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Domingo 7 Tiempo Ordinario A - Amor al enemigo - Iglesia del Hogar: en Familia, como Iglesia doméstica, preparamos la Acogida de la Palabra de Dios durante la celebración de la Misa dominical parroquial

 

Recursos adicionales para la preparación


La Palabra de Dios y yo - cómo acogerla
Falta un dedo: Celebrarla

Para ser más felices" Curso con y sobre las Bienaventuranzas"

"

1. INTRODUCCIÓN A LOS PASAJES BÍBLICOS DEL DOMINGO

1.1 Primera Lectura: Levítico 19,1-2.17-18

Dios quiere que seamos santos. Así lo  dijo ya en el Antiguo Testamento. Sin embargo, nuestra experiencia de todos los días cuenta otra historia. Cada día somos atraídos por el mal y  sentimos esta inclinación nuestra de hacer nuestra voluntad y no la de Dios. ¿¡Cómo vamos a ser santos!?

No vamos a hablar ahora de la realidad de nuestro Bautismo que nos ha hecho templos del Espíritu Santo, miembros del Cuerpo Místico de Cristo e hijos de Dios nuestro Padre en los cielos. Sabemos que somos efectivamente santos porque participamos de la santidad de Dios. El problema consiste en no ver los frutos de la santidad.

La lectura que vamos a contemplar, nos da unas pautas bien claras. Nuestro comportamiento con los demás puede ser un signo de santidad. La razón la encontramos en el comportamiento de Dios que hace que el sol brille sobre justos e injustos. Él es un Dios de mucha paciencia con las debilidades humanas. Sigue amando al hombre aunque lo ofenda mil veces.

¿Es imposible imitar la actitud de Dios? ¿Por qué no hacemos la prueba y comenzaremos a sentir algo de la paz de Dios. Leamos con calma este pasaje y convirtámoslo en oración porque sin la ayuda de Dios no llegaremos a ninguna parte.

¿Recuerdan la parábola del hombre rico que tenía tanta cosecha que no le alanzaban sus depósitos, de manera que decidió construir otros mayores? Era la manera más sabia para resolver su problema. Y Dios le dice: "Necio, en esta noche Dios reclamaré tu alma". El hombre previsor, que prevé todas los detalles, un dechado de prudencia era en realidad un terrible necio.

San Pablo quiere hacernos entender que todo aquello que no tiene valor ante los ojos de Dios y darle más importancia de lo que tiene nos convierte en necios. Mire no más las cuentas bancarias y anónimas que dejaron en los bancos de suiza. Murieron sus dueños y los banqueros suizos después de un tiempo prudencial las traspasan a su propia cuenta. -Sospecho que tenemos más que una cuenta  anónima en el banco de nuestra vida que nadie sabe de ella pero nos da mucha seguridad porque puede sernos útil en caso de emergencia: un talento que no explotamos para servir a los demás, una persona que depende de nosotros y no se lo dejamos olvidar. Bueno, usted repase un poquito las cuentas bancarias anónimas de su vida.

Para utilizar otra imagen: Vi una vez una foto de una Iglesia en Rusia que utilizaron como almacén. En las paredes se leían las artísticas inscripciones bíblicas, en el techo se veían aun pinturas y representaciones de la vida de Jesús. Pero en el altar habían colocado los repuestos del tractor y el resto de la Iglesia estaba lleno de costales. ¿La sorpresa que se llevarán el día del juicio final. Mira tu interior. Eres templo de Dios y ¿qué cosas tienes guardado en este templo? Envidia, rencor, mentiras, egoísmos, lujurias y pornografías. ¿Esto nos convierte en malos? Sí. Pero también en bobos.

Que esta lectura del Apóstol nos haga recordar que participamos de 1a santidad de Dios y. sólo todo es nuestro cuando todo, alma corazón y vida, pertenece a Dios.

