La Iglesia y los partidos políticos
Comunicado de la Oficina de Prensa
de la Conferencia Episcopal Mexicana
"Tomando partido" 2009.
Un partido político se entiende como una agrupación de personas que sirve de
mediador entre el Estado y la sociedad. De forma incipiente estos nacieron
en la antigua Grecia y encontramos algunos otros vestigios en la Roma
imperial, pero organizados en la forma como los conocemos hoy, no fue sino
hasta el siglo XIX.
Los partidos políticos, desde su origen, se enfrentan por ende e
inevitablemente, a una lucha por el poder. Además, una de sus aportaciones
es la formación democrática de la ciudadanía, y también fungen como
responsables de buscar el perfeccionamiento de ejercer una democracia
representativa.
De manera que un partido político, desde su origen, debe ser de y para el
pueblo. Estas organizaciones no podrían existir si la sociedad no les diera
su total aprobación y apoyo. Sin embargo esta situación se ha venido
deteriorando cada vez que acontece un proceso electoral. El pueblo, en buena
parte, comienza a perder la confianza en estas organizaciones políticas.
Los partidos políticos en la actualidad deben buscar la forma de regresar a
sus ideales, primero como agentes mediadores y, posteriormente recobrar el
ideario que se plantearon cuando surgieron como agrupación.
Debido al posible olvido de sus raíces y primigenia filosofía, el hartazgo
de la gente comienza a ser evidente; temas de política y de partidos se
escuchan cada vez menos en tertulias a no ser que sea muy necesario.
Para bien o para mal, las personas están enfocando prácticamente su atención
hacia los candidatos y no hacia un partido político en específico, situación
que resulta interesante y al mismo tiempo preocupante, pues eso tan solo es
reflejo de la pérdida de ideales de los partidos. Si las personas ya no se
pueden identificar con un partido es porque ya no se sienten representados
por ellos, y deben acudir a la particularidad de los candidatos, que a veces
se ven atrapados en las redes de las mismas instituciones políticas.
Los partidos políticos son elementos importantes en la democracia de un
país, pues velan por los intereses de los individuos que integran una
sociedad, además de que sin ellos los candidatos no tendrían un "hogar" ni
una línea que respetar, línea que cada vez se vuelve mas difícil de
reconocer. En este sentido candidatos y partidos deben ser congruentes y
representar una misma figura, no parecer dos cosas totalmente aisladas.
Los partidos deben recobrar la confianza de la gente, darse a notar y lograr
que la comunidad se identifique nuevamente con ellos además de hacer de la
democracia una auténtica participación de voluntades. Pero un partido no
puede hablar de democracia sino la vive a su interior.
Los líderes de los partidos tienen que ser hombres o mujeres creíbles, que
con su ejemplo, honestidad y testimonio lleven a sus agremiados a ser
capaces de convencer a la ciudadanía que ellos representan la "mejor opción"
para gobernar.
"Hoy los partidos políticos tienen una gran responsabilidad en el
fortalecimiento de la democracia, por ello...-deben hacer siempre un serio
esfuerzo para representar de un modo auténtico las aspiraciones y
necesidades del pueblo-". (No hay democracia verdadera y estable sin
participación ciudadana y justicia socia, 2009).