Otro modo de dar Posada al Extraño: La Sonrisa
El mundo puede ser lugar malo e inhóspito. Con todo, mientras yo no puedo
controlar el comportamiento de otros hacia mi, yo puedo controlar como me
comporto hacia ellos. Una sonrisa sencilla y diciendo hola logra milagros.
Madre Teresa de Calcuta estaba muy en favor de la sonrisa: "Encontrémonos
siempre unos y otros con una sonrisa; la sonrisa es el comienzo de amor".
Cada vez que sonríes a alguien es una acción de amor, un don a esa persona,
algo hermoso. La hace sentirse en casa, en familia. Haciendo una
peregrinación nos hace encontrarnos cara a cara con extraños. Y los extraños
nos proveen con la oportunidad de crecer en la virtud, sea la virtud de la
paciencia, de la caridad o humildad. Hay tantas bendiciones que uno puede
lograr cuando hace una peregrinación. Podría continuar y alargarme. Les dejo
con las palabras que la Virgen María a la joven Santa Catalina Labouré: "Ven
al pie del altar y recibirá grandes gracias". (cfr.
Diana von Glahn, aleteia)
Y además, al sonreír a los demás renovamos en nosotros la conciencia de que
el otro es Cristo. De alguna manera estamos haciendo presente que todos
somos Iglesia, que todos somos hermanos, que estamos en nuestra casa (la
Iglesia).
Planifica un mini-peregrinage