UN CORAZÓN NUEVO Y UN ESPÍRITU NUEVO de E. J. Cuskelly MSC: Amor y el Sentido de la Vida, capítulo 9
CAPITULO NUEVE
AMOR Y EL SENTIDO DE LA VIDA
En nuestros Documentos de Renovación
de 1969, encontramos en dos ocasiones una expresión que no estaba en las
antiguas constituciones. En los números 5 y 29, se dice que, como religiosos
MSC, por nuestra vocación y testimonio, debemos ayudar a los hombres a
descubrir "El verdadero sentido de la vida".
Esta petición de los Documentos de Renovación implica dos Cosas:
1) La búsqueda de dar un sentido a la vida es la preocupación primordial del
mundo actual; 2) Creer en el amor de Dios da un sentido a nuestra vida y a
la de los demás, Tocamos aquí un aspecto importante de nuestro modo de vivir
la vocación MSC en las condiciones psicológicas del mundo actual. Una
cuestión vital hoy día es el sentido que hay que dar a la vida. La búsqueda
del hombre por su misma razón de ser es en su vida una fuerza primordial. Y
puesto que es primordial, esta fuerza está en el centro de todas sus
búsquedas; el hombre siempre se ha preguntado: " ¿Cuál es el sentido de la
vida? "Pero hoy él se lo pregunta con una mayor intensidad y encuentra con
menos facilidad que en el pasado respuestas satisfactorias. Hay un número
siempre creciente de personas para quienes la vida no tiene sentido, que
sienten un vacío interior, una inseguridad sobre lo que conlleva la vida.
Privada de un sentido real, a su vida le falta dirección y objetivo, y caen
muchas veces en el desánimo; la enfermedad mental y la desesperación los
asechan. . . Este estado se llama "Vacío existencial del siglo XX"; detrás
de todo esto aparecen el alcoholismo, la delincuencia juvenil; su producto
típico se encuentra en los movimientos hippies de la juventud actual. Se
encuentra su equivalente en las formas del apetito del poder, del dinero,
del progreso o del apetito del placer sobre todo bajo la forma de abusos
sexuales.
El verdadero cristiano es aquel que ha descubierto el sentido de su vida —es
una parte importante de su fe.
A propósito del sentido de la vida hay que considerar dos puntos:
a)
Descubrir el sentido de la vida. Creemos que el descubrimiento nos viene de
la Fe y de la revelación de Cristo.
b)
Estamos llamados a dar un sentido a nuestra vida. Al fin y al cabo, ahí está
el todo de nuestra vocación. El interrogante que se plantea es éste; ¿Qué
valor está usted decidido a vivir? ¿Qué sentido da usted personalmente a su
vida en conformidad con su Fe?
Sería útil señalar aquí lo que Rahner dice a propósito del celibato. Se
plantea el problema general del celibato, dice él, cuando de lo que se trata
es de "La respuesta a mi problema que sólo tiene que ver únicamente con mi
persona. (No se trata "del sentido del celibato en general sino de mi
celibato)…el que habla….es la persona de quien…
se está hablando, se dé o no se dé cuenta'
El interrogante que muchas veces se
plantea es este: ¿Cuál es el sentido de su vida religiosa (o de su vocación
MSC)? " La pregunta (si el que la hace espera sinceramente una respuesta) es
siempre una súplica: "por favor, haga que mi vida parezca tener sentido para
mi". ¿Y cómo puede alguien de nosotros hacer eso para otra persona que es
única? Yo no puedo dar un sentido a "su" vida.
Una segunda verdad a propósito de la "búsqueda del sentido" (de la vida) es
que muchos de nuestros contemporáneos son demasiado pasivos en este punto.
