Cómo Dios atrae hacia sí con infinito amor las almas que le buscan. |
REVELACIÓN 85 |
El que quisiere juntarse a mí, dice Jesucristo a santa Brígida, debe entregarme toda su voluntad y arrepentirse de sus pecados, y entonces mi Padre lo atrae a la perfección, porque es atraido por mi Padre, todo el que trueca la mala voluntad en buena y desea enmendarse. Y atráelo mi Padre, poniendo él en ejecución los buenos deseos, porque cuando el deseo no es bueno, no tiene mi Padre de dónde asirlo para atraerlo.
|