 

1.3 Evangelio: San Mateo 5, 33-48

Muchas veces me han preguntado por qué, si Dios es amor, en el Antiguo Testamento se encuentran ordenes divinas como la de eliminar todos los seres vivientes de una ciudad, No tengo respuesta. Pero una pista entre otras me da la comparación entre la primera lectura y el Evangelio. En ambas lecturas que son palabra de Dios, se nos dice que tenemos que ser santos como es santo nuestro Padre celestial. En la primera se habla del amor al compatriota y en la tercera hay un salto: ama a tu enemigo. Tenía que venir Jesús para enseñarnos cómo era Dios en realidad. Anteriormente los hombres todavía no eran capaces de amar al enemigo. Los antiguos israelitas querían obedecer a Dios. Y poco a poco Dios los lleva a vivir cada vez más a su estilo. Es verdad que los profetas más tarde ya hablan que habría en el futuro un reino universal, pero recién Jesús nos trae la Buena Nueva en su plenitud, que Dios ama a todos los hombres. Los hijos deben vivir al mismo estilo: regalar su amor a buenos y malos, ayudar a justos e injustos. Vamos a leer este pasaje con reverencia porque Dios quiere dejar su impronta en nosotros. Porque es Jesús mismo que con el poder de su palabra quiere cambiar nuestro corazón

 

2. REFLEXIONEMOS

2.1 Los Padres

Dios es amor

Podemos sospechar los motivos que mueven a Dios a llevar a su creación hasta tal término, si pensamos en lo que creemos acerca de la misma vida de Dios. En el misterio del amor uno y trinod e Dios se insinúa una respuesta a la pregunta esencial sobre el hombre: ¿Por qué somos lo que somos, criaturas capaces de conocer, engendrar y amar? No podemos expresarnos más que con palabras humanas, pero aún así no nos resignamos al silencio, llenos de asombro ante el último porqué. ¿Cómo ha podido en el hombre brotar esta idea:"conocer", "engendrar", "amar"? No ha podido surgir en un momento dado como por generación espontánea. Es, porque Dioses amor quien ha dejado su impronta en todo lo creado. Y además Él no es como lo confiesan los musulmanes un misericordioso y solitario Alá. El misterio de Dios no es un misterio de soledad, sino de comunidad de ser: de conocer, engendrar, y amar, de dar y recibir. Y por eso somos nosotros lo que somos. Para el hombre, existir es poder participar en lo que es Dios: amor.

En nuestra vida diaria, a menudo tan gris, o tan trágica, o tan complicada, en que mil cosas solicita apremiantemente nuestra atención, brilla esta luz de Dios, que nos ilumina: el amor. Esta es la luz que debe alumbrar nuestro camino, si no querremos errar la meta de nuestra existencia:"Hijitos, no amemos de palabra ni con lengua, sino de obra y de verdad. En esto conocemos que somos de la verdad,…  cuando uno tiene bienes del mundo y ve a su hermano en necesidad y cierra sus entrañas, ¿cómo permanece en él el amor de Dios? (1 Jn 3, 18 y 3, 17.)

De buena gana diríamos: Mirad, ¡ahí está Dios te lo puedo ver! Pero no es así. No lo vemos a Dios directamente. Dios mismo baja de los bellos cuadros  e iconos y se esconde en el que tiene necesidad de nosotros y dice: Buscadme aquí. Se oculta en los pequeños de la tierra y nos dice que allí lo hemos de buscar. El que quiere vivir con Dios nunca está ante el final sino siempre ante un nuevo comienzo, tal como  comienza cada mañana un nuevo día. Todas las palabras y signos de vida que nos da el evangelio para nuestro camino nos dicen:"Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, y al prójimo como a ti mismo".

