Solemnidad María Madre de Dios - Iglesia del Hogar: Preparemos como Iglesia doméstica la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración eucarística del 1er día del nuevo año (de precepto)
Recursos adicionales para prepararnos
A su disposición
1. Introducción a las Lecturas de la Solemnidad
2. REFLEXIONEMOS
2. 1 Los Padres
2. 2 Con los Hijos
3.
RELACIÓN CON LA SANTA MISA
4. VIVENCIA
FAMILIAR
5. NOS HABLAN LOS OBISPOS LATINOAMERICANOS
6.
LEAMOS LA BIBLIA CON LA IGLESIA
7. ORACIONES
Falta un dedo: Celebrarla
Las Lecturas del Domingo
1 enero
1. Introducción a la Palabra
1. 1 Primera
Lectura: Núm 6, 22 -27
En el Canadá existe una hermosa costumbre. El primer día del año
todos los familiares se reúnen en la casa del más anciano de la familia y
cada uno se le acerca respetuosamente para recibir la bendición. Ha leído
bien: la bendición. No sólo el sacerdote puede bendecir, aunque reciba una
consagración especial en el momento de la ordenación cuando el obispo le
unge las manos con el carisma para que bendiga y consagre. Todo bautizado
puede bendecir, es decir, invocar la bendición de Dios sobre alguien o algo.
Sabemos que Dios siempre nos escucha con tal que no nos hayamos separado de
él por el pecado grave. Si tenemos fe en lo que pedimos, podemos estar
seguros que la petición será eficaz. Mi madre tenía la costumbre de marcar
con la cruz la frente de sus hijos cuando se aprestaban a hacer un viaje.
Otros padres suelen marcar la frente de sus hijos cuando les dan las "Buenas
Noches". El último gesto de Jesús, antes de subir al cielo, fue la
bendición. ¿Por qué no introducir esta costumbre en nuestra familia? La
bendición básicamente entraña dos elementos: el deseo y el reconocimiento,
deseo que se cumpla lo que deseamos con la bendición, reconocimiento porque
recordamos todo lo que hace Dios por nosotros en su amor inquebrantable.
Aprendamos a bendecir no sólo así: "Te bendiga Dios todopoderoso, el Padre,
el Hijo y el Espíritu Santo", sino también así: "Bendito sea Dios, nuestro
Padre, que nos colma de sus bienes, que nos colma con vida, salud y amor de
la familia", reconociendo así el amor permanente de Dios nuestro Padre.
Fácilmente aplicamos lo que nos sugiere la petición de la lectura presente:
"Que Dios nos mire con ojos de amor", o simplemente repetimos la bendición
de Moisés.
1. 2 Segunda Lectura:
Gál 4, 4 -7
Ojalá todos tengamos el recuerdo entrañable de nuestra niñez,
cuando nos refugiamos en los brazos de papá, sintiéndonos seguros porque era
fuerte y nos amaba. La lectura de la carta a los Gálatas es como el abrazo
fuerte, tranquilizador de nuestro Padre del cielo. Ha derramado su Espíritu
en nuestros corazones para que nunca nos olvidemos de que somos sus hijos.
Esta lectura es como la señal de la cruz, sólo un poco más explícita. Nos
habla de cómo la Santísima Trinidad obra en armonía. ¿Para qué? Para
salvarnos y hacernos hijos. ¡Qué mejor lectura para comenzar el nuevo año!
Redimidos por el Hijo de nuestra esclavitud, animados por el Espíritu Santo
que es testigo de nuestra condición de hijos de Dios en lo más íntimo de
nuestro ser y todo esto porque Dios es nuestro Padre que nos ama. ¡Bendito
sea el Señor Dios, nuestro Padre!
