El cambio de Europa se debe a la apostasía de la fe
Kiko Argüello
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(CAMINEO.INFO) - Como recogen hoy los portales informativos el iniciador del
Camino Neocatecumental, el español Kiko Argüello, aseguró hoy que Europa,
como ya advirtió Juan XXIII, se dirige al desastre, está andando hacia la
apostasía dentro de un cambio global, de un cambio de época.
Argüello, que intervino hoy en un panel de testimonios de los nuevos
movimientos y carismas eclesiales durante el Congreso de Teología que se
desarrolla en el V Encuentro Mundial de las Familias en Valencia, agregó que
'estamos vomitando lo que hemos sembrado, está cambiando toda la sociedad'.
Para luchar contra ello, el fundador del Camino propuso la experiencia de su
movimiento, realizar un neocatecumenado que lleve a los hombres a hacerse
adultos en la fe, para poder así 'responder al paganismo, a la apostasía que
vive Europa'. Todo el problema, dijo Kiko Argüello, se reduce hoy a saber
qué es ser cristiano y si el cristianismo puede decir hoy algo al hombre.'Si
no eres capaz de amar al otro, al enemigo y al contrario, ¿dónde está mi
fe?', se preguntó el fundador del Camino Neocatecumenal.
Por ello, explicó, el necoatecumenado empieza con un proceso de descender
hacia el interior, hacia lo más profundo, para descubrir de nuevo 'la fe, el
amor y hacer nuestras las palabras de Cristo: amaos los unos a los otros
como yo os he amado', y así, 'amando al enemigo se es capaz de vencer a la
muerte'.
En el mismo panel, intervino también Andrea Riccardi, fundador de la
Comunidad de San Egidio, quien denunció el drama de soledad que viven hoy
los ancianos y muchos niños.
'El gran silencio de Europa, dijo, es no gastar energías para curar el
sida', y así llegamos al drama africano de tantos niños huérfanos porque sus
madres han muerto a causa de la soledad.
Riccardi habló también de la soledad como problema añadido a la pobreza, de
la soledad de los ricos, y de la que padece el mundo en general ante la
falta cada vez mas importante de amor y por la crisis familiar, y se
preguntó: '¿cómo se puede vivir sin familia?, estando solo se enferma de
soledad'.
La sociedad, agregó, 'descarga mucha responsabilidad sobre las familias pero
las deja solas', y por ello 'la Iglesia debe ser cada vez más la familia de
las familias, ser madre y compañera familiar'.
Contra la 'cultura de la muerte en la que vivimos', Riccardi propuso la
cultura del amor, 'el santuario de la vida que son las familias, como
células de educación en el amor'.
La Iglesia, agregó, debe estar junto a las familias, no dejar solos a los
matrimonios, para ayudarlos a madurar en el amor en las distintas estancias
de la vida, para ayudarlos y enseñarlos a 'vivir y no a morir para los
demás'.