Es mas fácil contraer el SIDA que ganar la lotería.
El "sexo casual" sigue siendo el gran transmisor
(avisados ya en el 1989)
San Juan de Puerto Rico, 20 dic (ZENIT).- Más de 300 profesionales de la salud, nacionales y extranjeros, participaron del VI Simposio de Estudios sobre el SIDA que se celebró en Puerto Rico, auspiciado por el Centro Nacional de Recursos de Investigación.
En su ponencia, el Director de Virología del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, el doctor Edmundo Kraiselburd, explicó que existe una relación entre el sida y el estilo de vida, ya que el "sexo casual" se convirtió en estos años en la segunda forma de contagio de sida y actualmente es la de mayor crecimiento, a pesar de la publicidad acerca del "sexo seguro", financiada por las industrias de los anticonceptivos y preservativos. En este sentido, el experto destacó que un estilo de vida moral y ordenado es la mejor forma de prevenir el SIDA.
Kraiselburd explicó que "la mayoría de la gente aún no entiende que se puede contagiar con un contacto sexual casual. Es mayor la probabilidad de contagiarse de sida por tener sexo una sola noche que la probabilidad de ganar la lotería o de morir en un accidente aéreo".
Asimismo, el experto sostuvo que el 56% de la población infectada en Puerto Rico son hombres que contraen el virus por uso de drogas intravenosas, pero el número de mujeres que se infectan sigue creciendo porque lo contraen de sus compañeros sin saberlo.
Tras recordar que en el mundo todos los días se contagian 16.000 personas con el virus, Kraiselburd --que es uno de los científicos que está investigando la creación de una vacuna contra el SIDA-- precisó que sólo hay dos posibilidades para enfrentar científicamente el virus. "Una es la de inducir en el cuerpo productos naturales creados por el mismo cuerpo que logren contrarrestar la infección, y la otra es crear una vacuna, pero no se ve la posibilidad por muchos años", señaló.
Actualmente, Puerto Rico, Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Holanda, se consideran a la vanguardia de estos estudios, sin embargo enfrentan dificultades por la diversidad de cepas o tipos de virus y las diferencias genéticas de los pacientes.
"Todavía --dijo Kraiselburd-- está lejos una vacuna. Si para el resfriado común todavía no hay vacuna, ni para el dengue ni la influenza, cuanto más para el sida. Hay que seguir estudiando".
Fuente: ZENIT, 20 de diciembre de 1998, El mundo visto desde Roma, ZS98122006.