1. 3 Evangelio: Lc 2, 16 -21
A veces que nos parece tan grande, tan imposible el alcanzar con
toda nuestra fe eso que nos dice que somos hijos de Dios. Yo estoy
agradecido al Señor que me haya permitido nacer y crecer en una familia
católica donde se veneraba la Virgen María como Madre. Recuerdo que la
invocamos cuando, refugiados durante los ataques aéreos en el sótano de la
casa y oyendo como se acercaban los impactos de las bombas, repetíamos la
oración inmemorial de los atribulados que invocan a la Virgen Madre para que
nos proteja bajo su manto de amor contra la furia de la tempestad,
desencadenada esta vez por la maldad humana. Muchos años tenían que pasar
para que descubriría el valor meditativo del Santo Rosario que me guió a
tener aún más confianza en la intercesora poderosa ante el trono de Dios.
Encuentro muy apropiado que la Iglesia nos presente la figura de la humilde
sierva de Dios al comenzar el nuevo año. Como hermana, como ejemplo y como
Madre nos guiará a su hijo durante todo este año. Ella que conservaba todas
las cosas en su corazón y las meditaba en la oración. De manera espontánea
uno se vuelve lírico al hablar de ella. ¿Hay otra manera para hablar de una
Madre?
2. REFLEXIONEMOS
2. 1 Los Padres
En la mayoría de los casos he encontrado a los cristianos muy
asequibles y sensibles para la necesidad de los que tienen hambre. Con
corazón generoso ayudan cuando ven la necesidad de cerca; ¡cuando la ven de
cerca! Su buena disposición se queda como en un letargo, como dormida cuando
no se observa directamente la necesidad. ¡Y dale otra vez con el disco
rayado! Así pensarán ustedes ya que recién les he hablado de ello en
Navidad. Permítanme recordarles que estamos comenzando un nuevo año. Es el
momento de las vacaciones de los chicos (aquí en el Perú), es el momento del
relax, del calor y bien pronto los buenos propósitos del nuevo año se
esfuman. ¿Por qué no nos quedamos con un propósito realmente bueno que si
nos va a costar, que mantendrá viva y sensible en nuestra conciencia el
problema que nos rodea, que ayudará a la familia a resistir las influencias
nefastas del mundo comercial que promueve una sociedad de consumo. Tenemos
que mantenernos ágiles espiritualmente para tener un remedio contra la
modorra de aquel que mira sólo su propia imagen. ¿Por qué no ser audaces y
hacer algo que cueste de verdad en implantarlo en la vida de la familia? Los
obispos chilenos, por ejemplo, han sugerido que cada familia destine el 1%
(en palabras: el uno por ciento) de sus ingresos para la Iglesia. Me atrevo
a sugerirles algo más ambicioso. ¿Recuerdan la palabra 'diezmo'? Cuando
tenga 10 manzanas, una es para los que la necesitan. Cuando tengo 30 días de
vacaciones, tres son para la comunidad que necesita de mi ayuda. Cuando fumo
10 cigarros, el precio de uno es para los leprosos. (Sería mejor dejar de
fumar, no importa que se ponga gordo como yo). Si se deciden, en serio,
embarcarse en esta aventura, les prometo que van a sentirse felices luego de
haber pasado la primera etapa cuando el corazón parece sangrar cuando la
señora no se puede comprar el vestido que soñaba y el señor no se atreve
tocar el diezmo-es cosa sagrada-para saldar la pequeña deuda que falta
pagar. Créanme van a ser felices porque poco a poco cambiará su estilo de
vida, su manera de mirar las cosas, porque se sentirán libres. Y sus hijos,
después de las primeras envidias de ver lo que tienen los compañeros,
adquirieran esa libertad desde la infancia. Si todo esto no es razón
suficiente, lean por favor la carta a los Filipenses 2, 6 ss. ¿Y qué hacer
con el dinero? Ayuden a su parroquia, a la Cruz Roja, a Caritas, a los
leprosos, bueno, hay tantos que necesitan de su ayuda. Dios mismo se va a
encargar a indicarles dónde ayudar. Hay parejas que ponen un dinero aparte y
le dicen al Señor: "¿A quién quieres que enviemos esto?", Y muchas veces su
ayuda ha sido considerada como un milagro porque fue respuesta a una oración
o a una situación desesperada. Mírense los dos y se han valientes. Su
presupuesto del año cambiará y su corazón también.
