¿Cómo evitar el adulterio emocional?
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Dennis Rainey
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El adulterio no solo es físico; comienza en la mente. Aprenda a reconocer
cuando las amistades con el sexo opuesto se han pasado la raya. La clase de
química en la preparatoria me enseñó una lección valerosa: Cuando ciertas
sustancias se mezclan, se forman una reacción química. ¡Un día, comprobé
esto en mi último año de preparatoria cuando tiré un recipiente de sodio en
un río desde un puente y casi explotó el puente entero!
Desde aquel entonces, he aprendido que muchas personas no respetan las leyes
de química igual como no lo hice cuando joven. Ellos mezclan los
ingredientes volátiles sin pensar bien en las consecuencias. He descubierto
que muchas personas casadas no entienden que una reacción química puede
ocurrir con alguien que no es su cónyuge. No me malinterprete – No solo
estoy hablando de la atracción sexual. Me
refiero a la reacción de dos corazones, la química de dos almas.
A esto se le llama el adulterio emocional – es una intimidad con el sexo
opuesto fuera del matrimonio. El adulterio emocional es infidelidad del
corazón. Cuando dos personas empiezan a platicar de sus luchas íntimas,
dudas o sentimientos, ellos pueden estar compartiendo sus almas de una
manera que Dios planeó exclusivamente para la relación matrimonial. El
adulterio emocional es amistad con el sexo opuesto que ha progresado más
allá de lo que debiera.
He mirado a los ojos de muchos hombres y mujeres que han caído en el
adulterio físico, y lo que vi allí me dio nauseas. Al hablar con ellos, he
descubierto que, en la mayoría de los casos, las relaciones adúlteras
comenzaron como una relación amistosa y casual en el trabajo, la escuela,
aun en la iglesia. Un esposo habla con una compañera del trabajo tomando
café y comparte unas luchas que está experimentando con su esposa o sus
hijos. Ella le comenta de sus problemas semejantes, y pronto las emociones
están brincando con tanta velocidad que sus corazones se prenden y
últimamente son fundidos en uno. A los que lo han experimentado, este
vínculo parece tan real que no se puede negar.
Puede usted estar llegando a tener una reacción química con otra persona
cuando:
• Tiene una necesidad que siente que tu cónyuge no está cumpliendo – una
necesidad de atención,
aprobación, o afecto.
• Es más fácil desahogarse con alguien que no es su cónyuge hablando en
detalle de las dificultades
del día durante la comida, un café, de dar un aventón a su casa…o por medio
de escribirse correos
electrónicos.
• Empieza a hablar de los problemas que tiene usted con su cónyuge.
• Se justifica “el derecho” de tener esta relación amistosa por decir que
tiene que ser la voluntad de
Dios hablar abiertamente y honestamente con otro creyente.
• Se emociona al ver, estar con y hablar con la otra persona.2
• Se pregunta a si mismo, ¿qué haría yo si no tuviera esta persona en mi
vida con quien hablar?
• Esconde de su cónyuge esta relación interpersonal y amistosa con el sexo
opuesto.
Cuando se encuentra conectado íntimamente con otra persona en lugar de su
cónyuge, ha comenzando a viajar por un camino que a menudo termina en
adulterio y divorcio. ¿Cómo puede protegerse a si mismo para que esto no
ocurra?
Primero, conocer sus límites. Ponga muros de protección alrededor de su
corazón para proteger la tierra sagrada, reservada solamente para su
cónyuge. Bárbara y yo tenemos mucho cuidado de compartir nuestros
sentimientos más profundos, nuestras necesidades y dificultades solamente
entre nosotros.
Segundo, darse cuenta del poder de sus ojos. Alguien ha dicho, “sus ojos son
ventanas al alma.” Baja la cortina de sus ojos si siente que una persona
está mirando demasiado tiempo en frente de sus ventanas. Me doy cuenta que
el contacto del ojo es necesario para conversar en forma eficaz, pero hay
una clase de mirada profunda que está reservada solamente para su cónyuge.
Francamente, no confío en mí mismo. Algunas mujeres pueden pensar que estoy
inseguro porque no sostengo el contacto con mis ojos mucho tiempo, pero es
porque no confío en mi naturaleza pecaminosa. He visto lo que ha sucedido a
otros, y sé lo que me podría suceder.
Tercero, extinguir las reacciones químicas que ya se hayan comenzado. Si una
amistad con el sexo opuesto cumple necesidades que solamente su cónyuge debe
estar cumpliendo, termine esa amistad de inmediato. Para detener una
reacción química, uno de los elementos se tiene que quitar. Al principio,
puede ser una pérdida dolorosa, pero eso no es nada en comparación a la
tentación que puede dar a luz el pecado. Hace años, Ruth Senter escribió un
artículo increíblemente honesto acerca de su amistad con un hombre cristiano
que conoció en una clase posgraduado. Su lucha y respuesta piadosa a esta
tentación fueron grabadas en una carta que terminó la relación amistosa que
desarrollaba. “La amistad siempre va en un camino con propósito a menos que
esté muerta,” escribió ella. “Usted y yo sabemos a dónde va nuestra amistad.
Cuando una relación amenaza la estabilidad de los compromisos hechos a las
personas que valoramos más que nada, entonces no se puede seguir la
amistad.”
Cuarto, tenga cuidado del aislamiento en su matrimonio. Una estrategia del
enemigo es aislar a usted de su cónyuge, especialmente tentándole a guardar
secretos de su cónyuge. Bárbara y yo nos damos cuenta del peligro del
aislamiento en nuestro matrimonio. Trabajamos duro en hablar las cosas en
forma abierta.
Finalmente, nunca deje de cortejar a su cónyuge. Uno de los pensamientos más
libertadores que he tenido en mi relación matrimonial es que jamás dejaré de
competir y luchar por el amor de Bárbara. Como resultado de este compromiso,
soy mucho más creativo en cómo me comunico con ella en forma emocional y
sexual. Estoy conciente que si empiezo a ignorarla, otra persona podría
acercarse a ella y atraparla en un punto débil. Mi meta constante es
fortalecerla y comunicarle que ella es todavía la mujer con quien decidí
comprometerme en 1972.
Muchas personas que cometen adulterio expresan sorpresa en cuanto a lo
sucedido; ellos hablan como si hubieran sido llevados por una fuerza
irresistible de la naturaleza. Pero recuerden que nadie se cae si está
parado a unos 15 metros del precipicio. Lo que sucede es que uno se acerca
poco a poco al abismo hasta que resbala. Usted necesita hacer de su
matrimonio una prioridad al grado que no se acerque para nada al precipicio.
Tomado de www.familylife.com por Dennis Rainey.
Derechos reservados © 2003. Usado con permiso