25
secretos para la guerra espiritual (Jesús los reveló a santa Faustina)
Cómo protegerse de los ataques del demonio
Nota: Estos consejos las dio Jesús a una religiosa. Los laicos podemos aplicarlos también y directamente. Algunos necesitarán una modificación a la situación que vive cada uno.
Introducción
En Cracovia-Pradnik, el 2 de junio 1938, el Señor Jesús dictó a una
joven Hermana de la Misericordia polaca un retiro de tres días. Sor Faustina
Kowalska registró minuciosamente las instrucciones de Cristo en su diario,
que es un manual de mística en la Oración y la Divina Misericordia.
Después de haber leído el Diario unas veces en los últimos 20 años, me había
olvidado del único refugio que Cristo dio sobre el tema de la Guerra
Espiritual. Luego, hace poco, fui invitada a dirigir un retiro en Trinidad
basado en la "Conferencia sobre la Guerra Espiritual" de Cristo tal como se
encuentra en el Diario.
En el Santuario de la Sagrada Familia, un grupo increíble de líderes laicos
al servicio del arzobispo y sacerdotes, patrocinó el retiro la arquidiócesis
de Trinidad y llenamos el Seminario de St. John Vianney para reflexionar
sobre esta enseñanza.
Aquí están los secretos que Jesús reveló a su pequeña novia Faustina sobre
cómo protegerse de los ataques del demonio. Estas instrucciones se
convirtieron en el arma de Faustina en la lucha contra el maligno enemigo
Jesús comenzó: "Hija mía, quiero enseñarte acerca de la guerra espiritual"
1. Nunca confíes en ti misma, sino abandónate completamente a mi
voluntad.
La confianza es un arma espiritual. La confianza es parte del escudo de la
fe que san Pablo menciona en la Epístola a los Efesios (6,10-17): la
armadura del cristiano. El abandono a la voluntad de Dios es un acto de
confianza; la fe en acción disipa los malos espíritus.
2. En la desolación, oscuridad y dudas, acude a Mí y a tu director
espiritual, él siempre te escuchará en mi nombre.
En tiempos de guerra espiritual, reza inmediatamente a Jesús. Invoca Su
Santo Nombre, que este es muy temido en el inframundo. Traiga las tinieblas
a la luz diciéndoselo a su director espiritual o confesor y siga sus
instrucciones.
3. No negocies con cualquier tentación; enciérrate inmediatamente en
Mi Corazón.
En el Jardín del Edén, Eva negoció con el diablo y perdió. Tenemos que
recurrir al refugio del Sagrado Corazón. Corriendo hacia Cristo, es como le
damos la espalda a lo demoníaco.
4. A la primera oportunidad, releva la tentación a tu confesor.
Una buena confesión, un buen confesor, y un buen penitente, son una receta
perfecta para la victoria sobre la tentación y la opresión demoníaca, ¡esto
no falla!
5. Pon tu amor propio en el último lugar, de modo que este no
contamine tus obras.
El amor propio es natural, pero debe ser ordenado, libre de orgullo. La
humildad vence al diablo, que es el orgullo perfecto. Satanás nos tienta al
amor propio desordenado, que nos lleva a la piscina del orgullo.
6. Ten gran paciencia contigo misma
La paciencia es un arma secreta que nos ayuda a mantener la paz de nuestra
alma, incluso en las grandes tormentas de la vida. La paciencia con uno
mismo es parte de la humildad y la confianza. El diablo nos tienta a la
impaciencia, a que se vuelva contra nosotros mismos de modo que nos
enojemos. Mírate a ti mismo a la vista de Dios. Él es infinitamente
paciente.
7. No descuides las mortificaciones interiores.
La Escritura enseña que algunos demonios sólo pueden ser expulsados con
oración y ayuno. Las mortificaciones interiores son armas de guerra. Pueden
ser pequeños sacrificios ofrecidos con gran amor. El poder del sacrificio
por amor desaloja al enemigo.
8. Siempre justifícate a ti misma las opiniones de tus superiores y
de tu confesor.
Cristo habla a santa Faustina que vive en un convento. Pero todos tenemos
personas con autoridad sobre nosotros. El diablo tiene como objetivo dividir
y conquistar, de manera que la humilde obediencia a la auténtica autoridad
es un arma espiritual.
9. Rechaza las murmuraciones como a una plaga.
La lengua es una poderosa embarcación que puede hacer mucho daño. Estar
murmurando o chismeando, nunca es de Dios. El diablo es un mentiroso que
suscita acusaciones falsas y chismes que pueden matar la reputación de una
persona. Rechaza las murmuraciones.
10. Deja que todos actúen como quieran; pero tú tienes que actuar
como Yo quiero que lo hagas.
La mente de uno mismo es la clave en la guerra espiritual. El diablo es un
entrometido que intenta arrastrar a todo el mundo. Agrada a Dios y deja que
las opiniones de los demás vayan por el camino.
11. Observa la regla tan fielmente como te sea posible.
Jesús se refiere a la regla de una Orden Religiosa aquí. La mayoría de
nosotros hemos hecho algún voto delante de Dios y de la Iglesia y debemos
ser fieles a nuestras promesas, es decir votos matrimoniales y promesas
bautismales. Satanás tienta a la infidelidad, la anarquía y la
desobediencia. La fidelidad es un arma para la victoria.
12. Si alguien te causa problemas, piensa en el bien que puedes
hacer a la persona que te hizo sufrir.
Ser un vaso de misericordia divina es un arma para el bien y para derrotar
el mal. El diablo trabaja sobre el odio, la ira, la venganza y la falta de
perdón. Otros nos han hecho daño en algún momento. ¿Qué le devolveremos a
cambio? Regresar una bendición rompe maldiciones.
13. No derrames tus sentimientos.
Un alma habladora será más fácilmente atacada por el demonio. Derrama tus
sentimientos sólo ante el Señor. Recuerda, los espíritus buenos y malos
escuchan lo que dices en voz alta. Los sentimientos son efímeros. La verdad
es la brújula. El recogimiento interior es una armadura espiritual.
14. Guarda silencio cuando seas reprendida.
La mayoría de nosotros hemos sido reprendidos en algún momento. No tenemos
ningún control sobre eso, pero sí podemos controlar nuestra respuesta. La
necesidad de tener la razón todo el tiempo puede conducirnos a trampas
demoníacas. Dios sabe la verdad. Déjala ir. El silencio es una protección.
El diablo puede utilizar la justicia propia para hacernos tropezar también.
15. No les pidas opinión a todos, sino sólo a tu confesor; sé tan
franca y sencilla como un niño con él.
La simplicidad de la vida puede expulsar a los demonios. La honestidad es un
arma para derrotar a Satanás, el mentiroso. Cuando mentimos ponemos un pie
en su terreno y él intentará seducirnos aún más.
16. No te desanimes por la ingratitud.
A nadie le gusta ser subestimado. Pero cuando nos encontramos con la
ingratitud o la insensibilidad, el espíritu de desánimo puede ser una carga
para nosotros. Resista todo desaliento porque eso nunca proviene de Dios. Es
una de las tentaciones más eficaces del diablo. Tenga gratitud en todas las
cosas del día y saldrá ganando.
17. No examines con curiosidad los caminos por donde yo te conduzco.
La necesidad de conocer, y la curiosidad por el futuro es una tentación que
ha llevado a muchas personas a los cuartos oscuros de los psíquicos, brujas,
etc. Elija caminar en la fe. Decídase a confiar en Dios quien te lleva por
el camino al cielo. Resista siempre al espíritu de curiosidad
18. Cuando el aburrimiento y el desánimo golpean contra tu corazón,
huye de ti mismo y escóndete en mi corazón.
