Domingo 3 de Adviento C: Preparemos en Familia, como Iglesia doméstica, la Acogida de la Palabra de Dios proclamada en la Misa dominical
Falta un dedo: Celebrarla
1- INTRODUCCION A LA PALABRA
1.1
Primera lectura: Sofonías 3,14-18a
Los profetas son gente seria. Da miedo leer lo que anuncian, denuncian,
critican, amonestan, amenazan. Lo malo es que uno puede aplicarlo todo a uno
mismo.
Son justamente las cosas que indican a lo que hace merma en nuestra vida.
Pero cuando se dedican a proclamar la alegría, -mamma mía, como dicen los
italianos- es una alegría que rompe los moldes de nuestras alegrías
domesticadas en dimensiones enanas como un árbol verdadero achica aún más
los árboles de un jardín japonés. ¿A quién se le ocurre gritar de alegría
cuando piensa en una promesa? Nos permitiremos la alegría cuando tengamos
las cosas bien guardadas en nuestra caja de caudales. Esperanza de profeta
es gritar de alegría porque Dios lo ha prometido, porque Dios se ha
comprometido. Lee este anuncio de la alegría. Vendrá el día, ojalá, y
bailarás con sólo pensar que Dios te ama.
1.2 Segunda lectura: Filipenses 4, 4-7
Leí una vez la experiencia de una persona clínicamente "muerta" En su nuevo
estado observaba como los médicos luchaban para revivirla. Trataba
impedírselo porque no quería volver a su cuerpo. Tocaba la mano de los
médicos pero su mano pasaba a través de ella. Nadie se daba cuenta. Esto me
hace pensar que Dios nos tiene mucho respeto al dejar que descubramos su
inmenso e ilimitado poder de amar mediante la fe. Si él nos dejaría sólo un
momento gustar aunque sea un poco de lo que Él es, creo que ya no podríamos
decir que "si" libremente. Por eso el Padre nos alimenta con cosas suaves
para que no se malogre nuestra estructura humana tan débil y limitada.
¿Eres capaz de afinar tu humanidad, tan tosca a veces, y descubrir lo que Él
te ofrece continuamente? San Pablo vive en esta dimensión, ¿Y la
consecuencia?: alegría, repito: alegría, paz, mesura. ¿Estás agitado,
nervioso, preocupado? Entonces todavía no has destapado lo que Dios ha
puesto en tu corazón. Toma en serio que el Señor está cerca y entenderás
porque Pablo puede escribir así.
1.3 Evangelio: Lucas 3,10-18
Interrúmpanme cuando ya conocen este relato: En una ciudad, para hacer un
experimento, un grupo de estudiantes, en plena calle, tomaron posturas un
poco desusadas: echarse en la vereda, caminar con las manos, ponerse la
camisa al revés, etc., etc. ¿Saben lo que pasó? La gente de la ciudad se
reunió y los atacó, Parece que sentimos como amenaza cuando se portan de
manera diferente.
Miren a San Juan Bautista. No se pone un traje decente ni come su bistec
como Dios manda. Y la gente corre para escucharlo porque su fino sentido de
lo auténtico ha vislumbrado que aquí hay un profeta. Y vaya que les dice las
cosas. No hay suficiente sacarina para hacer olvidar el amargo. Dios utiliza
a veces los disfraces más raros para llegar a ti. Hasta te puede utilizar a
ti mismo. Conviértete en San Juan Bautista. ¿Qué decir? Bueno, lee primero
el texto y sabrás qué decir.
2.- REFLEXIONEMOS
2.1 Los padres
¿Quién de los dos no ha experimentado esa vibración hasta lo más
hondo del ser cuando escuchó los pasos del otro o sintió su voz? Son esos
momentos inolvidables que uno guarda como tesoros para losa años que vienen.
Así Dios quiere irrumpir en la vida de ustedes. Eso es por lo menos el
mensaje de San Juan Bautista. Los quiere bautizar con Espíritu Santo. Dejen
que queme la paja de su vida porque hay que ser cocinero antes que fraile.
Luego también experimentarán esa alegría que sólo Él puede dar.
Una sugerencia de blandengue a debilucho: Tomen serio que Él está cerca.
¿Qué harían si el Señor vendría dentro de 20 minutos? En serio, piénsenlo y
después háganlo. Por menos saldrán pitando de la modorra del que se agita
porque todavía no ha comprado los regalitos, ni ha buscado ese adorno que le
falta al árbol de Navidad. Sus hijos quieren aprender de ustedes la alegría
de la cercanía del Señor. ¿De dónde si no?
2.2 Con los hijos
Se habla de consejos de guerra, consejos municipales, consejos
administrativos. Todos tienen como base el consejo que los hombres podemos
dar gratis. Un buen consejo es algo muy precioso. Ahora bien, no los debemos
gastar como las monedas que lanza el padrino a los niños que están gritando:
"¡Padrino, cebo!" Pero tampoco considéralos como un billete que hay que
guardar en la caja fuerte y se saca una vez cada mil años. Los consejos los
tenemos que sopesar porque muchas veces uno no se da cuenta qué impresión
causa en los demás. Se imagina que a todos les cae bien y está en mera luna
de Paita porque el pobre memo no cae en el chiste que los demás son muy
corteses y no dicen lo que piensan. Deberíamos aprender en familia a dar
consejos que le hacen sentir al otro mejor. ¿Cómo? Pues piensen un poco. No
les voy a decir todo. Conversen acerca del asunto o hagan una competencia
quién sabe dar consejos de miel en pajuelas. El campeón va a descansar
mientras que los demás se encargan mañana de hacer sus tareas.
