Introducción: Julio Chevalier, un Hombre con una Misión (E. J. Cuskelly MSC)
Introducción
Si este libro tuviera un subtítulo, podría ser: "Presentación del P. Julio Chevalier". Eso es lo que pretende ser, ni más ni menos. Los miembros del Consejo General, pensaron que algunos de nuestros jóvenes y futuros miembros, necesitarían tal presentación y sugirieron que yo acometiera tal trabajo, porque ya tenía cierta experiencia de escritor en mi haber.
Mi objetivo ha sido tratar de dar una imagen del espíritu y personalidad del Fundador. Tuve que resistir la tentación de tratar de escribir una historia de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC) y la otra tentación de conceder demasiado tiempo a ciertos acontecimientos particulares, aunque fueran muy interesantes. Algún día, alguien más calificado y con más tiempo disponible que yo, escribirá esta historia. Sin embargo, puesto que el P. Chevalier hizo muchas cosas y vivió durante unos años y unos acontecimientos muy interesantes, hay el riesgo de que el hombre quede difuminado detrás de sus obras y detrás de dichos acontecimientos. Es seguramente lo que él hubiera deseado.
No obstante, para nosotros que pertenecemos a la Congregación que él fundó, existe el deseo de conocer la clase de hombre que era... Y como así lo espero, lo que estas páginas nos mostrarán, servirá al conocerlo de inspiración para todos. Hubo momentos muy difíciles en la historia de la Congregación M.S.C. Como estos tiempos no hace mucho que pasaron, extenderemos un velo de secreto, sobre algunos acontecimientos, con el deseo de no herir a ciertas personas que aún viven. Pero como desafortunada consecuencia de ello, puede que la persona del P. Chevalier quede también un poco oscurecida por el secreto. Es una lástima. Porque fue una persona atrayente y singular. Ha sido para mí una experiencia consoladora el tener que rebuscar en los Archivos y descubrir algo del atractivo personal y fortaleza espiritual de ese hombre, cuyo carisma tenemos la dicha de compartir.
Mi deseo es, que los que lean estas páginas, experimenten esta misma sensación de descubrimiento.
Si este libro tuviera una dedicatoria, sería para los miembros de la comunidad MSC de la Casa Generalicia de Roma. Si algunos no me hubieran apremiado, este libro no se hubiera empezado nunca. Sin su apoyo, no se habría continuado. Sin su consejo y ayuda (particularmente la del P. Bertolini, un "extraordinario archivero") nunca se hubiera terminado.
E. J. CUSKELLY, MSC
(Superior General)
Roma, 1975.