LA TAREA FUNDAMENTAL DE LOS HOMBRES ES CONSTRUIR FAMILIAS FELICES
1. El lugar más cálido del mundo es el hogar
He aquí un rosario de pensamientos sobre el valor de la familia
Mirando al futuro…
2. Un buen matrimonio es base de la felicidad plena.
Diez reglas
de oro del matrimonio
1. El lugar
más cálido del mundo es el hogar
- La familia es la célula social por excelencia, la primera y más
eficaz formadora de los seres humanos, escuela de la fe y de la justicia.
(M. BARTRA). Es el único grupo capaz de luchar con denuedo por el
crecimiento de los valores morales.
- Ciertamente nos dice Marcial BRATRA- , “la primera realidad y el
primer campo donde es posible vivir la plena justicia –a cada uno lo suyo- y
el amor fraternal, es aquel primer campo que el Padre diseñó originalmente:
la familia, la primera y la más genuina estampa y copia de la Divina
Trinidad aquí en la tierra. No olvidemos que el hombre inventó la escuela,
la universidad, la empresa, el estado, pero la familia fue concebida por
Dios”.
- El hogar es la única unidad natural y biológicamente real,
satisfactoria y significativa de nuestra existencia. Es natural porque cada
hombre se encuentra ya en su hogar cuando nace y también porque sigue
estando en un hogar durante su vida; y es biológicamente real porque la
relación de la sangre presta realidad visible a la noción de ese yo mayor
que es el hogar.
- Quién no consiga hacer un éxito de su vida en el grupo familiar,
no puede esperar que hará un éxito de su vida en otros grupos. Además, el
hombre llega al más alto desarrollo de su personalidad sólo al
complementarse armoniosamente con un adecuado miembro del otro sexo. (L.
YUTANG).
- La clave de la autovaloración, de la autoestima –algo fundamental
para el despliegue de un individuo- se halla también en su familia. Todo ser
humano aprende a autovalorarse en el lugar donde crece, ayudado de las
personas con quienes convive. En la familia nacen las expectativas del
individuo, su moral, su forma de sentir, su personalidad… (C. C SÁNCHEZ).
He aquí un rosario de pensamientos sobre el valor de la familia:
- Ha dicho G. MOORE que “el hombre recorre el mundo
buscando lo que necesita, y llega al hogar y lo encuentra”.
- No hay sitio bajo el cielo más dulce que el hogar. (J. H. PAYNE).
- Hogar es donde habita el corazón (PLINIO).
- La tarea fundamental de los hombres es construir familias felices
(J. L. MARTÍN DESCALZO)
- Aquel que encuentra la paz en su hogar, ya sea rey o aldeano, es
de todos los hombres el más feliz. (J. W. GOETHE).
- Una vida familiar feliz entre el padre, la madre y los hijos es el
primer premio de la lotería de la vida. (D. VON LILIENCRON)-
- La paz y la armonía constituyen la mayor riqueza de una familia.
(B. FRANKLIN).
- Escribamos sobre la puerta de nuestra casa lo que otros no
escriben más que sobre sus tumbas: “Este es un lugar donde reina la paz”.
(PITÁGORAS).
- A nuestra familia debemos aportar lo mejor: la alegría, la ilusión
de vivir, el amor, la fraternidad, el equilibrio, la espiritualidad (J.
BORRAS).
- Sólo quien ama su hogar ama también su patria. (S. COLERIDGE).
- “Tu casa puede sustituir al mundo, pero nunca el mundo a tu casa”,
reza una inscripción.
- Cualquiera que sea el lugar donde vivamos, será un templo si lo
tratamos como tal. (J. KORNFIELD).
- “Lo mejor que podemos dar a un padre –decía Benjamín FRANKLIN- es
respeto. A una madre, una conducta que la haga sentirse orgullosa de
nosotros. A un hijo, buen ejemplo”.
- Esta es una familia: una madre a quien venerar, un padre a quien
imitar, un hijo a quien formar y una pareja a quien amar. (M. A. CORNEJO).
- “Sólo en un ser cuyo corazón late para nosotros, hallamos un
hogar. Es una lástima –dice Phil BOSMANS- que en nuestros días un ser
semejante tenga que ser para muchos un perro o un gato”.
- Sin duda la prueba final, la medida de valor de cualquier
civilización está en el tipo de maridos y esposas y padres y madres e hijos
que produce. Fuera de la austera sencillez de tal cuestión, todas las demás
realizaciones de la civilización –arte, filosofía, literatura, tecnología,
ciencia- palidecen hasta llegar a la insignificancia (L. YUTANG).
