Domingo de Resurreción A - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios durante la celebración de la Misa dominical
Recursos adicionales para la prepración
Las Lecturas del Domingo de Resurección (Misa del día)
Primera lectura: Hech 10, 34 a. 37-43
Evangelio: Jn 20, 1-9
(en lugar de este evangelio se puede tomar el de la Vigilia Pascual
del año correspondiente (A-B-C).
En las misas vespertinas, puede también proclamarse el siguiente Evangelio:
Lc 24, 13-35)
Las Catequesis
Alternativas I
II III
IV
V
Después
de haber leído la primera lectura, se conversa con los niños acerca de cómo
se habrán sentido los discípulos, que habrán dicho y luego se hace una
pequeña representación. Luego se lee el Evangelio y se hace la
representación después de un repaso. Seguidamente pensamos entre todos de
cómo felicitar a Jesús por su resurrección (aplausos, baile, regalos, etc.).
Escogemos las cosas que podemos realizar en el acto. Si queda tiempo salimos
a la calle y contamos a todo el mundo lo que hemos encontrado: “Jesús ha
resucitado”. Debería ser una reunión llena de gozo y bullicio.
Se les
enseña a los niños una oruga (foto, pintura) y se les pregunta acerca de
cómo viven y que hacen. Luego se les enseña la imagen de una crisálida y
luego una mariposa. Otra posibilidad sería enseñar un huevo y luego un
pollito.
Estas
imágenes nos enseñan algo importante. La oruga muere y de ella sale una ¿?…
(Mariposa). Son muy lindas cuando vuelan por nuestro jardín. La oruga no
sabe nada de su transformación futura. No sabe que tendrá alas para volar.
Esto nos enseña algo:
Ahora
estamos en nuestro cuerpo. ¿A quién no le gustaría recibir alas para poder
volar? Nosotros, sin embargo, vamos a recibir algo mucho más importante.
Después de la muerte vamos a ser transformados para vivir una vida nueva,
maravillosa, transformada. La diferencia será tan grande como la diferencia
entre la oruga y la mariposa, y mucho más aún. Después de la muerte va a
comenzar una nueva vida junto a ¿?… (Dios). Esa vida será tan maravillosa
que no se puede describir.
¿Por
qué?
Todavía
no sabemos cómo va a ser. Igual que la oruga no tenemos ni idea. Dejaremos
de ser lo que somos y seremos muy distintos. Esto lo creemos aunque no lo
hayamos visto. La razón de la transformación la celebramos hoy. Hay una
persona que ha vivido en este mundo y ha muerto y luego se ha transformado
¿quién es?… (Jesús). ¿Cómo llamamos eso de la transformación?…
(Resurrección). Hoy celebramos la resurrección de Jesús. El viernes Jesús
murió en la ¿?… (Cruz). Y hoy en la madrugada Jesús ¿qué ha hecho?…
(Resucitado, ha salido del sepulcro). Jesús está vivo ya no muere más.
Nosotros
¿Por
quienes Jesús ha muerto en la cruz?… (Por todos los hombres y también por
nosotros). Lo hizo para liberarnos del pecado y de la muerte eterna. Y
cuando morimos al final de nuestra vida, ¿qué es lo que quiere Jesús? ¿Qué
sigamos muertos?… (No, quiere que resucitemos). Vamos a vivir pero de una
manera nueva más maravillosa. Una cosa más: ¿uno va a resucitar para la vida
eterna con Dios cuando no quiere saber nada de Jesús?… (No). ¿Qué tiene que
hacer?… (Hacer las cosas como nos ha enseñado Jesús). Nosotros todos
queremos vivir como nos ha enseñado Jesús. Levanten la mano los que quieren
eso. Por eso, hoy, estamos todos muy alegres y contentos porque Jesús ha
resucitado y vive. ¿Y nosotros?… (Vamos a resucitar y a vivir eternamente).
"Statio
Se
realiza una “statio” fuera del templo, es decir, nos reunimos en un lugar
cerca del templo en la calle. (En la Roma cristiana el pueblo se reunía para
las fiestas grandes en un lugar determinado para luego caminar en procesión
hacia el templo donde se iba a celebrar la Santa Misa. Esto se llamaba
“statio”. Los niños han traído flores).
