21 hechos sorprendentes que probablemente no sabías sobre el Papa Juan Pablo II
1. En sus tiempos de interpretación teatral, era el que salvaba la situación
con su memoria prodigiosa.
Todos sabemos que Juan Pablo II sentía una fuerte pasión por el teatro y la
literatura en general, ya incluso desde que era un adolescente. Pero lo que
yo no sabía es que una vez salvó la situación con su increíble memoria.
Uno de los personajes en una producción se dio de baja dos días antes del
estreno. Y me imagino que no disponían de suplentes en aquel momento.
La absorbente mente del joven Karol simplemente había memorizado el papel de
todos los personajes durante los ensayos, y se ofreció a interpretar dos
personajes. ¡Que siga la música!
2. En sus acampadas con el grupo de gente joven, acostumbraba a leer “Cartas
del Diablo a su Sobrino” de
CS Lewis junto al fuego de campamento.
Muchos de nosotros sabemos que al Padre Wojtyla le encantaba pasar tiempo
con los jóvenes en actividades al aire libre durante su tiempo de párroco en
Polonia; y más tarde como Cardenal siguió manteniendo esa costumbre. Esas
salidas tenían que ser clandestinas ya que estaban prohibidas por los
dirigentes comunistas. Iban
a descender el rio en Kayak, o a practicar montañismo, llegando a celebrar
misas en una canoa vuelta del revés.
Parece ser que alrededor del fuego durante las veladas nocturnas cantaban
textos de poetas y escritores en general y leían textos sacados de algunos
de esos libros, incluyendo el clásico “Cartas
del Diablo a su Sobrino”
(publicada por primera vez en 1942).
3. Irónicamente, los comunistas “querían” que fuese arzobispo de Cracovia.
Aunque el gobierno comunista permitía a la iglesia polaca nombrar a los
candidatos a la sede vacante, el gobierno se reservaba el derecho a veto
sobre cualquier candidato que no le interesase.
Continuaron con su censura a los candidatos hasta que consiguieron situar a
su hombre: Karol Wojtyla.
Imagínate ese momento incómodo cuando el hombre que tú mismo has
seleccionado se convierte en Papa y después regresa a Polonia a derrocar el
comunismo. Probablemente la mayor ejemplo de minusvalorar a alguien en la
historia de los fracasos.
4. Removió una montaña de excrementos con la pala
NO VAMOS A PONER UNA IMAGEN AQUÍ
A JPII nunca se le cayeron los anillos por trabajar en trabajos duros, o
sucios, o a la hora de realizar los trabajos más bajos.
Poco después que el poder cambiara de manos en Polonia de los nazis a los
comunistas, Karol y sus compañeros seminaristas pudieron volver al
seminario, que había caído en un estado físico deplorable y necesitaba
arreglos patentes. Las cañerías se habían congelado, y las letrinas se
encontraban en un estado de profundo caos. Había que picar montañas de
excrementos helados con palas y transportados en carretas lejos de ahí.
La próxima vez que debas encargarte de una tarea de lo más desagradable
acuérdate de que JPII ya lo hizo antes que tú.
5. Continuó con la práctica del esquí hasta que tuvo 73 años.
Una de mis historias favoritas es la de aquel niño de 8 años que se encontró
con JPII en la pista de esquí. Hicieron un par de bajadas juntos, y la madre
del niño no quería dar crédito a que su imaginativo hijo hubiera estado
esquiando con el Papa, hasta que el niño se lo presentó.
6. Viajó a la luna tres veces durante su vida.
Bueno, la misma distancia, al menos: ¡1.140.000 km! El
hombre tenía una misión, y sentía que su llamada como pastor de la iglesia
universal implicaba salir a los caminos y reunirse con su rebaño universal.
“¿No se supone que debo ser el papa de todo el mundo?”, solía decir.
7. ¿Cuál fue “el día más feliz de su vida”?
Según él mismo, ése fue el día en que canonizó a la hermana Faustina como la
primera santa del milenio.
Su devoción a la Divina Misericordia fue uno de los temas centrales de su
vida, algo muy cercano y muy querido para su corazón, especialmente como
polaco que era.
“No hay nada que el hombre necesite más que la Divina Misericordia”.
8. Escribió este profundo poema
Durante la invasión nazi, cuando Karol tenía que trabajar en una cantera en
condiciones bajo cero (y caminar durante 30 minutos al alba para llegar
allí), fue testigo de la muerte de un compañero trabajador en una explosión
de dinamita. Más tarde escribió este poema:
Le tumbaron en el suelo, su espalda contra una sábana de grava
Llega la esposa, destrozada por la congoja; su hijo regresa de la escuela…
Las piedras se mueven de nuevo: un vagón lastima las flores.
De nuevo la corriente eléctrica penetra en lo profundo de los muros.
Pero el hombre lleva consigo la estructura profunda del mundo.
Donde, cuanto mayor es la ira, mayor también la explosión de amor.
9. Realizó un par de movimientos a lo James Bond para eludir a la policía
secreta.
Cuando fue obispo en Polonia durante el dominio comunista, la policía
secreta estaba constantemente grabando furtivamente sus conversaciones y
estudiando sus movimientos. Cuando llegó a convertirse en Papa habían ya
recopilado informes sobre su persona que llenaban 18 cajas de archivo.
