Intercesión de los Santos e Invocación de los muertos
Consulta
Estimados hermanos en Cristo:
El otro día hablando con una compañera protestante tomamos el tema de los
Santos y la veneración, ella me dijo que cuando nosotros morimos el alma se
separa del cuerpo y quedamos en un estado de dormición (no nos vamos ni al
cielo ni al infierno) porque esperamos la venida de nuestro salvador Jesús
(en espera de que resucitemos y seamos juzgados por él) la pregunta que me
hizo fue ¿Cómo esperas que un Santo que ya está muerto ore por ti si esta en
ése estado? además está prohibido hablar con los muertos e invocarlos, apoco
los santos son omniscientes(cualidad solo de Dios) y pueden entender todos
los idiomas en los que son invocados.
P.e. San Juan Diego (Santo Mexicano) Hablaba Náhuatl y Español, ¿si lo
invoca un Inglés o un francés él va a entender todos los idiomas?
No pude contestar pues no se la respuesta y solo dije no lo sé.
Atte.
Emmanuel R.Ch
México
Respuesta
Estimado hermano en Cristo.
Que la alegría del Señor resucitado esté en su corazón.
Gracias por su consulta. Perdone que le contestemos recién ahora. Al
comienzo del año tenemos los religiosos nuestra reunión anual con todos los
compañeros para escuchar cómo les fue durante el año pasado y cómo Dios ha
llevado adelante su obra. A la vez reflexionamos juntos cómo renovar nuestra
vida y nuestro testimonio. Luego tenemos nuestro retiro anual, una semana en
silencio y sólo de escucha y de oración. Luego tuvimos otro acontecimiento
importante: Los superiores misioneros del Sagrado Corazón de América Latina
se reunieron en nuestra casa. Podrá comprender porque nos demoramos.
Con gusto le vamos a contestar. Sin embargo, usted mismo hubiera podido
conseguir la respuesta más rápidamente y con facilidad. Nada más consultar
el Catecismo de la Iglesia Católica. Las últimas páginas traen una especie
de índice. Busca usted las palabras "cielo" o "juicio" y luego pasa a los
números indicados. El Catecismo es un regalo de Dios a su Iglesia porque
resume toda la enseñanza y la presenta de manera transparente. Vamos a
ponerle los pasajes pertinentes.
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TEXTO DEL CATECISMO
EL JUICIO PARTICULAR
1021 La muerte pone fin a la vida del hombre como tiempo abierto a la
aceptación o rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo (cf. 2 Tm 1,
9-10). El Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la perspectiva
del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también asegura
reiteradamente la existencia de la retribución inmediata después de la
muerte de cada uno con consecuencia de sus obras y de su fe. La parábola del
pobre Lázaro (cf. Lc 16, 22) y la palabra de Cristo en la Cruz al buen
ladrón (cf. Lc 23, 43), así como otros textos del Nuevo Testamento (cf. 2 Co
5,8; Flp 1, 23; Hb 9, 27; 12, 23) hablan de un último destino del alma (cf.
Mt 16, 26) que puede ser diferente para unos y para otros.
1022 Cada hombre, después de morir, recibe en su alma inmortal su
retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo,
bien a través de una purificación (cf. Cc de Lyón: DS 857-858; Cc de
Florencia: DS 1304-1306; Cc de Trento: DS 1820), bien para entrar
inmediatamente en la bienaventuranza del cielo (cf. Benedicto XII: DS
1000-1001; Juan XXII: DS 990), bien para condenarse inmediatamente para
siempre (cf. Benedicto XII: DS 1002).
A la tarde te examinarán en el amor (San Juan de la Cruz, dichos 64).
II EL CIELO
1023 Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente
purificados, viven para siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a
Dios, porque lo ven "tal cual es" (1 Jn 3, 2), cara a cara (cf. 1 Co 13, 12;
Ap 22, 4):
Definimos con la autoridad apostólica: que, según la disposición general de
Dios, las almas de todos los santos ... y de todos los demás fieles muertos
después de recibir el bautismo de Cristo en los que no había nada que
purificar cuando murieron;... o en caso de que tuvieran o tengan algo que
purificar, una vez que estén purificadas después de la muerte ... aun antes
de la reasunción de sus cuerpos y del juicio final, después de la Ascensión
al cielo del Salvador, Jesucristo Nuestro Señor, estuvieron, están y estarán
en el cielo, en el reino de los cielos y paraíso celestial con Cristo,
admitidos en la compañía de los ángeles. Y después de la muerte y pasión de
nuestro Señor Jesucristo vieron y ven la divina esencia con una visión
intuitiva y cara a cara, sin mediación de ninguna criatura (Benedicto XII:
DS 1000; cf. LG 49).
1024 Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y
de amor con Ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los
bienaventurados se llama "el cielo". El cielo es el fin último y la
realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo
y definitivo de dicha.
