Domingo 2 del Tiempo Ordinario A - 'Este es el Cordero de Dios: Catequesis preparatoria para niños preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Recursos adicionales para la preparación
Catequesis I: Testigo
verdadero
Catequesis II:
Testigos de la verdad
Falta un dedo: Celebrarla
1. Pasaje Dominical
2. Catequesis
2.1 Catequesis I: Testigo verdadero
Meta
La figura de San Juan Bautista nos sirve como estímulo para asumir nosotros también el testimonio del Cordero de Dios.
Catequesis
El impostor
Se cuenta de un país donde se murió el rey. Escribieron al extranjero donde estaba el hijo del rey para que venga pronto para asumir sus funciones. El hijo del rey había vivido lejos de su país desde temprana edad. Así que nadie lo conocía ni sabía cómo era. Un día se presentó un joven y dijo que era el hijo del rey. Todos se alegraron, hicieron gran fiesta de coronación. El joven comenzó a reinar. Unos meses más tarde se presentó otro joven y acusó al primero de ser impostor, de ser fraudulento. Dijo que él era el hijo verdadero del rey y no él que estaba con la corona. Cuando le preguntaron cómo era que el otro se había apoderado de la corona, les dijo que había sido su compañero de estudios al que había enviado para avisar que llegaría más tarde por tener que terminar sus estudios. Su mensajero había aprovechado las circunstancias para hacerse pasar por hijo del rey. El impostor fue llevado a la cárcel y el verdadero rey comenzó a reinar.
El rey del mundo
Ahora bien, ¿saben quién es el rey del mundo?… (Dios). ¿Tiene un hijo?… (Si). ¿Cómo se llama este hijo?… (Jesús). Cuando Jesús iba venir a este mundo envió a un mensajero por delante. ¿Cómo se llama este mensajero?… (Juan Bautista). Cuando comenzó a predicar y a bautizar toda la gente de Judea de Jerusalén comenzó a reunirse. Y muchos pensaban que él era el mesías es decir, el hijo a quien Dios iba a enviar. ¿Acaso no hubiera sido muy fácil a Juan Bautista engañar a la gente diciendo que él era el mesías? Vamos ahora a escuchar el Evangelio que nos narra lo que dijo en realidad.
Se lee el Evangelio
¿Juan Bautista ha engañado?… (No). ¿Ha dicho que él era el mesías?… (no). Al contrario, él ha dado testimonio de Jesús para que la gente creyera que Jesús era el verdadero mesías. Sus propios discípulos lo dejaron para seguir a Jesús. Pero no le importaba. El quería decir siempre la verdad y quería que Jesús fuera siempre el primero.
Nuestro testimonio
Antes de subir al cielo Jesús dijo a sus discípulos: “vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio y hagan discípulos a todas las gentes”. Esto no sólo lo dijo a los que estaban allí presentes sino que a todos los que se iban a llamar cristianos. Levanten la mano los que aquí son cristianos. Verdad, todos somos cristianos. ¿Cómo se nota que alguien es cristiano?… (Cree en Jesucristo, reza, lee la Biblia, se porta bien, va a misa, etcétera) ¿Quién es más importante, nosotros o Jesús?… (Jesús). Y cuando nosotros comenzamos a hacer nuestros caprichos entonces no hacemos lo que Jesús nos ha enviado a hacer y nos portamos como un impostor. En cambio cuando nos portamos como cristianos somos sus testigos.
¿Quién quiere portarse como un impostor?… (Nadie). Por eso vamos a conversar ahora un poco como haremos durante esta semana para ser testigos de Cristo.
2. 2 Catequesis II: Testigos de la verdad
Meta
El testimonio no es algo que simplemente observamos y luego reproducimos. Siempre hay algo muy nuestro en este testimonio para bien o para mal. Queremos sensibilizarnos junto con los niños respecto a la calidad de nuestro testimonio.
La Catequesis
Actuación
En un momento menos pensado tres niños que han esperado afuera, realizan la siguiente escena: dos entran corriendo y gritando, uno persiguiendo al otro con un cuchillo. Dos veces tan vuelta alrededor del catequista. Mientras tanto entra un tercero y le quita el cuchillo al que está amenazando al otro. Este se calma, da la mano o abraza a los dos y abrazados los tres van juntos a la salida.
Se forman tres grupos y se les dice que la policía quiero un informe sobre lo que pasó. Que conversen y decidan juntos quien ha hecho algo malo y quien ha hecho algo bueno.
Por lo repentino de la interrupción los niños a lo mejor no han podido observar muy bien y su informe puede ser muy disparejo. El catequista hace de inspector de policía y pasa por los diversos grupos recogiendo la información. Luego presenta ante todos los niños los tres informes.