- Cornelia, esposa de Sempronio Graco (186-110 a. C.) fue
considerada como una de las mujeres romanas más virtuosas de su tiempo. Un
día, se celebrara una reunión de damas de la alta sociedad a la que ella
asistió. Todas lucían valiosas joyas y vestía sus mejores galas. Cornelia,
como siempre, vestía en forma elegante pero sobria. Al pedirle que mostrara
sus joyas, Cornelia llamó a sus dos hijos, Tiberio y Cayo Graco. Cuando los
tuvo en su presencia dijo los presentes: “¿Mis joyas - He aquí las más
preciadas”
- ¿Qué sería de mí sin un hogar - -escribe G. GALLO-. Gracias a él
no me abruma la soledad, y hallo una mano amiga cuando las nostalgias se
apoderan del alma. Sin familia vagaría errante, prisionero del ego; a la
deriva, como barco sin timonel y sin destino. Un muerto en vida por falta de
cariño.
- Sé que mi hogar es un tesoro, lo cuido y lo valoro. Afianzo la
unidad con diálogo, detalles, respeto y comprensión.
- Gracias, Señor, por mi familia, la necesito y ella necesita de mí,
de mi amor, de mi alegría, de mi apoyo y de mi esperanza. Mi hogar es mi
mayor riqueza”.
- “Cerca del río Indo –refiere Og MANDINO- había un persa llamado
Alí Hafed. Era dueño de una enorme hacienda en la que vivía cómodamente con
su familia. Sin embargo, el hombre, aunque era rico, sentía que su
existencia carecía de sentido y tenía el legítimo deseo de superarse aún
más.
- Un día cierto viajero le mostró un diamante y le dijo cuánto valía. El
hombre rico, obsesionado con la idea de volverse multimillonario, vendió la
granja, dejó a su esposa e hijos encargados temporalmente con un familiar y
salió en pos de su anhelo: se gastó cuanto dinero tenía buscando diamantes
en todas las playas y ríos de arenas claras hasta entonces conocidos.
Después de varios años, ya en la miseria volvió anónimamente a su ciudad,
pero encontró que su familia se había mudado. Desalentado y perdido como un
vagabundo fracasado, se adentró en el mar y se suicidó.
Lo verdaderamente trágico de la historia es que el hombre que compró la
granja de Alí Hafed, una mañana que estaba dando de beber a sus camellos en
el arroyo que pasaba por su terreno, vio una piedra negra que emitía un
destello de luz; la limpio y descubrió un cristal precioso; escarbó en las
aguas del riachuelo y casi a ras del suelo halló gemas aún más hermosas y
grandes. De esa forma y en ese preciso lugar descubrió el yacimiento de
diamantes más grande del mundo: la mina “Golconda”. Las gemas más
maravillosas que se han hallado provienen de la que fue la despreciada
granja de Alí Hafed”.
- La clave es siempre el hogar y la familia. Incluso si uno ha fiado
en todo lo demás a los ojos del mundo, si se tienen una familia que sabe
vivir el amor, uno es un triunfador. (O. MANDINO).
- El que no lucha por su familia –no importa por qué otra cosa
luche-, no merece tener el lugar que Dios le ha dado en esta tierra. (C. C.
SÁNCHEZ).
- Amemos, pues, a nuestra familia, y tengamos muy presente nuestra
actual ventura. Pensemos con cuánto afán la buscaríamos si no la
poseyéramos. (O. MANDINO).
- No hay nada como nuestro hogar, por más defectos que tenga-
expresa el maestro Yolza a un muchacho lleno de problemas, en la novela “Un
grito desesperado”- Si huyes tendrás que buscar refugio en casa de algún
amigo o familiar para convertirte, ahora sí públicamente, en un arrimado
mantenido, y eso mientras te aguanten. ¿Buscarás trabajo - ¿Y de qué -
Si no sabes hacer nada. No estás capacitado. Andarás rodando un empleo
miserable o denigrante; serás tratado como un borrico por la gente y
aprenderás a odiar cada día más a tus progenitores, a la par que recordaras
la cama suave, tu hogar limpio, tu sopa caliente, luchando por salir del
fango y hundiéndote en él cada día más. Conocerás muy de cerca la droga, la
prostitución, la delincuencia y todo porque eres un necio que se cree
injustamente tratado por sus padres, cuando seguramente has sido tú quien
los ha calificado con injusticia.
- Si la familia se corrompe, la sociedad, el país, el mundo entero se
corrompe”. (C. C. S��NCHEZ).
- “La sociedad y la familia se parecen al aro de un palacio –dice El
Talmud-: quietemos una piedra y todo se derrumba”.
- Y dice JUAN PABLO II: El trabajo y la familia son los dos polos
alrededor de los cuales se desenvuelve la vida del hombre”.
- Es en el propio hogar donde mejor se aprende el amor al trabajo, a
la sinceridad, a la justicia, a l interés por todo lo bello y noble, a la
abnegación y al sacrificio cuando es necesario. (B. TIERNO).
