Eres y haces lo que oyes: Música degradante
Demostrado: las canciones con letra
degradante fomentan el sexo adolescente
- ¿Por qué no puedo escuchar esta música? ¡A mí me gusta! -dice una adolescente a su madre
- ¿Cómo pueden gustarte esas guarradas? ¿No ves cómo hablan del sexo y de las mujeres, como si fuesen cosas? -dice la madre
- Mamá, ¿no creerás que por escuchar algo en una canción luego voy a hacerlo yo, no? A mí lo que me gusta es la música, las letras no van en serio, nadie se las cree ni tienen importancia -dice la chica, la misma que repite los estribillos de memoria y los escribirá en su carpeta cuando se aburra en clase.
Sin embargo, lo que preocupa a la madre (a muchos padres de todo el
mundo) ahora ya tiene al menos un estudio que lo demuestra: los jóvenes
que escuchan música con letras sexualmente explícitas o groseras tienen
más tendencia a la precocidad sexual y las relaciones sexuales
adolescentes . Siempre se había sospechado: la visión del sexo que
tienen los jóvenes está muy influenciada por la música que escuchan.
Ahora se ha demostrado.
Un estudio con 1.400 jóvenes durante 4 años
En el año 2001, la casa de investigaciones sobre la salud, Rand Health,
entrevistó a 1.461 jóvenes adolescentes de Estados Unidos, de 12 a 17
años, preguntándoles por sus hábitos sexuales y sus preferencias
musicales. Los volvió a entrevistar en 2002 y en 2004.
Los que escuchaban música con contenido sexual "degradante" tendían a
una mayor actividad sexual, tanto los chicos como las chicas, de
cualquier raza que fuesen. En un país con 4 millones de casos de
infecciones adolescentes de enfermedades de transmisión sexual el dato
tiene su interés. Y en cualquier otro país.
Además, las letras degradantes tienen un efecto en la auto-imagen de los
adolescentes, sobre todo en las chicas.
"Las letras que clasificamos como degradantes eran especialmente
degradantes en su trato de las mujeres, pero pese a ello las chicas
resultaban igual de afectadas que los chicos; cuanto más escuchaban la
música con contenido sexual degradante, antes iniciaban su actividad
sexual", explica al PITTSBURGH POST GAZETTE el responsable del estudio,
el psicólogo Steven Martino.
El estudio, financiado por el Instituto Nacional de Salud Infantil
(Bational Institute of Chid Health) se publicó en el número de agosto de
la revista científica PEDIATRICS.
Una selección de músicos
Los investigadores seleccionaron 16 grupos musicales de gran popularidad
entre los adolescentes. Había cuatro grupos de pop adolescente, tres de
rock, tres de tres de rap-rock, tres de rap, dos de country y un grupo
de rythm&blues.
De los 16 grupos, 13 tenían al menos una canción de contenido sexual,
aunque no todas de estilo "degradante". Seis de estos grupos (de rap,
rap-rock y rythm&blues) tenían letras degradantes que trataban a las
mujeres como objetos sexuales y a los hombres como sexualmente
insaciables.
Un ejemplo de letra degradante es esta frase de LivinIt Up, una canción
de Ja Rule:
"La mitad de las putas me odian, la mitad me aman; las que me odian sólo
me odian porque no me agotan, y dicen que tengo suerte; ¿creéis que
tengo tiempo de explotar a todas estas putas?"
En cambio, un ejemplo de letra sexual pero que el estudio no considera
degradante es esta línea de Dizzy, una canción de 98 degrees:
"Cuando mis ojos se abren quiero ver tu cara, pasar mis días en tu dulce
abrazo, una sóla noche contigo me liberaría, me acerco a ti y siento
vértigo".
Según el doctor Martino, los padres deberían escuchar la música que oyen
sus hijos y hablar con ellos acerca de su contenido. El estudio
recomienda poner límites a lo que se compra y se escucha, tratar con los
hijos de las escenas y mensajes sexuales que llegan a ellos y cuidar la
música que los mismos padres escuchan.
También se recomienda que se dé educación sobre los medios de
comunicación a los adolescentes, que sepan cómo las empresas mediáticas
usan intesivamente el sexo para vender música y otros productos . Y
también pide el estudio que la industria discográfica sea consciente de
los efectos negativos de la música que vende.
"Es natural que los adolescentes estén interesados en el sexo, aprendan
de sexo, experimenten con el sexo y lo que significa a su edad... pero
lo que nos preocupa es que los chavales tengan relaciones sexuales antes
de estar listos para ello, o en condiciones o situaciones que sean menos
que óptimas", dice Martino.