1025 Vivir en el cielo es "estar con Cristo" (cf. Jn 14, 3; Flp 1, 23; 1 Ts
4,17). Los elegidos viven "en El", aún más, tienen allí, o mejor, encuentran
allí su verdadera identidad, su propio nombre (cf. Ap 2, 17):
Pues la vida es estar con Cristo; donde está Cristo, allí está la vida, allí
está el reino (San Ambrosio, Luc. 10,121).
1026 Por su muerte y su Resurrección Jesucristo nos ha "abierto" el cielo.
La vida de los bienaventurados consiste en la plena posesión de los frutos
de la redención realizada por Cristo quien asocia a su glorificación
celestial a aquellos que han creído en El y que han permanecido fieles a su
voluntad. El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están
perfectamente incorporados a El.
1027 Este misterio de comunión bienaventurada con Dios y con todos los que
están en Cristo sobrepasa toda comprensión y toda representación. La
Escritura nos habla de ella en imágenes: vida, luz, paz, banquete de bodas,
vino del reino, casa del Padre, Jerusalén celeste, paraíso: "Lo que ni el
ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó
para los que le aman" (1 Co 2, 9).
1028 A causa de su trascendencia, Dios no puede ser visto tal cual es más
que cuando El mismo abre su Misterio a la contemplación inmediata del hombre
y le da la capacidad para ello. Esta contemplación de Dios en su gloria
celestial es llamada por la Iglesia "la visión beatífica":
¡Cuál no será tu gloria y tu dicha!: Ser admitido a ver a Dios, tener el
honor de participar en las alegrías de la salvación y de la luz eterna en
compañía de Cristo, el Señor tu Dios,...gozar en el Reino de los cielos en
compañía de los justos y de los amigos de Dios, las alegrías de la
inmortalidad alcanzada (San Cipriano, ep. 56, 10,1).
1029 En la gloria del cielo, los bienaventurados continúan cumpliendo con
alegría la voluntad de Dios con relación a los demás hombres y a la creación
entera. Ya reinan con Cristo; con El "ellos reinarán por los siglos de los
siglos' (Ap 22, 5; cf. Mt 25, 21.23).
Hasta aquí el Catecismo.
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Como puede observar, le ofrece los textos bíblicos correspondientes para que
pueda invitar a la compañera a que revise esos textos. ¿Acaso la palabra de
Cristo es: "Entra en dormición y espera hasta que vuelva al final de los
tiempos"? No, le ha dicho: "Hoy estarás conmigo en el paraíso". Así que no
están muertos sino viven.
Y ahora respecto a la prohibición de invocar a los muertos.
En primer lugar no están muertos. En segundo lugar, los hermanos evangélicos
con suma facilidad aplican frases entresacadas del contexto que no tienen
nada que ver. A lo mejor se refiere a la invocación del profeta Samuel en
presencia del rey Saúl. Aquella fue una sesión de espiritismo y el
espiritismo está prohibido en la Iglesia católica. También puede referirse a
la prohibición de brujerías del libro del Deuteronomio. Por favor, muchos
siglos antes que existiera cualquiera de las sectas evangélicas, la Iglesia
católica ha condenado eso. Es una calumnia el tildar la veneración de los
santos como brujería o espiritismo. Es el mismo descaro cuando nos acusan a
los católicos de adorar yeso y falsos dioses. El octavo mandamiento prohíbe
levantar falsos testimonios. Es simplemente en su caso una interpretación
errónea y maliciosa de la Escritura.
Le vamos a dar un ejemplo respecto a lo que sucede cuando uno saca los
versículos de su contexto: Cuentan que dos hermanos evangélicos estaban
peleando. El uno le abofeteó al otro y le dijo: "Ofrece la otra mejilla". El
otro le devolvió el golpe con un puñetazo diciendo: "Con la misma medida
serán medidos". Todo a base de la Escritura. ¿Quiere escuchar otro ejemplo?
Abriendo la Biblia al azar para saber cuál es la voluntad de Dios un
evangélico encontró el pasaje: "Judas fue y se ahorcó". Asustado abrió otra
vez la Biblia para saber que debía hacer y se topó con la frase de Cristo:
"Anda y hazlo pronto". Como ve, no es manera de debatir cuando nos tiramos
mutuamente frases de la Escritura.
Ahora bien, la hermana no tiene la culpa porque la han adoctrinado y ella lo
cree lo que le vienen repitiendo. Respetamos a los hermanos evangélicos
porque aman a Jesucristo y tratan de hacer su voluntad. Pero la misma cosa
no puede ser blanca y negra al mismo tiempo. Ellos mismos dicen que la
Escritura es una. ¿Cómo es entonces que las diferentes denominaciones
interpretan desde los tiempos de Lutero, Calvino y Zwingli la misma única
Escritura de manera distinta y se vieron forzados a fundar miles de
denominaciones. Lea lo que dice respecto a la Escritura y la Tradición. Ahí
explicamos un poco más los detalles.
