'Despertar aficiones' y '¿Porqué algunos adolescentes beben hasta perder el conocimiento?'
Aníbal Cuevas
La felicidad de andar por casa
www.seraudaces.es
Despertar aficiones
Una de las mas significativas características de la adolescencia es el
desbordamiento de la afectividad que lleva a constantes cambios de humor,
falta de motivación, etc. La existencia de un horario y unas aficiones para
templar y encauzar ese desbordamiento de lo afectivo es importante.
Efectivamente un horario estable y unas aficiones que llenen el tiempo libre
ayudan a superar con éxito la etapa de la adolescencia y además crean
hábitos que ayudarán en la maduración personal y a disfrutar de la vida.
Pasar el tiempo, empezar algo y no acabarlo o pasarse el día tumbado genera
una tendencia a la desmotivación y al abandono personal.
Por el contrario la exigencia cariñosa de los padres, la existencia de un
horario y el fomento de aficiones ayuda a nuestros hijos a estar sanamente
tensos y a vivir la vida y no simplemente pasarla. Cada cual tiene sus
intereses y gustos, pero difícilmente los padres podremos despertar
aficiones si no tenemos las nuestras, siempre cuidando que no sean motivo
para estar ausentes de la vida familiar.
¿Porqué algunos adolescentes beben hasta perder el conocimiento?
Una doctora del servicio de urgencias de un gran hospital me comentó el
espectacular incremento de ingresos en fin de semana por coma etílico de
adolescentes. Incluso me hablaba de casos de niños de doce y trece años.
Es verdad que hace años también los adolescentes bebían alcohol. Sin embargo
las gran diferencia es que el alcohol era una "añadido" a fiestas y actos
sociales, es cierto que a veces acababa en borracheras. Hoy en día muchos
adolescentes beben de manera consciente hasta conseguir perder el
conocimiento.
La gran pregunta que se deben hacer muchos padres es ¿por qué beben nuestros
hijos? Puede haber diversas razones: para evadirse de la realidad, por qué
no están contentos consigo mismo, porque ven una vida llena de problemas que
les crea ansiedad o, en el caso especialmente de muchas chicas, para perder
la vergüenza y el pudor y estar a la altura de lo que el grupo exige en lo
relativo al sexo. Sin embargo estas razones corresponden con características
propias de la adolescencia por lo que se puede pensar que el problema es que
estos adolescentes no tienen herramientas para superar esas razones y por
ello buscan salidas fáciles.
Son muchas las realidades que me planteo ante esta situación: un culto
exacerbado a lo material, falta de exigencia en el estudio, demolición de la
autoridad en la familia, la sexualidad considerada como mero consumo. El
hombre occidental del siglo XXI ha alcanzado tal nivel de bienestar y
desarrollo tecnológico que se cree dueño absoluto de la situación.
La prevención del alcoholismo, la drogadicción y la promiscuidad sexual pasa
por recuperar el papel de los padres y profesores, del sentido de la
autoridad, de la exigencia y la disciplina, de enseñarles a divertirse de
formas más humanas, de ayudarles a descubrir su dignidad personal, etc. Esto
sólo se consigue cuando se tienen valores por los que merece la pena vivir y
luchar. Unos padres con valores y con la fortaleza para transmitirlos son
parte fundamental.
Afortunadamente no todos los adolescentes dedican su tiempo libre a
inhibirse y deshumanizarse sino que encuentran mucho sentido a la vida en la
amistad, la entrega a los demás y a causas justas, al estudio o el trabajo
responsable. Ese es el camino.