¿Quién no se siente débil ante tan gran mandato? ¿Quién no se percata de su falla frente a tal Dios, pero no sólo como individuo, personalmente, sino también colectivamente como familia, como pueblo, Iglesia y humanidad? Y, sin embargo, no hay otro camino hacia la vida, sino amar. Fuera del amor, no hay modo de encontrar el espíritu del Dios uno y trino. Pero si nos decidimos a entrar con el Hijo del hombre por esta senda estrecha, podremos aplicarnos, como dirigidas a nosotros, las palabras que siguen a las anteriormente citadas: "Y tranqui­lizaremos nuestro corazón ante Él, aun cuando nuestro corazón nos reprenda, porque Dios es más grande que nuestro corazón".

 

2.2 Con los hijos

Amar a enemigo no significa sentir de inmediato simpatías por él. Esto lo lograron sólo los santos que hacían un esfuerzo permanente para dominar sus emociones. Seguramente ustedes también, al  encontrarse con un enemigo suyo que está en graves problemas, le ayudarían, le darían un pan si estuviera con hambre, le darían un vaso de agua si tuviera sed.

Lo difícil es dominar la cólera cuando hay una ofensa. Supongamos que alguien  les abofetee delante de los demás, que generalmente  gozan de este espectáculo y se ríen. Es ahí que le sube a uno la cólera a la cabeza. Supongamos que no reacciones y dejas que te ofenda otra vez, se burle de ti, ya deberías darte cuenta que la segunda ofensa ya no es tan grave ni tan fuerte porque se preguntará sobre lo que está pasando. ¿Por qué recibe una respuesta violenta? No se trata de vencer al otro, de quedar como el que gana -así nos lo quieren enseñar las series de la TV. Se trata de hacer del otro un amigo. Para decirlo en otras palabras: no hay enemigos sólo hay amigos, algunos de ellos no lo saben aún. Así lo dice un antiquísimo documento de la Iglesia, la Didajé: Ama y no tendrás enemigos.

¿Que es muy difícil? Cierto. Porque va en contra de todo lo que piensa la gente. Pensarán que eres cobarde, que no sirves para nada. Pero si nos portamos según piensa la gente tendremos que cambiar de actitud cada vez que cambie la moda. Es el más           fuerte el que se vence a sí mismo. En fin, nuestro ejemplo nos viene de Jesús; el ha dicho:"Aprendan de mi que soy manso y humilde de corazón". Queremos hacer de este mundo un lugar donde hay más amor y no cada vez mayor número de  vencidos.

 

3. RELACIÓN CON LA MISA

Antes de instituir la Eucaristía Jesús lavó los pies a los discípulos, gesto de profundo amor, de profundo servicio a los hombres. Este es el sentido de la Misa: Dios se pone al servicio de nosotros para iluminarnos con su palabra, para darse en sacrificio por nosotros y para dársenos en alimento. Renueva el sacrificio de la cruz: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. ¿Y cuántas veces hemos sido sus enemigos?

4. VIVENCIA FAMILIAR

Los esposos en un diálogo franco revisan su manera  de “pelear" y a la luz de la Palabra tratan de enmendar maneras y armas.

Dicen que no puede faltar el pleito donde hay varios hermanos. Para comenzar el entrenamiento cristiano:Un día de la semana  es declarado "día de tregua". Nadie, durante este día, levanta la voz a nadie (¡ni siquiera los padres!) bajo pena de multa ( dinero de la propina, horas extra de servicio en la casa, sin TV o computadora, etc.). Si hay diferencia de opiniones, se expresan con voz calmada dando razones y argumentos. En caso de no encontrar solución acuden al tribunal superior de los padres. El que levanta la voz ya ha perdido.

 

5. NOS HABLA LA IGLESIA

Respeto y amor a los adversarios

28. Quienes sientes u obran de modo distinto al nuestro en materia social, política e incluso religiosa, deben ser también objeto de nuestro respeto y amor. Cuanto más humana y caritativa sea nuestra comprensión íntima de su manera de sentir, mayor será la facilidad para establecer con ellos el diálogo.

Esta caridad y esta benignidad en modo alguno deben convertirse en indiferencia ante la verdad y el bien. Más aún, la propia caridad exige el anuncio a todos los hombres de la verdad saludable.