2. 2 Con los Hijos
Los buenos propósitos del año
Las grandes empresas hacen inventario, balance al fin del año y planifican
su acción para el nuevo año. La familia es como una empresa. La gerencia
general, el directorio son los padres y todos somos accionistas. Los
accionistas están interesados en la empresa porque cuando marcha bien, todos
se benefician. Vamos a hacer inventario y balance del año pasado: ¿Qué cosas
salieron bien? ¿Qué cosas salieron mal? Vamos a tomarnos un buen tiempo para
revisar el año pasado porque cuanto mejor se revisa mejor sale la
planificación del año que viene.
Después de la revisión haremos lo posible para ver un poco como podemos
mejorar el año que viene.
¿Conocen la historia del tío Antonio? El tío Antonio, arriero ordinario
entre Pozoblanco y Córdoba se ganaba la vida cumpliendo con los encargos que
le encomendaban. Era muy fiel en los encargos pero un poco desconfiado. La
víspera de cada viaje, sentado junto a su mesa, iba apuntando cada encargo
en un papelito y ponía encima de cada uno el dinero que le daban. Cuando
terminaba escribirlos, soplaba fuertemente y revoloteaban por el cuarto los
papelitos que no tenían dinero encima. Los que quedaron sobre la mesa los
echaba en las alforjas. Ya de vuelta de su viaje, le decía una mujer: "Tío
Antonio, ¿dónde está mi escoba aquella que le encargué que fuera fuerte y
barata?" "Caramba, respondía el, el viento se debió llevar el papelito en
que tomé el apunte". Y daba la casualidad que el viento se llevó todos los
papelitos a los que les faltaba el peso del dinero.
Nuestros propósitos son como los apuntes en los papelitos. Tenemos que
ponerles encima también el peso del cariño, del corazón y de la memoria para
cumplirlos.
3. RELACIÓN CON LA SANTA
MISA
La Virgen María estaba tan íntimamente unida al misterio de la
vida, muerte y resurrección de Jesús que ni podemos celebrar misas sin ella
ya que la celebración de la eucaristía es la renovación del misterio pascual
de nuestra fe. Acuérdense de ella cuando van a misa la próxima vez.
4. VIVENCIA FAMILIAR
Se prepara una serie de tarjetas. Cada una lleva escrita una
actitud (paciencia, humor, etc.), diversión (paseos, excursiones, cine,
etc.), servicio en la casa (lavar los platos, arreglar el jardín, etc., el
tiempo que uno quiere regalar (sin nombre, se entiende), y cualquier otra
cosa que se les ocurra. Cada miembro de la familia escribe según su gusto y
preferencia una tarjeta para cada rubro. Las tarjetas se mezclan, se colocan
cara abajo sobre la mesa y por turno cada miembro de la familia saca una
tarjeta. La tarjeta le da el derecho de escoger la película a la que va la
familia, a donde ir el próximo paseo y también el "derecho" de ejercitarse
en tal o cual virtud o servicio en la casa. Se permiten trueques, es decir,
uno puede cambiar un trabajo con otro miembro de la familia cuando se le
paga por medio del regalo de horas extra durante las cuales pueden disponer
de los servicios y ayudas de la persona que le regala su tiempo. Las
virtudes deben ejercitarse durante un día que determine la familia. Será una
hora familiar muy divertida para comenzar el nuevo año. Se destapan las
inquietudes y los deseos de cada miembro de la familia.
