10. ¿Por qué la Iglesia no permite ni los preservativos ni los anticonceptivos para los que no quieren tener muchos hijos?
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RicardoSada Fernández
26 agosto 2008
encuentra.com
La Iglesia enseña que va contra la ley de Dios el empleo de métodos
artificiales de control de la natalidad, sean físicos (como los
preservativos), o químicos (como cualquier píldora anticonceptiva,
espermaticidas, etc.).
También enseña que es contrario a la ley de Dios el acto sexual interrumpido
(llamado onanismo), que consiste en que el varón derrame fuera de la mujer
precisamente porque no desean concebir.
La Iglesia enseña también que es un pecado muy grave cualquier método
abortivo (por ejemplo, la llamada “píldora del día siguiente” o el
dispositivo intrauterino o diu), porque en ellos no sólo se impide una nueva
concepción sino que se mata a un ser humano recién concebido.
Enseña también que es pecado la esterilización voluntaria, es decir, la
vasectomía en el varón y la ligadura de trompas en la mujer, métodos ambos
que buscan evitar definitivamente la procreación.
¿Por qué todos esos métodos son contrarios a la ley de Dios?
Porque la unión sexual es el instrumento que Dios ha previsto para hacer lo
más grande que realiza el hombre: traer nuevas criaturas al mundo, nuevos
seres humanos, creados a su imagen y semejanza y destinados a vivir para
siempre. Esto da al sexo una enorme dignidad y hace que sea, como ya
dijimos, algo divino, sagrado. Cuando un hombre y una mujer se unen
sexualmente, Dios está ahí, dispuesto a llevar a cabo su maravillosa obra
creadora de nuevas personas humanas.
Al controlar artificialmente los efectos de la unión sexual, manipulamos a
Dios, le desviamos su plan. Siendo el Señor y Dueño de todo, pretendemos
excluirlo de un ámbito fundamental: el origen de la vida. Y Él, que como
Dueño y Señor del mundo ha dictado leyes, resulta burlado por un
procedimiento que va en contra de su proyecto. Ir en contra del proyecto de
Dios siempre es un pecado.