Cristo Rey Domingo 34 B - Iglesia del Hogar: en
Familia, como Iglesia doméstica, preparamos la Acogida de la Palabra de Dios
proclamada durante la celebración de la Misa Dominical
¿Cómo acoger la Palabra de Dios?
Falta un dedo: Celebrarla
Introducción a las lecturas
Tiene razón san
Jerónimo cuando dice que el Nuevo Testamento está escondido en el Antiguo
Testamento. Estamos por contemplar una profecía que se ha cumplido en
Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre. Esta profecía nos quiere dar ánimo
de cara a los problemas de todos los días porque Jesús dirige la historia no el
azar.
Aquí nos enteramos cómo
Jesucristo se ha convertido en rey del universo cuyo reino es eterno. No lo
ha hecho con espada, ni con un ejército sino librándonos de lo que más pesa
en nuestra vida: los pecados. Así sigue estableciendo su reino en los
corazones de los que se dejan amar por él.
Nos
hemos acostumbrado demasiado de que el Hijo de Dios hecho hombre sea
entregado a la justicia romana como criminal. Y esto no sucede porque hubo
la casualidad de que le sorprendieran a Jesús para llevarlo a la muerte.
Jesús mismo ha dicho que nadie le quitaría la vida sino que él la entregará
para salvación. Y varias veces ha anunciado su pasión a los discípulos. Esta
es su manera de establecer el reino de Dios. Escuchemos cómo el poder
romano, el juez, y el poder del
amor que se entrega, el criminal acusado, dialogan. ¿Nosotros estaremos
abiertos a la Verdad?
Reflexionemos los padres
El diálogo entre Jesús
y Pilato es una muestra de cómo piensa el mundo y cómo piensan los
cristianos. Se trata de una visión totalmente distinta. El mundo desarrolla
‘su verdad’, es decir, de cómo vivir según lo que llaman ‘razonable’.
A esta manera de pensar le han puesto tres epítetos (estamos
simplificando un poco…), tres nombres para identificar su contenido:
individualismo, relativismo y consumismo. Individualismo: Yo soy el centro
de mi universo y yo mando. Relativismo: Hay muchas verdades, la tuya por
ejemplo, la mía y la de cada persona. Todo es relativo. Consumismo: Tengo el
derecho de seguir mis propias apetencias, no importa cuáles sean.
En cambio, si
Jesucristo es la Verdad entonces las cosas cambian. Yo formo parte de una
comunidad eclesial, soy miembro de cuerpo místico de Cristo. Sólo hay una
verdad: La persona de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre por amor nuestro.
Nuestra vida entra en la verdad cuando le seguimos aunque signifique cargar
con nuestra cruz de cada día. El amor a Dios y al prójimo, el respeto a
nuestro propio cuerpo que es templo del Espíritu Santo, contentarnos con lo
necesario sin lujos ni exageraciones, todos estos aspectos nos hacen vivir
en la verdad también en esta dimensión del consumo.
Revisemos un poco dónde
estamos siguiendo a la verdad y dónde no lo hacemos. La meta de la revisión
consiste en vivir el amor a Dios y al prójimo con mayor radicalidad. Nuestra
experiencia nos enseña que así seremos más felices.
Reflexionemos con los hijos.
En los países mandan el
presidente y los políticos. Pero, ¿quién debe mandar sobre ellos?
Su conciencia, es
decir, la ley de Dios. Les cuento esta historia de Santo Tomás Moro,
precisamente el patrono de los políticos.
Enrique VIII, rey de
Inglaterra, hizo a Tomás Moro su Canciller. Lo que no sabía aquél rey era
que Tomás Moro ciertamente era leal a él, el rey de Inglaterra, pero antes
era leal a Cristo Rey, rey de reyes.
Enrique VIII quiso
divorciarse y casarse con Ana Bolena. Como sabía que el Papa no aprobaría
esto, por estar prohibido en la Iglesia Católica el divorcio, se separó de
la Iglesia Católica y se hizo a sí mismo Cabeza de la Iglesia Anglicana,
arrastrando en la separación a la mayoría de los ingleses.
Tomás Moro pensó que
esta conducta del rey no era la correcta, y renunció a su cargo. Enrique
VIII lo encarceló y fue condenado injustamente a ser decapitado en 1534. Sus
últimas palabras fueron: “Hoy muero, siendo buen siervo del rey, pero
primero siendo siervo de Dios”.
A ustedes nadie va
meter en la cárcel ni decapitar. Pero también a veces viven situaciones
cuando tienes que decidir si seguir a los que son más fuertes que tú, son
más admirados por los demás o seguir a Cristo Rey. Supongamos que varios en
el colegio están maltratando a un compañero, supongamos que en el grupo
cuentan chistes soeces o afirman que no es pecado como lo enseña la Iglesia,
supongamos que te invitan a hacer algo malo... ¿Cómo reaccionar?
