JUEVES SANTO: Celebrar en el hogar la cena pascual de manera semejante como la celebró Jesús.
Recursos adicionales para la preparación
¿Cómo acoger la Palabra de Dios?
Falta un dedo: Celebrarla
Con todo sugerimos una catequesis vivencial como preparación en la cual
pueden participar también los niños de menor edad porque es muy
participativa.
Animamos, además, a los padres a visitar con los niños los 'monumentos' es
decir, visitar a los altares de adoración en las diversas Iglesias. La meta
de todo esto es que los niños descubran por el Jueves Santo que Dios nos ama
en Jesús de una manera inconcebible.
Cuando hay muchos participantes se pueden servir los ingrediente ya en los
platos de los comensales para que los consuman en su momento. El pan y el
vino sí se reparte en su momento.
Los que hacen de 'niño
preguntón' y de 'niño rebelde' repasan sus textos. Cuando hay varios niños
presentes que sepan leer, pueden actuar por turno.
DESARROLLO DE LA CEREMONIA
- Encender las Luces de la Fiesta:
Elevan el vaso hacia cielo y repiten con el adulto:
Adulto: Hemos celebrado la pascua judía como la ha celebrado Jesús. Es como
la historia del pueblo escogido se ha convertido en una historia de
salvación. Esto nos ha preparado para poder participar en la celebración de
la eucaristía del Jueves Santo.
Bendición final
Adulto:
- Que Dios os bendiga y os guarde.
Meta
Las grandes fiestas son para que los niños mis grandes (en la edad de
primera comunión) participen bien apostados en la primera banca donde pueden
observarlo todo.
El Jueves Santo se presta mucho para mantener la atención de los niños:
lavado de los pies, procesión del Santísimo, etc.
La cena pascual judía (adaptada)
Observación
Ofrecemos una versión adaptada de la Pascua Judía. No es ninguna falta de
respeto a nuestros hermanos del pueblo elegido. Es la misma fiesta que
celebró Jesús para transformarla en la celebración del Nuevo Testamento.
Preparativos
Los adultos han preparado una mesa con mantel blanco, con flores, velas y, en
un plato grande, las siguientes cosas que luego se van a repartir: Carne (de
cordero si es posible)
asada fría en pedacitos, lechuga lavada sin aderezo, rábano, hierbas amargas
(perejil y similares), huevos duros sin cáscara, y una gran jara de vidrio
con vino tinto (bien aguado por supuesto), panes ázimos (sin fermento). Si
no se puede preparar pan ázimo se utiliza pan normal.
En el sitio de cada participante hay un plato y un vaso y una vela
(misionera).
De Pie: La "madre" es quien enciende las candelas... ¡sin luces
no hay fiesta!... y la "madre" es el símbolo de la Virgen María, que nos
trajo a todos la "luz de mundo", al Mesías... y la "luz", el "Cristo", es el
corazón del Sedar, de toda la fiesta.
La "madre" reza: "Bendito seas tu, Señor nuestro Dios, Rey de Universo, que
nos santificas con tus leyes y nos ordenas encender la luz de la fiesta.
Madre: La luz es símbolo de la divinidad.
Todos: Como esta escrito, "el Señor es mi luz y mi salvación" (Sal.27).
Madre: La luz es símbolo de lo divino en la humanidad.
Todos: Como está escrito, "el espíritu de la humanidad es la luz del Señor".
Madre: La luz es símbolo de la ley divina.
Todos: Como está escrito, "el mandamiento es lámpara y la ley es luz
(Prov.6:23).
Madre: La luz es símbolo de la misión de Israel (de la Iglesia).
Todos: Como está escrito, "Yo el Señor te he escogido como pacto del pueblo,
para ser luz de las naciones".
- Revisión del lugar y penitencia
Acompañado de varios niños con velas encendidas el adulto revisa el lugar
donde todo está preparado. Se fija en los rincones. Si hay pedazos de papel
(dejadod a propósito) se recogen.
Niño preguntón: ¿Por qué revisamos todo el salón?
Adulto: 'Queremos celebrar una fiesta y todo debe estar limpio.
Niño rebelde: ¿No se hubiera podido hacer ayer?
Adulto: Para una fiesta uno se viste bien, se lava y se arregla. Hemos
revisado ahora porque queremos recordarles a todos que una limpieza del
corazón es más importante aún. Es una fiesta para Dios y por eso debemos
estar limpios por dentro.
Tenemos que rebuscar todo nuestro corazón hasta encontrarlo todo, en los
rincones más perdidos de nuestro corazón por si acaso hay malicia, culpa y
maldad allí para limpiar todo antes de celebrar la fiesta.
Niño preguntón: ¿Cómo puedo hacer para limpiar mi corazón?
Adulto: Dios es bueno. Él quiere que estemos limpios por dentro y por fuera.
Por eso vamos a pedirle perdón por nuestros pecados.
Yo voy a comenzar: Señor, Dios todopoderoso, te pido perdón por mis Pecados
y por todo lo que te ofende en mi vida, por haber mentido, por haber........
Ahora los que desean pueden pedir perdón también.
(Cuando han pedido perdón)
Niño rebelde: ¿Tú crees que Dios nos perdona?
Adulto: SI, creo firmemente que Dios me ha perdonado y nos ha perdonado a
todos. Y tú sabes también que hay un maravilloso sacramento, la confesión
para el perdón de los pecados. Con todo, cada vez que pedimos perdón Dios
nos perdona. Ustedes saben que cuando se trata de un pecado grave hay que
confesarse para poder comulgar.
