La Dirección Espiritual
La dirección espiritual es la formación individual y atención detallada y
particularizada para formar el apóstol del Reino que hoy reclaman los
tiempos y que esté a la altura que Dios en sus designios le tiene
encomendada
Importancia del Director Espiritual:
Vocación universal a la santidad y vocación particular dentro de la Iglesia
Complejidad y riqueza de la formación cristiana que integra todos los
diversos componentes de la vocación cristiana, así como las dimensiones de
la persona
Vida del cristiano abierta hacia un futuro y unas metas por alcanzar en el
campo de la formación, de la santificación, del apostolado y de las tareas y
deberes confiados.
Guía para que conozca el camino y le oriente en su labor concreta.
Ayudar, iluminar, dar ánimos y apoyar en la toma de decisiones, sobre todo
de índole vocacional
Es a la vez hombre de Dios, maestro, padre, amigo, hermano.
Características de la Dirección:
Nunca presionar ni en un sentido ni otro, dejar al orientando en plena
libertad para decidir por sí mismo.
Postura acogedora y comprensiva.
Escuchar con atención, con comprensión, sin prisas, con simpatía,
cálidamente.
Manifestar interés humano.
Crear una atmósfera de confianza
Cortesía, delicadeza, deferencia, atención, sentido de justicia, equidad,
objetividad en los juicios y serenidad en las decisiones.
Interesarse sinceramente por cada uno, por sus cosas.
Participar de sus alegrías y sanos intereses.
Combinar evangélicamente la exigencia firme de una vida cristiana auténtica,
con la suavidad, la humildad, la bondad, la delicadeza, la comprensión, la
cordialidad, la afabilidad, la alegría y la unión de corazones.
Imitar a Cristo como el Buen Pastor.
Ofrecer ocasión para el encuentro cuando el alma atribulada no puede, no
sabe o no se atreve a abrirse por sí misma.
Diálogo en la fe, dentro de la Iglesia
Dos personas que buscan, juntamente, conocer la voluntad de Dios en lo
concreto de la vida
Encuentro entre tres términos: orientador, orientando y Espíritu Santo
Luz del Espíritu Santo sobre ambos para buscar la voluntad de Dios
No es sumisión cordial de uno a otro, sino la sumisión común a la acción del
Espíritu Santo que da al orientador la gracia de estado necesaria para
dirigir al otro en el plan y designios divinos.
El orientador moral está por el Magisterio de la Iglesia, por el Evangelio,
por la apertura al Espíritu Santo y por el Reino de Cristo, y está en contra
de todo lo que se oponga a ello.
Educar a los cristianos en el sentido de responsabilidad y madurez humana,
cristiana y apostólica. Responsabilidad que es lo mismo que docilidad al
Espíritu Santo, fidelidad al plan de Dios, generosidad en el seguimiento de
Cristo, cooperación en la obra del Reino. Madurez que se alcanza no solo con
medios humanos, sino sobre todo por los dones del Espíritu Santo, que da a
las facultades humanas su máxima plenitud.
Intervención del director:
No impositiva
No pasiva
De iluminación y búsqueda en común
No neutra, sin compromiso
Beneficios para el director:
Se ejercita en la confianza en Dios.
Aprende a escuchar al orientando y al Espíritu Santo.
Es como un ejercicio espiritual
Requisitos del dirigido:
Auténtica humildad cristiana
Esfuerzo por imitar a Cristo
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