VIII: Divorcio y separación
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Pbro. Pablo Arce Gargollo
y James P. Socías
26 agosto 2008
encuentra.com
El matrimonio es permanente porque Dios lo estableció desde el principio. La
indisolubilidad del matrimonio es por el bien del esposo y la esposa, de sus
hijos y de toda la sociedad humana.
En cambio a los casados, mando, no yo sino el Señor, que la mujer no se
separe del marido, y en el caso de que se separe, permanezca sin casarse o
reconciliarse con su marido, y que el marido no despida a su mujer.[1]
67. Si el matrimonio es permanente ¿por qué algunos matrimonios son
declarados nulos o inválidos después de algunos años?
El matrimonio es permanente porque Dios lo estableció desde el principio.[2]
La indisolubilidad del matrimonio es por el bien del esposo y la esposa, de
sus hijos y de toda la sociedad humana.
El gobierno civil, no tiene el poder para disolver un matrimonio válido aún
si el matrimonio es entre no Católicos. El gobierno sólo puede disolver los
aspectos civiles del matrimonio, como la propiedad de bienes, la custodia de
los hijos, etc. el divorcio civil se permite en algunos países. pero ante
los ojos de Dios el matrimonio existe.
La Iglesia no tiene el poder para disolver un matrimonio válido, sacramental
que ha sido consumado. Ella sólo puede declarar un matrimonio como nulo y no
válido después de una investigación y de confirmar que el matrimonio no
existió desde el principio. Las razones podrían ser:
La falta de consentimiento voluntario y libre.
Alguna deficiencia en la forma de celebración del matrimonio.
La presencia de impedimentos que hagan que un matrimonio no sea válido.
La declaración de nulidad (llamada anulación) es una decisión muy importante
de un tribunal eclesiástico. Tiene que hacerse una investigación muy
cuidadosa por parte de la Iglesia antes de llegar a una conclusión,
asegurándose de que el matrimonio no se declare nulo o no válido por un
error.
Estrictamente hablando, la palabra "anulación" es incorrecta porque la
iglesia nunca puede anular un matrimonio válido que fue consumado. Anular
significa nulificar, hacer algo nulo. La palabra "anulación" puede implicar
que el contrato anulado o invalidado fue válido antes, pero éste no es el
caso.
La Iglesia no puede convertir un matrimonio válido en nulo o no válido. Sin
embargo, actualmente se emplea la palabra "anulación" en lugar de
declaración de nulidad para referirse a que nunca hubo matrimonio. En tal
caso, anulación de un matrimonio significa que un contrato matrimonial nunca
existió porque no existían las condiciones necesarias.
Cuando se pide una anulación de matrimonio en el Tribunal Eclesiático ambas
partes deben considerar su matrimonio como válido hasta que se declare lo
contrario. Por tanto, antes de iniciar un nuevo noviazgo, pensando en una
nueva unión, la unión original debe primero ser declarada nula o no válida.
La iglesia es la única autoridad que puede declarar que un matrimonio es
inválido desde el principio. En otras palabras, declara que el matrimonio
nunca existió aunque una o ambas partes actuaran de buena fe. Sólo si el
matrimonio es declarado nulo quedan las partes libres para volver a casarse.
En este caso, no hay que conceder un divorcio, sino simplemente declarar la
nulidad o no existencia de un supuesto matrimonio previo.[3]
Un matrimonio putativo es un matrimonio no válido que ha sido celebrado de
buena fe por lo menos de una de las partes. Los hijos nacidos de esta unión
son legítimos.[4]
68. ¿Cuál es el significado de indisolubilidad del matrimonio?
Hay casos en los cuales se solicita y se concede el divorcio civil. Todos
los cristianos deben tener presente que un decreto de divorcio civil no
cambia el estado de los esposos como personas casadas ante Dios. Ni siquiera
da derecho a tener un noviazgo o a buscar la compañía de una tercera
persona. Siguen casados mientras vivan. Un matrimonio ratificado y consumado
no puede ser disuelto por ningún poder humano o por ninguna causa que no sea
la muerte.[5] Se entiende que una unión no es un matrimonio ratificado
cuando la Iglesia lo aprueba como contrato sacramental válido.