- No bastan los buenos sentimientos para mantener la paz y la
estabilidad en la familia. Es también necesario la contribución y no sólo
económica –“empujar todos el carro”, como equipo-, cada miembro según su
condición y posibilidades. (G. SARDÁ).
- El hogar no es para escaparnos del mundo, sino para vivir desde él
la realidad del mundo. El hogar no es para esconderse de los demás, sino
para amar y acoger a los demás. El hogar no es un centro de egoísmos donde
cada uno busca lo suyo, sino un ambiente de amor donde cada uno comparte lo
suyo con los demás. El hogar no es un almacén donde cada uno ocupa un sitio,
sino el lugar donde cada uno siente y vive su libertad compartida con la
libertad de los demás. El hogar es un lugar para estar, pero también para
salir: para estar uno consigo mismo y con los suyos y para salir luego al
encuentro de los otros. El hogar es nuestra casa y es la casa abierta para
todos los demás. Pero, sobre todo, nuestro hogar es el lugar abierto cada
día a Jesús que también hoy necesita de un hogar: el nuestro. (C. SOBRADO).
- Los hogares más felices suelen ser los de las familias pobres. No
tienen alfombras en los pisos ni cuadros de precio en las paredes; no poseen
piano, biblioteca ni obras de arte. En cambio, eso sí, tienen paz, alegría,
satisfacción, generosidad. Cada cual contribuye en lo que puede para la
felicidad común, esforzándose en suplir con ingenio y carió la pobreza de la
posición. (O. S. MARDEN).
- Es que “la vida de los pobres no es una residencia distante de
otra residencia, como sucede entre los ricos, porque su propia pobreza los
aproxima a otros pobres, y un arroyo de calor enlaza a todos los pobres del
mundo”. (I LARRAÑAGA).
- Sócrates trabajaba en la construcción de su casa. Pero como era
pobre, la hacían pequeña y sencilla. Algunos ciudadanos, al observar su
trabajo, lo criticaron. El anciano filósofo, calmadamente, les respondió:
“Mi casa será humilde y pequeña; pero espero poder llenar con buenos
amigos”.
- Hay que dar en el hogar a los niños toda la dicha posible, de
manera que si un día sufren los infortunios, recuerden su niñez, la evoquen
como un oasis agradable y bello de su vida, como el lugar más feliz de toda
la tierra. (O. S. MARDEN).
- Por desgracia, los miles de niños abandonados y de conducta
antisocial, son el producto de familias sin el mínimo de condiciones para
ser hogares.
Mirando al futuro…
- “Yo creo –nos dice Alvin TOFFLER- que el hogar
asumirá un nueva y sorprendente importancia en la civilización de la
“tercera ola”. La generalización del hogar electrónico, la invención de
nuevas estructuras organizativas del vida comercial la automatización y
desmasificación de la producción, todo apunta a la reaparición del hogar
como unidad central de la sociedad del mañana…, una unidad con realizadas,
más que disminuidas, funciones económicas, médicas, educativas y sociales.
La extensión del trabajo a domicilio en gran escala podría no sólo afectar a
la estructura familiar, sino transformar también las relaciones en el seno
de la familia. Podría proporcionar un conjunto de experiencias compartidas y
hacer que los cónyuges volvieran de nuevo a hablar entre ellos.
Una de las cosas que más estrechamente ha ligado a las familias a lo largo
de la historia ha sido el trabajo compartido. Aún hoy, las tasas de
divorcios no mucho menores entre los cónyuges que trabajan juntos.
Quizá no tardemos en ver surgir movimientos en petición de que todo trabajo
que pueda hacerse en casa sea hecho en casa. Muchos trabajadores insistirán
en esa opción como un derecho. Y, en la medida en que se considere que esta
reubicación del trabajo fortalece la vida familiar, su demanda recibirá
fuerte apoyo de personas pertenecientes a esferas políticas, religiosas y
culturales distintas”.
2.
Un buen matrimonio es base de la felicidad plena.
- “No es bueno que el hombre esté solo”, exclama Dos al comienzo de
la historia humana cuando contempla al hombre incapaz de dominar el mundo y
ordenar la tierra poniendo nombre a las cosas y a los animales, “porque no
había un ayuda semejante a él”. Para dominar la tierra y ubicarse en el
mundo, el hombre tenía que relacionarse con otro ser personal que lo sacara
de su soledad y lo despertar a una vida personal, responsable trascendente.
-
Dios saca a la mujer del costado del hombre, del hueco profundo de su
corazón solitario. En ella el hombre se siente identificado, en su ojos se
siente reflejado; admirado, querido, valorizado y, por tanto personalizado.
-
“Fuiste hecha de un costado del hombre –dice El Talmud- para ser su igual,
debajo de su brazo para ser protegida, y muy cerca de su corazón para ser
amada”.
