Catequesis: Domingo 6 del Tiempo Ordinario Ciclo B - Preparemos la Fiesta con los Niños

CATEQUESIS

Cómo es la lepra

La lepra es una Enfermedad infecciosa que comienza muy despacio en la piel del hombre como una macha, y poco a poco se extiende cada vez más en todo el cuerpo. Poco a poco el enfermo pierde los dedos de las manos y de los pies, luego serán afectados también a otros órganos. El enfermo no tiene muchos dolores porque la lepra afecta a los nervios de manera que no siente el enfermo cuando lo punzan con un alfiler. Cuando la gente se daba cuenta en la época de Jesús que alguien estaba afectado por esa enfermedad en seguida lo expulsaron del pueblo. Ya no podía entrar a su casa ni ver a su familia, es decir que estaba separado de todos.

El pecado peor que la lepra

Cuando uno se muere, en caso de haber vivido como buen cristiano, ¿que le pasa? ¿Adónde se va? (Al cielo). Es decir, que estará junto con Dios, feliz por toda la eternidad. ¿Cuándo no podrá ir al cielo? (Cuando ha vivido mal). Así, por ejemplo, si me da cólera en este momento y yo tiro una piedra para romper una luna y en seguida me muero, ¿voy al infierno? Para evitar confusiones: sólo cuando uno comete un pecado mortal, es decir cuando se apaga la luz en de Dios en mi corazón, entonces si me voy al infierno. ¿Cuáles son, por ejemplo, esos pecados graves? (Matar a otro, odiarlo, hacerle un grave daño etc. etc.). Si me muero así, entonces ¿adónde me voy? (Al infierno). Es decir, que tengo que vivir toda la eternidad lejos de Dios que es la única felicidad. ¿Se dan cuenta cómo la lepra del pecado grave nos separa también pero de una manera mucho más terrible? Nos separa de Dios, de la Virgen María, de la Iglesia, de los Santos. El Espíritu Santo que ha venido a nuestro corazón cuando nos bautizamos se retira de nuestro corazón. ¿Qué es peor, tener la lepra en el cuerpo o tener la lepra del pecado en el alma? (Lepra del pecado) ¿Por qué? (Porque la lepra del cuerpo me quita sólo la vida del cuerpo pero la lepra del pecado grave me quita la vida eterna). Miren, también la lepra del pecado comienza despacio con una mancha y luego con otra y luego se extiende por todas partes. Supongamos que uno sea mentiroso; primero miente en cosas pequeñas, luego miente en cosas mas graves y terminará con mentiras que hagan un daño grave a los demás. ¿Pueden ustedes decirme otro ejemplo? Por eso hay que luchar contra la lepra del pecado de desde el comienzo aunque sea una pequeña mancha.

La saga de Segisfredo

Hay una antigua leyenda nórdica, estos relatos se llaman saga, que cuenta de un joven muy hermoso y bueno a quien los poderes protegían contra sus enemigos. Un día el valiente joven mató a un dragón y se bañó en su sangre que tenía la cualidad de hacer que los hombres se vuelvan invulnerables contra todo tipo de armas. A partir ese momento ningún enemigo pudo contra él porque arma alguna pudo herirlo. Estaba protegido por la sangre del dragón. Pero había habido un descuido. Al bañarse en al sangre del dragón se había adherido a su espalda una hoja de abedul de manera que la sangre del dragón no llegaba a este lugar. Esto lo averiguó su enemigo y un día desde atrás le clavó la lanza justo en el lugar donde no había llegado la sangre del dragón. Segisfredo murió por eso descuido.

Nosotros tenemos que cuidarnos

Nosotros estamos protegidos por una sangre que tiene mucha más valor. ¿Cuál es? (La sangre que Jesús derramó en la cruz por nosotros). Ella nos hace invulnerable al enemigo, ¿Quién es el enemigo?... (Satanás). Este no puede hacernos nada. Sin embargo cuando dejamos que nos toque la lepra del pecado, aunque sea sólo una pequeña mancha, entonces hay un lugar donde el maligno puede atacar. Estábamos diciendo que todo comienza con cosas pequeñas. Así que durante esta semana nos cuidaremos de descuidos, de estas cosas pequeñas que parecen que no tienen importancia pero si le dan al enemigo la posibilidad de atacarnos. ¿Qué cosas vamos a cuidar? Vamos a enumerar las cosas que no parecen tener mucha importancia… Y, ¿qué hacemos si estamos infectados con la lepra del pecado? ¿Qué hizo el leproso del evangelio? Le pidió a Jesús que lo limpiara. Si nosotros se lo pedimos a Jesús, ¿el nos limpiará de la lepra del pecado? (Si). Por eso nuestro lema será: Jesús también a nosotros nos puede limpiar de la lepra del pecado.