Si uno de los esposos es víctima inocente de un divorcio civil, él no debe
violar la ley moral.[6] De hecho hay una diferencia entre los que trataron
sinceramente de salvar su primer matrimonio y han sido abandonados
injustamente, y los que por medio de su propia falta grave destruyeron un
matrimonio válido desde el punto de vista canónico.[7]
69. ¿Cuál es la diferencia entre separación y divorcio? ¿Existe la
posibilidad de disolver un matrimonio válido?
El divorcio civil es un intento por romper el lazo matrimonial. Está
absolutamente prohibido por la ley de Dios, que une a todos los hombres y
mujeres, y no sólo a los Cristianos.
Algunas personas afirman que la Escritura da una excepción para permitir el
divorcio, cuando Nuestro Señor dijo El que despide a su mujer, fuera del
caso de infidelidad, y se casa con otra, es adúltero.[8] Esto debe
interpretarse de acuerdo con otros mandamientos de Cristo referentes al
matrimonio.[9]
En oposición con la ley Mosaica, que permitía el divorcio y volver a
casarse, Cristo insistió en los Evangelios en la indisolubilidad del
matrimonio. Para ser consistentes con todas las enseñanzas sobre el
matrimonio, este verso tiene que entenderse en una forma que sólo permita
una separación legal para la violación del matrimonio de los esposos, y no
la libertad para divorciarse y volver a casarse a voluntad. Donde hay una
separación legal, las partes continúan casadas; y aunque vivan separadas, su
unión matrimonial continúa.
La separación de los esposos en un matrimonio válido, sin una buena razón,
es una ofensa grave a la voluntad de Dios. Esto es así por lo siguiente:
. Priva a los hijos de una educación adecuada, de una atmósfera de hogar y
del amor que tienen derecho a recibir.
. Expone a las personas separadas a la tentación contra la castidad que
puede conducir al adulterio y otros pecados.
Sin embargo, por un motivo muy grave, a una persona casada válidamente se le
permite separarse de su cónyuge.[10] Hay algunas situaciones en las cuales
vivir juntos en el matrimonio se hace imposible por varias razones. En tales
casos, la Iglesia permite la separación física de la pareja y que vivan
separados. Los esposos no dejan de ser marido y mujer ante Dios y por eso no
son libres para contraer una nueva unión.[11]
Excepto en casos extraordinarios -como en la amenaza inmediata de daño
físico- nadie debe tomar la decisión de separarse sin consultar primero con
un sacerdote.
. Sin embargo la Iglesia sólo disuelve un matrimonio:
. Cuando es un enlace natural -no sacramental- de un matrimonio legítimo y
consumado de personas no bautizadas. Esto se conoce como privilegio
Paulino.[12] El matrimonio previo no está disuelto por la Iglesia sino por
el segundo matrimonio. La Iglesia simplemente considera que existen las
condiciones necesarias para el segundo matrimonio.
. Cuando es una unión natural -no sacramental- de un matrimonio legítimo y
consumado entre una parte bautizada y una no bautizada. Esto se conoce como
privilegio Petrino.
. Cuando se trata de un matrimonio no consumado entre personas bautizadas o
entre una parte bautizada y otra no bautizada. Este matrimonio sólo puede
ser disuelto por una causa justa, a solicitud de ambas partes o de una de
las partes, aún si la otra parte no lo desea. Una decisión de esta
naturaleza sólo puede ser tomada a discreción del Románo Pontífice.[13]
70. ¿Pueden obtener el divorcio las parejas católicas que estuvieron casadas
por la Iglesia? ¿Por qué es una acción muy pecaminosa?
El divorcio, como ruptura de un contrato matrimonial, siempre es prohibido
para los cristianos. Es una ofensa grave contra la ley natural.[14]
Esta acción pecaminosa da lugar a:
. Introducir el desorden en la familia y en la sociedad.
. Traumatizar a los hijos por la separación de los padres.
. Hacer del matrimonio una unión temporal que va contra la esencia del
contrato matrimonial.
. Aumentar la frecuencia de rupturas matrimoniales al diseminar un divorcio
contagioso mentalmente para la comunidad.
