Eduquemos con la Televisión I
El P. Felipe Santos ofrece este interesante libro en el que analiza la naturaleza, historia y empleo de la televisión para con ello educar al espectador y orientar su percepción hacia un análisis crítico del medio. Aquí encuentra la introducción general. Luego les ofrecemos los diversos capítulos que están a un clic.
1.- La televisión: historia, géneros, estructura
2.- Problemas
didácticos y educativos
3.- La TV en la
escuela: trayectos e instrumentos
4.- La TV en la
escuela: materiales para la programación
La Sociología post- funcionalista, y con
ella gran parte del reciente debate de las ciencias humanas, ha evidenciado
cómo nuestro sistema socio - cultural se configura cada día más en los
términos de una “realidad compleja”. La imagen subraya la originalidad de
aspectos y problemas de este sistema actual, muy distintos al de las
anteriores etapas de la evolución.
Dentro de este proceso evolutivo, no es
una excepción el sistema cultural , muy amplio en el ámbito experimental.
Basta observar los modos con que se gesta hoy la información mediante el
advenimiento de la informática y de la telemática. La digilitalización de
las señales ha permitido uniformar los mensajes y hacer dialogantes los
diversos medios de comunicación desde el ordenador doméstico hasta las
grandes terminales. Se está en actitud de recibir, realizar y reelaborar una
infinita cantidad de informaciones. La llegada de los satélites DBS ( Direct
Broadcasting Satellyte) ha permitido cubrir el mundo entero mediante una red
de estaciones orbitales cuyas señales son captadas por cada usuario a través
de una pequeña antena parabólica. Es más: la sustitución progresiva de los
cables co-asiales por redes de fibras ópticas está multiplicando el envío y
la velocidad de las transmisiones con resultados insospechados hasta hace
tan sólo diez años.
Todo esto promueve una cultura de la
cantidad y de la aceleración: mensajes cada vez más numerosos se transmiten
de forma veloz. Esto- como dicen algunos teóricos de la post -modernidad-
termina promoviendo una cultura de la superficialidad, caracterizada por el
hecho de la adquisición de informaciones sin tiempo ni poder para su
discernimiento.
Dice Lyotard:”Las observaciones de las
máquinas del saber determinan hoy la ruptura del vínculo entre conocimiento
y formación, que había sido el fundamento de la tradición pedagógica. Se
pueden adquirir conocimientos sin emplear a fondo la memoria y la voluntad”.
Esta inmensa cantidad de información
hace que el hombre sea menos capaz de interiorizarla y de lograr una
síntesis en la que aparezca una coherente visión del mundo. La época de la
infinita disponibilidad de mensajes, se puede llamar también la época de la
extrema pobreza del saber. Y todo esto comporta una limitación inevitable en
la confianza del proceso, ilimitado racionalmente:
“La racionalidad que caracteriza el
obrar o actuar de hoy es más bien del tipo de una “racionalidad limitada”,
consciente del hecho de que la atención es una fuente escasa, que pasa por
alto profundizar en muchos problemas. Esta racionalidad limitada o
imperfecta nace de la racionalidad desplegada en el campo de la tecnología.
Se trata de conocimientos precisos en relación con los medios activos, pero,
en el fondo, son honestamente silenciados cuando se cuestionan los fines de
la misma acción”.
La aceleración y la superficialidad de
los conocimientos, por un lado, y la parcialidad desde el punto de vista del
sujeto conocedor, por otro, reflejan una idea cada vez menos ordenada y más
“rizomática” según el término empleado por Deleuze: salto de nexos,
multiplicación de ligamentos...que constituyen una red de fenómenos y
conocimientos sin confines.
La cultura de la post- modernidad ha
sustituido la exigencia de la antigua, que buscaba el fundamento del propio
conocimiento en un modelo de saber caracterizado por un cierto relativismo e
irracionalismo de los postmodernos. Se llega con esto al proceso de la caída
progresiva de las certezas ( en la verdad, en la razón, en las posibilidades
del conocimiento,...) que, en el ámbito científico, se había preparado con
la crisis de los fundamentos de las matemáticas y por la relatividad
einsteiniana, y en la esfera epistemológica se representa por los
desarrollos del racionalismo crítico de Popper hasta la anarquía
metodológica de Feyerabend:
“Esquemáticamente puede decirse que el
último decenio ha elevado el paradigma del indeterminismo y ha rebajado la
perspectiva precedente, determinística. El principio de la “ racionalidad
limitada” ha funcionado mejor basándose en la idea de una razón fuerte,
explicativa y legislativa”.
A partir de esta ruptura problemática,
es donde debe leerse el sentido de este trabajo. Interesarse por los medios
y, en particular por la TV, significa hoy para el educador interesarse por
uno de los aspectos- probablemente uno de los principales -: el de la
complejidad en que él mismo y sus alumnos viven. Nos parece importante
afirmar en tiempos en que tanto se discute sobre la capacidad de la escuela
en relación con otras agencias educativas, que la escuela tiene una nueva
capacidad para responder a las exigencias de nuestros días.
En la primera parte (La televisión:
historia, géneros, estructura) es el aspecto institucional televisivo el que
debe catalizar la atención de los oyentes,, ya que este aparato sirve para
contar historias, divertir e informar.
En la segunda parte (La TV en la
escuela: problemas didácticos y educativos) podemos ver la parte central de
estas páginas: la posibilidad de encuentro entre la TV y la educación.
Tras estas dos partes, viene el
reconocimiento del chico ( parte primera) y la reflexión educativo-
didáctica ( parte segunda). Sólo así será posible pasar a la ilustración de
algunos instrumentos y experiencias en el universo didáctico. En cuanto a
los primeros, se indican principalmente la semiótica, utilizada en función
del análisis de la publicidad. El spot publicitario: notas para un análisis
semiótico) y del video – clip (El video- clip: propuestas para el análisis)
– y en el análisis de la narración (Análisis de la narración: aspectos
teóricos y metodológicos) y en sus aplicaciones (Los niños y los dibujos
animados televisivos: una propuesta didáctica).
En lo que respecta a las experiencias
didácticas, los estímulos más interesantes aparecerán en ( La utilización
didáctica de la ficción), Inventar la TV en la escuela: apuntes de método).
A partir de este momento, la TV se emplea en la escuela como un laboratorio,
o bien haciendo programas propios, o sirviéndose de programas televisivos
aparentemente más evasivos.
Al final, aparecerán materiales de
programación ya elaborados por escuelas que estudian los Medios de
Comunicación Social.
Todo tiene como finalidad llevar la vida a la escuela y la escuela a la vida mediante lo que los niños ven muchas horas al cabo del día: los mass media.
Autor: Felipe Santos Campaña, Salesiano
(gracias a: www.es.catholic.net)