Lo importante del testimonio
Les quiero contar una historia. Un joven nació y creció en una isla en la cual había mucha enfermedad infecciosa y muchos morían. Tuvo la suerte de recibir una beca, es decir, una ayuda financiera para que pueda estudiar en el extranjero, lejos de su país. Decidió estudiar medicina porque quería ayudar a sus compatriotas. Especialmente estudió las enfermedades infecciosas y de contagio. Antes de volver a su isla su profesor médico le dio dos medicinas y le dijo: “Las dos medicinas son muy buenas pero debes cuidar muchísimo de aplicarlas en el orden correcto. Si das primero la pastilla azul y luego la amarilla, sanarán. Si das primero la amarilla y luego la pastilla azul sufrirán muchos dolores y morirán”. “No hay problema, dijo el joven. Haré las cosas correctamente”. Pero cuando llegó a su isla se había olvidado cuál era el orden correcto: primero la amarilla o primero la azul. Por miedo a equivocarse no les dio ninguna medicina de manera que la gente seguía enferma en la isla. El joven no había prestado atención por eso no podía decir a sus compatriotas: primero la azul y luego la amarilla. No podía dar testimonio de lo que era para la salvación de la gente que se moría.
Nuestra salvación
Los hombres sufrimos de una enfermedad que es mucho más grave que una infección del cuerpo porque nos puede quitar la vida eterna. ¿Cuál es esa enfermedad?… (El pecado). Porque cuando cometemos un pecado grave muere nuestra alma.
Había en Palestina, en la Tierra Santa, uno que había recibido un aviso de Dios que iba a encontrarse con la persona que puede dar la vida eterna a los que la estaban esperando. Escuchen bien el Evangelio y sabrán quién es esta persona y como reconoció al que podía dar la vida eterna.
Se lee el Evangelio
¿Quién y cómo?
¿Quién fue la primera persona que hablaba de Jesús?… (San Juan Bautista). Y ¿qué nombre le da a Jesús?… (Cordero de Dios). Les voy a explicar por qué lo llamo así. Entre los judíos había una costumbre muy especial. Ellos, como todos los hombres, sabían que eran pecadores. Para librarse de los pecados, cada año buscaban un Cordero y el sumo sacerdote y las demás gentes les imponían las manos diciendo: “carga con todos mis pecados. Tu vas a llevarte todos mis pecados y yo quedaré libre de mis faltas”. Luego lo sacrificaban, es decir, lo hicieron morir y lo quemaban. ¿Pueden ustedes decirme ahora por qué Juan dice que Jesús es el Cordero de Dios?… (Carga con nuestros pecados, nos libera de ellos y muere por nosotros).
Imagínense que San Juan Bautista se equivocara y diría de otra persona que era el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo ¿Que pasaría?… (No habría perdón de los pecados). ¿Cómo lo reconoció?… (Dios le había dicho que vería sobre él el Espíritu que bajaría del cielo como una paloma quedaría con él). ¿A quien lo ha visto así?… (A Jesús). Por eso San Juan Bautista tenía la seguridad absoluta que Jesús era el ¿?… (Cordero de Dios que quita el pecado del mundo).
Nuestro testimonio
¿Cómo se nos quitan hoy en día nuestros pecados?…
(Cuando nos confesamos). Hay otros sacramentos que perdonan pecados, por
ejemplo, el primer sacramento de todos. ¿Cuál es?… (El bautismo). Allí
recibimos el perdón de todos los pecados y también el Espíritu Santo. De
manera, cuando nos bautizamos o cuando nos confesamos, se nos perdonan todos
los pecados porque Jesús los ha cargado en la Cruz en su muerte y ha
resucitado para que tengamos vida eterna. Esto es una cosa tan hermosa que
deberíamos contarla a todos los hombres para que también ellos puedan
recibir el perdón de los pecados y tengan a si vida eterna. ¿De quién
debemos hablar para que la gente se entere?… (De Jesús). Y les vamos a
contar que Jesús es ¿?… (El Cordero de Dios que quita el pecado del mundo).
¿Dónde y cuándo podemos hablar del Cordero que quita el pecado del mundo?…
(En casa, con los amigos, en el colegio, etcétera). Cuando hablamos del
Evangelio de la semana próxima a ver si nos contamos entre nosotros un poco
como hemos hablado de él a los demás.
3. Vivencia
Les entregamos a los niños un papel cerrado de
manera que no pueden leerlo. Les decimos que solamente sus padres lo pueden
abrir. Lleva escrito: Estimados padres de familia. Su hijo (a) ha escuchado
hoy el Evangelio y quiere ser testigo de lo que ha escuchado. Pregúntele,
por favor, cómo lo va hacer durante esta semana. Saludos. El catequista.
4. Conexión eucarística
Es invitamos a los niños a prestar atención durante
la celebración de la Santa Misa para descubrir cuanto se habla del Cordero
de Dios que quita el pecado del mundo. Si es posible durante la misma
catequesis preparatoria podemos cantar un canto de la Iglesia que trae estas
palabras.
5. El niño
También el niño experimenta el mal y todo aquello que es contrario a Dios. Nuestra ayuda consiste no tanto en reforzar este sentimiento de tristeza sino enseñarle a conocer el amor que Dios nos tiene. Cuanto más conoce el amor de Dios tanto más aborrecerá el pecado.