La aparente dificultad -aún la imposibilidad- de comprometerse de por vida
con otro ser humano lo hace lo más importante para proclamar las buenas
nuevas que Dios nos ama con un amor definitivo e irrevocable. Las parejas
que dan este testimonio con la gracia de Dios, con frecuencia en condiciones
muy difíciles, merecen la gratitud y el apoyo de la comunidad de la
Iglesia.[15]
El divorcio civil, el cual no es una ruptura del contrato matrimonial, en
ocasiones es permitido a los católicos sólo para los efectos civiles de
proteger al inocente. En estos casos, ellos tienen que abstenerse de
involucrarse en una nueva unión y dedicarse simplemente a llevar a cabo las
obligaciones y responsabilidades de la vida cristiana. Su ejemplo de
fidelidad y de consistencia cristiana adquiere un valor particular como
testigo ante el mundo y la Iglesia.[16]
71. ¿Cuál es el estado ante Dios de los que vuelven a casarse después de
obtener el divorcio?
Como el enlace matrimonial es indisoluble, las personas divorciadas deben
continuar con la obligación de llevar a cabo sus tareas y responsabilidades
familiares. Ellos no pueden involucrarse en una nueva unión porque ante Dios
continúan casados. Por esa razón los que se divorcian y tratan de contraer
un nuevo matrimonio terminan viviendo en adulterio.
Hoy son numerosos en muchos países los católicos que recurren al divorcio
según las leyes civiles y que contraen también civilmente una nueva unión.
La Iglesia no reconoce la nueva unión como válida si existe el matrimonio
previo. Esto es por fidelidad a la palabra de Jesucristo: Quien se divorcie
de su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquella; y si ella
se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.[17] Esto es,
estar en una situación pública y permanente de adulterio.[18]
72. ¿Puede uno casarse con una persona divorciada? ¿Será éste un matrimonio
no válido?
Un cristiano nunca puede casarse con una persona divorciada, cuyo matrimonio
sea válido y consumado y cuyo esposo(a) todavía viva. Cristo dijo: Quien
repudie a su mujer y se case con otra comete adulterio; y el que se case con
una mujer que ha sido repudiada, comete adulterio.[19]
A pesar de la clara doctrina escrita en los Evangelios, la experiencia
diaria desafortunadamente demuestra que la gente que obtiene un divorcio,
con frecuencia intenta casarse de nuevo, aunque no por la Iglesia.[20] Es
obvio que esta nueva unión es no válida porque el primer matrimonio todavía
existe. Una persona divorciada sigue estando casada.
73. ¿Qué sucede si una persona se casa con alguien que ha estado separado o
divorciado durante mucho tiempo sin esperanza de reconciliarse?
Aún en el caso de que alguien haya estado separado o divorciado por la ley
civil de su pareja por mucho tiempo sin posibilidad de reconciliación, el
enlace matrimonial continúa existiendo. También puede suceder que una de las
personas de la pareja entre en una nueva unión no válida. Aún en este caso,
la otra persona no puede hacer lo mismo, porque el primer enlace matrimonial
es indisoluble.
[1] 1 Corintios 7, 10-11
[2] Cf. Marcos 10, 6-9
[3] Cf. C.I.C. 1071, 1095-1107 y C.C.C. 1629
[4] Cf. C.I.C. 1137
[5] C.I.C. 1141 y C.C.C. 1640, 2382
[6] Cf. C.C.C. 2286
[7] Cf. C.C.C. 2386 y F.C. 84
[8] Mateo 19, 9
[9] Cf. Marcos 10, 11-12
[10] Cf. C.C.C. 2383
[11] Cf. C.I.C. 1151-1155; C.C.C. 1649 y F.C. 83
[12] Cf. C.I.C. 1143 y 1 Corintios 7, 12-15
[13] Cf. C.I.C. 1142. En algunos casos excepcionales, la Iglesia, no el
Estado puede disolver un matrimonio ratificado pero no uno consumado entre
cristianos por medio de una decisión papal.
[14] Cf. C.C.C. 2384 y 2385
[15] Cf. C.C.C. 1648 y F.C. 28
[16] Cf. C.C.C. 2386 y F.C. 83
[17] Marcos 10, 11-12
[18] Cf. C.C.C. 1650 y 2384
[19] Mateo 9, 9
[20] Cf. C.C.C. 2384 y F.C. 84