La Homosexualidad y la Doctrina Católica
El Catecismo de la Iglesia Católica
2357. "La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que
experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas
del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las
culturas. Su origen psíquico permanece en gran medida inexplicado.
Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones
graves, la Tradición ha declarado siempre que 'los actos homosexuales son
intrínsecamente desordenados'. Son contrarios a la ley natural. Cierran el
acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera
complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún
caso."
2358. "Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias
homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye
para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con
respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de
discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad
de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz
del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición."
2359. "Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante
virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces
mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia
sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la
perfección cristiana."
2396. "Entre los pecados gravemente contrarios a la castidad se deben citar
la masturbación, la fornicación, las actividades pornográficas y las
prácticas homosexuales."