Notable revelación en la que vió la Santa el juicio de personas que aún vivían.
REVELACIÓN 40

Estando en oración vi un Rey sentado en su trono, y todos los hombres estaban delante de él, teniendo cada cual a su lado uno a modo de soldado armado, y otro como un feísimo negro. Delante del trono había un púlpito, en el cual estaba un libro, que lo rodeaban tres reyes, como lo había visto otra vez.
Vi también que junto al púlpito estaba todo el mundo, y oí que el Juez, dijo a aquel soldado armado: Llama a juicio a aquellos a quienes has servido con amor. Y al punto que los nombraba el soldado, caían en tierra. Unos estaban postrados más tiempo y otros menos, hasta que las almas se desprendían de los cuerpos. Todo lo que en esta ocasión vi y oí, no puedo declarlo, porque oí la sentencia y condenación de muchos que aún viven, y que muy pronto morirán. No obstante, me dijo el Juez: Si los hombres se enmendasen, yo mitigaría mi sentencia.