“Statio”
con objeciones
Voy a
explicarles lo que vamos hacer: Hoy celebramos la fiesta más grande de todo
el año. Hoy celebramos un acontecimiento que alegra a la Iglesia y a todos
los creyentes del mundo entero. Hoy celebramos la Resurrección de Cristo.
Todos juntos gritemos nuestra fe: “Jesús ha resucitado”.
Se
acerca una persona desconocida para los niños y dice: “Escúchenme mejor a
mí. Les voy a decir una cosa que nadie puede refutar. Cuando uno está
muerto, entonces está muerto. ¿Quien ha visto jamás a una persona que ha
muerto que camine por la calle. Nadie. Así que será mejor que dejen las
flores y vayan a su casa”.
Catequista: “Señor (a), nosotros sabemos algo que usted no sabe. Jesús ha
muerto en la Cruz por nosotros el Viernes Santo. Estamos muy agradecidos y
contentos porque Jesús nos ha salvado. El viernes por la tarde lo han puesto
en el sepulcro. Pero el día de Pascua muy de madrugada, unas mujeres han ido
al sepulcro y no lo encontraban ahí. El sepulcro estaba vacío. Por eso
estamos contentos y gritamos: Jesús ha resucitado. Jesús vive. Vamos a ver,
niños, ¿qué es lo que creen ustedes? ¿Qué Jesús está muerto o que Jesús está
vivo?… (Jesús está vivo). Por eso gritamos juntos: ¡Jesús ha resucitado!
Estaremos cantando y depositaremos las flores al pie del altar (imagen del
resucitado, Cruz, etc.) porque queremos hacerle fiesta a Jesús que estaba
muerto y vive, estaba sepultado y ahora reina sentado a la diestra de Dios.
Persona
desconocida: “Digan, ¿es cierto lo que dices? ¿En verdad ya no está en el
sepulcro?. Porque si es verdad entonces nosotros también resucitaremos algún
día. Dígame, ¿es verdad? ¿Qué me contestan niños? ¿Es verdad que Jesús ha
resucitado? Los niños: “¡Jesús ha resucitado!”.
Persona
desconocida: “Entonces yo también estoy contento y estoy feliz porque sabré
que también yo voy a resucitar y con ustedes voy a entrar a
la Iglesia para hacerle fiesta
Jesús. (Cantando y gritando frecuentemente que Jesús ha resucitado todos van
hacia la Iglesia).
Alternativa IV:
La resurrección de Cristo
Objeto: Un baúl grande
Escritura: "Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana,
María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro. Sucedió que hubo
un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y,
acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto
era como el de un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Los
guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron
como muertos. El ángel dijo a las mujeres:—No tengan miedo; sé que ustedes
buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado,
tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron" (Mateo 28:1-6-NVI).
Como pueden ver, tengo un baúl grande conmigo. ¿A cuántos de ustedes les
gustaría ver lo que hay dentro? Bien, acérquense y lo abriré y para que
puedan ver lo que hay dentro. ¡Ah, mira esto! ¡El baúl está vacío!
Cuando era niño, a veces teníamos asambleas o programas especiales en la
escuela. Una de las presentaciones que más me gustaba era cuando venía un
mago y hacía su espectáculo. Como sabes, un mago siempre tiene un o una
asistente que le ayuda en sus trucos. Uno de mis trucos favoritos es cuando
el mago pone a su asistente en un baúl como este, lo cierra y lo ata con
cuerdas o sogas. Mientras esperábamos con gran anticipación, él tocaba con
su vara el baúl, soltaba las cuerdas y abría el baúl. Para sorpresa nuestra,
cuando él abría el baúl, el mismo estaba vacío.
En el domingo que siguió la crucifixión de Jesús, dos mujeres llamadas María
fueron a visitar la tumba en la cual se encontraba Jesús. Cuando llegaron,
hubo un terremoto y un ángel vino y quitó la piedra que estaba cubriendo la
entrada de la tumba de Jesús. El ángel estaba sentado sobre la piedra y le
dijo a las dos mujeres: “No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el
que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan
a ver el lugar donde lo pusieron.” ¿Sabes?, la roca no fue removida para que
Jesús saliera de la tumba; fue removida para que sus seguidores pudieran
entrar y ver que la tumba estaba vacía.
