Indecible bondad de Dios, y con cuánto amor acude a los que le invocan. |
REVELACIÓN 84 |
Estaba uno diciendo el Padre nuestro, y oyó santa Brígida que dijo el Espíritu Santo: Amigo, te respondo, primero, de parte de la divinidad, que tendrás la herencia con tu Padre; segundo, de parte de la humanidad, que serás mi templo; y tercero, de parte del Espíritu Santo, que no tendrás tentaciones más de lo que pudieres sufrir. Pues el Padre te defenderá; la Humanidad estará a tu lado; y el Espíritu Santo te inflamará.
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