Causas de la homosexualidad: Abuso sexual y otros factores (4º de 4)
Este es el último artículo de los cuatro en los que estoy tratando las
causas que pueden ser motivo desencadenante hacia la AMS (atracción al mismo
sexo).
Recomiendo leer los tres artículos que preceden a este para tener un visión
del tema que estoy tratando en todo su conjunto.
¿Por qué unas personas experimentan AMS (Atracción al Mismo Sexo) y
otras no?
Relaciones afectivo-sociales con los padres
Imagen personal y relaciones sociales
El primer paso para dejar atrás la homosexualidad es querer dejarla atrás.
El segundo paso es conocer y descubrir cuáles son las causas que a ti en
concreto te han llevado a esa atracción, este proceso es la base de la
terapia de cambio o reparativa.r />
Quiero recalcar y compartir varias reflexiones:
La combinación de varias de estas causas conduce a la persona a experimentar
AMS, pero no siempre.
Es muy común que en el desarrollo de cada individuo se hayan podido dar en
mayor o menor medida algunas de estas causas comentadas y al mismo tiempo,
no experimentar atracción hacia personas del mismo sexo (AMS).
Por tanto, experimentar AMS no es algo "extraño" y no es la persona la que
elige dicha atracción.
Aunque no experimentemos AMS: ¿Quién de nosotros está libre de haber sufrido
alguna/as de estas causas en algún momento de su vida? Este pensamiento nos
ayuda a comprender un poco mejor la situación de cantidad de personas que
sufren AMS y que desgraciadamente muchas veces encuentran incomprensión,
rechazo.
Otras posibles causas que voy a comentar son: el abuso sexual, la herencia
familiar y alguna condición que se puede dar durante el proceso de
gestación.
El abuso sexual puede conducir a la persona a la homosexualidad
En cuanto nos asomamos a fuentes de investigación sobre abusos sexuales
encontramos un porcentaje muy alto de personas que sufrieron en la
adolescencia abusos sexuales y que más adelante desarrollan una actividad
homosexual o experimentan AMS.
El patrón de comportamiento de un abusador es entablar una relación cercana
y de confianza con la víctima, con el niño/a. Si este/a es de temperamento
sensible o está sufriendo carencias afectivo-emocionales, las posibilidades
de sufrir agresión podrían aumentan ya que un abusador conoce y busca dichas
características. Cuando el niño se siente querido, valorado y en confianza
cuando está con esta persona, se convierte en “presa" y el abusador da un
paso más; sexualiza la relación.
El niño no tiene la capacidad ni la madurez de separar, de entender, el
mensaje que recibe es demasiado confuso para su psicología, se mezclan
amistad, intimidad, sexo, amor, aprecio.
No es extraño aunque no necesariamente común, que personas con AMS que
asisten a terapia de cambio, después de varias o muchas sesiones le "salten"
recuerdos que estaban ocultos, como velados. Uno de esos sucesos que se
borraron inconscientemente fue el abuso sexual sufrido.
La herencia familiar deja huella en cada persona
Ciertas vivencias y problemas que correspondieron a nuestros antepasados de
segunda o tercera generación permanecen latentes en el sistema familiar. Son
una presencia velada pero real y pueden influir en cada uno de los miembros
de manera diferente.
Eso que quizás sentimos en nosotros o vemos reflejado en nuestros hijos y
decimos "tiene una propensión o inclinación a ver las cosas de cierta
manera...", es el reflejo de una predisposición o huella.
Esa propensión innata nos viene dado en cierta manera, aunque no
completamente. No olvidemos que contamos con el propio temperamento, sumado
a todas las vivencias desde que somos concebidos.
Destaco esta posible causa no porque en herencia esté el que una persona sea
homosexual, ya que NO está en los genes sentir una inclinación o atracción
hacia personas del mismo sexo, sino porque en el centro del desorden
afectivo-emotivo de una persona con AMS está en sentirse raro, no encajar,
un sentimiento de rechazo. Esta predisposición en ocasiones influye
sutilmente en el sistema familiar.
Nuestra historia personal comienza cuando somos concebidos
Tradicionalmente empezamos a contar años desde que nacemos, este
planteamiento nos ha conducido a veces a error y confusión de fundamento.
Por ello, quiero fijar la atención en las experiencias intrauterinas.
Las primeras experiencias de un niño son las que tiene cuando empieza a
existir, se inicia en su concepción y continúa en su proceso de gestación.
Estos son meses que vive en un espacio protegido, pero no sellado. Si
durante el embarazo la madre pasa dificultades en su matrimonio, se siente
rechazada, no querida etc., esto puede contribuir a la separación del niño
respecto de uno o de ambos progenitores, todas estas experiencias también
configuran su predisposición y personalidad.
Si en el útero materno experimenta calidez, bienvenida, acogida, es de
suponer que la predisposición es de confianza, optimismo, extroversión. Si
percibe sufrimiento, contrariedad y hostilidad, el niño en gestación preverá
un mundo futuro hostil, gris.
Para profundizar en este tema pueden leer el libro: "La vida secreta del
niño no nacido" del Dr. Thomas Verny.
Hay más factores que iremos comentando y profundizando directa o
indirectamente en próximos artículos.
Si tienes preguntas, comentarios o estás interesado/a en la terapia puedes
ponerte en contacto conmigo en: bloginfo.ams@gmail.com (dirección privada y
confidencial).