Carta a los padres que nunca conocí: escrito por un adoptado por una pareja de homosexuales
A los padres que nunca tuve
Me hubiese encantado haberos conocido. De muy pequeño me dieron en adopción a una pareja de homosexuales, cuando yo lo que quería era un papá y una mamá. Para ello argumentaron dos cosas: igualdad y libertad. La suya, claro, porque a mí nadie me preguntó lo que quería.
Creo que todos los niños deberíamos tener un padre y una madre, para que, al crecer, pudiésemos tener la libertad, de la que tanto hablan los mayores, de elegir el patrón de comportamiento que más nos gustase: el de papá (hombre) o el de mamá (mujer). Ellos no pensaron que los niños actuamos por imitación, y yo nunca pensé que los mayores fuesen tan egoístas, hablando sólo de su libertad, no de la nuestra, la de los niños.
¡Qué lástima!
Alejandro Díaz C. García
Sevilla (A&O 458)