ÍNDOLE ESCATOLÓGICA EN LA VIDA PRÁCTICA - Escatología: Catequesis para jóvenes que se preparan a la confirmación
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David
Benítez Campos
4° de Teología 2013
Pontificia Facultad de Teología
"Redemptoris Mater"
En el contexto de catequesis de Confirmación
Se dará a continuación
una catequesis que ayude, a aquellos que desean recibir el sacramento de
la Confirmación, a vivir la índole escatológica que tiene la Iglesia
peregrinante. Podrá dividirse la catequesis en tres partes. Es posible
que resulte más pedagógico tocar este tema en tres días diferentes, de
manera que los oyentes puedan asimilarlo mejor y comprendan la
importancia de este punto. En el caso de contar con poco tiempo se
optará por abarcar toda la catequesis en un solo día.
1. "Una tierra sin cielo"
La primera parte consistirá en hacer presente la insuficiencia de la
vida terrenal si no existe la perspectiva del Cielo.
Ésta catequesis intentará plantear algunas preguntas que ayuden al
confirmando a plantearse el tema en serio, es decir, a que vea que la
escatología conlleva una verdad sobre su propia vida. Las preguntas que
pueden plantearse son las siguientes:
-¿Por qué existes?
-¿Para qué existes en este mundo?
-¿Qué sentido tiene tu vida?
-¿Eres feliz de manera plena?
-¿Tiene tu vida todo lo que
deseas?¿qué le falta?
-¿Tienes miedo a la muerte?
-¿Has vivido la muerte de cerca? (un
familiar, amigo, etc.)
-¿Cuál ha sido tu reacción más interna?
-¿Piensas de vez en cuando en la muerte?
-¿Quisieras vivir en este mundo eternamente?
-¿Piensas que la existencia real del
Cielo ayudaría a vivir tu vida de otra manera? ¿En qué?
Pon ejemplos.
Hay que entablar un diálogo con el confirmando. No hay que tener prisa,
por ello lo mejor es que esta parte de la catequesis corresponda a un
día. Sería bueno dividir a la gente por grupos y darles un tiempo para
que contesten. Lo importante no es sacar soluciones rápidas y
superficiales, sino que de verdad los jóvenes puedan ponerse realmente
frente a su vida y reflexionen sobre el fin que persiguen y qué pasa con
ese fin si viene la muerte. De esta catequesis puede que cambie el rumbo
de muchos jóvenes, o por lo menos será motivo para que profundicen
aunque sea sólo un poco sobre sus futuras acciones.
El papel del catequista aquí es muy importante, pues no se
trata de meter miedo a los jóvenes, sino guiarlos a una reflexión que
termine en motivación para buscar una respuesta, mostrando ya que
realmente existe dicha respuesta y que ésta respuesta puede colmar y
mejorar enormemente su vida entera. Por ello el catequista debe ir bien
preparado y sobre todo haber tenido antes una experiencia profunda de
Cristo en su vida, es decir, ser testigo, ya
que si las preguntas se plantean bien podría ser que algún chico
interiorice mucho estas preguntas y se angustie.
2.
"Rayo de Luz"
La segunda catequesis es esencialmente el anuncio del
Kerygma, de la Buena Noticia. Hay que hacerla con fuerza y creyendo en
aquello que se dice. Es bueno dar la propia experiencia, o a lo largo de
la catequesis dar varios ejemplos de la vida personal en la que se
concretiza aquello que se está diciendo. Sobre todo es importante
resaltar el aspecto de haber experimentado una vida en el estado de
muchos de los que están ahí sentados escuchando la catequesis, es decir,
de haber vivido una vida como si el Cielo no existiese, y sin embargo,
haber descubierto en la Iglesia, gracias a una vida en el Espíritu Santo
(que recibirán en el sacramento de la Confirmación), que tener presente
que el Cielo es una realidad que me acompaña en la vida y que da un
sentido diferente y una forma diferente de vivir los hechos de mi
historia que todo al fin tiene una semilla de salvación.
Es importante también hacer notar cómo la vida proyectada
al Cielo conlleva una alegría y una paz que no posee aquella que mira
sólo el reloj del tiempo que se acaba y que no deja gozar de lo que vive
sino que intenta robar desesperadamente algún segundo al tiempo, y esto
a través del stress, de la discordia, de la enemistad, del malhumor, y
de todas las consecuencias que se derivan de ellas.
Fundamentalmente lo que hay que anunciar es que Dios Padre
envió a su Hijo al mundo para que éste, muriendo por nuestros pecados,
rompiera el poder de la muerte y nos abriera el Cielo para poder vivir
junto con la Stma. Trinidad en amor eterno. Y que esto nos lo ha hecho
posible dándonos su Espíritu Santo, enviándolo de junto al Padre, que
nos hace posible vivir una vida sobrenatural ya aquí en la tierra y que
es prenda y garantía de que realmente, después de la muerte física
entraremos a gozar de ese Cielo.
3.
"El Cielo en la Tierra"
En esta tercera y última catequesis lo que se hará será presentar a los
confirmandos alguna vida de algunos santos de manera que vean cómo se
puede vivir la realidad del Cielo aquí en la tierra. Pero antes de ello
hay que explicar que la Iglesia es un Cuerpo Místico conformada por
aquellos que peregrinamos en esta tierra, por los que han muerto y están
purificándose para entrar en el Cielo y aquellos que ya gozan de la
contemplación de Dios tal cual es. Éstos últimos, hay que explicar, son
los santos, que junto a los ángeles, están en continua contemplación.
La presentación de la vida de los
diferentes santos que se haya escogido puede exponerse de diferentes
formas; ya sea con alguna pelicula, leyendo algún fragmento de algún
libro, o simplemente contando su historia. Lo importante es que el
material que se exhiba no ponga a los santos en una estratosfera
inalcanzable para los que están escuchando, sino más bien que ayude a
que estos personajes sean un modelo de imitación, se pueda desear una
comunión con él y se pida su intercesión a partir de ese momento y para
toda su vida.
No se debe dejar de explicar que los santos y los ángeles
siguen en comunión con nosotros y nos ayudan en nuestras vicisitudes
presentes. Por ello hay que promover a los que se van a confirmar a que
puedan conocer la vida de los santos y que puedan buscar la ayuda de ellos
para así vivir una vida con los ojos puestos en el Cielo. Hay también que
recordar que en los diferentes sacramentos, especialmente en la Eucaristía,
tanto los ángeles como los santos se unen a la Iglesia peregrinante con el
fin de rendir culto a Dios.
Una vez terminada las tres catequesis se podrá ver si ha tenido alguna
repercusión en los confirmandos y eventualmente modificar algún detalle de
cara al futuro.