Ocho precauciones para proteger tu matrimonio de la infidelidad
En una sociedad especialmente hostil a la
familia es importante proteger el matrimonio con una atención
especialmente fuerte. Cada uno es tentado por sus propios deseos que le
atraen y seducen; estos deseos, una vez concebidos, engendran el pecado,
y el pecado, una vez crecido, engendra la muerte( cfr. Santiago 1,
14-15). Por tanto, es necesario plantar un seto de protección alrededor
del matrimonio, es decir, tomar decisiones ya, por adelantado, que
mantengan la tentación lejos y hagan del matrimonio una prioridad:
Precaución 1: Elige sabiamente. Evita
pasar tiempo innecesario con alguien del sexo opuesto. Por ejemplo, si
buscas un entrenador personal en el gimnasio, elige mejor a alguien del
mismo sexo que tú.
Precaución 2: Comparte sabiamente. Si
un día te das cuenta de que estás compartiendo con alguien secretos e
intimidades sobre ti y tu matrimonio que no has compartido con tu
cónyuge o que no lo harías, eso es una señal de alerta. Un lío emocional
con alguien, incluso si no llega a ser sexual, también puede hacer mucho
daño a la relación.
Precaución 3: Procura estar en sitios
públicos. Haz
el propósito de no citarte a solas con alguien del otro sexo. Si un
compañero te invita a comer o a que le acompañes, haz que venga una
tercera persona. No titubees en explicarle, si hace falta, que así lo
has acordado con tu cónyuge. Puede servir para dar ejemplo.
Precaución 4: No seas inocente. La
mayor parte de la gente que termina teniendo un lío no quería tenerlo;
la infidelidad empieza como una relación inocente que termina alcanzando
una profundidad emocional que cruza la línea de la fidelidad.
Precaución 5: Aumenta tu inversión en hogar. Los
matrimonios fuertes se consiguen pasando tiempo juntos, riendo juntos,
jugando juntos. Si no tienes citas con tu pareja, planea ya citas para
los meses que vienen y haz que pasar tiempo juntos sea una prioridad.
Precaución 6: Presta atención a lo que
piensas. Si
todo el día estás pensando en los fallos de tu cónyuge, si el tiempo que
dedicas a pensar en él o ella se centra en defectos y reproches, es
fácil que cualquier otra persona pueda parecerte mejor y te atraiga. Haz
una lista por escrito de los puntos fuertes que inicialmente te
atrajeron de tu pareja. Aumenta el animar y apoyar, y disminuye las
críticas.
Precaución 7: No juegues a comparar. Todos
tenemos malas costumbres, manías y errores. Es muy tramposo comparar a
tu esposa o esposo con un nuevo conocido, porque al recién llegado no lo
estamos viendo en el mundo real, en el mundo de compartir techo, cuidar
niños a las tres de la mañana, cuadrar cuentas, etc.
Precaución 8: Busca ayuda. Buscar
ayuda es un signo de fortaleza, no de debilidad. Busca ayuda quien está
dispuesto a presentar batalla; es un primer paso de fuerza. Un terapeuta
familiar cristiano, un buen consejero, etc., te darán una perspectiva
serena, valiosa, para establecer nuevas estrategias para proteger o
defender o reconstruir tu matrimonio.
Resumido de Forumlibertas.com