Pero es necesario distinguir entre el error, que siempre debe ser rechazado, y el hombre que yerra, el cual conserva la dignidad de la persona incluso cuando está desviado por ideas falsas o insuficientes en materia religiosa. Dios es el único juez y escrutador del corazón humano. Por ello, nos prohíbe juzgar la culpabilidad interna de los demás.

La doctrina de Cristo pide también que perdonemos las injurias. El precepto del amor se extiende a todos los enemigos. Es el mandamiento de la Nueva Ley: Habéis oído que se dijo : Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo : Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian y orad por lo que os persiguen y calumnian (Mt 5,43-44).  (Vaticano II, Gaudium et Spes 28)

 

6. LEAMOS LA BIBLIA CON LA IGLESIA

 

Día de la Semana

Año Impar

Año Par

Evangelio

Lunes

Eclesiástico 1, 1 -10

Salmo 92

San 3, 13 -18

Salmo 18

Marcos 9, 13 -28

Martes

Eclesiástico 2, 1 -13

Salmo 36

San 4, 1 -10

Salmo 54

Marcos 9, 29 -36

Miércoles

Eclesiástico 4, 12 -22

Salmo 118

San 4, 13b -17

Salmo 48

Marcos 9, 37 -39

Jueves

Eclesiástico 5, 1 -10

Salmo 1

San 5, 1 -6

Salmo 48

Marcos 9, 40 -49

Viernes

Eclesiástico 6, 5 -17

Salmo 118

Santiago 5, 9 -12

Salmo 102

Marcos 10.1 -12

Sábado

Eclesiástico 17, 1 -13

Salmo 102

San 5, 13 -20

Salmo 140

Marcos 10, 13 -16

 

 

 

7. ORACIONES

7.1 Ellos llevan Tu rostro

Señor, tanto me preocupo por mi mismo

dices que muestre amista a todos los hombres.

Tengo tanto trabajo con mi propio destino,
apenas puedo realizar mi propio trabajo,

soy una persona que debe hacer un esfuerzo

para dirigirme a los demás.

Tu quieres que piense en todos ellos.

Quieres que no me  considere mejor que ellos.

Quieres que disculpe sus faltas y vea sus sufrimientos

Quieres que tenga siempre ante mis ojos que ellos existen y viven.

Señor, tu estás cerca. Es tu rostro que ellos llevan.

Dame amabilidad para con ellos

(J. Zink)

7.2 Ayúdame a amar

Señor ayúdame a amar.

Ayúdame a no desperdiciar el amor de mi corazón.

Ayúdame a amarme a mí mismo cada vez menos

a amar a los demás cada vez más

para que no haya nadie más  en mi cercanía que sufra o muera

porque he robado el amor que necesitaba  para vivir.

(Michel Qoist)

8. NUESTRO EJEMPLO Y ESTÍMULO

SAN ANTONIO, el ermitaño. 251-356

 

En la historia de los estados y de los pueblos, el hombre activo, el militar, el político, escala los primeros planos y el ser contemplativo sólo lleva una vida oculta en las sombras, sin fama y sin gloria. Pero en la historia de la Iglesia ambos se dan fraternalmente la mano. La Iglesia ha defendido siempre la coexistencia del contemplativo. Mientras que la Iglesia lucha contra el Anticristo, requiere de hombres que, como Moisés, suplican con las manos levantadas, al tiempo que el pueblo lucha. Este es el sentido de la vida, tan despreciada, del ermitaño y del monje.

Antonio nació alrededor del año 251 en Kome, en el centro de Egipto, hijo de padres ricos, mimado y abandonado a los caprichos de su propia voluntad.

Esta mundana placidez terminó repentinamente al morir sus padres; uno poco después del otro. Entonces se tuvo que ocupar por entero de la administración de sus bienes y del cuidado de su hermana menor. Lo transformaron las palabras de Jesús que nos trasmite san Mateo y que escuchó en la predicación del Evangelio en una iglesia: "Si quieres ser perfecto, vé, vende cuanto tienes ..." (Mt 19,21).

