Cristo Rey - Domingo 34 del Tiempo Ordinario B - Catequesis preparatoria para Niños: Para que puedan acoger la Palabra de Dios proclamada en la Misa Dominical
Falta un dedo: Celebrarla
Pasaje de la Solemnidad: Jn 18, 33 -37
CATEQUESIS
Ejercicio
Un niño hace de rey y varios hacen de súbditos. Por turno se le presentan al rey varias situaciones para ver cómo reacciona. Se le dice por ejemplo: El rey quiere saber cuántos súbditos tiene… (el niño trata de reaccionar como si fuera el rey en cuestión). El rey necesita plata… el rey quiere que todos sus súbditos sepan leer y escribir… hay un ladrón entre los súbditos… el rey quiere que lo saluden todos de la misma manera… el rey quiere que los soldados luchen por él. Por último: el rey quiere ser el señor más poderoso y quiere que su reino sea el más grande del mundo entero…
Vamos a escuchar el Evangelio que nos hablará de un rey muy distinto.
Se lee el Evangelio
Jesús Cristo Rey
Deben recordar que lo han tomado preso a Jesús la noche anterior y ahora lo han presentado ante Pilatos para que lo juzgue. ¿Jesús tiene soldados que lo defienden?… (No). ¿Jesús tiene un reino en esta tierra, haya algún lugar del mundo, un país, que es el reino de Jesús donde él manda?… (No). ¿Jesús tiene mucha plata?… (No). ¿Jesús tiene un palacio?… (No). ¿Jesús es rey?… (Si). Porque él mismo lo dice en el Evangelio. Pero es un rey sin soldados, sin palacio, sin dinero, sin país donde el mande.
Sin embargo: Un rey es el primero entre los suyos; ¿en qué entonces es primero Jesús? ¿En odiar, en fastidiar, en envidiar, en forzar?… (No).
¿Entonces en qué es primero Jesús?… (En amar, en ser bondadoso, en gracia, en vida eterna, etc.). Además Jesús es Dios.
Un rey tiene súbditos. Y cuando quiera algo siempre dispone de soldados para que obliguen a la gente para que haga lo que él quiere. Jesús es distinto. ¿Él nos obliga o nos amenaza?… (No). Jesús nunca usa la fuerza, no nos obliga, no nos amenaza. ¿A un rey que tiene soldados se permite que la gente lo ofenda?… (No, nunca). Enseguida manda la policía para que castiguen a los ofensores. Jesús es distinto. ¿Se le pueda ofender?… (Si). Se dan cuenta que Jesús es un rey que no obliga ni amenaza. El es bueno y no quiere dar miedo a nadie. La gente puede irse si quiere. Jesús no obliga a nadie a quedarse con el. Porque él quiere que los suyos estén con el porque quieren con entera libertad.
Los súbditos
¿Ustedes quieren ser súbditos de Jesús, Cristo Rey?… (Si). Miren, en el reino de Jesús los súbditos deben ser como el rey, como él quiere que sean. ¿Cómo creen que quiere Jesús que seamos?… Todo esto y mucho más. Pero siempre con entera libertad.
La leyenda del cuarto rey
Para terminar quiero contarles la leyenda rusa del cuarto rey. Según la tradición sabemos de tres Reyes magos. Pero allí según la leyenda en Rusia vivía un rey pequeño. Éste también descubrió la estrella de Navidad y se puso en camino. Era un rey no muy rico por eso de regalo para el niño Dios llevó sólo tres rubíes, es decir, tres piedras preciosas coloradas. En su camino pasó por un pueblo donde estaban expulsando una viuda de su casa porque no podía pagar la renta. Le dolió al rey de deshacerse de una de las piedras preciosas pero pensó que era necesario que ayudar a la viuda a quedarse con la casa aunque le quedaban solamente dos regalos para Jesús. Continuando su viaje en otro pueblo vio como muchos pobres estaban pasando hambre porque no tenían plata para comprar alimentos. Allí dejó el segundo rubí para ayudar porque pensó que Jesús estaría también contento con un rubí de regalo. Por fin llego a una ciudad que estaba en llamas y toda la gente triste porque ya no quedaba nada. Allí dejó el último rubí. Cuando llegó al mar para hacer la travesía a tierra santa, ve cómo dos hombres son encadenados como esclavos para remar y sus familias se quedan atrás. Conmovido por la situación el pequeño rey se ofrece a cumplir los años de ellos como esclavo remero. Lo aceptan y dejan a los dos en libertad. El cumple los años de ellos que son dos veces 15 años y después entonces de 30 años lo dejan ir. Aunque le parecía tarde el pequeño rey se puso en camino a
Tierra Santa y llega a Jerusalén justo cuando crucifican a Jesús. Se arrodilla al pie de la cruz y pide perdón por llegar tarde y sin rubíes con las manos vacías. Y cuando extiende las manos vacías hacia el Señor. Caen en ellas tres
gotas de la sangre de Jesús. ¿Les parece que Jesús estaba contento con ese rey?…
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De ningún modo
queremos dar pie al terrible malentendido como si pretendiéramos colaborar en
sustituir la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para
Niños.
Tenemos una
seria acusación al respecto.