Es que Dios ha enviado a su propio hijo a Jesús, el Mesías para que nos
libere del pecado y de la muerte interior. Cuando estamos muy mal por dentro
de alguna manera estamos muertos. Nació de María la Virgen y caminó por la
tierra haciendo el bien a todos: enseñando, sanando a los enfermos y
perdonando los pecados.
Por eso podemos comenzar con la fiesta. Vamos a sentarnos todos a la mesa.
(Los Adultos se sientan colocándose con los niños)
La Cena Pascual
Se echa vino en los vasos de cada uno y el Adulto que preside eleva
su vaso invitando a los niños de hacer lo mismo.
Adulto: Bendito seas, Dios todopoderoso por este vino, fruto de la tierra y
del trabajo del hombre. Que recibimos de tu generosidad y ahora te
presentamos. El será para nosotros bebida de salvación.
(todos beben)
Luego se reparten las lechugas, las hierbas amargas y cuando todos ha están
servidos se comienza a comer.
Niño preguntón: ¿Porqué nos dan de comer lechuga y hierba amarga?
Adulto: Al comienzo estábamos en el país de Egipto. Éramos esclavos. Nuestra
comida eran amarguras y sufrimientos. (Brevemente se describen los
acontecimientos de libro del Éxodo referente a la esclavitud de los judíos)
Niño rebelde: Pero hoy ya no somos esclavos del Faraón. ¡Entonces no
necesitamos comer lechuga ni hierbas amargas!
Adulto: También hoy somos esclavos, cuando cometemos pecado, nos hacemos
esclavos de del Satanás. Así también hoy comemos hierbas amargas porque
hemos sido esclavos y Jesús nos ha librado.
Luego se sirve el pan. El adulto parte el pan y da a cada uno un pedazo. No
se come aún.
Niño preguntón: ¿Por qué comemos el pan así?
Adulto: Dios nos liberó a nuestros pecados y de la esclavitud. Con brazo
fuerte y mano poderosa nos sacó de Egipto y nos hizo libres. (Se refiere
brevemente la salida de Egipto). Dios
nos liberó y tratamos que salir tan de prisa de Egipto que no teníamos
tiempo para ponerle fermento al pan (en el caso del pan ázimo). En el
desierto nos ha dado el maná y por eso comemos el pedazo de pan para
recordar que Dios nos ha alimentado en el desierto. Y tal como lo ha hecho
con el pueblo escogido, así lo hace hoy en Jesucristo. Tan alegres
estábamos, tan felices. Por eso comemos hoy este pan porque recordamos cómo
Dios nos ha liberado.
Niño rebelde: ¡Yo quisiera comer un pan más rico!
Adulto: Dios ya ha cumplido tu deseo. Él nos da un pan que nos da la vida
eterna. Nuestros padres comieron este pan y han muerto.
Pero Jesús nos da el pan de vida eterna, la Santa Comunión. Vamos a dar
gracias por el pan que tenemos delante de nosotros:
Bendito seas, Dios del Universo, por este pan, fruto de la tierra y del
trabajo del hombre. que recibimos de tu mano generosa y hoy de ofrecemos. Él
será para nosotros pan de vida.
Y ahora vamos a comerlo recordando como nuestros padres salieron de Egipto
por fin libres de la esclavitud y nosotros agradecidos porque ha regalado a
la Iglesia el pan de vida eterna.
Niño preguntón: ¿Cómo nos ha dado su pan de vida eterna Jesús?
Adulto: En la Ultima Cena (se describe brevemente)
Niño rebelde: Estoy muy agradecido a Jesús por darnos este pan. Hoy (mañana)
en la noche voy a la misa para recibir este pan que es el Cuerpo de Cristo.
Se sirven los huevos pasados y carne (de cordero).
Niño preguntón: ¿Por qué comemos huevo pasado y carne fría?
Adulto: Dios no abandona a su pueblo. Él nos escucha y nos da fuerzas para
luchar (Se refiere brevemente la historia del cordero pascual y la
resistencia del Faraón)
Además ustedes saben que el huevo fresco cuando se rompe derrama el líquido,
el claro, etc. Cuando se pone el huevo en agua hirviendo se endurece. Si se
rompe la cáscara ya no se derrama, ya no se pierde. Así el sufrimiento
ha fortalecido a los Israelitas.
El niño rebelde: Pero esto fue hace mucho tiempo. ¿Quién nos puede ayudar
hoy?
Adulto: El sufrimiento aceptado con fe y confianza en Jesús nos hace fuertes
y resistimos mucho mejor. Jesús mismo nos invitar a cargar con nuestra cruz
de cada día y seguirlo. Dios es bueno. Él nos ha enviado a alguien mucho más
grande y poderoso que Moisés quien ha cargado con nuestros pecados y nos ha
salvado.
Conclusión
Adulto: Vamos a darnos la paz porque Jesús es tan bueno y quiere que todos d
seamos amigos y buenos los unos con los otros.
(luego de la paz)
Se sirve nuevamente vino a todos.
Gracias te damos Padre Santo, porque tú eres bueno. Te damos gracias por tu
Hijo Jesús que nos ha salvado. Te damos gracias por el Espíritu Santo. Te
damos gracias por todo lo bueno que Jesús nos da en tu nombre. Bendito seas
por siempre, Señor. Ayúdanos a ser obedientes y hacer tu voluntad.
Adulto:
Quiero recordarles que cuando se sirvió el vino al final de la última cena,
Jesús ha hecho un nuevo milagro. Así como cambió el pan en su cuerpo así ha
cambiado el vino en su sangre.
Para terminar cada uno de nosotros dará gracias a Dios por su amor y por los
dones recibidos.
- Que el Señor haga brillar su rostro sobre vosotros y os llene de su
misericordia.
- Que Dios mire con bondad sobre vosotros y os de la paz. Amén.
Canto de agradecimiento al final.
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.