Llevó a su hermana a un asilo, vendió o regaló todo y se retiró con sus amigos ermitaños para pertenecer, como ellos, sólo a Dios. Esa decisión, que tomó libremente y sin mayor esfuerzo, no carece de grandeza, pues requiere un corazón valiente y un amor ardiente a Dios, para romper todas las ligaduras.

Con alegría lo aceptaron los ermitaños en su comunidad y le enseñaron aquel ascetismo del cuerpo y del espíritu, madurado en la experiencia de decenios. De día cultivaba una parcela en el desierto para alimentarse, de noche oraba y cantaba los salmos. Pronto, el ignorante se asemejó a los eruditos. Las meditaciones frecuentes y la gracia de Dios le habían dado visiones místicas que le envidiaban aun los ermitaños más ancianos. Al hablar de él ya sólo lo llamaban "el preferido de Dios" y agradecían al cielo que este joven continuara la tradición de los ermitaños, ya casi condenada a desaparecer.

Pronto se le acercaron los eternos opositores de todo lo divino. Apariencias diabólicas lo torturaron cruelmente y, silo dejaban en paz, el anhelo de escuchar una voz humana lo sumergió en la melancolía; luego lo atormentaron imágenes impuras e ideas de vanidad. Así volvió a encontrar en el desierto todos los vicios de la humanidad que había querido esquivar.

Dos decenios luchó por conseguir la paz, con la gracia de Dios. Sus antiguos compañeros le rogaron que fuera su guía en la búsqueda de la perfección. Se negó por mucho tiempo, porque la vida en comunidad era incompatible con el ideal del ermitaño. Pero cuando se lo pidieron con más urgencia, prescindió de estar sólo con Dios, para salvar el monacato de Egipto.

El que se disponía a ser un discípulo sabía que le esperaba una educación severa. El monacato, como lo consideraba Antonio, no era un sufrimiento blando, una meditación vacía ni menos una huida del mundo o un lirismo romántico, sino un trabajo difícil, ininterrumpido, en las arenas del desierto y acompañado de durísimas penitencias por las culpas ajenas. Su ascetismo fue estricto, pero sólo así logró educar caracteres que estaban preparados a arrostrar las sangrientas persecuciones del emperador Maximino Daza.

No sólo los ermitaños buscaban acercársele. En cada caravana venían funcionarios, comerciantes, soldados y gente de toda profesión, que quería presentarle sus penas y solicitar su intercesión. Asimismo, llegaron los emisarios de Arrio para usar su nombre en pro de su heterodoxia y sus sueños ambiciosos de poder. Entonces él, por lo general tan tranquilo, se transformaba en un verdadero gigante, que condenaba los errores de Arrio.

Antonio ya contaba cien años de edad, cuando decidió, con heroico sacrificio, recorrer todas las comunidades monásticas para confinarlas en la verdadera doctrina de la Iglesia de Cristo.

Dicha predicación agotó sus últimas fuerzas. Murió a los 105 años en el monte Kolzim. El efecto de su entrega monástica fue grande. Aún muchos siglos después, su vida, descrita por Atanasio, incitó a muchos a abandonar voluntariamente el mundo y a vivir sólo para Dios.

 

ORACION COLECTA

Dios nuestro, que concediste a San Antonio el ermitaño dejar por tu amor cuanto tenía, para servirte heroicamente en el desierto, Otórganos, por sus méritos, superar nuestro egoísmo y amarte a ti sobre todas las cosas. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

 

El sentido esencial de esta 'realeza" y de este "dominio' del hombre sobre el mundo visible, asignado a él como cometido por el mismo Creador, consiste en la prioridad de la ética sobre la técnica, en el primado de la persona sobre las cosas, en la superioridad del espíritu sobre la materia". Juan Pablo II, encíclica "Redemptor Hominis”, nr. 16.

 

 

 



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