-
“Esto sí que es carne de mi carne”, exclama el hombre alborozado, entrando
en la vida. (A. VERGARA).
- No podemos imaginar la fuerza revolucionaria que esta utopía de
amor del Génesis ha supuesto para toda la humanidad. El mismo Jesús alude a
ella con una profunda admiración: “¿No habéis leído que al principio el
Creador los hizo varón y hembra - Y dijo: “por eso dejará el hombre al
padre y a la madre y se unirá a la mujer, y serán los dos una sola carne”.
De manera que ya no son dos, sino una sola carne” (Mt 19, 4-5).
- El matrimonio es una de las principales respuesta a la necesidad
universal de sentirnos necesarios para alguien.
- Cuando uno apoya y anima a su compañero en la vida, es ayuda también a
sí mismo, pues el matrimonio es un vehículo de dos ruedas y marcharán bien
ceñido ambas rueden bien y estén bien equilibradas. (J. BORRAS).
- Compartir la vida con un cónyuge a quien amamos es felicidad
plena. Tener a alguien en quien apoyarnos y servirles al mismo tiempo de
apoyo, es grandioso para el alma. La pobreza económica es más llevadera
cuando la compartimos con nuestra pareja, así como la tristeza; la alegría,
la prosperidad, cualquier experiencia es de mayor gozo cuando se vive en la
compañía que produce el matrimonio. El matrimonio no es una cárcel, no es un
lugar para el aburrimiento, no es opresivo, no invita a la traición, no
cercena la personalidad, no reduce la individualidad, no borra la identidad,
no trae responsabilidades agotadoras, no impide el desarrollo de su
participante. El matrimonio puede ser, y muchísimas veces ha sido, todo lo
contrario. No sería exagerado decir que el matrimonio es el estado ideal del
hombre y la mujer. (D. ROMÁN).
- El crecimiento y enriquecimiento mutuo es, no cabe duda, el
objetivo esencial del matrimonio.
- ¡Esto es casarse!
- “Formar una pasión de dos pasiones. Fundir en un derecho dos
derechos. Fraguar un lecho noble de dos lechos. Y atar a una ambición dos
ambiciones.
- Juntar en un soñar dos ilusiones. Formar un techo santo de dos
techos. Hacer un pecho puro de dos pechos. Sumar un solo amor dos corazones.
Anudar en un lazo dos divisas. Formar un solo trino de dos risas. Dos
miradas fundir una mirada. Dos llantos enlazar un solo llanto. Dos canciones
prender un solo canto. ¡Esto es casarse y lo demás es nada!” (S. RUEDA).
- El matrimonio es el nivel más alto de felicidad que se conoce.
- El hombre común que es feliz en su matrimonio lo es mucho más que
el genio que vive en la soledad. (D. CARNEGIE).
- Comparado con el matrimonio, el nacimiento no es más que un
episodio en nuestra carrera, y la muerte un incidente trivial. (D. DIX).
- Refiere Julián HUXLEY que cuando el gran naturalista Charles
Darwin debió plantearse seriamente la posibilidad de su matrimonio puso por
escrito los pros y contras, haciendo un verdadero balance.
Entre las ventajas enumeró Darwin las siguientes: “Los hijos –constante
compañía (amistad en la vejez)-, el placer de la música y de la conversación
femenina, buena para la salud”. Pero frente a ello opuso “una terrible
pérdida de tempo por culpa de la vida social en general y de tener que hacer
visitas y recibir a los familiares, los gastos y la preocupación por los
hijos; y estar atado a una casa”.
Sin embargo, al final se dejó llevar por los sentimientos y escribió: “Dios
mío, es insoportable pensar en pasarme toda la vida como una abeja obrera,
trabajando, trabajando, y sin hacer nada más. No, no, eso no puede ser.
Imagínate lo que puede ser pasar el día entero solo en el sucio y
ennegrecido Londres. Piensa sólo en una esposa buena y cariñosa sentada en
un sofá, con la chimenea encendida, y libros y quizá música… Cásate, cásate,
cásate”.
Diez reglas de
oro del matrimonio:
a) Nunca irritarse los dos al mismo tiempo.
b) Nunca gritarse el uno al otro a menos que la casa esté en llamas-
c) Si uno de los dos tiene que vencer en una discusión, dejar que sea el
cónyuge.
d) Si es preciso criticar a la pareja hacerlo con amor.
e) Nunca echarse a la cara los errores del pasado.
f) No ser negligente con nadie, pero mucho menos con el cónyuge.
g) Nunca retirarse a dormir con un desacuerdo sin resolver.
h) Por lo menos una vez al día tratar de decirle algo bondadoso o un
cumplido agradable.
i) Cundo se haya hecho algo equivocado, prepararse para admitirlo y pedir
excusas.
j) Dos no riñen si uno no quiere, y el que está equivocado es normalmente el
que más habla.