Luego hay otro argumento que está basado en un error. Dicen que hay muchos
católicos males por eso la doctrina tiene que ser mala. ¿Acaso no existe la
posibilidad que un pecador puede estar en lo cierto? La verdad es una cosa y
el comportamiento es otro. Muchos de ellos expulsan a los pecadores. La
Iglesia no hace eso. Los llama a conversión pero no los expulsa. Que
contrasten un poco el comportamiento. Los católicos nunca nos atreveríamos a
acusarles de un pecado, sacrilegio u ofensa de Dios. Lo que decimos es que
están
equivocados.
Luego será bueno de mirar de cerca la intercesión de los santos.
Nuevamente le ponemos un texto del Catecismo que resume maravillosamente la
enseñanza.
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III LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN
2634 La intercesión es una oración de petición que nos conforma muy de cerca
con la oración de Jesús. El es el único intercesor ante el Padre en favor de
todos los hombres, de los pecadores en particular (cf Rm 8, 34; 1 Jn 2, 1; 1
Tm 2. 5-8). Es capaz de "salvar perfectamente a los que por él se llegan a
Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor" (Hb 7, 25). El
propio Espíritu Santo "intercede por nosotros... y su intercesión a favor de
los santos es según Dios" (Rm 8, 26-27).
2635 Interceder, pedir en favor de otro, es, desde Abraham, lo propio de un
corazón conforme a la misericordia de Dios. En el tiempo de la Iglesia, la
intercesión cristiana participa de la de Cristo: es la expresión de la
comunión de los santos. En la intercesión, el que ora busca "no su propio
interés sino el de los demás" (Flp 2, 4), hasta rogar por los que le hacen
mal (recuérdese a Esteban rogando por sus verdugos, como Jesús: cf Hch 7,
60; Lc 23, 28. 34).
2636 Las primeras comunidades cristianas vivieron intensamente esta forma de
participación (cf Hch 12, 5; 20, 36; 21, 5; 2 Co 9, 14). El Apóstol Pablo
les hace participar así en su ministerio del Evangelio (cf Ef 6, 18-20; Col
4, 3-4; 1 Ts 5, 25); él intercede también por ellas (cf 2 Ts 1, 11; Col 1,
3; Flp 1, 3-4). La intercesión de los cristianos no conoce fronteras: "por
todos los hombres, por todos los constituidos en autoridad" (1 Tm 2, 1), por
los perseguidores (cf Rm 12, 14), por la salvación de los que rechazan el
Evangelio (cf Rm 10, 1).
Hasta aquí el Catecismo.
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La santidad que se expresa especialmente en una caridad heroica. La pregunta
es: Si los santos viven, ¿Cómo no van a continuar orando por los demás como
lo han hecho durante toda su vida? ¿Acaso las madres pueden olvidar a sus
hijos y no intercederán por ellos? Y la intercesión no le quita en nada a
que Jesucristo sea el único mediador. ¿Se acuerda de las palabras que dice
el sacerdote al final del canon de la Misa antes de rezar el padrenuestro
con la comunidad? "Por Cristo, con él y en él…."
Y por último respecto al conocimiento de idiomas.
Es la primera vez que escuchamos un argumento de este tipo. Se supone que en
el cielo las cosas serán como en la tierra cuando el Apóstol dice que "ni
ojo vio ni oído oyó lo que Dios le tiene preparado a los que le aman".
Cuando Jesús habla del cielo dice: "Vendrán del norte y del sur y de todas
las direcciones y se sentarán en la mesa con Abrahán". No dice nada a qué
estarán presentes unos intérpretes. Cuando en Pentecostés el Espíritu Santo
bajó sobre los apóstoles comenzaron a glorificar a Dios en todas las lenguas
como lo atestigua la reacción de las personas que se agolpaban alrededor del
cenáculo. San Lucas enumera a todos los idiomas conocidos. Era la curación
de Babel. Los hombres llenos de Espíritu Santo hablan un mismo idioma.
¿Acaso en el cielo necesitaremos intérpretes para poder hablar con Abrahán,
la Virgen María, San José y con nuestros santos patronos? Ciertamente es
tener un concepto muy estrecho del cielo, como si en el cielo hubiera
sectores para los gringos que hablan inglés y para los latinoamericanos que
hablamos castellano. Todos seremos uno. Que lea el libro del Apocalipsis
donde se describe el cielo y donde juntos, por ejemplo las almas debajo el
altar, glorifican a Dios o hablan reclamando la justicia. Se trata de TODOS
los que han muerte injustamente.
El problema en el fondo es que los hermanos evangélicos quieren trasladar
categorías humanas al cielo. ¿Se acuerda lo que dice el Catecismo?
"1027 Este misterio de comunión bienaventurada con Dios y con todos los que
están en Cristo sobrepasa toda comprensión y toda representación".
Quisiéramos, por favor, recibir unas citas bíblicas donde enseña que en el
cielo la gente no se va a entender.
Lo mismo vale respecto al conocimiento de los deseos de los hermanos. No se
puede trasladar las limitaciones de nuestra naturaleza caída a la infinitud
del cielo.
Bueno, esto ha salido un poco largo. Sea para ayudar y que compense en algo
el tiempo de espera.
Que Dios lo bendiga
Se lo desean y por ello rezan
Los MSC del Perú