ADULTERIO - ¿CAUSAL DE NULIDAD?
Consulta
Padre, mi mujer ha cometido adulterio, ¿qué hago? El adulterio, ¿es
causal de anulación del matrimonio? (Mensaje resumido).
Respuesta
Estimado hermano en Cristo.
Que le tiempo de cuaresma fortifique su fe.
Hemos elevado una oración al Señor que sabe sacar bien hasta de nuestros
pecados.
Como siempre lo hacemos, les sugerimos a los hermanos que enfrentan
problemas delicados a que vayan a ver a un sacerdote para hablar en viva
voz. Haga Ud. lo mismo.
Respecto a la anulación del matrimonio católico, permítanos repetir una
precisión: La Iglesia nunca anula un matrimonio porque existe hasta que la
muerte los separa. Se trata de una declaración de nulidad, es decir, el
tribunal eclesiástico, luego de una investigación exhaustiva, llega a la
conclusión que el matrimonio sacramental nunca ha existido y emite una
"declaración de nulidad".
En cuanto a su pregunta: sólo son causales para poder emitir una declaración
de nulidad aquellos que existen en el momento de contraer matrimonio.
Respecto a qué acción tomar concretamente, tampoco podemos nosotros
atrevernos a ofrecerle sugerencias. Cada caso es distinto, cada persona
tiene una manera muy personal de reaccionar. En cada caso la sensibilidad le
debería ayudar a proceder delicada y atinadamente. ¿Ha pensado en pedirle a
Dios el don de la sabiduría para saber qué hacer?
Luego, la descripción de la situación solamente aporta indicios
circunstanciales. No le queda otra cosa que hablar y aclarar el asunto.
Parece que entre ustedes dos no tienen la costumbre de hablar “a calzón
quitao”.
Supuesto el caso del adulterio...
Lo que sí podemos hacer es ofrecerles algunas pautas para que encare usted
la situación cristianamente. ¿Recuerda usted el siguiente pasaje bíblico?
Mt 18,20-35
Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que
perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?» Dícele
Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.» «Por
eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas
con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía
10.000 talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese
vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase.
Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: "Ten paciencia
conmigo, que todo te lo pagaré." Movido a compasión el señor de aquel
siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. Al salir de allí aquel
siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le
agarró y, ahogándole, le decía: "Paga lo que debes." Su compañero, cayendo a
sus pies, le suplicaba: "Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré." Pero él
no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que
debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron
a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le
dijo: "Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo
suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo
modo que yo me compadecí de ti?" Y encolerizado su señor, le entregó a los
verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Así hará con vosotros mi
Padre celestial si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.
¿Se da cuenta? El perdón no ha de venir desde la angustia de poder perderla
ni por un esfuerzo generoso de parte de la parte "inocente" sino porque
rezamos cada día: "Perdona nuestras ofensas....". Todos somos pecadores y
necesitamos a diario ser perdonado y perdonar.
En segundo lugar queremos sugerirle otra consideración. En caso del pecado
de adulterio no hay parte inocente. La culpa es mitad mitad. Haga usted un
examen de conciencia y verá que ha habido descuido de parte suya. Nos parece
muy difícil - para no decir prácticamente imposible - que un matrimonio que
mantiene una comunicación profunda pueda desembocar en adulterio. ¿Usted
alguna vez ha confesado a su mujer que ha mirado "con malos ojos" a otras
mujeres y ha cometido adulterio con ellas en su corazón? ¿Se le ha ocurrido
pedirle perdón y ayuda? La inmensa mayoría de los varones (y de las
mujeres... piense en las telenovelas) como que se llena la cabeza y los ojos
de basura y lo considera como algo "normal". El pecado no es "normal".
Recordamos particularmente la confesión de un esposo que dijo lo siguiente:
"Padre, quiero pedir perdón. Mi esposa ha cometido adulterio y yo tengo la
culpa". Este hombre se dio cuenta que en el caso de pecar el otro uno tiene
que mirarse primero a sí mismo.
Tenemos una reflexión adicional. Según nuestra longeva experiencia - más
sabe el diablo por viejo que por diablo - no basta para una vida cristiana
profunda la participación en la Misa dominical, la comunión y confesión
frecuente. Necesitan participar en un grupo cristiano de la parroquia o de
la ciudad para "cargar baterías" porque el bombardeo consumista e
individualista de todos los días de los medios de comunicación masiva
termina con "comernos el coco" a los cristianos. Y, ¿qué decir de los
adolescentes que son tan impresionables?
Dios lo bendiga.
Se lo deseamos y por ello rezamos
Los MSC del Perú