5. NOS HABLAN
LOS OBISPOS LATINOAMERICANOS
Ahora cuando nuestra Iglesia latinoamericana quiere dar un nuevo
paso de fidelidad a su Señor, miramos la figura viviente de María. Ella nos
enseña que la virginidad es un don exclusivo a Jesucristo, en que la fe, la
pobreza y la obediencia al Señor se hacen fecundas por la acción del
Espíritu. Así también la Iglesia quiere ser madre de todos los hombres, no a
costa de su amor a Cristo, distrayéndose de él o postergándolo, sino por su
comunión íntima y total con Él, todas servidoras de los hombres. Silencio,
contemplación y adoración, que originan la más generosa respuesta al envío,
la más fecunda evangelización de los pueblos.
María, madre, despierta el corazón filial que duerme en cada hombre. En esta
forma nos lleva a desarrollar la vida del bautismo por el cual fuimos hechos
hijos. Simultáneamente, ese carisma maternal hace crecer en nosotros la
fraternidad. Así María hace que la Iglesia se sienta familia (Puebla 294
-5).
6. LEAMOS LA BIBLIA
CON LA IGLESIA
2 enero: 1 Jn 2, 22 -28 Jn 1, 19 -28
3 enero: 1 Jn 2, 29 -3, 6 Jn 1, 29 -34
4 enero: 1 Jn 3, 7 -10 Jn 1, 35 -42
5 enero: 1 Jn 3, 11 -21 Jn 1 43 -51
7. ORACIONES
7. 1 Oración de noche vieja
Señor, en esta noche vieja, cuando suenan las 12 campanadas,
queremos confiarte nuestros deseos de gozo y de paz por el Año Nuevo que
comienza. Bendícenos siempre y concédenos caminar todos los días por sendas
de la paz y de la fraternidad. También queremos pedirte, Señor, por todos
los que en el año que termina han ido a tu encuentro; por los que se sienten
solos y vacíos en medio del ruido y las luces de esta noche vieja; por los
que tienen hambre y viven en miseria; por los que cuesta alegrarse o tienen
motivos para su dolor. Haz que todos seamos iluminados por tu verdad y
fortalecidos con tu vida, para descubrir en lo pasajero del tiempo el peso
hondo y misterioso de tu eternidad. Amén
7. 2 Oración del Año Nuevo
Dios eterno, principio de toda criatura; concédenos que en este
año, cuyo comienzo te ofrecemos, abundemos en bienes de la tierra y seamos
luz del mundo por la santidad de nuestras obras. Por Cristo nuestro Señor.
Amén
7. 3 Para dar gracias después de la comida de noche vieja
Te damos gracias, Señor, por esta comida, la última del año. Te damos
gracias por todas las veces que has estado con nosotros aquí en torno a esta
mesa familiar, en la alegría y en las penas. Bendito seas por siempre Señor.
Amén
7. 4 Para bendecir la mesa (1 enero -5
enero)
Antes de comer
Bajo el amor de Dios, con el poder del Espíritu Santo comenzamos este tiempo
nuevo que nos concedes. Bendice, Padre, nuestros alimentos y asístenos
durante este año en las buenas y en las malas para que todo se haga para
gloria tuya y para servicio de los hombres. Por Cristo nuestro Señor. Amén
Después de comer
Te damos gracias, Señor, por este nuevo año. Tu amor colmará a cada minuto y
cada segundo de la bendición y gracias divinas. Consérvanos en tu amor
durante este año. Por Cristo nuestro Señor. Amén
7. 5 Meditación de Año Nuevo
Año Nuevo, vida nueva. Hacer del nuevo año una nueva etapa de mi vida.
Sentir como si Dios nos pusiera otra vez nuestra juventud en las manos. Y es
que, ante Dios, siempre podemos ser jóvenes, porque sólo Dios nos ha hecho
la promesa firme de, si queremos, borrar totalmente nuestras faltas pasadas.
En el cuerpo no es posible volver a ser jóvenes. En el alma, sí. Basta
quererlo… con la gracia de Dios. (Iraolagoitia)