3. RELACION CON LA
EUCARISTIA
La Celebración Eucarística se caracteriza por la alegría y por el
gozo. Es el banquete de salvación. Aquí experimentamos la presencia de
Cristo en medio de la presencia de los hermanos. Por eso hemos de hacer una
celebración en la que resplandezca el gozo:
alegría íntima, personal. Todas nuestras alegrías reciben aquí su
confirmación y tienen aquí su fruto
alegría comunitaria: el gozo del encuentro de los hermanos, de la comunidad.
alegría que tiene expresiones externas: en cantos, en ritos(el de la paz,
p.e. símbolo de ser todos miembros de la familia de Dios)
alegría que continúa en nuestra vida al salir de la Eucaristía en el
encuentro con nuestros familiares, con los amigos y con todos los hombres.
4.- VIVENCIA FAMILIAR
4.1 Procuramos muy pocas veces crear las oportunidades para estas
horas luminosas cuando las palabras y los gestos son comunicación de amor,
cuando hasta la crítica es oída y sentida como expresión de cariño y de
aceptación. Horas
en las que los esposos se abren el corazón y lavan en las aguas cristalinas
del diálogo cariñoso las frustraciones acumuladas. Horas en que los hijo s
sienten como envueltos por la atención individida de sus padres.
4.2 De común acuerdo, apaguemos una noche en la semana el televisor, para
conversar
4.3 Escribamos al cónyuge una carta de amor y de agradecimiento, pidiéndole
consejos (sí, el marido también, si no quiere petrificarse como persona)
4.4 Tomarse el tiempo esta semana para un buen diálogo con cada hijo,
incluyendo
halagos, cariño y mimos.
4.5 Pedir consejos de los hijos, sobre cómo puede la familia ser más alegre.
(No se le va a perder ninguna insignia de su corona paterna o materna)
5. NOS HABLA LA IGLESIA
"E1 gozo y la esperanza, las lágrimas y angustias del hombre de
nuestros tiempos, sobre todo de los pobres y de toda clase de afligidos, son
también gozo
y esperanza, lágrimas y angustias de los discípulos de Cristo, y nada hay de
verdaderamente humano, que no tenga resonancia en su corazón. La comunidad
que ellos forman, está compuesta de los hombres, que reunidos en Cristo, son
dirigidos por el Espíritu Santo en su peregrinación hacia el reino del
Padre, y han recibido, para proponérselo a todos, el mensaje de la
salvación. De ahí la experiencia vital que la hace sentirse, y serlo en
realidad, íntimamente solidaria con la humanidad con su historia". (Concilio
Vaticano II 'Gaudium et Spes')
6. LEAMOS LA BIBLIA
CON LA IGLESIA
Lunes Núm. 24, 2.7.15-17a Mt 21, 23-27
Martes Sof 3, 1-2.9-13 Mt 21,28-32
Miércoles Is 45, 6b-8.18.21b-25 Lc 7,18b-23
Jueves Is 54, 1-10 Lc 7, 24-30
Viernes Is 56,1-3a.6-8 Jn 5,33-36
(a partir del 17 de diciembre se leen las siguientes lecturas)
17.12 Gen 49, 2.8.10 Mt 1,1-17
18.12 Jr 23, 5-8 Mt 1,18-24
19.12 Jue 13,2-7.24-25a Lc 1,5-25
20.12 Is 7,10-14 Lc 1,26-38
21.12 Cant 2,8-14 o Sof 3,14-18 Lc 1, 39-45
22.12 1 Sam 1,24-26 Lc 1,46-56
23.12 Mal 3,1-4. 4, 5-6 Lc 1,57-66
24.12 (en la mañana)
2 Sam 7,1-5.8-11.16 Lc 1,67-79
7.- ORACIONES
7.1 Meditación sobre la alegría
¿Hay una alegría que permanece? Sí, cuando el hombre permanece que se alegra
y cuando permanece lo que es la razón de su alegría. Alegría proviene de la
esperanza, de la del presente, del amor, de la fidelidad y de la bondad.
¿Es que el cristiano posee más de ella que los demás hombres? La pregunta es
más bien si posee a Cristo.
¿Hemos comprendido verdaderamente el mensaje de Cristo, que ha venido para
que tengamos vida? Ha resucitado de los muertos, vive, vendrá.
Ahora hay una alegría en la cual, no solo comemos pan, sino tomamos también
vino; en la cual no sólo hablamos, sino cantamos y jugamos; en la cual no
sólo rezamos, sino también se puede y se debe bailar. Al hombre que ha
escuchado el mensaje de Cristo y ha dejado que penetre en su corazón, no le
está permitido, es más, le está prohibido ser un hombre sin alegría.
7.2 Antífonas de la "O"
Durante el adviento, a partir del 17 de diciembre la Iglesia en la liturgia
de las horas reza estas antífonas. Incorpórelas en la oración de su familia
al bendecir la mesa, al rezar por la noche, al meditar.
17.12 Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del
uno al otro confín el universo, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad,
ven y muéstranos el camino de la salvación.
18.12 Oh Señor, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a
Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ven y líbranos
con el poder de tu brazo.
19.12 Oh renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los
pueblos, ante quien enmudecen los reyes y cuyo auxilio imploran las
naciones, ven a librarnos, no tardes más.
20.12 Oh llave de David y cetro de Israel, que abres y nadie puede cerrar,
cierras y nadie puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en
tinieblas y en sombra de muerte.
21.12 Oh sol que naces de lo alto, resplandor de la luz eterna, sol de
justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de
muerte.
22.12 Oh rey de las naciones deseado de los pueblos, piedra angular de la
Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que
formaste del barro de la tierra.
23.12 Oh Emanuel, rey legislador nuestro, esperanza de las naciones y
salvador de los pueblos, ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro.