ADVIENTO: AL AMOR QUE LLEGA, RESPUESTA DE AMOR SINCERO
INVOCACIÓN.
A los fieles cristianos nos corresponde celebrar el Adviento enmarcándolo en
el contexto teológico-bíblico que profesamos con fe sincera. Es un contexto
teologal que tal vez a los hermanos increyentes les pueda parecer extraño e
incluso afectado por contagios de locura religiosa. Tan grande es el
misterio de la fe! .. Mas ¿de dónde provendría esa impresión sorprendente?
Acaso de nuestro peculiar modo de hablar de Dios, del pecado y de la
encarnación del Hijo de Dios .....
Pero ¿habremos de ocultar lo que sinceramente creemos?. En modo alguno. Para
nosotros la fe en Cristo Jesús es don divino que nos conforta e ilumina,
aunque hayamos de permanecer humildemente anonadados ante el misterio de
Dios Amor que se nos revela en Cristo...
Para nosotros creer no es una locura sino una belleza impresionante.
No es locura pensar y creer que fue Dios, por puro amor comunicativo de
vida, quien creó este cosmos o universo en que vivimos, y quien en él nos
modeló a nosotros como conciencias pensantes, libres y agraciadas con sus
dones, conciencias llamadas a devolverle amor y gloria. Si hay locura, ésta
se da en que nosotros, por soberbia y pasión no dominadas, adoptamos ante Él
una actitud indigna, de pecado, como si neciamente quisiéramos afear el
tremendo delito divino de haber sido inmensamente generoso con nosotros en
su amor .....
Y no es tampoco locura para nosotros creer sinceramente que Dios, único
Dios, sea, al mismo tiempo, Padre, Hijo y Espíritu, trinidad de personas en
unidad de naturaleza, misterio insondable, riqueza infinita de la comunión
en Dios .... No entendemos cómo sea... Nos rendimos ante el misterio porque
Cristo no lo ha comunicado, y lo adoramos ..
EXPECTACIÓN.
Hay, sin embargo, confesémoslo, algunas verdades de fe que incluso a las
almas creyentes les hacen entrar en sospecha de que rondan linderos de
divina locura. No porque sean absurdas sino porque rompen todos los moldes
de nuestra cordura.. De esa condición fronteriza forma parte la revelación
de que la segunda persona de la Santísima Trinidad, el HIJO, se hiciera
hombre, se encarnara, como MESÍAS prometido a Israel, en el seno de una
virgen .. ¿A tánto llegan los extremos del amor? ... ¿Es que no hay amor
grande sin gestos desmedidos...? ¿Es que amar y no estar loco no se concede
ni a Dios, como decía fray Luis de Granada...? ...Y ¿qué vamos a hacer?..
Bendigamos, bendigamos que nuestro Dios sea tan loco en su amor con
nosotros, y que, ofendido y marginado en nuestros corazones por el pecado,
en vez de despreciarnos, decidiera venir a buscarnos por medio de la segunda
persona, el Hijo, quien se hizo hombre y tomó cuerpo de Nino en las entranas
de María , por obra del Espíritu Santo...
NO NOS DURMAMOS ... VELEMOS.
Situados contemplativamente ante misterios de amor tan fascinantes,
preguntémonos: zsabremos con la fe del siglo XX responder dignamente a ese
Dios Amor que viene a encarnarse? Meditémoslo, pues recaer en el pecado,
después de ver tanta luz, sería el colmo de la ingratitud. ...Escuchemos
atentamente la voz del evangelista Juan cuando nos amonesta diciendo: en el
Adviento de Cristo muy pocos se dispusieron en Israel a esperarle y
acogerle.... Estremecedor Misterio! El Amor preparó caminos de acceso al
corazón del hombre, y nosotros desviamos la mirada para no chocar con sus
ojos en la ruta, y dedicamos toda nuestra fuerza amatoria a codiciar
intereses mezquinos que nunca sirvieron para construir mansión cordial al
Senor que llega, enviado por el Padre....
Pidamos que en nosotros resuene el eco de las palabras Cristo Jesús, ya en
campo de misión: mirad, mirad que yo he venido a buscar a pecadores
sinceros, a sencillos de corazón, a pechos hambrientos de justicia y verdad,
a contemplativos de ojos limpios...., y no encuentro buscadores de perdón y
de gracia... No me necesitan ni me esperan ....
He ahí la lección de vida que hemos de aprender: el Adviento del creyente es
real cuando en él se crea un estado de conciencia que obliga a cambiar el
corazón y la mente ... Atentos..! Si el Amor hecho carne de Nino apenas
encontró regazos preparados para recibirle, como el de María, o manos
envejecidas que rejuvenecieran al abrazarle, como las del anciano Simeón, u
obreros de taller dispuestos a instruirle, como el de José, o espíritus
sedientos de Verdad que escucharan su Palabra ..., no repitamos nosotros la
historia.., pues las espadas de guerra no se tornarán arados, las lanzas
siniestras no se fundirán en podaderas, el odio y temor de corderos espiados
por lobos no se transformarán en amistad compartida, y las desigualdades de
opresores y oprimidos no preparan una mesa común a la que todos nos sentemos
.....