Jesús entrega el mismo mensaje una segunda vez. Ahora Él se refiere al
aburrimiento. A principios del Diario, dijo a santa Faustina que el diablo
tienta más fácilmente a las almas ociosas. Tenga cuidado con el
aburrimiento, es un espíritu de letargo o acedia. Las almas ociosas son
presa fácil de los demonios.
19. No temas a la lucha; la valentía a menudo intimida a las
tentaciones, y ellas no se atreven a atacarnos.
El miedo es la segunda táctica más común del diablo (el orgullo es el
primero). La valentía intimida al diablo, él huirá ante el perseverante
coraje que se encuentra en Jesús, la roca. Todas las personas luchan, y Dios
es nuestra provisión.
20. Siempre lucha con la profunda convicción de que yo estoy
contigo.
Jesús instruye a una hermana en un convento para "luchar" con convicción.
Ella puede hacerlo porque Cristo la acompaña. Los cristianos estamos
llamados a luchar con convicción en contra de todas las tácticas demoníacas.
El diablo trata de aterrorizar a las almas, debes resistir al terrorismo
demoníaco. Invoca al Espíritu Santo en el transcurso del día
21. No te dejes guiar por el sentimiento, porque no siempre está
bajo tu control. Todo el mérito radica en la voluntad.
Todo el mérito radica en la voluntad, porque el amor es un acto de la
voluntad. Somos completamente libres en Cristo. Tenemos que hacer una
elección, una decisión para bien o para mal. ¿En qué terreno vivimos?
22. Siempre depende de tus superiores, incluso en las cosas más
pequeñas.
Cristo está instruyendo a una religiosa aquí. Todos tenemos al Señor como
nuestro Superior. La Dependencia de Dios es un arma de guerra espiritual,
porque no podemos ganar por nuestros propios medios. Proclamar la victoria
de Cristo sobre el mal es parte del discipulado. Cristo vino a derrotar a la
muerte y el mal, ¡proclámalo!
23. No te engañes con perspectivas de paz y consuelo; por el
contrario, prepárate para grandes batallas.
Santa Faustina sufrió física y espiritualmente. Ella estaba preparada para
grandes batallas por la gracia de Dios que la sostuvo. Cristo nos instruye
claramente en las Escrituras para estar preparados para grandes batallas,
para ponernos la armadura de Dios y resistir al diablo (Ef. 6,11). Estar
atentos y discernir siempre.
24. Sepas bien que estás en un gran escenario donde todo el cielo y
la tierra están mirando
Estamos todos en un gran escenario donde el cielo y la tierra están viendo.
¿Qué mensaje estamos dando con nuestra forma de vida? ¿Qué clase de
tonalidades irradiamos: luz, oscuridad o grises? ¿La forma en que vivimos
atrae más luz o más oscuridad? Si el diablo no tiene éxito en llevarnos a la
oscuridad, tratará de mantenernos en la categoría de los tibios, que no es
agradable a Dios.
25. Lucha como un caballero, de modo que Yo pueda recompensarte. No
seas excesivamente temerosa, porque tú no estás sola.
Las palabras del Señor a Santa Faustina pueden convertirse en nuestro lema:
¡Lucha como un caballero! Un Caballero de Cristo sabe bien la causa por la
que él lucha, la nobleza de su misión, el Rey a quien sirve, y con la
bendita certeza de la victoria, que lucha hasta el final, incluso a costa de
su vida. Si una joven, sin educación, una simple monja polaca unida a
Cristo, puede luchar como un Caballero, todo cristiano puede hacer lo mismo.
La confianza es victoriosa.
Citas del Diario de Santa Faustina son propiedad
de los Marianos de la Inmaculada Concepción, Stockbridge, Massachusetts.
Fuente: catholicexchange.com. Autor: Kathleen
Beckmanen
Artículo originalmente publicado por
pildorasdefe.net