínica administra heroína
proporcionada por el gobierno. Los doctores citan declaraciones del director
general de la Organización Mundial de la Salud en las que expresa dudas
sobre la falta de resultados proporcionados insuficientes para justificar el
uso de heroína en lugar de otros sustitutivos. Además se constata que la
clínica, que opera desde hace unos cinco años, no ha tratado de liberar de
su adicción ni siquiera a un solo usuario.
Santamaria revela también que un programa de distribución de heroína
aplicado en Merseyside, Gran Bretaña, no dio los resultados esperados. En
1994, las autoridades cerraron el experimento. El doctor Jonh Strang, jefe
de la Unidad de Investigación Clínica y Tratamiento de la Dependencia de
Drogas en el Hospital Maudsley de Londres, comentó que "es improbable que el
simple hecho de proporcionar drogas y jeringuillas pueda lograr un adecuado
y duradero cambio de conducta".
Si la distribución de heroína no dan resultados, entonces, ¿qué hay que
hacer? Santamaria sugiere que la experiencia de Suecia nos puede enseñar a
todos. En los años sesenta los suecos adoptaron una política de
liberalización de dogas, que consistía en la prescripción médica de droga a
los usuarios de inyecciones intravenosas. Sin embargo en un par de años no
solamente la población de adictos aumentó sino también el número de delitos.
Se abandonó así la política liberalizadora y el gobierno se propuso el
objetivo de una sociedad libre de drogas. En vez de optar por el cambio de
jeringuillas y el suministro de drogas, las autoridades ofrecieron servicios
de desintoxicación y centros de tratamiento residencial.
Santamaría hace notar que uno de los mayores argumentos usados en favor de
una política liberalizadora es que el mayor daño es producido por la
criminalización del uso de drogas ilícitas. Sin embargo, indica, estas
drogas no son dañinas porque son ilegales. Más bien son ilegales porque son
dañinas y causan serios problemas sociales.
No cabe duda que la distribución de heroína es un grave mal. "...la buena
intención y la esperanza de buenos resultados no son suficientes para pasar
por alto el hecho de que constituye una gran cooperación material al grave
mal del abuso de drogas y sus previsibles malos efectos".
En un discurso de Juan Pablo II el 19 de octubre del 2001, hablando en una
audiencia ante 35.000 ex adictos, miembros de la Comunidad Encuentro, afirmó
que "la droga no se supera con la droga, sino que es necesario un amplio
trabajo de prevención para reemplazar la cultura de la muerte con la cultura
de la vida. Se debe ofrecer a la gente joven y a sus familias razones
concretas con las comprometerse y un apoyo efectivo en sus problemas
diarios".
(cortesía Comité Indep. Antisida http://cias.webcindario.com)