Quéjase la Virgen María de los pocos cristianos que se acuerdan hoy de sus dolores. Simil que explica por qué no dan fruto en todos las palabras de Jesús.
REVELACIÓN 14

A la manera que si viera uno reunida una muchedumbre de personas, dijo la Virgen, y uno se acercase junto a ella llevando en las espaldas una carga pesadísima, y otra en los brazos; y con los ojos llenos de lágrimas, mirase a toda aquella gente, por ver si alguien se compadecía de él y le aliviara la carga; de esta misma suerte me encontraba yo en el mundo, porque estaba llena de tribulaciones desde que nació mi Hijo hasta su muerte. A mis espaldas llevaba una carga gravísima, cuando trabajé sin cesar en el servicio Divino, y sufrí con paciencia todas las adversidades. En los brazos llevé un gran peso, cuando padecí la mayor angustia y dolor de corazón que ha padecido criatura alguna. Y tuve los ojos llenos de lágrimas siempre que consideraba en el cuerpo de mi Hijo los sitios de los clavos y su futura Pasión, y cuando veía cumplirse en él todo lo vaticinado por los Profetas.

Mas ahora miro a todos los que viven en el mundo, por ver si hay quien se compadezca de mí y mediten mi dolor; mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Y así, tú hija, no me olvides, aunque soy olvidada y menospreciada de muchos, mira mi dolor, é imítame en lo que pudieres. Considera mis angustias y lágrimas, y duélete de que sean pocos los amigos de Dios. Permanece firme, que ahora viene aquí mi Hijo.

Yo soy, le dijo Jesucristo, tu Dios y tu Señor, que hablo contigo. Mis palabras son como flores de una hermosa planta, y aunque nazcan estas flores de una misma raíz, no todas llevan simiente ni fruto. Así, mis palabras son como unas flores que salen de la raíz del amor de Dios, las cuales las reciben muchos, pero no en todos dan fruto, ni llegan a madurar, porque unos las reciben y las retienen poco, y después las echan de sí, porque son ingratos a mi espíritu; otros las reciben y las retienen, porque están llenos de amor de Dios, y en estos dan fruto de devoción y obras santas y perfectas.