LORETO: PREMISAS HISTÓRICAS
"La Santa Casa de Loreto es el primer Santuario de alcance internacional dedicado a la Virgen y, por varios siglos, auténtico centro mariano de la cristiandad" (Carta de Juan Pablo II para el VII Centenario Lauretano).
En efecto, el Santuario de Loreto conserva, según una antigua tradición, hoy comprobada por los estudios históricos y arqueológicos, la Casa nazarena de la Virgen. La morada terrena de María en Nazareth estaba constituida por dos partes: una gruta excavada en la roca, todavía venerada en la basílica de la Anunciación de Nazareth, y una casa de mampostería antepuesta y adosada a la gruta (ver. fig. 2).
Según la tradición, en el ario 1291, cuando los cruzados fueron expulsados definitivamente de Palestina con la pérdida del puerto de Accon, la casa de mampostería de Nuestra Señora fue transportada, "por ministerio angélico", primero a Tersatto (Dalmacia) y luego a la Colina de Loreto, en 1294.
Hoy, en base a las excavaciones arqueológicas efectuadas bajo la Santa Casa (arios 1962-65), y a estudios filológicos e iconográficos, se avanza en la hipótesis bien fundada, según la cual las piedras de la Santa Casa habrían sido transportadas a Loreto sobre naves, a través del mar, probablemente por los cruzados.
Imagen de la Virgen de Loreto sin su dalmática
En efecto, se han encontrado cinco cruces de tela roja de cruzados, probablemente del siglo XIII, amuradas entre laspiedras de la Santa Casa, cruces que pueden considerarse ex-votos de los protagonistas del transporte.
Antiguas imágenes de la traslación representan las piedras de la Santa Casa o la misma Casa, dentro de una nave pilotada por hombres y escoltada, desde lo alto, dentro de una nube, por la Virgen con el Niño (ver. pag. 13).
Además, la Santa Casa, por su estructura y por el material de piedra que no es fácil de hallar en las cercanías, es una manufactura ajena a la cultura y
usos constructivos de las Marcas. Por otra parte, las comparaciones técnicas de la Santa Casa con la gruta de Nazareth han confirmado coexistencia y contigüidad de las dos partes (ver. fig. 2).
La tradición está también confirmada por un reciente estudio en cuanto a la manera de escuadrar las piedras, es decir según el uso de los Nabateos, difuso en Palestina en los tiempos de Jesús (ver. fig. 1). Muy interesantes son también algunos dibujos grabados en las piedras de la Santa Casa, juzgados por los expertos de claro origen judaico-cristiano y muy similares a los encontrados en Nazareth (ver. fig. 3).
La Santa Casa, en su núcleo original, estaba constituida por sólo tres paredes, porque la parte oriental, donde se levanta el altar, se enlazaba con la gruta (ver. fig. 2). Las tres paredes originarias se levantan cerca de tres metros de la tierra. El material sobrepuesto, constituido por ladrillos del lugar, ha sido añadido a continuación, incluida la bóveda (1536) para lograr un ambiente más apto al culto.
El revestimiento de mármol, que sustituye el primitivo muro de ladrillos llamado "de los recanatenses" (principios del s. XIII), fue hecho por voluntad de Julio II y su realización, sobre diseño de Bramante, estuvo a cargo de renombrados artistas del Renacimiento italiano. Loreto tiene ciertamente un vínculo del todo especial con la morada nazarena de María.
La insigne reliquia es para el peregrino ocasión e invitación para meditar sobre sus elevados mensajes teológicos y espirituales.
Figura 1
Figura 2