Como el imán atrae el hierro, así la Virgen María atrae los pecadores a Dios.
REVELACIÓN 19

Andando un lapidario buscando piedras, dijo a santa Brígida la Virgen halló un pedazo de piedra imán, y cogiéndolo, lo guardó en su tesoro, y por medio de él llevó su nave al puerto. Igualmente mi Hijo, buscando muchas piedras de Santos, me escogió especialmente por Madre suya, para llevar por medio de mí los hombres al puerto del cielo. Y como la piedra imán atrae a sí el hierro, del mismo modo, atraigo yo a Dios los corazones duros. Por consiguiente, no te has de turbar, cuando vieres tu corazón en obscuridad, porque es para tu mayor corona.