Relación con la Santa Misa
Jesucristo es el rey de
reyes. Pero en cada celebración eucarística se entrega por medio de la
palabra y por medio de la comunión. Dejemos que nos enseñe a seguirlo a él y
entregarnos al servicio.
Vivencia Familiar
La familia reflexiona
acerca de cómo Jesucristo puede ser rey de nuestro hogar. Por ejemplo, se
puede buscar de cómo aplicar la invitación de Jesucristo: “Tomad sobre
vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas” (Mt 11, 29) y contemplar su ejemplo
“Decid a la hija de Sión: He aquí que tu Rey viene a ti, manso y montado en
un asna y un pollino, hijo de animal de yugo”(Mt 21, 5).
Nos habla la Iglesia
Escribe el Papa Pío XI en su encíclica para
instaurar la Solemnidad de Cristo Rey el 11 de diciembre de 1925. El Papa
quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el que gobierna
la Iglesia es Cristo Rey:
34. Porque si a Cristo
nuestro Señor le ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; si los
hombres, por haber sido redimidos con su sangre, están sujetos por un nuevo
título a su autoridad; si, en fin, esta potestad abraza a toda la naturaleza
humana, claramente se ve que no hay en nosotros ninguna facultad que se
sustraiga a tan alta soberanía. Es, pues, necesario que Cristo reine en la
inteligencia del hombre, la cual, con perfecto acatamiento, ha de asentir
firme y constantemente a las verdades reveladas y a la doctrina de Cristo;
es necesario que reine en la voluntad, la cual ha de obedecer a las leyes y
preceptos divinos; es necesario que reine en el corazón, el cual,
posponiendo los efectos naturales, ha de amar a Dios sobre todas las cosas,
y sólo a El estar unido; es necesario que reine en el cuerpo y en sus
miembros, que como instrumentos, o en frase del apóstol San Pablo, como
armas de justicia para Dios(35), deben servir para la interna santificación
del alma. Todo lo cual, si se propone a la meditación y profunda
consideración de los fieles, no hay duda que éstos se inclinarán más
fácilmente a la perfección.
35. Haga el Señor,
venerables hermanos, que todos cuantos se hallan fuera de su reino deseen y
reciban el suave yugo de Cristo; que todos cuantos por su misericordia somos
ya sus súbditos e hijos llevemos este yugo no de mala gana, sino con gusto,
con amor y santidad, y que nuestra vida, conformada siempre a las leyes del
reino divino, sea rica en hermosos y abundantes frutos; para que, siendo
considerados por Cristo como siervos buenos y fieles, lleguemos a ser con El
participantes del reino celestial, de su eterna felicidad y gloria […]
Nota: Si desea leer más
Leemos la Biblia con la
Iglesia
Semana 34 - Lunes |
Dan
1:1-6, 8-20 |
Dan
3:52, 53, 54, 55, 56 |
Apoc
14:1-3, 4-5 |
Sl
24:1-2, 3-4, 5-6 |
Lc
21:1-4 |
Semana 34 - Martes |
Dan
2:31-45 |
Dan
3:57, 58, 59, 60, 61 |
Apoc
14:14-19 |
Sl
96:10, 11-12, 13 |
Lc
21:5-11 |
Semana 34 -Miércoles |
Dan
5:1-6, 13-14, 16-17, 23-28 |
Dan
3:62, 63, 64, 65, 66, 67 |
Apoc
15:1-4 |
Sl
98:1, 2-3, 7-8, 9 |
Lc
21:12-19 |
Semana 34 - Jueves |
Dan
6:12-28 |
Dan
3:68, 69, 70, 71, 72, 73, 74 |
Apoc
18:1-2, 21-23; 19:1-3, 9 |
Sl
100:2, 3, 4, 5 |
Lc
21:20-28 |
Semana 34 - Viernes |
Dan
7:2-14 |
Dan
3:75, 76, 77, 78, 79, 80, 81 |
Apoc
20:1-4, 11-21:2 |
Sl
84:3, 4, 5-6, 8 |
Lc
21:29-33 |
Semana 34 - Sábado |
Dan
7:15-27 |
Dan
3:82, 83, 84, 85, 86, 87 |
Apoc
22:1-7 |
Sl
95:1-2, 3-5, 6-7 |
Lc
21:34-36 |
Oraciones
Oración de san Ignacio
de Loyola
Toma Señor, y recibe
toda mi libertad, mi
memoria,
mi entendimiento, y
toda mi voluntad.
todo lo que soy, todo
lo que poseo.
Tú me lo diste; a ti,
Señor, lo torno.
Todo es Tuyo.
Dispón de mí según Tu
voluntad.
Dame tu amor y gracia,
que eso me baste.