Fátima y el Fin del Mundo
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hola, hace mucho que no le escribo, sabe?, tengo una duda, hace unos dias me
ha llegado un mail con la “carta de la virgen de fatima”, y dice todo lo que
se supone que va a pasar, y parece que se estubiera cumpliendo, es
decir,como si lo fuera a hacer, me refiero a eso de los 3 dias de oscuridad
y todoeso, yo lo veo relacionado con la “guerra” que esta a punto de
desatarse entre los U.S. y Afganistan, el hecho es que hable con unos amigos
y algunos creen que ambas cosas si estan relacionadas y otras piensas que
no, el hecho es que yo si creo que lo que dice en la carta es verdad, pero
no se hasta que punto, es decir, lo que yo entiendo que dice es que ya para
el proximo año, talvez la mitad de las personas del mundo ya no existan, y
por eso me pregunto para qué estoy haciendo todo lo que estoy haciendo, si
tal vez de aqui a unos mese ya no esté, en ese caso dejaria los estudios y
tal vez las ansias de buscar dinero, de hacer ejercicios y no sé, todas esas
cosas que uno piensa que son importantes para vivir, el hecho es que no sé
si aun valga la pena seguir haciendo lo que suelo hacer rutinariamente, es
algo asi como tirarse al abandono o seguir esforzandose, desearia poder
saber su opinion sobre todo esto, tal vez sea que estoy en un error y
quisiera que me lo haga saber; besitos... Anónima
Respuesta
Estimada hermana en Cristo:
Que la paz del Señor esté en tu corazón.
No solamente están haciendo circular la carta de Fátima sino también las
predicciones de Nostradamus, etc. El tener miedo a que suceda una catástrofe
no es nada nuevo. Mira nada más lo que pasó en Tesalónica.
Los tesalonicenses esperaban que venga el Señor en cualquier momento. Es
verdad, tú no hablas del fin del mundo sino de catástrofes anunciados por la
supuesta carta de Fátima. Pero todo va en la misma dirección. ¿Cómo proceden
los cristianos ante desastres anunciados? La coyuntura da miedo. Pero vamos
al grano.
Quisiera invitarte a que leas lo que escribe San Pablo en la primera carta a
los Tesalonicenses, capítulo 5.
" 1 ¿Cuándo sucederá eso? ¿Cómo será? Sobre esto, hermanos, no necesitan que
se les hable, 2 pues saben perfectamente que el día del Señor llega como un
ladrón en plena noche. 3 Cuando todos se sientan en paz y seguridad, les
caerá de repente la catástrofe encima, lo mismo que llegan los dolores de
parto a la mujer embarazada, y nadie podrá escapar. 4 Pero ustedes,
hermanos, no andan en tinieblas, de modo que ese día no los sorprenderá como
hace el ladrón. 5 Todos ustedes son hijos de la luz e hijos del día: no
somos de la noche ni de las tinieblas. 6 Entonces no durmamos como los
demás, sino permanezcamos sobrios y despiertos. 7 A los que les gusta la
cama duermen en la noche, y a los que les gusta tomar se emborrachan en la
noche. 8 Nosotros, en cambio, por ser del día, permanezcamos despiertos;
revistámonos de la fe y del amor como de una coraza, y sea nuestro casco la
esperanza de la salvación.
9 Pues Dios no nos ha destinado a la condenación, sino a que hagamos nuestra
la salvación por Cristo Jesús, nuestro Señor."
Y en la segunda carta, capítulo 3, escribe: "Les digo claramente: el que no
quiera trabajar, que tampoco coma. 11 Pero ahora hemos oído que hay entre
ustedes algunos que viven sin control ni regla y no hacen nada, muy ocupados
en meterse en todo. 12 A ésos les mandamos y les rogamos, por Cristo Jesús,
nuestro Señor, que trabajen y se ganen la vida en vez de molestar. 13 Por su
parte, hermanos, no se cansen de hacer el bien".
¿Te das cuenta? El que no tiene fe se asusta y deja de hacer las cosas. Te
cuento una anécdota de Santo Domingo Savio. Estaba jugando ajedrez con un
amigo y otros amigos alrededor estaban conversando. A uno se le ocurrió
preguntar: "¿Qué harías en este momento si te avisaran que vas a morir
mañana?" Alguno dijo: "Iría a la parroquia para confesarme". Otro dijo:
"Iría a mi casa para pasar los últimos momentos con la familia". Al final le
preguntaron a Santo Domingo Savio: "¿Qué harías tú?" Les contesté:
"Continuaría jugando ajedrez".
La persona que ama a Dios y se sabe amada por él puede experimentar miedo y
pavor. Sin embargo, al mismo tiempo tiene la íntima convicción que Dios sólo
permite para mí lo que es lo mejor para mí. Así que lo único necesario es
"estar despiertos", como dice el Apóstol. ¿Qué significa? Pues, vivir en la
confianza del amor de Dios y vivir y actuar correspondientemente. Porque si
estoy haciendo las cosas por amor a Dios y el prójimo entonces continuaré
limpiando la casa, cocinando rico y estudiando según lo que me toca hacer en
ese día.
Por lo demás, las profecías de Fátima se entienden recién cuando se han
cumplido y a veces ni siquiera entonces en todos sus detalles. Querer
anticipar cosas es como decir a Dios: "Tienes que hacerlo ahora".
Una historia más: Un joven la preguntó a su maestro: "¿Cuándo tengo que
convertirme?" Este le contestó: "Un día antes de morir". – "Pero, maestro,
yo no sé cuándo voy a morir". – "Tienes razón. Puedes morir mañana, ¿verdad?
Pues, conviértete hoy".
La gente que entra en pánico simplemente necesita revisar el tipo de fe que
tiene. Se me ocurre otra historia. Un barco estaba en medio de una tempestad
y los pasajeros aterrados se habían reunido en el salón del buque y se
agitaban y gritaban cuando éste se inclinaba peligrosamente. Sólo una niña
jugaba tranquilamente con sus muñecas. Le preguntaban si no tenía miedo.
Ella les contestó: "Mi papá es el capitán. Él está en el puente y nos
llevará a casa. Siempre lo ha hecho".
¿Quién está en el puente de tu vida y lleva el timón?
No sé, hoy se me ocurren un montón de historias. Ahí va otra. Una mamá
estaba muy preocupada por su hijo que servía en un submarino. ¿Y si se
hunde? El hijo le escribió a su madre: "No te preocupes, mamá. No puedo
hundirme más que en la mano de Dios.
¿Estamos?
Saludos cordiales, y que Dios te bendiga
mscperu