Siempre supe que el desaparecer a un/a asistente de un baúl cerrado era sólo
un truco, pero la tumba vacía de Jesús no fue un truco. ¡Jesús había
resucitado tal como lo había dicho! Hoy celebramos el hecho de que la piedra
fue removida, no para que Jesús saliera sino para que podamos ver que ha
resucitado y porque debido a su victoria sobre la muerte, podemos gozar vida
eterna con él.
Padre celestial, estamos agradecidos de que la piedra haya sido removida y
porque la tumba está vacía, podemos participar de la vida eterna contigo. En
el nombre de Jesús oramos. Amén. (sermon4kids)
Alternativa V:
El caso de la tumba vacía
Tema: La resurrección de Jesús. Pascua
Objeto: Una novela de misterio que puede conseguir en la biblioteca
Escritura: “María Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos. ‘¡He
visto al Señor!’, exclamaba, y les contaba lo que él le había dicho” (Juan
20:18 – NVI).
¿Les gustan las historias de misterio? Cuando era un chico me encantaba leer
libros de misterio. Mis favoritos eran los Hardy Boys y Nancy Drew.
Especialmente me gustaban “El Caso De La Momia” y “El secreto del viejo
reloj”. Los chicos de hoy puede ser que prefieran algunos de los libros de
misterio de Mary-Kate y Ashley Olsen tales como “Buscando siempre: Las
aventuras de un Optimista incurable” y “Vigilantes”.
Hoy van a escuchar la historia de misterio más excitante que jamás se haya
contado. La llamo “El caso de la tumba vacía”.
La historia comienza muy temprano en la mañana del primer día de la semana.
Jesús había sido crucificado y enterrado. María Magdalena, una de las
seguidoras de Jesús, fue a la tumba donde Jesús había sido enterrado. Cuando
llegó, vio la piedra, que había estado en la entrada, removida. Corrió y al
encontrarse con Pedro y Juan les dijo: “Se han llevado el cuerpo del Señor
de la tumba y no sé dónde lo han puesto”.
Pedro y Juan corrieron hacia la tumba. Juan llegó primero. Miró hacia dentro
de la tumba y vio las vendas con las cuales habían cubierto a Jesús. Cuando
Pedro llegó, entró a la tumba. También vio las vendas. Mientras miraba a su
alrededor vio también el sudario, con el cual habían cubierto la cabeza de
Jesús, doblado y puesto a un lado, separado de las vendas. Después de Pedro
estar cotejando todo por unos minutos, Juan entró a la tumba. Cuando se
aseguraron de que la tumba estaba vacía, salieron y se fueron a su casa.
María se había quedado afuera de la tumba llarando. Mientras lo hacía, miró
dentro de la tumba y vio a dos ángeles sentados allí. Uno de ellos estaba
sentado a la cabeza y otro a los pies donde el cuerpo de Jesús había estado.
“¿Por qué lloras?”, le preguntaron los ángeles.
“Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto”, respondió.
María dio la vuelta y estaba lista para irse cuando vio alguien parado allí.
Era Jesús, pero ella no lo reconoció. “Mujer, ¿por qué lloras?”, Jesús le
preguntó.
María, pensando que era el que cuidaba el huerto donde estaba la tumba, le
dijo: “Señor, si sabes dónde se han llevado a mi Señor, dímelo para que
pueda ir a él”.
“¡María!”, dijo Jesús.
Cuando Jesús dijo su nombre, María se percató de quién era. Se viró hacia él
y gritó: “¡Maestro!”
“No me toques, porque todavía no he ido al Padre. Ve y dile a mis hermanos:
‘Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de
ustedes’".
María encontró a los discípulos y les dijo: ”He visto al Señor”. Entonces
les dio el mensaje que Jesús les había enviado.
Y así se soluciona “El misterio de la tumba vacia”. ¡La tumba estaba vacía
porque Jesús no está muerto, él vive! ¡Ha resucitado tal como dijo que
haría!
Padre celestial, la tumba vacía no es un misterio para nosotros ¡Él ha
resucitado! Nos regocijamos en su nombre. Amén. (sermon4kids)