En una ocasión en que el arzobispo necesitaba tener una reunión secreta con
Karol, el chófer de Wojtyla montó una pequeña y peligrosa escena en medio
del tráfico que hizo perder a los perseguidores de vista. Rápidamente Karol
cambió de coche sin que nadie se percatara y así pudo reunirse con el
arzobispo en paz. Las bromas, para vosotros, amigos comunistas.
10. Los royalties de sus libros construyeron iglesias en Yugoslavia
Juan Pablo II, durante toda su vida fue un "regalador". Se regaló a sí mismo
y regaló su tiempo y su talento.
Como botón de muestra, tras publicar "Cruzando
el umbral de la esperanza",
que vendió millones de copias, ofreció los primeros royalties para
reconstruir iglesias destruidas en el conflicto de Yugoslavia.
También se sabe que regaló las ropas nuevas que le compraron y se quedó con
las viejas.
11. Recibió el sacramento de la reconciliación del padre Pío.
En 1947, el Padre Wojtyla visitó al Padre Pío, y éste le oyó en
confesión. El Papa Juan Pablo II le canonizaría 55 años después.
12. Su predecesor Juan Pablo I dijo lo siguiente …
“Mi nombre es juan Pablo I. Solamente estaré con vosotros un tiempo corto.
El segundo ya está en camino”
13. Era el Rey de la Multi-tarea
Juan Pablo II tenía una ética laboral increíble, y uno de sus secretarios le
describió como un “volcán de energía”. Era habitual en él trabajar entre 12
y 16 horas diarias.
Tenía el don de la “concentración dividida”. Muchas personas contaban cómo podía
tener una conversación completa con ellos mientras estaba leyendo,
y aun así estar plenamente entregado. Algunas veces se
cansaba en las reuniones si no trabajaba en algo más al mismo tiempo. De
hecho, durante el Concilio Vaticano II escribió todo tipo de libros y
poemas.
14. Leía a Marx durante el Cónclave
De hecho la necesidad de dedicarse a múltiples tareas simultáneamente era
tan acuciante, tal era la necesidad de constantemente alimentar su
intelecto, que incluso se llevaba material de lectura a las sesiones del
cónclave poco después de su propia elección. Y de todos los libros que uno
puede leer… leía literatura marxista.
Como dijo en una ocasión a un amigo, “si
quieres llegar a conocer a tu enemigo, tienes que conocer lo que ha escrito”.
15. Una audiencia de 300.000 personas le aplaudió durante 14 minutos sin
interrupción
Durante el momento clave que representó su viaje a Polonia como Papa en
1979, JPII celebró la misa de Pentecostés en la plaza de la Victoria de
Varsovia para una multitud de 300.000 almas. En un momento concreto el
aplauso entusiasta duró 14 minutos sin interrupción.
Dos panoramas de la Plaza Victoria de Varsovia en 1979 con Juan Pablo II
Párate un momento, querido lector, e intenta imaginártelo: un pueblo, una
cultura, reprimida por un comunismo que negaba la dignidad humana de las
personas. Y en ese momento, uno de ellos, un chico polaco de Wadowice,
regresa como papa a su tierra natal con un mensaje de libertad y esperanza.
“¡Envía tu Espíritu!, ¡Envía tu Espíritu! ¡Y renueva la faz de la tierra!
¡De su tierra!"
16. Si se recopila todo lo que escribió, equivaldría al contenido de 20
Biblias
Su media superaba las 3.000 páginas anuales, y solamente durante el tiempo
en que fue papa.
17. Fue el primer papa en pisar una mezquita.
Su amor hacia la persona humana se extendía más allá de los confines de la
Iglesia Católica, hacia todas las religiones, razas y lenguas.
18. Una figura envuelta en un abrigo largo, con capucha negra, saliendo a
hurtadillas por la puerta trasera del Vaticano.
Juan Pablo II era uno de esos líderes que se deslizaría con sigilo para no
ser notado por sus guardias de seguridad mientras salía de casa. A menudo
estas excursiones servían para conseguir un poco de solaz en las montañas o
para ir a esquiar. Con lo ocupado que andaba el hombre, entendió la
necesidad del equilibrio y la diversión.
19. De vez en cuando le gustaba reírse un poco de su persona.
En una ocasión alguien pudo oír la siguiente conversación:
JPII: “La música es extraordinariamente útil para la oración. Como decía San
Agustín, “el que canta, reza por partida doble”.”
Amigo: “¿Cantaba usted bien, Santo Padre?”
JPII: “Cuando era yo el que cantaba, era más propio decir que rezaba una
sola vez.”
20. Conocía a los más de 2.000 obispos del mundo por su nombre.
Guardaba un mapa en el que marcaba cada diócesis del mundo, y conocía a cada
uno de sus obispos de memoria.
Su memoria no estuvo limitada a los líderes de la Iglesia. La guardia suiza,
los seminaristas, y conocidos esporádicos que apenas había tratado se
sorprendían por los detalles pequeños que recordaba de ellos años más tarde.
Entre 3 y 5 millones de personas en el Luneta Park en la JMJ de Manila en
1995 con Juan Pablo II
21. Más gente le vio a él que a cualquier otra persona en la historia de la
humanidad.
Bueno, eso es lo que se dice. Y con el récord de 500 millones de personas,
¿alguien de entre el público puede competir con él?
(Selección de Joe Houde, en www.impactingculture.com,
de la John Paul The Great Catholic University,California, -www.jpcatholic.com-;
traducción de Jordi Picazo, filólogo, Mataró)