Su búsqueda es parcial; buscan una vida o un género de vida "que tenga un
sentido para ellos". La vida religiosa tiene un valor objetivo y un sentido
propio sobre los que la Iglesia ha insistido durante siglos, el Concilio
Vaticano II se pronunció claramente sobre esto y obras recientes lo tratan
largamente. Pero esta no es más que la primera parte del sentido que debemos
encontrar a la vida religiosa y no podemos encontrarlo sin la otra parte.
Víctor Frankel, en sus libros sobre la logoterapia, como muchos otros,
insiste sobre el hecho de que no debemos cuestionar la vida para que esta
tenga un sentido para nosotros. La vida está ahí, y nosotros estamos aquí, y
nosotros somos "cuestionados por la vida" para dar un sentido a nuestra
existencia. ¿Qué sentido va a dar un hombre a su vida? ¿qué va a hacer él
para que la vida tenga un sentido? Digamos que nuestra vida está en nuestras
manos y que nosotros podemos hacer de ella lo que queramos. Estamos hechos a
semejanza de Dios, hasta cierto punto es una semejanza al Dios Creador.
Estarnos llamados a una creatividad de discípulos (Creative disciple-Ship),
estamos llamados a dar un sentido a nuestra vida. Nos lo dice no solamente
la Fe sino también una sana psicología; Dara hacer de su vida un triunfo,
debe darle un sentido, —como respuesta a los valores, ciertamente, pero a
aquellos valores que tienen que encamarse en una
expresión viva. En ese sentido, su vida es lo que usted se prepara a
hacer de ella. La Fe nos presenta un conjunto de valores; por vocación
estamos llamados a responder a esos valores con una vida en la que
expresamos lo que significa para nosotros esos valores y lo que pueden
significar para otros.
En consecuencia, la vida religiosa tendrá un sentido diferente para cada
uno. No será otro quien pueda decirle el sentido que debe tener su vida,
aunque él deba ser uno de los numerosos valores posibles que la vida
religiosa puede aportar como respuesta personal a Dios en Cristo. Usted debe
decir cuál es el sentido de su vida religiosa. Ese sentido diferirá de un
individuo a otro: para uno, será la respuesta Cristo y del evangelio, o bien
una "comunión" considerada como la esencia de la vida en la casa de Dios.
Más de un religioso hoy día consagrará su vida al servicio sin reserva de
los pobres y necesitados por amor a Cristo. Para cada uno la vida será una
respuesta personal a la palabra que Dios le dirige, llamándonos a todos en
dar plenitud, a nuestra vida y a nuestra actividad, el sentido cristiano.
Para ustedes MSC, el sentido que le den vendrá de su fe en el amor de Dios
por los hombres, amor que se manifestó en Cristo, que es el único que da un
sentido y una meta a la vida y a la existencia humana.
Los religiosos serán
entonces personas que miran sus vidas como una participación especial en el
misterio de la Iglesia "Sacramento del amor de Dios por la humanidad" —y
esto en sus numerosos elementos.
a) El amor de Dios será aceptado y reconocido en
la. gratitud y la esperanza, dando una seguridad personal y
espiritual profunda, proyectando la luz sobre el sentido de la vida y sobre
toda la existencia humana.
b) En respuesta a este amor habrá entonces una respuesta de amor y de
entrega cristiana a Cristo y la Iglesia.
e) El amor de Dios es reconocido y proclamado muy particularmente en la
liturgia, dónde, en la Iglesia comunidad de culto, nuestro amor se expresa
en la acción de gracias y la alabanza, unido a la oblación de Cristo al
Padre.
d)
Este amor conduce a la perfección en el plan humano, perfeccionando las
personas y sus aptitudes, a la vez como individuos y como personas
conscientes de que son miembros de una comunidad cristiana y humana. Deben
ser y manifestarse como cristianos que han llegado a la madurez.
e)
Este amor sirve entonces de lazo de unión con los otros por una fe viva en
el amor de Dios hacia todo hombre y por un probado amor y por un interés
personal ante la humanidad,
f)
Es un amor que vive en una esperanza confiada en su perfeccionamiento
final después de esta vida.